Friedrich Nietzsche Cmo se filosofa a martillazos PREFACIO CONSERVAR en los problemas sombros y de abrumadora responsabilidad la alegra serena , es cosa

harto difcil, y, sin embargo, hay algo ms necesario que la alegra serena? Nada sale bien si no participa en ello la alegre travesura. Sol el exceso de fue rza es la prueba de fuerza. Una transmutacin de todos los valores, interrogante n egro y tremendo que proyecta sombras sobre quien lo plantea, obliga a cada instan te a buscar el sl y sacudir una seriedad pesada, una seriedad que se ha vuelto dem asiado pesada. Para este fin, bienvenidos sean todos los medios; cada caso es un caso de buena suerte. Sobre todo, la guerra. La guerra siempre ha sido la grande cordura de todos los espritus que se han vuelto demasiado ntimos y profundos; hast a en la herida hay virtud curativa. Desde hace tiempo la siguiente mxima, cuyo orig en escamoteo a la curiosidad erudita, ha sido mi divisa: increscunt animi, virescit volnere virtus. Otro solaz, que bajo ciertas circunstancias me es an ms grato, consiste en tantear dolos... Existen en el mundo ms dolos que realidades; tal es mi mal de ojo respecto a este mundo, como tambin mi mal de odo... Interrogar con el martillo y or acaso coma respuesta ese famoso sanida hueco que dice de intestinos aquejados de flatosida d, qu deleite supone para uno que tiene odos an detrs de los odos!; para m, avezado s go y seductor ante el que precisamente lo que quisiera permanecer calladito tiene que hacerse or... Tambin este escrito-como lo revela el ttulo-es ante todo solaz, rincn soleado, esca pada a la socie-dad, de un siclogo. Acaso tambin una nueva guerra? Se tantean nuevos d olos?... Este pequeo es-crito es una gran declaracin de guerra; y en cuanto al tan teo de dolos, esta vez no son dolos de la poca, sino dolos eternos los que aqu se toc an con el martillo como con el diapasn; no existen dolos ms antiguos, ms convencidos, ms inflados... ni ms huecos... Lo cual no impide que sean los ms credos. Por otra par te, sobre lodo en el caso ms distinguido, no se los designa en absoluto con el no mbre de dolo... Turn, 30 de septiembre de 1888, da en que qued concluido el libro primero de la Transmutacin de todos los valores.