Nuestras vidas pueden traer cambio a los dems Aunque nadie le pregunt su nombre en el barrio, jams podrn olvidar

lo que hizo. Estuvo poco tiempo pero marc la diferencia. Le ense a todos la importancia de saludar y sonrer en las maanas. Poco a poco, sin desanimarse, imprimi una nueva actitud en las gentes. Fue paciente. No se dio por vencido. Guard la esperanza de traer cambios. Y lo logr. Y lo ms importante: ese cambio fue en las personas. Su huella es imborrable. Todas las maanas me ofreca un billete de Lotera. Hoy es el da de su suerte, deca sonriendo. Lo haca desde su carrito de madera. No tena piernas, ni siquiera una silla de ruedas, pero an as, era un monumento a la alegra, la fe y la esperanza. Su edad? No podra determinarla, porque se esconda tras un rostro iluminado por las sonrisas. No le compr lotera jams, nunca lo hago. Pero junto con los dems residentes en la cuadra, aprendimos una gran leccin que no tiene precio: decir un Buenos das embargados por el optimismo, acompaar nuestras palabras con una sonrisa e intentarlo de nuevo, as nos digan No Un da cualquiera no lo volvimos a ver. Se fue. A dnde? Nadie lo sabe. Pero s sabemos que dej un gran vaco. Cambi nuestra actitud frente a la vida en cada amanecer. Su vida puede marcar la diferencia. Una persona puede traer cambios all donde se encuentra. Por supuesto que no lo lograr en un da, o dos. Pero si persiste, la transformacin se ver a su alrededor. Podemos sembrar fe y alegra o por el contrario, amargura y desesperanza. Estas actitudes son como una enfermedad. Se contagian. Experimntelo hoy. Llegue a casa con una sonrisa. Salude con alegra y sonra. Simplemente eso. Qu nadie le contesta el saludo? No importa. Qu todos tienen cara de mal humor? No se desanime. Qu lo ignoraron? No preste atencin. Puedo asegurarle que si persiste, en poco tiempo habr contagiado de alegra a todos. Nuestra actitud se transmite. Eso es evidente. Slo basta que lo experimentemos. Cmo saber si es eficaz cuando nunca lo hemos intentado?