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REFLEXIONES EN TORNO A LA OBLIGATORIEDAD DE LA JURISPRUDENCIA™ José de Jess Gudifio Pelayo En este articulo se exponen algunas inquietudes y muchas dudas que he acumulado con el transcurso del tiempo en la funcién jurisdiccional, en tomo al problema de la obligatoriedad de la jurisprudencia, tema que ademds cobra mayor actualidad y oportunidad abordar ahora que ‘estamos ante un proceso de reforma a la ley de amparo, en que se desenvuelve un amplio trabajo de discusi6n, de opinién y de propuestas que propici6 la Suprema Corte de Justicia de la Nacién al crear la Comision para una Nueva Ley de Amparo y convocar al foro entero a participar. Cuando se plantea la importante pregunta A quién obliga realmente la jurisprudencia de la Suprema Corte y de los Tribunales Colegiados de Circuito?, no me satisface 1a respuesta tradicional, por razones que presento mas adclante, en el sentido de que Ja jurisprudencia s6lo obliga a érganos que tengan carfcter jurisdiccional. En consecuencia, pretendo formular una respuesta con base en factores que, a mi juicio, soslaya el enfoque tradicional. Consecuente con lo sefialado por el filésofo Karl Popper, al proponer una nueva ética para intelectuales, “es importante el principio de que podemos aprender mucho de una discusién, incluso cuando no conduce a un acuerdo. Pues la discusién nos puede ayudar a aclarar algunos de nuestros errores”, someto a su consideracién las razones en que se apoya este nuevo enfoque, més como tema de discusién y de debate que como solucién definitiva al problema, * Conferencia impartida en El Simposio de Derecho Procesal, organizado por el Instituto Mexicano de Derecho Procesal con la colaboracién de la Facultad de Derecho de la Universidad Autonoma de Sinaloa y la Escuela Libre de Derecho de Sinaloa, Culiacén, Sinaloa, ¢1 22 de septiembre de 2000. Hace ya muchos afios, cursaba la materia de “Garantias y amparo”, en el cuarto aio de la carrera, cuando escuché una frase atribuida al licenciado Manuel Moreno Sanchez, pronunciada durante su gestién como presidente de la Gran Comisién del Senado de la Repiblica durante la admi stracién del presidente Adolfo Lépez Mateos: “La ley es legal aunque sea inconstitucional”. Esta sentencia provocé cierto escéndalo en su época, pero no deja de ser estrictamente cierta. Desde entonces, pienso que esa afirmacién expresa con toda claridad una de las mayores distorsiones de las cuales adolece nuestro sistema judicial, una incongruencia fundamental que afecta 1a estructura misma del Estado de Derecho, pues supuestamente la jurisprudencia de la Suprema Corte s6lo obliga, es decir, vincula a érganos jurisdiccionales, no asi a los poderes Legislativo y Ejecutivo. A mi juicio, esto constituye, como dirian los ingenieros civiles, una falla estructural del sistema juridico mexicano, de la que no se ha tomado suficiente conciencia hasta la fecha. El origen de esta falla no se encuentra en la Constitucién, sino en dos normas secundarias: el primer parrafo respectivo de los articulos 192 y 193 de la Ley de Amparo. En consecuencia, si en el futuro se presenta la oportunidad de que la Suprema Corte de Justicia examine la constitucionalidad de los mencionados preceptos, y se concluye que los mismos violan la Carta Magna, como estoy seguro de que asi sucede, el problema seria facilmente superable, pues, a través de la misma Jurisprudencia de la Corte, el sistema de Jurisprudencia recuperaria la congruencia logica propia a su naturaleza: integrar e interpretar todas las normas que componen el orden juridico mexicano a las cuales deben sujetarse las autoridades encargadas de aplicatlo, no sélo los juzgadores. En efecto, el primer parrafo del articulo 192 establece la obligatoriedad de la Jurisprudencia de la Corte para los siguientes érganos, todos de naturaleza jurisdiccional: 1) las Salas de la Suprema Corte, la que emita ésta funcionando en Pleno; 2) los Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito; 3) los Juzgados de Distrito; 4) los Tribunales Militares; 5) los Tribunales Judiciales del Orden Comin de los Estados y del Distrito Federal, y 6) los Tribunales Administrativos y del Trabajo, locales o federales. Por su parte, el primer parrafo del articulo 193 de la Ley de Amparo establece los érganos, también de naturaleza jurisdiccional, para los que es obligatoria la Jurisprudencia de los Tribunales Colegiados de Circuito. Estos son los mismos que enumera el citado articulo 192, con cexcepcién de las Salas de la Corte, pues por razén de jerarquia no pueden ser obligatorios los criterios de un érgano inferior para uno superior, y de los propios Tribunales Colegiados, en virtud de que, en nuestro sistema, la Jurisprudencia no es obligatoria para el 6rgano que la emite, con el fin de que éste pueda modificarla cuando lo estime pertinente, si bien debe exponer las razones que motiven el cambio de criterio; de otra manera, la Jurisprudencia que emiten dichos ‘rganos quedarfa congelada para siempre, lo cual resulta inconveniente. Como puede advertirse, los érganos a los cuales obliga la Jurisprudencia son de cardcter jurisdiccional. Entre los que estén obligados a acatarla, no se encuentran los érganos legislativos que emitieron la ley cuya inconstitucionalidad se reclama, ni los érganos del Poder Ejecutivo o de la administraci6n (centralizada o descentralizada) encargados de ejecutarla. m De acuerdo con lo dispuesto por los preceptos citados de la Ley de Amparo, s6lo obliga la Jurisprudencia a los que van a juzgar y, en su caso, a reparar la violacién, a la Constitucién una ‘vex cometida, pero no obliga a los que pueden cometer la violacién para, de esta manera, prevenir © evitar que la cometan. En otros términos, es “/egal” que un érgano administrativo (Poder Ejecutivo) cometa una violacién constitucional al aplicar una ley declarada inconstitucional por la Jurisprudencia de la Corte o dar a los preceptos en que funda su resolucién una interpretacién contraria a la que ésta o la emitida por los Tribunales Colegiados han establecido. ;Por qué? Por la sencilla razén de que, segin los citados preceptos de la Ley de Amparo, la Jurisprudencia no obliga a los érganos administrativos ni a los legislativos. {Por qué se afirma que las autoridades administrativas (Poder Ejecutivo) violan la Constitucién cuando aplican una ley declarada inconstitucional o le dan una interpretacién

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