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CIENCIA, EVOLUCIÓN Y CREACIONISMO

Basado en el folleto informativo Science, Evolution and Creationism, editado por la Academia
Nacional de las Ciencias de los EE.UU.

¿Por qué es importante la Evolución?

El descubrimiento y la comprensión de los procesos de la evolución representan uno de los logros


más importantes en la historia de la Ciencia. La evolución es capaz de explicar la diversidad de la
vida en la Tierra y ha sido confirmada repetidamente a través de la observación y la
experimentación en un amplio rango de disciplinas científicas.

La ciencia evolutiva constituye los cimientos de la biología moderna. Ha abierto las puertas a nuevos
tipos de investigación médica, agrícola y medioambiental, y ha conducido al desarrollo de
tecnologías que pueden ayudar a prevenir y combatir enfermedades. Lamentablemente, la
educación científica impartida en nuestras aulas está siendo socavada por los que intentan a toda
costa introducir conceptos no científicos sobre la evolución en las clases de ciencias.

¿Cómo se hace el trabajo científico?

El estudio de la evolución proporciona un ejemplo excelente de cómo los científicos abordan su


trabajo. Observan la naturaleza y realizan preguntas acerca del mundo natural; preguntas que
pueden ser puestas a prueba mediante experimentos y nuevas observaciones, y elaboran hipótesis
acerca de la evolución basadas en evidencias comprobables. A medida que los científicos recopilan
nuevos resultados y hallazgos, continúan refinando sus ideas. Las hipótesis formuladas pueden ser
alteradas o incluso rechazadas de plano si sale a la luz alguna evidencia convincente que las
contradiga. Algunas hipótesis científicas están tan bien establecidas que no parece posible que
ninguna evidencia nueva pueda alterarlas. Estas hipótesis ampliamente aceptadas y sólidamente
fundamentadas se convierten en teorías. En el lenguaje popular una teoría significa una corazonada
o una especulación. No es así en ciencia. En ciencia, la palabra teoría se refiere a una explicación
exhaustiva de una característica importante de la naturaleza que esta fundada en multitud de
hechos recopilados a lo largo del tiempo. Las teorías también permiten a los científicos hacer
predicciones acerca de fenómenos todavía no observados.

Un buen ejemplo es la teoría de la gravedad. Tras cientos de años de observaciones y experimentos,


los hechos básicos de la gravedad fueron comprendidos. La teoría de la gravedad es la explicación
de esos hechos básicos. Luego los científicos usan la teoría para hacer predicciones acerca de cómo
la gravedad funcionará en diferentes circunstancias. Dichas predicciones se han verificado en
incontables experimentos, confirmando la teoría. La evolución reposa sobre unos cimientos
igualmente sólidos, formados por observación, experimentación y evidencias que confirman su
validez.
La Teoría de la Evolución se ha probado y confirmado en repetidas ocasiones

Todos conocemos por experiencia que los caracteres biológicos se transmiten de padres a hijos. Ésta
es la base de la evolución. A veces los caracteres cambian de una generación a la siguiente. Si un
carácter hace que la descendencia se
desenvuelva mejor en su ambiente
natural y produzca más descendencia,
que a su vez también herede el
carácter, ese carácter se expandirá
con el tiempo. Si el carácter hace que
la descendencia tenga menos
capacidad para sobrevivir y, por lo
tanto, deje menos descendencia, el
carácter tenderá a desaparecer. La
selección natural es el proceso
mediante el cual algunos caracteres
tienen éxito y otros fracasan en el
medio en el que vive el organismo.
Por cada forma de vida que podemos
ver hoy en día, hubo muchas otras
que no tuvieron éxito y se El esqueleto casi completo de un fósil de transición parecido a
extinguieron. un ave, que fue descubierto en China y del cual se informó en
2006.
Los científicos ya no cuestionan los
hechos básicos del proceso evolutivo. Este concepto ha superado pruebas exhaustivas realizadas por
cientos de especialistas en biología, medicina, antropología, geología, química y otros campos. Los
descubrimientos en diversos campos se han reforzado unos a otros, y las pruebas de la evolución
han continuado acumulándose durante 150 años.

El Registro Fósil

El concepto de evolución está respaldado por el hallazgo de fósiles en capas de roca


correspondientes a diferentes edades de la historia de la Tierra. En general, los fósiles que más se
parecen a los seres vivos actuales se encuentran en las capas de roca más jóvenes, mientras que
muchos fósiles que aparecen en capas más viejas se asemejan sólo remotamente a las formas de
vida presentes. Basándose en tales hallazgos, los naturalistas propusieron que las especies cambian,
o evolucionan, con el transcurso del tiempo. Se ha identificado a la selección natural como una
fuerza motriz de estos cambios. Desde entonces los científicos han hallado un abrumador número de
fósiles en rocas de diferentes edades, que confirman una y otra vez los cambios en los seres vivos
predichos por la teoría de la evolución.

Investigación sobre el ADN

La biología molecular y la genética han revelado cómo funciona la evolución a nivel molecular. La
genética ha demostrado que los caracteres pasan de los padres a la descendencia a través del ADN,
una molécula presente en todos los seres vivos que determina el crecimiento y la reproducción de
las células, algo que se desconocía cuando la evolución y la selección natural se propusieron por
primera vez en 1859. Los estudios del ADN respaldan los descubrimientos de otras ramas de la
ciencia. Por ejemplo, especies que muestran un parentesco más lejano según su árbol filogenético,
es decir, sus posiciones relativas con respecto al registro fósil, resultan tener muchas más
diferencias en su ADN que especies que muestran un parentesco más cercano según este registro.

La comparación de las secuencias de ADN del gen que codifica la hormona leptina (la cual
participa en el metabolismo de las grasas) entre el ser humano y el chimpancé, revela
solamente cinco diferencias en 250 nucleótidos. En donde las secuencias entre humanos y
chimpancés difieren, el nucleótido correspondiente al gorila (franjas sombreadas) puede
ser utilizado para obtener el nucleótido que probablemente existía en el ancestro común
tanto de los humanos como de los chimpancés y los gorilas. En dos casos, los nucleótidos
de los gorilas y los humanos encajan, mientras que en los otros tres casos, las secuencias
de los gorilas y los chimpancés son las mismas. Lo más probable es que el ancestro
común de gorilas, chimpancés y humanos haya tenido el mismo nucleótido que tienen dos
de los tres organismos de hoy en día, ya que esto requeriría sólo un cambio de ADN en
vez de dos.
Ancestros Comunes

Hay estructuras y comportamientos comunes a muchas


especies. Una persona escribe, una vaca camina, una
ballena nada, y un murciélago vuela con estructuras que
están formadas por huesos diferentes en los detalles, pero
notablemente similares entre sí si se tiene en cuenta su
estructura general.

Cuando se estudia un grupo de fósiles teniendo en cuenta


su estructura y edad, resulta claro que una especie
ancestral dio origen a un conjunto de especies sucesoras
con la misma disposición básica de los huesos de las
extremidades. Tal y como repetidamente ha demostrado
cada nuevo descubrimiento, para cualquier par de
especies que vivan hoy en día se pueden trazar líneas <>
evolutivas que retrocedan en el tiempo hasta que ambas Los huesos en las extremidades
se intersecten en un ancestro común. delanteras de los vertebrados terrestres
y algunos acuáticos son
El registro fósil, la investigación con ADN, la evidencia extraordinariamente similares debido a
de que las especies tienen ancestros comunes y otros que todos ellos han evolucionado a partir
descubrimientos se suman a la aplastante evidencia de de las extremidades delanteras de un
que la vida en la Tierra surgió y se diversificó mediante ancestro común.
evolución por selección natural.

<> <>
La naturaleza impone la dirección a seguir al desarrollo
evolutivo. Aunque los delfines (izquierda) estén más
estrechamente relacionados con los humanos que con
los tiburones (derecha), la evolución les ha dotado de
cuerpos adaptados para un entorno acuático.
No hay lugar para el creacionismo en la clase de ciencias

Algunas personas sostienen que las diversas formas de vida no evolucionaron siguiendo un proceso
natural. Abogan por que la enseñanza de la creación se incorpore al currículo científico escolar al
mismo nivel que la evolución biológica. Pero el creacionismo no es
ciencia. Los argumentos creacionistas se basan en creencias acerca
de una entidad externa al mundo natural; sin embargo, la ciencia
sólo puede investigar los fenómenos que ocurren dentro de la
naturaleza. Y de hecho, numerosas cuestiones planteadas por los
creacionistas han sido ya respondidas por los científicos gracias al
creciente número de pruebas disponibles; veamos tres ejemplos.

Los huecos del registro fósil

Los creacionistas sostienen que la Teoría de la Evolución falla debido


a los huecos existentes en el registro fósil. Los creacionistas
Fotografía de un
denominan hueco a aquella situación en la cual aún no se ha
microorganismo flagelado.
descubierto una forma fósil intermedia entre dos especies
relacionadas. Sin embargo, un creciente número de formas intermedias han sido y continúan siendo
halladas. Incluso sin tener aún los fósiles en sus manos, los científicos pueden usar las modernas
técnicas de biología molecular y genética, junto con los principios de la evolución, para inferir qué
formas de vida existieron en un momento dado del pasado y predecir con gran exactitud dónde
aparecerán sus restos fósiles y qué aspecto tendrán.

La complejidad irreducible como prueba de creación.

Algunos creacionistas afirman que ciertos rasgos de los seres vivos son demasiado complejos para
haber evolucionado a través de procesos naturales. Alegan que estructuras como el ojo humano, el
sistema inmunológico, o los flagelos, esos orgánulos con aspecto de pelos que dan movimiento a las
bacterias, son irreductiblemente complejos y deben haber sido creados intactos por un diseñador
inteligente. Sin embargo, los biólogos han descubierto que cada uno de los componentes del flagelo
tiene sus propias funciones individuales, habiéndose descrito además numerosas formas intermedias
de flagelos de mayor o menor complejidad. Ambos hallazgos respaldan la idea de que el flagelo ha
evolucionado a lo largo del tiempo partiendo de estructuras previamente existentes. Así mismo, el
argumento creacionista de que tales rasgos deben haber sido diseñados está basado en su idea
preconcebida de un Creador, mientras que la postura de los científicos se basa en hechos
observables y explicaciones falsables.
La edad de la Tierra

Algunos creacionistas argumentan, basándose en las Sagradas


Escrituras, que la Tierra no es lo suficientemente antigua como para
que la vida haya emergido en toda su diversidad a través de la
evolución. Sin embargo, mediciones geológicas, astronómicas y de
otros campos han confirmado repetidamente la edad de la Tierra en
aproximadamente cuatro mil quinientos millones de años, tiempo
durante el cual la vida surgió y se diversificó en nuestro planeta.

Como acabamos de ver, los científicos son capaces de contestar a las numerosas objeciones
planteadas por los creacionistas gracias al conocimiento acumulado a lo largo de años de
observación y experimentación. Sin embargo, cuando nos movemos en el terreno de las creencias,
la ciencia no tiene forma de aceptar o refutar las aseveraciones de los creacionistas. Por lo tanto,
pensamos que las creencias creacionistas no deberían presentarse en las clases de ciencias al mismo
nivel que las enseñanzas sobre la evolución. La enseñanza de conceptos no científicos en las clases
de ciencias sólo confundiría a los estudiantes acerca de la naturaleza, los límites y los
procedimientos utilizados por la ciencia.

La ciencia y la religión ofrecen distintas maneras de entender el mundo

La ciencia y la religión se ocupan de aspectos distintos de la experiencia humana. Muchos científicos


han escrito elocuentemente sobre cómo sus estudios científicos en el campo de la biología evolutiva
han reforzado su fe religiosa, en vez de debilitarla. Y muchas personas profundamente religiosas y
de diversas confesiones aceptan la evidencia científica a favor de la evolución. Serviremos mejor a
nuestro sistema educativo y a nuestra sociedad en general si enseñamos únicamente ciencia, y no fe
religiosa, en las clases de ciencias.
La evolución en acción

Un desafío para la medicina; cómo contrarrestar cepas


resistentes de microorganismos perjudiciales

A finales de 2002, en China, varios cientos de personas enfermaron de una forma grave de
neumonía provocada por un agente infeccioso desconocido. Denominado Síndrome Respiratorio
Agudo Severo, o SARS (del inglés, Severe Acute Respiratory Syndrome), la enfermedad se expandió
rápidamente por Vietnam, Hong Kong y Canadá, y causó cientos de muertes. En marzo de 2003, un
equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco recibió muestras de virus
aisladas a partir de tejidos de un paciente con SARS. Usando una nueva tecnología conocida como
microarrays de ADN o biochips, los investigadores compararon el material genético del virus
desconocido con el de otros virus conocidos. En 24 horas situaron al virus en una familia particular,
basándose en su relación evolutiva con otros virus; el resultado fue confirmado por otros
investigadores que usaron diferentes técnicas. Inmediatamente comenzó el trabajo para desarrollar
una prueba sanguínea capaz de identificar a las personas infectadas por la enfermedad, para que así
pudieran ser puestas en cuarentena, así como en tratamientos capaces de curar la enfermedad y en
vacunas que pudieran prevenir la infección por este nuevo virus.

Comprender los orígenes evolutivos de los organismos patógenos será cada vez más importante, a
medida que surjan nuevas amenazas para nuestra salud. Por ejemplo, muchas personas han sufrido
problemas médicos graves debido a la aparición de cepas bacterianas que han desarrollado
resistencia contra determinados antibióticos. Cuando una bacteria sufre un cambio genético que la
capacita para resistir mejor los efectos de un antibiótico, tiene más probabilidades de sobrevivir y
producir más copias de sí misma, mientras que las bacterias no resistentes mueren. Las bacterias
causan enfermedades tales como la tuberculosis, la meningitis, las infecciones por estafilococos o
septicemias o las enfermedades de transmisión sexual. Muchas de ellas han desarrollado resistencia
a un número cada vez mayor de antibióticos y se han convertido en un grave problema en todo el
mundo. Entender cómo la evolución de las bacterias es capaz de generar resistencia a los
antibióticos es decisivo si se quiere controlar la expansión de las enfermedades infecciosas.

Tiktaalik; un modelo de predicción científica

Utilizando los principios de la evolución, los científicos han podido predecir qué nuevos fósiles serían
descubiertos. Por ejemplo, los científicos han encontrado fósiles de peces ancestrales que vivieron
en aguas poco profundas, procedentes de una época determinada, y fósiles de tetrápodos, animales
terrestres dotados de cuatro extremidades, que aparecieron posteriormente. ¿Qué ocurrió entre
medias?. Tiktaalik y otros fósiles intermedios entre los peces y los tetrápodos representan una
variedad de especies que existieron en ese intervalo de tiempo, entre 385 y 359 millones de años
atrás, y que abarcan la transición evolutiva de los peces a los anfibios.
Los paleontólogos examinaron este valle remoto del Canadá septentrional en busca de una especie
intermedia entre los peces y los animales terrestres dotados de extremidades, ya que conocían de
antemano el tipo de rocas sedimentarias donde debían buscar; rocas que fueron depositadas durante
el período de tiempo en el cual tal transición se había producido, y que estaban presentes en este
valle.

La teoría evolutiva predice que deberían existir criaturas con características presentes tanto en los
peces ancestrales como en los vertebrados terrestres que les sucedieron. Basándose en la
información proporcionada por el registro fósil, un equipo de científicos decidió buscar en las rocas
sedimentarias depositadas en el norte del Canadá hace unos 375 millones de años, más o menos
cuando se pensaba que estas especies intermedias habían vivido. En 2004 el equipo encontró lo
que había predicho; el fósil de una criatura con características de pez, tales como escamas y
aletas, así como características propias de seres terrestres, tales como pulmones simples, cuello
flexible y aletas modificadas para soportar su peso. Los huesos de las extremidades de este fósil,
denominado Tiktaalik, se asemejan a los huesos de las extremidades de los animales terrestres
actuales.
Las aletas del Tiktaalik tenían un solo hueso en la parte proximal de
sus extremidades, la más cercana al cuerpo; es ese hueso grande
que se muestra en la parte baja de los dibujos. En una posición
inmediatamente distal, moviéndonos hacia el extremo del apéndice,
aparecen dos huesos de menor tamaño. Los huesos mayores serían
homólogos al húmero presente en los tetrápodos, mientras que los
dos menores serían precursores de cúbito y radio, dotando al
Tiktaalik de hombros, codos y muñecas similares a las presentes en
organismos más modernos. Crédito: Nature.

Comprendiendo y aplicando la Teoría de la Evolución, los científicos fueron capaces de predecir que
tipo de criatura existió y en que capa geológica debía ser hallada. El descubrimiento del Tiktaalik
rellena otro hueco en el registro fósil.
Este texto está basado en el contenido del folleto informativo Science, Evolution and Creationism
(2008), editado por el Instituto de Medicina y la Academia Nacional de las Ciencias de los EE.UU.

COMITÉ DE AUTORES

• FRANCISCO J. AYALA, Catedrático, University of California, Irvine*


• BRUCE ALBERTS, University of California, San Francisco*
• MAY R. BERENBAUM, University of Illinois, Urbana-Champaign*‡
• BETTY CARVELLAS, Essex High School (Vermont)
• MICHAEL T. CLEGG, University of California, Irvine*‡
• G. BRENT DALRYMPLE, Oregon State University*
• ROBERT M. HAZEN, Carnegie Institution of Washington
• TOBY M. HORN, Carnegie Institution of Washington
• NANCY A. MORAN, University of Arizona*
• GILBERT S. OMENN, University of Michigan†
• ROBERT T. PENNOCK, Michigan State University
• PETER H. RAVEN, Missouri Botanical Garden*
• BARBARA A. SCHAAL, Washington University in St. Louis*‡
• NEIL deGRASSE TYSON, American Museum of Natural History
• HOLLY WICHMAN, University of Idaho

* Miembro, Academia Nacional de las Ciencias


† Miembro, Instituto de Medicina
‡ Miembro, Consejo de la Academia Nacional de las Ciencias
Bibliografía

1. Per Erik Ahlberg & Jennifer A. Clack. Palaeontology: A firm step from water to land. Nature
440, 747-749 (6 April 2006); doi:10.1038/440747a.
2. Edward B. Daeschler, Neil H. Shubin and Farish A. Jenkins, Jr. A Devonian tetrapod-like fish
and the evolution of the tetrapod body plan. Nature 440, 757-763 (6 April 2006);
doi:10.1038/nature04639.
3. Neil H. Shubin, Edward B. Daeschler and Farish A. Jenkins, Jr. The pectoral fin of Tiktaalik
roseae and the origin of the tetrapod limb. Nature 440, 764-771 (6 April 2006);
doi:10.1038/nature04637.

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