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LA SILLA

Por Mérida Fauré Roa

Nota: Es posible que piensen que es muy largo el relato, pero está realizado con
varios detalles. La dramatización es corta. Ojalá les sea de bendición.

PERSONAJES
• Cristiano Descarriado (Samuel)
• Amigos del Mundo
• Amiga Cristiana (Ana)
• Hombre Fuerte
• Pastor

La escena ocurre en una plaza. Hay varios asientos (uno de ellos tiene un
cartel con la palabra : ¡¡PECADO!!. Está Samuel junto a un grupo de amigos, los
que están fumando y otros bebiendo (Están de pie). Conversan de fiestas y otros
acontecimientos. Los amigos ofrecen alcohol y cigarros a Samuel, el cual en un
principio no acepta, luego, temeroso, acepta fumar un poco. Más tarde, el joven se
retira.

Samuel : Amigos, ya debo irme. Tengo que llegar temprano a casa,


porque mis padres van a salir (comienza a despedirse de ellos)

Amigos : ¡Acaso tus padres todavía te mandan! ¡Quédate un momento


más! ¡Bebe un poquito! (Lo molestan porque tiene que retirarse,
lo invitan a quedarse, le ofrecen alcohol y cigarros; pero Samuel
se niega, se despide, y camina hacia su hogar)

(Sólo camina unos cuantos pasos y ve que viene su amiga de la


iglesia, Ana. Se coloca un poco nervioso, intenta regresar al
grupo de amigos para que Ana no lo reconozca, pero ya es
demasiado tarde ...)

Ana : ¡¡¡Hola Samuel !!! Qué gusto me da verte. Hace tiempo que no
te veía. ¿Qué te ha pasado, por qué no has ido a la iglesia?. Te
echamos de menos, se nota tu ausencia.

Samuel : Hola Ana. Bueno, es que no he tenido tiempo. Además ya no


tengo muchos deseos de asistir al culto.

Ana : Pero ¿por qué?. ¿Acaso Dios ya no es importante para ti?


Samuel : Lo que pasa es que tuve algunos problemas con el Pastor y otros
hermanos. Me han calumniado. Quería hacer grandes cosas
para beneficio de la Obra de Dios, pero ellos no comprendieron,
no me quisieron ayudar. Además en esos momentos difíciles
me sentí tan solo, y nadie estuvo conmigo. Si Dios me hubiese
amado, no habría permitido que eso aconteciera. Por eso no
quiero ir más a la iglesia. Todos me han desilusionado.
Además ya tengo un grupo de amigos que son súper buenos.

Ana : Pero Samuel, lo que tienes que tener presente es que Dios sí te
ama. No importa que los demás te desechen, nuestro Señor
nunca lo hará. Jesús tuvo confianza en ti, tú no lo puedes
defraudar; El nunca pondrá en tus hombros más carga de la que
tú puedas llevar. Si pasaste por ese tipo de dificultades es
porque Dios quiere hacer algo importante en tu vida, te está
preparando para que cumplas una misión.

Asimismo, los seres humanos se equivocan, no podemos mirar a


quienes van al frente como seres que no les es lícito errar. Son
personas, al igual que nosotros, con virtudes y defectos.

También tienes que pensar que posiblemente no les expresaste


claramente lo que anhelabas. Puede ser que no te hayan
comprendido bien la idea, o puede que... (Samuel la interrumpe)

Samuel : ¡Ya, Anita!. Lo que pasa es que tú estás con el primer amor. Yo
no. Disculpa debo irme. Otro día hablamos. (Se despide)

Ana : Bueno, Samuel. Pero oraré por ti. Sé que el Señor te va a


ayudar. (Se va)

Samuel : (Se detiene, ve varios asientos en la plaza, se acerca a uno de


ellos, el cual tiene un cartel pegado en el respaldo que dice:
¡¡PECADO!!, él no se da cuenta y se sienta)
Anita está fanática, bueno, al menos se ve feliz. ¡Se me había
olvidado, mis padres tienen que salir, debo irme!

(Samuel intenta levantarse, pero no puede, está pegado a la silla.


Hace innumerables intentos para desprenderse ella, pero le es
imposible. Comienza a desesperarse. Llama a sus amigos que
están cerca, para que le ayuden)

Por favor ayúdenme, no puedo pararme (los amigos en principio


no le creen, pero luego se dan cuenta que es verdad, intentan
pararlo; pero no pueden. Se aburren y se van)
El joven desesperado grita pidiendo ayuda. Aparece un hombre
fuerte, musculoso; el cual se jacta de su fuerza)

Hombre Fuerte: ¿Qué te ha pasado muchacho, no puedes pararte de esa endeble


silla? (Samuel le cuenta lo que ha pasado y pide que lo ayude)

No te preocupes, yo te ayudaré; pero te advierto que vas a salir


volando (comienza a tirarlo, hace gestos de estar realizando
mucha fuerza; pero no logra pararlo)

(Cuando está el hombre fuerte intentando parar a Samuel, pasa


Ana, al ver que es su amigo se acerca a él y el joven le cuenta lo
que ha pasado. Ana dice que va a buscar ayuda y vuelve.
Regresa con el Pastor de la iglesia)

Samuel : ¡Pero, porqué trajiste al Pastor!, si este hombre que es más


fuerte que él no me ha podido ayudar, menos lo hará él!

Pastor : Pero Samuel, ¿Porqué te sentaste ahí, no viste lo que decía? (Le
muestra el cartel con la palabra ¡¡PECADO!!)

Samuel : Pero si es sólo un trozo de cartón, además que tiene que ver
conmigo. Si usted vino a reprenderme es mejor que se vaya.

Pastor : Yo te vine a ayudar (Samuel estira sus brazos para que el Pastor
comience a tirarlo, pero el Pastor se hinca y comienza a orar en
voz alta, y pide al Señor que levante a Samuel de esa silla.
Samuel indignado le grita y dice)

Samuel : ¡Pero cómo se le ocurre ponerse a orar en este momento. Es lo


único que me faltaba. Un fanático orando y yo aquí tengo que
escucharlo, porque no me puedo parar. (Le grita al Pastor que se
calle, le toca el hombro desesperado e indignado)

¡Acaso piensa que con su oración yo podré pararme! (Hace


intento de levantarse y se para fácilmente. Se sorprende. No lo
puede creer. Se ha levantado y nadie lo tiró para que los hiciera.
Entonces comprende que fue la oración de su Pastor la que lo
levantó. Se arrodilla al lado del Pastor, lo abraza y le dice que
gracias a su oración se ha levantado. Le pide perdón por su
incredulidad. Por no haberse dado cuenta que poco a poco se
estaba haciendo esclavo del pecado y que ya se le estaba
haciendo imposible salir...llora, el Pastor lo abraza)

***FIN***

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