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RAZONES

PARA
CREER

* * *
ANTONIO COLAO GRANDA

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I.- PRÓLOGO

Antonio Colao Granda nos obsequia con un


nuevo libro en el que recopila una selección de
ciento sesenta artículos, publicados en distintos
medios de prensa sobre temas variados.

Su pasión por la verdad, anidada en su fe


inconmovible, le compromete a gritar las verdades
frente a toda clase de mentiras que le salen al
camino.

No huye sometido al miedo del qué dirán. No


se aturde, porque la oración le da una serenidad
probada. No soporta que la libertad se convierta
en el libertinaje del «todo vale».

Respeta la proposición contraria, la analiza sin


ironía y sugiere, si es preciso con contundencia
evangélica, lo que el espíritu le dicta.

Sale a la palestra en defensa de los intereses


de Dios y de la Iglesia, y no se rinde ante sonrisas
que son muecas ni ante gestos que son burla.

Cuando el espíritu humano se alimenta del


manjar divino de la mesa del altar, el pan de los
fuertes produce las calorías de lo sobrenatural
hasta las últimas consecuencias.

C ar e ce A nt o nio C o la o de l pr o t ag o nismo
presuntuoso, porque sabe muy bien que no tiene
nada que no haya recibido de Dios. Carece de
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malicia farisáica, porque el examen de conciencia
descubre su interior.

Y medita escribiendo ante el Crucifijo, porque


no hay mejor Maestro ni mejor mensaje que el del
Amor.

Por eso, resulta muy difícil dejar a Antonio


Colao fuera de combate.

Espigar entre estos ciento sesenta artículos en


ratos libres, es amasar harina del mejor trigo y
sabroso pan; es descansar de la fatiga al atardecer;
es otear el horizonte del más allá con la alegría de
la fe que no disimula en todas sus páginas.

Avilés, 7 de Abril de 1997


Fiesta de la Anunciación del Señor.
ÁNGEL GARRALDA GARCÍA

Sacerdote. Licenciado en Filosofía,


Teología y Derecho Canónico por la Univer-
sidad de Comillas.
Profesor de Historia de la Filosofía en
el Seminario Metropolitano de Oviedo.
Párroco de San Nicolás de Bari de
Avilés, desde 1957.
Autor de varias obras y miles de
artículos en periódicos y revistas.

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II.- LA VIDA DE DON ANTONIO COLAO

La vida y los libros de Don Antonio Colao


-escritor y poeta- han estado siempre sirviendo a
la verdad. Y esta verdad ha sido buscada por él de
forma incansable. En Dios a través de la fe, en el
estudio concienzudo de buenos libros y en las en-
señanzas de la propia existencia, don Antonio es
maestro de la vida que escribe con total indepen-
dencia. A lo largo de sus páginas se percibe el aro-
ma inconfundible de la buena doctrina. La misma que
Jesús transmite a los espíritus que se abren a Él.

Y aunque se define «como escoba que Dios


viene usando para extender su Reino», pienso que
esta escoba está hecha con plumas de aves que
escriben a los hombres sobre Dios y que nos animan
a buscarle. Mucho escribe también sobre la Virgen
María, poniendo en práctica la definición de San
Bernardo: «De María nunca bastante».

En tus manos tienes, querido lector, RAZONES


PARA CREER, es el quinto libro que ha escrito, o si
lo prefieres el quinto hijo de su espíritu. Fruto de
su oración, de su amor y también de su esfuerzo,
porque el Espíritu Santo no prodiga su luz sobre
los holgazanes, y Don Antonio ha sido un luchador
infatigable, desde la más tierna infancia en la aldea
donde vino al mundo. Siendo huérfano, pobre y
poco distanciado del analfabetismo, consiguió
dominar el idioma portugués en tierras brasileñas
-como emigrante-, y ganarse el título de Agente de
la Propiedad Urbana por oposición.
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También logró erradicar la pobreza en que
v i v ió su in fan cia y juv e nt u d. Y a ho r a, e n e l
atardecer de su vida, está preparando el viaje
definitivo. Lo prepara con la oración, con los
sacramentos y también como bienhechor de cuantos
le solicitan. Su fiel y abnegada esposa, sus hijos y
nietos, constituyen una iglesia doméstica. Él sabe
que se aproxima el cambio de familia. De sarmiento
fecundo en Cristo-Vid, pasará a formar parte de la
familia de Dios. De Dios Padre, de Dios Hijo, y de
Dios Espíritu Santo, el Dios Amor.

Y con espíritu de cruzado medieval nos dice -


y dice bien- que «después de muerto, continuarán
vivos mis libros, haciendo el bien a mis hermanos
vivientes». De esta manera seguirá -como cuentan
que le aconteció al Cid Campeador- ganando
batallas después de muerto con las almas que
encuentren salvación leyendo las palabras de Dios
q ue é l n o s e sc r i be ah o r a. Mil veces bendita
Comunión de los Santos y mil gracias, Don Antonio,
por el ejemplo de su vida. Por ser Hombre con H
mayúscula.

Francisco Sánchez de Muniaín y Gil


Coronel del Ejército y escritor

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III.- ANTONIO COLAO Y SU QUINTO
LIBRO: «RAZONES PARA CREER»

(El periodista que abajo subscribe, ha tenido a bien


hacerle una entrevista al autor, la que sigue a continuación,
y que será publicada en el periódico próximamente,
ilustrada con la fotografía del entrevistado).

Antonio, el denominador común de todos sus escritos


es la Religión. ¿Cree que actualmente la Religión puede
interesar a una mayoría?.

- La última encuesta hecha pública por la Conferencia


Episcopal Española, nos muestra que el 92% de los españoles
se declaran creyentes, y trece millones de fieles asisten a misa
los días festivos. Esto quiere decir que sí existe un interés
mayoritario por todo lo concerniente a Dios. Lo que nos falta a
los cristianos es ser consecuentes con las exigencias de nuestra
fe. Por eso conviene profundizar en los evangelios y hacer
públicos los testimonios de los mejores creyentes. Los temas
de religión sólo pueden importunar a los que creyendo no
quieren creer. Pues si el ateo sabe que Dios no es nada, lo que
nada es a nadie le puede molestar.

Antonio, ¿cuál es su meta?.

- La más común a todos los cristianos que han tomado


en serio el Evangelio, es decir, llegar a esa perfección que Dios
nos exige a todos: «Sed perfectos como vuestro Padre celestial
es perfecto».

Antonio, ¿cómo le gustaría morir?.

- Todos los días le pido a Dios que me ayude a vivir y


morir santamente. Hace treinta y ocho años que dejé de ser
ateo, después de hacer unos cursillos de Cristiandad, y si
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bien es verdad que no he dejado de avanzar en la senda angosta
y costana que Jesús nos anuncia, también es cierto que lo vengo
haciendo con demasiada lentitud, y si no me apresuro, a medio
camino me quedaré, sabiendo el purgatorio que me espera.
Pienso que la mayoría de los cristianos somos así... Y este
ejemplo pésimo es el que les distancia de la Iglesia a muchos
creyentes; lo que significa una gran responsabilidad para los
que diariamente comulgamos.

Antonio, ¿para usted qué es triunfar?.

- Triunfar es ser santo y mártir. La vida es la primera y


última oportunidad que Dios nos concede para ser eternamente
felices, es decir, perder un granito de arena para poseer todas
las playas del mundo. Ya sé que me quedo cortísimo, pero no
encuentro ejemplo más ejemplarizante. Los santos nos dicen
que si un pájaro absorbiera una gota de agua de los océanos
cada cien mil años, cuando terminara con las aguas de todos
los mares, comenzaría la eternidad. Ahora fíjese usted cuánto
luchamos por el bienestar de esta vida ínfima y qué poco
hacemos por la eternidad.

Antonio, muchas personas creen que es usted


sacerdote. ¿Ha sido frustrada su vocación?.

- No. Es verdad que Dios me ha dado una vocación


ardiente que me incita a colaborar siempre con la Iglesia. Y así
lo vengo haciendo desde hace treinta y ocho años. Pero mi
disposición innata se vuelca con la familia. La soledad me
entristece mucho. Es verdad que mi esposa, hijos, nietos y
yerno, todos pensamos igual en lo concerniente a la religión y
a la moral. Y en lo político nos ocurre lo mismo. Hace pocos
meses mi hija me obsequió con la biografía del Rey Balduino,
y con la dedicatoria que me hizo en ese bendito libro, terminé
llorando en la soledad: «Para el mejor padre del mundo, y este
coincide que es el mío». Este amor y esta paz que reina en
nuestro hogar, es el que quisiera llevar a todos los lares del
mundo. Y esto sólo se puede conseguir cuando el hombre

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profundice bien en la persona humana y divina de Jesucristo.
A Dios hay que amarle sobre todas las cosas. Haciéndolo así,
rápidamente anexionamos ese amor a la familia y al prójimo.

Antonio, ¿de qué libro le hubiera gustado ser autor?.

- Del Evangelio de San Juan. El hombre que mejor ha


sabido dar una definición de la transcendencia de Jesús. Es
claro que después de llegar al cenit de la sabiduría humana,
iluminado por el Espíritu Santo, consiguió levantar las
esclusas y rasar un poco con el ámbito celestial.

A nt on i o, ¿c uá l e s e l s an t o al q u e l e t i e n e m á s
devoción?.

- A San José. Hace treinta y cinco años que le hacemos


diariamente la novena. José no disfrutó de nada en la vida
terrena. Siendo esposo fue virgen. Siendo padre fue casto.
Siendo justo vivió siempre envuelto en injusticias. Siendo
Santo nos dice la tradición que murió en los brazos de Jesús y
María pidiendo a Dios perdón por sus faltas. Y su Hijo
adoptivo lo define como un varón justo. Más que él es
imposible.

Antonio, he leído sus cinco libros: Catorce mil versos


de temas religioso y moral, Tierra Santa, Ciento veinte
testimonios cristianos, Pruebas de la Existencia de Dios,
y el que ahora tengo en mis manos: Razones para creer.
¿Me puede decir algo de sus pérdidas o ganancias?.

- Todo son ganancias para mí. Cuando se escribe con


verdadera vocación lo que menos importa es el dinero. Pero
respondiendo directamente a su pregunta, le diré que los libros
vendidos en Asturias apenas cubren los gastos editoriales.
Pues el 9 0% de los mismos son entregados a la unión
sacerdotal Lumen Dei. Los exponen en las librerías que tienen
en Madrid y Barcelona, hacen buena propaganda

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en Radio Salud de Barcelona y en Radio Nacional de España.
Los locutores leen los capítulos que les parecen mejor. Y así
los venden todos en beneficio de los pobres que están
muriéndose de hambre. También me han dicho que los venden
en Hispanoamérica. Asimismo me hacen entrevistas sobre los
libros referidos a través de las emisoras susodichas, y como
todo es provecho para el bien común, todo es ganancia para
todos. Lo que más me ilusiona de mis libros, es que después
de muerto, continuarán haciendo el bien a mis hermanos vivos.

Antonio, ¿hasta cuándo piensa seguir


escribiendo?

- Tenga en cuenta que Dios nos ha creado para alabarle,


bendecirle y trabajar; y mientras tenga unas horas de ocio en
mi vida y no me falte lucidez, continuaré desdoblando los
repliegues que ensombrecen a muchos hombres antirreligiosos
para que puedan ver la luz de la verdad y salvarse de lo peor
que nos puede ocurrir. Y esta labor apostólica que vengo
haciendo cada día que amanece, tiene dos funciones esenciales:
estudio continuo de los hombres que nos precedieron en la
santidad, y divulgación de los mejores efectos que se quedan
en nuestra retentiva. Dios nos ha dicho a los cristianos que
tenemos que ser sal y luz de la Tierra, y San Agustín nos dice
que «el que no es apóstol es apóstata».

Termino de leer este libro y también he descifrado


los cuatro que fueron escritos por usted anteriormente,
y exce ptuan do l os «Catorce mi l versos de temas
religioso y moral», los cuatro que lo siguen los ha
divulgado enteramente en periódicos y revistas. Y
como esto mismo lo han hecho Antonio Gala y Jaime
Campmany, le pregunto: ¿esta idea genial que han
tenido estos literatos sobresalientes, le ha servido a
usted como ejemplo para hacer lo mismo?.

- No. Tenga en cuenta que el libro titulado «TIERRA


SANTA» comenzó a divulgarse en los periódicos hace más
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de 20 años, y Antonio Gala y Jaime Campmany lo han hecho
con posterioridad. La verdad es que yo nunca había pensado
en ser capaz de publicar un libro, luego pensé que la mayor
parte de mis artículos eran librificables. Y así, decidí seleccionar
unos cuatrocientos escritos y componer un libro. Seguidamente
me propuse escribir el titulado «CIENTO VEINTE
TESTIMONIOS CRISTIANOS», llevando a los periódicos todos
los capítulos y, felizmente lo he conseguido. Igualmente me
ha ocurrido con el titulado «PRUEBAS DE LA EXISTENCIA
DE DIOS», y también con el que ahora tiene en sus manos:
«RAZONES PARA CREER».

Antonio, cuando escribe ¿se preocupa más del


contenido que deja para el futuro libro o de encontrar salida
publicista en los periódicos? y, ¿cómo consigue combinar
las dos cosas a un tiempo?.

- Pienso que Dios y su Santa Madre son los que lo hacen


todo. Si usted encuentra una casa muy limpia nunca preguntará
por el escobajo con que ha sido aseada, y sí por el talento que
la maneja. Pues bien: yo no soy más que la escoba que Dios
viene usando para extender su Reino. Pues si incapaz me
siento para escribir un libro con mi propio valer, mucho más
incompetente me encuentro para conseguir que los directores
periodísticos me concedan un espacio gratuito donde siempre
hablo de Dios, de Jesucristo, de su Santa Madre, de los santos,
de los mártires, de la Iglesia, de ética, de moral, del Santo Padre,
de mística, de ascética o de religión, y alguna sátira que les
propino a los politicastros inmorales.

Antonio, ¿ya tiene estructurado el próximo libro?.

- No suelo estructurar nada. Me siento en mi despacho.


Hago unas oraciones. Les pido a Jesús y a María que me
redacten lo que más les guste, y el artículo para el periódico y
el capítulo para el libro nunca falla. Es un milagro que veo
cada vez que me siento para escribir con la mente en blanco.

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Antoni o, si l os pe ri ódi cos y r evist as dejaran de
pub licarl e -com o lo han hecho con tant os escritore s-,
¿seguiría escribiendo lo mismo?.

- No. Tengo en mente escribir mi autobiografía en una


novela muy ajustada a la realidad de mi vida, y también a la
desestimación y menosprecio de algunos «personajes» que
contornearon mi vida con la murmuración y un silencio que
me parece morboso y muy elocuente en el sentido peyorativo. Pero
si esto llega a materializarse, tendré buen cuidado en no difamar
a nadie, usando pseudónimos y cambiándoles la profesión
que cada uno tienen.

Antonio, ¿cuánto tiempo necesitaría para escribir esa


novela?.

- No lo sé. Pero necesitaría más de mil páginas para


escribirla, y haría un esfuerzo sobrehumano impregnado de
oración y penitencia para testimoniar con toda la brillantez
que Dios me concediera lo que llevo muy dentro de mi alma.
Pienso que lo mejor sería prometerme a mí mismo no escriir
más de un folio por día, retocándolo minuciosamente en el
transcurso de todas las horas que me sobraran después de
escribirlo. Sólo así se puede escribir bien. La carrera literaria
no tiene término, aún los que llevan el Nobel de Literatura,
siempre lo pueden hacer mejor. El poder que tienen las 29 letras
de nuestro alfabeto es infinito.

Me congratulo con usted. Le felicito por su


perseverancia y le deseo mucha suerte.

- Gracias, don Julio.

JULIO GONZÁLEZ GARCÍA


Periodista y ex director del diario REGION
y de HOJA DEL LUNES DE OVIEDO

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IV.- PRESENTACIÓN

El libro que tienes entre manos es un libro original: ha


sido leído antes de ser publicado; todas sus páginas han visto
la luz «por libre» en diversas publicaciones diarias de nuestro
país, antes de ser conjuntadas. Ahora, juntas, pretenden
evitarnos el esfuerzo de buscar a lo largo de la geografía y de la
historia los originales. Pero posee, además, otra originalidad:
ANTONIO ha escrito este libro conjugando el difícil beneplácito
de los directores periodísticos con el mismo querer de Dios, y
ha dejado en manos de la Providencia el tema inmediato. Cada
día sugería el propio temario. Y ahora vemos que el conjunto
posee una gran unidad y coherencia en sus planteamientos.

Al titularlo «RAZONES PARA CREER» no quiere


suponer que la fe sea consecuencia necesaria de un
razonamiento intelectual. De sobra sabe que la fe tiene
mucho más relación con la amistad -amistad con Dios- que
con las matemáticas o las ciencias abstractas en general.
Surge la fe de la confianza en esa relación, que da pie a la
confidencia íntima, y de este compartir confidencias surge
la fidelidad. Es la fe y la creencia como el substrato
necesario para una vida plena. Y por ello, es el primer paso
para una vida religiosa y cristiana.

A ANTONIO le preocupa la respuesta que el hombre está


dando a las sugerencias que le llegan desde la vida moderna.
¿Es cierto que ser hombre moderno es ser un hombre descreído?
Los silencios conscientes acerca de Dios, las dificultades de
hablar de él, los ateísmos crecientes más la indiferencia religiosa
parecen llevar a afirmar que la increencia es el hecho
mayoritario. Siendo esto así, ANTONIO

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trabaja por descubrir las «creencias últimas» que constituyen
los móviles de la conducta humana actual.

A NTONIO nos habla del mundo y de Dios desde una


experiencia humana densa y, religiosamente, profunda. No
habla de música desde la sordera, ni describe el color del
paisaje desde una radical ceguera. Habla de Dios y del
mundo con la pasión de quien está intensamente amando
los dos polos. Le preocupa la presencia de Dios que
quisiera más reconocida, y le preocupa también la
cotidianeidad de este mundo inquieto por una mayor
felicidad al margen de los proyectos de Dios.

Las páginas que siguen han sido publicadas en los


periódicos y han sido leídas por muchos lectores. Los
Redactores Jefes saben perfectamente cual es la sensibilidad
de los lectores y sus preferencias. ANTONIO ha sido acogido
en las páginas de la prensa escrita porque habla con el
corazón en la mano y reflexiona acerca de la realidad que
vive desde su lugar, desde su experiencia de vida, y desde
su fe explícita. Tenemos, pues, un conjunto de páginas que
sin duda, deseoso lector, te animarán a tomar postura y a
sentirte interpelado por un Dios que quiere contar contigo
en sus proyectos.

JUAN J. BLANCO OLIVER


Sacerdote
LicenciadoenCienciasSocialesyPolíticasporlaUniversidaddeLovaina(Bélgica).
Licenciado en Filosofía.
Bachiller en Teología.
Profesor de la Facultad de Teología «San Vicente Ferrer» de Valencia
Síndico del Real Colegio del «Corpus Christi» (Valencia)

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V.- INTRODUCCIÓN

He titulado este libro RAZONES PARA CREER


porque todo cuanto me ha sucedido hasta cumplir los 68
años que cuento actualmente, mi raciocinio reflexivo a los
pies de Jesús, me da más razones para creer. Y al ver el
comportamiento de los hombres antirreligiosos y de los
pseudocristianos, viene a mi cerebro una luz refulgente que
me permite conocer el bien que Dios nos trae cuando le
adoramos, y el mal que cosechamos cuando vivimos como
si Él no existiera, dejándonos llevar por el gozo inmediato y
el egoísmo feroz. Es decir, por la maldad del demonio que
todos heredamos de nuestros primeros padres, Adán y Eva.

Y esa gravedad que el hombre sin Dios lleva dentro y


la pone en práctica, constituye el caos en la Tierra y el
averno después de la muerte. Visto desde esta perspectiva
real, es claro que siento la obligación de transmitir la fe que
Dios me ha concedido al mayor número posible de gentes.
Desgraciado de mi si no lo hiciera.

Nadie ignora que la fe no está relacionada con la


inteligencia del hombre ni depende de la cultura. Tampoco
se puede anexionar con la ciencia. La fe no es un sentimiento
religioso. Es un asentimiento intelectual que nos hace
copartícipes con la sabiduría divina, es decir, es un principio
sobrenatural de conocimiento. Pero es de tener en cuenta
que «la fe sin obras es inútil, es un cadáver» (Santiago 2,
17).

Para tener fe, amén de una voluntad imperante, es


imprescindible la oración y la penitencia, porque la

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oración profunda y meditada nos lleva a servir al prójimo y
al apostolado. La fe es comunicativa, pues por ser un bien
sobrenatural no se puede guardar debajo del celemín.
Estamos hablando de una fe consecuente con los preceptos
de Jesús, sabiendo que si deja de serlo, también es
compatible con el pecado mortal.

He ahí que algunas personas amancebadas y


divorciadas se atreven a recibir la Eucaristía diariamente.
Pero esta fe no es más que un sentimiento religioso que
para nada sirve. Pues lejos de ser comunicativa es
insociable, agria, cerrada e inaccesible. Volvemos a lo
mismo: es inútil, es un cadáver. Por eso creemos que el
primer trasunto para mantener viva nuestra fe debe ser, pues,
aportar una vida consecuente a la voz silenciosa de nuestra
conciencia, antes de que ésta haya sido deturpada.

Bien puede ser verdad que el mundo haya conseguido


embotar nuestra alma sin que el pecador se lo merezca. Pero
esa injusticia que Dios ha permitido, Él mismo puede
resarcirla con la gracia del Espíritu Santo, lo que no pocas
veces sucede de maneras muy numerosas: como puede ser
la llamada a unos ejercicios espirituales, el premio de una
enfermedad irreversible, la desgracia de un querídisimo
familiar, la lectura de un libro piadoso, el testimonio o
ejemplo de un buen cristiano, y un largo etcétera.

Y lo que ahora pretendo con la humilde lectura de


este volumen, es que entre los numerosos lectores que pueda
tener, alguien se convierta y encuentre la salvación de su
alma. Pues aunque sólo sea una, bien merece la

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pena este trabajo. Y cuando doy por terminado este libro,
gracias a Dios, ya tengo 19 artículos publicados para el
próximo libro, los cuales constituyen 39 páginas. Dios dirá
si puedo terminarlo y luego escribir la novela que tengo
estructurada en mi pensamiento.

Y por último quiero dedicar este libro a mi queridísimo


hijo, Antonio, fallecido en accidente de tráfico, a mi
abnegada y solícita esposa, a mi santa hija, Fé Colao, a mi
yerno, a mis queridísimos nietos Antonio María y María de
Fátima. También quiero tener un recuerdo entrañable para
mis queridos hermanos y sobrinos.

Rogándoles a todos los que me sobrevivan, que nunca


me olviden en sus oraciones cuando Dios me lleve al
purgatorio que me espera, y desde allí, poder ser llevado al
cielo, donde seré eternamente feliz abrazado a mi hijo, a
mis queridísimos padres y a todos los que han tenido la
dicha de salvarse de las penas eternas. Pues la muerte para
mí, lejos de ser una pesadumbre, es una ilusión gloriosa, sin
dejar de sentir profundamente el dolor lacerante que ha de
pesar sobre los que más me quieren.

ANTONIO COLAO GRANDA


Gijón, 2 de Junio de 1997

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I NDICE GENERAL
1.- DIOS Y LA CIENCIA
2.- UNA RAZÓN MÁS PARA CREER
3.- CAMINO DE SENCILLEZ
4.- LA VIRGINIDAD DE MARÍA
5.- LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD
6.- CARMEN ROMERO
7.- UN MILLÓN Y MEDIO DE FIRMAS
8.- TIERNO GALVÁN
9.- LA NAVIDAD
10.- EL PADRE PÍO Y LOS ESTIGMAS
11.- LAS SACERDOTISAS
12.- PARA SALVARTE
13.- LUMEN DEI
14.- UNA MOSCA BLANCA
15.- A PASCUAL Y MANUEL
16.- BALDUINO, EL REY SANTO
17.- LA IGLESIA Y EL PAPA
18.- ¿A QUIÉN VOTAMOS?
19.- LUMEN DEI Y FÉ COLAO
20.- LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
21.- HURTÉ UN ABC
22.- GLOSAAL EVANGELIO
23.- HA GANADO EL P.P.
24.- TIENE DUDAS DE FE
25.- PENÉLOPE CRUZ Y MADRE TERESA

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26.- PARA UN HOMBRE BUENO: DON MANUEL
27.- LA SABIDURÍA
28.- LA FÁBRICA DE SANTOS
29.- JOSÉ MARÍA ALDAYA
30.- SIGUIENDO SUS HUELLAS
31.- EL BIEN QUE HACE LA IGLESIA
32.- ENRIQUE ROJAS Y LA PSICOLOGÍA
33.- PESOYVOLUMENDEUNBILLÓNYDEUDAPÚBLICA
34.- CAOS EN EL MUNDO
35.- ELPAPAHARECIBIDOALAFAMILIADEANABEL
SEGURA
36.- EL MATRIMONIO FELIZ
37.- MEDITACIÓN SOBRE LA FE
38.- EL PAPA Y ALÍ AGCA
39.- TV Y DROGA
40.- UNA DUQUESA CUBANA
41.- LA HUMILDAD
42.- ES UN BUEN COMUNISTA
43.- LA ENSEÑANZA RELIGIOSA
44.- LAS ETAPAS DE LA VIDA
45.- LOS TRAPENSES DEGOLLADOS
46.- LA VIRGEN DE GUADALUPE
47.- EL PP SALVARÁ MUCHAS VIDAS
48.- SE LLAMABA DOLORES
49.- DESEABA Y DESEO
50.- EL PAPA JUAN PABLO II
51.- MATARON A NUESTRO PERRO
52.- QUIEN MÁS DA MÁS TIENE
53.- AZNAR, AZNAR
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54.- ¿CREE EN LOS MILAGROS?
55.- VISITA A LA TRAPA
56.- EL GRAN RABINO Y EL PAPA
57.- EXPERIENCIA Y EXPERIMENTO
58.- EXCESO DE POLÍTICA
59.- EL MEJOR CANDIDATO AL NOBEL DE LA PAZ
60.- SÓLO HAY UN MAESTRO Y SEÑOR
61.- JULIO IGLESIAS
62.- VISITAAL SANTUARIO DE FÁTIMA
63.- MÁS SOBRE FÁTIMA
64.- UN GITANO SANTO
65.- GRACIAS DIOS MÍO
66.- LA CRÍTICA DESTRUCTIVA
67.- HA MUERTO JAVIER ESCRIVÁ
68.- CORRECCIÓN FRATERNA
69.- CREER EN EL EVANGELIO
70.- LA SANTA DE LOS POBRES
71.- CUANDO CRISTO CUMPLA DOS MIL AÑOS
72.- DIOS PREMIA, DIOS PREMIA
73.- EL PAPA Y LA MADRE TERESA
74.- PRESERVAR LAVIRGINIDAD LE COSTÓ LAVIDA
75.- LA INDIFERENCIA RELIGIOSA
76.- FRANK SINATRA TAMBIÉN CREE EN DIOS
77.- UN DIARIO MUY LEÍDO
78.- LA GRANDEZA DEL HOMBRE
79.- SERÁ INFINITO, COMO DIOS
80.- PEREGRINANDO EN PONTEVEDRA
81.- LAS MALAS NOTICIAS Y EL PAPA

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82.- ¿SEPUEDEANULARUNMATRIMONIOCONSUMADO?
83.- EL PAPA
84.- PARA DOÑA MANOLITA, FRATERNALMENTE -
(No, a la absolución colectiva)
85.- LA VIDA ES MARAVILLOSA
86.- LA PRINCESA KIMERA
87.- LA DEVOCIÓN A MARÍA
88.- DIOS, JUSTICIA Y ETA
89.- EL BODORRIO DEL SEÑOR CASCOS
90.- APADRINAR A UN NIÑO
91.- EL DIOS DE CADA UNO
92.- JUSTICIA VESÁNICA
93.- BODA CIVIL
94.- LA VIDENTE DE FÁTIMA
95.- MARIA
96.- SANTO Y HÉROE
97.- RELIGIÓN: ¿IGUALA INJUSTICIA?
98.- A VUELTAS CON EL SR. CASCOS
99.- CARIDAD CON UN TETRAPLÉJICO
100.- JUAN PABLO II
101.- ERA SABIO Y DISCRETO
102.- NO. A CINCO ROSARIOS
103.- CREER EN LA OTRA VIDA
104.- CRISTIANO Y VALIENTE
105.- ¿EN QUÉ CONSISTE LA LIBERTAD?
106.- EL EJEMPLO ARRASTRA
107.- EL DERECHO A VIVIR
108.- ESTOS DAN CON ALEGRÍA
109.- UN CIENTÍFICOATEO CREE EN ELINFIERNO
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110.- EL OBISPO Y LA COCINERA
111.- RELIGIÓN Y NEUROSIS
112.- LA NAVIDAD
113.- EL 0,7%
114.- EL FRUTO DE UN LIBRO
115.- HUMILDAD Y LÁGRIMAS
116.- EL NACIMIENTO DE JESÚS
117.- GLOSA A LOS EVANGELIOS
118.- LA PENA CAPITAL
119.- EXCOMULGADO
120.- ANÉCDOTA RAZONABLE
121.- EL PAPA Y SU AMIGA
122.- EL ESCRITOR
123.- FRANCO
124.- LAS APARICIONES
125.- A DON PRIMITIVO PÉREZ
126.- LA BUENA LECTURA Y LA TV
127.- EL PADRE RIVAS
128.- FAMILIA Y TV
129.- LA VIDA
130.- DISLATE SOCIALISTA
131.- LA INCONSECUENCIA DE UN NOBEL
132.- PIENSO QUE ELATEO NO EXISTE
133.- VENIMOS DE LA TRAPA
134.- ESCRIBIR
135.- AL SEÑOR MUNIAÍN Y GIL
136.- CRISTIANO DE VERDAD
137.- LA ENVIDIA

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138.- EL PAPA HACE EJERCICIOS
139.- ME VOY A SUICIDAR
140.- LA MUERTE
141.- DESPRECIO DE LA VIDA
142.- PROGRESO Y RETROCESO
143.- MEDITACIONES SOBRE LA FELICIDAD
144.- PREDICAR
145.- ¿ES DURO EL EVANGELIO?
146.- GADAFFI Y EL PAPA
147.- DON Y MISTERIO
148.- LA IGLESIA
149.- RÉPLICAA DON DIEGO TEJEDO
150.- UN SACERDOTE ME INFORMÓ
151.- SER CRISTIANO
152.- LUCÍA CUMPLIÓ 90 AÑOS
153.- LO QUE DIOS QUIERA
154.- LOS MILAGROS
155.- PASÓ LA SEMANA SANTA
156.- GOBIERNOS SIN DIOS
157.- ASIGNATURA DE RELIGIÓN
158.- ¿VUELVEN LOS MUERTOS?
159.- MORALEJA
160.- PAREJAS DE HECHO

* * *

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1.- DIOS Y LA CIENCIA

El fundador de la unión Lumen Dei, P. Rodrigo Molina,


S. I., no recomienda la lectura del Antiguo Testamento a
los católicos incipientes. Él sabe que se trata de textos que
resultan enmarañados para las personas inexpertas. Y lo
curioso es que no les dicen nada los Sagrados Textos a no
pocos hombres de ciencia y continúan siendo ateos sin caer
en la cuenta de las verdades científicas que ha demostrado
la Biblia muchos siglos antes de que fueran descubiertos
por el hombre. Veamos algunos ejemplos:

a) La Biblia declara que la tierra es esférica, algo que


todos los sabios antiguos negaban, y hoy nadie lo duda
(Isaías 40, 22).

b) Que la tierra está suspendida sobre el vacío. Esto


aparece en el libro de Job 26, 7, muchos siglos antes de
que Newton descubriera la ley de la gravitación universal.

c) Que la corteza de la tierra reposa sobre un fuego


interior, tal como leemos en el libro de Job 28, 5.

d) Que la tierra está envuelta por una atmósfera que


la rodea por todas partes (Génesis 1, 7), y que el aire, un
elemento impalpable, es, sin embargo, pesado (Job 28, 25).

e) Que el agua de los ríos procede del mar, a donde


vuelve, cosa que los sabios de aquella época no tenían
medios para comprobarlo (Eclesiastés 1, 6).

f) Que los vientos marchan en circuitos y vuelven a su


punto de partida (Eclesiástico 40, 11), verdad científica que
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sólo a los científicos fue posible descubrir muchos siglos
después, posiblemente cuando descubrieron las estaciones
meteorológicas y las telecomunicaciones.

Está claro que Dios ha precedido a los descubrimientos


de la ciencia una porción de siglos, y esto no lo quieren
reconocer un sinnúmero de sabios. Es verdad que también
son muchos los científicos que nos demuestran una actitud
muy respetuosa ante la religión, y no pocos son practicantes.
Veamos algunos ejemplos: Albert Einstein, premio Nobel
de Física: «Me basta contemplar el misterio y reflexionar
sobre la maravillosa estructura del universo para descubrir
la admirable sabiduría de Dios en la Naturaleza».

Isaac Newton: «Hay que reconocer la voluntad y el


dominio de un Ser Inteligente y poderoso». Alfred Kastler,
premio Nobel de Física: «La idea de que el mundo se ha
creado él mismo me parece absurda. Yo no concibo el
mundo sin un Creador, Dios». Edmund Whittaker, profesor
de la Universidad de Edimburgo, se convirtió al catolicismo
como fruto de sus investigaciones sobre el origen del
universo. Y el descubridor del planeta Neptuno, Leverrier,
fue ferviente católico.

Laplace murió como fervoroso cristiano. Incluso


Galileo, a pesar de su proceso, murió cristianamente, y
Copérnico y Lemaitre fueron sacerdotes. Heisenberg,
premio Nobel de Física con 31 años, uno de los pioneros
de la energía nuclear, dijo en Madrid en 1969: «Lo que sí
creo es en Dios. De Él viene todo, por tener una inteligencia
infinita». YAlexis Carrel, premio Nobel de Medicina, muerto
en 1944, dijo: «Yo creo todo aquello que la Iglesia católica
quiere que creamos. Y no encuentro ninguna dificultad,
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porque no encuentro en la verdad de la Iglesia ninguna
oposición real con los datos seguros de la ciencia».

Ante las pruebas teológicas y los testimonios que


anteceden, nos parece sensato reconocer que el ateísmo
carece de fundamento sólido, y deja sin resolver muchos
más problemas que todos los misterios que acepta
nuestra fe.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 12-Agosto-1996 y en “LA


VOZ DE AVILÉS” 30-Agosto-1996

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2.- UNA RAZÓN MÁS PARA CREER

Se puede creer o no creer, pero negar tajantemente


la existencia de Dios nos parece un dislate. Nadie puede
demostrar con fundamento sólido que Dios no existe. Sobre
el tema que nos ocupa se cuenta una anécdota razonable:
Un personaje ilustre se relacionaba con gran adhesión al
soberano de un hogar piadoso, y cuando fue a buscarlo para
salir juntos, el jefe de familia estaba terminando de asearse.

Entretanto, el visitante augusto y ateo jugueteaba en


la sala de espera con el hijo menor de su amigo, y fiel al
demonio que le impedía ver el candor angelical del niño y la
fe que sus padres le habían inculcado, le dijo: «Si me dices
donde está Dios, te doy un caramelo». El chico, inspirado
divinamente le profirió: «Si usted me dice dónde no está le
regalo dos».

Pienso que sólo es increyente el que no ha intentado


buscar la fe que Cristo y su Sagrada Historia nos transmiten.
Pues desde que el mundo es mundo, sólo se ha escrito la
vida de un hombre antes de nacer. Ese Hombre es Cristo.
Su vida de calvario, piedad y prodigios estaba escrita,
muchos siglos antes de nacer, en el sublime Libro de la
Biblia. De Jesús nos habló Isaías ochocientos años antes
de encarnarse.

Este gran profeta nos ha dejado escrito que Jesús


nacería de una madre Virgen y que tendría un Precursor
que le anunciaría. Igualmente concreta con toda precisión
las circunstancias de su Pasión y de su muerte. Y Miqueas
(5,2) nos dice que nacerá en Belén de Judá. Finalmente el
profeta Daniel -entre otros- fija los años que le faltan para
28
aparecer en el mundo. En los Sagrados Textos se puede
leer que el Mesías estaría con el pueblo cuando un rey
extranjero dominara Judá, es decir, el Rey Herodes de origen
idumeo, comarca que comprendía parte de la Arabia Pétrea.

Asimismo nos manifiestan que un precursor (Juan el


Bautista) le anunciaría, y que nacería en Belén de una Virgen
descendiente de David, que obraría innumerables prodigios
y que de niño vendrían a adorarle unos reyes de Oriente,
que tendría que huir a Egipto; que al ser Hombre entraría
triunfante en Jerusalén, montado sobre un pollino; que sería
entregado a los enemigos por un discípulo traidor; que sería
azotado, escarnecido, taladrándole sus manos y pies sin
quebrarle un sólo hueso.

Pues bien, todos estos pormenores se han cumplido


en Jesús, como se hace evidente en los Evangelios. Y
sabiendo que el porvenir de todo ser humano nadie lo puede
conocer, nos encontramos con que Dios sí lo conoce y nos
lo ha revelado a través de los profetas, luego vemos que
Dios existe, y por eso encontramos razones y pruebas
fehacientes para seguir creyendo los cristianos y hacerlas
reflexionar a los que, posiblemente, siendo mejores que
nosotros, no creen en nada.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 18-Febrero-1997

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3.- CAMINO DE SENCILLEZ

La vidente de Fátima (sor Lucía) nos ha dicho que la


s a nt i d ad c on s i s t e en h ac e r l a s co s a s o r di n a ri a s
extraordinariamente bien. El aserto de esta expresión es
habitual en muchos santos. Y ahora lo estoy leyendo en el
libro que lleva por título Camino de sencillez; escrito por
la Madre Teresa de Calcuta, con la colaboración de Lucinda
Vardey.

Este libro que aparece ahora en las librerías españolas,


pronto será divulgado en los ciento veinte países donde la
Madre Teresa ha dado esperanza de una vida nueva y feliz
a los moribundos, amor a los despreciados, alimento a los
hambrientos, albergue y hospitalidad a los enfermos, y
placidez a los que sufren las injusticias de sus semejantes
sin saber que Dios existía y les proclamaba como
bienaventurados.

La Madre Teresa, conocida en todo el mundo por su


abnegada labor en favor de los pobres, ahora, con la
expresión íntima de su alma, nos deja plasmadas en este
libro las experiencias que le han servido para llevar al término
feliz que le corresponde, las innumerables obras de caridad
que diariamente se practican en las ciento cuarenta
fundaciones que tiene diseminadas por los cinco continentes,
con cinco mil monjas y un sinnúmero de seglares.

Pienso que toda persona que fije su atención en esta


ingente y piadosa labor, ahuyentando por un momento el
fanatismo o cerrazón que puede producir una ideología
política destituida de sentido o que puede anidar en la mente

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de un apóstata dogmático y sin fundamento probable, se
tiene que hacer estas preguntas:

¿Cómo es posible que un manojo de arrugas haya


llevado a tan glorioso fin la obra más ingente y caritativa de
todas las que se conocen hasta hoy? ¿Cuáles son las
directrices que han conducido a esta humilde monja a causar
ese efecto tan profundo en la vida de millones de personas
que negaban la existencia de Dios?.

Creo que todo esto sól o tiene una respuesta


contundente: «Todo lo puedo en Aquél que me conforta»
(Filipenses 4, 13). Y para comprender cómo a la Madre
Teresa le conforta y consuela el que murió en defensa de
los pobres y de los pecadores -Cristo- es necesario leer
Camino de sencillez, pues con sencillez y firmeza nos
cuenta la vida de pobreza de sus Misioneras de la Caridad
y la raíz fundamental de todas sus obras y labores:

Fe, oración profunda y meditada, penitencia,


humildad, amor a Dios y al prójimo como ellas mismas,
pobreza comparativa con los mismos mendigos, obediencia,
castidad, pobreza y un cuarto voto de servir siempre a los
más pobres entre los más menesterosos, y en medio de todo
esto que los hombres mundanos detestamos, se encuentra
la paz, la sonrisa ardiente, la alegría de vivir y la ilusión de
morir:

«La gente me pregunta -dice la Madre Teresa- sobre


la muerte, si la espero con ilusión, y yo respondo: Claro
que sí, porque iré a mi Casa. Morir no es el fin, es sólo el
principio. La muerte es una continuación de la vida. Los
que tienen miedo de la muerte son los que creen que aquí
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se acaba todo. No he visto morir con temor a nadie que
haya sido testigo del amor de Dios».

Y es que la Madre Teresa sabe cuánto es el amor que


ella desparrama sobre Cristo cuidándole sus queridísimos
pequeñuelos, y cuánto es el afecto y amistad que Cristo le
prodiga. Siendo así, ¡cómo no va a sentir vehementemente
el deseo de conocerle en la eternidad y abrazarse con Él!.
Y termino con una frase de Santa Teresa: «El placer de morir
sin pena, merece la pena de vivir sin placer».

Publicado en “EL COMERCIO” 30-Noviembre-1.995

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4.- LA VIRGINIDAD DE MARÍA

La máxima autoridad de la iglesia anglicana tras la


Reina de Inglaterra, el arzobispo de Canterbury, George
Leonard Carey, estuvo en España para ordenar obispo del
anglicanismo al madrileño de 33 años, Carlos López Lozano.
Un joven intelectual que carece del conocimiento
sobrenatural que irradia a los hombres esa fe profunda que
nos transmiten todos los santos y doctores de la Iglesia
católica.

Me gustaría saber en qué se basan los anglicanos para


negar la virginidad de María, pues si sólo creen en la
doctrina del Antiguo Testamento, 740 años antes del
nacimiento de Jesús, Isaías ya profetizó que Jesucristo
nacería de una madre virgen: «El Señor mismo os dará por
eso la señal: He aquí que la virgen grávida da a luz, y le
llamará Emmanuel» (Isaías 7, 14).

Y si lo que más les mueve a los anglicanos es el


Evangelio, que profundicen en el pasaje de San Mateo,
capítulo 1º, versículo 23: «He aquí que una virgen concebirá
y parirá un hijo, y se le pondrá por nombre Emmanuel, que
quiere decir Dios con nosotros». «La concepción de Jesús
fue así: Estando desposada María, su madre, con José, antes
de que conviviesen, se halló haber concebido María del
Espíritu Santo» (San Mateo 1, 18). Pero intentaremos llegar
hasta el fondo de la cuestión, para que los testigos de Jehová
no pretendan también engañar a los católicos con su falta
de discernimiento, sin tener en cuenta la sabiduría de la
Iglesia católica y la experiencia que le confieren los dos mil
años de existencia y estudio.

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Pues estos señores que niegan la virginidad de María,
sin un mínimo de preparación teológica, nos tocan el timbre
para enseñarnos el pasaje donde en San Mateo 12, 46, dice
así: «Mientras Jesús hablaba a la muchedumbre, su madre y
sus hermanos estaban fuera y pretendían hablarle». Y con
esta denominación, los herejes, quieren atacar la virginidad
de María, afirmando que ésta tuvo otros hijos además de
Jesús. Y para entender estos pasajes bíblicos debemos tener
en cuenta que «hermano» en la Biblia tiene el sentido amplio
de pariente, primo, sobrino, además del específico de
hermano.

La razón de esta ambigüedad radica en el hecho de


que en hebreo y arameo no hay término equivalente para
decir primo. Tenemos el caso clásico de Lot, al que se le
llama hermano de Abraham (Génesis 14, 14), cuando en
realidad era sobrino de éste. También a Jacob se le llama
hermano de Labán, y era también sobrino. Por consiguiente,
nada tiene de particular que en la catequesis primitiva
aramáica se les llamara a los parientes, o primos de Jesús,
hermanos. Asimismo, vemos muy claro que cuando Jesús
fue hallado en el templo a los doce años de edad, aparece
como hijo único (San Lucas 2, 41).

Por otra parte, jamás en los Evangelios aparece la


designación de los hijos de María aplicada a los supuestos
hermanos de Jesús. También nos encontramos con que los
«hermanos» de Jesús aparecen en los Evangelios como
mayores que Jesús en edad, pues éstos se permiten
aconsejarle sobre su misión (San Juan 7, 3 y 4). Y,
finalmente, otro indicio claro de que María no tenía otros
hijos es que, al morir Jesús, este confía su madre al cuidado

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de San Juan (San Juan 19, 26 y 27), lo que no es concebible
si Jesús tuviera otros hermanos verdaderos.

Y el hecho de que José y María hayan vivido la


castidad perfecta, no me sorprende en absoluto, más bien
me parece el cumplimiento del deber que tenían conforme a
las gracias recibidas, pues en el día de hoy, conozco
matrimonios muy jóvenes que se han consagrado a una
determinada obra religiosa cumpliendo fielmente con los
votos de castidad, obediencia y pobreza, y se sienten felices
misionando entre los más pobres de los pobres y durmiendo
cada uno en su lecho. Con la gracia de Dios, todo es posible.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 11-Diciembre-1995

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5.- LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD

Cuando el mundo disoluto se enfurece contra la Iglesia


y su Magisterio, el Espíritu Santo, prometido por su
Fundador, siempre aparece para suplir las deficiencias
sufridas y reemplazarla nuevamente al lugar que le
corresponde. En esta etapa de descristianización que viene
soportando la Iglesia, nos presenta un Pontífice con todas
las virtudes necesarias para sobrellevar estoicamente los
embates de sus detractores.

Y cuando un Papa santo -Pablo VI- carecía de la


virtud de la fortaleza y el carisma personal que caracterizan
a Juan Pablo II, el Espíritu Santo comenzó a soplar en los
llamados Cursillos de Cristiandad, fundados en 1949 por
miembros de la Acción Católica en Palma de Mallorca.

Este movimiento de cristianización jubilosa está


representado en los cinco continentes, y han pasado por
los cursillos más de nueve millones de jóvenes y adultos.

En España están siendo impartidos por las cincuenta


y seis diócesis, y Asturias cuenta actualmente con más de
doce mil cursillistas. Sabiamente, don Gabino Díaz Merchán,
conoce muy bien cómo este movimiento cristiano es capaz
de difundir la palabra de Cristo y, así, la diócesis de Oviedo,
con sus colaboradores, no ceja en promover tandas cada
pocos meses.

Los últimos cuarenta cursillistas salieron de la casa


diocesana de El Bibio el pasado día 13 de noviembre,
después de darnos un testimonio de ese Cristo viviente que
a partir de ahora anidará siempre en sus corazones, dándoles
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a conocer cómo es posible salir -los que estén dentro- del
hedonismo, de la droga, del divorcio, del aborto, y de
encontrar la solución única y dignificante para no contraer
el Sida, como es la castidad fuera del matrimonio.

Todo esto sólo lo hace posible la gracia que Cristo


infunde en las almas que se acercan a Él con atención y
buen deseo, lo que no es posible comprender sin la
experiencia que se vive en los cursillos. Pero si todos los
que se sienten agnósticos o se dicen increyentes, sintieran
la curiosidad de hacer esos cursillos, seguro es que se
encontrarían con la sorpresa más agradable y atrayente de
toda su existencia. Lo digo por la experiencia que me
confieren los 36 años que llevo vividos como cursillista.

Y si fuese posible ver en una pantalla el cambio radical


de esas doce mil familias asturianas, después de pasar por
los cursillos, no quedaría un solo español que no solicitara
plaza a su respectiva diócesis para hacerlos. Lo que sucede
en los Cursillos de Cristiandad, es inefable, y sólo se
comprende cuando se viven los mejores días de nuestra
existencia, mientras el intelecto, paso a paso, y hora a hora,
paulatinamente, se va volteando hasta llegar al punto que
marca los ciento ochenta grados, es decir, hasta entrar en
un mundo nuevo el cerebro realmente lúcido y converso.

Y en esa plenitud de clarividencia -tanto mayor cuanto


más execrables sean los pecados cometidos- es cuando se
siente la alegría incontenible de haber nacido y de vivir, pues
no conozco a nadie que no lo haya experimentado después
de haber hecho los benditos Cursillos de Cristiandad: en
ellos se consigue la EGB del cristianismo y el consuelo que

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conlleva la vida de gracia, con el incremento que día a día
nos proporciona la oración y el bien que practicamos.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 12-Diciembre-1995

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6.- CARMEN ROMERO

La diputada socialista y esposa de nuestro presidente


don Felipe González, Carmen Romero, continua porfiando
para que su esposo agote la legislatura y el Parlamento tenga
tiempo suficiente para aprobar la ley de ampliación del
aborto. Y esto me hace recordar cuando en un viaje de
per egri n aci ón a Ti erra S ant a hi z o públ i cas u nas
declaraciones donde comentaba la visita efectuada a la
basílica del Santo Sepulcro, deteniéndose en la Piedra de
la Unción, donde se dieron los últimos óleos a Jesús después
de crucificado y muerto.

Hasta aquí -pensando bien-, se puede considerar


como un viaje cultural donde se puede adquirir un
conocimiento más profundo del mundo religioso, pero ahora
nos encontramos con que doña Carmen Romero también
adquirió varios rosarios en un bazar palestino, y como el
Santo Rosario no es un objeto que sirva para ornamentar o
embellecer el exterior, es claro que sólo es útil como
instrumento para exaltar la devoción a María y pasar ante
los ojos del alma los episodios principales de la vida de
Jesús.

¿Es atea doña Carmen Romero?. No lo sé. ¿Es


católica?. No lo sé. Lo que sí parece muy claro es que se
encuentra en el grupo de los excomulgados, conforme al
magisterio de la Santa Sede, y nos parece justo que todos
los que practican el aborto o hacen diligencias para que se
pueda perpetrar, estén excomulgados, mientras no surja el
arrepentimiento y se confiesen con un sacerdote autorizado
por la jerarquía eclesiástica para perdonar el crimen
cometido o la connivencia del mismo, porque están en
39
pecado mortal y, lógicamente, no pueden recibir el Cuerpo
y la Sangre de Cristo.

En contraposición al ambiente anti-vida que estamos


viendo de forma monstruosa e indignante, tenemos ejemplos
maravillosos en todos los rincones de la tierra. Sirva como
una sola muestra aquella madre que con el riesgo de perder
su vida si no se sometía al aborto, en vez de recurrir a las
clínicas abortivas, se refugió bajo el amparo de la Virgen,
cobijada en una de las montañas de Córdoba (Argentina),
y el feto que llevaba en su seno, lejos de ser masacrado,
hoy es Carlos S. Menen, actual presidente de Argentina.

El mismo que se ha destacado en la V Cumbre


Iberoamericana por la dilección y respeto que siente por
los marginados, por la defensa del hombre concreto, por el
derecho a la vida de todos, por la solidaridad y la justicia,
y por una educación sin restricción de la enseñanza religiosa
para que todos los jóvenes puedan disfrutar de una educación
concreta y puedan ser la base fundamental de una sociedad
más justa y piadosa; todo esto lo sabe el presidente de
Argentina por ser hijo de una madre católica y heroica.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 15-Diciembre-1995

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7.- UN MILLÓN Y MEDIO DE FIRMAS

Una parcela considerable de la Iglesia alemana están


perdiendo el tiempo con pretensiones destituidas de sentido.
Casi un millón y medio de católicos y ateos están
presionando al Santo Padre para vetar el celibato en la
Iglesia católica. No es extraño que los increyentes intenten
rivalizar con la Santa Sede a los fieles, pues casi todos
llevamos dentro la tentación de someter el mundo bajo el
arco de esa ideología que nos fue apresando por un
sinnúmero de circunstancias adversas o favorables.

Pero si reconociéramos a Cristo como salvador de


las almas buenas, y si comprendiéramos que sólo Él conoce
el camino recto que nos conduce al bien eterno y temporal,
todos los seres humanos opositaríamos por el cumplimiento
de sus leyes, confiando plenamente en su legislación. Y es
en esa fidelidad y obediencia a sus preceptos, donde el
hombre nunca se equivoca. Por eso tiene el Santo Padre el
privilegio de la infalibilidad. Él ha conseguido erradicar el
«yo» para seguir fielmente las enseñanzas de Jesús y
propagarlas por todo el mundo. Y como sabe y cree que
son las que más le convienen al hombre y las mejores, nunca
cederá a las presiones -o chantajes- vengan de donde
vengan las confabulaciones.

Y si ese millón y medio de firmas que pretenden poner


en cuestión ese postulado de la Iglesia, como es el celibato,
c o no c i er a n b i e n e l E v a nge l i o y a l S a n t o P a dr e ,
comprenderían que están perdiendo el tiempo y haciendo
el ridículo al hacer frente al Obispo de Roma y al mismo
Dios, y lo más pasmoso es que en medio de esa multitud,

41
también se encuentra el teólogo más universal que
conocemos: Hans Küng.

Ahora, reflexionemos para comprender el porqué


Jesús ha determinado que todos sus apóstoles fueran célibes
o viudos, como es el caso de San Pedro: sabiendo que en
Asturias -sirva como ejemplo- se encuentran dificultades
económicas para sufragar los gastos de unos seiscientos
sacerdotes, ¿qué sucedería si cada uno tuviera esposa e
hijos?. Y, ¿qué preocupación les infundirían las familias
ajenas, teniendo en cuenta la carga de problemas que nos
presentan los hijos y el cónyuge?.

¿Sería compatible con la vida espiritual encontrar los


sacerdotes en las discotecas en busca de su prometida?.
¿No sería lícito también galantear en el confesonario al mismo
tiempo que practican el sacramento de la penitencia?. ¿Puede
un sacerdote marcharse a las misiones con su esposa y una
prole necesariamente numerosa?. ¿No sería lícito que los
hijos y esposa de los sacerdotes disfrutaran de un hogar
adecuado a su categoría?. ¿Continuarían existiendo las
comunidades religiosas donde ahora sólo conviven los
clérigos?.

¿No es justo que esa prole coma, vista, calce, tenga


sus juguetes y estudie en colegios adecuados para la
formación que sus padres le exigirían?. ¿No es verdad que
la mayoría de las limosnas que recibe la Iglesia proceden
precisamente de la gente humilde?. Y, ¿no sería un motivo
justo el suprimir ese socorro al ver que los hijos del
coadjut or o del párroco viven por enci ma de l as
posibilidades que tienen los que contribuyen con unas
monedas para servir a Dios?. Yo no sé si estas serían las
42
razones que tuvo Cristo para determinarse por el celibato,
pero éste es mi raciocinio. Y termino con una pregunta:
¿Quién le obliga a un hombre con más de 25 años a
consagrarse sacerdote conociendo las exigencias de la
Iglesia y de Dios?.

Publicado en “EL COMERCIO” 20-Diciembre-1995

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8.- TIERNO GALVÁN

Cuando se cumple el 10º aniversario de la muerte de


don Enrique Tierno Galván, nos parece oportuno tener un
recuerdo para un socialista honrado y ecuánime. Muy
querido por la mayoría de españoles y respetado por todos.
Don Enrique siempre ha sido un agnóstico de esos que no
creen ni dejan de creer; son esos hombres que nunca han
intentado pasar por encima del poder que tiene la razón
humana. Por eso nos dice en uno de sus libros que «el
agnóstico no entra a discutir la existencia o no de lo divino».
Y deja muy claro que la actitud del ateo es inaceptable por
dogmática, sabiendo que sus afirmaciones no se apoyan en
el raciocinio, con esto también deja claro que el ateo no
puede tener evidencia de que Dios no exista.

La ilustre periodista, Pilar Urbano, tuvo un encuentro


con el capellán de la clínica Ruber, donde el viejo profesor
y alcalde de Madrid se encontraba internado y, como buena
católica, intentó persuadir al padre Misol para que éste le
facilitara al paciente ese «pasaporte» que todos necesitamos
para entrar en la eternidad con el visto bueno del
arrepentimiento y la absolución. Pero antes de hablar con
el padre Misol, el señor Tierno ya se encontraba en posesión
de una carta que le había remitido Pilar Urbano, y entre
otras cosas le decía: «Sé que está usted sufriendo virilmente,
con elegancia, en silencio..., como un estoico, y yo desearía
que lo llevase aún mejor: como un cristiano», etc.

Su respuesta, que alguien (J.) mecanografió, decía:


«Su carta me ha servido de base de reflexión y meditación,
y es algo que quiero agradecerle profundamente (...). Tiene
usted razón; no hay que olvidarse nunca del fundamento
44
espiritual, y crea usted que yo no me olvido de esa cuestión
esencial (...). Desde su plano de elevación y concentración
religiosa puede ver las cosas con más lucidez que muchos
de nosotros», etc.

Y en dos largas conversaciones que mantuvieron Pilar


Urbano y don Enrique, centradas en la vida después de la
muerte corporal, el profesor reconoció que envidiaba la fe,
porque él est aba en la búsqueda de l a verdadera
explicación. Pero él se encontraba en un verdadero dilema.
Y es que si se produce la fe, la trayectoria de una vida entera
puede desmoronarse, porque la fe todo lo invade con su
luz y el materialismo dialéctico queda totalmente pulverizado.

A pesar de todo, don Enrique agradecía a todos los


madrileños las oraciones que le ofrecían, y acerca de lo
mi sm o le dij o a Pi lar Urbano: «La fe m e parece
incuestionablemente un tesoro, una fortuna, algo que nadie
puede procurarse por sí mismo». También le confesó que él
estudiaba con su amigo Lázaro Carreter los verdaderos
significados de dos palabras que mucho le interesaban:
«Resignación» y «arrepentimiento».

Asimismo, le dijo que estaba bautizado, y señalando


el crucifijo que estaba en la pared le dijo: «Deseo verlo allí
porque es el símbolo de algo muy grande y valioso». Y
cuando estaba entre la vida y la muerte, en la planta quinta
del Ruber, el secretario del señor Tierno, Vicente Cervera,
se opuso tajantemente a que el padre Misol entrara en la
habitación, y la señorita Pilar que le acompañaba, le recordó
a Cervera la gran responsabilidad que asumía, pero
encerrado en su negativa le contestó: «Cargo con ella, pero
el sacerdote no entra».
45
Y así, un hombre que pertenece al partido de las
libertades, consiguió hurtarle a un hombre bueno y
moribundo la libertad más seria e importante de todas. En
consecuencia, pienso que don Enrique, al buscar y querer,
ha podido encontrar eso que tanto anhelamos todos los
cristianos.

¡Descanse en paz!.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 22-Diciembre-1995

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9.- LA NAVIDAD

Cuando hubieron cumplido los acontecimientos que


debían preceder al advenimiento del Mesías, de acuerdo
con los vaticinios de los antiguos profetas, Jesús, Hijo de
Dios, se encarnó en el seno de la Virgen María y, hecho
hombre, nació de Ella para la redención de la humanidad,
dejando en el ambiente sus palabras, mientras materializaba
sus obras con el poder espiritual de su omnipotencia.

Transcurridos una porción de años, los cuatro


evangelistas, inspirados por el Paráclito, escribieron los
sucesos milagrosos y las palabras de Jesús; compendio que
lleva el nombre de Evangelio, y también se traduce por
Buena Nueva. La pedagogía que nos dejó el Maestro, puesta
en práctica, es la panacea capaz de remediar todo lo que
nos abruma y entristece, porque, «mi yugo es suave y mi
carga ligera».

Pero como sólo los santos anónimos y los que registra


la historia son coherentes con los preceptos de Jesús,
venimos sufriendo un sinfín de perfidias diabólicas que no
hace falta enumerar porque están en la mente de todos. He
ahí el resultado temporal de nuestra rebeldía libertina, sin
entrar en lo transcendente.

Y al llegar la Natividad del Señor, la alegría que se


infunde en el alma de los hombres contritos y absueltos del
pecado por la redención que nos depara el que nació en un
portal, se materializa en los hombres disolutos que no saben
de que va la fiesta, e impregnados de concupiscencia y
glotonería, se olvidan de compartir con esos cien mil niños

47
que se mueren de hambre todos los días, conforme a las
últimas estadísticas que nos dan por TV.

Luego, sufrimos la desazón y el decaimiento moral que


siempre conllevan los excesos y el egoísmo, porque la
satisfacción de la Navidad, consiste en la gratitud que le
debemos al Señor y en el bien que realizamos en su nombre.

Por haber sido emigrante en el Tercer Mundo,


conozco muy bien la proba labor de los misioneros, y
también los miles de niños que duermen en las calles por no
haber conseguido con las limosnas que piden, el dinero que
les exigen sus padres con amenazas despiadadas, y los
pobres misioneros se preguntaban: «¿Cómo podemos
hablarles que Dios es bueno cuando estos niños se
encuentran hostigados y hambrientos? ¿Cómo podemos
decirles que Dios es padre cuando éstos llevan en la mente
las palizas que les propinan sus padres o padrastros?».

Y todo esto no existe solamente en Río de Janeiro,


donde el contraste de tantas maravillas y tanta opulencia
está rodeado de arbolado frondoso y selvático, sirviendo
de cobijo a los desheredados cochambrosos y a los
delincuentes forzosos.

Y esta es la injusticia que abarca los cinco continentes.


Por eso, querido lector, pienso y creo que el 90% de los
mandatarios políticos, de izquierdas y de derechas, debieran
de estar todos en un lugar que me reservo, y en otro peor
terminarán algún día hasta que Dios les perdone, si es que
tienen perdón, porque la Buena Nueva dice lo contrario, y
como Yahvé dicta muy bien en los Sagrados Textos: «De
Dios no se ríe nadie».
48
Siendo así, inundemos la casa de champán y turrones,
menospreciemos a los que sólo les queda el pellejo y los
huesos, amparemos la justicia que incita a la injusticia,
vivamos nuestra vida comiendo y bebiendo con glotonería
y acumulemos tesoros en los bancos. ¿Y después... ?.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 29-Diciembre-1995

49
10.- EL PADRE PÍO Y LOS ESTIGMAS

En todo lo que va de siglo, no existe un sacerdote


con más popularidad universal que el padre Pío de
Pietralcina, pues amén de los milagros y profecías que se le
atribuyeron en vida, este personaje mundialmente conocido,
también llevó en sus pies y en sus manos -más de 50 años-
las llagas que lo identificaban con Cristo. Y en más de una
ocasión accedió al tratamiento que le ofrecían los médicos
agnósticos, sabiendo que todo era inútil, pues los orificios
sanguinolentos que disimulaba con guantes recortados, le
acompañaron hasta el fin de su vida, en el año 1968.

Este misterio de la estigmatización, siempre ha sido


estudiado por la Iglesia, y la inmensa mayoría de los santos,
i nc l u ye n d o l o s d e p r i m e r a m a gni t u d, n o f u er o n
estigmatizados, lo que resulta enigmático, si tenemos en
cuenta que la estigmatización no es otra cosa que la
redundancia corporal de la configuración espiritual con el
mismo Cristo. Pienso que se trata de la libérrima voluntad
de Dios, concediéndoles a unos pocos los signos exteriores,
mientras a tantos otros sólo les concede la gracia suficiente
para extender su Reino en el mundo y ser intercesores de
los milagros que se comprueban después de muertos.

¿Se puede decir que todos los estigmatizados son


santos por la gracia de Dios?. No. La Iglesia nos dice que
el demonio puede producir l os estigmas, y s e ha
comprobado -en el orden puramente natural- que a base
del hipnotismo y de la sugestión, se ha conseguido producir
fenómenos de estigmatización en personas desequilibradas,
neuróticas e histéricas, con la fuerza de un razonamiento

50
diabólico, cuyo poder preternatural es muy superior al de
las fuerzas humanas.

Oigamos al sabio y piadoso cardenal Bona dar una


lección práctica de discernimiento sobre estas y otras
materias parecidas: «A los que creen y publican que han
sido coronados de rosas en una visión por Jesucristo o por
la Virgen María, se les debe tratar como engañados por su
propia imaginación o como juguetes del demonio, a menos
que se vea relucir una gran perfección de vida, una muy
grande santidad y un desprendimiento completo de la
esclavitud de los sentidos. Dígase lo mismo de los estigmas,
que, como se ha comprobado por algunos ejemplos
indiscutibles, pueden ser hechos por la perfidia de Satanás».
P or es o nos parece m uy conveni ente conocer en
profundidad la vida privada de las supuestas videntes.

Distraído con los estigmas del demonio, retorno hacia


el hombre -padre Pío- santo y genial, que a pesar de pasarse
doce horas diarias en el confesonario, algunos penitentes
permanecían impávidos semanas enteras esperando el turno
para confesarse con él, y llegaban a su iglesia de muy
distintas naciones. Entre ellos, también se encontraba el que
hoy lleva el nombre de Juan Pablo II, el mismo que muy
pronto lo subirá a los altares.

Nos dice el arzobispo italiano, Paolo Carta, que


después de sostener una conversación privada con el Santo
Padre acerca del padre Pío, animado por la amabilidad del
recibimiento, entre otras cosas le dijo: «Santidad, durante
siente años he sido Obispo de Foggia, muy cerca del padre
Pío. Por ese motivo soy un testigo de su santidad. Le
encomiendo la causa de su beatificación». Y el Santo Padre
51
respondió: «Hay que admirar en el padre Pío su vida heroica,
el ministerio del confesionario y los sufrimientos de las llagas.
En una ocasión fui a visitarle y me confesé con él. Recuerdo
también a una persona, enferma de cáncer, que fue curada
por la intervención del padre Pío. ¡Pero para la beatificación
se requieren milagros!». Después, sonriendo dulcemente,
añadió: «El padre Pío hizo milagros en vida. ¡Que los haga
también después de muerto!». Y ahora leemos en la prensa
italiana cómo tres señoras han recobrado la salud perfecta
después de ser desahuciadas por los médicos, gracias a la
intercesión del padre Pío.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 17-Enero-1996

52
11.- LAS SACERDOTISAS

Tengo para mí que la dignidad y el honor de la mujer


siempre han sido un ejemplo a seguir para los hombres.
También creo que Dios no ha podido crear nada más
complaciente y fecundo que lo es la mujer para el varón, y
Jesucristo ha querido exaltar el valor de la mujer
engendrándose en sus entrañas.

Con este motivo consiguió que fuese una doncella la


Reina de todas las generaciones que se vienen sucediendo,
sin excluir a los apóstoles, los santos y los ángeles. Dicho
esto cabría preguntarse el porqué no ha querido Cristo
incluir a su Madre en el sacerdocio.

Y como todo lo que Él hace tiene un sentido infinito y


justo, merece la pena elucubrar hasta encontrar la razón
que Cristo tenía, y el motivo que le ha llevado a Juan Pablo
II a enviar una carta a todos los obispos del mundo
advirtiéndoles que prohibe terminantemente la ordenación
sacerdotal femenina.

Pensemos un momento lo que podría suceder entre


sacerdotes y sacerdotisas conviviendo en una misma iglesia
y cambiando sus atuendos en la misma sacristía.

Reflexionemos, viendo una joven supuestamente


el egante en un confesi onario esperando el varón
hipotéticamente distinguido y airoso que lejos de confesar
sus pecados se acerca a la sacerdotisa para emprender una
conversación sentimental y amorosa, dejando de lado el
hecho de que también pudiera tratarse de un desaprensivo

53
casquivano que le confiesa los actos impuros y las fechorías
pornográficas que practica.

Prosigamos cogitando en lo que sería una señorita


consagrada al sacerdocio y deambulando por los suburbios
del Tercer Mundo para llevar la palabra de Dios a los
herejes, y visitar a los enfermos después de media noche
en los tugurios, sin carreteras y sin luz, rodeada de
maleantes, cabalgando en un asno o caballo.

Imaginémosla jovial, candorosa, con elegancia y


distinción, predicando la homilía desde el púlpito a una
multitud variopinta, donde no pocos feligreses asisten de
forma pasiva desoyendo la palabra de Dios. ¿No es este un
momento oportuno para hacerles centrar la atención en la
lujuria que propende entre hombre y mujer?.

Pues como bien ha dicho monseñor Gabino Díaz


Merchán, acerca de la ordenación femenina: «En la medida
en que la Iglesia toma conciencia de que ese tema fue
establecido por Jesús, no puede cambiarlo».

No sé si por lo que yo pienso o por razones mucho


más poderosas, el Santo Padre ha considerado esta
prohibición manifiesta a todos los obispos como «Depósito
de Fe», y cuasi dogmática, para que sus sucesores continúen
este programa que se encuentra inserto en las mismas
determinaciones de Jesús. Y termino con una frase de Santa
Teresa: «Entre santa y santo, pared de cal y canto».

Publicado en “EL COMERCIO” 24-Enero-1996

54
12.- PARA SALVARTE

Después de veinte años, estoy leyendo por segunda vez el


libro titulado «Para salvarte». No sé los millones de ejemplares
que se habrán vendido ni las traducciones que se habrán hecho,
pero sólo en España vamos con 44 ediciones. El ilustre jesuita,
Jorge Lóring, entró con pie derecho en la ciencia, en la moral,
en la conciencia y en la religión. Me atrevería a decir que nadie
con sensibilidad espiritual -después de leer y rumiar el contenido
de este libro- puede proseguir excluyendo la existencia de un
ser supremo que ha creado todo lo existente -en la tierra y en
el cielo- y lo gobierna con precisión matemática, el mismo que
los católicos llamamos Dios.

Si nos parece asombroso los diez planetas que tiene


el sol y las distancias que nos separan de los mismos, más
pasmoso resulta saber que la Vía Láctea tiene cien mil
millones de soles. Y galaxias como la nuestra se conocen
diez mil millones. Es de notar que en la diminuta parcela
que se conoce de la inmensidad del cosmos, el número de
estrellas se calcula en 200.000 trillones.

Ahora pensemos que nuestro sol es un millón


trescientas mil veces mayor que la tierra, y en una estrella
ínfima caben 115 millones de soles, y digo ínfima porque la
estrella Alfa de Hércules, que dista de nosotros 1.200 años-
luz, es ocho billones de veces mayor que el sol. Y un billón
de segundos son aproximadamente 32.000 años.

El hombre se jacta de haber llegado a la luna, es decir,


que ha conseguido distanciarse de la tierra un segundo y cuarto
de luz, mientras el astro más lejano detectado hasta hoy -Quásar
PKS-, se encuentra a 15.000 millones de años-luz. Este es el
55
límite de percección de los telescopios gigantes, y como ejemplo
tenemos el de Puerto Rico, con 305 metros de diámetro. Desde
él se lanzan todos los años señales al espacio en busca de
civilizaciones extraterrestres, pero todo ha sido inútil hasta hoy;
pues parece que no existen más hombres que los de la tierra.

Y estas bolas gigantes que se vislumbran en el espacio van a


velocidades enormes. La tierra recorre 100.000 kilómetros por
hora. El sol va a 300 kilómetros por segundo hacia la Constelación
de Hércules. La Constelación de Virgo se aleja de nosotros a 1.000
kilómetros por segundo. Y existen estrellas que se distancian de
nosotros a 276.000 kilómetros por segundo. Es decir, al 92% de
la velocidad de la luz.

Por eso el premio Nobel de Física, Alfredo Kastler,


declaraba en agosto de 1.968: «La idea de que el mundo,
el universo material, se ha creado él mismo, me parece
absurda. Yo no concibo el mundo sino con un Creador, por
consiguiente, Dios». Y Newton, hablando del cosmos dijo:
«Hay que reconocer la voluntad y el dominio de un Ser
inteligente y poderoso».

Pienso que nadie con docilidad y buen sentido puede


creer que la exactitud del movimiento de los astros, se
quede en pura coincidencia. Es necesario creer que tiene
que haber un conductor que los ha creado y los domina.
Por eso nos dice la Biblia: «Los cielos cantan la gloria de
Dios». Y termino con una pregunta: ¿Qué sucedería en las
plazas y carreteras de España si los ocho millones de coches
-puestos en marcha- se quedaran sin chófer?.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 31-Enero-1996

56
13.- LUMEN DEI

Señor director: Lamento mucho las calumnias que se


le imputan a la unión Lumen Dei, a través de la televisión y
de algunos rotativos, y aunque no estoy vinculada a esa
bendita Obra religiosa ni a ninguna otra, conozco
perfectamente la prospección espiritual de Lumen Dei, pues
cuando estudiaba las últimas asignaturas de mi profesión -
psicóloga- estuve varias semanas conviviendo y estudiando
en el convento de las hermanas de dicha Obra.

Y allí sólo he visto pobreza, castidad y obediencia.


También tengo una prima que ha sido testigo ocular de las
9.000 comidas que se distribuyen todos los días en el Tercer
Mundo a los más menesterosos. Asimismo van recogiendo
ancianos sin ninguna pensión para sus residencias. Tienen en
Teruel una casa para la recuperación de los drogadictos, sin
exigirles un céntimo.

Y con respecto al Colegio Hispano-Inglés, que han


adquirido en Pozuelo (Madrid), ya quisiera yo tenerlo cerca
de nuestra casa para mandar a todos mis hijos al cuidado y
ejemplo que nos dan los sacerdotes de Lumen Dei. Así
podría evitar las lágrimas que vierten tantos padres en mi
despacho al ver que los hijos -por no creer en nada- llevan
una vida disoluta, envueltos en el hedonismo y en la droga.

La santidad que todos le atribuyen al jesuita, padre


Rodrigo Molina, y a sus colaboradores, ha dado buen fruto
en muchas naciones. Por eso ha sido autorizada por 56
obispos, y he oído decir al arzobispo del Cuzco, monseñor
Alcides Mendoza, que: «El padre Molina es un enviado de
Dios». Pero como él y sus colaboradores viven el Evangelio
57
sin glosa y lo predican entero, son aborrecidos y odiados
por muchos, como lo ha sido nuestro Maestro y Salvador.

Fé Colao García

Publicado en “ABC” 29-Enero-1.996, en “LA VOZ DE ASTURIAS”


10-Febrero-1996 y en “LA NUEVA ESPAÑA” 12-Febrero-1996

58
14.- UNA MOSCA BLANCA

Después de leer la biografía del actor cinematográfico -


Mel Gibson-, me quedé estupefacto. Un hombre dandi que
aún no ha llegado a los cuarenta y está considerado como
el artista más atractivo de Hollywood, es decir, el principal
centro de producción cinematográfica de aquella nación
(Estados Unidos) y del mundo. Mel y su esposa, Rabin,
acompañados de sus seis hijos, asisten a misa bien temprano
todos los días. Los dos con el misal en la mano sonriendo a
la prole que les rodea y saludando con simpatía y gracejo a
sus colegas de iglesia.

Y cuando Mel se distancia para actuar en las películas


que le autoriza el director espiritual (como «Arma letal»),
su esposa se ocupa de pastorear a los seis hijos y
adentrarlos en el templo todos los días.

Y considerando que Juan Pablo II les parece un poco


liberal, Mel Gibson aportó 36 millones de pesetas para la
construcción de un templo donde se celebran las misas en
latín, conforme a las tradiciones del Concilio de Trento, es
decir, el párroco ha de estar de espaldas al público, mirando
a la cruz y al sagrario.

La capilla no tiene reclinatorios ni bancos, y así, la


familia Gibson y otros feligreses que asisten a esa misa,
tienen que arrodillarse en el duro suelo y continuar así todo
el tiempo que exige la ceremonia religiosa. Su esposa e hija
llevan el tradicional velo cubriendo la cabeza, y eso mismo
hacen también todas las señoras que asisten a ese templo.

59
Los actos de culto comienzan a las siete de la mañana
con el rezo del Santo Rosario y terminan una hora después.
Lo cierto es que esta familia tan popular en el mundo del
cine, con su ejemplo de fervientes católicos, ha conseguido
-sin intentarlo- los prosélitos suficientes para abarrotar el
templo todos los días.

Mel Gibson también considera demasiado aperturista al


Concilio Vaticano II. Asimismo es contrario al control de la
natalidad sin excepción de métodos, pues cree que en el
planeta azul existe riqueza suficiente para que los
menesterosos puedan incorporarse a una vida digna de todo
ser humano, pero no desdeña en absoluto el Magisterio del
Santo Padre y comprende que no puede hacer más por la
libertad, la justicia y la paz.

Mel cree que el puesto primordial de la mujer es el


hogar. En su casa -nos dice- tiene una misión sagrada como
la Virgen María la tuvo en la gruta de Nazaret. Ella se
entregó por completo al cuidado de su Unigénito y esposo.
Meditaba en su corazón de Madre los altibajos de la vida y
aceptaba buenamente los designios de Dios.

Estas son algunas de las creencias de esta estrella de


Hollywood. Con Mel Gibson se puede estar de acuerdo o
discrepar, pero su ejemplo como padre, como esposo, como
actor religioso que pasa todos los guiones a su director
espiritual para saber si debe o no firmar los contratos, creo
que debiera servir como modelo para todos los actores, y
así el mundo cambiaría un poco para mucho bien, teniendo
en cuenta el menosprecio que siente por el dinero,
comparado con la dicha que le infunde la ternura de su hogar
y el consuelo que recibe de Dios por la adoración que
60
diariamente le prodiga y las obras piadosas que realiza en
su Santo Nombre.

Acumulando tesoros para el cielo, donde ni la polilla


ni el orín los podrán corroer; lo que todos sabemos que no
sucede con las riquezas de la tierra. Por eso decimos que
Mel es una mosca blanca.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 16-Febrero-1996

61
15.- A PASCUAL Y MANUEL

Desde hace tiempo vengo leyendo con verdadera


fruición los escritos elocuentes y mesurados de don Pascual
Antonio Blanco. Siempre con cortesía y respeto hacia los
demás. Siempre con pleno conocimiento de lo que dice
com o buen pedagogo en t em as de rel igi ón. Y es
precisamente en la carta del pasado día 11 de diciembre
donde deja fuera de dudas la virginidad de María y también
la maternidad de un solo Hijo, no solamente porque siendo
un dogma de fe estamos obligados a creerlo todos los
católicos, sino porque también él lo expone con meridiana
claridad.

Pero don Manuel de León (28-1-96) intenta tergiversar


estas verdades reveladas en el Antiguo y Nuevo Testamento,
después de ser aprobadas por unos doscientos Papas, más
de veinte mil cardenales, millones de obispos, quinientos
mil mártires y un sinnúmero de santos que nos miran desde
los altares, exceptuando algunos disidentes. Y todo lo hace
con una expresión confusa y malsonante. Pues como buen
protestante, calumnia despiadadamente a Santo Tomás de
Aquino implantándolo en el puesto de los mismos herejes,
al decir que este gigante de la santidad y doctor de la Iglesia,
escribió en la más importante de sus obras -Summa
Theologiae- que «María también ha contraído el pecado
original».

Y cita a San Pablo en Romanos 5 y 3, donde dice:


«Así, pues, como por un hombre entró el pecado en el
mundo, y por el pecado la muerte, por cuanto todos habían
pecado». (También se dice en el mundo católico que todos
somos hijos de Dios, mientras el discípulo predilecto de
62
Jesús, San Juan, 1-12, solamente reconoce como hijos de
Dios a cuantos lo recibieron y creen en su nombre). Sin
tener en cuenta la forma de generalizar de San Pablo ni
tampoco haber caído en la cuenta de que el dogma de la
Inmaculada ha sido muy posterior a la vida del Santo. Y,
¿cómo pueden los anglicanos creer en María Virgen o en la
Virgen María?. ¿Dónde ha quedado su virginidad si dicen
que tuvo más hijos?, o ¿es que todos han sido engendrados
por obra y gracia del Espíritu Santo?.

Claro que aparece también como hijo único al


comprobar que sus padres frecuentan la fiesta de la Pascua
sin más hijos que Jesús, y aunque usted trate de tergiversar
esta cita de San Lucas 2, 41, otras muchas han sido
mencionadas en el escrito de don Pascual con evidencia
evangélica y perfecta exégesis. Y la frase «no la conoció
hasta que dio a luz» no implica que después tuvieran esas
relaciones. Es una traducción griega literal, de un original
semítico en el que la preposición «ad ki» resulta torpemente
reflejada.

También en Génesis 8, 7 se dice, a propósito del


diluvio, que el cuervo no volvió al arca «hasta que se
secaron las aguas». ¿Es que esto incluye que el cuervo
después de secarse las aguas volvió al arca?. El contexto
deja claro que no (véase 2 Sam 6, 23). Por eso, atendiendo
al contexto, algunos autores traducen el texto evangélico:
«Sin que la hubiera conocido, dio a luz a su Unigénito»
(Buzy).

Ahora le recomiendo que lea el Magisterio de la


Iglesia, de E. Denzinger, edit. Herder, donde dice: «Fue
concebida Inmaculada, esto es, inmune de mancha del
63
pecado original» y siga leyendo los marginales 256, 734,
792, 1073, 1100, 1641 y 2147, de los cuales solamente
citaré el 256: «Si alguno no confiesa, de acuerdo con los
Santos Padre, a María como SIEMPRE Virgen y su
virginidad INDISOLUBLE, sea condenado» (Papa San
Martín I, Concilio de Letrán).

Terminaré diciéndole a don Manuel que Jesús -como


todo buen hijo- se alegrará mucho de que los católicos,
aunque imposible, faltáramos a la verdad, situando a su
Santa Madre en un puesto tan honorable que no se lo
merezca; pero ¡ay! de aquellos que la calumnien rehusando
el magisterio que Él confió a sus apóstoles y, muy
especialmente, a los sucesores de San Pedro.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 21-Febrero-1996

64
16.- BALDUINO, EL REY SANTO

Se ha publicado la biografía del rey Balduino. El


eminente cardenal Suenens ha dado luz verde al libro que
lleva por título El rey Balduino, una vida que nos
interpela. Nadie podría escribir con más conocimiento y
rigor la vida privada del rey, pues el cardenal Suenens ha
sido amigo del monarca desde hace más de 35 años, y en
esa fecha le remite una carta que comienza con los siguientes
renglones: «Señor, quisiera ayudarle, en la medida de mis
posibilidades, a responder a la llamada de vuestra magnífica
vocación, al sueño de Dios sobre usted. Porque Dios tiene
un sueño y quiere realizarlo con usted, a través de usted y
en usted».

A partir de entonces, el cardenal Alfred Suenens, se


convierte en director espiritual del rey. Ahora se descubre
cómo conoció a Fabiola y cuáles fueron los medios
empleados: el cardenal Suenens tenía gran estima y
admiración por la mística irlandesa, Verónica O’Brien, y
puestos en contacto con Balduino, sabiendo que a éste no
le gustaban los bailes y siempre se escabullía de las
recepciones mundanas que le ofrecían las gentes de sangre
azul, le confiaron a la ilustre monja para buscarle en la tierra
de santos, místicos y doctores -España-, la futura esposa.

Verónica O’Brien que cuenta actualmente 90 años,


tiene un sueño premonitorio. Sueña con una habitación llena
de vestidos rojos y un cuadro de una mujer y un niño.
Algunos días después se dirige a España para cumplir su
misión secreta. Discretamente hace una encuesta entre las
jóvenes aristócratas españolas. Y alguien le pone en
contacto con una chica aristocráti ca de ferviente
65
religiosidad: es Fabiola de Mora y Aragón. Y ésta la invita
a tomar el té en su modesto apartamento. La monja capta
inmediatamente la presencia de una mujer excepcional, y le
pregunta: «¿cómo es posible que no tenga novio?».

«He rechazado a un joven diplomático en Washington,


porque me siento enraizada aquí», contesta Fabiola. ¿Se
casaría?, pregunta la hermana O’Brien. «Claro, como todas
mis amigas, no tenemos otro objetivo: perfeccionarnos para
nuestros maridos y dar a Dios y a España hijos dignos de
Dios y de la Patria. ¡Qué quiere, aún no me he enamorado!.
Me abandono en las manos de Dios y quizá Él me prepare
algo».

Continúa el diál ogo y Fabiola le m ues tra el


apartamento. Y en ese momento, la religiosa descubre en
una de sus alcobas aquel cuadro de la mujer con el niño
que había visto en sueños y muchos vestidos de color rojo.
«Es ella», escribe a Balduino. «Ella es alta, esbelta,
deslumbrante de vida, de inteligencia, de rectitud, de
claridad. Rostro oval, hermosa frente...».

Así dio comienzo el matrimonio ejemplar de los reyes


belgas. Y aunque todos sabemos que no procede el proceso
de beatificación hasta que transcurran los cinco años
después de la muerte, como en todas las leyes existen
excepciones, el Vaticano parece dispuesto a aceptar el
proceso de Balduino inmediatamente, máxime teniendo en
cuenta que el milagro ha llegado ya: la hermana carmelita
María Pía está convencida: «¡Es el rey Balduino al que le
debo el que mi cáncer haya desaparecido!». La metástasis
cancerígena que se había apoderado de su cuerpo

66
desapareció por su intercesión. Para ella, Balduino es ya
un santo.

Juan Pablo II, después de postrarse de rodillas ante


la tumba del rey Balduino, dijo que el monarca había sido
un gran ejemplo, y lo seguía siendo para toda Europa. Y
monseñor Antonio Fabrici, que trabaja en la Curia romana,
le parece que un gesto de este tipo es casi la promulgación
del decreto de santidad del rey.

Ante el clamor popular de los belgas en favor de la


beatificación de Balduino, el cardenal Danneels mandó
imprimir centenas de millares de estampas con la fotografía
del rey y la oración que sigue:

«Señor, Tú que nos has dado como pastor a nuestro


rey Balduino, que estaba atento a las necesidades de cada
persona y sobre todo de los más necesitados. Por él, te
damos gracias. Con él te confiamos este país que tanto amó.
Bendice a la Pareja Real y a este pueblo al que sirvió.
Amén.» También en la agenda de Balduino se encontró la
que reproducimos a continuación: «Ser rey es servir a la
verdad y sufrir por su pueblo. Señor, hazme sufrir con el
sufrimiento de los demás. Señor, no permitas que sea feliz
yo sólo. Señor, dame la angustia de la miseria universal y
líbrame de mí mismo, si tal es Tu voluntad. Amén».

Publicado en “EL COMERCIO” 23-Febrero-1996 y en “LA VOZ


DE ASTURIAS” 25-Marzo-1996

67
17.- LA IGLESIA Y EL PAPA

Existe una corriente progresista que está gritando


continuamente en los umbrales de la Iglesia conservadora, para
que ésta se sume a un evangelio inventado por los creyentes
que buscan la comodidad, y dado el conocimiento que tiene
Juan Pablo II de lo que Dios quiere y le exige, nunca podrá
retrechar un milímetro, porque el proyecto de vida que Jesús
ha diseñado para los que quieran merecer el nombre de
cristianos, es uno, único y eterno: «Pasarán el cielo y la
tierra y mis palabras no pasarán» (San Mateo 5, 18; San
Mateo 22, 35; San Marcos 13, 31; San Lucas 21, 33).

Y con esta certeza que le garantiza la fe al Sumo


Pontífice, tenemos que reconocer que son muchos los
disidentes que lo aborrecen y quieren enterrarle vivo. Pero
es mucho más considerable el número de fieles que lo
circundan siempre con ese influjo espiritual que sale de las
almas limpias y buenas.

Lo cierto es que la Iglesia sigue creciendo todos los


años, y no solamente por los agnósticos que se convierten con
la gracia santificante que va desparramando por el mundo el
Santo Padre, sino que también los anglicanos abandonan la
Reina «papisa» para sumarse a la Iglesia católi ca y al
Magisterio de Juan Pablo II.

Las conversiones en Inglaterra son muy numerosas, y


conforme a las informaciones de algunos diarios nacionales,
en el año que acaba de salir, han pasado a nuestra religión
más de seis mil anglicanos. Entre los cuales merecen ser
destacadas algunas personalidades muy sonadas: la madre
de la Princesa de Gales, Frances Shand Kydd, la Duquesa
68
de Kent, el ex obispo de Londres, Graham Leonard y la
primera sacerdotisa anglicana de Irlanda, Phyllis Fleury,
quien manifiesta que «la convicción absoluta la tuve cuando
fui recibida por la Iglesia católica en octubre del 95».

Es claro que estos personajes tienen las dimensiones


de un fenómeno muy amplio y, claro está, los secuaces
creyentes que se dejan llevar por el carisma e intelecto de
los protagonistas más notorios, cuando éstos se retractan
de haber seguido una religión que no es la verdadera, los
que fueron adeptos a la misma, salen en manada siguiendo
a sus ídolos, y así, nos parece que el anglicanismo terminará
sometiéndose a la obediencia que todos los cristianos le
debemos al Vicario de Cristo.

Y como no hay mal que por bien no venga, los


escándalos de la familia Real británica, también contribuyen
a que todo esto suceda, pues teniendo en cuenta que la
máxima autoridad de la iglesia anglicana es la Reina Isabel
II, ésta -contrariando los preceptos de Dios Padre y Dios
Hijo- ha pedido con urgencia el divorcio para su hijo el
Príncipe Carlos y la Princesa de Gales, y cuando la cabeza
suprema de una entidad religiosa menosprecia el contenido
de la misma doctrina que profesa, es claro que viene el
desmoronamiento de todo.

Y es que la secta anglicana tiene su origen en la


soberbia, el adulterio y el crimen que cometió Enrique VIII,
pues no conforme con repudiar a su esposa -hija de los
Reyes Católicos de España-, se enfrentó con el Papa y se
hizo proclamar jefe supremo y protector de la Iglesia de
Inglaterra, con lo que dio origen a la secta anglicana del
protestantismo.
69
Así consiguió la anulación de su primer matrimonio,
casándose después con Ana Bolena, a la que mandó
decapitar con el pretexto de adulterio. Y como Dios nunca
es viejo y «quien mal anda mal acaba», el resultado aparece
463 años después.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 25-Febrero-1996

70
18.- ¿A QUIÉN VOTAMOS?

Conforme a las disertaciones del Gobierno y de la


oposición, no podemos dudar que las pensiones están
garantizadas por todos los partidos políticos de implantación
nacional. Siendo así, bien puede seguir reinando el sosiego
entre los pensionistas, gane quien gane las elecciones
generales. Y tengo para mi que el cambio de poder nos puede
incrementar la inversión y producir más riqueza con menos
corrupción. Dicho esto, no vemos la posibilidad de
excusarse las almas buenas diciendo que son contrarias a
la corrupción y al aborto, pero que no pueden prescindir
de una pensión mínima que les garantice la supervivencia
económica.

Tal vez por todo lo que antecede y otras razones


humanitarias, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, monseñor
José Gea, hizo público un comunicado en el que dice con la
mayor claridad que un católico no debe votar a un partido
político que promueve el aborto, y como actualmente existen
dos partidos -PSOE e IU- que tienen previsto -si ganan-
ampliar la legislación abortista, el obispo afirma tajantemente
que los católicos -y tantos ateos de conciencia recta- no
pueden votar favoreciendo lo que ha sido calificado por el
Concilio Vaticano II como «un crimen abominable».

También cuatro de los obispos que componen la


Comisión permanente del Episcopado, nos han dicho la
influencia que debe tener la corrupción y el aborto a la hora
de votar, pues son temas muy decisivos que tenemos que
tener en cuenta los católicos que aceptamos la sumisión que
les debemos a los prelados y, muy especialmente, al Santo
Padre. Recordemos la encíclica «Evangelium vitae», en la
71
que afirma que la ley que autoriza el aborto «está privada
totalmente de auténtica validez jurídica. El aborto es un
crimen que ninguna ley humana puede legitimar».

«Hay quienes protestan -dice monseñor Gea- cuando


se compara el aborto con el terrorismo. Pero puesto que
los dos son atentados contra la vida humana, ¿podría alguien
aportar alguna razón que demuestre que el crimen terrorista
es peor que el crimen del aborto?. No pueden condenarse
unos atentados sin condenar los otros».

Y aceptando la libertad que Dios nos concede a los


hombres, sería absurdo penalizar a las madres que rehusan
el sostenimiento y cuidado del hijo no deseado, pero creo
que la peor de las soluciones es matar a esos inocentes,
pues el Gobierno bien podría construir residencias de
maternidad en lugares recónditos para que todas esas
madres tuvieran acceso gratuito a las mismas con los meses
o semanas de antelación al parto que ellas estimaran
oportunos, y una vez llegado el alumbramiento, regresar
nuevamente a sus hogares encubriendo la deshonra pública
que no pocas veces les induce a abortar.

Pues teniendo en cuenta que los 45.000 abortos que


se practican en España cada doce meses nos cuestan unos
250.000 millones de pesetas, pienso y creo que mejor se
gastaría un poco más para salvar esas vidas, presentando a
esos niños en las pantallas de TV y ofreciendo esos bebés
a los matrimonios que desearan adoptarles. Y si la oferta
fuese mayor que la demanda, ¿no sería una obra solidaria y
caritativa el costear los orfanatos necesarios para
salvaguardar la vida de los más inocentes?. ¿No es mejor

72
amparar y protejer la ley de derechos humanos que legitimar
el crimen abominable?.

¿¡Dónde está la conciencia y la moral de los


mandatarios políticos¡?. Después de lo dicho, ¿a quién
votamos?

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 28-Febrero-1996

73
19.- LUMEN DEI Y FÉ COLAO

Hemos leído con verdadera fruición la carta (10-2-


96) publicada en su Diario con este mismo título, firmada
por la Psicóloga Fé Colao. Y no pocos de los mil
simpatizantes que tiene la Obra en Asturias hemos hecho
fotocopias llenos de júbilo, pues todos estábamos
contristados por las imposturas que fueron vertidas en
algunos diarios desaprensivos y también en la televisión,
máxime los que hemos sido favorecidos por una Obra tan
santa y piadosa como es Lumen Dei.

D e s d e ha c e a ñ o s t e n go u n h i j o q u e p a de c e
esquizofrenia, y siendo un joven crecido y corpulento, nos
tenía amedrentados a todos en un apartamento de sesenta
metros cuadrados. Pues él vivía atosigado con el encierro y
su enfermedad, y nosotros no encontrábamos solución para
evitar el riesgo de ser agredidos por él en medio de una
familia numerosa. Intenté internarlo en alguna clínica
psiquiátrica en Asturias, pero con el sueldo de un obrero
como yo, resultaba imposible satisfacer las trescientas mil
pesetas que me exigían todos los meses, y en los centros
de la Seguridad Social no le aceptaban. Involucrado en este
dilema, hablé con el delegado de Lumen Dei en Asturias, y
éste me puso en contacto con el presidente general de la
Obra, padre Angel Casabón Vicente, quien rápidamente -
sin exigirme una peseta- me mandó llevarle al Centro que
tienen en Teruel para drogadictos y asistencia a los
deficientes mentales.

Allí me encontré con un joven sacerdote vestido de


sotana y crucifijo al cuello. Es un médico gijonés que
después de hacer los Ejercicios Espirituales con Lumen Dei,
74
dejó el empleo que tenía en la Seguridad Social y las
consultas, para entrar en el Seminario de Lumen Dei y ser
consagrado sacerdote seis años después. Ahora, José
Manuel Macho, atiende a los enfermos como médico y les
celebra misa todos los días, y cuál no sería nuestra alegría
al ver a nuestro hijo leyendo las lecturas que preceden a la
eucaristía y rezando el rosario en compañía de otros
enfermos y ex drogadictos. ¿No es ésto defender los
derechos humanos de los más necesitados? ¿Por qué
intentan destruir una Obra que vive exclusivamente para
servir a los pobres y desvalidos?. Terminaré diciendo que,
a unos y a otros: «Por sus frutos les conoceréis». Y que
Dios siga protegiendo a «La Voz de Asturias» para que siga
defendiendo la verdad, la libertad y la justicia.

Manuel Mesa Herías


Tel.: 554 31 51
Avilés

NOTA: Escrito por el autor del libro con el beneplácito del


padre del enfermo y firmado por él.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 6-Marzo-1996

75
20.- LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS

Es muy difícil educar bien a los hijos si sus padres no


disponen de una formación moral penetrante. También deben
de ser circunspectos en la cortesía y la urbanidad. Los buenos
modales transmiten el amor que les une a sus hijos y les impiden
proferir terminachos y respuestas negativas o malsonantes. No
son suficientes las lecciones verbales. El buen ejemplo tiene
que presidir siempre el hogar.

Y para las familias modestas que desconocen estas reglas


-y también para las que están en posesión de las mismas-, tienen
un soporte que lo abarca todo: la religión. Pues el amor a Dios
nos infunde en el ánimo un impulso moral y afectivo. Él nos
comunica en el alma un don de gracia que supera todos los
beneficios que aporta la cultura. Pues una cultura sin moral puede
darnos drogadictos y criminales inteligentes, lo que no es
concebible en el joven que disfruta de una buena formación
religiosa.

Esta experiencia o previsión la conocen perfectamente


un sinnúmero de padres que se gastan todos sus ahorros en
pagar las clases de sus hijos en colegios privados donde se
imparten clases de religión. Y lo más curioso es que no son
pocos los progenitores que no tienen formación religiosa
ninguna ni conocen las iglesias por dentro. Pero algo les
dice que por ese camino tendrán hijos obedientes y
honrados.

Los hijos necesitan ser castigados cuando cometen


faltas. El secreto está en saber el castigo que se les impone
y la forma con que se hace. La punición no puede ser para
expiar la culpa. Debe servir para la corrección. Y cuando la
76
falta es muy grave y nos mueve a la venganza, es necesario
reflexionar hasta que desaparezca la ira y, después,
persuadir al niño para que comprenda bien la falta cometida
y acepte razonablemente el castigo. Seguidamente deben
de hacerse las paces con él para evitar el rechazo y la
rebeldía.

Es muy importante saber manejar el castigo para


conseguir una educación aceptable, pero no lo es menos el
saber utilizar el premio cuando se lo merece. Un elogio
merecido les incentiva al esfuerzo y buen comportamiento. Y
por si el lector lo cree aceptable, me permito decirle cuáles
han sido los castigos que siempre utilicé con nuestros hijos.
Después de convencerles de que era necesario, les hacía
escribir a puño y letra cuatro folios enteros de lectura
religiosa, subrayando todas las palabras técnicas que
desconocían.

Seguidamente les exigía consultar el significado de cada


una en el diccionario y escribirlo también (permítaseme decir
que nunca se debe imponer un castigo a los hijos si no es
provechoso para ellos en un sentido u otro). El resultado
fue muy positivo, pues el hijo comenzó a escribir en el
periódico con catorce años y la hija con dieciséis. El método
también les ha sido muy útil par sus carreras. Pero nos
parece que tan mala es una autoridad rigurosa como lo es
la falta de autoridad. Y termino con unas palabras de Dios,
que yo acepto y sólo parcialmente he puesto en práctica:
«La vara y el castigo, dan sabiduría; el hijo consentido es la
vergüenza de sus padres» (Proverbios 29, 15).

Publicado en “EL COMERCIO” 13-Marzo-1996

77
21.- HURTÉ UN ABC

Señor director: La señorita que me vende todos los


días el ABC, el pasado día 22 de febrero me dijo que aún
no había llegado debido al temporal de la nieve. Unas horas
después lo compré en otro quiosco y leí la sección Religiosa
que tanto me interesa siempre. Después las cartas y el
editorial. También leí la columna de Jaime Campmany y
otras. Y cuando venía de vuelta camino de la iglesia, donde
asisto a misa todos los días, se me ocurrió regalarle el ABC
a la buena chica que antes no lo tenía, sonriendo lo cogió y
me dio las gracias. Pero luego me di cuenta que le había
hurtado un periódico a la Casa de ABC, teniendo en cuenta
que el periódico podía ser devuelto a la editora. Lo confesé
con mi director espiritual y me dijo que tenía que restituir el
valor del periódico al señor director. Ahora le envío cuatro
sellos de 30 pesetas cada uno y quedo en paz con mi
conciencia cristiana, para continuar comulgando todos los
días. Reciba un cordial saludo y mi admiración.

Respuesta del director de ABC, Luis María Anson,


con fecha 10 de marzo de 1996:

Mi querido amigo: Recibí su carta y le agradezco


mucho todo lo que en ella dice. Su actitud es ejemplar.
Un saludo muy afectuoso.

Firmado: Luis María Ansón

78
22.- GLOSA AL EVANGELIO

Cuando salía de la iglesia me encontré una señora


conocida con lágrimas en los ojos. Me detuve un momento
y me dijo: «Ha fallecido mi marido y tengo un hijo en la
UVI con un infarto. Usted sabe que soy católica y pido a
Dios todos los días para que me haga el yugo suave y la
carga ligera, pero no encuentro respuesta a Su promesa.
La carga que llevo es insoportable.»

Creo que algo parecido lo hemos experimentado


muchos católicos en más de una ocasión, y si no tenemos
una fe robustecida por el ejercicio espiritual y una vida
coherente con los preceptos de Jesús, enseguida dudamos
de Sus palabras, y nuestra religión se puede desmoronar a
cambio de la rebeldía.

Y es que antes de decirnos que «su yugo es suave y


su carga ligera», nos ha dicho que seamos perfectos, y como
nuestras imperfecciones -y pecados- son como el pan
nuestro de cada día, nos encontramos con un pie en la nieve
y el otro en la calefacción.

Tengo para mi que sólo los santos más relevantes


sintieron y encontraron siempre la veracidad que Cristo nos
promete en sus Evangelios.

¿Quién es el católico que no ha sentido alguna vez el


consuelo espiritual que Él nos depara después de abrirle el
corazón al confesor y practicar una obra de caridad
perfecta?. Y si esto es así, ¿cómo podemos saber el gozo y
la alegría que han experimentado los santos que viven el
Evangelio literalmente las 24 horas de cada día?. Pues el
79
yugo que les uncía a Jesús y la carga que les enviaba, estoy
seguro que no excedía a la que Él nos promete, a pesar de
las cruces que, aparentemente, las vemos espantosas.

No se puede conocer con perfección lo que no se


vive ni se siente.

Los que han sido ateos y un día se convirtieron al


catolicismo, tienen la experiencia facultativa para conocer
el intelecto de los que niegan la existencia de Dios, y
comprenden perfectamente el porqué de la corrupción, del
aborto, del divorcio, del hedonismo, de la droga y de tantos
males como nos acechan a causa de no saber que sólo Dios
sabe y también un poco los que piensan como Él y se
desvelan por cumplir sus sapientísimas enseñanzas. Las
mismas que se rehusan impartir en los colegios estatales.

Con todo, no estoy reprobando despectivamente a


los hombres antirreligiosos; ellos también buscan su felicidad
como los creyentes buscamos la nuestra, y como carecen
del espíritu sobrenatural que se hace imprescindible para
conocer la razón del hombre creyente, van legislando leyes
conforme a lo que creen el bienestar de la sociedad y de la
carne, y como la vida es tan corta, no son pocos los que no
les da tiempo a concienciarse de que cuanto más nos
distanciamos del querer de Dios, más desgraciados seremos
en esta y en la otra vida.

Pienso que los años que llevamos obedeciendo a una


Constitución sin Dios, nos pueden dar un ejemplo
aleccionador con todos los males que llevamos sufridos en
España, especialmente si pudiéramos ver en pantalla las
consecuencias nefastas de tantos jóvenes y familias que han
80
sido empujadas a la degradación moral, dejándose llevar
por las normas o leyes apóstatas que muchos incautos -con
buena intención- se abrazaron a ellas rindiéndoles culto a
sus ídolos. Y es muy posible que hasta no llegar al fondo
del caos continuemos así.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 19-Marzo-1996

81
23.- HA GANADO EL P.P.

Aunque el futuro de todos los españoles sólo Dios lo


conoce, juzgando con objetividad, creo sinceramente que
el pasado 3M ha sido un día jubiloso para todas las
personas que conozcan el caos político donde Felipe
González nos ha llevado a España, especialmente en los
últimos años de su desgobierno.

En primer lugar -obedeciendo a mi conciencia como


creyente y como persona humana-, el coladero infame que
se ha hecho en los tres supuestos del aborto, y la intención
abyecta y sagaz con que proyectaban el aborto libre y
gratuito, suprimiendo vidas inocentes, y dejando a las
mujeres incautas en una situación de desconcierto moral,
consternadas para toda la vida por no saber lo que hacen.

En segundo lugar, la permisividad de las leyes que han


incentivado la ejecución de unas mil víctimas a manos de
ETA, sin tener en cuenta los secuestros y los crímenes
perpetrados por delincuentes u homicidas comunes.

En tercer lugar, la propagación del hedonismo que a


tantas familias ha llevado a la perdición para toda la vida,
sin tener en cuenta los que sufren y mueren de SIDA (no
pocos por no haber propagado la continencia en vez del
amor libre), dejando de lado a los traficantes de droga que
han conseguido enriquecerse vulnerando las leyes penales,
mientras los pobres drogadictos y sus desgraciados padres y
familiares sufren como Cristo en la cruz. Y a todo esto lo
llaman progresismo.

82
En cuarto lugar -y muy importante-, la descristianización
solapada conque fueron hurtando lafe piadosa de tantos millones
de españoles que sólo pensaban en practicar el bien y vivir
felices en sus dignos hogares, llegando a prohibir los
crucifijos en los colegios y sometiendo a los alumnos al
ateísmo materialista para sumarlos a la cúpula de un
Gobierno hedonista con una gran parcela de corruptos.

En quinto lugar, han contratado a dedo más de


300.000 funcionarios laborales, con contratos renovables
cada seis meses, sin conseguir frenar el paro más galopante
de todos los países de la Comunidad Europea, sin tener en
cuenta que llegaron al poder en 1982 con una deuda pública
de 5,8 billones, mientras hoy reconocen oficialmente 45,24
billones. Entretanto, el P.P. se teme que la deuda alcance
los 60 billones. Ahora lo sabremos.

En sexto lugar, han gastado un billón y medio de


pesetas en el PER, manteniendo deliberadamente la pobreza
en Andalucía y Extremadura para asegurarse más de un
millón de votos de subsidiados y familiares, que han tenido
que votar sin el secreto de las cabinas, vigilados por quienes
les subsidian. Y más de medio billón de pesetas se han venido
gastando en subvencionar las televisiones públicas para
obtener el fruto de la propaganda favorable y encubrir las
verdades de lo que hacen.

Y en séptimo lugar, nos preguntamos: ¿nos han


devuelto algo del dinero usurpado por Juan Guerra?, ¿por
Mariano Rubio?, ¿por Roldán?, ¿por el caso Urralburu?,
¿por las tramas para la financiación irregular del PSOE?,
¿por los negocios de García Valverde y Alberto?, ¿por la
venta fraudulenta de Intelhorce con el beneplácito del
83
Gobierno?, ¿por el caso de la ex directora socialista del
Boletín Oficial del Estado?, ¿por el suceso de la Cruz Roja?,
¿por los fondos reservados que se repartieron entre los altos
cargos del Interior?. Esto es una minucia irrisoria de lo
poquito que todos sabemos.

Y ahora pregunto: ¿Cree el amable lector que el


Gobierno socialista podría continuar pagando las mismas
pensiones a los siete mil pensionistas, teniendo que abonar
diez mil millones de pesetas diarias de intereses?. Demos
muchas gracias a Dios y a los españoles inteligentes que
nos han quitado esta plaga de estólidos, optando por el
cambio.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 7-Abril-1996

84
24.- TIENE DUDAS DE FE

Es un hombre muy bueno. Cuenta 85 años y está


jubilado desde hace más de veinte. Pasó buena parte de su
vida trabajando en el Banco de Bilbao, con un cargo
importante. Tiene esposa, hijos y nietos. Tampoco le falta
nada económicamente. Su recato y modestia dulcifican a
todos los amigos que le rodean. Participa en el rosario que
precede a la misa, todos los días, en la iglesia de San
Lorenzo, y después de comulgar, los amigos leales le esperan
en el Paseo de Begoña para dialogar con él. Atiende a todo
lo que le dicen y habla muy poco. Es tímido y piensa mucho
en la muerte.

- Creo en Dios -me dijo-, pero no comprendo que


todos esos cuerpos que bajan al sepulcro puedan
reconstruirse para resucitar en cuerpo glorioso, después de
haber sido devorados por los gusanos. También comulgo
todos los días y siempre me pregunto: ¿Cómo es posible
que una migaja de pan pueda transformarse en el cuerpo y
la sangre de Jesús?. Tú que tienes fe, ¿cómo ves todo esto?.

- Para Dios todo es posible -le dije-. Más que la


resurrección es la creación. Y ahora te contaré una anécdota
de Ne wt o n, pu es cua ndo s u s a m i gos ne gab an l a
resurrección, el sabio mandó traer hierro en polvo y arena.
Los hizo amalgamar minuciosamente, y después preguntó a
sus amigos quien sería capaz de desjuntar el polvo de hierro
de la arena. Seguidamente cogió un imán, lo puso en
contacto con el polvo de hierro y la arena y todas las
partículas de hierro quedaron adheridas al imán. En ese
momento arguyó Newton: «Dios que le ha dado fuerza al
imán para recoger todo el polvo de hierro perdido entre la
85
arena, ¿por qué no ha de poder darle a nuestras almas la
fuerza suficiente para agrupar el polvo disperso del cuerpo
humano?».

El humilde amigo sonrió con gracejo y satisfacción, y


luego me dijo: «Y, acerca de la transubstanciación, ¿qué
me dices?».

- Este gran misterio lo han ilustrado perfectamente los


santos: Si Dios nos ha dado un poder natural para
transubstanciar el caldo y las patatas, los tomates y las
alubias, el pan y la salsa, el queso y las frutas, y un largo
etcétera, en la carne y la sangre que forman nuestro cuerpo,
también ese mismo Dios tiene poder para transubstanciar
el pan en su cuerpo y su sangre. Ahuyenta las dudas que te
infunde el demonio y acepta las verdades de Dios.

- Nunca había oído esto -me dijo-. Creo que esta


forma de raciocinar debieras de publicarla para levantar un
poco el ánimo de los que piensan como yo y se encuentren
en la recta final de la vida. Me alegraste un poco y tengo
menos dudas.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 15-Abril-1996

86
25.- PENÉLOPE CRUZ Y MADRE
TERESA

Creo que todos soñamos con algo en la infancia, y si


el sueño se afinca dentro del ámbito de nuestra capacidad
intelectual, sólo depende del tesón para convertirlo en
realidad. Penélope Cruz es una actriz española que todos
conocemos, y el sueño premonitorio de su infancia siempre
ha sido el mismo: «Cuando sea mayor me gustaría hacer un
par de buenas películas al año y el resto del tiempo dedicarlo
a los niños más necesitados. A aquéllos por los que vela
una gran mujer, la madre Teresa de Calcuta».

Ahora -después de haber conseguido hacer sus


películas- la vemos en las instantáneas de las revistas del
corazón, en las zonas más pobres de Calcuta, cogiendo en
sus brazos un bebé mientras conversa con un leproso. Y
nos dice que «entrar en un orfanato donde hay centenas de
bebés es como entrar en un paraíso».

Todo parece que la llegada a Calcuta, capital de


Bengala, con quince millones de personas que viven en esta
ciudad mísera, donde más de siete duermen en las calles
por falta de techo y se mueren de hambre, es algo que nos
incita a practicar el bien. Esa utilidad beneficiosa que nos
ha sido dada de lo alto y que no pocos la tenemos
adormecida, hasta que un fermento suave y acariciante como
el de la Madre Teresa, despierta nuestra conciencia, y así, miles
de jóvenes y algunas actrices como Penélope, deciden poner
en práctica un deber que todos conocemos: compartir lo mucho
que nos ha sido dado con los que nada tienen.

87
Penélope sabe muy bien que la obra ingente de la
madre Teresa de Calcuta (más de 400 fundaciones en los 5
continentes) brota de ese manantial inagotable que es la
gracia que Cristo desparrama sobre las personas que le
siguen literalmente. Por eso, cuando llega a Calcuta, después
de ent regar un s i nnúm ero de m edi ci nas para l os
tuberculosos y abundante material escolar, sigue a las
Hermanas de la Caridad hasta llegar a la humilde capilla
que tienen en la casa madre. Allí se arrodilla sobre las
esteras que substituyen a los bancos y reclinatorios, y una
hora después -al terminar el rosario y la Misa-, Penélope
se da cuenta de que la religiosa decrépita que se encuentra
a su lado con las manos pegadas al rostro, es la madre
Teresa.

La religiosa sabe quién ha tenido a su lado, y sabe


también que la joven bellísima quiere dar a conocer las
necesidades de su obra, y entonces, en un gesto de ternura
y amor, pone sus manos sobre la cabeza de Penélope
pidiéndole a Dios la bendición para la actriz famosa.

- ¿Cómo ha hecho el viaje?, pregunta la madre Teresa.

- Muy bien, madre. Me siento feliz de estar con usted


y con los más pobres.

- Tengo mucho interés en que conozca las casas, la


leprosería; que trabaje ayudando a los pobres, también a
los niños, que rece. La oración y el trabajo son siempre mi
recomendación. Si quiere hacer algo, ayúdenos a crear
centros en España para que los enfermos terminales de Sida
reciban amor y puedan morir en paz con Dios... Hable con
los obispos y escríbame.
88
- Así lo haré, madre.

Penélope termina diciendo que las palabras se quedan


cortas para expresar el consuelo que siente en el alma
después de practicar -día a día- la caridad que infunde en
su ánimo la Santa de Calcuta y la asistencia a los pobres.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 16-Abril-1996

89
26.- PARA UN HOMBRE BUENO: DON
MANUEL

Leí su carta (13-3-96) impregnada de réplicas, y me


duele profundamente el deshonor que le propina a nuestra
Santa Madre, la Virgen María, y creo que su único Hijo,
Jesús -al que usted ama-, se habrá estristecido también.

Sabiendo el reducido espacio que nos conceden,


intentaré quedarme por debajo de las tres columnas que
me envía, dejando de responder a lo que me parece menos
importante. Acepto lo que me dice de Santo Tomás, pero
le reproduzco las últimas palabras pronunciadas por él
después de recibir el viático. Unos instantes antes de
morirse: «Todo lo que he escrito me parece que no es sino
paja, en comparación de lo que en los últimos días de mi
vida me ha sido revelado. Tampoco persiste mi opinión
obstinadamente, sino que si alguna vez me expresé con error,
yo lo someto al juicio de la Santa Iglesia Romana, en cuya
obediencia salgo ahora de este mundo».

Ahora habla la Santa Iglesia Romana: Bula definitoria


«Ineffabilis Deus» de Pío IX, dice: «La Santísima Virgen
María, en el primer instante de su Concepción, fue
preservada libre de toda culpa original... ha sido revelada
por Dios, y, por tanto, debe creerse firme y constantemente
por todos los fieles». El Papa habla en la Bula de Definición
de la santidad y gracia de la Virgen, «que no se concibe en
modo alguno mayor después de Dios, y nadie puede
imaginar fuera de Dios».

Y en la Definición solemne de la Inmaculada


Concepción, dice así: «Con la autoridad de nuestro Señor
90
Jesucristo, la de los santos apóstoles Pedro y Pablo y la
Nuestra, declaramos y definimos que la Virgen María fue
preservada inmune de toda mancha de pecado original, en
atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género
humano.

Por lo cual, si alguno tuviera la presunción de disentir


en su corazón de aquello que hemos definido, lo cual Dios
no lo permita, sepa y sea consciente de que se ha condenado
a sí mismo por su propio juicio, que ha naufragado en la fe,
y que se ha apartado de la unidad de la Iglesia. Y además,
que, por ese mismo hecho, incurre en las penas establecidas
por el Derecho, si tiene el atrevimiento de manifestar de
palabra o por escrito o de cualquier otro modo externo lo
que piensa interiormente».

Todo esto ha sido aceptado por Santo Tomás de


Aquino, conforme a la confesión pública que hizo cuando
agonizaba. Y acerca de lo que me dice de Inocencio III, he
leído su biografía y no aparece nada de lo que usted
manifiesta. Ignoro de dónde lo ha sacado. Pero es de tener
en cuenta que los dogmas de fe que no aparecen en el
Evangelio, se han ido consolidando a través de los siglos y
un sinnúmero de revelaciones divinas que Jesucristo ha
tenido a bien el comunicarlas a los místicos, santos y
taumaturgos.

Es de notar que el Evangelio se ha ido descubriendo


a trancas y barrancas, y todavía nos queda mucho que
aprender de las palabras de Jesús. Y esto ha dado lugar a
los errores cometidos por la Iglesia e incluso por algunos
Papas. Pero hace más de 500 años que la Iglesia nos honra
y nosotros debemos de encumbrarla como se merece,
91
dejando de lado la ignorancia de los primeros fieles y
perdonándolos como nosotros queremos ser perdonados.

Termino con unos versos que afluyen de la fe y de la


sabiduría popular:

«Aunque se empeñe Molina


el rector y el provincial,
el convento de Medina
y se cuelguen de un peral,
la Virgen fue concebida
sin pecado original.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Abril-1996

92
27.- LA SABIDURÍA

Una vez más he leído con verdadero interés el libro


de la Sabiduría. La historia nos dice que lo escribió un judío
helenista de Alejandría, pero no tiene mayor importancia
conocer el origen del autor ni saber que fue manuscrito cien
años antes del nacimiento de Jesús. Lo más importante es
aceptar con júbilo espiritual la sabiduría que encierra y
ponerla en práctica, sintiendo en el alma la ilustración del
autor y el movimiento sobrenatural con que lo redacta
impecablemente, dejando en parvedad todo el conocimiento
humano.

Si sabemos que el principio de la sabiduría es el temor


de Dios (Proverbios 2, 5-6), muy poco nos pueden enseñar
los que no le temen. Y comienza diciendo: «Amad la justicia
los que gobernáis la tierra; pensad rectamente del Señor y
buscadle con sencillez de corazón, porque en el alma
maliciosa no entrará la sabiduría ni morará en cuerpo esclavo
del pecado». Si ahora tenemos en cuenta que la última
novedad de muchas generaciones vivientes es el placer
hedonista y la corrupción, veremos que la verdadera
sabiduría ha desaparecido -en buena parte- de la tierra y
vivimos en un callejón sin salida dando palos de ciego.

Es claro que existen numerosas excepciones. Hay un


sinnúmero de jóvenes y mayores que rechazan el
permisivismo de forma exacerbada y doblan sus rodillas ante
el Poderoso, huyendo de la degradación moral que están
viendo todos los días en su entorno, pero el ambiente
contaminado y contagioso que nos propinan la mayoría de
los gobernantes y repúblicos, lejos de detraer los males,
los van extendiendo como el riego sobre el pavimento. Pero,
93
«el espíritu del Señor llena el universo, y el que todo lo
abarca, tiene conocimiento de cuanto se hace. Por esto nadie
que hable impiedades quedará oculto, ni pasará de largo
ante él la justicia vengadora» (Sabiduría 1, 7 y 8).

Lo que me parece más importante en el libro de la


Sabiduría es que en él nos encontramos por vez primera en
la Biblia con todo el espectáculo de la felicidad en la otra
v i da , co m o r e c om p e ns a a l a s a d ve r s i d a d es y
consternaciones que vamos soportando en esta.

La Providencia nos deja muy clara la nueva luz que


nos espera, mientras los griegos de aquella época no se
atrevían a pensar en la inmortalidad, temerosos de
ilusionarse con un sueño. Pero el autor de la Sabiduría no
duda en afirmar que los que mueren «parecen estar muertos,
pero están en paz, viven para siempre».

El autor de la Sabiduría también hace una exhortación a


los reyes, aunque la cita es un poco larga, merece la pena
reproducirla: «Oíd, pues, reyes, y entended. Aplicad el oído
los que imperáis sobre las muchedumbres, porque el poder
os fue dado por el Señor, y la soberanía por el Altísimo,
que examinará vuestras obras y escudriñará vuestros
pensamientos; porque, siendo ministros de su reino, no
juzgasteis rectamente, y no guardasteis la ley, ni según la
voluntad de Dios caminasteis.

Terrible repentina vendrá sobre vosotros, porque de


los que mandan se ha de hacer severo juicio, pues el
pequeño hallará la misericordia; pero los poderosos serán
poderosamente atormentados» (Sabiduría 6, 1 a 6).

94
A los que todo esto les parezca un cuento de hadas,
les ruego me perdonen por la seguridad que tengo en todo
lo que Dios nos revela, y me lo confirma más aún la confusa
panorámica que nos rodea, y nos quiere arrastrar al mismo
lodazal donde viven los hombres disolutos y voluptuosos
por falta de luz.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 28-Abril-1996

95
28.- LA FÁBRICA DE SANTOS

Este es el título del libro que ha publicado el ensayista


Kenneth Woodward. Un libro en el que hemos podido ver
la labor ingente de Juan Pablo II. Un hombre que dedica
ocho horas diarias al ejercicio espiritual: maitines, misa,
acción de gracias, rosario, laudes, meditaciones y
penitencias exhaustivas, lectura religiosa interminable para
conocer en profundidad la vida de los siervos de Dios que
beatifica y canoniza, y un largo etcétera que lo hacen cada
día más exigente con esa perfección a la que Cristo nos
llama a todos, y muy especialmente al que Él ha puesto para
substituirle en la Tierra.

Conforme a los datos que muestra este libro, más de


mil santos y beatos es la aportación del Papa al santoral, es
decir, más beatificaciones y canonizaciones, en diecisiete
años de Pontificado, que en el resto del siglo. Y es necesario
comprender que no se trata de leyendas doradas. Sí es
verdad que los santos son hombres como nosotros, pero
han sabido hacer frente a las miserias humanas, a los traspiés
que tantas veces les fueron propinados por los hombres
mundanos y también por otros muchos de su misma profesión
religiosa.

Los santos cayeron muchas veces de bruces en el


barranco de los escombros, pero siempre se levantaron a
tiempo con más ímpetu y más humildad, porque la santidad
consiste en saber y creer que Dios es omnisciente y siempre
le tenemos a nuestro lado como Padre bueno y justo, y su
misericordia sólo nos envía o permite lo que más nos
conviene para acrisolar nuestras almas y detraer las penas
que merecen nuestros pecados cuando llegue el momento
96
irreversible de abandonar la tierra. Tengo para mi que este
es el secreto de los santos y la base fundamental donde se
apoya el heroísmo para poner en práctica el ideal sublime
que los caracteriza. Siempre con la razón iluminada por la
fe.

Distraído con mis pensamientos, retorno a los datos


que me ofrece «La fábrica de santos»: Juan Pablo II ha
conseguido subir a los altares 728 beatos en 93 ceremonias,
y 274 santos. También se encuentran en Roma más de 200
causas listas para sentencia y varios centenares de procesos
y, como siempre, España figura a la cabeza con 247 beatos.
Francia ocupa el segundo lugar con 191, la mayoría mártires
de la Revolución Francesa. También ha canonizado a 117
mártires vietnamitas, mientras que en otra ceremonia
proclamó 122 mártires de la Guerra Civil española.

Es de tener en cuenta que los mártires no necesitan


hacer milagros para ser beatificados, si bien que heroico y
milagroso nos parece el que, siendo el instinto más fuerte
en el hombre el de la preservación de la vida, se enfrenten
a las metralletas y torturas entonando canciones piadosas y
dando vivas a Cristo. Pues sólo la fuerza de lo alto les puede
dar el valor suficiente o calidad de ánimo para soportar el
trance más inclemente de nuestra existencia.

Y todo esto por no decir una mentira en la continua


presencia del Señor, pues con retractarse de la fe que tenían,
casi todos los mártires hubieran salvado sus vidas. Pero el
ejemplo que nos dan y el fruto de los millones de libros que
se publican con sus biografías en los cinco continentes, todo
se hubiera perdido y, finalmente, ellos hubieran muerto sin
la corona del martirio y sin la mayor gloria de Dios.
97
Publicado en “EL COMERCIO” 29-Abril-1996

98
29.- JOSÉ MARÍA ALDAYA

Los colaboradores espontáneos siempre llegamos


tarde con las noticias de actualidad, y para mayor INRI
nos hacen esperar una semana antes de la divulgación del
artículo.

Intentando justificar lo extemporáneo del suceso


Aldaya -conocido por todos desde hace doce meses-, se
me ha ido la imaginación por otro camino. Ahora quiero
decir que don José María Aldaya tiene que estar muy
agradecido al pueblo español por las manifestaciones
ingentes en favor de su liberación. Pero nos parece que no
han servido de nada, pues si la familia no hubiera pagado el
rescate, el cautiverio terminaría con un tiro en la nuca, y
tengo para mi que lo que quiere ETA es la mayor publicidad
de sus atrocidades.

Si el literato presume de su buena pluma y el artista


se jacta del éxito que le propinan sus secuaces, los verdugos
desalmados también presumen de su «heroica» estrategia,
y tanto más cuanto más la divulguen en las plazas y en todos
los medios de difusión, y si no fuese así, ¿para qué reivindicar
todas las barbaries que cometen?. Pienso y creo que lo
mejor sería silenciar todos los atentados y actuar con más
eficacia las fuerzas de Seguridad del Estado, al menos les
quitarían el placer que disfrutan los etarras viendo la
agitación que consiguen llevar a todos el país.

Durante los once meses que estuvo secuestrado el


señor Aldaya, nos han bombardeado con noticias y detalles
de su cautiverio. Pero se ha silenciado mucho el ideal
sublime del valiente empresario, pues la víctima ha
99
confesado el amparo que le infundió la fe en Dios para
soportar estoicamente la soledad y el sobresalto continuo
que produce el riesgo de muerte en cualquier momento.

Tampoco se ha dado pregón a las más de veinte mil


avemarías que ha rezado implorándole a la Madre de Dios
que intercediera por su vida y el consuelo de sus queridos
familiares; todo parece que nos infunde miedo el hablar de
Dios y confesar nuestra fe, es decir, la virtud más generosa
y sobresaliente que puede llevar en el alma el que se siente
hijo de Dios y heredero del cielo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 10-Mayo-1996

100
30.- SIGUIENDO SUS HUELLAS

Han hecho llegar a mis manos el libro titulado


«Siguiendo sus huellas». La 6ª edición fue publicada en
1988. Confieso que nunca había leído un volumen con tanta
enjundia espiritual. Es una recopilación de párrafos escritos
por más 150 santos y beatos de todos los tiempos. Y a
pesar de los siglos que los separan, existe una similitud
pasmosa entre los 150 pensamientos. Lo mismo los más
modernos, que los místicos del siglo XV, y los taumatúrgicos
del siglo pasado; todos coinciden en el buen provecho que
han conseguido extraer de las tribulaciones y el dolor.

Es claro que han sabido encauzarlo conforme a las


bienaventuranzas que nos narra Jesús en el Evangelio, pues
todos estaban embebidos del agua que Cristo le ofreció a
la Samaritana. Esa gracia que salta hasta la vida eterna, y
que aquél que la bebiera no tendrá sed jamás. Por eso no
reclaman nada; todos han hecho la voluntad del Padre y
sintieron el bien que les hacía con las cruces espantosas
que les enviaba. Creo que la lectura de este libro sería muy
conveniente para llevar con longanimidad las aflicciones y
el sufrimiento que a todos nos visita con más o menos
frecuencia.

No son pocos los católicos que se preguntan el porqué


Dios les envía o permite las desgracias que todos
conocemos, sin tener en cuenta que nadie es mejor que la
Virgen María ni tampoco ha habido otra dama que sufriera
más. Pues nadie puede saber con certeza si es peor estar
viendo morir a un hijo tan santo en la cruz o ser crucificado
uno mismo. Y los dos -Madre e Hijo- tuvieron que pasar

101
por el Calvario. Pero, ¿qué sería de nosotros si todo esto
no hubiera sucedido?.

Me refiero -claro está- a los fieles que creen en el


bien que hacen las apariciones reconocidas por la Iglesia y
a los que no dudan que Cristo ha dado su vida en rescate
por muchos. Y aquí es necesario reflexionar y comprender que
no siempre se trata de castigos, sino de h ac er no s
corredentores con la pasión y muerte del Mesías, y si los
católicos lo entendemos así, ya tenemos el mejor lenitivo
para llevar con optimismo todos los males que nos acechan.
Y si el grado espiritual es elevado, nos sentiremos elegidos
de Dios, tanto más cuanto más espantosas sean las cruces
que Él nos envía.

Bien sé que estos temas les parecen absurdos a los


increyentes, pero, aún dejando de lado la vida sobrenatural, si
desdeñamos lo que antecede, el dolor que no respeta a nadie
y a todos nos visita, lo incrementamos mucho más y sólo
nos sirve de rebeldía y desesperación, hasta el extremo que
no pocos han llegado al suicidio, mientras a los hombres
espiritualizados les ha servido de acicate para agudizar el
filo de la inteligencia y defenderse mejor en la vida cotidiana.
Por aquí vemos que si, aunque imposible, Dios no existiera,
merece la pena creer en Él y seguir sus preceptos.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 12-Mayo-1996

102
31.- EL BIEN QUE HACE LA IGLESIA

Nunca he llegado a comprender bien a los detractores


de la religión, y menos aún cuando éstos nos hablan de
derechos humanos y de libertad. Entiendo que un hombre
pueda ser indiferente en el ámbito espiritual. Pero esa
inquina destructiva que nos muestran algunas veces en la
televisión y en algunos rotativos, proferida por hombres y
señores de vasta cultura, me hace pensar que carecen de
moral y de buena intención, porque ya se ha dicho con
mucho acierto que la moral es hija de la justicia y de la
conciencia, es decir, es una especie de religión universal.

Creo que no puede haber un acto más respetable que


entrar en un templo y ver una multitud de gente postrada de
rodillas implorándole a Dios la paz que necesitan y la solución
de sus problemas, máxime sabiendo que la mayoría de los
fieles son hombres y señoras decrépitos que se encuentran
en la recta final, y viven sus últimos días con la esperanza
de hallar a sus seres queridos en la otra vida, y encontrar
esa felicidad que nadie ha conseguido, en la vida eterna.

Por eso, intentar disuadir ese ideal cognoscitivo y sublime,


me parece un atentado contra la libertad y el derecho. ¿Qué
sentido tiene deturpar las creencias que hacen al hombre
magnánimo y generoso con una esperanza que trasciende todas
las fronteras?. Un ejemplo claro de lo que antecede lo testifican
los pobres mendigos que se pasan mañanas y tardes con sus
manos abiertas a las puertas de las iglesias esperando la caridad
de los fieles.

Creo que los señores antirreligiosos debieran de


respetar más a los 929 millones de fieles, sabiendo que sólo
103
en España tenemos más de un millón de personas que
reciben asistencia médica en hospitales dependientes de
religiosas, y cerca de dos millones de alumnos estudian en
sus colegios y centros universitarios. También debemos de
agradecer a las monjas de San Vicente de Paúl -sólo en
Gijón- las miles de comidas que están dando en la Cocina
Económica todos los meses al precio de 100 pesetas cada
almuerzo para los indigentes y drogadictos.

Asimismo, nos parece admirable que las Hermanitas


de los Ancianos Desamparados -sólo en Avilés- cuiden y
alimenten a más de 300 ancianos que no pocos han sido
abandonados por sus hijos y familiares, y que estos pobres
-en su mayoría- reciben todo gratuitamente a costa de las
limosnas de los católicos, exceptuando a los que tienen una
pequeña pensión. Pues todavía tenemos en España
cincuenta y cuatro mil monjas y más de veintitrés mil frailes.

Es decir, un piadoso ejército de mujeres y hombres


que llevan adelante cientos de colegios, hospitales,
orfanatos, asilos, parroquias y todo tipo de obras sociales
y religiosas, gracias a esa fe en Dios que actualmente tantos
la quieren destruir sin saber ¿qué interés les mueve?. Pues
aunque la Iglesia no sea tan buena como Cristo nos exige,
¿quién puede acusar a un solo obispo (entre los cuatro mil
que regentan las 2.600 diócesis) por haber usurpado
riquezas?.

Publicado en “EL COMERCIO” 16-Mayo-1996

104
32.- ENRIQUE ROJAS Y LA
PSICOLOGÍA

Desde hace muchos años vengo leyendo los escritos


de don Enrique Rojas. Me apasiona todo lo que se destila
de la psiquiatría y la psicología. El eminente psiquiatra y
escritor, después de licenciarse en la ciencia que trata de
las enfermedades mentales, parece sentirse más adentrado
en la psicología.

Pues como buen católico lleva escrito mucho sobre


esta parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y
actuaciones. Y aunque la psicología haya sido vulnerada por
autores ateos, se define como todo lo concerniente al
espíritu. Es la forma que todos tenemos de sentir en lo más
recóndito de nuestras almas, es la síntesis de la moral y las
buenas costumbres que nos caracterizan como personas
responsables, por que llevamos dentro ese termostato
providencial que nos alerta y nos marca una línea divisoria
entre el bien y el mal que practicamos.

Por eso se ha dicho muchas veces que la conciencia


es la ley de Dios escrita en el corazón humano. Ley y Dios
que sólo la religión nos hace conocer en profundidad, y hasta
los hombres antirreligiosos suelen despedirse de la vida
terrena diciendo que mueren con la conciencia tranquila,
pues en el fondo de sus almas quieren demostrar a ese Dios
que niegan, cómo han actuado conforme al sentimiento de
su corazón, subyugando el daño que han podido hacer en
pro de una felicidad temporal y malograda.

Inversamente, los santos y buenos católicos que han


vivido con abnegación y sacrificio, practicando el bien, se
105
despiden de nosotros suplicándonos que roguemos a Dios
por la salvación de sus almas. Y es que sus conciencias han
sido iluminadas con la luz fulgurante del Paráclito. Y Ésta
les ha hecho ver los pecados de omisión que casi todos
com etemos a diario, y les ha dado a conocer las
imperfecciones que Cristo rechaza, mientras algunos
increyentes han buscado el amparo de sus conciencias en
la comodidad que propina la lobreguez, obedeciendo al yo
soy y yo valgo.

Don Enrique Rojas nos dice que la felicidad consiste


en tener buena salud y mala memoria, es decir, no memorar
nunca las tribulaciones del pasado. Pero si el pasado les
atormenta, es claro que estos señores pletóricos de salud
tampoco han sido felices. También cree que no hay vida
que merezca la pena si no está presidida por la voluntad. Y
es que la vida se nos concede con la voluntad adjunta para
moldear el cuerpo al querer de una conciencia bien formada.
Porque la conciencia, además de ser una propiedad del
espíritu humano, es también el conocimiento del bien que
debemos de hacer y del mal que somos llamados a evitar.

Tal vez por eso nos dicen los más eminentes exégetas,
que al comparecer en el tribunal de la Providencia,
tendremos como juez a Jesucristo, y como testigo de cargo,
la conciencia. Siendo así, pienso y creo que, en el breve
camino de la vida, merece la pena hacernos amigos de Jesús
y reconciliarnos bien con nuestra conciencia.

Publicado en “LA NUEVA ESPAÑA” 18-Mayo-1996 y en “LA VOZ


DE ASTURIAS” 21-Mayo-1966

106
33.- PESO Y VOLUMEN DE UN BILLÓN
Y DEUDA PÚBLICA

Hace unos días me decía una señora que Miguel Boyer


se había gastado mil millones de pesetas en un chalet, y
luego me preguntaba que de dónde habría salido ese billón.
Estamos en España -le dije-, y mil millones sólo en América
suman un billón. Ahora, pensando que todavía pueda haber
alguien que desconozca la cantidad de pesetas que se
agavillan en un billón, me permito decirle a esa buena señora
y a los que pudieran pensar como ella, que un billón de
pesetas es la suma de un millón de millones, y en billetes de
mil pesan un millón de kilos, es decir, mil toneladas.

El volumen se puede imaginar distribuyendo el billón


en cien camiones de diez toneladas de billetes de mil cada
uno. También es concebible la balumba sabiendo que un
fajo de un millón de pesetas mide catorce centímetros de
largo, y para colocar el billón en fila sería necesaria una vía
de catorce kilómetros de longitud.

Este comentario inocuo me lleva a pensar en el déficit


que nos ha dejado el PSOE, pues cuando esto escribo se
ha dicho en algún rotativo que la deuda pública puede
alcanzar los 60 billones.

Y como sólo hay dos formas de pagar las deudas:


esforzándose para aumentar los ingresos o luchar para
disminuir los gastos, nos encontramos con que si el Gobierno
del señor Aznar no disminuye los sueldos y pensiones de
todos los españoles, tendrá que aumentar los impuestos, y
si los impuestos se agravan más de lo que están, el cierre
d e u n s i n nú m e ro d e e m pr e s as e s i n m i n e nt e ;
107
consecuentemente, aumentará el paro y decrecerá la
recaudación de impuestos, y si recorta la retribución de los
trabajadores, ya tiene encima las amenazas de los sindicatos.

Envueltos en este dilema, sólo se me ocurre una salida


que también puede resultar un poco enmarañada: pienso que
buena parte de la riqueza española que ha sido usurpada,
se encuentra depositada en los bancos extranjeros. También
creo que hay un sinnúmero de millones negros que están
guardados en las cajas secretas de los bancos españoles y
en las rinconeras de los hogares.

Pues bien, si legislaran una amnistía para blanquear


esas fortunas inmensas que nada en absoluto aportan al
Gobierno mientras se encuentran en los lugares susodichos,
la inversión que podría producirse en pocos meses sería
incalculable. Y de no hacerlo, nada para nadie y perjuicio
para todos.

Sin ánimo de condenar a nadie, me permito decir que


esa moneda de los griegos de antaño equivalente a 60 minas
o conjunto de dones naturales y sobrenaturales con que Dios
enriquece a los hombres, conforme nos narra el Evangelio,
más que enterrarla para no disminuir su valor, ha sido
endeudada por el Gobierno de don Felipe y los repúblicos
elegidos por él.

Ahora todos los españoles seremos cada día más


pobres. Todos no, porque don Felipe y doce de sus
ministros cobrarán dos sueldos del erario público,
alcanzando una media de 1.224.747 pesetas, al mes. Es
decir, 761.098 como ex ministros, y 463.649 como
diputados, datos que recojo de un diario nacional. Y ahora
108
me pregunto: ¿no sería razonable que se conformaran con una
de las dos pagas para coadyuvar a los pensionistas y
obreros que tanto defendieron en el Parlamento?.

Publicado en “EL COMERCIO” 19-Mayo-1996

109
34.- CAOS EN EL MUNDO

El diccionario nos dice que «caos» es el estado de


confusión en que se hallaban las cosas en el momento de su
creación, antes de que Dios las colocase en el orden que
después tuvieron, y caos es también el desorden y la
confusión en que se encuentra el mundo en que vivimos
después de negar la existencia de Dios los mandatarios
políticos y hacer apología del ateísmo.

Caos y crimen execrable es también que una chica se


presente a la psicóloga y le diga que abortó a su hijo con
cinco meses, y que nadie le preguntó cuál de los tres
supuestos le autorizaba para hacerlo, interesándose los
ejecutores únicamente por las ochenta mil pesetas que le
cobraron. Y ahora esta pobre criatura tiene que gastarse lo
poco que tienen sus padres en consultas psicológicas
buscando el aliviamiento de una conciencia contrita y
humillada, de una depresión endógena que la pone al borde
del suicidio.

Caos y desgracia es también que un estólido e inmoral


como Bill Clinton consiga llegar a la presidencia de los
Estados Unidos y haya vetado la ley que prohibe el aborto
por decapitación, promoviendo el infanticidio que tanto
condenamos todos cuando llegó a consumarse bajo la cruel
autoridad del Rey Herodes. Pues el aborto por decapitación
consiste en sacar a la luz las piernas del niño, el tronco y
los brazos, y antes de sacar la cabeza, el mochín pincha la
nuca con una tijera e introduce un tubo de succión para
extraer el contenido cerebral de la criatura, que lógicamente
muere en ese momento, y después ser arrojado al cubo de
desechos quirúrgicos.
110
Caos es también que más de treinta millones de
españoles se manifiesten en contra de los 160.000 verdugos
de ETA, y un gobierno con todo ese poder no haya querido
cumplir con las leyes penales establecidas, y así, continúen
matando y rayando la impunidad y siendo excarcelados y
viviendo a lo grande en los «santuarios» extranjeros y en
España también.

Caos es también que los países bien desarrollados se


permitan todos los lujos suntuosos inimaginables, mientras
se mueren carnisecos por inanición unos cien mil seres
humanos todos los días.

Caos y crímenes execrables son todos los que se


comentan en las guerras, donde mueren los pobres soldados
e inocentes civiles sin saber el porqué. Pero nosotros nos
lo imaginamos: es el egoísmo, el orgullo, la soberbia, la
fantasía y la notoriedad que buscan los mandatarios para
encubrir el complejo miserable que padecen y pasar a la
historia como si hubieran sido héroes admirables. Es la falta
de conocimiento de sí mismos y la negación de Dios. Sí,
son los ciegos del Evangelio que prepotentes y altaneros,
tiranizan a las masas y terminan muriendo como irracionales.
Pero, algo nos dice que recemos por ellos, porque la justicia
vengadora es eterna y es palabra de Dios (Sabiduría 6, 1-
6).

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 22-Mayo-1966

111
35.- EL PAPA HA RECIBIDO A LA
FAMILIA DE ANABEL SEGURA

El éxito estrepitoso es el que hace famosos a los


personajes que pocos conocían, y el infortunio dramático
también es capaz de hacer grabar el nombre de los que lo
sufren en la mente de una nación entera. ¿Quién no conoce
hoy el nombre de Indurain o el de Anabel Segura?. Y es
que el éxito y la desgracia son dos corrientes antagonistas
y con mucho poder comunicativo. Y son así porque la
monotonía es muy aburrida y no nos interesa. No es noticia.
El hombre, maltrecho por el pecado original, ha dejado de
ser él mismo y siente la necesidad de despertar sentimientos
que afecten las emociones morales.

Son muchas las familias de la clase media que viven


en España, y exceptuando el entorno de sus convecinos,
nadie las conoce. Esto es lo que sucedía con la familia de
Anabel Segura, hasta que un día fatídico entró la desventura
en su feliz hogar. Ahora, atosigados por el sufrimiento, hasta
el Santo Padre los conoce y los ha recibido, y las revistas
del corazón, en España y en el extranjero, nos presentan
instantáneas y comentarios de consuelo y admiración, pues
no todos hacen leña del árbol caído, son muchos más los
que tratan de erguirlo y lo compadecen.

Tengo la impresión de que las familias más cristianas


son las más acrisoladas por las pruebas tormentosas que
Cristo les envía. Y esto se puede constatar leyendo las
biografías de los santos y de los mártires. Pienso y creo
que Jesús siempre ha querido añadir a su pasión las
aflicciones de los que le siguen fielmente. El fruto de la
sangre que ha derramado el Mesías equivale a la redención
112
de todos los que creen en Él, pues si lo hubiera pasado
bien en la Tierra, las tribulaciones y el dolor para los
cristianos no tendrían sentido de existir y, en consecuencia,
viviríamos maldiciendo al autor de las mismas. Inversamente
no son pocos los creyentes que agradecen al Señor el
hacerles partícipes de su cruz.

La madre de Anabel Segura, Sigrid, nos habla de


milagros. Pues considera milagroso el haber salido adelante
gracias a la fe inexpugnable que tienen en Dios. Y el mayor
consuelo que han tenido hasta hoy, después del drama que
todos conocemos, ha sido el poder asistir a la Misa privada
del Santo Padre (en compañía de su esposo José Segura y
su hija Sandra) y dialogar con él unos minutos.

- El Papa -nos dice Sigrid- es una persona entrañable,


me cogió las manos, me miró y nos dijo a los tres: “No
estéis tristes porque muy pronto todos estaremos ahí arriba,
qué más da que sea un poquito antes que un poquito
después..., tened paciencia, hay que salir adelante”.

«La visita al Papa -dice Sigrid- me ha devuelto la


sonrisa. Hablar con él me ha confortado enormemente y
ahora me encuentro mucho mejor. Tengo la sensación de
limpieza, me siento más tranquila». Y es que el Papa les
expone la realidad de una vida efímera que, día a día, sin
detención, camina hacia la sepultura y la gloria de Dios.

Pensar en la muerte continuamente es una actitud


mórbida, pero no tener conciencia de que vivimos
temporalmente, llamados a servir al prójimo y a divulgar el
bien, nos parece absurdo. Bien es verdad que este concepto
de responsabilidad suele incrementarse al mismo ritmo que
113
pasan los años y crece la decadencia. Por eso es tan eficaz
la ancianidad y la decrepitud para desasirse de las cosas
mundanas y encauzar el pensamiento hacia lo transcendente.
«Si el joven supiera y el viejo pudiera...».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Mayo-1996

114
36.- EL MATRIMONIO FELIZ

El matrimonio feliz comienza en el noviazgo. Después


de un período de diversión incontenible y solaz, empieza el
preludio de reflexión, y el joven comienza a moldear en su
cerebro la persona que pueda suplir sus deficiencias y
comprender las razones que las justifican. Necesita
descanso en sus tribulaciones y busca el apoyo que otrora
lo tuvo en sus progenitores. Ahora ya carece de la ternura
que le dieron sus padres cuando los admiraba, y siente la
necesidad psíquica y fisiológica que sólo la puede encontrar
en su media naranja.

Durante el noviazgo sólo se ven las buenas cualidades


de la persona a quien se ama. Con los defectos hay mucha
indulgencia, y el secreto de hacer perdurable esa lenidad,
se encuentra en el respeto mutuo que nos depara un ideal
cognoscitivo y honorable: la castidad.

Alguien me dirá que la virginidad ha perdido el sentido


con el progresismo. Pero no es verdad, y no solamente por
tratarse de un pecado grave, sino también por la sensibilidad
y la ilusión que aporta al verdadero amor. Estos jóvenes
que frecuentan los sacramentos y son consecuentes con las
exigencias de los mismos, nos muestran un rostro que
caricaturiza a los fornicadores, y es precisamente en la
continencia donde el joven encuentra el verdadero amor que
desea.

Pues deben de tener en cuenta que el matrimonio no


es un contrato de servicios. Es, sí, una comunidad de vida y
amor. Y cuando vaya pasando el tiempo -aún sabiéndolo-
encontrarán defectos de carácter que no advirtieron en el
115
noviazgo. Pero si la práctica religiosa continúa, ninguno de
los dos los expondrá a su consorte de una manera
desagradable, pues ellos saben que una réplica despectiva
sólo serviría para fomentar el rechazo mutuo, porque la
religión nos invita siempre a reflexionar sobre las virtudes
que nos llevaron al matrimonio y al amor.

El orgullo y el exceso del amor propio enfurecen las


disputas matrimoniales. El remedio es siempre la humildad.
R e co n o ce r nu e s t r o s e r r or e s y d ar e x p l i ca c i on e s
convincentes en momentos de calma, prevaleciendo el buen
humor, es el mejor lenitivo para restablecer la paz entre los
cónyuges y disuadir las ideas perturbadoras que les incitan
a la separación.

¡Cuántos matrimonios que han sabido soportar sus


defectos se encuentran hoy felices con sus hijos pensando
en el desamparo y la desgracia que hubiera supuesto la
separación de una familia entera!.

No se incomode el lector si le digo que la familia que


reza unida permanece unida, pues Cristo nos hace
semejantes a Él cuando, a través de la oración, le solicitamos
una gracia tan justa como lo es el vivir unidos los cónyuges
hasta que la muerte les separe. Este es el mejor método
para el matrimonio feliz.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Mayo-1996

116
37.- MEDITACIÓN SOBRE LA FE

Fe es creer lo que no hemos visto. Es la virtud más


sobresaliente que caracteriza al ser humano. Por eso se dice
que es la más importante de las tres virtudes teologales. Es
una luz fulgurante que nos lleva a creer todo lo que Dios
dice y la Santa Iglesia nos revela o propone. Fe es creer
que Dios es infinitamente bueno. Es tener la certeza de que
nadie nos ama con más amor que Él.

El hombre de fe siempre está dispuesto a posponer


todos los bienes que lo rodean antes de ofender al que ha
dado su sangre y su vida para concedernos la oportunidad
de ser eternamente felices. Pero la fe sin obras es todo
oscuridad. Consolidar la fe sin dubitación requiere un
esfuerzo continuo con pasadas heroicas, y quien así lo hace,
tiene tanta luz que vive muriendo a todo lo que otros
semejantes buscan incansablemente como medio de ilusión,
de vida mundana y de pecado.

La fe es el mayor de los consuelos. Una fe robusta


todo lo espera de Dios, y el que la posee solamente rechaza
el pecado. Nunca duda de que las tribulaciones y desgracias
que le acechan están implícitas en la misericordia de Dios.

Sí es verdad que las recibe con dolor, pero tiene


certeza de que son tesoros que lleva consigo en el arca de
la eternidad. La fe también consiste en aceptar las razones
del alma. Pero la razón cerebral no debe ejercitarse sobre
los motivos luminosos que nos incitan a la fe, porque la
crítica excluye la creencia, pues creer es casi lo contrario
que pensar. El hombre de fe siempre cree tener más de lo
que merece. La inmensidad de Dios nunca puede ser
117
apresada por la inteligencia humana. El espíritu y la carne
son elementos antagónicos y no tienen posibilidad alguna
de entenderse.

La fe puede ser más veraz que lo que vemos y


palpamos. Yo creo que estoy escribiendo ahora, pero no
tengo absoluta certeza, puedo estar durmiendo y soñando
y, aunque muy remota, surge la hesitación. Pero si hace más
de ocho lustros que creo en la existencia de Dios sin
dudarlo, no es posible soñar tan largo periodo.

Por eso la Iglesia cuenta con más de 200.000 hombres


que han sido torturados y muertos antes que retractarse de
sus creencias sobrenaturales. Y es claro que en la actualidad
tenemos más de un millón de fieles dispuestos a lo mismo.
Inversamente, si una multitud de personas serias les
afirmaran que no habían hecho algo de lo que practicaron,
es claro que dudarían de lo que vieron y palparon. Por eso
la luz sobrenatural que constituye la fe, tiene más garantías
que la realidad que vivimos y tocamos.

Termino con la exhortación que nos hace el rey Asoka,


un hindú del siglo III antes de Cristo: «El hombre debe de
honrar su fe, pero nunca debe injuriar la fe de los demás.
Porque sólo de este modo no ofenderá a nadie. El que obra
así fortalece su propia fe y socorre la de los demás. El que
obra en sentido contrario, debilita su propia fe y daña a la
de los otros».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 26-Mayo-1996

118
38.- EL PAPA Y ALÍ AGCA

Tengo sobre la mesa una fotografía que me conmueve.


El Santo Padre besa y acaricia con amor y ternura a la madre
del ex terrorista turco -Alí Agca-. El joven que después de
asesinar vilmente al director de un diario en Turquía,
posteriormente se trasladó a Roma para ejecutar al hombre
de mayor responsabilidad y nobleza que hay en este mundo,
pues nadie ignora el suceso acaecido el 13 de mayo de 1981
en la Plaza de San Pedro.

Ahora, la señora Muzyyen Agca, afligida por el


desconsuelo y la humillación que le propinan los quince años
que lleva en la cárcel el hijo querido, intenta conseguir el
indulto con la intercesión del Santo Padre, sabiendo que ya
tiene el perdón del mismo repetidamente. Primero cuando
sufrió el atentado, y desde su lecho manifestó públicamente
que le perdonaba, y después cuando sintió el cristiano deber
-como el buen Pastor- de visitarle en la prisión para
conseguir amistarse con él e incluirle en el rebaño universal
que pastorea.

Lo que no parecería razonable sería que Karol Vojtyla


intentara presionar a las autoridades para poner en libertad
a un hombre enigmático que nadie sabe lo que puede hacer
si le conceden el privilegio que su buena madre tanto implora
y desea. Es verdad que Dios nos manda su ira con medida
y s u p er dó n s i n el l a. P e ro a t o do s n o s ex i ge e l
arrepentimiento y el dolor de contrición; sin esas
prerrogativas nadie merece ser absuelto del pecado por más
que se acerque al confesonario de Dios.

119
Y el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls,
observó que varias contradicciones entre las primeras
declaraciones de Alí Agca y las más recientes podrían
alimentar algunas dudas sobre la sinceridad de sus
recónditos sentimientos.

También se ha dicho que la justicia sigue ignorando


hasta hoy quiénes han sido los cómplices que estaban con
el agresor en la Plaza de San Pedro y quiénes fueron los
ordenantes del atentado. Parece claro que cuando surge el
verdadero arrepentimiento, éste, siempre lleva implícito la
sinceridad y el descubrimiento de todos los males cometidos,
y en este sentido todo es confusión.

Pero si el presidente de la República italiana quiere


concederle el indulto, en su conciencia quedarán los bienes
o los males que pueda cometer el hoy condenado a cadena
perpetua. El Santo Padre puede perdonar todos los males
que sus adversarios cometan contra su persona -como ya
lo ha hecho-, pero no puede asumir la responsabilidad que
entraña el poner en la calle a un hombre de naturaleza
sanguinaria.

Publicado en “EL COMERCIO” 26-Mayo-1996

120
39.- TV Y DROGA

Creo que si el nuevo Gobierno consigue moralizar los


medios de difusión a su alcance, puede hacer mucho bien a
todas las familias españolas. La libertad de expresión debe
de ser respetada todo lo posible. Pero los hombres
inmorales no tienen derecho a propugnar el desarreglo de
las buenas costumbres. El que hace uso de la libertad en
detrimento de la población, es necesario privarle de la misma
lo que sea necesario.

Los estragos que está haciendo la droga en España


se deben fundamentalmente a la libertad que les fue
concedida a los hombres indecorosos, y como hemos tenido
muchos en el poder, buena parte de una juventud limpia,
candorosa e ingenua, están sufriendo las consecuencias
impúdicas de los que consideraron sus ídolos por los cargos
preponderantes que ostentaban.

Hace unos días estuve en un hospital de Gijón para


visitar a un enfermo de neumonía, y como se encontraba a
punto de restablecerse y el lecho que ocupaba era necesario
para otro paciente de mayor gravedad, nos dijeron que se
encontraba en la planta de los drogadictos. El espectáculo
que vimos en aquellos pasillos y habitaciones fue asolador.
No sólo por ver el hundimiento en que se encuentran tantos
jóvenes que han sido presa de la permisividad consentida,
sino por el drama que sufren sus padres al ver a sus hijos
queridos en la perdición. Ahora falta ver los que se
encuentran encarcelados y en las calles robando, matando
y contagiados por el SIDA.

121
Por todo lo que antecede y lo mucho que nadie ignora,
creo que todos los programas nocivos que nos presentan
por TV, debieran de substituirse por videos y películas
ejemplarizantes. Es muy urgente ir incubando en la mente
de la juventud el fruto sabroso que nos deparan las buenas
obras, y hacerles saber que el futuro bienestar que desean,
sólo se consigue siendo el hombre tirano consigo mismo para
vencer las pasiones desordenadas. Este es el camino que nos
enseña la religión como panacea de un sinnúmero de males
que van creciendo en la misma medida que se descristianizan
los pueblos.

Estoy leyendo a Benavente y quisiera reproducir un


párrafo que me parece interesante: «El día en que cada uno
fuésemos un opresivo para con nosotros mismos, todos los
hombres serán igualmente libres, sin revoluciones y sin
leyes». Y Simón Bolivar nos dice que «más cuesta mantener
el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía».

Siempre busco incansablemente la lectura religiosa que


con tanta escasez aparece en la prensa, y creo que algo
parecido hacen centenas de miles de católicos que hay en
Asturias. Pero, infelizmente, son muy pocos los rotativos
que aceptan los testimonios que queremos dar; todo parece
que la libertad de expresión para los católicos se va
denegando tanto más cuanto más crece el hedonismo y la
corrupción. Falta muy poco para que el hombre se enfurezca
o sonroje si alguien le habla de Dios.

Publicado en “LA NUEVA ESPAÑA” 26-Mayo-1996

122
40.- UNA DUQUESA CUBANA

La tiranía y desolación que acecha a la ciudad


cosmopolita cubana, desde 1959, no ha sido un infortunio
para todos los que tuvieron que abandonarla. María Teresa
Mestre, con tres años, acompañada de sus familiares, se
refugió en España y, finalmente, fijaron su residencia en
Suiza, donde consiguió licenciarse en Ciencias Políticas. Allí
-mientras cursaba sus estudios- conoció a don Enrique, el
gran duque heredero de Luxemburgo.

María Teresa Mestre, con la belleza candorosa, la


sonrisa connatural, la mirada radiante y límpida,
deslumbrante de vida, con rostro oval y hermosa frente,
con su ferviente religiosidad, consiguió dar comienzo al idilio
que la llevó a desposarse con el duque de Luxemburgo.

Una ciudad con poco más de 2.500 kilómetros


cuadrados, pero que según el último informe Eurostat de la
Unión Europea, entre las quince naciones comunitarias, el
país más rico es Luxemburgo, y Bélgica la sigue en segundo
lugar. Entretanto, España, tras trece años de Gobierno sin
Dios, se ha convertido en la tercera nación más pobre de la
Unión Europea.

Ahora pienso en lo que nos dice Jesús: «Buscad el


reino de Dios y su justicia, y lo demás os será dado por
añadidura». Y yo me permito decir: destruid el reino de Dios
y su justicia, y las hecatombes vendrán por añadidura, y
como ejemplo fijemos la mirada en las naciones donde se
impone el ateísmo, y veremos la miseria que las acecha.

123
Siempre se ha dicho que la religión imprime carácter.
Idiosincrasia que aparece en el feliz matrimonio luxemburgués y
sus cinco hijos. La instantánea que nos muestra la revista que
nos informa, deja patente las declaraciones del joven
matrimonio: «La fe cristiana es nuestro equilibrio. Rezamos todas
las noches en compañía de nuestros cinco hijos, pues como
bien ha dicho un obispo: «Una familia que reza junta, permanece
unida».

La gran duquesa, entre otras actividades caritativas,


es presidenta de la piadosa Fundación Príncipe Enrique.
Ella misma -en acción de gracias- la ha constituido cuando
se casaron, hace quince años. La Fundación se ocupa de
niños con problemas físicos, mentales y sociales.

También le duelen mucho las cartas que recibe de


Cuba solicitándole ayuda económica y medicamentos, y
como no puede hacer frente a todo lo que le piden sus
conterráneos, se pasa largos ratos en oración implorándole a
Dios que se resuelva el problema cubano, sabiendo que no
cesa de empeorar.

También nos dice que es siempre un desafío hablar de


las convicciones religiosas de uno. Aunque Luxemburgo y la
primera familia del Gran Ducado sean católicos -nos dice-,
estamos obligados a respetar las conciencias y una cierta
neutralidad.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 29-Mayo-1996

124
41.- LA HUMILDAD

Se dice que la humildad es una virtud cristiana que


consiste en el conocimiento de nuestra abyección y miseria.
Estas pueden ser las claves fundamentales. Pero si la
persona ha nacido con un carácter altanero y pedante, ese
complejo de superioridad que lleva en su quijotesca
imaginación, es bien probable que le acompañe hasta el
último aliento.

En Fátima he conocido a un sacerdote veterano con


estos defectos connaturales. Cuando le hablaba de algún
periodista famoso, me decía que en su tierra andaluza, el
diario provincial había salido muchas veces con todos los
artículos escritos por él mismo. Y en otro razonamiento que
tuvimos sobre don Juan de Borbón, rápidamente me dio a
conocer cuántas veces le había llevado el conde de
Barcelona en el coche hasta la puerta de su casa.

Al día siguiente almorzamos juntos en un convento de


monjas, e intentando persuadirle para hacerle caer del
caballo, le comentaba la humildad con que había vivido el
papado Juan XXIII, apenas tuve tiempo a terminar, cuando
me informaba de las visitas que le había hecho y de las cartas
cariñosas que le enviaba el Papa y me las mostraría al
anochecer. Le pregunté por las mismas y me dijo que se
había olvidado de traérmelas.

También me explicaba las pláticas amistosas que


siempre había tenido con Felipe González y las clases que
le había dado en el colegio cuando el niño estudiaba.
Confieso que al despedirme de aquel padre ingenuo y
bondadoso, más que desazón sentí pena cuando después
125
de besarle la mano me dijo: «Antonio, reza por mí,
comprende que soy una calamidad».

Por todo lo que antecede y tantos episodios semejantes


que vamos adicionando a través de los años, tengo para mi
que la arrogancia y el orgullo son actitudes morbosas que
todavía no han sido bien diagnosticadas hasta hoy. Pienso
que la altivez y ufanía sólo pueden ser mitigadas con los
fracasos, las enfermedades y el dolor.

Y para erradicarlas por completo tiene que hacer Dios


un milagro como el de Lázaro, y como estos prodigios sólo
aparecen tres veces en el Evangelio, no puede sorprendernos
el hecho de que también algunos religiosos se les vaya la
vanagloria por su vocabulario y sus hechos.

También es verdad que la apariencia nos engaña


muchas veces, pues ni el asno es humilde ni el caballo
soberbio; todo son primicias de la naturaleza. Creo que la
humildad verdadera es fruto de un equilibrio mental
sobresaliente y una gran fuerza bien refrenada por el dominio
de una conciencia limpia y cristiana. También puede existir
la humildad rebuscada, y acerca de lo mismo nos ha dejado
una respuesta José María Pemán:

«No exaltes tu nadería


que entre verdad y falsía
apenas hay una tilde
y el ufanarse de humilde
modo es también de ufanía».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 4-Junio-1996

126
42.- ES UN BUEN COMUNISTA

Si consideramos la proliferación de las sectas en los


últimos años. Si pensamos en el crecimiento de las bandas
armadas en contra de la ley natural y la justicia. Si
observamos cómo un sinnúmero de narcotraficantes
consiguen secuaces suficientes para usurpar riquezas e
imponer ideologías indecorosas y hasta criminales. Si nos
damos cuenta del liderazgo bochornoso y destituido de
sentido con que refugian e incentivan a sus gobernados,
veremos que los católicos tenemos que ser más eficientes
en nuestra tarea piadosa y proselitista.

Pues mientras los detractores del bien universal


consiguen el triunfo, los cristianos, con el ejemplo inefable
que nos ha dejado el Resucitado, y con el liderazgo
estratégico y caritativo que tan sabiamente viene poniendo
en práctica Juan Pablo II, y tantos prelados que lo secundan,
poco a poco -especialmente en España- nos vamos
alineando en la fila de los decadentes; todo esto nos hace
ver que el mundo terminará siendo de las minorías que actúan
con más ilusionada exigencia al servicio de sus ominosos
ideales.

Y esto me recuerda lo que decía la revista comunista


francesa Paix et Liberté: «El Evangelio de Cristo es un
instrumento de renovación mucho más poderoso que el
programa revolucionario de Marx. Sin embargo, al fin
seremos nosotros quienes ganemos el mundo... ¿Por qué?.
Porque de nuestras ganancias y salarios nos reservamos sólo
lo absolutamente necesario y entregamos el resto para la
causa del comunismo.

127
A la propaganda comunista dedicamos nuestro tiempo
libre y una parte de nuestras vacaciones. En cambio,
vosotros apenas reserváis ningún tiempo, ni entregáis ningún
dinero para la predicación del mensaje de Cristo. ¿Cómo
va a creer nadie en el insuperable valor de ese Evangelio si
no lo practicáis, ni lo propagáis, ni sabéis sacrificar tiempo
o dinero por el mismo...?, etc.

Todo parece que el buen comunista y autor del párrafo


que antecede, conoce perfectamente que el Evangelio es
un mensaje de amor, de justicia, de paz; válido para todos
los hombres de todos los tiempos y de todas las clases
sociales. Pero es necesario vivirlo como Cristo nos mandó
y la multitud de prelados buenos que tiene la Iglesia nos lo
enseñan y proponen.

Por eso el Santo Padre nos exhorta a no tener miedo


a Cristo y nos manda abrirle las puertas de par en par.
Asimismo, nos dice a los seglares que debemos salir de las
sacristías y ser testigos del Evangelio, primero con nuestras
obras, y después, propagando la Buena Nueva: «Id al mundo
entero y predicad el Evangelio a toda criatura» (San Marcos
16, 15). Así lo hace el Papa.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 9-Junio-1996

128
43.- LA ENSEÑANZA RELIGIOSA

Todos los padres deseamos el bien de los hijos, y cuando


llegan a la adolescencia, la mayor inquietud de sus progenitores
es el desafío de todos los males que viene sufriendo un número
considerable de sus coetáneos y mayores: la droga, el alcohol,
y el hedonismo que también ha destrozado tantas familias, son
los enemigos más despiadados y feroces de la juventud. Y los
matrimonios que están viendo el espectáculo asolador de
muchos hogares, no saben cómo atajar el peligro que se les
viene encima.

Una vez más continuaré diciendo que nada es más


eficaz y combatible contra los desmanes antedichos, que la
enseñanza religiosa. Las clases mesuradas de religión y la
catequesis que les dan gratuitamente jóvenes ejemplares,
son el mejor antídoto para evitar el riesgo que conlleva el
no creer en nada ni en nadie. Y sin entrar en temas políticos,
observemos con justo razonamiento apolítico, cómo estaba
España hace veinte años y cómo está hoy en el sentido que
nos ocupa.

La Iglesia, como madre buena de todos los seres


humanos, aunque se diga lo contrario, viene luchando
pacíficamente para que todos los gobiernos permitan y
colaboren con las clases de religión. Y no hacerlo es un
acto dictatorial que puede contribuir a la inmoralidad; pues
amén de todos los beneficios que ésto aportaría a la
Humanidad, hay que tener en cuenta que todos los hombres
venimos al mundo con ciertas facultades o predisposiciones
que nos capacitan para obtener el triunfo deseado y ser
felices en nuestra profesión.

129
Todos los alumnos son obligados al estudio de una
serie de asignaturas, gústenles o no, y ésto tiene que ser
así, y no solamente para que todos disfruten de una cultura
general, sino para que cada escolar pueda descubrir la
aptitud más sobresaliente con que ha sido dotado, y así,
seguir la carrera de su verdadera vocación.

Ahora viene lo que me parece dictatorial: si no es


obligatoria la asignatura de religión, se les puede enseñar a
los alumnos una serie de caminos sin que ninguno sea el
que le faculta a su naturaleza psíquica para descubrir la
vocación más excelente y generosa de todas.

Por eso, conculcada la asignatura de religión (lo normal


es que todos los alumnos rehusen cualquier asignatura que no
sea obligatoria), amén de ser una historia impregnada de cultura,
se les puede dictar un camino que les haga infelices para toda
la vida. En este sentido, centenas de miles de ejemplos
podríamos dar, pero sólo dos:

¿Qué hubiera sido Juan Pablo II si sus santos padres le


hubieran inculcado el ateísmo y le faltaran las clases de religión?.
Y, ¿dónde encontraría la madre Teresa de Calcuta el cúmulo
de satisfacciones que le aportan las obras ingentes que ha
realizado en beneficio de todo el mundo y el Triunfo universal
que ha conseguido, si alguien le impidiera descubrir esa facultad
gigante que llevaba dentro de su alma cuando vino al mundo?
¿No sería dictatorial llevar esos dos personajes y tantos miles
de santos por otro camino, en contra de su misma naturaleza?.

Publicado en “EL COMERCIO” 11-Junio-1996 y en “LA VOZ DE


ASTURIAS” 19-Junio-1996

130
44.- LAS ETAPAS DE LA VIDA

Cuando se vive la infancia es muy deseable llegar a la


plenitud de la pubertad. Al joven le apetece adentrarse en
el corrillo donde se viven y dialogan cuestiones del amor
erótico y los idilios cariñosos y apasionados. Esta es la
época que los abuelos bautizamos con el nombre de
«juventud, divino tesoro». Y es también la más ilusoria de
la vida del hombre, porque sólo se vive el presente con
optimismo desmedido.

Desde esa perspectiva, a los mozalbillos, ya les


parecen veteranos los jóvenes de treinta años, y los
consideran un poco distanciados de la juventud. Y éstos
que han cumplido las tres décadas, los miran como
cascabeleros sin timón, pues a los muchachos mayores les
urge encontrar al consorte adecuado para formar su familia
y despedirse de la juventud que ha pasado ya. Ahí suelen
comenzar los problemas normales de la vida, luego surge la
ilusión de los hijos y el esfuerzo continuo en busca del
bienestar social y familiar.

También los adolescentes consideran hombres añosos


a los que se acercan a los cincuenta, y los septuagenarios
les parecen tan arcaicos que no conciben que algún día
fueran niños o jóvenes como ellos, mientras que el hombre
setentón ha llegado a pensar que los varones de cuarenta
son jovenzuelos, y un poco viejos sólo le parecen los que
sobrepasan los ochenta. Y así vamos consumiendo la vida
llenos de confusiones sin tener certeza de casi nada, hasta
que se rompen las fronteras de la ignorancia y el esquema
engañoso que nos propina la vida terrena, dejando siempre

131
en pecado y ridículo todo lo que no sea el bien que
practicamos y lo que al hombre le sea lícito hacer.

Y todo esto sólo lo comprenderemos después de


muertos. Pues el verdadero sentido de la vida lo podremos
entender cuando sea incinerado el cuerpo. Y cuando el alma
llegue a su plenitud y Dios nos haga saber con toda claridad
que viene de Su creación, por qué, y a dónde ha llegado;
entonces «seremos como dioses» (Génesis 3, 5).

Los que creemos en las apariciones de la Virgen


reconocidas por la Iglesia, meditamos sobre la sabiduría
de aquella Señora -hija legítima de padres como nosotros-
que ha demostrado conocer el lugar donde se encontraban
todas las almas de todos los tiempos, y el nombre de todas
las personas que los poseían, pues los pastores de Fátima
le preguntaron dónde se encontraba su convecina fallecida,
Amelia, y la Virgen espontáneamente les respondió: «Estará
en el purgatorio hasta el fin de los tiempos».

Después, los teólogos, sabiendo que Amelia era católica,


investigaron su vida privada, y sólo han llegado a saber que
tenía novio. Pero el grado de intimidad o pecado nadie lo
conoce. También le preguntaron por otras amigas y les dijo
que estaban en el cielo. Asimismo les manifestó que a Jacinta y
Francisco los llevaría al cielo brevemente, y los dos niños
murieron veinte meses después. Y a Lucía le dijo que la dejaría
en la tierra por más tiempo, y ha cumplido 89 años el pasado
día 22 de marzo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 12-Junio-1996

132
45.- LOS TRAPENSES DEGOLLADOS

Pienso que a los siete trapenses degollados en Argelia,


se les puede considerar mártires en la primera acepción de
la palabra, es decir, que han entregado sus vidas en
holocausto por amor a Jesucristo y en defensa de la fe
cristiana, pues el testamento del abad asesinado, revela
claramente que estaban preparados para el martirio.

Y la carta que le fue remitida por el superior de los


trapenses -padre Christian- al jefe del Grupo Islámico
Armado, Sayah Arrlya, responsable directo de la masacre,
también nos da testimonio de la disposición espiritual y física
con que los trapenses estaban previendo cuál sería el fin
que les esperaba, sin que por ello dejaran de exponer
razones convincentes y humildes para preservar sus vidas
como Dios manda. A continuación reproducimos algunos
fragmentos de la carta:

«Hermano -le dice el sacerdote al líder fundamentalista-,


permítame dirigirme a usted así, de hombre a hombre, de
creyente a creyente. Nuestro estado de monjes nos liga a
la elección de Dios sobre nosotros que es vida de oración
y simplicidad, de trabajo manual, de acogida y de compartir
con todos, en especial con los más pobres. Siendo así, nos
comprometeremos hasta la muerte. No pienso que sea
voluntad de Dios que esta muerte venga de ustedes. Pero si
un día los argelinos est iman que debemos morir,
respetaremos el deseo de vernos partir. Y a pesar del dolor
que sentimos, continuaremos amándoles a todos».

La respuesta de un corazón acerado y fanático ha sido


el degollamiento de los siete religiosos. Si este es el conjunto
133
de dogmas y preceptos morales que constituyen la religión
de Mahoma, ya sabemos quién ha sido el hombre que
después de casarse con Khadidja, ha tenido catorce
mujeres más.

Pero no hemos de escandalizarnos los católicos. Esta


sangre derramada por los que siguen a Jesús, es la mejor
semilla para que se vayan conociendo las sectas y se
consolide más la fe en el que también dio la vida por
nosotros. Por eso nos ha dicho que tengamos cuidado con
los falsos profetas -como Mahoma-, y nos ha dejado muy
claro que Él es el camino y la verdad y la vida, y que nadie
va al Padre si no es por Él.

Estos sucesos contribuyen a que los creyentes de todas


las sectas se les vayan cayendo las escamas de los ojos y
algún día seamos como Cristo nos mandó: un sólo rebaño y
un sólo Pastor.

Termino transcribiendo unas palabras del testamento que


ha dejado el abad asesinado: «Si termino siendo víctima del
terrorismo que parece querer acabar con todos los
extranjeros que vivimos en Argelia, yo quiero que mi
comunidad, mi Iglesia, mi familia, recuerden que mi vida
estaba entregada a Dios y a este país. Que ellos acepten
que el Único Maestro de toda vida no podría permanecer
ajeno a esta partida brutal. Que recen por mí. ¿Cómo podría
ser yo hallado digno de tal ofrenda?.»

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 14-Junio-1996

134
46.- LA VIRGEN DE GUADALUPE

La agencia EFE ha noticiado la dimisión del abad de


la basílica de Guadalupe, monseñor Guillermo Schulembur;
el clérigo presentará su renuncia al Papa y al arzobispo
primado de México, Norberto Rivera, tras protagonizar una
polémica -a nivel nacional- por cuestionar las apariciones
de la Virgen de Guadalupe en 1531 al vidente indígena Juan
Diego.

El abad hizo unas declaraciones a la revista italiana


«30 Días», en las que calificaba de mito la existencia del
indio Juan Diego, y el escándalo inquietante suscitado en su
contra, le obligarán a dimitir.

Ignoro si en todas las apariciones que registra la


Historia existe alguna otra con las pruebas científicas que
se han constatado en Guadalupe. A Juan Diego se le
presentaba la Virgen frecuentemente y dialogaba con ella.
La Señora ordenó al vidente que fuese construida una capilla
en el Cerro del Tepayac.

Al pobre indígena no le quedaba más remedio que


descubrir el secreto y hablar con el primer obispo de
México, Fray Juan de Zumárraga, pero el prelado no creía
en esas apariciones.

Después de varias entrevistas con el obispo, el jerarca


le dijo que si esa señora no le daba una prueba convincente
de las visiones, no volvería a recibirle. Algunos días después
Juan Diego vuelve muy satisfecho a visitar al prelado con
unos capullos llamados «rosas de Castilla», afirmando que
se los había dado la Virgen, lo que venía a confirmar la
135
realidad de los hechos, teniendo en cuenta que esto sucedió
en el mes de diciembre.

Las rosas las llevaba envueltas en una tilma, y al


desplegar ésta, se cayeron los capullos al suelo y la Virgen
se apareció a todos los presentes -unas diez personas-. La
imagen celestial se quedó grabada en el basto tejido de la
tela que contenía las rosas. La urdimbre hecha con fibra de
ayate de la especie mexicana que se descompone por
putrefacción a los veinte años, como ha sido probado, se
conserva hasta hoy en perfecto estado.

Existen pruebas recientes y científicas, realizadas por


el peruano José Aste, profesor de la Universidad de Cornell,
Estados Unidos, quien mediante un ordenador, inició un
minucioso proceso de digitalización de la imagen de la
Virgen, demostrando que en sus pupilas habían quedado
reflejadas las diez personas que fueron testigos del milagro
que antecede.

La técnica pictórica fue examinada por el científico


alemán doctor Richard Khun, premio Nobel de Química,
quien afirmó la realidad del prodigio al no encontrar en la
composición de los colores empleados ningún colorante de
origen vegetal, mineral o sintético. Y este estudio fue
posteriormente ratificado por Philip Callaghan y Brand
Simth, científicos de la NASA igualmente sorprendidos por
el hecho sobrenatural, y Juan Diego -si no me falla la
memoria- ha sido beatificado por Juan Pablo II, o está en
proceso de beatificación.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 21-Junio-1996

136
47.- EL PP SALVARÁ MUCHAS VIDAS

Confieso que soy un cristiano pésimo, y esto se


comprende mejor cuando se estudia el Evangelio en
profundidad una porción de años: «Amar a los enemigos y
rezad por los que os persiguen». Esto dice el Señor. Pero si
realmente amamos la vida de los inocentes, qué difícil resulta
bienquerer a los intelectuales que se agavillan para
ensangrentar España con la muerte de los nonatos.

Cuando esto escribo estoy enterado -como todos los


españoles- que con el apoyo de CiU y PNV, el PP derrotó
al PSOE e IU, rechazando el aborto libre, para salvar un
sinnúmero de vidas humanas. ¡Qué cuarto supuesto ni qué
ocho cuartos!. Basta ya de hipocresía. Si somos criminales
execrables, manifestémoslo públicamente como lo hizo
Herodes.

Ya no hay más tontos o bobalicones en España; todo


el mundo sabe que el aborto es un crimen abominable, y
nadie ignora que todos los hombres que poblamos la tierra
hemos sido «nascituros» primero.

Como bien ha dicho Julián Marías, «qué más da matar


a dos metros de distancia que a diez». Comprendo y
perdono a esas mujeres casquivanas y estólidas que salen a
la calle imitando a sus ídolos con las pancartas, diciendo
que «nosotras parimos, nosotras decidimos».

También insisten en que son señoras y dueñas de sus


cuerpos. Pero el niño incipiente que llevan en sus entrañas
no es un apéndice del cuerpo de su madre ni un lobanillo,
es, cuando menos, un embrión que reivindica su derecho a
137
vivir, independientemente de lo que quieran su madre y los
que legislan las leyes.

Pero hay más: el padre que ha puesto su semilla, su


sangre y su amor para tener un hijo, (el aborto no es sólo
para los solteros), se le conculca el derecho de verlo vivir y
disfrutar de algo tan suyo y tan querido. Que Dios perdone
a los parlamentarios socialistas y comunistas de España, y
¡ojalá! que nunca más vuelvan a gobernar para evitar la
masacre que pretenden legislar. La verdad es que me cuesta
trabajo creer lo que todos vemos. ¿Cómo es posible que
tanto se respeten los animales de vida protegida y se
conculque el derecho de la vida humana?.

También me repugna que Federico Trillo intente


incrementar el sueldo de los parlamentarios, conociendo el
déficit público y la miseria en que viven millones de parados.
Y el PSOE tampoco se opone, para engrosar sus riquezas
usurpadas, e IU, tan misericordiosa con los pobres se calla
también.

Tratando de otras cosas, el socialista y presidente del


Gobierno navarro -Otano-, pide la dimisión al descubrirse
la riqueza que tiene acumulada en una cuenta bancaria de
Suiza. El desconcierto que vivimos, es tan grande, que ya
no sabemos si es mejor la democracia o las dictaduras. Pues
si las dictaduras son tiranas, la democracia española va
tirando de los electores para, juntos todos, tiranizar a las
minorías que claman al cielo por justicia.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Junio-1996

138
48.- SE LLAMABA DOLORES

Va de cuento: Era una chica solícita y esbelta, con


distinción y talla soberana. Su belleza deslumbrante incitaba
codicia a cuantos la veían. Dolores llevaba el mundo bajo
sus pies. Detestaba todos los idilios que salían a su
encuentro. Su autosuficiencia connatural dejaba en
entredicho la identidad de cuantos la pretendían. Sólo se
interesaba por actores de gran notoriedad. Pero le parecía
degradante su nombre. Intentó cambiarlo y no le fue posible.
El obstáculo que encontraba para aquistar un artista era su
denominación. Le gustaría llamarse María de Fátima. Este
era el nombre premonitorio que llevaría la primera hija que
tuviera.

Invitada a una recepción de artistas, se sintió seducida


por un actor sin escrúpulos. Al galán sólo le apasionaba el
amor erótico. Dolores -antes de perderle- accedió a sus
pretensiones impúdicas, y esas relaciones sexuales
prematrimoniales se convirtieron en lágrimas y depresiones.
Dolores deseaba ardientemente casarse. Pero al joven
distinguido y airoso, no le interesaba. El placer que buscaba
ya lo había conseguido. Ante la convivencia diaria terminó
la pasión. Ahora abordaría nuevas aventuras y Dolores se
quedó embarazada.

Sollozos y lágrimas en la soledad de su habitación.


No podía desvelar el secreto a sus padres y amigas. «Y
cómo voy a perder la juventud y quedarme soltera -se decía
y pensaba-; tengo que interrumpir el embarazo». Se fue a
la clínica de verdugos y en el cubo de despojos quirúrgicos
se quedó la niña de cinco meses que albergaba en su seno.

139
Era María de Fátima la víctima que llevaba Dolores en su
pensamiento.

La joven vivía acecinada y cabizbaja; todo su donaire


y belleza los había consumido el remordimiento de
conciencia, el dolor y la humillación. No alternaba con nadie.
Se fijaba en la paz que disfrutaba su madre rezando rosarios
y mirando a la imagen de la Virgen de Fátima. Dolores no
podía mirar a María; le daba miedo y vergüenza. El pecado
mortal cometido y la virginidad de la Señora eran choques
de fuego.

Un sueño premonitorio y poético se quedó grabado


en la mente de Dolores con los cuatro versos que siguen:
«Visita la Iglesia día a día / confiesa los pecados a un buen
padre / dialoga un rato grande con María / y ya verás lo
buena que es tu Madre». Dolores viajó rápidamente a
Fátima en busca de consuelo y memorando el nombre que
llevaría su hija, y al no encontrar a un sacerdote autorizado
para perdonarle el crimen que había cometido, se acercó a
uno de los obispos que habían concelebrado la misa y la
absolvió del pecado. El prelado, al verla tan sumamente
contrita, le sugirió entrar en un convento de clausura.
Dolores aceptó la propuesta y se quedó tomando el nombre
de Sor María de Fátima.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 24-Junio-1996

140
49.- DESEABA Y DESEO

Cuando pasaba por la infancia deseaba consumir el


tiempo para entrar en la juventud y tener novia. Cuando
tuve novia deseaba que pasaran los meses para casarme y
disfrutar del matrimonio. Después de casarme deseaba que
se fueran gastando los meses para celebrar el alumbramiento
de mi esposa y conocer el primer hijo. Enamorado del bebé
deseaba que pasaran los años para verlo correr por los
parques. Al verle caminar deseaba que fuera mayor para
dialogar con él.

Después deseaba que pasaran los años para ver su


carrera terminada. Posteriormente deseaba que llegara el
momento de verlo actuando en su profesión con esposa e
hijos. Ahora soy abuelo y deseo que pasen los inviernos
para disfrutar de las vacaciones estivales. También deseo
que pasen los cinco días primeros de la semana para
descansar el sábado y el domingo. Y cuando llegan las
vacaciones deseo que pasen los días que preceden a la fecha
que nos permite dar una vuelta por España.

Y después de recorrer algunas provincias, deseo llegar


a nuestra casa para normalizar la vida cotidiana. También
deseo que pasen las horas para salir del trabajo. Y al remitir
este escrito al director de LA VOZ DE ASTURIAS, deseo
que pasen los días para que algún alma buena lo lea.
Igualmente deseo que pasen las horas aciagas que anteceden
a la posible solución de las dificultades y problemas.

Ahora, al meditar sobre lo que dejamos expuesto,


estoy pensando que la suma de todos los deseos puede ser
la prisa que tengo en recorrer el camino enrevesado y
141
tortuoso que me distancia de la muerte. También pienso que
este deseo continuo de consumir el tiempo, puede ser
promovido por esa substancia espiritual que Dios nos ha
infundido en el cuerpo con carácter de inmortalidad. Pues
el alma es la que realmente nos informa de la dureza que
conlleva la realidad terrena y el destino que corresponde al
cuerpo, sin dejar de reconocer que el espíritu y la carne
constituyen la esencia del hombre.

Esta observación me hace comprender mejor a la


doctora de la Iglesia y Santa de Ávila: «¡Ay, qué larga es
esta vida! / ¡Qué duros estos destierros!/ ¡Esta cárcel, estos
hierros / en que el alma está metida! / Sólo esperar la salida
/ me causa dolor tan fiero, / que muero porque no muero. /
Quíteme Dios esta carga / más pesada que el acero».

Parece claro que la carga que ha llevado siempre


Santa Teresa era la de soportar un cuerpo que vive siempre
con el deseo de vulnerar las leyes divinas que salvan el alma,
cuando ésta consigue someterlo a la voluntad de Dios. Pero
como la santa fortalecía su espíritu diariamente con los
sacramentos, las buenas obras, la oración y la penitencia,
hizo que su cuerpo fuera esclavo del alma y siervo de Dios.
Y ese antagonismo entre el elemento espiritual y material,
formaba el vehemente deseo de la separación que conlleva
la muerte del cuerpo y la gloria del alma.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 26-Junio-1966

142
50.- EL PAPA JUAN PABLO II

Este es título que lleva la biografía de Juan Pablo II.


El amigo fiel y solícito del Pontífice -Tad Szulc-, ha
conseguido dilucidar minuciosamente la vida del Papa y
todos los secretos que nadie conocía. Y lo que más nos
conmueve son las tribulaciones y el dolor que han hecho
presa en él desde la más tierna infancia. Si es verdad que
Dios lo ha dotado de una contextura recia -mide más de
1’80 m.- y enérgica, también es cierto que no ha dejado
nunca de someterlo al crisol de la purificación.

La muerte de su madre cuando apenas contaba los diez


años, le convirtió en un niño serio, triste y responsable. Los
cuatro años de trabajo bracero en una cantera, calzado con
zuecos y vestido con un mono impregnado del polvo que cubría
las manchas de petróleo; los estudios clandestinos en un
seminario con riesgo de muerte. El encuentro de su padre -
oficial del ejército austríaco- muerto en el suelo de su casa
cuando Karol Vojtyla llegaba del trabajo y del estudio, le han
hecho salir del caserón donde vivía para distanciarse del
recuerdo que le consternaba el corazón, y las paredes de su
hogar eran como sombras tenebrosas que no ha conseguido
soportar, y así, se fue de su casa para alojarse en un sótano y
continuar simultaneando el trabajo de peón en la fábrica y los
estudios de teología.

También fue motivo de desazón y tristeza la muerte


de su único hermano -doctor en Medicina-. Y a pesar de
todos los inconvenientes y la falta de tiempo que le
propinaban los ajetreos de su vida, no titubeaba en detraerle
tres horas al sueño de la noche y dedicarlas a la oración.
También nos dice su biógrafo que lo encontraban
143
frecuentemente de rodillas en los recovecos de las naves
de la cantera donde trabajaba, y que actualmente dedica
ocho horas diarias a la plegaria, meditación y penitencia.

Y ahora, después del atentado en la Plaza de San


Pedro, la operación de un tumor en el colon y la rotura del
fémur, nos dice que «el sufrimiento es un don de Dios». Este
paradigmático pensamiento, lo ha experimentado muy bien el
Santo Padre en su propia carne, y también se lo han
confirmado las obras completas de San Juan de la Cruz y
Santa Teresa de Ávila, amén de los 1.002 santos que lleva
beatificados y canonizados.

Él sabe que el sufrimiento tiene un poder educativo y


es el mejor detractor de la soberbia y el elemento más eficaz
para alcanzar la humildad y la sabiduría mística. Este cúmulo
de obstáculos y desgracias que cuenta en su vida (antes del
papado), no le impidieron ser consagrado obispo a los 38
años, y dos décadas después, ascendió al Solio Pontificio
como cabeza espiritual de casi mil millones de católicos. Al
biógrafo le parece un estadista mundial de ingente
envergadura e influencia. Piensa que es la figura más
monumental y carismática que ha tenido la Iglesia en los
últimos siglos.

Y como bien ha dicho el presidente de Eslovenia -


Kucan-, después de darle la bienvenida: «Si los esfuerzos
que Vuestra Santidad ha hecho por la paz fuesen escuchados
por todos los gobernantes, este mundo sería mucho más
justo».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 29-Junio-1996

144
51.- MATARON A NUESTRO PERRO

No ignoro que sólo nos comprenderán un poco los


que tienen perro, y se darán cuenta de la desazón y congoja
que sentimos los que lo han perdido después de ocho años
de convivencia cariñosa y continua. Rocky era un perro de
pura raza chihuahua. Había crecido mucho por el esmero y
atención con que mi esposa lo cuidaba. Pesaba algo más
de dos kilos.

Y como todos los de su clase era excepcionalmente


cariñoso y sibarita. Sólo comía dos alitas de pollo y leche
azucarada con pan remojado. Durante los ocho años que
hemos convivido, Rocky fue testigo permanente de todas
las horas que fui adicionando en los quehaceres de nuestra
biblioteca. Con ojos muy grandes nos miraba de forma
mortecina cuando vivazmente se sentía culpado.

Cuando tocaba el timbre, llamaban al teléfono o


lloraban nuestros nietos, su sensible audición y patente
entendimiento, lo llevaban corriendo de un lado para otro
gritando con ladridos en busca de auxilio para los
reclamantes.

Nuestra convecina, de armonía feliz con su esposo e


hijos, nos decía que nadie la había querido tanto en su vida
como el perro al que tuvo que aplicarle la eutanasia por
enfermedad. Es posible que tenga razón. El perro es el
amigo más fiel y solícito que tiene el hombre.

Hace poco comentaba la prensa cómo un chucho


llevaba acompañando a su amo en el sepulcro seis semanas,
y aunque con muchas imprecisiones, recuerdo cuando por
145
televisión nos dieron la noticia del can que después de
dejarlo abandonado en Bélgica los dueños y regresar a
España, unos meses después se presentó en la casa donde
sus amos habitaban.

Es absurdo pensar que estos animales no superan al


hombre en algunos sentidos: ¿Quién es la persona que puede
encontrar a sus familiares en otra parte del mundo si le privan
de todos los medios de comunicación?. Y, ¿cómo ha podido
ese animal recorrer los bosques y prados, pistas y fronteras
hasta llegar a la nación donde se encontraban y hallar la
calle, el número y el piso.

Aquí tenemos que prescindir del olfato que no pueden


dejar los trenes, coches o aviones. ¿No sería laudable un
estudio profundo de este misterio que nos presentan los
perros?. Ahora me consuela pensar si la substancia espiritual
que lleva el soplo de Dios al infundirles vida, ¿no puede
hacerles inmortales en el paraíso?. Juan Pablo II así nos lo
ha revelado de alguna manera.

Y Jesucristo no nos ha dicho nada sobre los perros.


No podía decirlo. Los perros no tienen pecado ni son
receptivos de consejos. Viven para servir al hombre y
reclaman el mismo cariño que nos transmiten. Se ha
comprobado que entregan sus vidas en defensa del amo, y
Rocky la entregó. Pues cuando un perro policía se acercaba
a mis nietos, el chihuahua se metió por el medio para
defenderles y fue víctima de la primer dentellada que le clavó
en la yugular.

Ahora se encuentra vacía nuestra casa. Ya nadie nos


recibe con aquel clamor amoroso derrochando alegría e
146
intentando subirse a nuestros brazos. Ya nadie nos observa
silenciosamente mientras rezamos el rosario. Ya nadie siente
el ladrido de Rocky cuando terminamos la letanía. Ya nadie
se sube a nuestra cama cuando raya el alba para lamernos
la cara y despertarnos. Pidamos a Dios que no nos suceda
algo peor, pero una parte de la alegría que nos prodigaba
Rocky y la compañía que nos hacía día y noche, se ha ido
dejándonos con lágrimas en los ojos.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 2-Julio-1996

147
52.- QUIEN MÁS DA MÁS TIENE

La caridad del Gobierno alemán y los católicos me hace


recordar el título de una revista desaparecida hace muchos lustros:
Matemáticas de Dios, quien más da más tiene.Yaunque en aquella
fecha era un niño insipiente, ya sabía algo de la ciencia que trata de
la cantidad, la que hizo que le preguntara a mi madre cómo podía
ser eso. «En las cuentas que enseñan en los colegios -me dijo-
quien más da menos tiene, pero como Dios todo lo puede y le
agrada mucho la caridad que hacemos con los pobres que tanto
ama, quien más da a los niños hambrientos, mayor recompensa
tiene en esta yen la otra vida. ¿No ves que nosotros damos limosnas
a la Iglesia y nuestro patrimonio va creciendo?».

Creo que algo parecido está sucediendo enAlemania. Pues


el Estado alemán pasa a la Iglesia el 9 por ciento de las tasas sobre
las rentas de los ciudadanos que se declaran católicos. La cantidad
que recauda la Iglesia sobrepasa los 4.000 millones de dólares, es
decir, 504.000 millones de pesetas. Este montante hace que la
Iglesia germana sea la más rica del mundo, y todo revierte sobre
una serie de obras escolares, sanitarias y, muy especialmente,
caritativas, dentro y fuera del país.

En consecuencia, Alemania se encuentra entre los


países más ricos de Europa. Entretanto, el Gobierno
cicatero de España, con el 0,5 por ciento que nos permite
pasar a la Iglesia, es el tercero más pobre de la Unión
Europea. Y aunque el señor Almunia nos haya dicho que la
situación económica que heredó el PP es infinitamente mejor
que la que el PSOE heredó de la UCD, hay pruebas
fehacientes del dislate que ha pronunciado, y él lo sabe,
pero calumnia que algo queda.

148
Cuando en 1982 ascendió al poder el Gobierno
socialista, la deuda pública era de 6,18 billones de pesetas.
Actualmente nos han dejado un débito de 50 billones, y la
presión fiscal que soportamos los contribuyentes en relación
con el PIB se disparó del 28 por ciento en 1982 al 36,2
por ciento en 1995. La pérdida de puestos de trabajo -si
tenemos en cuenta las jubilaciones con 12 y 15 años de
antelación- se aproxima a los dos millones.

La Seguridad Social estaba llegando a la bancarrota.


También las Administraciones Públicas, desdeAyuntamientos al
propio Estado, sin olvidar el endeudamiento gigante de las
Comunidades Autónomas, de tal manera que si esto
continuara pronto llegaríamos a no poder pagar ni tan sólo
los diez mil millones diarios de intereses. La inseguridad de
los ciudadanos, la droga, el crimen en las calles y plazas, el
aborto libre que pretendían, las decenas de miles de jóvenes
que viven a la desventura después de desgraciar sus hogares,
y las decenas de miles de matrimonios separados con sus
hijos llorando el fruto de la permisividad de las leyes y la
propaganda televisiva.

La ínfima corrupción que todos conocemos y la


descomunal que ignoramos; todo en suma, es la herencia
que recibió el Partido Popular, gracias a don Felipe
González y a sus ministros y repúblicos nombrados a dedo.
Y esto es así porque quien menos da menos tiene, y como a
Dios sólo le han dado disgustos, eso es lo que nos propina
a todos. Y sólo Él sabe lo que nos tiene guardado para la
vida eterna.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 4-Julio-1996

149
53.- AZNAR, AZNAR

Conforme a los conocimientos que nos ha dejado el


doctor Vander, me pareces un hombre equilibrado, armónico
y flemático. Alguien con mucha seguridad en sí mismo. En
consecuencia, disfrutas de un poder personal considerable.
Y todos aplaudimos el éxito que has tenido entre los Quince
para combatir el terrorismo, y teniendo en cuenta el egoísmo
connatural del hombre, nos parece que las privatizaciones
son muy buenas para que cada palo aguante su vela y para
que «tu hacienda, tu amo te vea».

Pero somos trece millones de católicos en España los


que frecuentamos la Iglesia (dejamos de lado ese 92 por
ciento que se declaran creyentes), y éstos se sienten
defraudados al ver que se vulneran los acuerdos que son
fundamentales para el hombre. Tú sabes que el Estado
español y la Iglesia han establecido que la Religión deberá
ser considerada como asignatura académica, con la
puntuación correspondiente, y abundando más en el tema,
¿cómo se pueden desoír las cuatro sentencias del Tribunal
Supremo emitidas en contra de lo que ha hecho el PSOE y
lo que tú estás a punto de hacer ahora?.

Aznar, Aznar, desde el punto de vista erudito, nadie


debe ignorar que la cultura se queda con respiración asistida
si le falta el conocimiento de la Historia sagrada. Ninguna
otra asignatura la puede sustituir. La verdadera ética y la
moral más profunda y sublime, han sido creadas por el mismo
que ha redactado los Sagrados Textos, y nunca jamás
tendremos esa España que todos queremos si desoimos las
leyes de Dios. Piensa que tuviésemos un millón de españoles
como San Francisco Javier. Y, ¿qué tenía ese pobre hombre
150
que no le haya sido dado a través de los Evangelios y del
contacto directo con su Autor?.

Aznar, Aznar, piensa más en ejercer el poder como


Dios manda que en el tiempo que pueda durar tu mandato.
Eres muy joven y no has tomado suficiente conciencia de
que un día -no tan lejano- serás un hombre decrépito e inútil;
es decir, como tantos miles que se encuentran en los
hospitales con bolsas de oxígeno y entubados por todas
partes, entonces verás que de nada sirven los monumentos,
las calles que lleven tu nombre, las proezas y hazañas que
puedan atribuirte los historiadores que piensen como tu
reflexionas ahora.

Cuando eso te llegue, podrás ver que sólo sirve lo


que se ha hecho conforme al querer del Señor y dueño de
tu vida y tu salud, y entonces, puede ser tarde, Aznar. Pues
«¿de qué te sirve ganar todo el mundo si pierdes tu alma?».
Aznar, Aznar, abre bien los ojos. La vida pasa. Jesús sigue
con nosotros. Mil millones -sólo en la religión católica- lo
siguen adorando. ¡¿Cómo se puede menospreciar sus
enseñanzas y su historia?!. «¡Oh!, hombres tardos de
corazón para creer lo que vaticinaron los profetas». «¡Oh!
hombres de poca fe». ¡Cómo os engaña la vida!. Y cuánto
daño hacéis a la Humanidad. Terminaré con una frase de
San Pablo: «Todo lo tengo por estiércol comparado con
Cristo» (Filipenses 3, 8).

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 7-Julio-1996

151
54.- ¿CREE EN LOS MILAGROS?

Se dice que el milagro es un acto del poder divino, superior


al orden natural y a las fuerzas humanas. Consecuentemente, es
un prodigio que sólo Dios puede realizar. Algunas veces los ha
hecho directamente,sin intermediarios, como nos muestra la historia
de San Pablo y tantas otras. Pero los milagros más conocidos y
numerosos, les fueron concedidos a los santos intercesores. El
Señor insiste en que le pidamos.

Quiere que tengamos confianza en Él, ycuando nos conviene,


y el pedido es justo, nos demuestra que podemos tenerla. Sólo a
su Santa Madre le concedió un milagro en contra de su voluntad e
indebido. En contra de su voluntad porque no había llegado su
hora y nada les iba con el problema de los anfitriones, e indebido
porque ya bebieran el vino suficiente.

Siendo así, ¿por qué lo hizo?. Pienso que a una madre sólo
se le puede negar un pedido pecaminoso, y el Hijo de María y de
Dios la respetaba y quería más que nosotros a la nuestra. Y esta
obediencia que todos debemos a nuestras madres, quiere Jesús
dejarla patente, y quiere, al mismo tiempo, darnos a conocer que
María tiene un influjo intercesor con fuerza suficiente para
concedernos lo que su Hijo no nos otorgaría sin la influencia de su
Madre. He ahí la confianza y devoción que le prodigan los fieles
marianos.

Aflora en mi mente este preámbulo, después de leer


una síntesis biográfica de la religiosa fundadora de las
Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor,
María Ana Magas y Fontcuberta, fallecida en 1866, y natural
de Corró de Vall (Barcelona). Ahora la Santa Sede reconoce
como milagro una curación prodigiosa por intercesión de la
152
madre María Ana Magas. La sierva de Dios que será
beatificada el próximo 6 de octubre.

El milagro: Isabel Cortijos, en 1953, dio a luz su tercer


hijo después de practicarle la cesárea. Extraído el niño, la
madre presentaba un cuadro con peritonitis aguda,
tromboflebitis abdominal, parálisis intestinal, tuberculosis
renal al único riñón que le quedaba y absoluta supresión de
la secreción urinaria (anuria). Los médicos, más que
convencidos de la muerte inmediata de la paciente, la
enviaron a la pobre casa donde vivía.

Pero las religiosas de la citada Orden la siguieron para


rezar por la salvación de su alma. Entretanto, una de las monjas,
Concepción Aguirre, colocó bajo la espalda de la agonizante,
una reliquia de la Madre María Ana. Poco después Isabel estaba
totalmente recuperada. La llevaron nuevamente al hospital, y
los médicos comprobaron que todas sus dolencias habían
desaparecido súbitamente. Y aunque no todos eran católicos,
cumplieron con la obligación de certificar que la ciencia médica
era totalmente incapaz de curar sus dolencias. Ahora, 43 años
después, vemos a Isabel Cortijo sonriendo y esperando que
llegue el 6 de octubre para asistir a la beatificación de la madre
María Ana Mogas y besarle la mano a Juan Pablo II.

Alguien puede creer que millones de sucesos como este


son cuentos inventados por los médicos y reconocidos por la
Santa Sede. A mí me parece que no. Creo en los milagros
que tan prudentemente reconoce la Iglesia. Pero no soy
milagrero.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 13-Julio-1996

153
55.- VISITA A LA TRAPA

Hace veinte años leí por primera vez la autobiografía de


Fray María Rafael. El joven distinguido y elegante que pasó
su infancia y juventud en Oviedo. Sus obras completas lo
caracterizan como el mayor místico del siglo XX. Este es
dictamen de los comentaristas expertos. Ahora tiene una
capilla conmemorativa, (abierta al público todos los días),
incrustada en la monumental fachada de la Abadía
Cisterciense de San Isidro de Dueñas, en Palencia.

En el templete se cobijan los restos mortales del joven


erudito que Juan Pablo II elevó a los altares recientemente.
Nosotros visitamos la Trapa para ver al hermano del santo,
padre Fernando Arnáiz Barón, quien después de celebrarnos
una misa en la capilla que tiene a su disposición, nos mandó
pasar al comedor de los peregrinos; seguidamente
alm orzamos con l a m ayor s obriedad y pul crit ud,
sirviéndonos la comida un trapense con hábito riguroso, y
al pedirle la cuenta nos dijo: “La voluntad”.

Instantes después nos pasaron a una sala rústica con


ese tufillo agradable que van acumulando los siglos donde
habitan los hombres de vida santimonia, y en esa tarbea lo
mismo se sienten relajados los mendigos que las familias
nobles. Es el clasicismo que conduce a un recuerdo lejano
que viene a nosotros sin saber de dónde. Allí nos esperaba
el padre Fernando, sonriendo, vestido de blanco, la cabeza
afeitada, 84 años y un bastón. Dialogamos algunas horas
sobre la posible canonización de su hermano y los milagros
que se le atribuyen en España y en México, pues su
autobiografía ha sido traducida a once idiomas.

154
También nos habló cuando actuaba como capitán en
la guerra civil española, cuando cursaba sus estudios de
ingeniero en la Universidad de Lovaina, y cuando su santo
hermano le dijo: «Fernando, busca a Dios, deja el mundo,
la juventud y los títulos (eran sobrinos de la duquesa de
Maqueda que murió en olor de santidad en el convento de
las Carmelitas de Ávila, de la cual conservo más de 50
cartas), entra en la Cartuja o en la Trapa, y encontrarás la
paz que desea tu espíritu y la alegría de servir a Dios y al
prójimo por Él, y después, tendrás un tesoro en el cielo».

Y, ¿cómo sirven a Dios y al prójimo?. Pues tienen


doscientas hectáreas de tierra y prado, trescientas vacas
lecheras. Cultivan la tierra los 70 trapenses, producen 3.500
litros diarios de leche, consumen lo imprescindible, y todo
lo que excede, lo entregan para los asilos y obras de
caridad. Es el comunismo liderado por Dios, es decir, el
reverso de Marx y Engels. Es el comunismo que yo desearía
para todos los hombres, pero hay que empezar por hacer
cinco horas diarias de oración, confesarse todas las
semanas, comulgar cada día que amanece, practicar la
obediencia en nombre de Dios y desterrar el egoísmo y la
tiranía, como hacen los trapenses.

El padre Fernando es el hombre más optimista que


yo he conocido; ni las quince operaciones que ha sufrido,
ni el parche de cincuenta milímetros que lleva para proteger
el corazón, ni la soledad de la celda donde vive aislado de
la comunidad por la precariedad de su salud, han
conseguido minorar la ironía noble y graciosa que
derrochaba cuando le conocimos, hace 22 años, cuando
llevaba 30 de religioso.

155
Y al preguntarle por la edad que tiene, con sonrisa
irónica y mucha alegría nos dijo: «En agosto hace 85 años
que me engendraron, y aunque la vida de los «nascituros»
no cuenta para los progresistas, yo soy conservador y
realista, y sumo esos nueve meses a la juventud que poseo».
Luego, al despedirnos le pedimos que nos bendijera el
coche. «No hay inconveniente -nos dijo-. Lo que no puedo
garantizarles es que mi bendición termine con cinco o diez
kilómetros».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 14-Julio-1996

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56.- EL GRAN RABINO Y EL PAPA

Cuando le dijeron al Santo Padre que el atentado


sufrido en la Plaza de San Pedro -13 de mayo- había
coincidido con el día y la hora en que la Virgen de Fátima
se presentó a los tres pastores, Juan Pablo II se reservó la
respuesta hasta el año siguiente -13 de mayo-, cuando frente
a una multitud calculada en más de un millón de personas -
en torno al santuario de Fátima-, nos dijo que el atentado
perpetrado hacia su persona no había sido una mera
coincidencia.

Pues él lo consideró como una llamada de lo alto para


incitarle a hacer la consagración de Rusia, como la Virgen
se lo había pedido a sor Lucía repetidas veces, y el Papa
agradeció a la Virgen el atentado e hizo la consagración;
muy poco después terminaba la dictadura comunista y se
abría paso a la libertad de religión.

Ahora me gustaría preguntarle al Sumo Pontífice si lo


que sigue es mera coincidencia o también ha bajado de lo
alto: con motivo de la visita del Gran Rabino Azkenaki de
Israel a Juan Pablo II, el jefe de la religión judía y el Santo
Padre, han desvelado un episodio que también parece venir
de lo alto.

Y es que durante la segunda guerra mundial, un


matrimonio judío -entre tantos otros- fue deportado a un
campo de concentración. El joven matrimonio, intentando
salvar la vida de su unigénito, lo confiaron a una familia
católica de Cracovia, y cuando los tutores del niño se
enteraron de que los padres del vástago habían muerto en

157
el campo de concentración de Auschwitz, decidieron
adoptarlo.

Seguidamente se presentaron al párroco para


bautizarlo. El joven sacerdote, y ferviente católico, bien
instruido en sus obligaciones, se extrañó de que llegado a
los ocho años no hubiera recibido el sacramento del
bautismo.

Sus padres adoptivos le expusieron la situación del


niño diciéndole que era de familia judía. Entonces preguntó
el sacerdote si conocían la última voluntad de sus padres:
«Sí, sus padres nos dijeron que si no volvían le hiciésemos
saber al hijo que era judío y que hiciese todo lo posible
para ir a Israel».

«Siendo así -concluyó el párroco- no puedo bautizar


al niño. Debemos respetar la voluntad de sus padres».
(Conviene recordar que la diferencia fundamental entre
sacerdotes católicos y el judaísmo se centra en que los
católicos tenemos una Iglesia jerárquica, y en la sinagoga,
por el contrario, no hay jerarquía ni sacramento; en el
judaísmo actual las nociones de iglesia y de sacerdocio les
son totalmente indiferentes).

Ahora vuelve la gran coincidencia o premonición que


puede venir de lo alto intentando mejorar las relaciones entre
católicos y judíos: el gran Rabino Azkenaki terminó diciendo
en la entrevista con el Papa: «Ese niño que respetuosamente
no quisieron bautizar, soy yo, y el joven sacerdote se
llamaba Karol Wojtyla».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 16-Julio-1996

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57.- EXPERIENCIA Y EXPERIMENTO

La técnica ha hecho que la ciencia descubra lo que nadie


podía imaginar hace medio siglo; especialmente en la Medicina
y las comodidades. El esfuerzo constante del hombre en las
fábricas, en las oficinas, y en las faenas del campo y en todo lo
concerniente al trabajo bracero y manual, era realmente
exhaustivo. Nadie ignora el rendimiento que nos aportan los
ordenadores; todos conocemos las facilidades que nos presta
la técnica para servirnos en bandeja inmediatamente lo que antes
nos costaba semanas o meses de agotamiento físico e intelectual.

Y es que en la ciencia y en la técnica se avanza


vertiginosamente. Se adelanta porque en los estudios
superiores partimos desde el descubrimiento que han hecho
los hombres de ciencia con reconocido saber humano. El
primer trasplante de corazón que realizó el cirujano
sudafricano, doctor Barnard, en la ciudad de El Cabo, hace
treinta años aproximadamente, fue una de las noticias más
estrepitosas de los últimos tiempos. Ahora, los trasplantes
de vísceras no sorprenden a nadie. Y es, repito, que los
estudios científicos, comienzan donde han puesto fin los
sabios desaparecidos.

Inversamente, no hemos dado un paso adelante en lo


que se refiere a la escuela de la vida, es decir, a la
experiencia que tienen los abuelos en el comportamiento
humano: esa forma de esquivar la imprudencia y los vicios.
Esa manera de saber perder un poco para ganar lo más
importante. Esa sabiduría que nos enseñan los fracasos para
ser cada día más sensatos. Ese tacto que sólo se consigue
después de perderlo tantas veces y sufrir las consecuencias
que conlleva.
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Qué pena que nuestros hijos, y tantos jóvenes, no cogieran
el mismo tren que nosotros dejamos después de haber sufrido los
errores cometidos. Pero no es así. La infancia y la juventud
comienzan siempre en el primer peldaño de la vida, yvan escalando
uno a uno con los mismos tropiezos que cometieron sus
progenitores. Y así, cuando llegan a la meseta vejestoria se dan
cuenta de los consejos que les dimos, y entonces es cuando se
dicen: «¡Qué razón tenían mis padres!».

Pienso que si el avance en la práctica de la vida se


fuera sucediendo de generación en generación -como la
ciencia-, ya tendríamos la felicidad al alcance de la mano.
Pero, desgraciadamente, en este campo, ya no sé si estamos
peor que en los tiempos primitivos. Y sólo un remedio sería
capaz de solucionar el mayor problema de la Humanidad,
es decir, el sufrimiento y la congoja.

Y aunque no todos lo comprendan, el mejor lenitivo y


la mayor comprensión para evitar los caminos enrevesados
y tortuosos que tantas veces nos hacen caer de bruces, es
una buena formación religiosa desde la infancia. Pues el
conocimiento del Evangelio con un poco de credibilidad,
nos haría entrar en la madurez de los hombres añosos antes
de llegar a la pubertad. Teniendo en cuenta que este
experimento nos enseñaría un futuro honorable y pacífico,
mientras que la experiencia de los años sólo nos enseña el
pasado y un futuro efímero y decadente. «Si el joven supiera
y el viejo pudiera...».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 19-Julio-1966

160
58.- EXCESO DE POLÍTICA

Cuando las elecciones se aproximan, existe un interés


popular en conocer el resultado que pueda salir de las urnas.
Y esto queda demostrado con un 70 por ciento de
participación en los sufragios. Pero una vez que el nuevo
Gobierno se emplaza en el poder, no solamente ese 30 por
ciento restante que no ha mostrado interés ninguno les
abruma la política en la TV y en los rotativos, sino que a
éstos se suman la mayoría de los que han votado. Pues son
muchos los problemas personales que cada uno tiene y,
exceptuando a los que directamente les beneficia el
Gobierno, lo que desean la mayoría de los ciudadanos, es
que alguien les aliente en lo que diariamente les corroe y les
hace pasar de política:

El marido que ha pasado el día trabajando en el


hondón de la mina embadurnado y transido, y al llegar a
casa se encuentra con una esposa de carácter nervioso que
diariamente le impide el descanso y la paz. Los padres que
viven en tensión constante esperando la llegada del hijo sin
saber si ha vuelto a reincidir en la misma culpa que otrora
le llevó a la prisión.

La esposa que diariamente espera a su marido para


compartir sus problemas, y éste lo pasa felizmente gastando
en el bar lo que a la esposa tanta falta le hace para sustentar
la familia. Los hijos que no quieren estudiar y engañan a sus
padres con las asignaturas que tienen pendientes, y se niegan
a trabajar para seguir alternando día y noche con otros
compinches adinerados. La madre viuda que tiene que
menguar la pensión para darle a su hijo ese mínimo de droga

161
imprescindible que exige el drogadicto, so pena de verle
robar y encarcelado.

El marido que llora al saber que su esposa le viene


traicionando con otro, mientras él se consume en el trabajo
para obtener el fruto que le exigen la esposa y los hijos. La
madre que decide abortar contrariando al marido e
intimidándole con el divorcio si no acepta la muerte del hijo
incipiente; y un sinnúmero de problemas que existen en
millones de hogares; todo en suma, no lo resuelven los
comentarios políticos que diariamente nos abruman por
todos los medios de difusión.

Por eso, es necesario que los psicólogos, los psiquiatras


y los intelectuales con buena moral y experimentados en los
altibajos de la vida, nos escriban columnas de aliento para
mitigar tanto sufrimiento como hay en el mundo. Y es necesario,
también, que los periódicos y revistas les concedan un espacio
arrogante para tratar de lo que más le interesa a la gente sencilla
y humilde.

Felizmente, el que esto subscribe, no ha sufrido las desdichas


expuestas, pero tampoco le faltaron las adversidades desde la más
tierna infancia hasta el día de hoy, y el consuelo y amparo en las
desventuras -incluida la muerte de un hijo queridísimo y bueno-,
siempre lo encontramos en la práctica religiosa, en María y en
Dios, pensando y creyendo que todo lo quieren o permiten para
un bien muy superior al que nosotros deseamos. Y ahora resulta
que el Señor y dador de vida que nos manda ir a Él para
consolarnos, está siendo marginado por casi todos los medios de
difusión, y así nos luce el pelo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Julio-1996

162
59.- EL MEJOR CANDIDATO AL NOBEL
DE LA PAZ

Pienso que si Alfred Nobel viviera, Juan Pablo II ya


sería el Premio Nobel de la Paz, porque Alfred fue el
fundador de los premios Nobel, y fue también uno de los
hombres más emprendedores de los últimos tiempos.

El químico sueco fundó fábricas con las más importantes


manufacturaciones de todo el continente, y dejó una fortuna de 30
millones de coronas para que, con sus intereses, fuesen
galardonados los cinco Nobel que actualmente todos conocemos.
El de Literatura -conforme al testamento de Nobel-, le sería
concedido al que escribiese la obra literaria de miras más ideales;
es decir, prototipo, modelo ejemplar de perfección, esto es,
respetando a Dios y sin tacos.

Y el Premio Nobel de la Paz le correspondería al que


trabajase con más eficacia en la obra de la paz entre las naciones.
Pero como esta decisión depende de cinco individuos del
Parlamento, y éste se encuentra bien politizado, es posible que a
Juan Pablo II no le sea otorgado, a pesar del colosal esfuerzo que
viene realizando -con riesgo de muerte- por la concordia ypacifismo
de todas las naciones. Es verdad que alguien lo reconoce, pues, la
prestigiosa revista «Time», le nombró «hombre del año»en el 95.
Es de tener en cuenta que el Papa ya lleva recorridos 117 países
en 66 viajes; pasó 480 días viajando en los cinco continentes.
Pronunció 2.114 discursos y homilías. Fue recorriendo toda la
nación italiana en 118 viajes, y los cientos de millones de pesetas
que le fueron retribuidos por la publicación de su libro, los fue
distribuyendo entre los más pobres.

163
A los cuatro millones de jóvenes que le recibieron en
Filipinas, les dejó muy claro cómo es posible construir un
mundo mejor. Se reunió con leprosos sin miedo a
contagiarse; en el Brasil se acercó a las favelas donde viven
los más menesterosos y marginados; lucha por los derechos
de la mujer y de los niños; defiende la vida de todo ser
humano y condena sin paliativos el aborto y la eutanasia, el
capitalismo y la tiranía.

Se esfuerza como nadie para conseguir la paz en los


distintos escenarios bélicos; consigue la libertad de muchos
países. Y a pesar de su avanzada edad, no ceja en continuar
proyectando viajes en pro de los derechos humanos; es
víctima de un atentado y perdona y consuela al agresor;
con su ejemplo en obras y palabras, consigue aumentar el
número de católicos en unos cien millones.

Es de reconocer que nunca hemos tenido un


predicador tan infatigable como el Papa actual. Nadie ha
sembrado con más abundancia que J uan Pablo II.
Confiemos en que el fruto de la semilla que cae en tierra
buena será cada día más provechosa para la Humanidad.

Sin embargo, lo más importante del Papa, no es lo


que dejamos expuesto, es, sí, el considerar que se trata de
un hombre de Dios. Un hombre de oración y penitencia, y
aquí está el secreto del éxito espiritual que disfruta. Por
todo lo dicho y lo expuesto en las 600 páginas de su
biografía, creo que si este hombre no es acreedor al Premio
Nobel de la Paz, es mejor que el Parlamento lo deje desierto
para no caer en la injusticia.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Julio-1996

164
60.- SÓLO HAY UN MAESTRO Y SEÑOR

«Me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo


soy». «El Señor, nuestro Dios, es el único Señor». Esto dice
Jesús. Ahora, con más de 60 años de vida, y la experiencia
que me fue dispensada con la profesión de agente de la
Propiedad en el Tercer Mundo, comerciando con indios
analfabetos y honrados; con mulatos cafres, y nobles; con
negros sanguinarios, y prudentes; con terratenientes avaros,
y honrados; con acaudalados avasalladores, y solidarios;
con japoneses mesurados, y ladrones; con políticos
corruptos, y honorables; con religiosos hipócritas, y santos;
he comprendido mejor que sólo existe un Maestro y Señor:
Jesús.

Maestro porque su pedagogía es indefinible e infinita. Y,


¿cómo es posible que la estolidez de algunos gobernantes les
lleve hasta impedir que Jesús nos enseñe?. Si es su sabiduría la
que abarca y resuelve todos los problemas que acechan al
hombre, porque todo procede -exceptuando la muerte- de
nuestras imperfecciones y pecados. Y siendo el conjunto de
toda la Humanidad el Cuerpo Místico de Cristo, es claro que
los hombres de perfección y santidad, tienen que sufrir las
barbaries que otros miembros cometen, y así, se hacen
corredentores con Él, porque la verdadera justicia sólo la
encontraremos en la vida transcendente.

Y es Jesús el único Señor porque, como bien lo ha dicho


Dios a Moisés: «Dile a los hijos de Israel que yo soy el que
soy» (Éxodo 3, 13 y 14). Es decir, que Dios no es copia o
imitación de nadie. Y nadie sería poco si supiera ser el que es,
sin artificio o ficción. Recuerdo haber leído en la Autobiografía
de Santa Margarita María de Alacoque lo que le dijo Jesús:
165
«Yo soy el que soy, tú eres la que no eres; si aprendes bien esta
frase serás dichosa».

Queremos ignorar que somos algo así como la sombra


de Dios. Adumbración creada a su imagen y semejanza para
seguir su ejemplo con obras, pensamientos y palabras. Pero
el hombre sigue siguiendo a los ídolos. Sigue copiando sus
costumbres y modas indecorosas. Sigue el hedonismo que
nos transmiten por TV. Sigue entusiasmado con los
programas políticos de los países que propugnan el aborto,
el divorcio y la eutanasia.

No quiere ser el que es. Quiere ser como los demás.


Son sus ídolos y nosotros vamos detrás. Por eso Juan Pablo
II -el hombre que toma como modelos a Jesús y a su Santa
Madre- se acerca mucho a ser el que es, pese a que más
del 80 por ciento de la Humanidad -y no pocos de la misma
Iglesia que él representa y gobierna- lo rechazan y
vilipendian. Pero él sabe que está en posesión de la verdad
que Cristo le transmite, que no es la suya, y no retrocederá
ni un milímetro aunque la vida le cueste.

Y en este ambiente familiar con ese Cristo a quien


representa, en la primera visita que hizo a España nos dijo
al despedirnos en el aeropuerto: «¡España, sé tu misma!».
Pero en España -algunos españoles- envidiaban la
inmundicia de los países europeos, y como el pueblo llano
y sencillo no comprendimos al Santo Padre e ignorábamos
la contaminación que nos esperaba, los ídolos materiales
hicieron que ahora a España no la conozca ni la buena madre
que la parió.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 24-Julio-1996

166
61.- JULIO IGLESIAS

Como el Evangelio es paradójico, nadie tiene la


facultad de saber los hombres que se condenan, y cada
católico escoge las hojas o capítulos que mejor se ajustan a
sus virtudes y menos le reprochan sus pecados. Julio Iglesias
también cumple uno de los apartados más exigentes de
Jesús: «Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y
me disteis de comer» (Mt 25, 34-35).

Pues el cantante español ha confesado públicamente


que es «padre» de cuatro mil niños que tiene apadrinados,
y si le cuestan tanto como los poquitos que tenemos
nosotros, son cinco mil pesetas al mes por cada uno, es
decir, veinte millones de pesetas cada treinta días les pagará
el actor.

Esta acción humanitaria del artista es laudable, pero


queda muy debilitada sabiendo lo mucho que habían echado
los ricos en el gazofilacio, y conociendo el veredicto de
Jesús. Pues Él sólo ponderó las dos monedas que entregó
una pobre viuda, sabiendo que le hacían falta para comer.
Tal vez por eso el Concilio Vaticano II nos dice que no
solamente debemos contribuir con lo que nos sobra, sino
también con lo que nos hace falta para nosotros.

La verdad es que ni un vaso de agua fresca que demos


en nombre de Jesús se quedará sin recompensa. Lo dice
Él. Y pidiendo comprensión al lector por lo que esto pueda
tener de vanidad, me permito decirle que cuando recibo
cartas y fotografías de los niños que tenemos apadrinados,
l l en a s d e ca r i ño o fr e c i é n d on o s s u s o r a ci o n es e
implorándonos que no les abandonemos, se enternece
167
cualquier hombre con corazón de carne. Permitidme que
copie literalmente la última carta que recibí de un niño que
vive en los Andes del Perú:

«Queridos padrinos: Rezo por vosotros todos los días.


Les agradezco mucho el poder comer y estudiar el 2º grado
de primaria. No me abandonéis. Quiero ser mecánico, y las
misioneras de Lumen Dei me dicen que si continuáis pagando
las cinco mil pesetas mensuales, continuaré estudiando hasta
terminar la EGB y me darán un oficio. No tengo padres, los
dos murieron de hambre y tuberculosos, etc.»

Visto lo que antecede, ya podemos imaginar las cartas


que recibirá Julio Iglesias si los niños son tan bien atendidos
como lo hace Lumen Dei, pero también se ha dicho que
más de cuatrocientas chicas le han calentado la cama, y
entre la magnífica obra caritativa que está realizando con lo
que le sobra y el sinnúmero de pecados graves, sólo Dios
tiene facultades para dar su veredicto cuando le llegue el
juicio final.

Pues contravenir el sexto mandamiento una vida entera


sin un acto de contrición, me parece un poco arriesgado, y
mejor será un sacrificio benemérito y temporal, que sentarse
en el banquillo del tribunal de Dios, y escuchar su sentencia.
Pido perdón a los que no creen en Dios y niegan sus
preceptos. Yo también fui ateo y les comprendo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 2-Agosto-1996

168
62.- VISITA AL SANTUARIO DE FÁTIMA

Cuando un personaje conocido en el mundo visita


oficialmente un país extranjero, y es excelso protagonista
de galardones beneméritos, su presencia puede ser acogida
apoteósicamente, y en casos extremos se le conmemora con
un monumento como el que tiene Pablo VI en la plaza del
santuario de Fátima, pero la estatua se queda en el olvido,
y el personaje no consigue memorar su historia si no es en
las páginas silenciosas de las bibliotecas.

Inversamente, cuando una mujer humilde y pueblerina


-como María- se aparece a tres pastores infantiles y
analfabetos, en busca de la paz y la salvación de las almas,
sus palabras se estudian siempre en los cinco continentes, y
su imagen se reproduce en el mundo entero perpetuamente,
y con más arraigo y veneración cuanto más se distancia el
suceso de los siglos que pasan.

Esto viene al unísono con los informes que nos han


dado en la sala de Prensa del santuario y lo que nosotros
hemos visto y vivido: más de cinco millones de peregrinos
visitan al año actualmente la capilla de las apariciones y la
basílica que ha sido construida en honor a la Señora que
subió a los cielos hace dos mil años.

Peregrinaciones de todos los países del mundo pasan


por Fátima implorándole a la Madre de Dios la solución de
sus tribulaciones, y los milagros espirituales casi siempre se
quedan en el sigilo de los confesonarios. Sólo resplandecen
las curaciones milagrosas que la Curia Romana reconoce.
Las procesiones que diariamente tienen lugar a las
21’30 horas de la noche, con más de trescientas mil velas
169
encendidas siguiendo la imagen de María que llevan los
romeros, contorneando la plaza que supera en extensión a
la de San Pedro de Roma, y entonando el Ave... Ave...
AveMaría, pienso que le ponen la carne de gallina a los
más ateos que pudieran presenciar el espectáculo. Y estas
lucecitas que todas proceden del cirio, obedecen al mandato
de Dios en la Biblia para alumbrarle a Él en el templo de
forma perpetua, porque la luz nos hace falta a todos para
ver y conocer nuestra misión en la vida terrena, salvar
nuestras almas y vivir en paz.

Y como donde Dios entra, Dios aumenta, Fátima es


u n a c i ud a d r i c a e n b i e ne s m a t e ri a l es y b e n di t a
espiritualmente. Es muy difícil encontrar un peregrino en
Fátima sin llevar un rosario pendiente de los dedos y una
vela en la mano para ofrecérsela a María.

Acerca de los bienes materiales, es fácil imaginar las


divisas que aportan los cinco millones de peregrinos todos
los años. Cientos de bazares y hoteles consiguen el bienestar
económico que Dios siempre concede a los que respetan
sus leyes y lo aman. Pues cuando un grupo de negociantes
desaprensivos abrió una discoteca en Fátima, la ciudad
entera se levantó en protesta y rápidamente tuvieron que
cerrar. Ahora, ese local, está repleto de imágenes de la
Virgen y toda clase de utensilios relacionados con el lugar
sagrado de la ciudad.

En la enfermería hay colas esperando para ser


desinfectadas las heridas de las penitencias que hacen al
pasar la plaza de rodillas con niños en los brazos. La Virgen
nos exhortó a todos el sacrificio de la penitencia y el rezo
del santo rosario, y los peregrinos cumplen su misión.
170
Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 3-Agosto-1996

171
63.- MÁS SOBRE FÁTIMA

Pienso que la Virgen huye de las poblaciones. Tal vez


porque las grandes urbes son más propicias al ateísmo y al
pecado, mientras las gentes pueblerinas son más dispuestas
al trabajo y al pundonor. Así vemos que el ángel se presentó
a María en la pequeña aldea de Nazaret, y la Vidente, más
candorosa y humilde que todos sus colegas, también vivía
en una aldehuela como Bernardette (Lourdes), como Lucía
de Fátima y sus primos, y como el indio, Juan Diego, en el
Cerro del Tepayac (México).

Y si la Virgen ha elegido uno de los lugares más


pintorescos y paradisíacos de España, en Covadonga, no
menos ha sido el escogido en Valinhos por el Ángel para
visitar a los tres pastorcitos, pues los periodistas ingleses
han considerado el lugar como un rincón del paraíso. Allí se
puede ver la estatua del ángel con el cáliz en una mano y la
hostia en la otra, y frente a él, postrados de rodillas, tallados
en granito y a tamaño natural, se encuentran Jacinta,
Francisco y Lucía, dispuestos a recibir el Cuerpo y la Sangre
de Jesús, de manos del ángel.

Y después de darle a Lucía la comunión y a Jacinta y


a Francisco el vino del cáliz, les pidió que rezaran con él la
oración que sigue:

«Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu


S an t o, os ador o pr ofu n dam en t e y os ofr ez co el
Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de
Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los
Sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que El mismo es
172
ofendido. Y por los méritos infinitos de Su Sagrado
Corazón y del Corazón Inmaculado de María os pido
la conversión de los pobres pecadores».

Pienso que los que dudan de todo esto, podrían


preguntarse si tres niños infantiles y analfabetos, serían
capaces de componer o redactar la oración más ortodoxa
que tiene la Iglesia, exceptuando el Padrenuestro, conforme
al estudio que han hecho los teólogos y el veredicto emitido
por el entonces obispo de Leiría, Monseñor Correia da
Silva.

Pero hay más: ¿cómo han podido esos niños memorar


esa oración si prescindimos del poder sobrenatural?.

En otra de las apariciones del ángel (fueron tres), nos


dice Lucía:

“Al llegar el ángel junto a nosotros nos dijo:

- No temáis. Soy el Ángel de la Paz. ¡Orad conmigo!.

Y arrodillado en tierra inclinó la frente hasta el suelo.


Le imitamos llevados por un movimiento sobrenatural y
repetimos las palabras que le oímos decir:

- «Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os


pido perdón por los que no creen, no adoran, no
esperan y no os aman».

Después de repetir esto tres veces se levantó y dijo:

173
- «Orad así. Los corazones de Jesús y de María están
atentos a la voz de vuestras súplicas». Y desapareció.”

Siento que alguien pueda tener aversión a todo ésto,


pues ciertamente Dios es el campeón de la libertad, y a
todos nos ha concedido ese privilegio en la tierra para
discrepar libremente. Pero nosotros -los 23 millones de
socios que formamos el Ejército Azul de Nuestra Señora
de Fátima en todo el mundo- recitamos estas oraciones
todos los días, y no solamente porque el ángel de parte de
Dios nos lo haya pedido, sino porque tenemos el beneplácito
o asentimiento de la Santa Sede. Y Lucía -con quien
asistimos a misa en el convento de Coimbra-, lleva más de
50 años entre rejas rezando las oraciones que le mandó el
ángel y haciendo las penitencias que le sugirió la Virgen.

¡Cómo será posible no creer conociendo esta historia!.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 11-Agosto-1996

174
64.- UN GITANO SANTO

Mis padres y abuelos siempre agasajaban a los gitanos


cuando llegaban a la casa de campo donde nacimos doce
hermanos. Los bohemios toqueteaban la puerta del caserón
envueltos en la nieve y el frío con los pies en porreta pisando
sobre el hielo. Seguidamente les sentaban en los taburetes
contorneando la hoguera y comiendo las castañas calientes
que les daba mi madre.

Después de recuperar el tiento, les obsequiaban con


algunas patatas y mazorcas. También les regalaban
almadreñas viejas forradas con hierba, pero los cíngaros
las abandonaban tan pronto como los perdíamos de vista y
continuaban con los pies descalzos sobre la nieve.
Entretanto, mis padres y abuelos contaban las gallinas y no
las dejaban salir hasta que los nómadas se iban a otro
pueblo.

Todo lo que se dice de los gitanos es muy extenso: se


supone que proceden de Egipto. Pero son diversas y
contradictorias las opiniones sustentadas de este pueblo
errante. En árabe se les distingue con el nombre de
«caramis», esto es, ladrones.

También se dice en Egipto que por no haber


hospedado a la Virgen y Madre de Dios cuando iba
peregrinando, les cayó la maldición de que ellos y sus
descendientes anduvieran peregrinando por todo el mundo
sin que jamás hallaran asiento ni tuvieran habitación
permanente.

175
Pienso que los gitanos -visto lo que antecede en lo
político y lo social- son tan ladrones y honrados como los
payos, y lo que más desean es salir de la marginación en
que los tienen sumergidos las naciones. Los bohemios
desean tener un empleo y adentrarse en la sociedad que los
detesta.

Tratando de lo más importante, nos encontramos con


que el primer beato de raza gitana será un español: Ceferino
Giménez Malla. Un clásico analfabeto que nunca supo leer
ni escribir. Pero su prodigiosa inteligencia le hizo famoso
como tratante de ganado y con fama de santo. Siempre
entregado a la oración, se hizo miembro de diversas
asociaciones católicas: Adoración Nocturna, Conferencia
de San Vicente de Paúl y Terciarios Franciscanos.

Ceferino compartía sus ganancias con los más pobres,


y siempre con el rosario en la mano, le consideraban el
verdadero apóstol de los niños. Este prestigio de santidad
que le propinaban los vecinos de Barbastro (Huesca), incitó
a los milicianos a detenerle, pero al encontrarse con un
sacerdote en el camino y ver que también le hacían
prisionero, exclamó: «Válgame la Virgen, tantos hombres
contra uno y además inocente».

Los milicianos se arrojaron contra él y le registraron, y


como su única arma de defensa era el rosario que llevaba en
el bolsillo, un soldado que aún no había llegado al
embotamiento total de su conciencia, le insinuó que
entregara el rosario y guardara silencio; entretanto, el gitano
exclamó: «A la Virgen y al rosario les debo todo lo que soy
y tengo, y los dos me acompañarán a la prisión y a donde
ustedes quieran llevarme».
176
Encarcelado Ceferino, consolaba a todos los presos
uniéndoles a él en oración y haciéndoles saber lo felices
que serían todos cuando llegaran al cielo; y en los primeros
días de agosto de 1936, tras haberse resistido nuevamente
a entregar el rosario, fue ejecutado contra las tapias del
cementerio de Barbastro.

La Congregación para las Causas de los Santos,


aprobó el pasado día 5 de julio, el martirio de Ceferino,
cuyo decreto de beatificación firmará el Papa en los
próximos meses. Si ahora tenemos en cuenta que sólo en la
Europa del Este existen más de ocho millones de gitanos,
es fácil imaginar la multitud de bohemios que se agolparán
en la Plaza de San Pedro, cuando Juan Pablo II lo beatifique.
A partir de esa fecha, todos los nómadas del mundo tendrán
un verdadero santo de su devoción. Un ejemplo que
perdurará siempre entre la raza calé.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 6-Agosto-1996

177
65.- GRACIAS DIOS MÍO

Aunque un grupo de la Adoración Nocturna no me lo


hubiera pedido, no dejaría de responder a la carta que fue
divulgada en este mismo Diario, el pasado día 10, por don
Javier González Vallina. Si es ateo -como intenta
demostrarlo- que nos deje en paz contemplando las
maravillas que Dios ha hecho en la Tierra y en el Cielo,
como nosotros dejamos sosegados a los anticristianos. Y si
usted juzga que Dios no puede existir viendo los males que
sufrimos, nosotros le hacemos saber que el Todopoderoso
es el campeón de la libertad con todas sus criaturas.

Él nos ha dotado de talento y conciencia para que


practiquemos el bien y desterremos el mal. Él ha puesto en
nuestras manos sus preceptos para que los guardemos
escrupulosamente. Él -como Hombre- nos ha dado ejemplo
de amor, de castidad, de mansedumbre, de paz, de
solidaridad, de concordia y perdón; y nosotros le damos el
ejemplo del crimen, de las violaciones, del hedonismo, del
divorcio, de la corrupción, del aborto, de las guerras, de
nuestra antirreligiosidad y desprecio por el camino que nos
enseña, por todas las verdades que resplandecieron siempre
y siguen iluminándonos dos mil años después, a los que
creemos en Él.

Acerca del sufrimiento de tantos inocentes, téngase


en cuenta que todos los seres humanos formamos el Cuerpo
Místico de Jesucristo, y cuando uno o muchos se
corrompen, todos tenemos que resistir y soportar las
consecuencias de las ovejas negras, ¿le parece injusto al
señor Vallina?. Claro que sería improcedente si todo
terminara con esta pobre vida. Pero como Dios nunca es
178
viejo, siempre tiene tiempo para juzgarnos y hacer que los
justos brillen como el sol.

Le sugiero al señor Vallina que lea la parábola del rico


Epulón y el pobre Lázaro (San Lucas 16, 19-31) si quiere
saber quiénes son los desdichados y los venturosos. Pues negar
la existencia de Dios nunca dejará de ser una insensatez,
¿cómo sabe usted que no existe? ¿quién se lo ha dicho?.

Si usted hubiese dado una vuelta por el espacio y se


acercara al astro Quásar PKS, que se encuentra a 15.000
millones de años-luz, y contemplara los que hay en su entorno
alcanzando la velocidad de 276.000 Kilómetros por
segundo, y luego nos dijera quién es el chófer que los guía
para evitar las hecatombes celestiales, nos daría qué pensar.
Pero si de un plumazo quiere saber más que la Iglesia
milenaria con todos los santos, los papas, los cardenales y
los obispos, vivos y muertos, y encima quiere corregir a
Dios, sólo nos queda soportar el pasmo que nos propina su
insolencia y dar gracias a Dios por todos los bienes que
nos concede, y sobre todo, por tener fe. Gracias Dios mío.

Publicado en “EL COMERCIO” 15-Agosto-1996

179
66.- LA CRÍTICA DESTRUCTIVA

La crítica destructiva es señal infalible de la


inferioridad moral. El censor que intenta deturpar las buenas
obras, lleva dentro la carroña de los pecados que no
confiesa, y lucha denodadamente para acumular adeptos a
sus fechorías. Así vemos que, cuando un hombre con estas
características consigue el poder, lo mismo puede surgir el
nazismo que la degollina de los inocentes. Son tan astutos
estos personajes que buscan las más diminutas fisuras en
las buenas obras para demostrar que sólo ellos son capaces
de hacerlo todo bien.

Y una vez que consiguen disponer de los medios de


difusión, elaboran programas con las mismas raíces
indecorosas que llevan dentro, y los presentan con tal
sutileza, que hasta a las personas bienintencionadas
consiguen seducir y llevarlas a las filas de la decadencia.

Y cuando la gente sencilla se da cuenta de la clase de


mandatarios y repúblicos que ha subido al poder, la
inmoralidad ya se encuentra extendida como el agua sobre
el pavimento, y las nuevas generaciones que han crecido en
ese ambiente, como les favorece en el hedonismo que desean
sus pasiones carnales, los gobernantes ignominiosos ya
tienen prosélitos que los defienden, hasta que el alcohol, la
droga y el sexo les hace saber que sus vidas fueron
destruidas por vulnerar la ley natural que Dios ha infundido
en los hombres y desobedecer a los buenos padres.

Napoleón ya nos decía que no existen malos soldados,


lo que sí existen son malos oficiales. Y aunque con alguna
frecuencia encuentro jóvenes en los recovecos de Gijón con
180
las jeringuillas en la mano, sigo creyendo que la juventud es
muy buena, porque ese mal que se adjudican a sí mismos, y
lo propagan, no es connatural, es el fruto que viene de
afuera, es decir, de una elite que se encuentra en la cúpula
de los gobiernos hedonistas y corruptos.

Si trocaran la crítica destructiva por una censura


constructiva, y la TV basura cambiara los programas
pornográficos, violentos y perniciosos por películas como
«Molokai», «Santa Rosa de Lima», «Fray María Rafael»,
«El derecho de nacer» y un largo etcétera, en pocos años
no conocería a España ni la buena madre que la parió. Pero
como todo ha sido favorable a lo impúdico, indigno e
indecoroso, ahora tampoco la conoce esa buena madre.

Pues la verdad siempre le ha hecho temblar a la


mentira. Y esto me recuerda el primer encuentro entre Juan
Pablo II y el general ateo y comunista Jaruzelski, jefe del
Gobierno polaco, el mismo que posteriormente ha
declarado: «Después de ver a aquel hombre vestido de
blanco exhortando a aquella multitud de millones de fieles
cayendo de rodillas, he visto personas, obispos, escritores
arrodillándose, besándole la mano.

Por eso, al encontrarme con él frente a frente, me di


cuenta de que me temblaban las piernas, y que las rodillas
chocaban una contra la otra». Y el Santo Padre dijo a
algunos de sus amigos que «desde luego» se fijó en ello,
pero «sólo al principio le temblaron las rodillas».
Vivamos uncidos al yugo de Jesús, como la lapa se
adhiere a las piedras, y aún los más débiles subsistiremos
tan seguros y fuertes como la hiedra enraizada en las
columnas de concreto.
181
Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 17-Agosto-1996

182
67.- HA MUERTO JAVIER ESCRIVÁ

«Estad preparados porque nunca sabréis el día ni la


hora». Esto dice Jesús. Y la muerte de este actor famoso ha
sito tan súbita como la chispa relampagueante, al igual que
tantas otras. Después de pasar unas vacaciones en Asturias,
regresaba a Madrid con su segunda esposa y amigos,
cuando terminó su vida en el accidente que tuvo lugar en
las inmediaciones de Valladolid.

Después de todos los males que conlleva el divorciarse,


Javier Escrivá ha hecho un bien que perdurará en la historia del
cine. Su debut fue interpretando «La rana verde». Numerosas
son las obras teatrales y cinematográficas que ha dejado en
cuarenta años de trabajo. Pero sólo una ha sido interpretada
conforme al mismo querer de Dios: «Molokai». La que ha
dado vida al padre Damián y apóstol de los leprosos, y
también la que le ha llevado al cenit de la fama en numerosos
países, lo que fue motivo suficiente para que Juan XXIII
recibiera al actor en audiencia especial en Roma.

Esta película declarada de interés nacional, ha


conseguido acrecentar la fe de los creyentes, y ha removido
el agnosticismo de muchos corazones endurecidos para
inyectarles la semilla piadosa del heroísmo que fecunda la
fe en el que todo lo puede. También ha podido influir
bastante en la beatificación del padre Damián.

Javier Escrivá estaba considerado como un hombre


de bien. Era descendiente de los condes soberanos de
Lavagna (Italia), y de Soto Armeno, en España. Pero el
exceso de actividades, el éxito y la fortuna, unidos a la

183
elegancia y distinción, suelen ser encauzados por dos
senderos antagónicos:

El egocentrista que aprovecha los dones recibidos


para vivir el hedonismo y el placer, y el hombre que busca
la verdad y reconoce que todo le ha sido dado y tiene que
multiplicar los talentos para entregar las cuentas al
Premiador.

Esto es lo que ha hecho Ignacio de Loyola y tantos


otros. Pero Javier Escrivá no lo hizo así, y ahora ya no tiene
remedio. Quiera Dios que las vocaciones religiosas que han
sido estimuladas con el film «Molokai» y las almas que habrá
salvado y salvará esa bendita película, en unión de las misas
y oraciones que recibirá de su hijo menor, Álvaro Escrivá
González, lo lleven muy pronto al paraíso.

Pues Álvaro nos ha dado testimonios de la fe


inquebrantable que le fue transmitida después de ver en
video la película «Molokai». Y lleno de dolor por la muerte
de su buen padre dice así: «Dios es bueno y elige cualquier
momento para llevarnos a su lado. Tengo mucha fe. Gracias
a Dios tenemos una familia muy unida y saldremos adelante.
Confiamos en el Altísimo y en nuestras oraciones. Mi padre
era un hombre bueno. La película «Molokai» nos ha hecho
mucho bien a todos y la veo con bastante frecuencia».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 18-Agosto-1996

184
68.- CORRECCIÓN FRATERNA

Si por una vez he de ser un poco insolente con algunos


sacerdotes, es porque me siento saturado de oír algunas homilías
que discrepan totalmente con la lectura del Evangelio o no tienen
conexión alguna con el mismo. Pues hay algunos padres que sólo
predican en defensa de las adversidades que les propina el mundo
durante la semana, sin caer en la cuenta que nadie consigue evadirse
de sí mismo y de las ideas perturbadoras si no es a base de
penitencia y oración.

Y como esto de rezar resulta aburrido y monótono, si no se


hace diariamente y como Dios manda, y la penitencia o la cruz es
contraria a lanaturaleza humana, prefieren llevarla carga demoníaca
que se va acumulando en el cerebro día a día, hasta llegar al púlpito
y desahogarse sobre una multitud que, necesariamente, tiene que
soportarles.

Y estealiviamiento que les proporciona el mismo demonche,


ya comienza a evaporarse al cambiar el atuendo en la sacristía, y al
día siguiente, lunes, se multiplica por dos el desabrimiento y la
congoja, y es entonces cuando el presbítero se siente frustrado
por haberse consagrado a Dios, y no pocas veces abandonan la
perla preciosa por el hedonismo humano, y se hacen detractores
de la religión yde la misma Iglesia, en provecho de algunos medios
de difusión satánicos para testimoniar que Dios no existe yla Iglesia
es muy mala y hay que exterminarla.

Si estos sacerdotes prepararan sus homilías después de


confesarse contritamente y meditando el Evangelio en la capilla
privada frente al Santísimo, es claro que llevarían alivio, alegría y
esperanza a todos los fieles. Pero como algunos quieren alumbrarle
al sol con una linterna, es claro que a todos nos dejan en la
185
obscuridad. El apéndice que queda expuesto, pertenece a la homilía
que nos predicó el padre X acerca del Evangelio «Vosotros sois la
sal del mundo» dejando totalmente marginado el excelente
contenido del mismo:

Y, ¿qué tiene la sal?. La sal, corroe lo podrido de la


carne y preserva de la corrupción lo que todavía se conserva
salubre. La sal entrega su vitalidad y se consume
silenciosamente penetrando hasta el hondón de las entrañas
para hacer saludable lo pecaminoso del cuerpo. Esta es la
misión de los sacerdotes y de los seglares católicos. La sal
no se jacta de nada. La sal se acomoda al gusto del paladar
que le exige el consumidor robusto y el hipertenso. Pero si
la sal se desvirtúa -nos dice Jesús- «¿con qué se salará?
Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los
hombres».

Así es como sucede con algunos sacerdotes, y los


pobres fieles que no somos expertos en la buena teología,
enseguida terminamos con el óleo de nuestra alcuza y,
apagada la luz, perdemos el rumbo sobrenatural, nos
casamos por lo civil, nos divorciamos, nos aconcubinamos con
otro endemoniado mujerero, abortamos, luego nos viene la
congoja o depresión, recurrimos a la droga, robamos, nos
llevan a la cárcel, y terminamos coronados con el Sida, ¿y
después...?. Terminaré diciéndole a este hermano sacerdote
que tenga mucho cuidado con las chispas demoníacas,
porque el incendio nunca sabremos dónde puede llegar.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 26-Agosto-1996

186
69.- CREER EN EL EVANGELIO

Si descartamos los milagros que Jesús ha hecho en


los tres años de vida pública, y retornamos a la época en
que fue sermoneando el contenido evangélico que todos
conocemos ahora, es claro que lo consideraríamos vesánico
o iluso al autor. Tengamos en cuenta los sucesos ingentes
que acaecen en el mundo con tanta frecuencia, y que todos
se van desimaginando.

Pero algo tan sumamente intrascendente como lo es


el hecho de que una mujer -María Magdalena-, rompiera
un frasco de colonia para perfumar al que tantos
consideraban como el hijo del carpintero, no tendría el más
mínimo sentido el oír y tener en cuenta las palabras de Jesús:
«En verdad os digo: donde quiera que se predique el
Evangelio, en todo el mundo se hablará de lo que ésta ha
hecho, para memoria de ella» (Mc 14, 8). Ahora -dos mil
años después- vemos que el fútil suceso se rememora en
todas las iglesias de los cinco continentes, se estudia en todos
los seminarios del mundo y por todas las generaciones.

Pienso que sólo el poder de Dios puede eternizar lo


más insignificante. Y esto es así y lo estamos viendo porque:
«Pasarán el cielo y la tierra y mis palabras no pasarán». Y
no pasarán porque el hombre, lleva en su conciencia el
anhelo sediento de la verdad, y ésta es la que vivifica
nuestras almas y las lleva hacia el manantial de toda
evidencia, que es Jesús. Y por eso nos dice: «Yo soy el
camino y la verdad y la vida».

Camino porque siguiendo el sendero que nos enseñan


sus preceptos, vivimos en paz en la tierra y vamos directos
187
al paraíso. Verdad porque se enfrentó con la falsedad de
los pueblos, con la mentira de los fariseos, con la tiranía de
gobernadores y reyes, y con la muerte de cruz que le
esperaba. Y vida porque resucitó a los tres día y les hizo
revivir a Lázaro, a la hija de Jairo y al único hijo que tenía
la viuda de Naím.

Pues si sólo Él hubiera resucitado, encontraríamos una


fisura para dudar, so pretexto de decir que se trataba de
Dios mismo, y si se quedara con la resurrección de la hija
de Jairo y el hijo de la viuda de Naím, también los hombres
de poca fe podrían decir que estaban en estado de coma.
Pero -para mayor seguridad- nos encontramos con un
hombre que llevaba tres días muerto y en descomposición,
Lázaro, y también con una multitud de gente que
presenciaron la forma de revivir de Lázaro.

Asimismo nos dice la historia que -después de


resucitar- fue obispo de Milán. Pienso que esta miniatura
que se puede describir en un folio y el extenso contenido
de los Sagrados Textos, es más que suficiente para vivir
con optimismo sabiendo que no moriremos jamás. Pues si
bien es la muerte un trance doloroso, es motivo de gran
ilusión creer y saber que un día seremos eternamente felices.
Confiemos en el que dio la vida por nosotros y por la verdad
y todo irá muy bien.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 31-Agosto-1996

188
70.- LA SANTA DE LOS POBRES

Cuando el señor director de EL COMERCIO tenga a


bien el publicar este artículo, es posible que su divulgación
aparezca después de levantar el vuelo la Madre Teresa de
Calcuta. Pero su ejemplarizante ejemplo perdurará en la
Historia hasta el fin de los tiempos, y las cuatrocientas
fundaciones diseminadas por los cinco continentes,
continuarán libando el jugo de su santa doctrina y de sus
obras. Juan Pablo II pidió ser el primer sacerdote aceptado
en el programa de adopción de presbíteros, sabiendo que
un sacerdote y una hermana pueden adoptarse el uno al otro
en la oración.

Cuando dejamos nuestra existencia terrena, la fe y la


esperanza concluyen su misión, pero la caridad sigue
viviendo en la ultratumba; por eso lleva implícita la santidad
más fecunda de las tres virtudes teologales. Y como la Madre
Teresa ha practicado la caridad hasta el límite del Evangelio,
ahora todos elevan plegarias por su recuperación.
Musulmanes, hindúes, espiritistas y mendigos de todas las
sectas, se agolpan frente a la sede de la Congregación para
rezar por la religiosa que, sin imponer nada a nadie, practicó
la caridad con todos.

Entre un sinnúmero de labores caritativas que realizan


sus misioneras, se encuentra el cuidado de siete mil niños
en las 120 casas construidas para este fin. También han
conseguido adoptar a más de 1.500 bebés cada doce meses.
Y sólo en 1988 más de cuatro millones de enfermos fueron
atendidos en 629 enfermerías de la Orden.

189
Reconocida y admirada por todo el mundo como la
Santa de los Pobres, la Madre Teresa ha conseguido llevar
sus misiones a lo largo y ancho de todo el mundo, incluso
en los países comunistas: China, Cuba y la extinta Unión
Soviética. También en Checoslovaquia, Hungría y
Nicaragua; asimismo ha inaugurado la primera residencia
que pusieron en marcha para indigentes las Misioneras de
la Caridad en Madrid, en el paseo de la Ermita del Santo.

Y sabiendo los inconvenientes que encuentran las


novicias que intentan consagrarse a la Obra de la Madre
Teresa; todas son aleccionadas con el cartel que sigue:

DE TODOS MODOS:

Si las personas son irrazonables, inconsecuentes y


egoístas, ámalas de todos modos.
Si haces el bien, te acusarán de tener oscuros motivos
egoístas. Haz el bien de todos modos.
Si tienes éxito y te ganas amigos falsos y enemigos
verdaderos, lucha de todos modos.
El bien que hagas hoy será olvidado mañana. Haz el
bien de todos modos.
Si la sinceridad y la franqueza te hacen vulnerable, sé
sincero y franco de todos modos.
Lo que has tardado un año en construir puede ser
destruido en una noche, construye de todos modos.
Alguien que necesita ayuda de verdad puede atacarte
si le ayudas, ayúdale de todos modos.
Da al mundo lo mejor que tienes y te golpearán a pesar
de ello, da al mundo lo mejor que tienes de todos modos.
Está claro que los seudocristianos que tanto
abundamos en el mundo y en las iglesias, somos los más
190
culpables de la incredulidad de tantos millones, y mientras
no vivamos el Evangelio -como la Madre Teresa- los que
vamos a misa, nadie nos hará caso y el caos continuará
reinando en el mundo. Mohandas Karamchand GANDHI
ya decía: «Me gusta Cristo, pero los cristianos me huelen
mal». Y como Teresa de Calcuta ha seguido literalmente los
preceptos de Jesús, ha conseguido perfumear al mundo.

Publicado en “EL COMERCIO” 31-Agosto-1996

191
71.- CUANDO CRISTO CUMPLA DOS
MIL AÑOS

Cuando llegue el año dos mil, todos los publicistas y


gentes con un mínimo de cultura, tendrán mucho que decir
sobre el carpintero, sobre el hijo de María y José, sobre el
profeta, sobre la Segunda Persona de la Santísima Trinidad,
sobre el Mesías, sobre el Emmanuel, sobre el Hijo de Dios
y sobre Dios mismo; cada uno con su creencia y su cultura.
Los que no podrán decir ni pensar nada de Jesucristo son
las generaciones a las que les fue impedido estudiar la
biografía más monumental y sagrada que existe en el mundo
y en todas las épocas.

Y aunque imposible nos parezca, esta incultura o


incivilidad que se propaga, es el fruto de los hombres
talentudos y sabios que Dios puso en la tierra para
confundirlos con los ignorantes. Es el sedimento del estólido
y su ruin proceder que le cierra las puertas al que todo lo
sabe y todo lo puede. Es el hombre autosuficiente con visión
recortada por el materialismo dialéctico.

Es el egocentrista que desconoce sus limitaciones


hasta que los adeptos o secuaces lo dejan solo. Es la
cerrazón del presuntuoso y del soberbio que se obstina en
saber lo que no sabe, porque la negación de Dios nunca
dejará de ser una insensatez.

Puede haber un punto aceptable en el que declara


ignorar si Dios existe o lo han inventado los hombres. Pero
negar su existencia sin la posibilidad de encontrar la razón
que lo justifique, es una posición de terquedad sin ninguna
probabilidad de diálogo. Esto me hace pensar que no tiene
192
cabida la sinceridad en el hombre que niega taxativamente
la existencia de Dios.

Y se ha demostrado que el hombre jamás alcanzará la


plenitud de su talento si no sabe de dónde le viene.
Examinemos las obras que han realizado los antirreligiosos,
parificándolas con el trabajo ejecutado por los líderes del
cristianismo y pronto veremos de dónde viene el bien y el
mal. Observemos lo que han hecho Hitler y San Ignacio de
Loyola. Contemplemos la labor de Stalin comparándola con
la misión desempeñada por San Francisco Javier.

Analicemos los resultados del liderazgo de la


«Pasionaria» y el de la madre Teresa de Calcuta. Veamos
lo que está haciendo Fidel Castro y lo que viene realizando
Juan Pablo II. Examinemos las obras de caridad que reinan
en el mundo bajo la sabia doctrina de San Vicente de Paúl,
y consideremos los desmanes que está haciendo Bill Clinton
con los nonatos y los países pobres, dejando de lado a
Herodes y a Nerón, y un largo etcétera con más páginas
que la Enciclopedia Universal Ilustrada.

Y a pesar de lo dicho, los hombres deslenguados nos


dicen que Dios tiene la culpa de todo, es decir, de todo el
mal que nosotros hacemos aprovechando la libertad que
generosamente nos fue concedida por Él mismo. Por eso
asisten a misa trece millones de españoles, y el 92% se
declaran creyentes.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 5-Septiembre-1996

193
72.- DIOS PREMIA, DIOS PREMIA

Anteayer estuvimos en un hospital del Principado para


visitar a un cuñado mío. Nos acompañaba mi esposa,
nuestra hija, su esposo y dos retoños; todo lo hemos visto
muy bien ordenado y con una asistencia solícita para los
pacientes y una atención agradable con nosotros.

Enseguida se acercó al corrillo la supervisora de la


planta -nuestra sobrina- para comentar la dolencia de
nuestro cuñado y jugar con mis nietos, y como el mayor -
tres años- le fue profiriendo los nombres de los doce hijos
de Jacob y la dirección completa de su residencia con el
número del teléfono, nos hizo memorar lo sucedido hace
algo más de tres años:

Pues cuando nuestra hija se encontraba encinta de


cuatro meses, le hicieron el examen de hormonas para
detectar la posible anormalidad del feto. Seguidamente la
doctora le dio a conocer que el niño sería subnormal. Le
propuso el consabido aborto y la dejó estupefacta y con
lágrimas en los ojos, mientras nuestra hija le respondió: «No
seré yo la madre que elimina al hijo aunque sea subnormal.
Dios todo lo hace bien y cargaré con todas las cruces que
me envíe lo mismo que Él ha cargado con la suya para
redimirnos del pecado».

Pero, ¿te lo aseguró la médico? -le pregunté-. «No.


Ella me dijo que haríamos un análisis más preciso extrayendo
una muestra del líquido amniótico y la certeza sería de un
90% con este análisis, aunque se corre el riesgo de abortar
en el 1% de los casos». Y tú ¿qué le dijiste? -le pregunté-.

194
«Le dije que no aceptaba ningún riesgo de abortar y que
daba por terminados todos los análisis».

Al día siguiente le escribí a la vidente de Fátima (sor


Lucía) exponiéndole todo lo sucedido e implorándole que rogara
a su amiga -la Virgen María- por el niño que esperábamos, y la
respuesta sintetizada dice así: «Creo que debemos confiar en
Dios y en la maternal protección de nuestra Señora, pues ellos
nos han de dar un niño perfecto y con buena salud». Y sabiendo
que no tiene ningún mérito por nuestra parte, me permito decir
que nuestro nieto es un párvulo hermoso que no pocos se fijan
en él.

Volviendo a lo sucedido en el hospital antedicho,


hemos querido testimoniar los errores que se comentan con
los supuestos del aborto, y, mi hija, el niño y yo, nos
presentamos a la doctora.

Nos recibió en la cafetería con gran cordialidad, sin


conocernos, y al recordarle todo lo sucedido y presentarle
al niño, a pesar de hacerlo fraternalmente y con la debida
caridad, se sintió un poco incómoda y sumisa mientras
acariciaba al niño y le decía: «¿Cómo te llamas? ¡Qué
hermoso eres! ¡qué pocholada! Dios ha premiado el valor
y la fe de tu madre. ¡Dios premia!, ¡Dios premia!.

Confieso que salí emocionado y con mucho amor a la


doctora. Estoy convencido que si el hombre es malo es
porque no sabe lo bueno que es ser bueno y lo mucho que
Dios nos ama.

Publicado en “EL COMERCIO” 8-Septiembre-1996

195
73.- EL PAPA Y LA MADRE TERESA

Cuando el Magisterio de la Iglesia es vilipendiado por


todo el mundo. Cuando los pseudocristianos presentan
500.000 firmas -en Austria- rampantes para tergiversar el
Evangelio, y cuando vemos que la Iglesia católica y
verdadera está sufriendo y soportando los embates de un
mundo que intenta sagazmente crear un evangelio a la
medida de sus desmanes, el Espíritu Santo nos ha
galardonado con dos figuras señeras que todo lo pueden
con el poder que viene de lo alto.

Juan Pablo II que no cesa de recorrer el mundo y


predicar el Evangelio a toda criatura, como está dispuesto
en los preceptos de Jesús, y la madre Teresa de Calcuta
con sus obras ingentes y caritativas en los cinco continentes.
Dos personajes lacerados por el dolor y la enfermedad,
hacen de contrapunto suavizando el ambiente que viene a
desgarrarlos. Y esto sólo lo pueden hacer las personas que
ya no pertenecen a este mundo hedonista y corrupto.

Son los seres humanos dispuestos a levantar el vuelo


en cualquier momento, y sólo les importa llevar las manos
llenas y presentar el fruto de los talentos que recibieron al
supremo Pastor. Son las personas que maltrechan su efímero
cuerpo sabiendo que la vida gloriosa les espera con la
mirada acariciante de su Creador. Juan Pablo II, después
de haber conseguido erradicar el «yo», ha dejado muy claro
que sólo es un instrumento al servicio del pueblo y de Dios;
haciendo suyas las palabras de Juan XXIII: «Yo no soy el
Papa para guiar la Iglesia; estoy aquí para reconocer lo que
el Espíritu Santo hace por la Iglesia».

196
Estoy leyendo la biografía de la Madre Teresa. Una
religiosa frágil, arrugada y pequeña. Pero bien nutrida de la
gracia divina, nos muestra la fuerza de un huracán. Pues sólo
en 1990 abrió 456 centros en más de cien países. Durante
ese año, 500.000 familias fueron alimentadas, 20.000 niños
de los suburbios recibieron formación cultural y religiosa en
124 escuelas, 90.000 pacientes leprosos recibieron
tratamiento, y 17.048 enfermos crónicos fueron visitados en
sus hogares . Seis r esidenci as para afectados del si da
admitieron a 661 pacientes.

Desde clases de catecismo hasta visitas a los


prisioneros, desde hogares para niños abandonados hasta
residencias para alcohólicos y drogadictos, las Misioneras
de la Caridad han conseguido crear una organización
multinacional que acoge a los más menesterosos y
desamparados. Y dice la Madre Teresa: «Si hay pobres en
la Luna, iremos allí también».

Es curioso que en una época en que el descenso de


religiosos es muy preocupante, las Misioneras de la Caridad
suman actualmente cerca de cinco mil. Y cientos de jóvenes
esperan con ansiedad ser admitidas a una vida de aflicción
y tribulaciones casi inhumanas.

El que no vea el poder que Dios le ha concedido a


este manojo de arrugas -gracias a la entrega total de su
vida-, es que las dudas de su fe continúan toqueteando a su
puerta.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 10-Septiembre-1996

197
74.- PRESERVAR LA VIRGINIDAD LE
COSTÓ LA VIDA

He leído con verdadera fruición la biografía de Santa


María Goretti. Una muchachita que rayaba con la
adolescencia al cumplir los doce años. Sus padres -Luis
Goretti y Assunta Carlina- trabajaban en las faenas del
campo. Y como estos labradores eran colonos y contaban
con seis hijos menores, la indigencia les obligó a subarrendar
la casa donde vivían a Juan Serenelli y a su hijo Alejandro.

María Goretti era una niña crecida con atractivo


deslumbrante. Su rostro candoroso con pinceladas
majestuosas, sus ojos brillantes y negros, sus cabellos
castaños y ensortijados, su mirada piadosa y humilde; la
práctica religiosa y constante con los cinco hermanos
menores, que sus padres le habían inculcado; todo en suma,
le estamparon un carácter de heroína cristiana, de virginidad
y del martirio.

Y Alejandro Serenelli, más proclive a la sensualidad


que respetuoso con la virtud, intentó el idilio con María
Goretti repetidas veces. Pero la niña le dejó muy claro que
su vocación era consagrarse a Dios después de sacar
adelante a sus cinco hermanos y cumplir la mayoría de edad.

El mocetón de veinte años continuaba intentando


ganarse a María para la deshonestidad y el placer, y viendo
que todo era inútil, en la tarde del 5 de julio de 1902,
aprovechando la soledad de la pareja, Alejandro, intenta
violarla y María grita desesperada:
- ¡No! ¡No!... ¡Es pecado! ¡No, no!... ¿Qué haces,
Alejandro?... ¡Vas al infierno!...
198
El joven, viendo que nada conseguía, coge un hierro
afilado y se ensaña con su tierna víctima, que prefiere la
muerte antes que pecar. Hasta catorce heridas, que le
traspasaron el pecho y la espalda, pudieron apreciar los
médicos que la reconocieron más tarde. Unas horas después
acude su madre, loca de dolor, y le pregunta a su santa hija:

- Marietta mía, ¿qué ha sucedido? ¿Quién ha sido?


Dime, dime...

- Fue Alejandro. El quería hacerme cosas malas, y yo


no quería.

Y así quedó intacta la tierna virgencita, conforme a la


confesión del mismo asesino y al testimonio de los médicos.
María, antes de recibir devotamente el Santo Viático, le
dijo al sacerdote: «Quiero perdonar a Alejandro por amor
a Jesús, y quiero que venga también conmigo al cielo».
Alejandro confesó después, horrorizado por el crimen que
acababa de cometer, lo que María le dijo:

«No es nada, Alejandro... Yo te perdono». Dos días


más tarde, María volaba al cielo, mientras el agresor fue
condenado a treinta años de prisión. Y al salir de la cárcel,
27 años después, entró en el convento de los capuchinos
donde permaneció hasta su muerte.

María Goretti fue solemnemente beatificada por Pío


XII el 27 de abril de 1947. Tres años después, el mismo
Pío XII canonizó a María Goretti en la Plaza de San Pedro,
ante la multitud más numerosa que se haya reunido jamás
con motivo de una canonización -más de 500 mil personas-
199
. El asesino de la santa aún vivía, y la madre de la niña, en
una silla de ruedas, presenció la ceremonia, mientras rezaba
y pedía a Dios el perdón para el hermano capuchino que
había terminado con la vida de su queridísima hija.

Está claro que si las abejas sacan miel de las flores,


los católicos podemos sacarla de las espinas, pero esta
ciencia está patentada en el cristianismo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 14-Septiembre-1996

200
75.- LA INDIFERENCIA RELIGIOSA

Sólo un número muy exiguo de santos han sido


verdaderos intérpretes del Evangelio y lo han vivido
literalmente; entre los que se encuentran místicos como Santa
Teresa de Jesús, ascetas como San Ignacio de Loyola,
taumaturgos como San Martín de Porres, y héroes como
San Maximiliano Kolbe. Sólo éstos y sus genuinos
congéneres han conseguido alcanzar lo que San Ignacio de
Loyola ha precisado como «indiferencia religiosa».

Son los hombres que iluminados por el Paráclito,


tienen la seguridad absoluta de que todo nos viene de Dios,
o Él lo permite para un bien muy superior al que nosotros
anhelamos, exceptuando, claro está, las imperfecciones o
pecados que tantos cometemos.

Este conocimiento sobrenatural, lleva implícita la


«indiferencia religiosa», es decir, la impasibilidad frente a
las adversidades y el dolor, el desafío a la pobreza y la
riqueza, el careo con la enfermedad y la salud y la
indiferencia entre la vida y la muerte.

Y es que los santos van adicionando las tribulaciones y


el dolor a la pasión de Jesucristo para contribuir a la
redención de los pecadores a quienes tanto aman, y si les
toca el martirio sólo cuentan con la gloriosa resurrección.

Si les acecha la indigencia sienten el privilegio de vivir


tan pobres como el mismo Jesús, y si por su estirpe o
imperativo del cargo han tenido que vivir en un ambiente
palacial rodeados de riqueza -como los papas-, aceptan
buenamente el monopolio que Dios les ha concedido,
201
teniendo en cuenta que Jesucristo también era dueño y Señor
de todos los caudales del mundo.

Y así, persiguiendo la felicidad de los demás, se


sienten dichosos en esta vida y consiguen la gloria merecida
en la eternidad.

Esto me recuerda a León Nicolaievich, conde de


Tolstoi, el novelista y moralista ruso que renunció a todos
sus bienes y se puso a labrar la tierra, convertido en apóstol
del cristianismo primitivo, y que en una de sus múltiples
obras nos dice:

«Un hombre acostumbrado a soportar el dolor, no


puede no ser feliz. El secreto de la felicidad no es hacer
siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace.
No hay más que un modo de ser felices: vivir para los
demás».

Publicado en “EL COMERCIO” 15-Septiembre-1996

202
76.- FRANK SINATRA TAMBIÉN CREE
EN DIOS

Me parece que no hay una profesión admisible con


más riesgo de agnosticismo que lo es la de un cantante
famoso en el mundo, y Frank Sinatra ha sido la voz universal
de muchas generaciones. Y cuando se encauzaba hacia el
cenit de la fama -con 24 años-, contrajo matrimonio en
primeras nupcias con Nancy Barbato. Doce años después,
el matrimonio llegaba a su fin acogiéndose a la ley del
divorcio.

La siguiente esposa fue la famosísima Ava Gardner,


con quien se casó en 1951. Se dice que este período
conyugal fue el más difícil de su vida, pero fue en esa etapa
de crispación matrimonial cuando el hombre dinámico
consiguió uno de sus mayores triunfos con el film «De aquí
a la eternidad».

Este segundo matrimonio con Ava Gardner también


terminó con el divorcio seis años después de la boda. Pasada
una década, Sinatra se casaba con Mia Farrow, treinta y
cinto años más joven que él. Pero Mia Farrow abandonó al
veterano cantante 25 meses después obligándole a
divorciarse. Decepcionado de todos los placeres mundanos,
se retiró de toda actividad en el mundo del espectáculo, de
la política y de la vida pública en general.

Pero como el hombre es sociable por naturaleza y no


puede plegarse a la soledad y monotonía cruzando sus
brazos y contemplando una fortuna de 10.000 millones de
pesetas en aquella época, Sinatra emprendió nuevo idilio
con una de las mujeres más bellas de los EE.UU., Bárbara
203
Marx, y siendo los tres matrimonios civiles, consiguieron
casarse por la Iglesia con una ceremonia sin precedentes,
en la que también estaba presente el ex Presidente de los
Estados Unidos, Ronald Reagan.

A partir de esa fecha, 13 de julio de 1976, su nueva


esposa consiguió poner en orden la vida del famoso
cantante, persuadiéndole de que no había nacido para el
ocio ni para la jubilación, y Frank volvió a cantar después
de cumplir los 61 años, sin dejar de hacerlo hasta los 80
que acaba de cumplir.

Ahora vemos a Frank Sinatra y a su esposa Bárbara


celebrando religiosamente el 20 aniversario de su boda. Los
dos se acercaron al altar para recibir el Cuerpo y la Sangre de
Jesucristo bajo las dos especies, de pan y de vino.

Atrás quedan los concubinatos, orgías, festines y


bacanales del mejor cantante de todos los tiempos, pero
como Dios es tan bueno y perdona setenta veces siete, si el
actor famoso se siente contrito y humillado, Dios no lo
desprecia; sólo que en el pecado se lleva siempre la
penitencia.

Esto me recuerda lo que me ha dicho un cartujo


después de confesarme: «Tus pecados te han sido
perdonados. Ahora prepárate para expiarlos en los años
venideros o después de muerto ese cuerpo, purgándolos tu
alma en el purgatorio».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 15-Septiembre-1996

204
77.- UN DIARIO MUY LEÍDO

Se dice que el alma es la substancia espiritual que no


puede morir, con capacidad de entender, querer y sentir, es
decir, la que informa a nuestro cuerpo y, asociada a él,
constituye la esencia del hombre. Siendo así, cierto es que
sólo Dios tiene facultades para conocer los pensamientos
sigilosos que nos transmite constantemente.

Pero estos secretos terminan siendo dilucidados por


las manifestaciones verbales o escritas del mismo que los
posee. Y aunque el lenguaje de los más diplomáticos sea la
máscara del pensamiento, las obras que vamos realizando
terminan descubriendo lo que pensamos y queremos.

Aflora este preámbulo en mi mente, después de


observar la sutileza de un periódico muy leído. Y aunque
nunca se m e ocurri ó com prarl o s abi endo que no
coincidíamos en nada, después de decirme un sacerdote -
que ostenta el cargo de presidente general de una pía unión
religiosa- que «el hogar donde entre ese rotativo durante
un año será descristianizado», sentí la curiosidad de leerlo
esporádicamente para constatar lo que el ilustre sacerdote
me había dicho.

En efecto, he visto que un equipo de hombres


perspicaces con gran ingenio y buenas letras, van goteando
sobre los lectores diplomáticamente, de forma encubierta y
solapada, el odio o aversión que sienten por los religiosos,
por la ética, por el pundonor y la moral; y lo hacen tan
sutilmente, que hasta los católicos un poco adocenados y
de buena intención, van ponderando ese demoníaco rotativo,
y terminan posponiendo su razón y su verdad bajo la capa
205
que cubre el ateísmo del responsable y sus astutos
colaboradores.

Por eso Jesús nos advierte que tengamos cuidado con


los hijos de las tinieblas, porque son más avisados entre
sus congéneres que los hijos de la luz. Y es que los hombres
antirreligiosos nos ponen al alcance de la mano un paraíso
de placeres que instintivamente todos deseamos.

Pero la secuela de todo lo que no es lícito hacer al


hombre ya la sufrimos en la vida terrena, porque Dios
perdona siempre, los hombres algunas veces, pero la
naturaleza no perdona jamás. Esto lo saben muy bien los
hombres alcoholizados, los drogadictos y también algunos
mujereros que, desgraciadamente, han contraído el SIDA.

Terminaré diciendo que la religión y la buena lectura son


los mejores antídotos para evadirnos de tantos males como
acechan al mundo de hoy. Pues mejor es un sacrificio benemérito
que dejarse llevar por los impulsos voluptuosos, sabiendo que
por este camino nunca faltarán los resultados funestos.
Eduquemos a los hijos sobrenaturalmente y les habremos dado
la mejor educación natural.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 19-Septiembre-1996

206
78.- LA GRANDEZA DEL HOMBRE

A pesar de nuestras limitaciones y endebleces, un


Hombre como nosotros en su dimensión humana, nos ha
engrandecido tanto con sus palabras y prodigios, con su
doctrina y su sabiduría infinita, con su muerte y su
resurrección, que amén de hacernos hijos de Dios y
herederos del reino -a todos los que tomamos en serio sus
preceptos-, después de pasar por el crisol purificatorio
adecuado a nuestras faltas y pecados, seremos como dioses
(Génesis 3, 5).

¡Cómo es posible que Dios se haya fijado con infinito


amor en la abyección humana! ¡Cómo es posible que
sabiendo el número de cabellos que pueblan las cabezas de
todos los hombres y en todas las generaciones se haya
humillado tanto ante los verdugos, implorando el perdón a
su Padre para librarlos de las penas eternas y mostrarnos el
amor que nos tiene!.

¡Cómo es posible que el coordinador de los trillones


incontables de astros que van contorneándose los unos a
los otros a velocidades que alcanzan los 276.000 kilómetros
por segundo, hayan podido convivir y dialogar con los
hombres sencillos y rudos que sólo sabían remendar sus
redes y pescar!.

¡Cómo es posible que haya bajado desde las alturas


inefables con su poder omnímodo y su omnisciencia para
entrar en las entrañas de la modesta esposa de un carpintero
pueblerino!.

207
¡Cómo sería posible que le hubiera confiado las llaves
del reino de los cielos a un hombre que lo negó
repetidamente después de presenciar los milagros que hacía,
si fuera posible descartar la venida del Espíritu Santo para
transmitirle todo lo que tenía que hacer por la eterna
perseverancia de la Iglesia, y hacerle saber que tendría que
morir su cuerpo clavado en una cruz con los pies en lo alto
y la cabeza en el lugar de los pies!.

Y, ¡cómo es posible que algunos titulares de la Cultura


pongan impedimento o sientan aversión por la vasta cultura
que lleva implícita la vida de Dios en la tierra y la pedagogía
del único Maestro y Señor, y sean obligatorias una serie de
asignaturas que, algunas, llevan incluidos personajes
malvados y pérfidos!. Ignora si esto puede ser un pecado
contra el Espíritu Santo sin posible perdón. Y a pesar de
t o do , l a gra n d ez a de l h om b r e s e gu i r á s i en d o
inconmensurable.

Publicado en «EL COMERCIO» 25-Septiembre-1996

208
79.- SERÁ INFINITO, COMO DIOS

Una señora que ejerce un influjo preponderante en la


National Aeronanties and Space Administration (NASA), y
que no sabría escribir su nombre, ha declarado que si bien
es verdad que han conseguido hacer visibles algunos astros
que se distancian de la tierra 15.000 millones de años luz,
también es cierto que sólo se conoce la diezmillonésima
parte del universo.

Y con todo el respeto que se merece una señora tan


ilustre, a mí me parece que delimitar el espacio cósmico
nunca dejará de ser una fatuidad. Pues ningún cerebro
humano está capacitado para concebir este límite que a
nuestro entender no tiene término posible. Se podrá llegar
a un punto con ausencia de astros. Qué se yo. Pero la nada
o el vacío no tiene fronteras, y si las tuviera, tras el límite
habrá otras constelaciones o galaxias, y si al fin de las mismas
no hay nada, continúa el vacío espacial sin frontera y sin
límite. A mí me parece que el universo es infinito, como Dios.

Pienso que este gran misterio sólo lo puede dilucidar


la sabi duría increada, es decir, atributo que sólo
corresponde a la perfección propia de la esencia de Dios,
porque en Él también se centra este secreto al que el hombre
no le han dado facultades para comprender. Algunos
filósofos creyentes han querido ir más allá del origen de
Dios. Pero se han encontrado con que Dios no tiene origen.
Él es el increado que existe desde toda la eternidad. Es el
creador de todo lo visible e indivisible, de todo lo palpable
e impalpable.

209
El maestro rural que me enseñó las primeras letras
nos decía que Dios era un señor infinitamente sabio,
poderoso, justo, principio y fin de todas las cosas,
premiador de buenos y castigador de malos. La definición
parece correcta, (esto de justo es lo único que recelo
porque no soy justo, y Él nos lo exige), pero a Dios sólo se
le comprende un poquito meditando horas interminables junto
al sagrario, y el proyecto de vida que ha diseñado para el
hombre cristiano, lo tenemos en el Antiguo y Nuevo
Testamento.

Dios le ha dado al hom bre una i nt el igenci a


preponderante sobre todos los seres vivientes en su entorno
terreno. Pero conociendo muy bien nuestra innata insolencia,
nos ha dejado incapacitados para dilucidar los misterios
creados por Él, y así, hacernos sumisos y humildes ante la
ignorancia que llevamos encima, y el que no quiere
anonadarse ante su grandeza, vive dando coces contra el
aguijón, ¿y después...?.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 25-Septiembre-1996

210
80.- PEREGRINANDO EN PONTEVEDRA

Pienso que la mitad del éxito que han tenido las


apariciones de Fátima, nos corresponde a los españoles. Si
leemos los historiadores de los prodigios y las declaraciones
de sor Lucía, veremos que lo sucedido en Tuy (Pontevedra),
tiene tanta importancia -tal vez más- como lo acaecido en
Fátima. Pero los españoles pasamos por alto las apariciones
en Pontevedra, y así, la devoción a María de Tuy sólo la
practican unos millares de turistas extranjeros (a Fátima van
más de cinco millones), y un puñado de españoles que visitan
el aposento donde la vidente dormía.

Habitación que se encuentra en la calle Hermana


Lucía. Hoy convertida en una hermosa capilla. Allí estaba
Lucía con las monjas Doroteas cuando la Virgen se le
apareció con el Niño Jesús en los brazos para pedirle la
consagración de Rusia, y decirle que tan pronto la hiciera
el Santo Padre en unión con todos los obispos del mundo,
Rusia terminaría con la dictadura comunista y se convertiría.
Pío XII cumplió una parte del pedido de María, con la
declaración que sigue:

«Como hace algunos años consagramos todo el género


humano al Corazón Inmaculado de la Virgen, Madre de
Dios, así ahora, de un modo especialísimo, dedicamos y
consagramos todos los pueblos de Rusia al mismo
Inmaculado Corazón». Y hemos dicho una parte del pedido
de María, porque no la hizo en unión con todos los obispos
del mundo. Algo parecido también lo hizo Pablo VI, mientras
la dictadura comunista continuaba exterminando todo lo que
a Dios se refiere, hasta que Juan Pablo II la hizo

211
perfectamente y conforme al pedido de la Virgen. El
resultado todos lo conocemos.

Y estando Lucía postrada de rodillas en su celda, en


Pontevedra, se le apareció nuevamente la Virgen con el
Niño Jesús a su lado subido en una nube de luz. La Virgen
puso su mano derecha en el hombro de Lucía, mientras en
la otra sostenía su Corazón rodeado de espinas, y en ese
momento el Niño Jesús dijo: «Ten compasión del corazón
de tu Santísima Madre. Está cercado de las espinas que los
hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie
que haga un acto de reparación para sacárselas».

En otra de las apariciones en Pontevedra, Lucía vio


cómo la Capilla donde rezaba se inundó de una luz
sobrenatural. Y en la claridad de la parte superior pudo ver
la cara de un hombre majestuoso y su cuerpo hasta la
cintura. En el pecho había una paloma de luz, y clavado en
la cruz veía el cuerpo de otro hombre. También un cáliz y
una gran hostia, en la que caían gotas de sangre del rostro
de Jesús crucificado. Debajo del brazo izquierdo de la Cruz,
grandes letras como si fuesen de agua cristalina, formando
estas palabras: «Gracia y Misericordia».

«Entendí -nos dice Lucía- que era el misterio de la


Santísima Trinidad, que me fue revelado, y yo recibí luces
acerca de este misterio que no se me permite revelar».

Muchos folios serían necesarios para describir lo


sucecido en Pontevedra, pero los católicos españoles nos
hemos dormido en los laureles, mientras los portugueses lo
han tomado en serio con todos los beneficios espirituales y
materiales que ahora conlleva para los humildes lusitanos.
212
Es necesario visitar Pontevedra y recibir la información que
nos dan las monjas Doroteas para saber que Fátima también
la tenemos en España.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 28-Septiembre-1996

213
81.- LAS MALAS NOTICIAS Y EL PAPA

Si todos los medios de difusión que tenemos a nuestro


alcance estuvieran comprometidos a divulgar lo bueno que
pasa en España -y en el mundo- cada día que amanece, los
sucesos escandalosos y protervos que nos perturban, no
encontraría espacio de tiempo en las telecomunicaciones ni
lugar disponible en las revistas y periódicos que leemos
todos los días, y así, las noticias perniciosas que tanto se
difunden, se quedarían circunscritas al diminuto grupo que
las padece.

Pero, en detrimento de la Iglesia católica y del bien


que practica en los cinco continentes (sólo en España cuenta
con más de un millón de personas que reciben asistencia
médica en hospitales dependientes de los religiosos/as, y
cerca de dos millones de alumnos estudian en sus colegios
y centros universitarios), lo que más se ha divulgado en el
mundo y en las páginas más leídas de algunos rotativos son
las malas noticias, como el idilio del obispo escocés
Roderick Wright con una divorciada, la dimisión de un obispo
suizo tras dejar embarazada a una señora, el escándalo del
obispo de Vancouver, condenado por abusos sexuales, y la
renuncia de un obispo irlandés por sus amores con otra
dama.

Estos cuatro sucesos lamentables, todo el mundo los


conoce, y sólo son cuatro ovejas negras entre los 4.000
obispos que tiene la Iglesia católica en las 2.600 diócesis
diseminadas por todo el orbe. Pero, ¿quién se preocupa de
propagar la caridad, la justicia y la paz que van difundiendo
los 3.996 obispos restantes? ¿Ha despertado tanto interés
el hecho de que Juan Pablo II escribiera un libro con el que
214
obtuvo cientos de millones de pesetas para donarlos
íntegramente a los más pobres?.

¿Es noticia decir que el Santo Padre se confraterniza


con personas de las más variadas ideas? ¿Nos impacta saber
que el Sumo Pontífice ha tenido un encuentro con cuatro
millones de jóvenes en Filipinas, a los que alentó a construir
un mundo mejor? ¿Nos parece novedoso que se haya
reunido con una multitud de leprosos sin miedo a
contagiarse? ¿Hemos memorizado que en su viaje a Brasil
estuvo entre los más menesterosos que viven en las
miserables favelas? ¿Alguien se esfuerza más que el Papa
en conseguir la paz en los distintos escenarios bélicos? Y,
¿quién como él ha conseguido la libertad de varios países?.
¿No es víctima de un atentado y perdona y consuela al
agresor y a su madre?

¿Nos parece poco la lucha que viene realizando por


los derechos de la mujer y la defensa que hace exponiendo
su vida en defensa de los niños incipientes que tantas
mujeres abortan?. ¿No es cierto que a Jesucristo le han
traicionado el 8 por ciento de los doce cristianos elegidos
(Judas)?, y no queriendo ser más el discípulo que su Maestro
(Lc 10, 24) nos encontramos con que a la Iglesia actual le
corresponderían 80 millones de Judas, lo que tiene que
motivar al fortalecimiento de nuestra fe, al ver que los
preceptos de Jesús son infinitamente sabios, y sus profecías
siempre se cumple.

Publicado en «EL COMERCIO» 2-Octubre-1996

215
82.- ¿SE PUEDE ANULAR UN
MATRIMONIO CONSUMADO?

Viendo el escenario político y social, que vienen


promoviendo los pseudo cristianos, agnósticos, ateos y
antirreligiosos, ¿¡quién como el Santo Padre con sus 4.000
obispos y los fieles santos forma una entidad multinacional
sin haber usurpado riquezas, pese a las centenas de millones
que pasan por las diócesis!?. Ya sé, ya sé que la Iglesia
católica tiene una historia indeseable en los siglos que se
fueron hace más de cuatrocientos años, hasta que a trancas
y barrancas se fue descubriendo el verdadero sentido de
las palabras de Jesús en los santos Evangelios: «Hipócrita,
quita la viga que llevas en el ojo y entonces verás de quitar
la paja del ojo de tu hermano» (Mateo 7, 5; Lucas 6, 42).
Esto dice el Señor

P e ro l os de t ra ct o res es t ól i do s , ram pan t es y


deslenguados que tiene la Iglesia, van memorizando de
generación en generación todos los males cometidos por
los pseudo cristianos de antaño y solapando un sinnúmero
de obras caritativas e ingentes que hoy brillan entre los más
pobres de los pobres. Esto no lo quieren ver los que llevan
la viga en sus ojos y sólo se fijan en las pajas que llevan los
cristianos fieles.

Tratando de otras cosas, sí es cierto que se pueden


anular l os m atrim oni os cons um ados y con hij os ,
demostrando que el matrimonio nunca existió. Las pruebas
suelen ser de tipo psíquico, cuando uno o los dos cónyuges
no estaban capacitados para asumir las cargas del
matrimonio, y por eso su compromiso no fue válido. También

216
hay pruebas de nulidad cuando se demuestra que no se
deseaba guardar fidelidad o se excluían los hijos.

Y la Iglesia pone a disposición, de los que demuestran


insolvencia económica, abogados y procuradores de oficio.
También la Iglesia les exime del coste de las tasas que, como
mucho, ascienden a unas 60.000 ptas. Y siendo esto así,
cada año se presentan en España unas 500 demandas de
nulidad, de las cuales la Iglesia concede aproximadamente
el 95 por ciento. Y de entre las 500 solicitudes de nulidad
que se presentan cada año en España, sólo un 10 por ciento,
aproximadamente, son de personajes famosos y familias
acaudaladas, y más de un 20 por ciento de los solicitantes
son pobres que no pagan un céntimo y la Iglesia les
subvenciona todo.

También pueden presentarse las familias acaudaladas y


famosas con una porción de hombres sobornados que
testifican lo descrito por el letrado defensor, y así, en
algunos casos, consiguen la nulidad en apariencia y viven
en pecado grave el resto de sus vidas, asistiendo a misa
con el nuevo cónyuge y comiendo el Cuerpo y la Sangre de
Cristo, adherido a su posible condenación. Y en los casos
de matrimonios ratos y no consumados, no tienen ni que ir
a la Rota, el problema se resuelve en cada diócesis.

Téngase en cuenta que los cancilleres son elegidos


entre personas de toda solvencia intelectual y moral; todos
son doctores por las mejores universidades civiles y
eclesiásticas, y están actualizados en todos los campos de
la ciencia jurídica, psicológica y psicopatológica, dotados
de un sentido de sana humanidad. Hombres muy sensibles
al problema humano que arrastran los matrimonios en
217
constantes desavenencias; siempre buscando que dentro de
la verdad y la justicia encuentren una causa de solución que
les lleve a la tranquilidad de conciencia y a la felicidad
temporal.

También se ha dicho por ahí que se niega la comunión


a una persona separada. Es una patraña más. Los cónyuges
separados por su incapacidad de convivencia, si guardan la
castidad y viven en gracia de Dios, pueden comulgar todos
los días, no así los divorciados que han vulnerado la ley de
Dios Padre (Levítico 21, 7; Levítico 21, 14; Ezequiel 44,
22), y Dios Hijo (Mateo 5, 32; Marcos 10, 12; Lucas 16,
18), y el que no quiera aceptar la Constitución de la Iglesia
que Cristo nos dejó plasmada en sus Evangelios, que viva
su vida libremente y deje la Iglesia en su lugar y en paz.
Claro que todo esto no sale en la TV, y sí lo contrario,
porque la verdad a todos nos aplasta, y el pecado y la
mentira sólo nos sentencian después de muertos, y como
no creemos, vivan el pecado y la mentira y abajo la Iglesia
y la verdad.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 2-Octubre-1996

218
83.- EL PAPA

Cuando vemos que en más de ciento sesenta naciones


se aúnan los mandatarios políticos y repúblicos para
legitimar la muerte de los niños incipientes, es claro que la
sociedad humana -en su mayoría- se encuentra en un
proceso de decadencia degenerativa. Y para seguir este
procedimiento con todas las ramificaciones hedonistas y
disolutas que conlleva, es necesario erradicar al que ha sido
la única verdad perfecta (Cristo), y a todos los que
valientemente lo defienden con magistral sabiduría, como
el Santo Padre y la más alta cúpula vaticana que está en
perfecta comunión con él.

En efecto, la verdad es la propiedad que tiene la


expresión de mantenerse siempre sin mutación alguna; es
decir, el razonamiento sin rebozo y sin lisonja con que los
corrigen o reprenden a los hombres que prefieren el placer
que les ofrecen el dislate y la mentira. He ahí que la mayoría
de los noticieros no cejan en anunciar la dimisión o muerte
de Juan Pablo II. El hombre que ha conseguido despertar
la conciencia cristiana a más de cien millones de paganos.

El Pontífice que tan fielmente representa a Jesús en la


Tierra. El mismo que a pesar de su precaria salud (la buena
salud no es la mejor amiga de la santidad), continúa
macerando su cuerpo para llevar la Buena Nueva a todos
los hijos de Dios. El que gobierna a los mil millones de
católicos en los cinco continentes, y los seguirá exhortando
mientras tenga lucidez, y hasta el último aliento. Y que nadie
se equivoque, porque, «detrás vendrá quien bueno me hará».
Sí, Juan Pablo II ya tiene nombrados a dedo a 119
cardenales, y como los santos se inclinan por los santos, el
219
Colegio Cardenalicio que ha de formar el nuevo cónclave -
iluminados por el Espíritu Santo-, han de escudriñarse, uno
a uno, todos los purpurados para elegir al más conservador
y santo de cuantos electores se reúnan. Y si los 119 elegidos
por el Papa no son suficientes, ya tenemos nueve vacantes
más para los purpurados que serán escogidos en el próximo
consistorio, y que será convocado en fechas muy próximas.

Creo que esta repulsa que sienten hacia el Santo Padre


los hombres materialistas, debiera ensalzarnos el ánimo a
los católicos y aumentar nuestra fe. Pues esta actitud de los
hombres voluptuosos que no piensan levantar vuelo jamás,
lleva implícita la predicción que sale de la omnisciencia de
Dios. Veamos lo que Él nos dice: «Si el mundo os odia,
sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros.» (Jn
15, 18). «No está el discípulo por encima de su maestro, ni
el siervo por encima de su amo.» (Lc. 10, 24).

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 11-Octubre-1996

220
84.- PARA DOÑA MANOLITA,
FRATERNALMENTE - (No, a la
absolución colectiva)

Si el señor director publica este artículo, se lo


agradeceremos todos los asturianos que estamos en comunión
con el Santo Padre, y los buenos y bienintencionados que no lo
están, (ver escrito del 28-9-96), al ser informados por el Nuevo
Catecismo que firma Juan Pablo II, estoy seguro que se
pondrán en comunión con el Sumo Pontífice, porque,
creyentes y ateos, todos queremos que haya cielo y terminar
en el mismo espacio que les espera a la madre Teresa de
Calcuta y al Santo Padre, ¿me lo vais a negar?.

«Ciertos pecados particularmente graves están


sancionados con la excomunión, la pena eclesiástica más
grave, que impide la recepción de los sacramentos y el
ejercicio de ciertos actos eclesiásticos, y cuya absolución,
por consiguiente, sólo puede ser concedida, según el
derecho de la Iglesia, al Papa, al obispo del lugar, o
sacerdotes autorizados por ellos (cf. CIC can. 1331; 1354-
1357; CCEO can. 1431; 1434; 1420). Y en caso de peligro
de muerte, todo sacerdote, incluso privado de la facultad
de oír confesiones, puede absolver de cualquier pecado (cf.
CIC can. 976; CCEO can. 725) y de toda excomunión».
Esto nos dice Juan Pablo II a doña Manolita Suárez Valdés,
y a los mil millones de católicos que gobierna.

Y para la señora Suárez y ese santo sacerdote al que


defiende sinceramente con todo su corazón, y que, tal vez,
por exceso de actividad en beneficio de los pobres y de
sus feligreses no ha tenido tiempo para leer el Nuevo

221
Catecismo y desconoce el Código de Derecho Canónico,
les transcribo el canon 986: «Todos los que, por oficio, tienen
encomendada la curación del alma, están obligados a
proveer que se oiga en confesión a los fieles que les están
confiados; y a que se les dé la oportunidad de acercarse a
la confesión individual».

Y para que la señora Suárez y nuestro querido y


reverendo padre continúen santificándose después de
confesar contritamente estos equívocos transmitidos al
pueblo fiel y bondadoso, les reproducimos el canon 961
del Código antedicho: «No puede darse la absolución a
varios penitentes a la vez sin previa confesión individual y
con carácter general a no ser que: amenace un peligro de
muerte, y el sacerdote o los sacerdotes no tengan tiempo
para oír la confesión de cada penitente. Pero no se considera
suficiente necesidad cuando no se puede disponer de
confesores a causa de una gran concurrencia de penitentes,
como puede suceder en una gran fiesta o peregrinación».

Cierto es, mi buena hermana en Cristo, doña Manolita,


que Jesús no nos habla de la confesión individual o colectiva,
pero el buen sentido y la infalibilidad del único Vicario de
Cristo en la Tierra, sabe muy bien que no a todos los
pecadores se les puede absolver sin conocer la gravedad
del pecado. Sirva como ejemplo el señor que ha usurpado
mil millones de pesetas al gobierno o mil a un pobre mendigo;
a estos ladrones, carteristas o rateros, sólo se les puede
absolver después de restituir los daños cometidos.
Y aunque todo lo que sigue son pecados mortales, no
es lo mismo que una joven violada se acoja a uno de los
tres supuestos y aborte al hijo que le engendraron por la
fuerza, que un matrimonio, sin el menor atenuante, elimine a
222
un niño con siete meses de embarazo, y en las confesiones
colectivas, «ancha es Castilla», doña Manolita. Pues el buen
sacerdote, intentando ponerles a todos en gracia de Dios y
llevarles al cielo, su falta de discernimiento y un poquito de
estolidez, le llevan a dar palos de ciego.

No quiero terminar sin transmitirle un cariñoso saludo


al acusado, señor Rodríguez. Espero la bendición del
reverendo padre de Moreda y sus colegas y secuaces de
Gozón, y, ¿cómo no?, un aplauso sincero para la señora
Suárez que suponemos intenta ser cada día mejor cristiana
y que, sólo por error, no ha sido obediente y sumisa a
nuestro queridísimo Santo Padre.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 11-Octubre-1996

223
85.- LA VIDA ES MARAVILLOSA

Pienso que sólo un número muy exiguo de personas


se acomodan al título que antecede. El estrés al que nos
subyugan los altibajos de la vida, la disparidad de criterios
entre jefes y dependientes, el ocio sin límite y sin sueldo de
los parados, la ausencia definitiva de los que más han hecho
por nuestro bien y más nos querían en este mundo -los
padres-, el dolor moral más lacerante al que un ser humano
puede ser sometido, cuando le dicen que su queridísimo
hijo fue víctima de un accidente (esto lo sé por experiencia);
todo en suma, lo ha denominado el autor de la Salve como
un valle de lágrimas.

Pero si escudriñamos pacientemente lo provisional y


efímero de nuestra vida y meditamos el fin para el que hemos
sido creados, y el bien que nos hacen las tribulaciones, el
dolor, las enfermedades, la ancianidad y la decrepitud;
veremos cómo este proyecto de vida que Dios ha diseñado
para el hombre cristiano, nos lleva forzosamente a la
depuración de todos los males cometidos (conduciéndonos
a la humildad y haciéndonos aptos para la gloria prometida),
cuando nos parecía que nuestros progenitores eran hombres
arcaicos que nunca habían sido adolescentes ni mozalbetes
y que, la muerte, sólo a ellos les correspondía.

Volviendo a lo dicho, el Redentor nos hace saber que


sin la muerte lancinante y sádica a la que fue condenado,
todos igualmente pereceríamos. Por eso los santos,
queriendo seguir sus huellas y cumplir sus preceptos, sólo
se consideran privilegiados cuando más les acechan los
infortunios. Y leyendo la biografía de la madre Teresa de
Calcuta, me encuentro una carta suya de la que extracto lo
224
que sigue: «¿Cómo estás? ¿Aún te tiendes sobre tus
espaldas? ¡Cómo te debe amar el Señor para darte tanta
porción de Su sufrimiento! Debes de ser feliz, porque eres
Su elegida» («Mi vida con los más pobres», pág. 123).

Con todo, no pretendemos que nadie se ilusione con


el trance doloroso de la muerte, pero sí podemos mitigar
todas las desdichas con la firme esperanza de descubrir el
lugar donde descansan en la paz de Dios nuestros seres
queridísimos y convivir con ellos, esperando la llegada rauda
de los no menos amados que dejamos en esta vida
maravillosa por el porvenir que le espera.

Publicado en «EL COMERCIO» 11-Octubre-1996

225
86.- LA PRINCESA KIMERA

No hay mal que por bien no venga. Esta frase o adagio


es desalojada por muchos y conocida por todos. Y si nos
falta el conocimiento sobrenatural, nos parecerá que ha sido
inventada por hombres ilusos con visión recortada. ¿Cómo
pueden ser buenos los accidentes de tráfico? ¿Cómo pueden
ser buenos el cáncer y el sida?. ¿Cómo puede ser bueno un
secuestro?. Pues la cantante de ópera coreana -princesa
Kimera-, bendice y aplaude el secuestro de su querida hija.

Cierto es que la princesa y su acaudalado esposo,


Raymond Nakachian, han conseguido rescatar a su hija
Melodie cuando fue secuestrada, hace ocho años. Y este
dolor moral tan lacerante, frente al cual el hombre se siente
tantas veces impotente, les llevó a pensar que si Dios existía,
sólo Él podría devolverles a la hija y normalizar sus vidas.
Esto les hizo conocer la iglesia por dentro y contactar con
un santo sacerdote y muy talentoso, infundiéndoles el ánimo
que nos conduce a la conformidad con la santa voluntad de
Dios.

Y con este conforto espiritual, soportaron pacientemente la


zozobra constante de las noches y días que pasaban sin saber si
estaba viva o muerta la hija querida. Y como este mal se ha
convertido en un bien inconmensurable, ahora, refugiados
en la religión y bajo la túnica de Jesús, nos dice la princesa
Kimera: «Sabiendo lo que Cristo nos ayudó en aquellos
duros momentos, he decidido bautizar a los hijos en el
cristianismo. La niña está estudiando el catecismo, porque
quiero que comprenda muy bien el tema, y quiero hacerles
saber que, gracias al secuestro, nuestra familia está
increíblemente unida, y que somos realmente felices».
226
El testimonio de esta familia noble, hoy tan cristiana,
puede proyectarse en todo el mundo, teniendo en cuenta
que el famoso actor, Robert de Niro, va a protagonizar una
película sobre el secuestro de la niña Melodie y la conversión
de la familia Nakachian. También nos dice la princesa
Kimera que tras las conversaciones con el actor para
proporcionarle información suficiente de cara al film ha
surgido una gran amistad: «La película está muy bien -
declara Kimera-. Con Robert hemos hablado mucho sobre
el bien que todos juntos podemos hacer a los espectadores
que vean el largometraje».

Hemos visto que hay males que vienen para bien. Pero
sólo los santos intuyen los bienes que se ocultan tras el dolor
de todos los males.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 20-Octubre-1996

227
87.- LA DEVOCIÓN A MARÍA

Estoy llegando a la raya de los treinta y ocho años.


Los que anteceden a esa fecha gloriosa no los quiero contar.
Han sido lustros de gamberrismo y de pecado, de tristeza y
desazón, de congoja y angustia, de placer fugitivo y
desplacer. No creía en nada ni en nadie. Era un joven
desencaminado y estólido. La ausencia de mis padres desde
la infancia y la pérfida compañía que me circundaba me
habían hundido hasta el abismo. Gracias a Dios que la droga
y el Sida nadie los conocía en España.

Por eso ahora siento amor y compasión hacia los


jóvenes que se pierden. Son buenos y víctimas del ambiente
que les rodea y los medios de difusión. Desconocen la paz
que se siente con un ideal cognoscitivo y sublime. Están
sedientos de Dios. Pero nadie les dice con amor que Dios
les ama hasta el extremo, y buscan su felicidad en la fuente
de las desdichas, en el pecado.

Le doy muchas gracias a Dios por haber encontrado en


aquellas fechas tenebrosas a un amigo bueno y católico, que
actualmente vive en Avilés y desconozco su dirección -Félix
Torres Fraile-, el que me amonestaba y me advertía el bien que
me harían unos cursillos de Cristiandad; y gracias a él los hice
el 13 de diciembre de 1958.

Allí me encontré con Dios cara a cara y mi alma se


levantó del lodazal donde se encontraba para adherirse a
su Creador. El que me hizo dar un vuelco de ciento ochenta
grados. El que me dio la luz para detestar los males que
hacía y practicar el bien. Pero algo muy importante me
faltaba. No tenía devoción a la Virgen María. Los testigos
228
de Jehová -llenos de buena intención- me hicieron dudar
de la Virginidad de nuestra Madre.

Y así viví diecisiete años practicando la religión


Católica sin devoción a María. Pero guardando el secreto
y las dudas en mi corazón. Mi esposa era -y sigue siendo-
muy devota de la Virgen y nunca le expuse las dudas que
albergaba, y mucho menos a mis compañeros de Acción
Católica. Entendía -y entiendo- que las ideas perturbadoras
son contagiosas si se manifiestan y deben de sufrirse en la
soledad hasta que sean erradicadas por la gracia divina y el
esfuerzo del que las padece.

Yo veía que los devotos de María y del rosario eran


católicos muy completos, y esto me hacía sentir una especie
de envidia e inferioridad ante las señoras y señores que
veneraban la imagen de María. Pero mi buena Madre lo
sabía, y con ese amor entrañable que nos tiene a todos,
hizo que llegara un jesuita a nuestra casa con «Las Memorias
de sor Lucía (La vidente de Fátima)». Las leí dejando mis
lágrimas en algunas páginas y nunca más dudé de la Virgen.

Ahora estoy seguro de que nadie conseguirá consolidar


su fe si le falta la devoción a María. Y cuando llegan los testigos
de Jehová a nuestra puerta, siempre les digo: Aunque imposible,
si los católicos estamos equivocados elogiando y venerando a
la madre de Dios, Jesús nos dirá: «Gracias por haber honrado
a mi Madre más de lo merecido». Pero ¡ay! de los que, como
vosotros, la vais deshonorando y deshonrando de puerta en
puerta.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 25-Octubre-1996

229
88.- DIOS, JUSTICIA Y ETA

Nadie ignora que todos los Gobiernos de España se


han desvelado para combatir el terrorismo, cada uno con el
ordenamiento y dictamen de su estrategia. Y es muy
lamentable que esta lacra social continúe sumando víctimas
desde hace más de 20 años, máxime si tenemos en cuenta
que más del 99 por ciento de los españoles detestan el
crimen y el secuestro. Esto demuestra que algo muy grave
se viene frustrando. Y como también los desmañados
tenemos derecho a exponer nuestras conjeturas, veremos
lo que sale:

Tengo para mi que todos presumimos un poco de


nuestras hazañas, y nos parece lógico -y execrable- que
ETA también se regocije en las suyas, tanto más cuanto
mayor sea la publicidad que le hacemos y más extensos sean
los carteles que van exhibiendo las grandes multitudes por
las calles, y los lazos azules que se exteriorizan.

Y aunque pueda parecer inhumano, me parece que si


desde el primer secuestro se formara un cerco a las familias
dolorosas que claman al cielo por el rescate de un ser tan
querido, y se les bloquearan las cuentas bancarias, sin dejar
de hipot ecarl es provi si onal ment e l as em pres as y
propiedades de las víctimas secuestradas, es bien posible
que pudiéramos contar con la desgracia irreparable del
primer secuestrado, dependiendo un poco de las medidas
sumamente drásticas que anunciara el Gobierno para los
etarras prisioneros y los que circulan por las calles (pienso
que los mandatarios políticos tienen que ser honrados,
perspicaces, justicieros y valerosos, y quien intente
ennoblecer el corazón de las alimañas, sedientas de matar,
230
terminaría descorazonado). Pues al tener muy claro que no
conseguirían un céntimo por cada secuestro, y ver lo
tempestuoso y desapacible que se generaba en sus vidas
con esas actitudes, creo que los secuestros y el crimen
terminarían.

Y si los miles o millones de buenos ciudadanos que se


manifiestan pidiendo la libertad del señor Lara, se reunieran
en secreto para hacer oración, implorando la misericordia
de Dios -como lo hacen para que vengan las lluvias-, quien
sabe si el miedo a la asfixia del silencio y las plegarias, fueran
más eficientes que todo lo hecho hasta hoy, con muy
deficientes resultados.

Téngase en cuenta que la mayor fuerza de la banda


terrorista, está implícita en los miles de millones que vienen
usurpando por los secuestrados que ponen en libertad. Y
no es el dinero lo que nos interesa. Es el impulso poderoso
que infunde en los criminales perpetradores que matan a
sueldo. Y esta oleada de crímenes que les proporciona el
dinero, es cien veces mayor que la muerte de un
secuestrado. Y como los Gobiernos -en mayor o menor
medida- se dejan chantajear, el resultado todos lo
conocemos. Por eso decimos: Dios, justicia y Eta.

Publicado en «EL COMERCIO» 24-Octure-1996

231
89.- EL BODORRIO DEL SEÑOR
CASCOS

No me extraña en absoluto que las señoras se pasen


la vida reivindicando los derechos de la mujer. Lo que sí
parece pasmoso es que tantas varonas como operan en las
telecomunicaciones y en el papel impreso, ensordezcan siempre
ante el desvalimiento en que las dejan los esposos con los
bodorrios y concubinatos que les propinan cuando consiguen
el éxito y la fama, sin creer en Dios ni en los ángeles.

Para todo esto, algunos ateos y mandatarios políticos


han ido más que goteando con astucia rampante y buen
ingenio, hasta convencer al pueblo sencillo y bondadoso de
que los derechos humanos consisten en sálvese quien pueda,
y la derecha conservadora de sardinas, temiendo perder el
tren que pusieron en marcha sus antecesores en el poder,
continúan permitiendo que «legalmente» prosigan las madres
y doctores atocinando los niños en el vientre materno y
aumentando los impuestos para, también, llevar una parcela
de los mismos a la remuneración de los ejecutores.

Y quien conculca los derechos humanos, por ley


natural pierde el humano derecho que le correspondía antes
de hollar a su prójimo.

¿No es una vejación lastimosa que la legítima esposa


del señor Cascos tenga que contemplar este bodijo que
apareció en todos los medios de difusión, sin que nadie le
haya dado un atisbo de consuelo o razón?

¿No es una injusticia e inmoralidad que mientras la


esposa solícita y abnegada se desvela en atender el hogar
232
donde su esposo e hijos descansan y se recrean, este
cónyuge vaya escalonando puestos hasta conseguir que una
niña de 22 años ocupe el lugar de su buena esposa y se
convierta en madrastra de los hijos que ha descuidado el
padre?.

¿Dónde están esas señoritas y señoras que defienden


los derechos de la mujer y no se manifiestan en favor de
esas pobres señoras que después de haber lacerado sus
cuerpos en beneficio del esposo y sus hijos, se quedan en
la más triste soledad e indefensión humillante?.

¿Quiénes son los católicos que siguen el ejemplo de


Juan el Bautista diciéndoles a los adúlteros que no les es
lícito adulterar?. ¿Es que tienen miedo a que les corten la
cabeza? ¡Oh!, ¡quién nos diera a los católicos salir de la
tierra con la cabeza cortada por defender la justicia y la
verdad, y así, disfrutar eternamente de la gloria merecida
como al Bautista!. «El más grande de los nacidos de mujer»
(Lucas 7, 28).

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 29-Octubre-1996

233
90.- APADRINAR A UN NIÑO

Se oyen voces autorizadas diciendo que diariamente


se mueren cien mil niños de hambre en el mundo. También
sabemos que no pocas familias españolas han tomado en
serio este desamparo aterrador. Y sin contar las numerosas
obras católicas y asociaciones benéficas que casi todos
conocemos, me permito citar solamente a la unión sacerdotal
Lumen Dei, y puedo decir que sólo esta bendita Obra
consigue distribuir nueve mil comidas diarias entre los más
pobres que se encuentran en los Andes del Perú, sin un
céntimo de retribución por parte de los comensales.

Los beneficiados son algunos de esos niños famélicos


y carnisecos que nos muestran pocas veces por TV. Y la
importancia económica, que el lector puede imaginar,
procede de los donativos que aportan los católicos y algunas
almas buenas y caritativas. También tiene la Obra susodicha
más de mil niños apadrinados bajo su custodia. Los padrinos
se encuentran diseminados por toda España, siendo Asturias
la que más contribuye a los apadrinamientos y donativos.

Teniendo en cuenta el roído poder adquisitivo de los


países tercermundistas, con cinco mil pesetas mensuales
consiguen los misioneros/as el vestuario completo para un
niño, el alimento necesario, el alojamiento en sus guarderías,
el estudio en sus colegios, hasta terminar el bachillerato y,
lo que a nosotros nos parece más importante, instruirlo en
la doctrina de la fe católica, terminando con un oficio en los
talleres o fábricas que la Obra tiene para los más
menesterosos.
Si ahora tenemos en cuenta lo que Jesús nos dice:
«Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me
234
disteis de comer...» (Mateo 25, 34 a 46), creo que merece
la pena fumar unos pitillos menos cada mes, abstenerse de
una comida en el restaurante, contar con un traje o vestido
menos en el ropero, controlar un poco más las llamadas
telefónicas, viajar un poco menos al extranjero y conocer
mejor las maravillas que tenemos en España, y un largo
etcétera que nos cuestan los gastos superfluos, y con esos
ahorros apadrinar un niño o una centena, como tienen alguna
familia pudiente que yo conozco y viven con austera
sobriedad.

Pues la satisfacción que causa recibir una síntesis


biográfica y la fotografía del niño que se ha librado de morir
de inanición -mueren de hambre más del 80% de los niños-
o sobrevivir envuelto en el ateísmo, el latrocinio y la droga,
merece la pena permitir que desaparezcan de nuestra cuenta
bancaria las cinco mil pesetas cada mes, y así, verlo
educado, robusto y cristiano, y rezando todos los días por
sus padrinos extranjeros para que Dios les ayude y no le
abandonen. Madrid, tel.: 91-562 75 43; Gijón, tel.: 534 40
33.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 31-Octubre-1996

235
91.- EL DIOS DE CADA UNO

El famoso actor italiano, Vittorio Gassman, al


preguntarle si está buscando algo más de lo tangible, es
decir, si está embarcado en la búsqueda religiosa. Su
respuesta parece sincera: «Envidio a los que tienen una fe
profunda; a mi se me hace difícil dar una forma humana a
Dios. No puedo imaginar el cuerpo del Omnipotente. Pero
esto no es importante. Importante es que muchas veces
mando un saludo al techo. Quizá una oración. Y me siento
contento. Me siento querido. Siempre he sido egoísta: ahora
no tanto. Confío en que Dios es una persona muy generosa
y creo que, si Él no existiese, yo sería de verdad un terrible
monstruo».

Este dubitativo concepto de la existencia de Dios,


puede ser el comienzo del hilo para descoger el ovillo y
encontrar el corazón de Cristo. El peligro está en
acomodarse al libre albedrío del puede ser o quién sabe,
porque esta es la postura del tibio que Dios vomita
(Apocalipsis 3, 16). Y es también imaginar el concepto de
un dios que se adapta a la normativa de vida que practicamos
contrariando los preceptos que Él nos exige cumplir con
fidelidad.

Pienso que la actitud de este actor de cine y de teatro


es lo más semejante y común a nuestra cultura occidental
moderna, colmada de racionalismo, sospecha, y hasta
escepticismo, con una dosis considerable de pudor ante la
experiencia religiosa que somos llamados a manifestar, sin
ocultarla bajo el celemín (San Lucas 11, 33).

236
No podemos concebir un dios cada uno y a nuestra
medida. Él es el que es -(Éxodo 3, 14; Oseas 1, 9)-, sin
copia o imitación de nadie, y tenemos que adaptarnos al
que más nos ama y nos conduce al paraíso. La opinión del
hombre debe coincidir siempre con los preceptos de Jesús.
Los desmanes de la humanidad que vemos a diario, es el
fruto de opugnar las leyes del Omnipotente, y mientras el
hombre no se convenza de esta realidad, todo irá cada día
peor.

La vida de Jesús en la tierra, con su ejemplo y sus


palabras, es un claro testimonio de su divinidad. Hay
muchísimas escenas en el Evangelio verdaderamente
conmovedoras para convencernos de que Cristo es Dios.
Recordemos uno de sus múltiples ejemplos: cómo la
incredulidad de Tomás hubo de rendirse ante la evidencia,
cuando después de haber palpado las llagas de Cristo
resucitado, exclamó: «¡Señor mío y Dios mío!». Y no
olvidemos lo que nos dice Teresa de Calcuta: «El fruto del
silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto
de la fe es el servicio, y el fruto del servicio es la paz». Y
nadie puede enseñarnos dónde se encuentra la panacea de
la paz con más autoridad que la premio Nobel de la misma.

Publicado en «EL COMERCIO» 2-Noviembre-1996

237
92.- JUSTICIA VESÁNICA

Si realmente la justicia es la virtud que debe dar a


cada uno lo que le pertenece, la jurisprudencia en los
EE.UU. es vesánica. Recuérdese que en 1973, el Tribunal
Supremo impidió cualquier protección que pudiera favorecer
a los nascituros, al sentenciar que la madre puede decidir
en exclusiva sobre el aborto hasta los nueve meses de
gestación, sin que importe la opinión del padre.

El Santo Padre y el concilio Vaticano II ya nos han


dicho que es un crimen abominable la supresión de una vida
inocente por muy incipiente que sea, sancionada con la
excomunión, la pena eclesiástica más grave, y aún se agrava
más cuando el padre del nonato tiene una serie de
obligaciones con su esposa e hijos, y le privan del derecho
inalienable y natural que tiene para salvaguardar la vida de
sus legítimos hijos.

Algún padre ha llegado al despacho de nuestra hija -


psicóloga- pidiendo clemencia para evitar que su esposa
ponga fin a la vida del hijo que esperaba con ilusión, siendo
coaccionado con amenaza de divorcio si continuaba
oponiéndose. El problema ha sido resuelto, y sus padres y
el gozoso bebé han venido a mostrárselo y darle las gracias.

Pero no era esto lo que quería decir, lo más pasmoso


lo encuentro en una revista inglesa, al saber que un chófer
arremetió con su vehículo contra un coche que circulaba
correctamente, y la señora que iba al volante sufrió lesiones
sin importancia en el vientre. Entretanto, el niño que llevaba
en su seno -con siete meses de gestación- fue contusionado
en la cabeza, e inmediatamente le hicieron la cesárea a su
238
madre para tratar de salvarle la vida al nascituro, y como
esto no fue posible, falleció 44 horas después.

Ahora viene la vesánica incoherencia de la justicia


estadounidense. Un jurado de siete mujeres y cinco
hombres, en menos de una hora alcanzaron su veredicto
unánime, recomendando la condena de 16 años para el
chófer homicida, y el juez la aceptó y la impuso.

Si ahora tenemos en cuenta que la madre del niño


estaba autorizada para eliminar el hijo hasta los nueve meses
de embarazo, ¿qué sentido tiene la rigurosa condena de 16
años de prisión para un hombre que fortuitamente ocasiona
la muerte de un niño que todavía no llegó a nacer?

Viendo la estolidez que tantas veces anida en cerebros


ilustres, nos hace saber la tenebrosidad que puede existir
en algunos hombres racionalistas que carecen totalmente
de luz sobrenatural.

Por eso la Biblia nos dice (Salmos 111, 10; Proverbios


1, 7) que «el principio de la sabiduría es el temor de Dios»,
y como estos hombres no han llegado a conocer el empiece
sapiencial, ahí tenemos el fruto de los varones que se
autoafirman en yo sé, yo valgo, y yo soy. Siempre con todos
los derechos sin ninguna obligación justa y cristiana.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 5-Noviembre-1996

239
93.- BODA CIVIL

Venciendo la aversión que tengo a la controversia, y


con ánimo de dejar la ley natural -y la divina- en el lugar
que les corresponde, y la inmoralidad en el mismo trastero
donde suele ser incubada, intentaré persuadir a don M.
Suárez de los equívocos que nos presenta en su carta del
pasado día 31 de octubre. Pues con gran ligereza de juicio
y sin conocer las leyes eclesiásticas -siempre con raíces
evangélicas y muy por encima del techo materialista- nos
quiere parangonar las bodas del señor Carrasco y Rocío
Jurado con la boda civil del señor Cascos.

El señor Carrasco y la señora Jurado, han conseguido la


nulidad de su matrimonio en el Tribunal de La Rota, y allí se
encuentra todo el expediente con pruebas fehacientes de
no haber existido nunca ese matrimonio canónicamente.
También es posible que haya existido y los jueces
eclesiásticos lo hayan anulado, dependiendo del abogado
perspicaz y defensor del matrimonio y, muy especialmente,
de los testigos verdaderos o falsos que hayan conseguido
presentar dándole asentimiento completo a la defensa del
letrado.

Y como los jueces no son adivinos, tienen que atenerse


a las pruebas testimoniales y dar el veredicto conforme a
las mismas, y si entre todos han conseguido engañarles, el
matrimonio sigue siendo válido ante Dios, y el enlace
matrimonial que han contraído con otros cónyuges, es un
concubinato más, y así, los dos vivirán en pecado mortal el
resto de sus vidas, si antes no quedan viudos y lo confiesan
contritamente.

240
Pues de Dios no se ríe nadie (Salmos 37, 13;
Proverbios 17, 5). Lo que no podemos hacer los fieles ni
los obispos, es negar la posibilidad de que el señor Carrasco
y doña Rocío, todo lo hayan hecho con justicia y verdad.

Intentando dejarlo más claro a don M. Suárez, le diré


que si un señor se acerca al confesonario con 20 crímenes
a la espalda y se confiesa de pecados veniales, el sacerdote
le da la absolución para los pecados confesados ¿y los
otros? ¿quién se los perdonó?. Pues así puede ocurrir con
las nulidades matrimoniales.

Acerca del señor Cascos, es público y notorio que se


trata de un hombre divorciado con menosprecio de su
abnegada esposa y sus hijos, y la Iglesia tiene la obligación
de denunciar el adulterio, máxime teniendo en cuenta que
se trata de un hombre preponderante en el Gobierno de la
nación, y no quiera ser el señor Suárez más benévolo y
caritativo que el último de los profetas -San Juan Bautista-
, el mismo que le dijo a Herodes que no le era lícito vivir
con la mujer de su hermano.

Por eso, el obispo de Mondoñedo, monseñor Gea


Escolano, ha puesto los puntos sobre las íes conforme a los
preceptos de Jesús y sin interferencias políticas. Pues la
Constitución -que usted refiere- del verdadero cristiano es
el Evangelio, y lo que nos pueda decir una Carta Magna sin
Dios, nos suena a música profana.

Pero, como la inmoralidad en España -y en el mundo-


crece más que la hierba en la primavera, se han soliviantado
los racionalistas y también los pseudo cristianos, y pocos
se preocupan de la desgracia que reina en el hogar de la
241
legítima esposa del señor Cascos, con la vejación humillante
que le ha propinado a su esposa e hijos, metiéndoles por
los ojos el pomposo bodijo que tantos aplauden sin
compasión de nadie.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 7-Noviembre-1996

242
94.- LA VIDENTE DE FÁTIMA

La vidente de Fátima (sor Lucía) ha cumplido medio


siglo de clausura, en el convento de las Carmelitas de
Coimbra, y cumplirá los 90 años de edad el próximo 22 de
marzo. También el día 13 del actual mes de Octubre, con
motivo de la sexta aparición de la Virgen -hace 78 años-,
nos darán noticias de una multitud de peregrinos que se
agolparán en torno a la basílica de Fátima y al lugar de las
apariciones; con este motivo, los actos religiosos serán
presididos por el cardenal Ratzinger, Prefecto para la
Congregación de la Fe.

Lucía, tan fiel y solícita a los mensajes de la Virgen y


a la santidad que a todos los videntes les exige la presencia
y el diálogo de la Reina de los ángeles y mártires, y más
que todo eso, la Madre de Dios; consiguió el permiso de
Pío XII para pasar de la libertad que disfrutaba con las
monjas Doroteas, a vivir encerrada entre murallas y rejas
hasta el fin de su vida, lo que desea ardientemente, «porque
-nos dice- la muerte corporal no aniquila la felicidad y el
Amor eterno e infinito que nos espera en el cielo».

Algunas personas mayores que han cursado estudios


en grado medio o superior, cuando se les habla de Lucía,
dejan entrever un aire de superioridad que intenta
menospreciar todo lo que haya podido hacer o decir la que
un día fue pastora de ovejas y analfabeta, ignorando que
no ha dejado de ejercer sus estudios desde que, en una de
las apariciones, la Virgen le pidió que aprendiera a leer y
escribir, y el original de sus Memorias en portugués, nos
muestra las dotes de una escritora considerable, pues el
florilegio y la sintaxis de sus escritos han sido considerados
243
por literatos cristianos como textos selectos en materia
literaria.

Y aunque muy deficiente en este tema de las buenas


letras, admiro la sintaxis bien coordinada de las cien cartas
y tarjetas que guardo de la vidente en el cofre de mis
secretos. Unas en castellano, otras en portugués. Pues Lucía
habla y escribe cinco idiomas.

Es una religiosa bajita, magra, con los ojos brillantes


que vieron tantas veces a la Virgen -y las que no sabemos-
, con hábito riguroso, siempre sonriente. Cierto es que su
vigor físico ha menguado en los últimos veinte años, pero
su vivacidad mental siempre parece la misma, y aunque
nadie lo crea, es necesario fijarse mucho para captar las
diminutas arrugas de su piadoso y sublime semblante.

Acostumbrada a recibir a reyes como Humberto II


de Italia, Alfonso XIII; personajes como don Juan de
Borbón, jefes de Estado como Franco, Ramalho Eanes y
tantos otros que no recuerdo el nombre, presidentes de
Gobierno como Salazar de Portugal, Pinto Balsamão y otros
muchos; todos los nuncios de su Santidad en Lisboa y otras
naciones, decenas de cardenales, condes, duques,
marqueses, y algunos obispos con permiso de la Santa Sede,
papas como Juan Pablo I, cuando era cardenal (a éste le
dijo Lucía que sería elegido Papa y que su muerte casi
inmediata no le daría tiempo a hacer nuevos proyectos para
la Iglesia, y en poco más de 30 días de papado no hizo
ninguno y se fue), Pablo VI y Juan Pablo II. También
mantuvo correspondencia con Pío XI, con Pío XII y con
Juan XXIII.

244
Y entre la media de 30 a 70 cartas que diariamente
recibe de todas partes del mundo, se encuentran archivadas
para la Historia todas las que fue recibiendo de personajes
célebres y mandatarios políticos de casi todos los países. Y
es de notar que un señor gijonés, de comunión diaria, hizo
la promesa de ir caminando hasta el Vaticano para obtener
permiso de la Santa Sede y poder hablar con Lucía y
conocerla. La respuesta fue así: «Un sacrificio más
importante que el que ha hecho, es renunciar a ver a la
vidente». Quienes han tenido frecuentes relaciones con Lucía -
por carta y personalmente-, han sido don Román Suárez
Puerta, de Avilés, y su santa esposa, Matilde Fernández,
motivado por los numerosos favores que hicieron al
convento, en tiempos de mucha miseria, y muy especialmente
por la religiosidad que les unía a la vidente.

Enterrada entre cartas de hombres humildes como el


que suscribe y figurones de la nobleza y el poder. También
le escriben científicos, astrólogos, ateos, agnósticos,
creyentes de las más diversas religiones, y santos; pues la
pastora de Fátima es una figura histórica conocida
universalmente y con un prestigio sin precedentes. «Y si no fuera
por la Virgen -nos dijo- continuaría en el bosque apacentando
ovejas y corderos, y aquí estoy haciendo cinco horas diarias
de oración por todos los pecadores y correspondiendo lo
que puedo a los pedidos que me hacen».

Y pobre de mí cuando lea el libro de mi autoría -


Pruebas de la existencia de Dios- que me solicitó hace pocos
días, viendo los elogios que le hago en uno de sus capítulos,
y sabiendo la malparada que le hago a la humildad
personificada de la vidente, la que siempre termina sus cartas
con la frase de: «Ínfima sierva».
245
Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 9-Noviembre-1996

246
95.- MARIA

Me gustan más los sacerdotes que no ponen fin a la


homilía sin antes hacer una mención a la Virgen. Es verdad
que el Evangelio es muy lacónico en lo que a María se refiere,
y todas las elucubraciones marianas -fuera del contexto
preceptivo- son oriundas del grado de devoción que cada
sacerdote siente por la Madre de Dios, y si la unción del
presbítero es muy fervorosa, el impacto espiritual está
garantizado.

Pienso que lo más admirable de la Virgen es la


humildad y el equilibrio mental sobresaliente. Me asombra
el recato después de los misterios que la circundaron y los
prodigios que Dios hizo sirviéndose de la pequeñez de su
esclava, sin que ésta se haya sentido poseída de nada,
manifestando únicamente la grandeza de Dios.

Y me deja pasmado la estabilidad emocional y la


armonía cerebral, porque todo lo guardaba en su corazón
sin ningún exceso de palpitaciones. De no ser así, cómo
hubiera podido mantener la serenidad mientras su Hijo -mil
veces santo- se contorsionaba en la cruz soportando los
tormentos lancinantes y los sádicos abucheos de la multitud
que presenciaba la muerte horrorosa del que ha sido víctima
por enseñarnos dónde se encuentra la verdad, el camino y
la vida, y mostrándonos cuán grande era el amor que nos
tenía y continúa teniendo a todos los seres humanos.

Por eso, esta vida de excelente santimonia y colosal


heroísmo que la más evidente historia ha dejado plasmada
en la persona de María, la ha hecho acreedora para ser la
Madre de Dios, y su Hijo, poco antes de agonizar, también
247
le concedió el privilegio de ser Señora y madre de todos
los seres humanos.

Y cuando los comensales de la boda de Caná de


Galilea les faltaba lo más superfluo -el vino-, y sin haber
llegado el momento designado por Dios para comenzar los
múltiples milagros que hizo, el influjo dinámico que tiene la
humildad y la potestad de ser su madre, le permiten
contraponerse de forma solícita y caritativa para dejar en
buen lugar a los anfitriones y, abundantemente, el agua se
convierte en vino.

Practiquemos la devoción a María. Recordemos los


cinco millones de peregrinos que llegan -de todas partes
del mundo- a Fátima cada doce meses para venerarla.
Meditemos los mensajes que nos ha dejado en los seis viajes
que hizo a la tierra de Portugal, y tengamos en cuenta los
23 millones de socios que tiene el Ejército Azul de Nuestra
Señora de Fátima (me lo han dicho en la sala de Prensa del
Santuario), y confiemos mucho en que Ella conseguirá
nuestra salvación, sin merecerla.

Publicado en «EL COMERCIO» 10-Noviembre-1996

248
96.- SANTO Y HÉROE

He leído con verdadera fruición la biografía de San


Maximiliano Mª Kolbe, y una vez más me rindo ante la
evidencia de lo que nos dice Jesús: «Si el grano de trigo
cae en la tierra y muere, llevará mucho fruto...» (San Juan
c12, v24). Y el fruto que ha dado este hombre conocido
universalmente como campeón del amor cristiano y héroe
del martirio sádico y voluntario, se extiende por los cinco
continentes. Sólo Dios puede evaluar el bien que habrá
hecho a las almas receptivas a la substancia espiritual, y las
gracias que todas las generaciones venideras irán
percibiendo hasta el fin de los tiempos.

Uno de los monstruos más repugnantes que registra


la historia -Hitler-, en sus campos de concentración de
Pawiak ha tenido lugar una de las escenas más dramáticas
y sublimes que se archivan en los 102 kilómetros que suman
las estanterías de la biblioteca vaticana.

Del barracón o tugurio marcado con el número 14,


huyó uno de los 300 hombres que allí cumplían su condena
a trabajos forzados, hambre y tortura. Cuando se pasó lista
al día siguiente, apareció la falta. El comandante del campo
mandó formar a los 300 hombres y les comunicó la solución
sanguinaria y atroz.

«Por uno que se ha fugado, diez de vosotros iréis a


morir a la cueva del hambre». Y tuvieron que aguantar el
día entero de pie, bajo el sol de verano, sin recibir un trozo
de pan ni una gota de agua. Algunos caían desmayados al suelo.
Al atardecer se presentó nuevamente el comandante del
campo con un piquete de soldados, y mirando a los hombres
249
puestos en formación, recorriendo las filas con ojos de
verdugo, exclamó: «Tú, a morir... Tú, a morir...».

Así hasta diez, los escogidos a capricho por él. Y una


de las víctimas lanzó un grito angustioso y desconsolado.
«¡Piedad para mi...! Mi esposa y mis hijos me quieren con
delirio y no soportarán el dolor ni podrán sobrevivir sin mi
ayuda!».

En medio del silencio impresionante de aquellos


hombres, bajo el poder tiránico del comandante que jugaba
con sus vidas y con la muerte misma. Un hombre enamorado
de la Virgen María y de Jesús, amando más al prójimo que
a sí mismo, se aparta de la fila para encararse con el
comandante. Y cuando el jefe advirtió que se le acercaba,
echó mano a su revólver y gritó: «¡Quieto! ¿Quién es ese
imbécil?».

Pero el llamado imbécil no se acobardó, con admirable


serenidad y el dinamismo secreto que da la humildad y el
amor, le respondió: «Sólo quiero pedirle a usted el favor de
que me deje ir a la cueva de la muerte, en el lugar de ese
padre de familia». Pues ... ¿quién eres? -le preguntó el
comandante-. «Soy un sacerdote católico».

El comandante, sorprendido y, tal vez impactado por


el heroísmo y la caridad de aquel hombre (con el semblante
de santidad que le fue reconocido por Pablo VI al subirlo a
los altares como beato, y por Juan Pablo II al canonizarlo),
hizo un gesto a sus soldados y aceptó el intercambio. Así,
el sacerdote católico, el padre Maximiliano Mª Kolbe -
mientras quedaba libre de la muerte el hombre por quien él
intercedió y que años más tarde presenció su beatificación-
250
fue llevado a la cueva de la muerte, con los otros nueve
sentenciados, para una agonía escalofriante y sádica.

Allí consiguió darles ánimos para morir como


cristianos, confesándoles y anunciándoles lo felices que
serían todos en el cielo. Y después de pasar más de una
semana sin ningún alimento ni una gota de agua, cuando ya
sólo quedaba con vida el padre Kolbe, le pusieron una
i n yec ci ó n l et a l p ara t er m i n ar con un a v i da qu e,
milagrosamente, no se extinguía.

Estos ejemplos, hermano católico, que nos da la


Iglesia de Cristo, no aparecen en la TV ni tampoco en el
99% de las revistas y los periódicos, (sí nos presentan a
algunos sacerdotes que, desgraciadamente, abandonan la
Iglesia para contraer matrimonio), a pesar de tanto
propagarse la libertad de expresión y la democracia.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 14-Noviembre-1996

251
97.- RELIGIÓN: ¿IGUAL A INJUSTICIA?

Después de leer la carta que le han publicado (15-


10-96) a doña Manuela Antuña Gutiérrez, y viendo el
concepto que tiene tan pésimo y triste de la misma religión
que doña Manuela practica («yo no soy nadie para juzgarlas
en la tierra -dice-, pero cuando llegue su hora tendrán que
dar cuentas a Dios»), he llegado a la conclusión de que con
esas ideas perturbadoras y arrojadizas que ha hecho
públicas, no es apta para ser profesora en un colegio de
religiosas.

No se puede hacer tabla rasa de la congregación


universal que forma la Iglesia Católica, sabiendo que ha sido
fundada por el que nos amó hasta el extremo, y ha sentado
sus bases sobre el pecinal de la sangre de Dios. Y como
respuesta a todo esto nos dice doña Manuela: «La religión
es la injusticia, la mentira, la insolidaridad y la inhumanidad».

El título que doña Manuela le ha puesto a su


malaventurada carta («la religión: fuente de valores»), es el
que realmente le corresponde a la devoción piadosa de todos
los santos y mártires que tiene la Iglesia. Pero la señora
Antuña lo ha convertido en un cebo perspicaz y rampante,
para que ningún católico que merezca llevar ese nombre se
quede sin leer el escrito que, por sí mismo, delata la falta
de credibilidad que nos ofrece.

Es necesario oír a las dos partes para dar la sentencia


(Deuteronomio 25, 1), y el más humilde servidor que esto
subscribe, ha leído con atención la carta de doña Manuela,
y también ha conseguido contactar con la superiora del
colegio de San José, pudiendo valorar la mesura y
252
discreción de sor Dolores Fraile Pinto, sin el menor síntoma
de vilipendio hacia doña Manuela.

Y al preguntarle el porqué no le dio respuesta a la


señora Antuña, después de oírla silenciosamente más de
veinte minutos por teléfono, me dijo: «El tratamiento
vilipendioso que me ha dado, es tan vergonzoso que no
puedo explicárselo, y aún más, si cabe, lo que ha dicho al
grupo de personas que consiguió reunir. Ante esta actitud,
entiendo que una religiosa debe guardar silencio, evitando
cualquier improperio que pudiera merecer, huyendo de las
polémicas, ofreciéndole a Dios la vejación sufrida y rezando
por los que nos persiguen».

De su carta, doña Manuela, se destila que es usted


católica, y nunca se puede ensuciar el plato donde comemos
los cristianos, y aunque todos sabemos el sinnúmero de
pseudocatólicos que quieren cobijarse bajo la capa de la
Santa Iglesia, no podemos echar por tierra las obras
piadosas e ingentes que viene realizando la Iglesia en todo
el orbe.

Sumémonos a las 448 fundaciones que tiene la madre


Teresa de Calcuta, a las cuatro mil monjas que las atienden,
a los cuatrocientos mil colaboradores que tiene en todo el
mundo, católicos y ateos, y dignifiquemos la entidad más
piadosa que nos queda en el mundo. Pero, por favor, no
haga juicios temerarios a la religión universal, sin haber
puesto una sola excepción.

Acepte un saludo afectuoso de su hermano en Cristo,


y reflexione un poco ante el sagrario. Comprendo la rauda
indignación que le ha propinado el demonio, y confío en
253
que habrá de confesarse y encontrar la paz que desea su
alma y la mía.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 15-Noviembre-1996

254
98.- A VUELTAS CON EL SR. CASCOS

La verdad que procede de Dios nos deja apabullados


a todos. Y como don Luis García Díaz nos presenta una
sarta de petulancias en su dilatadísima carta del pasado día
1 de noviembre, sin tener noción del Evangelio ni
conocimiento de la caridad, por muy fraternal que se quiera
hacer la respuesta, la medicación que necesita es escocedora
y ardiente.

Está claro que puede tener fe cristiana. Esto me


recuerda a una señora que vivía de la práctica abortiva, y
cuando los niños que atocinaba en el seno materno no eran
suficientes, se acercaba a la Madre de Dios haciendo
rogativas para que le diera trabajo en su profesión criminal,
y la Virgen -conforme a sus declaraciones- siempre le
presentaba una señora más para eliminarle el niño incipiente
y obtener su retribución.

El obispo de Mondoñedo-Ferrol, monseñor Gea


Escolano, es un varón justo y valiente, y es claro que si un
hombre no tiene el aguante suficiente para llevar la soberanía
de un hogar con su legítima esposa y sus hijos mayores,
difícilmente la tendrá para la vicepresidencia del Gobierno
de la nación, y menos aún para dar buen ejemplo a las
innumerables familias que diariamente se disgregan en
España, seducidas por la lujuria que les ofrece el post-
divorcio y el amancebamiento.

Estas aseveraciones que ha hecho el obispo susodicho,


tienen sus raíces en el Evangelio que usted no comprende.
Pues el último de los profetas y el más grande de los nacidos
de mujer (San Mateo 11, 11; San Lucas 7, 28) -Juan el
255
Bautista-, lejos de la política que usted les imputa a los
prelados injustamente, y practicando la caridad más colosal
que nos exige el Evangelio a todos, le dijo al rey Herodes
que no le era lícito vivir con la mujer de su hermano. Y
Cristo llamó raposa al rey Herodes.

Y el divorcio que tanto defiende don Luis García, y


se nos presenta como abanderado del conocimiento
evangélico y de la caridad, y dice que Jesús le infunde
sosiego y esperanza, de su carta malaventurada se destila
que nunca ha leído el Evangelio en su totalidad, y menos
aún el Antiguo Testamento.

Observemos lo que Jesús nos dice del divorcio y lo


que manifiesta su Padre Dios: «Maestro: ¿Es lícito repudiar
a la mujer por cualquier causa?. Jesús respondió: ¿No habéis
leído que al principio el Creador los hizo varón y mujer? Y
dijo: Por esto (por lo que Dios dijo y Jesús ratifica) dejará
el hombre al padre y a la madre y se unirá a la mujer, y
serán los dos una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió no
lo separe el hombre» (San Mateo 19, 3 a 9).

Es claro que el divorcio, amén de opugnar las leyes


de Dios con el pecado que esto implica, es una frustración
más del ser humano con la tribulación correspondiente, y
no me apena el esposo/a que pide la separación oficial
injustamente, inducido/a por el egoísmo y la lujuria, lo que
me conmueve a compasión es el cónyuge desamparado y los
hijos que, inocentemente, tienen que cargar con la cruz que al
infractor le correspondía.

Por eso, en el caso que nos ocupa, nuestra caridad


tiene que volcarse en el hogar desgraciado donde habitaba
256
el señor Cascos, máxime si tenemos en cuenta que su
abnegada y solícita esposa, en compañía de sus hijos
desamparados por su querido padre, han tenido que
soportar el bodijo pomposo que les metieron en el hogar
las revistas y las telecomunicaciones, sin que nadie se haya
solidarizado con la vejación humillante e injustísima que
sufren, y resulta que don Luis García nos viene hablando
de la caridad. ¡Cómo será la caridad de este hombre, Dios
mío!.

También nos dice que «Roma veduta, fede perduta»,


es decir, que en Roma se pierde la fe, cuando lo cierto es
que hasta seis mil anglicanos se están pasando anualmente
a nuestra religión católica al visitar Roma y mirar al Santo
Padre. También nos dice don Luis García que tal vez a estas
horas se haya arrodillado el prelado antedicho para pedir
perdón por sus despropósitos.

Creo que si usted meditara la actitud insolente que va


contrariando los preceptos de Jesús, y vilipendiando a los
prelados a quienes todos los fieles debemos obediencia y
muchísimo respeto, haría una confesión contrita con lágrimas
en los ojos.

Y le sugiero un poco más de acatamiento y sumisión a


la Iglesia que Cristo ha fundado derramando su preciosa
sangre por usted y por mí, pues ya tiene bastantes
detractores en el mundo sin que los que creen estar dentro
de la Iglesia, como usted, también intenten envilecerla.

Reciba un cordial saludo de un pecador indigno de


pertenecer a la Iglesia de Cristo Jesús, y cuente con mis

257
pobres oraciones -si Dios quiere- todos los días que faltan
para terminar el mes de noviembre.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 16-Noviembre-1996

258
99.- CARIDAD CON UN TETRAPLÉJICO

Millones de españoles se conmueven ante una situación


tan lacerante y singular como la tuya. Después de 28 años
tetrapléjico, sin tener siquiera la dramática posibilidad de
poner fin a una vida que tu imaginas cada día más oprimente
hacia la desazón y la congoja, nos parece muy razonable
que implores a la justicia material el asentimiento que tanto
deseas para terminar el calvario que llevas sufrido con
heroica entereza psíquica.

Hermano Ramón Sampedro, en las declaraciones que


has hecho públicas a través de la TV, has dejado muy claro
que la vida del hombre termina cuando el corazón deja de
moverse. Pero nuestra razón iluminada por la fe, nos muestra
claramente lo contrario. Reflexiona un poco sobre la vida
del que murió por nosotros y cómo ha sido su muerte. Es
verdad que Él ha completado la pasión, pero nos ha dejado
las puertas abiertas para que podamos adicionar nuestro dolor
al suyo y ser corredentores con Él.

Piensa que puedes tener el cielo bien ganado. No


pongas fin a tu vida, Él sabrá cuándo es oportuno y te dará
la esperanza y la paz.

Junto con esta carta, también te envío el libro titulado


«Siguiendo sus huellas», con más de 150 párrafos firmados
por 150 santos. En él encontrarás el porqué sufres y la gloria
que te espera en la eternidad. La vida del hombre en la
tierra es muchísimo menos que un grano de arena
comparado con todas las playas del mundo. No se te ocurra
deturpar lo único verdaderamente importante, tu eterna
salvación.
259
Mañana entregaré los estipendios para un tríduo de
misas a los jesuitas del Sagrado Corazón, y estoy segura
de que cuantos católicos y sacerdotes lean esta carta,
rezarán por tí y celebrarán misas en favor de tu conversión
y del bien que todos te deseamos.

Sigue un párrafo del libro, análogo a todos los demás:


«Dígnese Nuestro Señor concedernos la alegría del
sacrificio; jamás nos da pruebas más señaladas de su amor
que con los sufrimientos, como si no pudiera llegar al
cumplimiento de sus designios, sino por ese camino, único
que conduce al cielo». Santo Cura de Ars.

En unión de oraciones, te saluda fraternalmente.

Publicado en «EL COMERCIO» 18-Noviembre-1996, en «LA VOZ


DE AVILÉS» 21-Noviembre-1996, en «LA NUEVA ESPAÑA» 3-
Diciembre-1996 y en «LA VOZ DE ASTURIAS» 4-Diciembre-1996

260
100.- JUAN PABLO II

Algunos publicistas no titubean ni se lo piensan dos


veces para enjuiciar todo lo que Juan Pablo II lleva en su
privilegiado cerebro. José María Gironella se afirma en que
la gestión del Santo Padre es polémica y contradictoria,
avanzada en lo social y retrógrada en el campo moralista y
doctrinal. Y para conocer un poco al Santo Padre es
necesario -en primer lugar- tener una fe inexpugnable (como
él) y haber seguido su itinerario desde la más tierna infancia
hasta el día de hoy, con dieciocho años de papado.

Comenzando por leer su biografía, meditando las doce


encíclicas que lleva publicadas, más de mil discursos y
homilías en ciento veinte naciones, el libro que ha sido
traducido a veintidós idiomas -Cruzando el umbral de la
esperanza-, y dedicando siete horas diarias a la oración y
lectura religiosa, como lo hace él, y conocer en profundidad
la síntesis biográfica de los mil veintiséis santos que subió a
los altares, sin contar las biografías que llevará leídas de
místicos como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz,
taumaturgos como San Martín de Porres y el Santo Cura
de Ars, ascetas como San Ignacio de Loyola y San
Francisco Javier, y un largo, muy largo etcétera.

Y si a todo esto les falta la fe inquebrantable, todas


las conjeturas que se hagan sobre su persona no dejan de
ser una futilidad destituida del buen sentido que nos exige
la conciencia.

Téngase en cuenta que el Papa es un hombre de Dios,


y en todas sus manifestaciones -escritas o verbales-, no hace
más que glosar el Antiguo y Nuevo Testamento, pues en
261
una sola encíclica encontré setenta y dos citaciones bíblicas.
Él sabe que los santos evangelistas no pueden mentir,
teniendo en cuenta la gracia infusa que recibieron del Espíritu
Santo.

Está superseguro de que más del 90 por ciento de los


males que nos acechan es por vulnerar las leyes divinas,
porque el santo temor de Dios se ha perdido en el mundo,
y Karol Vojtyla sabe muy bien que nadie como Dios puede
enseñarnos el recto camino de la solidaridad y la paz que
todos deseamos en esta vida efímera, y así, conseguir
también la gloria prometida y eterna. Y esta convicción
absoluta que tiene, la va misionando por todo el mundo. Y
como es un convencido, ha llegado a persuadir hasta cuatro
millones de jóvenes que lo ovacionaron en Filipinas,
alentándoles para construir un mundo mejor.

Por eso el gran filósofo, buen católico y académico,


Julián Marías, ha realizado un encendido elogio al Santo
Padre, del que extractamos lo que sigue: «Me parece una
figura extraordinaria. Es un hombre con una vida muy
interesante, con mucha capacidad intelectual e incluso
filosófica muy valiosa. Es un hombre de esos que aparecen
de siglo en siglo».

Y el político perspicaz, que no me gusta nada, Jordi


Pujol, nos ha dicho que «Juan Pablo II es una personalidad
muy fuerte, plenamente convencido de la actualidad de la
Iglesia católica y de la transcendencia del mensaje cristiano.
Tiene un carisma muy personal, es honesto y auténtico y
sabe comunicar con la gente. Ello explica su credibilidad y
la aceptación por el pueblo sencillo».

262
Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 18-Noviembre-1996

263
101.- ERA SABIO Y DISCRETO

Las biografías de los personajes católicos -como


científicos y santos-, llevan implícitas la panacea que nos
conduce a la plenitud de nuestra vida terrena y a la salvación.
Pero algunos hombres increyentes, queriendo llevar a todos a
la lobreguez donde se encuentran, no solamente no hacen
recomendables estos tesoros compendiosos, sino que hasta los
impiden en los colegios estatales. Después se quejan diciendo
lo mal que está una gran parcela de la juventud, cuando en
verdad debieran de decir cuán grande ha sido el daño que les
hemos hecho.

Aflora este preámbulo en mi mente, después de leer


algo muy provechoso para mí: En uno de los coches del
tren (York, París), viajaba un grupo popular muy abigarrado,
y entre ellos se destacaba un señor con pelo blanquecino y
barba ensortijada. Y un joven petulante, con ansia de enseñar
y saber, entabló conversación con el venerable anciano. El
hombre, paciente y educado, le prestaba atención, y
después de oírle y desearle buen viaje, propuso a los
viajeros:

«Yo suelo rezar siempre el rosario en mis viajes para que


la Virgen me acompañe y me lleve a buen fin. ¿Me quieren
acompañar?». El joven presuntuoso y confiado en sus «brillantes
estudios», le miró con menosprecio y se puso a reír, intentando
ridiculizar al caballero y a los acompañantes que estaban
dispuestos a seguirle, argumentándoles lo anticuado de las
plegarias y la Iglesia, y cómo la ciencia había puesto al
descubierto la ignorancia de los católicos, mencionándoles
algunos libros de personajes ateos.

264
Prosiguió el joven insolente exhortándoles a no perder
el tiempo rezando rosarios y asistiendo a las ceremonias
religiosas, sabiendo él por la ciencia que todo eso para nada
servía. El buen anciano dejó pacientemente que terminara
su conferencia el joven engreído, y le dijo:

«Conforme a sus disertaciones, yo he perdido


innumerables horas de mi vida rezando rosarios, y bien las
podría haber aprovechado para tantas cosas como sabe
usted. Pero me temo que el que ha perdido el tiempo ha
sido usted, al estudiar tanta ciencia inútil para alcanzar la
salvación y la felicidad terrena que buscamos todos los
hombres».

El joven respondió con la misma altanería: «¡Oh, la


eterna ignorancia de nuestro pueblo!». El señor hidalgo y
sereno, le dijo: «¿Usted que sabe tanto, me podría indicar
dónde podría yo encontrar esos libros que abrieran mis
ojos? Porque según usted hasta ahora hemos vivido en
vano.»

Muy bien -le dijo el joven-, déme usted su dirección y yo


le enviaré una lista de libros que le orientarán en el camino de la
verdadera ciencia. El señor anciano, pausadamente, sacó su
tarjeta y se la entregó. «Ahí esta mi dirección». Un rayo que
hubiera caído allí no le hubiera causado mayor impresión al
leer la tarjeta: «Doctor Luis Pasteur, Presidente de la Academia
Francesa de Ciencia y Medicina, París». El joven, acomplejado
y nervioso, dio vuelta a la espalda y desapareció, porque Luis
Pasteur era católico, sabio y discreto.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 20-Noviembre-1996

265
102.- NO. A CINCO ROSARIOS

«La madre Teresa (Mi vida con los más pobres)». Este
es el título de la biografía de la santa de Calcuta. Escrita
por un personaje que presta un servicio preponderante al
Gobierno de la India, y que lleva por nombre Navin Chawla.
Siento tener que resumir en un folio el placer que me ha
dado este libro al conocer los medios sobrenaturales que tanto
éxito le han dado a la madre Teresa y a más de cuatro mil
monjas y cuatrocientos mil seglares que tiene en todo el
mundo colaborando con su bendita obra.

El libro -sin pretenderlo- nos deja al descubierto el


porqué faltan vocaciones en la Iglesia católica. El servicio
que intentamos prestarle a Dios y la extensión del Reino de
Cristo, tiene su punto neurálgico en la oración, en el amor,
en el silencio -Dios oye muy bien-, en la pobreza, en la
obediencia y en el trabajo. Y esto es lo que hace ese ejército
piadoso y multinacional de la «santa de los pobres» en más
de cien países. «Y si hubiera pobres en la Luna -nos dice
Teresa- allí estaría yo». Por eso tiene más de cien jóvenes
esperando ser admitidas en su orden.

Cuando en el mundo se proyecta una normativa


progresista intentando adaptar el Evangelio a la comodidad
de nuestro tiempo y al pecado, la madre Teresa y todas sus
s e cuac es , no a cept an l as l ava dora s qu e i n t ent an
obsequiarles, las radios, los ordenadores, los faxes, las
televisiones, las cocinas de gas, los asientos para sus
capillas, las invitaciones que les hacen para comer y beber
fuera de sus residencias paupérrimas. Y al insistir una
persona caritativa en entregarles una radio para saber lo

266
que ocurre en el mundo, la respuesta fue contundente: «No
-respondió la Madre Teresa-, ya conocemos la realidad».

Y es que la religiosa sabe muy bien las patrañas que


la radio y la televisión pueden llevar a sus santas monjas y
el tiempo que se pierde prestándoles atención. No faltarán
católicos que discrepen de su actitud. Pero el resultado de
sus obras y el respeto que infunden en el mundo las
Misioneras de la Caridad y la fundadora, vestidas con saríes
que van anunciando el orden y la limpieza, están en plena
armonía con la pobreza que tanto ensalza el Evangelio y
Jesús la escogió hasta no tener dónde reclinar la cabeza.

Volviendo a lo antedicho, esta indigencia de las


Misioneras de la Caridad, les granjea una especie de
veneración en las calles y en los medios de transporte, donde
casi todos se levantan para ofrecerles el asiento que no
aceptan jamás. Y cuando van caminando a visitar enfermos
son muchos los que quieren acompañarles. Y como una
anécdota -entre tantas otras-, nos encontramos con un señor
que les pregunta en la calle a dos religiosas de la Orden:

- ¿Dónde van hermanitas?: A visitar un enfermo de


Sida. - ¿Me permiten que las acompañe?: Sí. Puede venir
con nosotras. - ¿Está muy lejos?: No. A cinco rosarios.

Y es que las Misioneras de la Caridad miden las


distancias que les separan de los enfermos e indigentes que
visitan por el número de rosarios que pueden rezar en favor
de la gracia de Dios y la consolación que intentan llevarles
a los predilectos de Jesús. Al mismo tiempo, consiguen
silenciar la charla con las personas que les acompañan y
evitar la vanagloria que pudiera extraerles el demonio. Y
267
termino con la tarjeta que le dieron al señor susodicho,
cuando éste les pidió la dirección al despedirse, redactada
por la Madre Teresa para todas sus monjas y seglares, y
que dice así:

El fruto del silencio es la Oración.


El fruto de la Oración es la Fé.
El fruto de la Fé es el Amor.
El fruto del Amor es el Servicio.
El fruto del Servicio es la Paz.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 25-Noviembre-1996 y en


«LA VOZ DE AVILÉS» 3-Diciembre-1996

268
103.- CREER EN LA OTRA VIDA

Con alguna frecuencia nos dan cuenta de nuevos libros


que van siendo publicados, testimoniando las historias
recopiladas de algunos pacientes que han llegado a la muerte
clínica algunas horas o minutos, y al recuperar la
consciencia, casi todos parecen haber pasado por un túnel
oprimente y tenebroso hasta llegar al fulgor edénico,
sintiendo el desplacer y la congoja al ser impulsados
nuevamente a la vida terrena.

Bienafamado es el suceso de la niña italiana -Beatrice


Fuca- que después de estar muerta más de una hora volvió
a tomar consciencia, y abriendo los ojos y dirigiéndose al
doctor, le fue diciendo con todo detalle que venía de un
lugar bellísimo, de país Elíseo o paradisíaco. Minutos
después se cerraron sus ojos para siempre.

También algunos científicos declaran su experiencia


en el sentido que nos ocupa: el anatomista británico -
Auckland Geddes- relató cómo al sentir que la muerte le
acechaba una noche en la soledad de su alcoba, con ánimo
bien templado, aceptó serenamente el reto que a todos nos
espera.

Y a medida que se agravaba su dolencia y le impulsaba


a yacer sobre su lecho, se dio cuenta de que su conciencia
se deslizaba fuera de su cuerpo, y vio cómo una parte de él
estaba sobrevolando la cama en la que reposaba la otra
parte, mientras la substancia espiritual contemplaba el
«cadáver» y los jardines floridos de su casa.
Y un abogado italiano -Lino Sardos-, ex presidente
de Acción Católica, después de haber perdido a su hijo en
269
1985, éste le comunicó a través de un médium cómo lo
habían asesinado y el lugar dónde se encontraba. Su padre
escribió un libro narrando toda la historia -«Existe el más
allá»-, y ha sido un «best seller» con 24 ediciones vendidas.

Estas experiencias es claro que apoyan la concepción


cristiana que tenemos de la otra vida, pero no le sirven de
prueba a la Iglesia católica, porque la base de nuestra fe en
el más allá se encuentra en que más de 500 testigos han
visto a Cristo después de muerto y resucitado, entre los
cuales se encuentran varios santos que pagaron con sus vidas
la veracidad de los testimonios. Por eso creemos en la otra
vida.

Publicado en «EL COMERCIO» 25-Noviembre-1996

270
104.- CRISTIANO Y VALIENTE

Un ex marinero nonagenario me cuenta una historia


escalofriante: Cuando trabajaba en un vapor que viajaba
de Liverpool a Nueva York, en la mañana del tercer día, se
descubrió que también navegaba con ellos un polizón. Lo
habían encontrado escondido entre los toneles de proa. Era
un joven pequeño, pero muy valiente. El capitán del barco
y los tripulantes formaron un círculo en torno al muchacho
de cabello rubio, con elegancia y distinción.

Y a pesar de la increíble insolencia, les daba la


impresión de que todo el barco le pertenecía a él. El capitán
del buque era un hombre recio y muy severo. Pero el chico
no se amedrentaba frente a él. El joven permanecía erguido,
y con sus ojos azules y brillantes miraba fijamente al capitán,
como muy seguro de que nada malo había hecho. El jefe le
preguntó:

- ¿Qué pretendes aquí? ¿No sabes que en tiempos de


guerra todos los espías tienen pena de muerte?. Al hablar
así, el silencio de los marineros era ilimitado.

- ¿Quién te ha traído aquí?. Mi padrastro me dejó


aquí, cuando el barco iba a Liverpool -profirió el joven
con voz atiplada y firmeza. Y prosiguió diciendo: -Mi padre
murió hace dos años, y mi madre se ha casado de nuevo.
Pero ahora mi padrastro me odia porque soy cristiano. El
me subió al barco y me dejó escondido entre los toneles
con alimentos hasta que el buque estuviera en la mar. Me
dijo que cuando lleguemos a Halifax me vaya a casa de la
tía Juana. Aquí tengo la dirección. Yo no digo mentiras.

271
El capitán, incrédulo ante la evidencia, ordena a sus
dependientes que traigan una soga. El jefe la cogió. Preparó
un nudo corredizo en una de sus puntas, y amenazando al
muchacho le dijo: ¿Ves esta cuerda?. Pues te doy diez
minutos para que me digas a qué has venido aquí. Si antes
de ese tiempo no cantas la verdad, te colgaré como a un
perro. Colocó el lazo corredizo alrededor del cuello del
mozalbete. Pero este seguía de pie, firme y en su puesto.

- Faltan ocho minutos. Quedan tres minutos. Y pasó


la punta de la soga sobre uno de los palos horizontales,
bien dispuesto a tirar de la cuerda y dejarlo colgado. Ahora
le dice: «Si tienes algo que confesar, es mejor que lo hagas
de una vez, el tiempo que te queda de vida se ha terminado».

El joven, con un semblante angelical pareció


transfigurarse y le preguntó al gigantón: «¿Puedo rezar las
oraciones de la noche?». Cuando el joven comenzó a recitar
sus oraciones postrado de rodillas juntando sus manos. El
rostro duro y siniestro del capitán se deshizo en lágrimas.
Soltó la cuerda, arrebató al muchacho en sus brazos, lo
empezó a besar mientras le decía: «Dios te bendiga, valiente.
No dices una mentira ni bajo amenaza de muerte. Pero si tu
padrastro te ha arrojado de casa por ser cristiano, yo seré
tu padre de ahora en adelante. Que Dios se olvide de mí si
yo me olvido de tí».

Y cumplió su palabra el enorme capitán. Al llegar a


Halifax buscó a la tía Juana, y le dio bastante dinero para
que se ocupara de los estudios del sobrino. Después, cada
vez que sus viajes tocaban aquel puerto, los dos paseaban
juntos; el estudiante de ojos azules y cabello rubio y el
gigantón del barco, forman un cuadro tan precioso, y
272
enardecido como nunca se ha visto, esto me dijo el ex
marinero nonagenario.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 3-Diciembre-1996

273
105.- ¿EN QUÉ CONSISTE LA LIBERTAD?

Los dislates que suenan diariamente en España y en todo


el mundo, manifiestamente nos dicen que las democracias que
vivimos no son la panacea de la libertad que toda persona bien
nacida desea. Y el 99 por ciento de las dictaduras son
despóticas, opresoras y crueles también. Y como bien nos dejó
escrito Concepción Arenal:

«Cuando se ha cumplido con el deber de respetar la


libertad todo lo posible, hay el derecho de privar de ella
todo lo necesario». Y como este derecho inalienable no se
lleva a la práctica, las parcelas más dignas y numerosas de
las naciones, viven el amilanamiento que les propina el
libertinaje y la inmundicia. Por eso Cicerón decía que «la
libertad excesiva conduce a los pueblos y a los particulares
a una excesiva esclavitud».

Pienso que Benavente dejó una solución bien completa


para solventar lo que modestamente nos parece una tragedia
universal: «El día que cada uno fuéramos un tirano para
nosotros mismos, todos los hombres seríamos igualmente
libres, sin revoluciones y sin leyes».

Siendo Dios el campeón de la libertad, está claro que de


Él procede. Y nadie puede alienarla sin violar sus leyes.
Estupefacto me deja el libro titulado: «¡En la cárcel pero libres!».
Pues vivir una liberación profunda en medio de una pena
carcelaria es algo inaudito. Y esto es lo que está ocurriendo en el
centro penitenciario de Poggioreales, en Nápoles.

Una de las prisiones más grandes de Europa, con más de


3.500 reclusos y 1.000 agentes de policía penitenciaria. Pues
274
un grupo de seglares, acompañados siempre por un santo e
ilustre sacerdote de la cárcel, les fue impartiendo a los presos
que lo deseaban unas catequesis para anunciarles de forma viva
y directa el Evangelio.

Los presidiarios, hartos de la monotonía y las


tribulaciones, asistían a las conferencias que les daba el sacerdote
y observaban los testimonios de los laicos, y cada día deseaban
más conocer la vida de Jesucristo, haciéndoles saber que el hombre
Dios había sufrido más que todos ellos, y que el Buen Ladrón,
también encontró la dispensa y el paraíso.

Esta experiencia que hace al hombre tirano consigo


mismo, y libre de las cadenas que le sujetan en la prisión,
s e fue acrecent ando con l a form ación de grupos
neocatecumenales, hasta conseguir que sólo una minoría de
contumaces no pertenezcan a los numerosos grupos que nos
dan testimonios cristianos escalofriantes.

Creo que este es el camino que nos llevaría a la


verdadera libertad, a la concordia, a la solidaridad y, por
supuesto, a la paz que Cristo promete a sus secuaces, y
que al hombre sin Dios le resulta imposible conseguir.

Prestemos atención a los escenarios bélicos en el mundo,


a los 800 millones de hombres y niños que están muriéndose
de hambre, a los miles de millones de dólares malversados en
armas destructivas de vidas humanas y poblaciones, y
observemos la libertad que Cristo nos garantiza y la que nos
ofrecen los hombres sin conciencia y Dios, y así veremos en
qué consiste la libertad y la paz.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 5-Diciembre-1996

275
106.- EL EJEMPLO ARRASTRA

Anteayer me dio cara -muy discretamente- una


enfermera sugiriéndome que llevara a los lectores de EL
COMERCIO un suceso distante: Se extendía sobre la mesa
del quirófano una niña de diez años. Era necesario extirparle
un lobanillo en el pecho. El anestesista se acerca a la joven
con la inyección en la mano, y se conmueve un poco al ver
la sonrisa candorosa de la muchachita, sabiendo las
molestias que le esperaban a tanta inocencia. A ver guapa -
le dice el doctor- cierra los ojitos, vas a dormir.

Ingenuamente y llena de quietud, la niña le dice que


no duerme de día. No importa -le dice el facultativo-, tienes
que dormir para curarte. La pequeña le responde con
admirable sinceridad: «Siempre rezo tres Avemarías después
de acostarme y antes de dormir. Si quiere que duerma ¿me
deja rezarlas?». El silencio en el quirófano era absoluto y
conmovedor, interrumpido después de unos segundos por
el anestesista para decirle: «Sí, puedes rezar las tres
Avemarías».

La niña, bien concentrada en lo invisible y con gran


unción, uniendo sus manitas en forma de súplica y apoyando
los codos sobre el pecho, recitó las tres Avemarías,
seguidamente profirió al equipo facultativo, al mismo tiempo
que cerraba los ojos: «Ahora ya podré dormir».

Después del curso normal de la intervención, el


anestesista se adentra en la capilla y empieza a llorar. Este
señor llevaba dieciséis años huyendo de la Iglesia y de Dios.
Pero el testimonio angelical de la niña, le hizo memorar el
pasado de una vida piadosa y cristiana: «Yo también le rezaba
276
a la Virgen. Yo también confesaba. Yo también recibía el
sacramento de la Eucaristía, y ahora, Dios mío, lo seguiré
haciendo. Voy a confesarme con el capellán de la residencia.
No pierdo más el tiempo» (él mismo lo ha confesado). Por
eso decimos que el ejemplo arrastra, las palabras sobran.

Publicado en «EL COMERCIO» 6-Diciembre-1996

277
107.- EL DERECHO A VIVIR

Alguna vez he pensado que si los legisladores del


aborto tuvieran que hacerlo con carácter retroactivo, y esto
fuese posible, el derecho a la vida del «nasciturus» sería el
más conminatorio e imperativo de todos los derechos
humanos. Pero como esta legislación egoísta y macabra no
les afecta a los hombres insensibles, y objetivamente les
depara comodidad, la bien llamada «cultura de la muerte»
se extiende por los cinco continentes.

Me ha complacido leer cómo la Asociación de


Ginecólogos de Suecia ha solicitado un cambio legislativo
para que al llamado clínicamente «feto» se le otorgue el
nombre de «niño». Y en el supuesto de ser abortado
conforme a la legitimidad de las leyes, también exigen que
tenga nombre propio y sea inscrito en el Registro Civil.
Igualmente requieren que sea enterrado en campo sagrado.

Quién sabe si al ver el blanco y diminuto ataúd


acompañado de una multitud de gentes que defienden el
derecho a la vida de los nonatos, y sentir el duelo que
anuncia el tañido de las campanas, los ejecutores del crimen
y las pobres madres que lo llevaron en sus entrañas a las
clínicas abortivas, se les despierte la conciencia de lo que
han hecho y terminen llorando en el funeral del ser más
querido que una madre puede perder.

Terminaré diciendo al amable lector que yo también


he votado una Constitución sin Dios. Así lo hice porque
algunos personajes históricos muy cristianos y miembros de
asociaciones católicas nos lo sugirieron a través de la TV.
Y como la Carta Magna nos dice que «todos tienen derecho
278
a la vida», no podía imaginarme que los gobernantes
vulneraran el supremo derecho que habíamos refrendado
los españoles por aplastante mayoría. Y si alguno de los
legisladores irreflexivos no ha sido un embrión con derecho
a seguir viviendo, que tire la primera piedra.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 2-Marzo-1997

279
108.- ESTOS DAN CON ALEGRÍA

Este es el título del libro que termino de leer. Una


joya de moral conglobada con la religión. Hay capítulos que
nos conmueven. Hoy quisiera comentar el que se refiere a
Luis Miguel. Hijo de padres acaudalados y discrepantes.
Su padre era antirreligioso por naturaleza y rebeldía. Su
madre era una señora muy piadosa que vivía para servir al
prójimo en nombre de María y Jesús.

Miguel era el número uno en un colegio de Jesuitas.


Estudiaba el primer año de bachillerato. El director espiritual
le había hecho saber que la comunión diaria es el secreto
de la victoria y manantial de perfecta alegría. A los trece
años seguía siendo un ángel. Él rezaba el rosario todas las
noches acompañado de su madre, hermanos y sirvientas.
La Eucaristía diaria era el desayuno de cada mañana.
También sabía que la mejor eficiencia para convertir a un
pecador era el sacrificio que se ofrece a Dios por el pecante.

- ¡Pobre papá! -pensaba Luis Miguel-. Al no ir a Misa,


hará un pecado mortal cada domingo. ¿Cómo podrá vivir
así?... Y diariamente escribía en un papelito el sacrificio que
se imponía al día siguiente por la conversión de su querido
padre. Y cuando el obsequio estaba cumplido lo rompía.
La batalla persistía, día tras día y semana tras semana.

Luis Miguel siente dolores de cabeza y una sed


insaciable; todo lo va ofreciendo a Dios por la conversión
de su padre. Ya no puede más. Se lo dice a su madre. Pero
no dejaba de escribir en su cuadernillo lo que siempre
rompía después de cumplir con la rogatoria y la oblación
en beneficio de su padre. Sus progenitores que lo
280
idolatraban, consultan su dolencia con los mejores
especialistas.

Luis Miguel tiene un tumor maligno en el cerebro. Es


necesario operarlo a vida o muerte. Su padre estaba loco
de dolor. Su madre buscaba el consuelo en el oratorio y no
conseguía pedir nada que no fuese: «Hágase tu voluntad y
no la mía». Así preparó a su hijo con todos los sacramentos
pertinentes para la operación que le esperaba al siguiente
día. Aquella noche, Luis Miguel, internado en un lujoso
sanatorio, escribe un papelito más: «Ofrezco mi vida en
holocausto por la conversión de mi padre».

Y con el papel hecho un rulo dentro del puño, lo llevan


al quirófano, y sólo lo suelta cuando la anestesia le deja
inconsciente. Los ojos de Miguel se cierran para siempre y
el doctor le entrega el papel a su padre. Lágrimas y sollozos
exhala aquel hombre desconsolado.

- ¡Perdón, perdón, Dios mío...!. Así pasó más de una


hora soportando el dolor y desasosiego que le infundía la
voz de la conciencia. Se fue como un loco al director
espiritual del hijo, le mostró el papel, y después de confesar
sus pecados llorando, recibió la Santa Comunión que le
ofreció el buen sacerdote, y nunca más dejó de hacerlo
diariamente, porque «si el grano cae en la tierra y muere,
da mucho fruto» (San Juan c12, v24). Este fue Luis Miguel.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 11-Diciembre-1996

281
109.- UN CIENTÍFICO ATEO CREE EN
EL INFIERNO

Tenía entendido que Jesús mencionaba el infierno 15


veces en sus Evangelios, y ayer pude constatar en la pantalla
de nuestro ordenador que son más de 20 veces las que lo
refiere Dios en el Antiguo Testamento y más de 40 las que
Jesús lo menciona en el Nuevo Testamento. Y todo lo hace
por el amor infinito que ha demostrado tenernos y el
vehemente deseo de que nadie sea condenado eternamente
y de que todos lleguemos a la gloria prometida.

El infierno es un misterio que parece asediar a nuestra


mente cuando se medita. Pero también ha sido motivo para
que muchos hombres subieran a los altares, inmolando sus
vidas para evitar el suplicio eterno de muchos hermanos.

Y no pocos hombres con gran ingenio y poca fe, han


opugnado el Evangelio y se han apartado de Dios al no
entender el porqué existe el infierno. Estúdiese la turbulencia
que ha despertado el infierno en pensadores de la Iglesia,
desde Orígenes hasta nuestros contemporáneos, como Michail
Bulgakov y Hans Urs von Balthasar.

Pues algunos señores consecuentes con sus ideas


saben muy bien que si Jesús ha faltado a la verdad más de
40 veces, no merece credibilidad nada de cuanto ha dicho,
y la respuesta que nos dan personajes ilustres e incrédulos
-y muchos insipientes- es que carece de sentido el condenar
eternamente a un hombre que sólo ha practicado la
desventura y ofendido a Dios en el diminuto período de su
efímera vida.

282
Entretanto, el Santo Padre ha pedido a todos los
clérigos que prediquen el infierno con amor y sobriedad,
porque lo mismo él que todos los fieles que tenemos fe y
damos por bueno todo lo que Dios hace y dice, entendemos
que el castigo del ofensor está relacionado con la majestad
del que lo recibe, y nadie ignora que no es lo mismo
acometer contra un pobre mendigo que embestir contra un
rey.

Si ahora tenemos en cuenta la infinidad majestuosa


de Dios, ya no parece un despropósito que la pena o castigo
que nosotros mismos hemos cosechado, también sea infinita
como lo es Él. Ya sabemos que la misericordia de Dios llena
la tierra (pero «sin misericordia será juzgado el que no hace
misericordia», Santiago 2, 13). Y esto se predica en todas
las iglesias con mucho acierto y razón, pero son muy pocos
los que nos dicen que se trata de un Dios justo y celoso, y
quien pasa una sola página del Antiguo o Nuevo Testamento
por conveniencia propia o ajena, aunque sea con la mejor
intención, está omitiendo sus preceptos, y desalertando a
nuestros hermanos de un riesgo espantoso y eterno.

Pues Jesucristo no ha venido a abrogar la ley, sino a


perfeccionarla hasta que se cumpla la última tilde (San
Mateo c5, vv 17 y 18). Y el que quiera saber si vive su vida
religiosa en comunión con Juan Pablo II, le sugiero que lea
su libro «Cruzando el umbral de la esperanza» y observe en
las páginas 185 a 187 las afirmaciones que hace acerca del
infierno.
Dejando de lado la gehena que la Virgen de Fátima
les presentó a los tres pastorcitos en un abismo de gran
profundidad, y omitiendo un sinnúmero de revelaciones
divinas, con las cuales algunos santos testifican haber visto
283
el infierno, como Santa Teresa de Jesús, quisiéramos
comentar lo que ha sido noticia en el mundo al escribir el
doctor Azzakov: «Como comunista y ateo yo no creo en el
Cielo ni en la Biblia; pero como científico, ahora creo en el
Infierno».

Un grupo de científicos que han perforado un pozo


en la Siberia Occidental, con una profundidad de 14.400
metros, intentando estudiar el desplazamiento de las placas
masivas en el interior de la Tierra, han descubierto un
infierno. El respetable diario finlandés Ammenustatia cita al
geólogo soviético Demetrio Azzakov, quien ha dicho que
una criatura terrible, provista de alas, abandonó volando el
pozo, vomitando maldiciones antes de que fueran
descendidos los micrófonos al hueco de la perforación.

Según el Dr. Azzakov, al introducir la mecha para


sondear el pozo, de repente empezó a girar con velocidad
desenfrenada, indicando de esta manera que habían
alcanzado un hueco grande o alguna caverna, y los tensores
térmicos indicaron un incremento dramático del calor, ya
que la temperatura ascendió hasta 1.075,6 ºC.

Después de quitar la mecha pudimos creer -nos dice


el doctor Azzakov- a nuestros ojos: una repugnante criatura
con garras y enormes ojos malvados apareció en la nube
de gas, y chilló como una fiera salvaje antes de desaparecer.
Una parte de los ingenieros y obreros presentes escaparon,
pero los que se quedaron como nosotros pudimos aprender
algo más. Hemos bajado por el pozo un micrófono
destinado a registrar los sonidos relacionados con el
movimiento de las placas litosféricas. Pero en lugar de
percibir el sonido del desplazamiento de las placas
284
escuchamos una voz humana en la cual se sentía el dolor. Al
principio nos pareció que el sonido lo emitía nuestro propio
equipo de perforación, pero después de ajustarlo y verificar
todos los pormenores técnicos, nos aseguramos que las
peores sospechas se habían confirmado. Gritos, clamores
y sollozos de millones de hombres los hemos podido oír
claramente y los tenemos bien registrados en la cinta
magnética.

Visto lo sucedido, suspendieron el proyecto de


investigación y taparon la entrada del pozo, sabiendo que
estábamos -nos dice el doctor- horadando a través de las
puertas del infierno. Y continúa diciendo: «Sabemos lo que
oímos. Y estamos absolutamente convencidos de que
taladramos por las puertas del infierno». Y termina con la
frase dicha más arriba: «Como comunista y ateo yo no creo
en el Cielo ni en la Biblia; pero como científico, ahora creo
en el infierno».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 15 y 17-Diciembre-1996

285
110.- EL OBISPO Y LA COCINERA

Cuando el joven multimillonario -Guillermo Ketteler-


se divertía en un baile, consciente de que su forma de
recrearse no era lo más agradable a Dios, le pareció ver el
rostro sublime de una religiosa que rezaba por él y le miraba
fijamente al alma, y aunque muy insipiente en todo lo relativo
a la piedad, aquella contemplación inmediata y directa sin
percepción sensible, terminó por turbarle la vida mundana
que llevaba el joven de 18 años.

A partir de esa fecha, Guillermo quedó muy


impresionado y ya no encontraba diversión en ninguna parte.
Convencido de que Dios se había fijado en él, ingresó en el
seminario, fue consagrado sacerdote, y 22 años después
obispo de Maguncia (Alemania). En uno de sus viajes
pastorales, se dispuso para celebrar misa en un convento
de religiosas. Cuando distribuía la Sagrada comunión, al
llegar la última religiosa, siente una emoción tan intensa, que
ha de hacer un esfuerzo para mantener la serenidad y
concluir el acto litúrgico.

Después de servirle el desayuno la Madre Superiora,


monseñor Guillermo Ketteler le dice a la servidora que le
gustaría saludar a todas las monjas y bendecirlas antes de
marchar. Rápidamente sonó la campanita de la Comunidad;
las religiosas salieron a la tarbea y monseñor Guillermo las
va saludando a todas y observando las facciones de cada
una. Entretanto, el prelado iba diciendo en su interior: «no
es ésta..., no es ésta».

Cuando pasaron todas las religiosas, monseñor


Guillermo le preguntó a la Superiora: «¿No queda alguna
286
otra religiosa en casa?». Sí, señor Obispo; queda la hermana
cocinera. Es muy abnegada en su trabajo y tiene permiso
para no tomar parte en estas reuniones. Pues hoy me gustaría
saludarlas a todas -le dice el prelado-. La llamaré en
seguida, Monseñor.

Tan pronto como llegó la hermana cocinera, monseñor


Ketteler, dijo en su interior: esta es la que he visto en el
baile, y mostrándose muy sereno le preguntó: «¿Reza mucho
por la Iglesia, por las misiones, por la conversión de los
pecadores?».

- ¡Oh, no, señor Obispo!. Tengo poco tiempo. Rezo


como todas las demás. Lo que sí procuro es ofrecer la
primera hora del trabajo por el Papa, y al final del día
ofrezco todas las oraciones y trabajos por los muchachos
para que Dios les conceda vocación sacerdotal y escuchen
Su llamada con generosidad.

El señor Obispo, queriendo dejarle íntegro el mérito


de sus oraciones y ofrecimientos en pura fe, no le dijo nada
a la santa hermana cocinera. Pero le explicó la historia
completa a la Madre Superiora implorándole el más absoluto
secreto hasta que Dios le llamara a la otra vida, y al llegar la
noticia de su muerte a la Superiora, todo fue descubierto y
publicado en L’Osservatore Romano.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 18-Diciembre-1996

287
111.- RELIGIÓN Y NEUROSIS

El doctor austríaco -Sigmund Freud- ha hecho mucho


daño a la religión. Es verdad que la psiquiatría más elevada
siempre ha sido recelosa con los dogmas de fe. Pero las
obras que Freud ha dejado escritas y las numerosas
conferencias que ha proferido en diversos países -sobre
todo el famoso psicoanálisis- arremetieron sin piedad contra
la religión, especialmente las disertaciones que tuvieron lugar
en los Estados Unidos y en la primera década de nuestro
siglo, donde Freud consiguió convencerles de que el cambio
de conducta o estado de ánimo por motivos religiosos, se
debían a la inmadurez psicológica y a la neurosis.

Más de 80 años han sido necesarios para que la


psiquiatría norteamericana admitiera oficialmente que la
experiencia religiosa es el bien de la gracia sin el menor
síntoma de imaginación patológica, ni guarda relación alguna
con la neurosis, contrariamente, es bien capaz de moderar
el desequilibrio mental hasta llevar al hombre a ser él mismo
sin el auxilio de la medicación. Ahora, la Asociación
Psiquiátrica Norteamericana lo reconoce en su nueva
edición del Manual de Diagnóstico.

Los promotores del cambio antedicho han sido los


profesores de psiquiatría de San Francisco. En declaraciones
a «The New York Times», el doctor Robert Turner relataba
que «hace veinte años cualquier persona o especialista en
psiquiatría que hiciera referencia a lo que ahora se ha
descubierto, le tacharían de psicótico y le atiborrarían de
medicamentos».

288
Tengo una hija psicóloga y siempre nos dice que más
del 95 por ciento de las consultas que recibe sólo les hace
falta ordenar sus vidas religiosamente. Es decir, dejar de
pecar aunque sean ateos. Y esto me recuerda una llamada
telefónica de una señora que, siendo convecina de una viuda
y su hijo, me expuso el drama continuo que formaban las
discordias alborozadas de madre e hijo.

Seguidamente me puse en contacto con los dos y me


di cuenta de que se trataba de un joven con problemas
psíquicos, acentuados por su incapacidad para proseguir
los estudios de psicología en el tercer año de carrera; los
dos tuvimos un encuentro y dialogamos unas horas, le ofrecí
una beca para hacer ejercicios espirituales con un sacerdote
de la Unión Sacerdotal Lumen Dei, y aunque con mucha
reticencia, aceptó la invitación y los hizo.

Y cuando asistí a la clausura me sorprendió el ver


cómo había cambiado de semblante y lo bien que estaba.
Hizo las paces con su buena madre, terminó su carrera
felizmente, frecuenta la iglesia día a día, continúa haciendo
ejercicios espirituales tres veces al año, y ahora está
haciendo pruebas para entrar en el seminario de la Obra
susodicha. Este es el resultado de ordenar la vida y actuar
siempre en presencia de Dios.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 23-Diciembre-1996

289
112.- LA NAVIDAD

Navidad es la fiesta de la concordia y el perdón. Es


cuando las familias se unen con alegría. Es cuando se
distribuyen los premios lotéricos. Es cuando nos recuerdan
los amigos con postales y tarjetas. Es cuando recibimos la
gratificación o sobresueldo. Es cuando los hombres
endemoniados que propugnan las guerras parecen oír al
ángel bueno y les conceden una tregua a los soldados para
que dejen de matar y morir. Es cuando los pobres reciben
una bolsita de Navidad para saciar el hambre.

Es, en suma, cuando el Niño sincero y puro que todos


llevamos dentro se agita y nos despierta la conciencia
esperando que no sienta más el sopor que la embota y no
continuemos buscando en vano el Cielo en la tierra, porque
la paz tiene que bajar de las alturas.

Pero cuántos hombres y mujeres les arguye la


conciencia al ver que se aproximan los Santos Inocentes,
porque a las madres de Belén les fueron arrebatados los
hijos de sus brazos para atravesarlos con la espada e impedir
que Jesús fuera Rey y nos redimiera del pecado.

Pero muchas madres de nuestro tiempo no quieren


soportar la «carga de sus hijos». Unas lo hacen porque
quieren divertirse y disfrutar de la vida, otras lo hacen
porque les atiborra la maternidad, otras lo hacen para
encubrir la deshonra y continuar disfrazadas de honor.

También comprendemos a las que lo abortan porque


sus maridos no colaboran y el Gobierno las absuelve y les
subvenciona la operación con nuestros impuestos. Asimismo,
290
no podemos olvidar a las que se sienten incapaces de
sostener una familia numerosa.

Pero en ningún caso se pueden emplear medios


criminales para librarnos de las cruces que todos
padecemos. Unas -las más- creadas por el hombre, y otras
las que Dios nos promete y nos envía para poder seguirle,
y todas juntas, como lección de humildad para ganar el Cielo
y hacer patente el valle de lágrimas que diariamente
proferimos los cristianos al recitar la Salve. Sé muy bien
que esto suena duro, muy duro, pero sólo la verdad nos
hará libres.

Publicado en «EL COMERCIO» 24-Diciembre-1996

291
113.- EL 0,7%

Desde hace algún tiempo se ha levantado una campaña


reivindicando el 0,7 por ciento del PIB para los hombres y
niños famélicos y carnisecos del Tercer Mundo. El Gobierno
se muestra reticente en cumplir sus promesas. Es verdad
que tenemos un sinnúmero de pensionistas y parados que
necesitan un subsidio para vivir con dignidad. Es evidente
que tenemos pobres en España. Es una realidad que el
endeudamiento heredado por nuestro Gobierno pulula por
todas las comunidades y municipios de nuestro país.

Los economistas más expertos nos dicen que la deuda


pública asciende a 50 billones de pesetas, es decir, que para
transportarla en billetes de mil, se harían necesarios 500
camiones con un peso neto de diez toneladas cada uno; todo
en suma, parece hacer razonable la omisión del Gobierno.
Pero no lo es. Pues algunas voces autorizadas nos dicen
que cien mil personas se mueren de hambre diariamente en
el mundo.

Y si estas criaturas misérrimas pudieran recoger la piel


o corteza de los frutos alimenticios que se lanzan a la basura
en España y en el mundo opulento, es claro que con los
miles o millones de camiones que cargan todas las noches
para llevarlos a los vertederos, las muertes por inanición
terminarían.

Y no entro en el despilfarro pecaminoso de las familias


racionalistas y acaudaladas que nunca se verán hartas de
millones y placeres, hasta que les llegue el juicio final.
Y todo esto sucede porque los gobernantes se olvidan
o rechazan a Dios. Y ese enajenamiento anímico y egoísta,
292
nunca les dará a conocer que el que más da más tiene: a
Dios nada le cuesta concedernos el premio de un clima
moderado que aumente nuestra producción el 200 por cien
y evitar las hecatombes diluvianas que tantos billones de
pesetas le cuestan al mundo todos los años. Y qué podríamos
decir de las guerras.

Víctor Hugo ya nos decía que «la limosna es hermana


de la oración». Y como los orantes conforman un número
muy exiguo y los que viven en pecado grave son
innumerables, el miserable 0,7 por ciento que le piden al
Gobierno, será malversado en armamento, y el mal ejemplo
servirá de modelo para muchas naciones. El general romano
-Teodosio-, ya nos decía que «la vida eterna sólo se
comercia con las buenas obras, y advertid que ningún
cadáver queda pobre si el alma va rica».

Llevo 37 años militando en movimientos cristianos,


es claro que conocí y sigo conociendo muchos hombres
bienhechores y limosneros, y a ninguno he visto empobrecer
por compartir sus ganancias con los pobres. Por eso tengo
la convicción de que nuestro Gobierno enriquecería más a
todos los españoles si fuese más generoso con esos
desheredados que claman al cielo por un trozo de pan.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 30-Diciembre-1996

293
114.- EL FRUTO DE UN LIBRO

Son tan numerosos y dispares los caminos que puede


emprender el hombre cuando llega a la pubertad, que
algunas veces no sabe el sendero que le conviene, y después
de tomar una decisión anticipada y adelantar el primer
tramo, qué difícil resulta desandar el recorrido costano,
máxime cuando se trata de hombres contumaces con mucho
ingenio.

Si pasmosa resulta la historia de Nerón, siniestra y


cruel ha sido la de Hitler, el hombre que se encargó de la
Cancillería el 20 de enero de 1933, y en las elecciones del
5 de marzo del mismo año, sus partidarios obtuvieron 340
actas de las 639, es decir, mayoría absoluta. El resultado
no necesita comentarios.

Y del que fuera hijo de un zapatero y pasó los mejores


años de su juventud en un seminario, José Stalin, hoy nadie
duda de la opresión y tiranía con que ejerció el poder, y
aunque lo que sigue no se podrá confirmar nunca, uno de
los acompañantes del dictador, cuando a éste sólo le
quedaba un soplo de vida, le confesó: «Emprendí una
trayectoria de vida equivocada, ahora ya es tarde, lo que
Rusia necesitaba era un San Ignacio de Loyola».

Se dio cuenta de que Iñigo de Loyola también había


sido un hombre guerrero y con gran ingenio, pero respondió
sinceramente a la llamada del Altísimo, y aunque pocos lo
ignoran, es de notar que, si fatídicas fueron las heridas que
le acometieron en una batalla en Pamplona, providencial
fue el libro que le dieron en la enfermería, conteniendo la
biografía de Jesucristo, escrita por Ludolfo de Sajonia.
294
Todos tenemos una idea del fruto que ha dado este
libro al adentrar su contenido en el cerebro de San Ignacio,
pero nos permitimos enumerar los detalles más importantes:
cuarenta santos en los altares, ciento cincuenta beatos, cien
jesuitas en proceso de beatificación, cincuenta editoriales que
publican anualmente cinco mil títulos escritos por jesuitas,
110 universidades, 35 emisoras de radio, siete emisoras de
televisión, 1.026 mártires, 24 mil jesuitas en activo, un
sinnúmero de colegios donde los jóvenes y niños aprenden
a ser hombres con mayúscula, y un tan largo etcétera que
sólo Dios puede evaluar.

Así vemos el poder de Dios y las fuerzas ocultas del


demonio, es decir, el bien y el mal, dos elementos
antagónicos, cada uno con su respectivo líder.

Y por si alguien lo ignora y duda del demonio, le diré


que en el Antiguo y Nuevo Testamento, Dios lo menciona
113 veces, y que nadie se incomode si le digo que en la
mayoría de los libros y escritos está el poder de Belzebú.
Por eso nos parece que los periódicos democráticos y bien
nacidos, nunca debieran de llevar a la papelera las cartas o
escritos piadosos, pues quién sabe encuentren algún día un
receptor como San Ignacio o transformen el porvenir de un
futuro Hitler.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 30-Diciembre-1996

295
115.- HUMILDAD Y LÁGRIMAS

Pienso que la altanería es fruto de un complejo de


superioridad. Una dolencia psíquica que aún no resuelve la
medicina. Lo mismo digo del complejo de inferioridad. Pues
uno y otro son las dos caras de una misma moneda, siempre
falsa. Y el que quiera acercarse a ser el que es -el punto
neurálgico de su grandeza-, tiene que poner en práctica la
absoluta conformidad de lo que dice con lo que piensa y
siente.

Es decir, el mayor grado posible de sinceridad. El que


nos abre la concha donde se guarda la humildad, porque la
verdad y la modestia son inseparables. Pienso que el hombre
es tanto más grande cuanto más conoce su pequeñez y la
confiesa. Por eso Concepción Arenal nos ha dejado escrito
que «para nada se necesita más fuerza que para ser
humilde».

Las peripecias fatídicas de la vida son una buena


lección de humildad. Creo que Dios las permite como gracia
santificante para sus hijos. Los santos nos dicen que puede
haber penitentes en el infierno, pero que los humildes todos
ganan el cielo. He ahí que el amor y la misericordia de Dios
también se manifiestan en el dolor que nos propina. Pues
no son las penitencias que nos imponemos las de mayor
dureza, son las que nos hacen falta y vienen de lo alto.

La religión de los Brahmas consiste en anonadarse


hasta poder entrar por la boca del Minerva, y la católica en
hacernos como niños (San Mateo c18, v3), porque los niños
poseen la pequeñez y el don de la humildad sincera. Pero la
humildad rebuscada también es altanería y falsedad: «No
296
exaltes tu nadería / que entre verdad y falsía / apenas hay
una tilde / y el ufanarse de humilde / modo es también de
ufanía» Pemán.

También creo que soportar humillaciones sin volverlas


en odio es la mejor virtud de la vida espiritual. El
abajamiento que nos propinan los soberbios es el taller de
la santidad. Si nos faltaran los enemigos se quedarían los
altares sin santos. Por eso Dios permite que hayan sufrido
tantas injusticias los canonizados. San Pío X exhortaba a
sus fieles diciendo: «Desconfía siempre de tí mismo, ama la
virtud de la humildad y tendrás contigo las bendiciones del
cielo».

Las lágrimas son el efluvio de las ventanas del alma,


las que aparecen con la humildad que aflora de un dolor
lacerante. Son la expresión de la sinceridad. Por eso nadie
pasa de largo si alguien llora con fundado motivo. El hombre
siempre está atento cuando un semejante le transmite
verdades que salen de su corazón, porque la verdad germina
en el dolor. El placer ilícito y el carcajeo llevan implícita la
mentira. ¿Quién sabe si Dios le ha puesto a María el dolor
pavoroso como auxilio para mantener límpida e impecable
la humildad innata y ser corredentora con Él?.

Y Jesucristo aceptó el sadismo humillante y el abucheo


vejatorio para terminar con la muerte lancinante y redimirnos
del pecado. Por eso decía el santo de Oviedo y el mayor
místico del siglo XX -el Beato Fray María Rafael-:
«Benditas lágrimas, penas y enfermedades, que son nuestro
tesoro. ¡Qué bueno es tener qué sufrir!».
Sigue Cervantes:

297
«Y yo soy del parecer
y la experiencia lo enseña
que ablandarán una peña
lágrimas de una mujer».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 5-Enero-1997

298
116.- EL NACIMIENTO DE JESÚS

El Antiguo Testamento nada nos dice de Nazaret.


Sabemos que era una aldea de Galilea sin ninguna
importancia. Y como Dios vive más atento a la humildad y
la modestia, le ha dispensado el alto honor de abrigar en su
seno al Verbo encarnado. María -su Madre-, sin haber sido
sancionada con el pecado original, no siente la menor
elación -como la sentían tantas otras- de ser la madre del
Mesías profetizado.

Así, después de haber consagrado perpetuamente su


virginidad al Altísimo, el Señor se fija en su pequeñez y la
convierte en madre del Salvador. Y Jesús, siguiendo el
itinerario de su Madre, quiere nacer en un pesebre, donde
hemos visto incrustada una estrella de catorce puntas, la
que intenta iluminar al mundo con mayor luminosidad que
todos los cuerpos celestes.

Pero aunque la luz luce en las tinieblas, la obscuridad


continua ensombreciendo a los hombres responsables y
contumaces que sólo un bledo les importa el hecho de que
800 millones de seres humanos vivan esperando la muerte
desfallecidos de hambre, y la lucha que van orquestando
desde sus poltronas para sostenerse en el poder, nos muestra
la desolación de poblaciones y el sembrado de mutilados y
cadáveres que van dejando tantos mandatarios políticos sin
conciencia y sin Dios.

Y Jesús continúa ofreciéndonos la remuneración fija


o sobresueldo por los servicios prestados a nuestras
empresas, para que podamos celebrar la fiesta de su
Natividad y compartir con los que nada tienen, y algunas
299
veces consigue que hasta los más guerreros reflexionen un
poco y tengamos una tregua de paz. Esa paz que tantos
deseamos y Él nos promete si nos mostramos solícitos a
sus preceptos.

Pero como el número de insurrectos y herejes es


mayor que el conjunto de fieles, el resultado también tiene
su lógica. Y por si todo esto fuese poco, hasta el 0,7 por
ciento del Producto Interior Bruto (PIB) les negamos a los
desheredados.

Y abundando en lo mismo, nadie ignora que el Hijo


del hombre ha sido víctima por la solidaridad con los más
pobres, por la justicia, por la mansedumbre, por la
concordia, por la sabiduría que humillaba a los reyes, por
pasar haciendo el bien a manos llenas y por la paz.

Y ahora les impiden a los alumnos estudiar la biografía


más monumental y sublime de todas las que se han escrito
en la Historia de la Humanidad, no sea que se conviertan,
sanen y les digan a muchos repúblicos y mandatarios: ¡Basta
de injusticias!. Dios quiera que la Natividad del Señor no
se circunscriba a la glotonería y los manjares solamente, y
sí nos haga recordar con mucha alegría que todos
pereceríamos igualmente sin este glorioso Nacimiento.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 8-Enero-1997

300
117.- GLOSA A LOS EVANGELIOS

La glosa está definida como la explicación de un texto


obscuro y difícil de entender. Y para conocer los comentos
que se han hecho a los Evangelios, se necesitaría un mínimo
de mil lectores leyendo dos mil años. Pues no ha habido
ningún escritor que no haya tocado en estos textos para
bien o para mal.

A los poetas les han servido siempre para hacer


poesía. A los dramaturgos para hacer obras devotas y
profanas. A los novelistas para hacer tratados preceptivos
y laicistas. A los escritores para afianzar sus ideas sublimes
y también para disuadir a los creyentes de la devoción que
practican. A los cineastas para hacer películas piadosas o
sarcásticas.

Y a los buenos cristianos para encontrar la verdad y


conocer cuál es el camino que les conduce a la vida fraterna
y gloriosa. Lo que nadie ha dudado con conocimiento de
causa es que la doctrina de Jesús puesta en práctica conduce
a todos los hombres a la igualdad social que buscan los
buenos comunistas, y cada día se distancian más de sus
loables pretensiones porque las dictaduras estalinistas
opugnan la libertad que Dios nos concede y terminan con la
tiranía y crueldad como castigo providencial y merecido.

También los socialistas tienen un punto parigual con


los Evangelios, si tenemos en cuenta la doctrina económica
que pretenden imponer en el mundo, pero como el crimen
abominable del aborto y el menosprecio que sienten por la
Iglesia se contrapone frontalmente al amor sublime y

301
fraterno que Jesús nos exige, los resultados terminan siendo
corruptos y algunas veces siniestros.

Y la derecha capitalista muy proclive al progreso


económico, también tiene un lugar analógico con el
Evangelio, sabiendo que Dios admite gustosamente las
riquezas cuando el titular está totalmente desprendido de
las mismas y las pone al servicio de la comunidad.

Pero el capitalismo es otro sistema condenado al


fracaso, porque los egoístas son el plantel de los hombres
malvados. Y el único egoísmo aceptable es el de sacrificar
nuestras pingües ganancias para que todos estén bien y
nosotros mejor.

Y como no hay un sistema o doctrina política buena


en todo el mundo, sólo pasa y está pasando lo que es lógico
y todos conocemos, hasta que los políticos preponderantes
se quiten la viga del ojo, se despojen de la hipocresía y
acepten la doctrina de Jesús como panacea para todos los
ámbitos y a Él como líder de la Humanidad.

Y mientras esto no se ponga en práctica, habrá pisos


de mil metros cuadrados y piscinas colgantes con la
democracia brasileña, y millones de seres humanos
muriéndose de hambre en las «favelas» que los circundan.
Hablé de Brasil porque lo conozco muy bien. Pero tú, alma
buena que lees mis escritos, puedes hacer extensible y válido
este comentario para los cinco continentes.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 11-Enero-1997

302
118.- LA PENA CAPITAL

Han asesinado a don Jesús Agustín Cuesta Abril. Un


militar honrado, pacífico y valiente, como lo había
demostrado en Bosnia defendiendo los derechos humanos.
Un caballero más ha sido sacrificado, y una familia más ha
sido víctima de la injusticia.

Y como los etarras no respetan a nadie y tienen un


partido legitimado que les apoya y les orienta para que
puedan perpetrar el chantaje y la muerte, lo menos que un
pueblo noble y católico como España le puede pedir al
Gobierno es que todos igualmente se pudran en las prisiones
y dejen vivir al pueblo vasco y a todos los españoles en
paz.

Pienso y creo que el día que fue abolida la pena de


muerte para los criminales convictos y confesos, se condenó
a la pena capital a miles de inocentes que perecieron a manos
de delincuentes comunes y de terroristas.

Y como católica me tengo a las Leyes de Dios y a las


disposiciones de su Vicario en la Tierra: «Hay que aplicar
las penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin
excluir, en casos de extrema gravedad, el recurso a la pena
de muerte» (Juan Pablo II. Nuevo Catecismo. Canon 2266).

Oigamos la Palabra de Dios: Éxodo c21, v14: «Si de


propósito mata un hombre a su prójimo, de mi altar lo
arrancarás para darle muerte». Pero desgraciadamente los
mandatarios políticos quieren ser más generosos que Dios
y, muy a pesar nuestro, también algunos reverendos,
extractando una sola frase evangélica («no matarás»), sin
303
tener en cuenta que Jesucristo reiteradamente en sus
parábolas condena a los hombres malvados a la muerte de
cuerpo y de alma.

Y no matarás, claro, no matarás al niño en el seno


materno, y no matarás con un tiro en la nuca o con un coche
bomba a cuantos lo rodean. Y si es que los políticos son tan
generosos y sienten tanta aversión a la pena de muerte, ¿por
qué han instituido y costeado al GAL para matar a 28
supuestos etarras sin juicio y sin defensa?.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 16-Enero-1997

304
119.- EXCOMULGADO

Ha sido excomulgado el reverendo Tissa Balasuriya.


Un teólogo católico de Sri-Lanka, muy famoso por los
tratados de teología que lleva publicados. Pero al negar la
divinidad de Jesucristo y otros dogmas de fe, como el
pecado original con que todos nacemos por herencia de
nuestros primeros padres, Juan Pablo II lo ha sancionado
con la excomunión, la pena eclesiástica más grave, que
impide la recepción de los sacramentos y el ejercicio de
ciertos actos eclesiásticos.

El teólogo ilustre entiende que una migaja de pan no


puede convertirse en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Tal
vez nunca se le haya ocurrido pensar que si Dios le ha dado
poder a nuestra pobre naturaleza para transubstanciar el caldo
y las patatas, y un sinnúmero de alimentos en cuerpo y
sangre de nuestro organismo, también le ha dado al
sacerdote ese mismo poder para transubstanciar el pan de
la Eucaristía en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.

Y que todos hemos sido malparados con el pecado


original, lo estoy viendo todos los días con mis nietos, pues
el que ha cumplido 40 meses, ya se guarda de forma sumisa
cuando hace una diablura con su hermana menor o con los
ornamentos del hogar, es decir, se oculta donde no le veamos
como Adán y Eva se ocultaron entre los árboles del jardín
para no darle cara a Dios por la desobediencia pecaminosa
que habían cometido.

Cierto es que con el sacramento del bautismo


recibimos la absolución del primer pecado. Pero esto no
impide el sesgo o inclinación que todos llevamos dentro para
305
hacer el mal, y que sólo una conciencia limpia -(la Ley de
Dios escrita en nuestros corazones)- o el temor de Yavhé,
nos llevan a reprimir esa instigación tendenciosa al pecado.

Entiendo a los ateos por haber sido increyente hace


37 años. También comprendo a los disidentes de la Iglesia.
Pero me cuesta mucho penetrar en el concepto que tienen
de la Iglesia algunos hombres ilustres como el reverendo
Tissa Balasuriya, queriendo pertenecer a la Congregación
de los fieles cristianos en desacuerdo con la misma.

Y por si esto fuese poco, se disponen a recibir la


Sagrada Comunión negando la divinidad de Cristo, sabiendo
lo que nos dice San Pablo: «Pues el que come el pan y
bebe el cáliz del Señor indignamente, come y bebe su propia
condenación» (1ª Cor. c11, vv23-29).

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 16-Enero-1997

306
120.- ANÉCDOTA RAZONABLE

Se dice que cuando dos viandantes se encararon en


la vereda de un bosque, el hombre sencillo fue sorprendido
por el señor que llevaba una túnica sin costura, con mucha
distinción y talla soberana, semblante majestuoso y espesa
barba, cubierta por luengo cabello ensortijado. El transeúnte
humilde se quedó arrobado y le preguntó: Señor, ¿quién
eres?. Soy Jesús Nazareno -le dijo-. Entonces puedes
prometerme un favor. Puedo -le profirió Jesús-, dime:

Cuando llegue la hora postrimera de mi existencia


terrena, quiero ser advertido para prevenirme santamente y
escabullirme del rechinar de dientes que nos anuncias,
¿puede ser?. Reiteradamente serás advertido -le dijo Jesús
al despedirse. El hombre recatado siguió su camino
pacientemente y prosiguió su vida mundana esperando el
aviso del Señor.

Los años fueron transcurriendo y la ancianidad y los


placeres ilícitos iban lacerando su cuerpo y su cabeza, y
entre los achaques que le aquejaban, arreció la gripe en su
carne y se fue sin el aviso que esperaba. Su alma subió a las
alturas con la misma prontitud del pensamiento, y al ver a Jesús
en cuerpo glorioso, le dijo: Vengo empecatado porque no has
cumplido tu promesa. No me has avisado, Señor.

- ¿No has visto que los latidos de tu corazón perdían


la energía? ¿No has observado que tu espeso cabello te
había dejado la piel al descubierto? ¿No has reparado en
la substitución artificial de tus dientes y muelas? ¿No te has
fijado en el bastón que te di para hacerte sostenible en la

307
calle y aceras? ¿Qué has hecho con los talentos recibidos
para prevenir el remedio que ahora no tienes?.

- Rabí -intercedió la Virgen-, él amaba a tu Madre,


¿lo puedes dispensar?. Sí -aseveró Jesús en favor de María-
, absuelto te lo dejo.

Publicado en «EL COMERCIO» 17-Enero-1997

308
121.- EL PAPA Y SU AMIGA

A los dieciocho años Karol Vojtyla había elegido el


t e at ro c om o p ro fe s i ón . La ac t r i z p ol a ca , Ha l i na
Klwatkowska, fue su compañera de estudios desde la más
tierna infancia. Actualmente Halina cuenta 73 años, es
esposa, madre y abuela; pero recuerda muy bien cuando el
actual Pontífice creó la compañía de actores llamada Teatro
Rapsodyczny. Karol Vojtyla y Halina siempre interpretaban
los papeles más importantes; y los quince actores que
sobreviven se reunieron hace poco en Castelgandolfo con
el Santo Padre.

Juan Pablo II simultaneaba los estudios de Teología y


Teatro con los trabajos forzados en una cantera, so pena
de ser deportado a los campos de concentración por los
alemanes. Poco después su hermano Edmond -médico- es
víctima de la escarlatina y Karol Vojtyla se queda como
hijo único en compañía de su padre, el que fallece tres años
después, y así, solo en el mundo, sus compañeros de teatro
lo idolatraban por el dolor que padecía y por ser el mejor
actor de la compañía.

Pero todos recelaban al ver que siempre les hacía


esperar horas interminables postrado de rodillas centrado
en la oración y la penitencia. Sus compañeros intentaron
persuadirle para continuar su carrera de actor. Pero ya era
tarde. Su elección ya estaba hecha. Karol Vojtyla ingresa
en un seminario clandestino sabiendo que esa decisión puede
costarle la vida. No le importa nada. Quiere ser sacerdote
y consagrarse a Dios. El sabe que la vida pasa y todo lo
espera en la eternidad.

309
Su amiga Halina nos dice que Karol Vojtyla siempre
ha sido el número uno en el teatro, en el seminario, en el
deporte que practicaba con sus compañeros, y también
admirado como obrero en la cantera donde trabajaba. Y
cuando de imprevisto se dio de baja un actor que dejaba
trastocada toda la obra, Karol Vojtyla se ofreció para
interpretarlo. «Para nuestro gran asombro -nos dice su amiga
y compañera- lo hizo sin siquiera ensayarlo. Se sabía el texto
de memoria. Era un hombre realmente excepcional».

Cuando Karol Vojtyla fue consagrado obispo con 38


años, Halina y algunos de sus compañeros ya le auguraban
como futuro Papa. «Y cuando recibimos la noticia -nos dice
Halina- fue un día muy especial, pero también para todos
los polacos. Yo me enteré de la noticia por la televisión, al
principio fue todo un ‘shock’, después alegría y, finalmente,
todos lloramos de emoción».

Tengo para mí que Juan Pablo II ha sido y sigue siendo


un Papa insuperable. Un prohombre que tal vez haya llegado
a la raya que marca la talla que Cristo le exige a su Vicario
en la Tierra. Es decir, el cargo de mayor responsabilidad
que hay en este mundo. Y para llegar a este punto hay que
nacer, agradecer a Dios todos los sacrificios y tribulaciones
que les envía e inmolar sus vidas siguiendo siempre las huellas
de Jesús, y esto lo hace Juan Pablo II aunque el mundo
enemigo se desgañite.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 23-Enero-1997

310
122.- EL ESCRITOR

Pienso que el escritor es alguien que quiere compartir


sus ideas con el mayor número posible de gentes. Estimo
que tiene vocación de profesor a gran escala. Pero son muy
contadas las personas versadas en literatura y muchos los
que escribimos.

Cuando yo actuaba como agente de la Propiedad en


Brasil, administraba y vendía bienes de un famoso escritor
-Paulo Benedito Duarte-, y admirando su talento y los libros
que publicaba, le pregunté cuáles eran los requisitos
indispensables para hacerse escritor, y después de un minuto
de silencio me contestó: «Lea usted mil libros. Analice el
significado de todas las palabras que no conozca. Pasada
esta experiencia siga leyendo como seis, reflexione como
cinco, escriba como tres; las enmiendas reducirán lo anterior
a dos partes, y de éstas, una es la que debe salir a la
publicidad».

La lección me pareció magistral. Pero algo muy


importante le faltaba: si no hay una predisposición innata,
el hombre envejece y muere escribiendo sin salvar la raya
del escribidor. Desde hace unos veinte años me relaciono
amistosamente con un profesor de Literatura que también
es licenciado en Románicas y teólogo. Hace sesenta años
que escribe en los periódicos. Me ha dedicado nueve libros
de su autoría, en poesía y prosa.

Ahora está impedido de salir por los achaques de la


decrepitud, y lo visito con alguna frecuencia. Tiene una
cultura vastísima y admirable. Pero nunca ha tenido lectores.
No tiene garra, no ha nacido con él. Es muy erudito y se
311
comprende fácilmente en todos sus escritos. Pero yo nunca
he podido leer más de veinte páginas de sus libros. Y sus
dilatados artículos casi nunca llegué a terminarlos;
sorprendido conmigo mismo por la torpeza que me
imputaba, hablé con varios periodistas y con buenos
lectores, y todos me respondieron lo mismo: «No lo leo».

José Martínez Ruíz (Azorín), nos ha dicho que escribir


es inteligencia, y Camilo José Cela ha definido al escritor
como el hombre de un equilibrio mental preponderante.
Pienso que son dos conceptos brillantes y parigualados. Pero
necesitan complementarse. Pues si falta el equilibrio mental,
la inteligencia se tambalea y los lectores cada día saben
menos, y si la inteligencia se encuentra sumida en la
mediocridad, el equilibrio mental sólo sirve para el
acrobatismo en los circos.

Tengo para mi que los dos conceptos expuestos se


pueden acrecentar considerablemente siguiendo los
preceptos del Hombre que ha sido considerado por los
mejores psiquiatras del mundo como el más equilibrado y
armónico de todas las generaciones. El que ha conseguido
mantener la plenitud de su consciencia hasta el último aliento
de su vida, e impregnado de amor al hombre, terminó su
vida pidiendo al Padre el perdón para sus verdugos. Así
fue Cristo en la Tierra.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 23-Enero-1997

312
123.- FRANCO

Sabiendo que don Alfredo Villamil Iraola es bien


acogido en LA NUEVA ESPAÑA, me dispongo a perder el
tiempo intentando replicar la carta del pasado día 13 en
este mismo Diario, retrucando a don Manuel Ballesteros
Álvarez con prudencia y mesura deturpadas por la astucia,
al servirse de historiadores agnósticos y adversos a Franco,
implicando a Juan Pablo II y rampándole fragmentos que
muy poco dicen por sí solos, sin tener en cuenta que hasta
la pena de muerte está legitimada por él en el canon 2266
del nuevo Catecismo, es decir, lo que Franco hacía con los
criminales convictos y confesos para evitar los males
mayores que ahora todos conocemos.

Nunca podré entender que don Alfredo se declare


católico y socialista como lo viene haciendo en sus
malaventurados escritos. Pues si le parece poco el aborto libre
que propugna la izquierda española y que don Alfredo apoya
con su voto y la defensa de su predilecto partido, mientras por
otro lado aparece la más opugnante contradicción: «Todos
somos hijos de Dios. Si verdaderamente somos todos creados
por Dios, ¿por qué no hemos de respetar las vidas por Él
creadas?». Respete, don Alfredo, respete las vidas por Él
creadas y como experto en la política, defienda el partido o
Gobierno que menos niños atocine en el seno materno. Pues
edad tiene usted para empezar a ser consecuente con lo
que dice. ¡Ah!, sí, le aseguro que también se equivoca al
decir que todos somos hijos de Dios (San Juan c1, vs.11 y
12).

Y aunque el aborto es la mayor tragedia que tenemos


en España y en el mundo, le recuerdo una ínfima lista de
313
socialistas corruptos, y digo ínfima comparada con lo que
todos ignoramos exceptuando los usurpadores: Vea que aún
no han devuelto un solo duro de los cientos de miles de
millones obtenidos gracias a los delitos que tipificaron los
casos de Juan Guerra, Ballester, Viajes Ceres, Expo 92,
Sellberg, Renfe, Ibercorp, Cruz Roja, Fedes, Enatcar,
MsDonnell, Ave, Focoex, Siemens, Aida Álvarez, Filesa,
José Marco, Fondos Reservados, licencias de transporte,
Fundescoop, Palomino, Piluca Navarro, Intelhorce, Hytasa,
Urralburu, Roldán, Financiación ilegal del PSOE, Otano,
Medellín y Marbella.

¿Cómo podemos olvidar estas estafas, malversaciones


y cohechos tan escandalosos como los de Francosur,
Intermun, Marconi, Rumasa, El Viso, Arco Iris, Ceselsa,
Transcomin, Time Export, Telettra España, Tahis, Prensa
Sur, Omega, Management y Macosa. Y tenga en cuenta que
el Partido Socialista avaló los nombres de Alcaide de la
Rosa, Emilio Alonso, Carmen Arredonda, Antonio Arroyo,
Guido Brunner, Antonio Calleja, Javier de la Rosa, Jesús
Espelosín, Julián García Valverde, Mariano Rubio, Florencio
Orina, Guillermo B. Juárez, Carlos Navarro, Jorge Olleros,
Jacinto Pellón, César Ramírez, José Miguel Salinas, Jaime
Montaner, Fernando Feijó, Enrique Sarasola, Eduardo
Santos...?.

Y si estos políticos socialistas son más generosos que


Dios (Éxodo c21, v14) y sienten aversión por la pena de
muerte, ¿por qué han instituido y costeado al GAL para
matar 28 supuestos etarras sin juicio y sin defensa jurídica?.
No comprende don Alfredo que con Franco el máximo de
parados no llegaba a los 300.000, y ahora sobrepasan los
dos millones, no comprende que con Franco sólo estaban
314
privados de libertad 3.000 reclusos y ahora nos dice la
prensa que tenemos encarcelados 50.000, sin tener en
cuenta que gozan de libertad más de un millón que
necesariamente tendrían que estar presos para dejarnos vivir
en paz.

No comprende, don Alfredo, que ahora tenemos


cientos de miles de matrimonios rotos y jóvenes drogadictos
a causa de una libertad malparada y malentendida. No
entiende, don Alfredo -el que se dice católico-, que el País
Vasco y un sinnúmero de españoles viven el amilanamiento
que les propinan los terroristas y el partido legitimado de
los batasunos que les orientan y les apoyan para el chantaje
y el crimen, adicionados a ellos los delincuentes comunes
q ue a s a l t an d i a r i am e n t e a m i l es d e p e rs o n as y
establecimientos matando y robando.

No se da cuenta que después de morir el hombre que


envainaba la espada más limpia del mundo (esto lo ha dicho
Torcuato Luca de Tena en ABC), Franco, ha llegado a
España la corrupción, el hedonismo, la pérdida de la
verdadera libertad para los hombres de bien, la droga, la
ruina económica y la pobreza para unos ocho millones de
familias. Por eso nos ha profetizado don Alfonso Guerra
que si ellos gobernaban a España no la conocería ni la madre
que la parió.

No se da cuenta mi buen amigo, don Alfredo, que


mientras no se ponga en práctica la doctrina de Jesucristo y
a Él como líder de toda la Humanidad seguirán muriéndose
de hambre 800 millones de seres humanos y cada día más,
porque la pobreza sólo Cristo sabe defenderla; todo lo

315
demás es hipocresía y egoísmo, es decir, el plantel de los
hombres malvados.

Terminaré diciéndole que no existe un santo vivo que


no sea franquista, empezando por monseñor Lahiguera que
lo admiraba y se encuentra en proceso de beatificación, y
terminando por la que subirá a los altares tan pronto como
pase a la gloria merecida, sor Lucía, la vidente de Fátima,
la misma que ahora se lamenta por todo lo que sucede en
España después de la muerte de nuestro querido Caudillo,
quien estuvo con ella más de una hora en el convento de
Coimbra. Puedo asegurarle que esa Virgen a quien usted
dice venerar con gran unción, es la misma que derrotó al
materialismo ateo y comunista de Rusia. Así lo profetizó y
así fue.

Viva Jesucristo y abajo todos cuantos le rechazan o


desdeñan.

Reciba un cordial saludo de un pecador que ama a


Cristo, su verdad y su justicia.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 27-Enero-1997

316
124.- LAS APARICIONES

Pienso que las apariciones de la Virgen han hecho


mucho bien a la humanidad. Y España ha sido la nación más
privilegiada de todo el universo. Es de notar que poco
después de la muerte y resurrección de Jesucristo, María
se presentó en Zaragoza -cuando aún vivía en la Tierra- al
apóstol Santiago y sus secuaces para pedirles que
construyeran una capilla en su nombre, al mismo tiempo que
les decía: «Permaneceré en este sitio hasta el fin de los
tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y
maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus
necesidades imploren mi protección».

Esta primera aparición en toda la historia mariana, ha


tenido lugar sobre un pilar de mármol en las riberas del
Ebro. Por eso al terminar la construcción de la primera
iglesia en honor de María, el apóstol Santiago la consagró
con el nombre de Santa María del Pilar.

Desde aquella fecha hasta el día de hoy, han sido tan


numerosas las apariciones reconocidas por la Iglesia en todo
el mundo y tantos miles de templos los que se han levantado
en honor de María, que sólo un número muy exiguo de
católicos desconfían de lo que a nosotros nos parece una
auténtica realidad.

Ya sabemos que las apariciones no constituyen un


dogma de fe. Y algunos católicos nos dicen que la Virgen
siempre se aparece a niños y pastores analfabetos, como
Bernardeta en Lourdes, como Lucía, Jacinta y Francisco
en Fátima, como Juan Diego en México y un largo etcétera
de inocentes.
317
«Si se presentara -nos dicen- a personajes ilustres,
creeríamos». Contrariamente a lo que estos señores nos
dicen, nosotros creemos que ninguno de los videntes citados
era más ingenuo y candoroso que la misma Virgen, y fue
precisamente a esta niña de Nazaret a quien Dios eligió para
ser su propia Madre y recibir la salutación del arcángel San
Gabriel.

Y es que donde hay inocencia el pecado no existe, y


como el desorden moral es lo que más le ofende al Señor,
los que en mayor o menor medida vivimos empecatados,
no somos aptos para recibir los mensajes del Cielo, porque
«si no fuerais niños como éstos no entraréis en el reino de
Dios» (San Mateo c18, v3).

Los santos nos dicen que la omnipotencia del Señor


se hace más evidente sirviéndose de los más pequeñuelos
para llevar a buen fin la magnificencia de sus obras. Y así lo
estamos viendo, ¿qué sentido tiene para los hombres
racionalistas el hecho de que la Virgen les hablara a los niños
de Fátima sobre la conversión de Rusia?.

Pues como bien ha dicho sor Lucía: «Nosotros


rezábamos el rosario pidiendo por la conversión de una
mujer mala que se llamaba Rusia, hasta que nos hicieron
saber que se trataba de una nación». Y ahora todos sabemos
que después de hacer Juan Pablo II la consagración que la
Virgen les había pedido, seguidamente llegó la libertad de
religión en Rusia.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 28-Enero-1997

318
125.- A DON PRIMITIVO PÉREZ

Con mucho gusto correspondo a los sentimientos que


nos unen los asesinatos de ETA; expuestos y compartidos
en la carta que me envía (22-1-97) a través de LA VOZ
DE AVILÉS. Pero es necesario objetar parcialmente lo que
no corresponde al bien común que todos deseamos y que
se encuentra únicamente en las verdades reveladas por Dios.

Es verdad que Jesucristo perdona todo a los hombres


arrepentidos y también a los que no saben lo que hacen.
Pero ningún sacerdote puede absolver los pecados en
nombre de Cristo si el penitente no se declara contrito, y a
los etarras sólo les duele el no haber causado más dolor.

Juan Pablo II no puede contradecirse nunca cuando


habla «ex catedra» en materias de fe y de moral. Y la encíclica
«Evangelium Vitae» la he leido y comentado en el periódico.
Y no hay en ella un sólo fragmento donde se diga que la
pena de muerte debe de ser abolida.

Es claro que el que no haya leido el nuevo Catecismo


donde claramente se pronuncia a favor de la pena capital,
viendo la defensa que hace de la vida en la encíclica
susodicha, encontrará obstáculos o le parecerá que deja en
entredicho la pena de muerte.

Y esto es lo que creo que le ha ocurrido a usted con


la mejor intención, máxime si tenemos en cuenta los
comentarios que se han hecho en este sentido para ridiculizar
al Santo Padre y situarlo como a un contradictor.

319
Intentando demostrarle que las leyes de Dios son
perfectas y que nos conducen a todos los bienes, le diré
que después del expurgo sangriento y brutal que fue
perpetrado al finalizar la Guerra Civil en España, en un
período de 36 años, fueron ejecutados 73 criminales
convictos y confesos, y al ser abolida la pena de muerte, en
un lapso de 15 años fueron asesinados más de 70
delincuentes y terroristas en enfrentamientos con la policía,
en accidentes con manipulación de artefactos explosivos. Y
a todo esto hay que sumar los 28 que fueron ejecutados
por el GAL.

Está claro que los mismos criminales salieron


perdiendo con la supresión de la pena de muerte. Y ahora
viene lo que a usted y a mi nos angustia y apena, es decir,
los mil asesinatos cometidos por ETA, y tal vez más los que
han sido ejecutados en atracos a mano armada por
delincuentes comunes.

¿Comprende, don Primitivo, cómo es muy conveniente


cumplir las leyes de Dios para sufrir todos el menor de los
males? ¿Comprende el porqué la madre Teresa de Calcuta
nunca se ha pronunciado en contra de la pena de muerte, a
pesar de habérselo preguntado tantas veces los periodistas?
¿Comprende el porqué ningún santo se ha manifestado en
contra de la pena capital y sí muchos a favor de la misma?
Pues estos son los verdaderos intérpretes del Evangelio.

Las Naciones Unidas que congregan a unos 182 países


miembros, omiten los derechos humanos porque no aceptan
las leyes de Dios. Por eso el Santo Padre las conminó para
que distribuyeran las riquezas y suprimieran el aborto que

320
todas tienen legitimado. Pero ni lo uno ni lo otro. Así es la
famosa ONU.

Es cierto que la pena de muerte en los EE.UU. no ha


conseguido erradicar la violencia. Pero quién le dice a usted
que no se multiplicaría por diez si esa pena desgraciada no
existiera.

Acerca de lo que menciona con respecto a la TV, sólo


tengo que elogiar su pensamiento y saludarle fraternalmente
por todo lo bueno que nos une.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 29-Enero-1997

321
126.- LA BUENA LECTURA Y LA TV

Si consagrásemos a la lectura todas las horas que


malgastamos, ningún hombre se iría de este mundo sin ser
apto para un doctorado. Y si la lección procediera de autores
cristianos, serían necesarios muchos pontífices para
canonizar diariamente legiones de santos, y si la televisión
perniciosa desapareciera, el 80 por ciento de las familias
disgregadas estarían conviviendo felizmente con los hijos
que ahora están asaltando al prójimo o sufriendo en las
prisiones los daños cometidos.

Es demasiado tarde para que los mandatarios políticos


busquen el remedio moralizador incrementando las penas y
la policía, cuando en verdad son almas enfermas contagiadas
por el desgobierno. Pienso y creo que la medicación para
atajar los males tiene que ser preventiva. Y lo cierto es que
la mayoría de los gobiernos permiten y autorizan que se
propague e inyecte el germen de la inmoralidad, el desorden
y la violencia.

Y cuanto todo está consumado, nos dicen que la


delincuencia está muy bien organizada y que las Fuerzas de
Seguridad tienen que organizarse mejor, es decir, que
necesitan medios más sofisticados para reducir a los
combatientes del desorden que el mismo Gobierno fue
promocionando y adiestrando desde la pequeña pantalla y
otros medios de difusión.

De Madrid me han enviado las últimas estadísticas del


problema que se agudiza día a día en todo el mundo con la
televisión, y nuestro país no es una excepción. Cada año,
un niño o un adolescente español observa a través de la
322
pequeña pantalla unos 12.000 actos violentos, 14.000
referencias al sexo y unos 2.000 anuncios de bebidas
alcohólicas.

Está claro que esta cultura de inmoralidad y violencia


que emana de la programación televisiva, contribuye muy
positivamente a las altas tasas de impetuosidad e incremento
de crueldades y delitos sexuales. Y si los gobiernos esperan
controlar a los malhechores después de incubarles el
maquiavelismo, es algo así como inyectarle el sida a un
hombre sano para después revolver Roma con Santiago en
busca de la medicación que no existe.

Si se fomentara la moral que Cristo y los santos nos


enseñan. Si se privara de libertad a los hombres libertinos
para conseguir el liberalismo del pueblo trabajador y
pacífico. Si se fomentase la cultura magnánima y piadosa
p ar a co n s ol i d ar l a d e m o c r ac i a , t o do s s e r í am o s
independientes y libres, porque la libertad procede de Dios
y es muy buena: «Cuando se ha cumplido con el deber de
respetar la libertad todo lo posible, hay el derecho de privar
de ella todo lo necesario» -Concepción Arenal.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 2-Febrero-1997

323
127.- EL PADRE RIVAS

Cuando un hombre importante se muere, los


adversarios guardan silencio, los envidiosos se arrepienten y
ensalzan las virtudes del que ya no les entristece más con
sus éxitos, y los amigos fieles sienten el vacío aflictivo y
profieren panegíricos que pueden exceder a la verdad. Pero
las faltas o pecados cometidos por el finado nadie los
menciona porque ya no las repite jamás.

Dicho esto, quisiera ser sincero con el padre


Victoriano Rivas Andrés como él lo ha sido conmigo. Le
conocí hace veinte años cuando viajamos juntos a Tierra
Santa, y los dos anotábamos en un cuadernillo los episodios
más importantes que nos refería el cicerone. Eran referencias
que nos interesaban para después glosarlas; él con once
artículos en EL COMERCIO, y este humilde escribidor con
diez en La Hoja del Lunes de Gijón.

Y mientras el autobús nos trasladaba de un lugar a


otro en Galilea, escribí unos versos rimados acerca de lo
que iba sintiendo en mi alma conforme al impacto espiritual
que me inspiraban los Santos Lugares donde Jesús predicaba
la Buena Nueva.

Nuestro queridísimo hijo (d.e.p.) los leyó en voz alta


para los 32 peregrinos que nos congregábamos en el
autobús, y como el padre Rivas era un gran poeta, se acercó
a mi para ofrecerme -cuando llegáramos a Gijón- los versos
rútilos que llevan por título Canciones del silencio. A partir
de aquella fecha no perdimos más el contacto y me fue
dedicando ocho libros de su autoría.

324
Tengo que admirar siempre la sensibilidad y buen juicio
del padre Rivas. La prudencia y buen obrar en todos sus
quehaceres. La pulcritud. La cortesía y la mesura. La
claridad con que enjuiciaba la política y que jamás expuso
en sus artículos. Pues como buen sacerdote y fiel a las
disposiciones del Santo Padre, no dejaba fisuras para la
controversia del politiqueo.

Era un gran devoto de la Virgen y siempre encontraba


tiempo para predicarnos un tríduo en honor de María. Nunca
le llamé por teléfono que no me agradeciera la llamada, y
cuando él lo hacía para darme aliento e incentivarme a seguir
escribiendo los escritos que asiduamente me leía,
invariablemente entraba con la preocupación de haber sido
importuno en aquel momento.

Por todo lo dicho, me siento apenado con su muerte


y diariamente elevo mis humildes plegarias al Altísimo para
su eterna felicidad.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 4-Febrero-1997

325
128.- FAMILIA Y TV

Las familias siempre se han distinguido entre sus


contertulios y amigos por la intimidad y el amor fraterno.
La depreciación o demérito que pudiera surgir de parte del
mejor compañero contra los deudos de nuestro hogar, era
suficiente motivación para discordar con el camarada y
unirnos más vivamente con nuestro linaje.

Por ley natural, nadie nos ha querido más en este


mundo que nuestros padres, y nadie querría a sus padres
tanto como los hijos. Giuseppe Mazzini ya nos decía que
«los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza que le han
sido dados sobre la tierra al hombre, son los goces de la
familia». Por eso nos ha dicho el eminente psiquiatra don
Enrique Rojas -después de llevarle Dios un hijo- que «el
mayor dolor moral al que podía ser sometido un ser humano,
era la pérdida de un hijo». Esto también yo lo se por
experiencia.

Y este amor desmedido que ha reinado siempre en


los hogares normales, era el mejor guardián de una sociedad
ordenada y respetuosa con todos los derechos humanos de
la comunidad, porque el celo y estima de nuestros seres
queridos, nos despierta el impulso íntimo que nos lleva a
promover las buenas obras para llegar a nuestros lares
incólumes y disfrutar plenamente del gozo que nos ofrece
una familia unida.

Pero esta monomanía casi invariable por parte de las


cadenas televisivas, llevando a nuestros hogares escenas
pornográficas y hedonistas, violentas y maquiavélicas, van

326
destruyendo a las familias e incitando a las almas buenas a
conductas aberrantes.

Y este comportamiento que le ofrece placeres fugitivos


-y depresiones-, también les lleva a la búsqueda de sus
compinches para -todos juntos- abandonar el hogar y
terminar consumiendo droga en las calles y discotecas hasta
sumarse a la multitud de reclusos que albergan las prisiones
de España.

Porque la televisión quiere promocionarse incitando


las pasiones de la carne que todos llevamos dentro después
del pecado original, y el mejor medio para conseguirlo son
los programas antirreligiosos y obscenos. Es decir, los que
absorben nuestra imaginación y nos privan del diálogo
afectivo y fraterno que tanto nos armoniza y nos une.

Pienso que nuestros gobernantes deben de saber muy


bien que las familias están siendo atacadas, algunas
corrompidas y todas minadas por la pequeña pantalla, y
aunque algunos mandatarios políticos vulneren las leyes de
Dios y los casen los alcaldes, también sabrán que, aunque
imposible, si Dios no existiera, tendrían que propagar sus
preceptos en la televisión y en la radio para prevenir la
enfermedad moral que se va contagiando y extendiendo en
nuestra queridísima España como un chorro de agua sobre
el pavimento.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 4-Febrero-1997

327
129.- LA VIDA

Vivir es tener vida. Vivir también es pensar casi


siempre en lo que no conviene. Es decir, permitir que un
cerebro que forzosamente tiene que funcionar 16 horas
diarias, dedique buena parte del día a trabajar en contra
del que lo posee y lo gobierna, sabiendo que un poco se
vive como se piensa, y como se piensa en vivir lo mejor
posible, casi todos vivimos mal. Si pensáramos mucho en
las dificultades que tienen otros para vivir, todos viviríamos
mejor, porque el secreto de vivir bien es depurar la
conciencia y robustecerla con todos los bienes que nos pide.

En medio del maquiavelismo televisivo aparecen


algunos personajes en fase terminal de su existencia, y como
siempre han vivido a la greña con Dios, nos dicen que mueren
con la conciencia tranquila, es decir, quieren hacer las paces
con Dios como si fuese un cicatero por la conciencia
deleznable que les dio, luego -cuando brille la luz de la
verdad- podrán ver que con Dios siempre sobran muchos
cestos de pan.

Los hombres somos tan injustos con la conciencia,


que cuando la traicionamos con lo que detesta nuestra alma,
nunca le damos el beneplácito a la conciencia. Por eso los
teólogos buenos nos dicen que Cristo será el Juez justo en
el juicio que a todos nos espera, y la conciencia el testigo
de cargo dando cuenta de las injusticias que le hicimos sufrir.

Y al decir esto apelo a la misericordia de Dios, pues


al contrario de algunos personajes que dicen morir con el
deber cumplido, yo siento que nunca he cumplido
diligentemente con mi concienzudo deber. Y no comprendo
328
que pueda haber sinceridad en las personas (ateas o
católicas) que manifiestan su satisfacción por todo lo que
han hecho.

José María Pemán (un gran católico en apariencia), nos ha


dejado escrito que «quiero pensar y decir: Viví como viviría / si
ahora volviera a vivir». Esto quiere decir que nunca ha sentido la
necesidad de confesarse. Pues el sacramento de la penitencia está
reservado para los pecadores arrepentidos, y nadie se ha postrado
de hinojos en los confesonarios con más frecuencia que los mismos
santos.

Pienso que para una conciencia digna y pura, la mayor


tormenta es el pecado, y como la culpa de omisión todos la
llevamos encima, por ahí comienza el embotamiento del alma,
y si dejamos de escuchar la voz sincera de la conciencia,
puede llegar a desaparecer y convertirnos en monstruos
perversos. Esto es lo que está sucediendo continuamente
con el terrorismo, con el aborto y con el sadismo criminal.

Por eso Pío Baroja manifiesta: «El hombre está un


milímetro por encima del mono y un centímetro por debajo
del cerdo». Cicerón ya nos decía que «vivir bien y felizmente
no es otra cosa que vivir honestamente y con rectitud de
conciencia». Y Víctor Hugo nos ha dejado escrito que «la
conciencia es la presencia de Dios en el hombre», es decir,
el Dios-Conciencia que nos acusa de los males que
hacemos.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 6-Febrero-1997

329
130.- DISLATE SOCIALISTA

La contumaz petulancia que vemos ostentada en la


carta (16-1-97) de don José Clavero Orcal, produce
repugnancia por la desfachatez que ningún ser humano con
un ápice de conciencia puede recibir de buen grado.

El señor Orcal nos habla de la despenalización del


aborto y de las relaciones del PSOE con la Iglesia, es decir,
de los cientos de miles de infanticidios y de la complicidad
de los prelados y de la Curia Romana, sabiendo que no ha
quedado un solo obispo en España que no haya condenado
esta legislación criminal. Del Santo Padre no digo nada,
supongo que el señor Clavero lo conoce bien.

También nos dice que el PSOE ha sido un Gobierno


muy sólido y bien estructurado y reconocido por todos. Tan
deleznable será su retentiva que ya no recuerda cómo la
mayoría de los españoles -sirviéndose de las urnas-
despojaron de las poltronas la mayor corrupción que se ha
comprobado desde hace más de un siglo.

Acerca del mapa autonómico que profiere y pondera,


sólo le pondré dos ejemplos: el País Vasco que no quiere
saber de los españoles y no existen calles ni plazas que no
estén manchadas de sangre con las víctimas de los etarras
y el partido legitimado que los apoya, y la comunidad de
Cataluña donde tantos españoles están marginados porque
les impiden estudiar el idioma de nuestra querida patria.

Y como bien ha dicho el nuncio de Su Santidad,


monseñor Lajos Kada, después de pedir a los clérigos que
no sigan marginando a los castellano-hablantes con las misas
330
en catalán: «Yo pienso un poquito en la España anterior y
posterior a la Guerra Civil: enormes seminarios, muchísimas
vocaciones. Entonces veía todas las iglesias llenas de
varones, elegantemente vestidos, en días durante la semana.
Si yo miro ahora a las iglesias, veo mujeres, pocos jóvenes
y pocos hombres. Sobre las relaciones Iglesia-Estado, la
Iglesia ha depositado mucha esperanza en el nuevo
Gobierno para que las tensiones existentes creadas con el
anterior Gobierno puedan ser finalmente resueltas».

Es cierto que los socialistas han incrementado las


pensiones. Pero no creo que si los pensionistas restituyeran
todo el aumento de las subvenciones obtenidas a las arcas
del Estado, la importancia fuese suficiente para saldar la
deuda pública de los 50 billones de pesetas. Y si usted se
s i rve de em prés t i t os bancari os con l os int eres es
correspondientes para agasajar a sus hijos, es claro que
viene la misma ruina que ha venido en España.

Recuerde el señor Clavero que estamos rayando los


dos millones y medio de parados, sin tener en cuenta las
jubilaciones con más de diez años de antelación. Y estos
señores también son hombres relativamente jóvenes y en
paro; todo esto y los cientos de miles de empresas que
cerraron en la bancarrota, lo esperábamos muchos millones de
españoles al subir al poder los socialistas, porque, donde se
quita más que se pone, pronto viene la ruina.

Es cierto que tenemos muchos médicos en ejercicio.


Pero, desgraciadamente no son pocos los que actúan como
verdaderos verdugos. Tengo buenas relaciones con algunos
p s i c ó l ogo s y p s i q u i a t r as , y m e c u e nt a n e s c en a s
escalofriantes. Padres que llegan a la consulta estresados
331
porque sus esposas quieren abortar y les intiman con el
divorcio si no lo aceptan, y se encuentran sin ningún derecho
para defender la vida del hijo querido.

Hace unos días me decía una buena psicóloga cómo


vertía lágrimas una joven después de juntarse con otras 20
en una clínica abortista y ser todas muy bien tratadas por
los facultativos para abrirles el vientre y matarles el hijo, y
ahora, decía: «Me doy cuenta de que no soy más que una
criminal que ha puesto fin a la vida de un hijo. Y este drama
que llevo en mi cabeza jamás lo podré ahuyentar. Malditos
médicos abortistas, malditos socialistas».

Y así, señor Clavero, cientos de miles de pobres


jóvenes que han sido seducidas por la política que usted
defiende y propugna. Y es muy posible que usted no haya
sido abortado gracias a las leyes del franquismo. ¿Qué le
parece si usted está debiéndole la vida a Franco y odiándolo
mortalmente?. Ya que Dios perdona setenta veces siete, haga
un examen de conciencia y pídale perdón a Dios. Quién
sabe le perdone y encuentre la salvación de su alma y la de
otras muchas que solapadamente estará condenando con su
desgraciada pluma.

Ya se habrá enterado que don Felipe también adicionó


a todos sus desmanes el gesto de perdonar unos doscientos
mil millones de pesetas en sanciones fiscales a seiscientas
firmas y familias millonarias, es decir, lo que Aznar considera
suficiente para no tener que congelar los salarios de los
funcionarios públicos, como ha tenido que hacerlo por falta
de recursos económicos.

332
Comprendo el desorden de su mentalidad. Me invita
a la caridad. Haré muchas plegarias a Dios para que se
convierta, sane y cambie el mal que hace por el bien que
puede hacer su pluma y yo con la mía. Y como estamos en
democracia, quién sabe me publiquen esta carta que busca
y desea el bien de toda la Humanidad.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 8-Febrero-1997 y en «LA VOZ


DE AVILÉS» 12-Febrero-1997

333
131.- LA INCONSECUENCIA DE UN
NOBEL

Alguna vez he pensado que los más inconsecuentes


somos los cristianos, y si algún colega lo duda, le sugiero
que parifique su vida con el dictamen o disposición que
Jesucristo ha dejado escrito para sus fieles o secuaces. Es
cierto que tenemos muchas excepciones y no se puede hacer
tabla rasa. Pero la informalidad en este sentido parece
agudizarse más cada día. Con esto del progresismo, los
hombres contumaces están empecinados en que Dios
progrese también, y como la talla del Señor -en todas las
direcciones- no tiene término, nos encontramos con que el
ser humano está retrocediendo día a día.

Como ejemplo de lo que antecede nos encontramos


con uno de los literatos y estilistas más famosos del mundo.
Me refiero a don Cami lo J osé Cel a. Pues al i rse
aproximando a la raya de los 80 años, comenzó a hablar de
Dios, de los ángeles, de la Santísima Trinidad y de los
santos. Y en el último artículo que tengo sobre la mesa, nos
dice que mandó decir una misa por el eterno descanso de
las almas de tres amigos; y después de mencionar los
nombres, nos dice que estaban ateridos de frío los únicos
presentes en el santo sacrificio.

El ejemplo del Nobel me parece ejemplarizante. Pero


donde guardamos la casquilucia que le acompaña desde
hace unos años. Y quién se conduele del dolor moral y
vejatorio que viene soportando su legítima esposa, mientras
don Camilo disfruta de una jovenzuela y de los premios
literarios a los que tanto ha contribuido la que fue su
abnegada secretaria y solícita esposa.
334
Es verdad que todos pecamos y no somos consecuentes
con los preceptos de Jesús. Pero involucrarse en lo cenagoso
de un pecado mortal hasta llegar a la tumba sin pensar en la
inmortalidad del alma, nos parece un despropósito
desmedido, y el desbarro se agiganta viendo el contenido
del artículo susodicho y el título: «Sobre la inmortalidad del
alma».

Si se tratara de un hombre increyente, nada tendría


que decir. Pues el que cree que todo termina cuando el
corazón deja de moverse, es claro que su razonamiento
siempre es el mismo: Sálvese quien pueda, comamos y
bebamos que mañana moriremos.

Pero don Camilo nos viene demostrando su creencia


y, consecuentemente, también tiene que creer en el juicio
final que se le viene encima. Tampoco puede ignorar que el
que mira a una mujer deseándola ya adulteró en su corazón,
y don Camilo la miró deseándola y vive consumando el
adulterio. Que Dios le perdone, a él, a la casquivana que le
acompaña, y que le conceda la gloria supuestamente
merecida a la que fue su esclava y sigue siendo su legítima
esposa. Eso es lo que les deseo a los tres de todo corazón.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 10-Febrero-1997

335
132.- PIENSO QUE EL ATEO NO EXISTE

La palabra «ateo» está definida como el hombre que


niega la existencia de Dios. En este contexto se encuentran
un sinnúmero de personas, buenas y malas. Pero el concepto
más generalizado que nos ofrece la palabra «ateo» es el
que se refiere al hombre que no cree en Dios, y éste -en mi
modesta opinión- no existe, porque negar lo que no se sabe
es una falta de sinceridad. El poder que tiene el ser humano
para ahuyentar de su imaginación lo que no le conviene, es
casi inefable.

Y cuando alguien quiere llevar una vida desordenada y


vivir tranquilamente, necesita trastocar su conciencia y
buscar la razón de la sin razón para justificar su ficticia
postura, y así consigue que la evidencia subyazca en el
co ns ci ent e , m i ent r as l a n egac i ón de D i os afl o ra
constantemente en el cerebro y la va disipando con la lengua,
como un acto de defensa propia, para justificar lo que
realmente no puede saber ni creer.

El gran filósofo asturiano y honrado profesor, don


Gustavo Bueno, se desgañita en la televisión y en los
periódicos para demostrarnos que Dios no existe, y uno se
pregunta: ¿cómo lo sabe? ¿Quién se lo ha dicho? ¿Cuál es
el interés que le mueve para descristianizar a esa multitud
de señoras y hombres ancianos que tienen puesta su ilusión
en un Dios misericordioso que supuestamente les espera
con los brazos abiertos en la fase terminal de sus vidas?.

¿Cómo se puede vilipendiar a esas almas piadosas


que se congregan en un templo postradas de rodillas
elevando plegarias al Altísimo para que les conceda el bien
336
de sus hijos y nietos, y a ellas les acoja benigno cuando
terminen de sufrir el purgatorio que normalmente lleva
consigo la decrepitud?. Y, ¿por qué se intenta deturpar ese
ideal sublime que tienen tantos jóvenes y se les induce a
llevar una vida digna que todos deseamos para nuestros
hijos?.

¿No parece una ignorancia supina la falta de


discernimiento entre el bien y el mal que nos pueden hacer
los hombres dotados de talento y con vasta cultura? ¿No
podrá ser esta actitud algo que les promueve la soberbia y
les impide doblegarse y renunciar al «yo sé», al «yo soy» y
al «yo valgo»?.

Termino con unas palabras de LA BRUYÈRE:


«Quisiera que quien niega a Dios, fuese un hombre sobrio,
m o de r a do , ca s t o, j us t o ; a l m e n os é s t e ha b l ar í a
desinteresadamente. Pero ese ateo no existe».

Publicado en «EL COMERCIO» 12-Febrero-1997

337
133.- VENIMOS DE LA TRAPA

Hace más de 20 años leí el libro más predilecto de todos


los que he descifrado en mi vida. Está escrito por un trapense
que pasó su infancia y juventud en Oviedo. El que ha sido
beatificado por Juan Pablo II hace dos años. Vida y escritos
de Fray Mª Rafael es un volumen con 576 páginas. Es el diario
íntimo de un joven que pertenecía a la nobleza de los duques
de Maqueda. Y con sólo tres años de grave enfermedad, en la
enfermería de la Trapa de Palencia, fue manuscribiendo el
verdadero sentir de su alma en los momentos más ardientes de
su perseverante contemplación.Allí terminó su vida con 27 años.

Al ver que se trataba del mayor místico del siglo XX -


esto dicen los ascetas expertos-, nos fuimos a la cartuja de
Valencia para conocer a su hermano -padre Fernando Arnáiz
Barón-. Nos recibió con mucho agrado y nos dio una carta
para su tía -la duquesa de Maqueda-, que también nos recibió
en el convento de La Encarnación de Ávila. Y como la
temperatura era de cero grados en el Convento y la religiosa
estaba rayando los 70 años, le ofrecimos una estufa eléctrica
para que no continuara temblando.

Rehusó la oferta que le hicimos para ofrecerle a Dios el


sacrificio que conlleva el frío congelante. Pero nunca más dejó
de agradecernos el obsequio caritativo que no recibió, y así
entablamos una correspondencia que terminó con su muerte en
olor de santidad 15 años después. Más de 50 cartas manuscritas
por la santa religiosa conservo en mi archivo.

En el transcurso del tiempo referido también han sido


frecuentes las visitas que les hicimos al padre Fernando y a
su tía. Y en uno de los recibimientos por el cartujo
338
susodicho, me pasé tres días y tres noches en la cartuja
para conocer «in situ» la mayor austeridad de todos los
religiosos. Al mismo tiempo hice un reportaje que don Juan
Manuel Wes López me publicó en su Diario avilesino.

Y como ahora se encuentra en la Trapa de Palencia el


padre Fernando, fuimos a verle el pasado domingo. Tiene
85 años, 34 enfermedades y dolencia, le han operado 14
veces, come una comida cada 24 horas sin agua y sin pan,
duerme cinco horas y se pasa los días haciendo oración y
lectura religiosa. Es hipertenso, ha llegado a tener 19 de
mínima y 24 de máxima, tiene una bala en el cuerpo, ocho
huesos rotos y un parche de 10 milímetros en el corazón. Y
después de celebrarnos una misa, nos sentamos en una salita
y no cesó de contarnos chistes piadosos.

Es el hombre más optimista que yo he conocido en mi


vida. «Sería del género idiota -nos dijo- llevar todo esto
mal, sabiendo que Dios no me lo envía para fastidiarme, y
sí por mi bien para disminuir las penas del purgatorio, lo
único que me atemoriza en la vida. Es falta de fe no aceptar
con alegría lo que Dios nos manda. El milagro está en no
pedir el milagro. Y si no hay alegría no hay Dios. Hice la
carrera de ingeniero en la Universidad de Lovaina. Fui
capitán en la guerra civil y no aprendí nada. Ahora llevo 55
años de religioso y soy un experto en el cuidado de mi alma.
El cuerpo que se fastidie, que bastante guerra nos da».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 13-Febrero-1997

339
134.- ESCRIBIR

Escribir es una profesión muy codiciada. Es una forma


de viajar continuamente sin desembolso y sin vehículo. El
Nobel de Literatura -García Márquez- ha declarado
públicamente que «era el mayor placer que el hombre había
inventado». También ha dicho que «para aprender a escribir
son necesarios 40 años de práctica». Y como ya no me
queda tiempo de terminar esa carrera sin término, me
consuela el no encontrarme entre los escritores que se
resisten a morir al encontrarse con las manos vacías,
«sabiendo -nos lo dice M.G. Sphir- que el hombre no lleva al
cielo más bagaje que sus buenas obras».

Uno de los novelistas que más me confortan es Palacio


Valdés: «El escritor -nos dice- debe tomar la pluma como
un instrumento sagrado que Dios puso en sus manos para
ennoblecer la vida con la efusión de su espíritu cristiano».
Pero actualmente son muy contados los rotativos que nos
permiten hacer el bien a los que militamos en movimientos
cristianos. Los tiempos han cambiado mucho. El hombre
que me honra con su amistad -don Julio González García-,
y ha sido director de La Hoja del Lunes de Oviedo y del
diario Región, con alguna frecuencia me pedía que le enviara
artículos.

Y el que ha dirigido La Hoja del Lunes de Gijón -don


Enrique Prendes Díaz-, me decía silenciosamente:
«Mándeme sus artículos y los leeré con mucha atención».
Asimismo hacía el que fue director de La Nueva España -
don Pedro Pascual-, y en dos años me publicó más de
trescientos.

340
Ahora sólo un alma buena me los pide, y guardo el
sigilo para no importunarlo con los detractores de la religión.
Es una pena que Jesucristo resulte molesto a determinados
lectores.

Pero también me alientan algunas cartas y llamadas


telefónicas que recibo congratulándose conmigo, y me
conforta saber que una señora avilesina ha hecho mil
fotocopias de un escrito mío para distribuirlas en las puertas
de las iglesias. Asimismo ha vivificado mi entusiasmo la
rectora del Colegio Dominicano -madre Dolores Freito
Pinto- al venir a conocerme desde Sotrondio, acompañada
de una religiosa para regalarme un hermoso Evangelio y
agradecerme mucho un artículo mío que habían leído en La
Nueva España.

Tengamos en cuenta que existen 13 millones de


católicos que asisten a misa en España, y que el 92 por
ciento se declaran creyentes. Pero ese 8 por ciento restantes
son más astutos que nosotros y muy capaces de abuchear a
los directores que permiten escritos de moral y religión.

Tengo para mi que hay una gran multitud de lectores


sedientos de leer las glosas que hacemos a los Evangelios y
los buenos ejemplos que nos dan los hombres piadosos.
También es verdad que un alma en pena me ha despertado
a las doce de la noche para llamarme fariseo y ladrón, al
mismo tiempo que me decía: «Esa familia lo va a pasar muy
mal». ¿Y qué más? -le pregunté- Y así colgó.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 15-Febrero-1997

341
135.- AL SEÑOR MUNIAÍN Y GIL

Señor director: Permítame felicitarle por conceder la


publicación de algunas cartas que propenden a la buena
moral y a la religión. Me refiero a la de don Francisco
Sánchez de Muniaín y Gil. Un coronel de Caballería que no
ceja en hacer el bien. Aprovechando su jubilación para
incentivar a Acción Familiar de Gijón, intentando siempre
unificar las familias que, por circunstancias adversas, se
encuentran desoladas y tristes.

Del contenido de sus escritos, publicados en EL


COMERCIO, se destila la humildad y dilección que lleva
dentro el militar castrense.

También apreciamos en sus cartas la comprensiva


intelección con que rechaza los desmanes que todos
conocemos, sin incurrir en la agresividad de los que no
perdonan nada, ignorando que «con la medida que midas
te medirán» (San Mateo 7, 2).

Asimismo queremos felicitar al ilustre jesuita y profesor


de Literatura Francesa, padre Luis Outeiriño, por la lección
espiritual que nos transmite en lo poco que escribe, pues a
las decenas de miles de católicos que vivimos en Gijón y
leemos EL COMERCIO, nos sirven de aliento los escritores
que pudiéramos llamar apóstoles de la pluma.

Y si tenemos en cuenta el bien que hacen los escritos


de moral y religión a tantos lectores, es justo ensalzar el
bien que nos deparan estos señores y agradecerle a usted,
señor director, la libertad de expresión que nos concede,
porque:
342
La buena lectura
hace al hombre piadoso,
le acrecienta la mesura
y es, finalmente, dichoso.

Le saluda cordialmente.

Publicado en “EL COMERCIO” 11-Diciembre-1995

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136.- CRISTIANO DE VERDAD

Intentando incrementar mi fe, frecuento los retiros


espirituales que nos viene dando un joven misionero de
Avilés, padre Javier Mahía. Con el beneplácito y
generosidad de don Ángel Garralda, el clérigo nos congrega
en el piso que tiene la iglesia de San Nicolás en la calle San
Francisco nº 12. Allí nos agrupamos los segundos domingos
de cada mes a las 10 de la mañana. Y entre las pláticas -
siempre muy evangélicas y piadosas- que venimos oyendo,
nos impactó profundamente la que sigue:

Allá por el año 1930, cuando la persecución religiosa


en Méjico, el seminarista de 17 años, Tomás de la Mora,
fue detenido por pertenecer a la Defensora de Libertad
Religiosa. Y al presentarlo al general Flores, éste le hizo un
interrogatorio vándalo: -Tu eres un niño incapaz para todo.
Dime, ¿quién te aconseja?.- No soy tan niño. Sé muy bien
lo que hago y nadie me aconseja. -Mira, dime todo lo que
sabes sobre los cristeros, y te daré la libertad.

-Es inútil, mi General. No diré nada. -¡Mocoso!. No


sabes lo que es la muerte... di lo que te pregunto.- Pues en
eso estamos iguales porque usted nunca ha muerto
tampoco.- El general, acalorado y entigrecido profirió la
espantosa sentencia: «ahorcar a este joven esta misma
noche». Está bien, mi General. Sólo le pido una hora para
prepararme a la muerte y escoger el lugar de mi ejecución.

Así se hizo: Tomás se arrodilló para orar. Los


soldados, tristes y pesarosos, le dieron orden de ir con ellos
al lugar que el religioso deseaba. Custodiando al joven
seminarista, vestido con sotana, salieron con él los soldados.
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Y al llegar al pie de unos árboles, el religioso les señaló el
lugar donde deseaba ser ahorcado.

Se trataba de un árbol histórico, si tenemos en cuenta


que bajo él, en una piedra que todavía se conserva, se sentó
a descansar, en cierta ocasión, Benito Juárez; el hombre
más encarnizado y perseguidor de la Iglesia. Y al llegar allí,
Tomás dijo a los soldados: «Este es el lugar de ignominia.
Aquí pueden colgarme para que se cambie en lugar de
bendición con el martirio de un cristiano».

¿Tienes que pedir alguna gracia? -le dijo el sargento-


. Sí: primero que Dios les quite la venda de los ojos a los
criminales, segundo, por mis afligidos padres, y tercero pedir
por la Iglesia y por mi patria. Terminadas las rogativas, y
cuando un soldado le estaba poniendo la soga al cuello,
Tomás de la Mora, con voz varonil y estentórea exclamó:
«¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Santí sima Virgen de
Guadalupe!».

Actualmente se está elaborando un film sobre este


cristiano de verdad.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 22-Febrero-1997

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137.- LA ENVIDIA

La envidia está definida como la tristeza o pesar del


bien ajeno. Pienso que se trata de una dolencia psíquica
que aún no ha sido descubierta, porque la envidia y el odio
infundados están muy bien relacionados entre sí. El rigor de
la envidia se opone a toda clase de amistades o familiares.
Son muchos los hombres que nunca han intentado elevar
sus criterios y esperan ensalzarse sobre la desolación de los
demás. Especialmente de los que tienen en su entorno.

Cuando partí para Brasil como emigrante, conocí a


un joven portugués que trabajaba en su patria como
camarero o mozo de café. Era un chico recatado con gran
prudencia y sensatez. Y unos días después de llegar a São
Paulo encontró trabajo como servidor en un restaurante muy
valioso; todas las horas de ocio que tenía las iba
consumiendo en prepararse para opositar al empleo de
administrativo en un banco. Un año después consiguió el
empleo que deseaba, y así, escalando puestos, llegó a ser
presidente del famoso Bradesco. También tenía una agencia
particular donde compraba y nos vendía acciones.

Y cuando fui a venderle las escasas participaciones


que tenía en una fábrica de alpargatas y decirle que
regresaba a España con toda mi familia definitivamente, y
sabiendo que estaba tratando con un hombre acaudalado, le
pregunté: ¿no piensas volver a Portugal?: «No. Estuve
algunas veces como turista y he visto que la envidia es la
polilla del talento. Allí no me recibe nadie. Los amigos que
tenía no me dan la cara al verme a la puerta de los hoteles
con el Mercedes aparcado. Y la elite que siempre me
conoció como camarero no me perdonan el triunfo. Me
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trataban muy bien cuando les servía en el restaurante. Pero
ahora no me conocen de nada».

Por eso creo que la envidia es una pasión maligna y


vergonzosa. Tal vez sea la que más contamina el corazón
del hombre. Si el envidioso se diera cuenta de su torpeza y
mezquindad, conseguiría la mejor de las virtudes: la
humildad. Y así disfrutaría del consuelo que pierde con los
hombres talentosos que han llegado a la meta deseada por
sus propios méritos.

«¡Oh envidia -nos dice Cervantes-, raíz de infinitos


males y carcoma de las virtudes!. Todos los vicios, Sancho,
traen un no sé qué de deleite consigo; pero el de la envidia
no tal sino disgustos, rencores y rabias». También creo que
la envidia es antirreligiosa. Pues el que ama y venera a la
Virgen, sólo puede anidar en él la santa envidia de la
humildad. Y el que se acerca a la amistad de Cristo, sólo
siente envidia del amor. Y aquí nos habla San Agustín: «Ama
y haz lo que quieras».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 23-Febrero-1997

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138.- EL PAPA HACE EJERCICIOS

Uno de los personajes más completos de los que


conozco su historia literaria, su ternura, sus obras caritativas
y su extraordinario talento, es Concepción Arenal. Y en una
carta que escribe a sus predilectos -los pobres delincuentes-
, les exhorta para hacer ejercicios espirituales con estas
palabras: «La virtud aumenta con el ejercicio, y por
desgracia la maldad también. Cuantas más veces se ha hecho
una cosa buena o mala, más fácilmente se hace».

Y como Juan Pablo II no se pierde nada de todo cuanto


sea para incrementar su fuerza espiritual, nos ha comunicado
a todos los creyentes cristianos que perderá el contacto
con los cinco continentes para enclaustrarse ocho días y
hacer unos ejercicios espirituales, llevando consigo a los
más íntimos colaboradores de la Curia romana.

La práctica espiritual tendrá como predicador al


cardenal francés Roger Etchegaray. Y al despedirse de los
150 mil fieles que se agolpaban en la Plaza de San Pedro,
matizó: «Os estaré agradecido, queridos hermanos y
hermanas, si durante estos ejercicios nos recordáis de una
forma especial en vuestra oración».

Y aunque los católicos no ignoran que la cuaresma


que tenemos encima es el tiempo de cuarenta y seis días
que, desde el miércoles de ceniza inclusive, precede a la
Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, y en el cual la
Iglesia preceptúa que se ayune ciertos días en memoria de
los cuarenta que ayunó el Señor en el desierto, nosotros
queremos recordar el bien que esperamos recibir de los
ejercicios espirituales que nos dará el sacerdote avilesino
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padre Javier Mahía (ordenado hace años por monseñor
Gabino Díaz Merchán), y que tendrán lugar en el convento
de las Esclavas de Latores (Oviedo), a partir del viernes,
21 de marzo a las ocho de la tarde hasta el domingo 23 a
las 17 horas. Y les podremos informar en el teléfono 5 54
31 51.

Ya sabemos que no todos pueden sufragar las 6.000


pesetas que cuesta la pensión completa en el Convento. Pero
nosotros ofrecemos 6 becas para los más necesitados, y
esperamos que nadie deje de hacerlos por falta de medios
económicos. Sabemos por experiencia que donde Dios entra
Dios aumenta. También podremos facilitarles el transporte
gratuitamente a los que no tengan medios para viajar.

Los ejercicios son inspirados en San Ignacio de Loyola.


Puramente evangélicos y en silencio, con habitación individual
perfectamente aseada, con régimen alimenticio para los
enfermos, desayuno, comida, merienda y cena. Eucaristía diaria
y cuatro conferencias, recreo en la biblioteca de autores
cristianos, salida a los jardines y campo arbolado que circunda
y ornamenta al Convento, y mucha paz y gracia de Dios para
todos los ejercitantes.

Y como don Juan Manuel Wes López siempre ha sido


un hombre desinteresado, benévolo y pluralista cien por
cien, quien sabe nos conceda un espacio periodístico para
que todos seamos un poco mejores cada día. Que Dios se
lo pague a él y a su ilustre diario.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 27-Febrero-1997

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139.- ME VOY A SUICIDAR

Hoy me dio cara una señora con buen porte para


decirme: «Soy la esposa de José Luis». Llevaba de la mano
a una hija de cuatro años floridamente vestida con la belleza
natural correspondiente. Y para mí ha sido una gran
satisfacción: Hace seis años me llamó por teléfono un joven
desconocido para decirme: «Me voy a suicidar». ¿Quién
eres? -le pregunté-. «No me conoces. Ha llegado a mis
manos un opúsculo con el título ‘El mensaje de Fátima (Habla
Lucía)’, y en él aparece tu nombre y tu teléfono».

No cometas esa barbaridad -le dije-. Antes de hacerlo


tenemos que conocernos. Le di algunos detalles fisonómicos
de mi persona y convenimos el encuentro en una iglesia.
Era un joven pragmatista, inteligente y flemático. Pero la
muerte de su queridísima madre, las controversias en el
trabajo con sus superiores, el cuidado especial que le exigía
su abuelo en una silla de ruedas, la tristeza continua de su
padre; todo en suma, le habían causado una depresión
exógena sin ver otra salida que no fuera el suicidio.

Salimos de la iglesia y estuvimos dos horas dialogando.


Le expuse la muerte de mi madre y el dolor lacerante
cuando nuestro hijo tan queridísimo dejó de existir, y cómo
Dios me había impedido totalmente llegar al suicidio. Le
proferí las tragedias de mi vida pensando en Santa Teresa
de Jesús: «Llora con los que lloran y ríe con los que ríen».

El chico, atento a las tribulaciones de mi vida, se veía


vislumbrar en su rostro y mirada un parvo consuelo que le
cortaba el hilo conductor de las obsesiones suicidas. Sé
valiente -le volví a decir-. Hay que enfrentar la vida. El
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suicidio es una inmoralidad. Nadie puede abandonar su
puesto sin que así lo quiera nuestro Creador. Dios nos ha
creado para la gloria eterna, y el peor de los males es el
suicidio.

El que no ha sufrido no sabe nada. No conoce el bien


ni el mal. Tampoco tiene conocimiento de sí mismo. Si tú
sabes sufrir sufrirás menos. Todo lo que hace sufrir al cuerpo
es provechoso para el alma.

Dentro de una hora tenemos misa. Ven conmigo. Haz


una buena confesión, rezaremos un rosario, oiremos misa y
comulgaremos en gracia de Dios. Y a partir de aquella fecha
no ha dejado de rezar un rosario con su padre y abuelo.
No pierde una misa los domingos y fiestas de guardar.

Encontró una chica buena y comprensiva, se casaron,


tiene la hija susodicha y están enamorados de Dios; con
alguna frecuencia me escribe exponiéndome sus problemas;
le voy dejando biografías de los santos, y han formado un
hogar feliz. Dios todo lo puede, querido lector, no lo olvides
nunca. Las lágrimas a los pies de Cristo son perlas preciosas
que vamos guardando en las arcas de la eternidad.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 28-Febrero-1997

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140.- LA MUERTE

Estar pensando continuamente en la muerte es una


actitud mórbida. Pero vivir como si la muerte no existiera
me parece una insensatez. Es verdad que nadie se siente
tan viejo que no encuentre la posibilidad de vivir unos años
más. Y si axiomático nos parece que a los viejos les espera
la muerte en cualquier momento, también es cierto que a
los jóvenes les aguarda desde el acecho. La muerte va
llamando, uno a uno, a todos los seres humanos, y siempre
nos parece que nada tiene que ver con nosotros. El fin de
nuestra vida es lo más evidente y lo que más se olvida.

Más doloroso me parece el trance que nos aproxima


al final de nuestra existencia que el momento de la partida.
El instinto de conservación vital es tan fuerte que sólo los
que han vivido muy santamente lo esperan con alegría. Nadie
ignora que tiene que morir, pero las ilusiones mundanas no
terminan nunca, sobre todo cuando se trata de hombres
acaudalados y avaros.

Esto me recuerda a un joven italiano que llegó a Sao


Paulo como emigrante. Era un genio para los negocios. Un
Aristóteles Onassis, un Ruíz Mateos; y así consiguió
amalgamar un imperio de empresas; todos conocíamos al
conde de Matarazzo como el más archimillonario de Brasil,
pero nunca se preocupó de los pobres. Y cuando estaba en
su lecho de muerte acompañado de su esposa, mostrándole
la mano cerrada le dijo:

«Ábreme el puño y verás lo que llevo dentro». La


señora entendió que estaba delirando, pero al reiterar el
pedido, le abrió el puño. Y en ese momento le preguntó el
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moribundo: «¿Qué tengo en la mano?». «Nada» -respondió
su mujer-. «Eso es lo que llevo para el otro mundo» -profirió
el mortecino-. «Espero que a tí no te ocurra lo mismo».

Este ejemplo de un hombre desengañado de la vida


cuando ya era tarde, convenció a la señora para fundar una
institución benéfica e invertir en la misma una fortuna
considerable. Por eso nos decía San Ambrosio que «para
los buenos la muerte es un puerto de descanso; para los
malos un naufragio». Y Jorge Santayana entendía que «la
muerte para un hombre que ha cumplido con sus deberes
cristianos, es tan natural y bienvenida como un sueño
gozoso».

Séneca nos ha dejado escrito que «el día ese, que


tenemos como último de nuestra vida, es el del nacimiento
de la eterna felicidad». Robert Browning también pone su
granito de arena diciendo: «La muerte, con sus poderosos
resplandores, toca la carne y despierta el alma, pero la ilusión
de morir sólo está reservada a los hombres que santamente
han vivido su vida». Y sigue Campoamor: «La muerte, por
nosotros tan temida / es un cambio de frente de la vida».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 1-Febrero-1997

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141.- DESPRECIO DE LA VIDA

Creo que la culpa de los innumerables crímenes que


se cometen en España, no es únicamente de los ejecutores.
Dejando de lado los batasunos que forman una guerra casi
continua en el País Vasco, la empecinada decisión del PNV
de negociar con los asesinos de ETA, es un paralelismo entre
los hombres que representan los derechos humanos y los
que desprecian la vida de cuantos desean la paz y la
defienden. Concepción Arenal dice que: «El que escucha
sin horror al criminal, sépalo o no, ha dado el primer paso
en la carrera del crimen».

Si ahora tenemos en cuenta que el Parlamento Vasco


quiere negociar cara a cara con uno de los más sanguinarios
terroristas de ETA, «Txiquierdi», sabiendo que ha sido autor
de numerosos asesinatos y que cumple en prisión una
condena de 200 años, ya sabemos la connivencia que existe
entre los que también quieren reagrupar a los asesinos y los
ejecutores del crimen; todos convergentes en un mismo ideal:
el odio a los españoles y la independencia o división de
España.

Y si atroz nos parece lo que venimos comentando, a


mí me resulta más lamentable la impunidad con que se vienen
cometiendo más de cien mil abortos en España cada doce
m es es . N o s ol am ent e en l os hos pi t al es e s t at al es
amparándose en la ley de los tres supuestos, sino en las
clínicas privadas donde sólo cuenta el desembolso que han
de hacer conforme a los meses que ha vivido en el seno
materno el «nasciturus», es decir, que no existe fecha de
embarazo que no pueda tener su aborto costeado con las
pesetas.
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Visto lo que antecede en España, bien merece un
aplauso la Asociación de Ginecólogos de Suecia, al exigir
llamar «niño» al feto humano aún en el supuesto de que sea
abortado legalmente. También reivindican que tenga derecho
a nombre propio, a ser inscrito en el Registro Civil y a ser
enterrado en campo sagrado. Lo que no sabemos es si al
faltarle el sacramento del bautismo podrá llegar al cielo
prometido que todos los creyentes esperamos.

Uno de los ministros del anterior Gobierno nos dijo


públicamente que ellos gobernarían como si Dios no
existiera. Y así fue. Ahora estamos viendo el resultado de
una Constitución sin Dios (yo la voté, pobre de mí), y de
unos gobiernos que ni sin Dios la cumplen, porque la Carta
Magna nos dice que «todos tienen derecho a la vida». Y el
que no haya sido un embrión con vida y con derecho a seguir
viviendo, que levante la mano. «¡Oh, raza de víboras!. Ya
está puesta el hacha en la raíz del árbol que no de buen
fruto» (San Mateo c3, v10, San Lucas c3, v9).

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 5-Marzo-1997

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142.- PROGRESO Y RETROCESO

La lucha del ser humano siempre ha sido la misma:


conseguir su propia felicidad. Por eso cuando mi nieto que
cumplirá cuatro años el próximo mes de mayo me pregunta
incesantemente «¿por qué han hecho esto, abuelito?».
Siempre tengo tres respuestas invariables para darle: Por
dinero, por la fama y por la felicidad que en el cielo esperan
y en la tierra comienza. La primera respuesta corresponde
a la fabricación de los muñecos, la segunda a las acrobacias
con riesgo de muerte, y la tercera a la caridad que practican
los misioneros en el Tercer Mundo.

Pero todas las actitudes susodichas tienen un punto


convergente: la dicha que todos buscamos; y el retroceso
consiste en perseguirla rompiendo las barreras de la ética y
la moral. Y el progreso reside en buscarla amando al prójimo
y sirviéndole. Los científicos han conseguido suscitar un
interés universal con la oveja Dolly. Pero el Santo Padre
les ha comunicado a todas las naciones la Suprema Ley que
prohibe la clonación humana.

La Iglesia siente una gran preocupación por los


supuestos hombres clónicos, los que posiblemente serían
aprovechados para extraerles órganos sirviendo a los
originales decadentes. No hay que asustarse, la ciencia
seguirá avanzando con menosprecio de todas las vallas
cristianas y morales. Los hombres contumaces no
renunciarán al dinero y la fama. La vida en el anonimato no
les interesa. Cuando se prescinde de lo transcendente todo
es posible.

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Tiempo ha que se ha puesto en práctica el comercio
de órganos. Son muchos los niños secuestrados que venden
a buen precio para extraerles las vísceras y hacer el
trasplante a los adinerados. También existen fábricas de
productos destinados a embellecer la fisionomía de las
damas ilustres. Y estos negociantes compran los niños
abortados al peso para convertirlos en substancia de
maquillaje.

Cuando una madre decide atocinar al hijo en sus


entrañas para evitar las molestias que pueda ocasionarle, y
cuando los facultativos se prestan a la ejecución del niño
incipiente por unas pesetas, y cuando una parcela
considerable de la sociedad consideran estos homicidios
como derechos humanos, y cuando una ministra de los
socialistas se jacta públicamente de haber puesto fin a la
vida de su hijo en Londres, el retroceso ha llegado a los
tiempos de Herodes.

Cicerón ya nos decía que «la ciencia que se aparta de


la justicia, más que ciencia debe llamarse astucia». Y C.
Dossi nos ha dejado escrito que «nada vale la ciencia si no
se convierte en conciencia». Como ves, querido lector, nos
ha tocado vivir en un mundo caótico y criminal. Y hasta que
la vida humana no se haga imposible en la Tierra, el hombre
no tomará conciencia de que sin seguir la sapientísima
pedagogía de Dios, todos terminaremos en el despeñadero
y, desde allí, al infierno.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 6-Marzo-1997

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143.- MEDITACIONES SOBRE LA
FELICIDAD

Pienso que sólo se consigue un poco de felicidad


persiguiéndola por el buen camino. La dicha que Dios le ha
concedido al hombre en la Tierra es muy limitada. Es de notar
que todos somos hermanos de un crucificado, y la progenitora
que nos dio por Madre ya le fue profetizado por Simeón que
una espada atravesaría su alma.

Es cierto que la vida tiene buenos momentos y muchas


ilusiones. Pero las que llegan a realizarse son muy contadas
y distan poco de la decepción. El creador de la Novela
Realista francesa -Gustave Flaubert-, hace una descripción
del hombre feliz que puede parecer muy despectiva y casi
procaz a los lectores que ahora disfruten un periodo de
bonanza. Dice Flaubert: «Tres condiciones se requieren para
llegar a ser feliz: ser imbécil, ser egoísta y gozar de buena
salud. Pero (¡bien entendido!) si os falta la primera condición
todo está perdido».

Pienso que no debemos confiar nunca en la felicidad


momentánea, y no sólo porque puede turbarnos el sueño,
sino por el desencanto que la persigue y la destroza. Tengo
para mí que la más segura es aquélla que vamos cosechando
día a día con las buenas obras; la misma que se hace paralela
con los preceptos del Señor, y cuando la turbulencia
ensombrece nuestro cerebro, el mejor lenitivo es pensar enAquel
que nos unce a su yugo suave y nos impone una carga ligera.
Me parece absurdo presagiar que alguien es feliz hasta no verlo
yacente en la tumba.

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Alguna vez he pensado que nadie tiene derecho a ser
feliz sin antes esforzarse para llevar la dicha a los que nos
rodean. También creo que nadie tiene derecho al bienestar
social sin haber creado los bienes necesarios para
disfrutarlos. Los momentos más consoladores que he sentido
en mi vida son los que me llegaron en el descanso de las
tribulaciones y el dolor, porque después de la tormenta
siempre viene la calma.

El sentimiento del pasado y del futuro pueden deturpar


nuestra felicidad transitoria, y el remedio que puede
erradicar estos pensamientos perturbadores es un trabajo
que absorbe o cautiva nuestra imaginación, tantas veces
desconcertada.

Pienso que la felicidad rehuye al hombre que tiende a


complacer todos los deseos corporales, y se adhiere al que
siente amor por lo que hace. Los hombres más felices que
voy conociendo a través de las biografías que leo, son los
santos. Pese a las injusticias y tribulaciones que todos han
sufrido, siempre disfrutaron del gozo de la paz y del placer
de llegar a esa meta que a tantos atormenta: la muerte.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 8-Marzo-1997

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144.- PREDICAR

El triunfo en las campañas electorales -con alguna


frecuencia- está reservado a los mejores artistas del engaño,
es decir, a los que más habilidad tienen para enmascarar su
pensamiento y más astucia psicológica poseen para decir
lo que el público espera y desea. Por eso decía L. Dumur
que «la política es el arte de servirse de los hombres
haciéndoles creer que se les sirve a ellos».

En la vida espiritual es todo lo contrario. El éxito


consiste en la pureza y la humildad, porque a Dios nadie lo
puede engañar. Y el que ha llegado a conocer bien sus
miserias después de abrir su alma a Jesús y a María, le suena
a música profana todo lo que no huele a santidad. Hay
clérigos que poseen el don de la oratoria y disfrutan mucho
del auditorio que pacientemente les escucha.

Este tipo de religiosos engreídos no reservan tiempo para la


vida ascética. Se mueven de un lado para otro buscándose a sí
mismos y esperando el aplauso de los creyentes, y no digo de los
fieles, porque el fiel sabe distinguir muy bien el largo alcance de las
palabras y la falta de obras. Y esto me recuerda lo que me decía
un santo jesuita y doctor en Teología -Pedro Sánchez Céspedes-
: «Cuando un sacerdote predica lo que no vive, con el mismo hilo
que conduce las almas al cielo, puede estar llevando la suya al
infierno».

Entrado en el convento de Agustinos de Valladolid Carlos


V para oír predicar a Santo Tomás de Villanueva, le avisaron que
bajase a ponerse en el púlpito, que estaba allí su majestad. El santo
respondió: «Decid al señor que si bajo luego, no puedo predicar;
y si he de predicar, no he de bajar luego, porque estoy estudiando
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la palabra de Dios, con la que he de adoctrinar, como ministro
suyo, al pueblo». Oída esta respuesta les pareció insolente a las
personas que acompañaban al Rey. Pero la prudencia cristiana del
monarca, les corrigió diciendo: «Eso que a vosotros os escandaliza,
a mi me edifica; baje cuando quisiere FrayTomás, que yo aguardaré
gustoso».

El hombre del que más admiro su talento, es San


Agustín. No solamente como santo y doctor de la Iglesia,
sino como pensador, filósofo y escritor. Es de notar que ya
fueron editados por la BAC 24 volúmenes manuscritos en
piel. Y lo que más increíble me parece es que sobre la
Santísima Trinidad nos dejó tres libros voluminosos. Y hay
una frase que sólo se puede comprender a la luz del
Evangelio: «El cristiano que no es apóstol es apóstata».

Pero no hay que asustarse. Dios nunca nos pide más de


lo que nos dio. Él se conforma con las buenas obras que cada
uno puede hacer conforme a los talentos recibidos. Y a todos
los cristianos nos invita a ser luz y sal de la tierra, porque si
gratis nos ha sido dada la gracia espiritual, gratis la tenemos
que difundir en las almas que no la tienen. Y la forma de
conseguirlo es tan numerosa que cien ejemplos serían muy
pocos para demostrarlo.

El que contribuye con sus ganancias para saciar el hambre


de los pobres, el que no tiene dinero y visita a los enfermos, el que
está en una silla de ruedas haciendo oración por el bien de su
prójimo, el que vive muy ocupado en sus quehaceres y lo hace
todo con el amor yla honradez que requiere una conciencia limpia;
todo en suma, es apostolado.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 13-Marzo-1997

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145.- ¿ES DURO EL EVANGELIO?

Desde hace unos veinte años nos reunimos en un piso


todas las semanas para comentar el Evangelio que
corresponde a cada domingo. Y si sumamos los dos grupos
que venimos orientando en las horas de la tarde, el número
de fieles viene rondando los 35. El estudio y meditación de
la Buena Nueva se viene haciendo con una semana de
antelación, y cada devoto lo descifra en voz alta conforme
al criterio o inspiración obtenida.

En estos grupos abigarrados toman asiento gentes


sencillas y humildes. También nos encontramos con
abogados, ingenieros, profesores, pintores tan famosos
como lo fue Antonio Rodríguez Sampedro, y algunos
catedráticos. Y lo más curioso es que no pocas veces son
los más modestos los que consiguen revelar lo que se oculta
a los sabios y entendidos.

En lo que sí coinciden casi todos es en la dureza o


rigurosidad de los Evangelios. Y esto es algo que nadie lo sabe
en aquella congregación; todos lo ignoramos porque nadie lo
vive literalmente como Cristo nos manda. ¿Quién ama al
prójimo como a sí mismo?. ¿Quién si le piden la túnica entrega
también el manto?. ¿Quién si le pegan en una mejilla le vuelve
la otra?. ¿Quién da a todo el que le pide?. ¿Quién consigue
evitar todo vocablo ocioso, aún sabiendo que por nuestras
palabras seremos juzgados justos o condenados? (Mateo c12,
v36). ¿Quién consigue erradicar el «yo» y negarse totalmente a
sí mismo? (Mateo c16, v24, Marcos c8, v34, Lucas c9, v23).

Pues todo esto lo han llevado a la práctica muchos santos,


místicos y taumaturgos. Y todos estos señores que han sido
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hombres como nosotros, han convenido en que el Evangelio
no es duro ni rigorista. Y éstos son los únicos que tienen facultad
experimental para saberlo. ¿Cómo podemos saber nosotros la
sensación que siente nuestro cuerpo sumergido en el agua si
nunca nos hemos bañado?.

Y si Jesús nos dice: «Venid a mí todos los que estáis


cansados y afligidos que Yo os aliviaré, porque mi yugo es
suave y mi carga ligera» (Mateo c11, vv28-30), no podemos
poner en tela de juicio sus palabras, so pena de desmoronar
todo el contenido del Evangelio.

Pues si siendo Dios ha faltado una vez a la verdad, no


encontraremos impedimento para saber que todos los
creyentes estamos siendo engañados. Acerca del Evangelio
sólo existen dos opciones: postrarse de rodillas, bajar la
cabeza, creerlo todo, o erguir el cuerpo y la cholla, unir el
egocentrismo y el «yo», y negarlo todo, ¿y después...?.

Hablando con una persona que vive literalmente el


Evangelio -sor Lucía (la vidente de Fátima)-, se me ocurrió
decirle que la Buena Nueva era muy dura, y después de
reflexionar unos segundos me dijo: «No me gusta oír esa
frase, Antonio, el Evangelio no es duro, la dureza está en el
corazón del hombre que no se determina a vivirlo como Dios
nos manda, porque está pegado como la lapa a los placeres
mundanos y no piensa en la eterna felicidad que nos espera
si cumplimos sus preceptos».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 13-Marzo-1997

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146.- GADAFFI Y EL PAPA

Nadie ignora que el dictador libio -Muamar el Gadaffi-


, es el patrocinador del terrorismo internacional. Y todos
sabemos que Juan Pablo II es el defensor paladín de los
derechos humanos y de la libertad. Esta disparidad
desmedida entre dos personajes tan desemejantes, no ha
sido suficiente para que la Santa Sede estableciera
relaciones diplomáticas con Libia.

Pero las decisiones del Vaticano siempre han tenido


detractores destituidos del sentido evangélico que ilumina
al Santo Padre en todas sus actuaciones, y como Jesucristo
no ha venido a curar a los sanos y sí a restituir la salud a los
enfermos, Muamar el Gadaffi necesita ser tratado de una
dolencia psíquica que ha causado un sinnúmero de víctimas
inocentes.

Y este diagnóstico diplomático se lo irá recetando


paulatinamente Karol Vojtyla a través del nuncio español
monseñor José Sebastián Laboa. Pero las críticas de
Washington no se dejaron esperar: «No estamos de acuerdo
con quien establece relaciones con un país que subvenciona
el terrorismo», declaró el portavoz de la Casa Blanca.

El presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, está


bueno para callar, si tenemos en cuenta que continúa vetando
la ley que impide el aborto por decapitación. Pues se trata
de un infanticidio supersalvaje para los niños que abortan
con más de seis meses de gestación, porque consiste en
atrapar con una tenaza los pies del niño y sacar a
continuación las piernas, el tronco y los brazos. Y cuando
sólo queda la cabeza en el canal del nacimiento, el abortista
364
le agujerea la nuca con unas tijeras curvas que retuerce para
agrandar el agujero e introducir un tubo de succión que
aspira su cerebro.

Por eso nos ha dicho el nuncio referido que «si sólo


se tiene en cuenta los atentados a la vida, tampoco
tendríamos relaciones con Estados Unidos». De todo lo que
venimos comentando se deduce algo que nos parece muy
importante: En el papado de Pablo VI, (al que admiro como
futuro santo), el número de representantes diplomáticos
acreditados en el Vaticano era de 74, y actualmente ya
cuenta con 165.

También nos dicen que Juan Pablo II viajará a Cuba el


próximo mes de enero. Fidel Castro parece estar seguro de
que abriéndole una puerta a la Iglesia encontrará pingües
beneficios. Pero los precedentes históricos nos dicen que el
férreo dictador cubano puede entrar en el grupo de los
derrotados. Es de notar que donde el Papa ha ido, los tiranos
han tenido los meses contados. Chile, Paraguay y Polonia son
buenos ejemplos.

Y como el actual Pontífice es un hombre ingente y un


santo gigante, bien zarandeado por los nazis y los dictadores
comunistas, sabe muy bien lo que tiene que hacer para llevar
la libertad donde reina la tiranía, y substituir a Lucifer con
la presencia de Cristo. Cuando tengas un adversario, inclina
tu busto hasta el suelo, déjalo cabalgar sobre tí, levántate
con él encima y lo llevarás donde quieras.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 19-Marzo-1997

365
147.- DON Y MISTERIO

Así se titula la autobiografía de Juan Pablo II. Sólo


cuatro horas de lectura selecta y florida con garra cautivante
del ánimo y de la voluntad. El forcejeo de las desventuras
que siempre han circundado a este hombre, sólo le han
servido para ejercitarse en la santidad y saber que con Dios
todo es posible.

Cuanto más arreciaba la tragedia de las guerras y la


orfandad en que se encontraba después de haber perdido a
sus padres y hermano, más encendida se encontraba su alma
para hacer el bien y consagrarse a Dios.

Por eso nos dice que en su conciencia se manifestaba


cada vez más una luz: «El Señor quiere que yo sea sacerdote.
Un día lo percibí con mucha claridad: era como una
iluminación interior que traía consigo la alegría y la seguridad
de una nueva vocación. Y esta conciencia me llenó de gran
paz interior».

Con frecuencia se preguntaba el porqué no había


perdido la vida como tantos coetáneos. Pero siempre se
encontraba seguro de que no existe la casualidad fortuita,
exceptuando el pecado, todo viene de Dios. -Nos dice.

Juan Pablo II se dio cuenta de que en el contexto de


los grandes males que le acechaban existía el bien que se
iba incubando en su alma para combatir la maldad de tantos
hombres.

Este libro sencillo y piadoso nos da cuatro ejemplos


fundamentales: la llamada acuciante a los presbíteros para
366
que busquen y encuentren el camino de la santidad a la que
han sido llamados, el temor de Dios, el don excelente del
sacerdote y el misterio de la vocación.

Karol Vojtyla está convencido de que el sacerdote


realiza una parte esencial de su misión en el confesonario, y
entiende que las absoluciones colectivas están destituidas
de sentido y taxativamente prohibidas por la Iglesia, por
más carencia que haya de sacerdotes.

Es verdad que existen rarísimas excepciones: un barco


que se encuentra naufragando con sus pasajeros, pueden ser
absueltos de sus pecados sin la confesión individual, pero han
de hacer la confesión normal si salvan la vida.

También cita como ejemplo para todos los sacerdotes la


figura de San Juan María Vianney, más conocido como el Santo
cura de Ars. El que se pasaba más de diez horas diarias en el
confesonario ayunando continuamente. El mismo que le enseñó
a besar la tierra, después de leer su biografía.

Asimismo nos habla de la especial conveniencia del


celibato para que todos los sacerdotes sientan la necesidad
de entregarse fervientemente a la oración, al servicio de los
fieles y a la meditación. El Papa entiende que la oración
hace al sacerdote y el sacerdote se hace a través de la
oración. Y termina diciendo: «Los frutos duraderos de los
esfuerzos pastorales nacen de la santidad del sacerdote.
¡Este es su fundamento!».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 20-Marzo-1997

367
148.- LA IGLESIA

Tenemos un diario regional que constantemente


permite vilipendiar a la Iglesia con cartas que aluden al
inquisidor Torquemada y a otros personajes siniestros,
mientras nos consta que la mayor parte de las réplicas las
echan a la papelera. También la TV acoge cariñosamente a
los disidentes del cristianismo para difamar a los católicos.

Son contadas las entidades que han tenido más


detractores que la Iglesia católica, y me atrevería a decir
que no existe una asociación en el mundo que haya hecho
tanto bien a la Humanidad como esta Congregación. No se
trata de tintar de blanco a las ovejas negras que dan acceso
a los maldicientes que la abominan. Nosotros también
conocemos a Torquemada, el inquisidor y confesor de los
Reyes Católicos. Pero es de notar que han pasado 577 años
después de los desmanes cometidos por el que apenas llegó
a ser prior del convento de Santa Cruz, en Segovia.

Y es de tener en cuenta que el contenido angelical y


sublime del Evangelio, el amor y la perfección justiciera que
en él se condensa, me temo que todavía no haya sido
dilucidada en toda su plenitud hasta hoy. Siendo así, ¿qué
podríamos decir de la interpretación que se hacía en los
primeros siglos del cristianismo y en el año 1420, cuando
Torquemada condenaba a los detractores de la Iglesia y
expulsaba a los judíos de España, sirviéndose de los Reyes
Católicos?.

Parangonemos el Estado del Vaticano con los


gobiernos de todas las naciones y veremos dónde está la
paz, la justicia, el perdón, los derechos humanos, la caridad,
368
la mansedumbre, la idoneidad gratuita, la obediencia, el
entendimiento de hombres inermes, la libertad que cada fiel
o clérigo puede tomar por su cuenta sin otra punición que
no sea la que del cielo viene. Hagamos una recopilación de
los cientos de miles de santos y mártires y de su labor
caritativa y apostólica.

Veamos también la calma, el sosiego y la tranquilidad


con que se vienen sucediendo los máximos gobernantes de
la Iglesia (los Papas), y parifiquemos la sucesión de la madre
Teresa de Calcuta, entregando las llaves de las 448
fundaciones en ciento tres países, el gobierno de cinco mil
monjas, el poder sobre 400.000 seglares que colaboran con
la obra, y un sinnúmero de hospitales y colegios que han
pasado a las manos de la hermana india llamada Nirmala,
mientras las dos santas sonríen, prometiéndose mutuamente
elevar rogativas a Dios la una por la otra. ¿Sucede algo
parecido con las autonomías exacerbadas y las transiciones
de gobiernos?.

También nos parece ejemplar que entre los cuatro mil


obispos que tiene la Iglesia Católica, nunca se haya oído
decir que un prelado usurpara riquezas, pese a los cientos
de millones que todas las diócesis reciben anualmente, ¿se
puede decir algo parecido de los políticos que nos impiden
las clases de religión?.

Por todo esto y por lo que no encontraría espacio


suficiente en cien mil folios, se dice que la Iglesia es Santa,
Católica y Apostólica. Y esas nimiedades con apariencia
escandalosa que nos meten en los hogares sirviéndose de
la TV, y aprovechando la estolidez de algunas ovejitas

369
negras, no es más que picaresca y sadismo, es decir, envidia
que sienten por el bien que otros hacen.

Y estoy bien seguro de que quien vilipendia a la Iglesia


y no quiere ver tanto bueno como siempre ha hecho -y se
dice católico-, está destruyendo su propia fe y pasando al
grupo de los pseudo cristianos. Pues nadie con buen sentido
puede ensuciar el único plato que tiene para comer y salvar
su alma.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 22-Marzo-1997

370
149.- RÉPLICA A DON DIEGO TEJEDO

«Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron.


Mas a cuantos le recibieron dioles poder de venir a ser hijos
de Dios, a aquellos que creen en su nombre» (Juan 1, 11 y
12). Esto es lo que dice el Mesías a través de su discípulo
predilecto y del evangelista más profundo. Dicho esto, si
cree el señor Valdés que se puede recibir a Cristo con un
caldero en la mano cargado de despojos humanos después
de atocinar a un niño en el seno materno, es claro que Jesús
ha faltado a la verdad, y los que la poseen son los ateos y
los criminales.

Y no me refiero únicamente a los ejecutores de las víctimas,


no. También son copartícipes los que conscientemente han dado
su voto a los que previamente nos prometieron el aborto cuando
llegaran al poder. Igualmente los que hacen apología del
infanticidio, como lo estamos viendo en su malaventurada
carta (7-2-97). Siento dejarle en el nefasto lugar que le
corresponde. Pero mi conciencia cristiana me incita a llamar
a las cosas por su nombre.

No tiemble, señor Valdés, no tiemble. No tenga miedo


a los que pueden quitarnos la vida del cuerpo. Vivir unos
años más no tiene tanta importancia. Mas bien debemos de
temer a los que pueden matar nuestras almas. A Juan el
Bautista -el más grande de los nacidos de mujer-, le cortaron
la cabeza por decir que no le era lícito al Rey Herodes
adulterar, y ya quisiéramos, usted y yo, salir de la tierra
con la cabeza cortada y llegar inmediatamente a la gloria
prometida. No soy valiente, no. Pero mientras haya un
periódico democrático que acepte las verdades de Cristo,
las iré diciendo.
371
Bien sé que sólo Jesucristo está en posesión de la
verdad, y también todos cuantos fielmente le siguen y
reproducen sus palabras, las que han salido de la boca del
Señor. Yo no desprecio ni juzgo a nadie, pero le hago saber,
nuevamente, que los que desdeñan o rechazan a Cristo, son
hombres endemoniados y peligrosos para la sociedad,
po rq ue J es uc ri s t o es e l R ey d e l a v er da d, d e l a
mansedumbre, de la pedagogía, de la psicología, de la
caridad, del perdón, de la solidaridad, el defensor de los
pobres, de la justicia y de la paz. Y el que todo esto opugna
es indigno de vivir en la sociedad humana, sea de izquierdas
o sea de derechas.

No le devolveré la ignorancia que me imputa. Y teniendo


en cuenta su juventud y el ambiente antirreligioso que lo habrá
circundado, comprendo su estolidez e insolencia. Soy el
cuarto de 13 hermanos y, considerando el ambiente
corrupto, hedonista y pernicioso que se vive en España,
después de la muerte de nuestro Caudillo, pienso que si a
mi buena madre la hubieran educado como a usted, y las
leyes franquistas no existieran, también yo y mis hermanos
hubieramos podido ser abortados.

Dicho esto, es bien posible que a ese hombre honrado


y poco distanciado de los justos, le deba mi vida (¿no le
estará usted debiendo la suya también?); y como dice que
es de bien nacidos ser agradecidos, tengo que agradecerle
siempre el no haber permitido que los verdugos sin
conciencia y sin Dios terminaran con mi existencia antes de
nacer.

¿No le duele esa gran parcela de juventud que se


encuentran involucrados en la droga que nunca existió en
372
España en vida de Franco? ¿No le conmueven los miles de
matrimonios rotos que hacen víctimas a sus hijos por faltar
las leyes del franquismo? ¿No se lamenta por las miles de
empresas que los socialistas llevaron a la bancarrota dejando
dos millones y medio de parados que ahora están
mendigando en las puertas de los templos de la Iglesia
católica que usted vilipendia en su carta?.

¿No le da lástima esas jóvenes que llegan a las clínicas


privadas con gran tormento para poner fin al ‘nasciturus’
con seis meses de vida? ¿No le parece execrable que esos
facultativos les digan que con tres meses de embarazo tienen
que pagar 50.000 pesetas, y con seis meses de gestación
les pasan la cuenta de 80.000?. ¿No le arguye la conciencia
al ver las riquezas multimillonarias que han sido usurpadas
por muchos socialistas sabiendo que sólo uno -o tres- se
encuentra en la prisión y nadie devuelve un duro? ¿No le
parece injusto que el partido que dice defender a los pobres
haya permitido que 600 firmas y familias millonarias se
guardaran 200.000 millones en el bolsillo impunemente?.
¿No le apena que no podamos andar por las calles
libremente a causa del latrocinio y los miles de atracos que
diariamente se cometen en España después de la muerte de
Franco?.

¿No se le arruga el corazón al saber que gentes de


otra izquierda, como la que usted defiende, sacaron las
espadas teñidas de sangre después de asesinar vilmente a
más de 200 santos que ya están beatificados, sin otro motivo
que no fuera el de creer en Jesucristo y seguir sus huellas?.
¿No se enternece al ver las calles y plazas del País Vasco y
tantas otras regadas con sangre de caballeros que han
dejado a sus queridos hijos y esposas enlutados para toda
373
la vida por falta de la justicia de Franco?. ¿No tiene usted
conciencia?. ¿No la escucha?. ¿O es que se la han
embotado los que nunca la tuvieron?. Imaginemos, usted y
yo, a nuestros hijos, hermanos o padres tumbados en la
calle por la explosión de un coche bomba o con un tiro en
la nuca, y ya verá como decimos: ¡Viva Franco y su justicia!.

ABC de Madrid es quien nos ha dicho que Franco


llevaba la espada más limpia del mundo. Yo no sé si llegaría
a tanto. Pero lo cierto es que Franco no tenía cuentas en
Suiza, ni construía chalets millonarios para él, tampoco tenía
concubinas. También sé que nunca dio un cargo de
responsabilidad a nadie que viviera separado de su esposa
o fuese adúltero conocido, porque esos desmanes no tienen
cabida en la religión cristiana. Y para los ateos, con todos
mis respetos, y sabiendo que algunos son mejores que tantos
pseudo cristianos, les reproduzco lo que dice un hombre
del mayor prestigio histórico que tenemos:

Dice LA BRUYÈRE: «Quisiera que quien niega a


Dios, fuese un hombre sobrio, moderado, casto, justo; al
menos este hablaría desinteresadamente. Pero ese ateo no
existe». Terminaré diciéndole que no soy del Opus Dei ni
tengo nada en contra de esa Obra. Le saluda fraternalmente.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 25-Marzo-1997

374
150.- UN SACERDOTE ME INFORMÓ

Es un misionero que viene de Santo Domingo. Su


caridad filantrópica le impele constantemente a visitar las
prisiones de la isla. «Son almas en pecado -nos dice-, y hay
más alegría en el cielo por pecador arrepentido que por cien
justos». Amado Sebastián es un hombre de Dios y sólo mira
el lado bueno de cada persona. Entra en una cárcel y
encuentra a dos delincuentes en una misma celda. Les lleva
algunos obsequios y les habla de un Evangelio que les
favorece. Uno de los reclusos recibe alegremente la palabra
de Dios.

El otro la rechaza. Se pasa las horas mirando desde


aquella ventana. Sólo mira al suelo y se fija en el camino
surcado por las ruedas de un camión embarrado. Lodo
glutinoso. Se le entristece el alma y se aparta displicente de
la ventana, exclamando: «¡Qué asco! ¡Cuánto barro!».
Quiere mirar sin ver; todo es tristeza. Él no siente culpa de
nada. Es la sociedad responsable de todo. Un mundo
injusto. Dios no puede existir. Por unos atracos cometidos
no puede estar allí tres años. Reniega de la vida y de Dios.

Su compinche recibe las palabras evangélicas que el


buen sacerdote le profiere. Se postra de rodillas y reza el
rosario que va desgranando el clérigo piadoso. Después se
pega a los barrotes de la ventana. Contempla el silencio de
los campos y bosques. Levanta los ojos al cielo tachonado
de estrellas y se siente arrobado: «¡Qué bonito atardecer!
¡Cuánta estrella! ¡Bendito sea Dios y su creación! ¿Por qué
habré robado?. Este mes de julio quiero vivirlo enamorado
del Corazón de Jesús, el que ¡tanto nos ama!».

375
Al misionero ya no le preocupa el confeso. Es un
prosélito más que Dios ha llamado a su Reino. Pero le
obsesiona el delincuente ateo y renegado. Prosigue sus
visitas a la celda. Ahora ya tiene un apóstol conviviendo
con el apóstata. Es una gran ayuda. Entre los dos lo
convertirán. El misionero continua frecuentando la celda y
agasajando a los malhechores. También rezan el rosario
mientras el desalentado sigue mirando el barro. Ha pasado
un mes más y todo sigue igual.

El sacerdote hace rogativas en cada misa que celebra


por el pecador impenitente. Y vuelve a la celda, vuelve a
obsequiar al delincuente ateo. Le pide atención un momento.
Le expone con todo detalle la pasión de Jesús. Le expresa
la actitud de los dos ladrones que fueron crucificados con
Él. Al malhechor se le llenan los ojos de lágrimas y se dispone
a rezar el rosario con ellos. Ya no mira al barro, se confiesa
y se siente culpado de todo. Once meses después -gracias
a la buena conducta que adquirieron y al esfuerzo testimonial
del sacerdote- consiguen la libertad y se adhieren a las
misiones como hermanos legos.

Si todos los seglares y sacerdotes hiciésemos una


labor tan caritativa como este misionero, cambiaría el mundo
y el infierno cerraría sus puertas.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 25-Marzo-1997

376
151.- SER CRISTIANO

C o mo e l a u t o r d e l l i b r o e s c r i b e c o n v a r i o s
pseudónimos, uno de sus artículos que fue publicado con
el nombre de su esposa, Julia García García, recibió una
réplica de don Alfredo Villamil, y Antonio Colao Granda
entra en defensa de su esposa y del artículo que él mismo
había escrito, lo que se puede ver a continuación:

Con este mismo título encontró lectores la carta (4-


3-97) de don Alfredo Villamil. También fue publicado (27-
1-97) y controvertido el escrito de doña Julia García García,
con numerosas verdades bien documentadas y bien
elaboradas con su pluma rútila.

Desde hace muchos años vengo leyendo con


verdadera fruición los escritos de doña Julia en los cuatro
periódicos regionales, y más de una vez he visto distribuir
fotocopias de sus cartas y artículos, pero nunca con tanta
afluencia como ha promovido el escrito que ahora le replica
don Alfredo, sin que este buen señor haya encontrado
respuesta para los interrogantes que más nos interesan a
los cristianos.

Es de notar que una señora importante en la Adoración


Nocturna de Gijón, ha tenido a bien el hacer mil fotocopias
de un escrito que doña Julia publicó en LA NUEVA
ESPAÑA, en defensa de las Dominicanas de Sotrondio. Y
es que la verdad y la buena moral se imponen y nos
embelesan a todos los que conocemos los frutos del bien.

Me consuela un poco la carta de don Alfredo porque


lo encuentro más acatante a las contundentes verdades que
le expuso doña Julia, y me permito decirle que nadie tiene
377
derecho a defender a los pobres si antes no viene
desembolsando un mínimo del diez por ciento de sus ingresos
en favor de los mismos. Tampoco tiene facultad razonable
para entrar en una iglesia el que no colabora con el
gastamiento que todos los templos tienen encima
diariamente.

Yo soy partidario de la doctrina económica comunista,


don Alfredo, y en segundo lugar del sistema económico
socialista. Pero jamás podré posponer la salvación de mi
alma a los intereses económicos, y menos aún, sabiendo
que comunistas y socialistas -conforme al dictamen de Pablo
VI- son de la misma sangre con distintos matices.

Y esa pléyade de intelectuales altruistas y humanitarios


que usted menciona, no puede desjuntarla de los diputados,
senadores y ministros con sus presidentes a la cabeza que,
todos juntos, pidieron con gritos estentóreos que fuese
aprobada una ley que permitiera el aborto libre. Pero si
usted se empecina en votarlos para que el infanticidio se
lleve a la práctica, cuentas le pedirá Dios dentro de poco.

Cierto es que aumentaron las pensiones a los más


desvalidos, pero ya se ha dicho que la deuda pública
asciende a 50 billones de pesetas, y el débito de las
Autonomías y Ayuntamientos supera los 8 billones. Esto
quiere decir que si los socialistas continuaran en el poder,
las pensiones terminarían siendo suprimidas por falta de
recursos.

Entretanto, la derecha que nos gobierna y no quiero


ni verla por consentir los tres supuestos del aborto, les ha
propinado a los pensionistas más desvalidos una pensión
378
más segura que en los años de sus predilectos felipistas y
con mayor poder adquisitivo para todos los españoles, si
tenemos en cuenta que ha sido domeñada la inflación.

El joven rico que menciona usted en el Evangelio de


San Marcos, estaba poseído de ser un buen cristiano, y el
que se enfrenta con Jesús termina contrito y humillado con
el engreimiento por los suelos. Pero es de notar que se
trataba de un chico soltero. Pues el que tiene una familia a
su cargo no puede darlo todo y ser un fardo pesado para
los demás. También reproduce usted las palabras de San
Marcos diciendo que es más fácil entrar un camello por el
ojo de una aguja, que entre un rico en el Reino de Dios.

P ero i gnora que es t e Eva ngel i o es t á s i endo


interpretado peyorativamente por muchos clérigos y por
otros muchos que envidian la riqueza porque no han sido
bendecidos con los bienes que Dios concedió a tantos fieles
predilectos suyos.

Es de notar que en aquellos tiempos había en Jerusalén


grandes apriscos para guardar los camellos al anochecer, y
en estos rediles, llamados agujas, había un portón con gran
abertura para entrar y salir los artiodáctilos, y una
portezuela, llamada ojo, para entrar y salir los pastores, y
por este «ojo de la aguja» conseguían algunos rumiantes
abajar la giba y evadirse, lo que difícil resultaba.
Pero el Evangelio sigue diciendo que para Dios todo
es posible, es decir, la salvación del rico. Pero este párrafo
último del Evangelio no lo menciona don Alfredo, por eso
doña Julia le dice que es un hombre astuto. Y astuto quiere
decir -y dice el Diccionario de la Lengua Española- agudo,

379
hábil para engañar o evitar el engaño o para lograr
artificiosamente cualquier fin.

Pero eso de pillería y zorrería que usted le atribuye a


la palabra «astuto» no existe en mis diccionarios.

Espero que don Alfredo conozca el Evangelio del


administrador infiel (San Lucas 16, 1-9). Aquel que para
granjearse el voto y el aprecio de los deudores, les cambiaba
los documentos legales que tenían con las deudas
correspondientes y les hacía otros usurpando las riquezas
de su Señor. ¿No habrá ocurrido algo parecido con los
socialistas administradores de nuestros ahorros y con las
riquezas que tantos usurparon?.

Le saluda fraternalmente el que siempre será un


auténtico comunista, cuando estos hermanos cumplan con
todos los preceptos de Jesús. Esto es ser cristiano.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 27-Marzo-1997

380
152.- LUCÍA CUMPLIÓ 90 AÑOS

La vidente de Fátima ha cumplido 90 años el pasado


día 22 de marzo. Actualmente disfruta de buena salud. Un
poco aquejada de artrosis le viene estupendamente para
adicionar las molestias a las penitencias que fueron
convenidas cuando la Virgen les preguntó a los tres pastores
si estaban dispuestos a sacrificarse por la conversión de
los pobres pecadores. Lucía, Jacinta y Francisco las
aceptaron buenamente y dormían con cuerdas ceñidas a las
piernas y a la cintura.

Treinta días después, la Virgen les volvió a visitar


diciéndoles que Nuestro Señor estaba satisfecho con las
mortificaciones y ayunos que practicaban durante el día, y que
no turbaran el sueño con las disciplinas de la noche. Lo que sí
les reiteró la Virgen ha sido el rezo del santo rosario.

Esa oración maravillosa en su sencillez y profundidad;


en la que tanto se repiten las palabras que la Virgen María
oyó del Arcángel y de su prima Isabel. Pues en la
profundidad de la palabra «Ave María» pasan ante los ojos
del alma los episodios principales de la vida de Jesús. Por
eso toda la Iglesia está asociada al rosario y Juan Pablo II
reza las tres partes todos los días.

La devoción a María es una gracia especialísima. Para


mí la Virgen es la secretaria de Dios. Dejando de lado las
múltiples apariciones que están reconocidas por la Iglesia,
quiero hacer hincapié en los seis viajes que María hizo a la
tierra de Fátima, y no solamente por el progreso económico
que se extendió sobre una montaña yerma y agostada,
convertida actualmente en una nueva población cosmopolita
y millonaria con las divisas que llegan de todas partes del

381
mundo en los bolsillos de los seis millones de peregrinos
que visitan uno de los santuarios más famosos del mundo.

Lo más importante son los millones de almas que se


habrán salvado y continuarán salvándose hasta el fin de los
tiempos; gracias a los mensajes de la Virgen y a las
Memorias de Lucía. Sí, querido lector, donde la Virgen pisa
la Tierra, sus huellas imborrables son perpetuas, porque los
hijos de María -de generación en generación- jamás se
olvidan de su Santa Madre, y allí, en el lugar designado por
Dios para recibirla en la Tierra, llegan las almas buenas
gimiendo y llorando en busca del consuelo que sabe dar
María y los hombres no damos.

Retornando al aniversario de Lucía, sabemos que no


ha sido festejado por deseo expreso de la vidente, pues
todo se ha circunscrito a una misa concelebrada por sus
cuatro sobrinos sacerdotes y una audiencia que les concedió
a los sobrinos directos, mientras un sinnúmero de parientes
que asistieron a la ceremonia religiosa no han tenido acceso
al locutorio donde tras las rejas dialogó con los sacerdotes
referidos.

Terminaré diciendo que Lucía viene escribiendo su


diario desde hace muchos años. Esta orden le fue dada por
la Santa Sede. Y los que sobrevivan a la vidente, tendrán el
placer de leer todos los volúmenes que deja escritos con
múltiples mensajes de la Virgen y numerosas apariciones
de María y revelaciones divinas que no puede divulgar
mientras viva. Y ante la insistencia de conocerla
personalmente numerosos parientes, les contestó: «No tengo
tiempo para perder. Necesito hacer mucha oración y tengo
mucho trabajo de que ocuparme».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 27-Marzo-1997

382
153.- LO QUE DIOS QUIERA

Todavía se reza mucho en España. En la iglesia que


yo frecuento, el más joven de los clérigos es octogenario.
Allí sólo se habla del Evangelio, de Jesucristo y de la Virgen,
de política no se dice nada.

Se pide para que los gobernantes tengan buen juicio,


idoneidad y mucha honradez, pero como son tantos los
repúblicos y mandatarios políticos que llevan el demonio
dentro y tan pocos los que pedimos a Dios, pueden más
que nosotros. Siguiendo con el mismo tema, he de proferir
que en aquel acto tan respetable que representa una multitud
de pocos jóvenes y muchos hombres acartonados y señoras
enjutas, he podido encuestar que más del noventa por ciento
de las rogativas se van al cielo implorando el bienestar
terreno y la buena armonía entre los familiares.

También se pide mucho por la conversión de los hijos


y nietos, porque el converso ya no vuelve más a la droga y
al hedonismo, ya no lo casan los alcaldes ni aborta a los
hijos, es decir, que se hace distinguido en la vida pública y
privada. Lo que no entiendo muy bien, es que no sabiendo
ni el día ni la hora de cuándo llega el ladrón (San Mateo
c.13, v.32; y c.25, v.13), no se rece más por el futuro de la
eternidad, sabiendo que apenas nos queda un soplo de vida
comparado con lo infinito.

Y es que en este mundo nadie es tan viejo que no


considere posible el seguir habitando en la tierra unos años
más. Al que tiene 60 le parecen ancianos los de 70, al que
tiene 70 le parecen mayores los de 80, y el que tiene 80
cree que la decrepitud viene de los 90 en adelante, y así
383
vamos viviendo descuidados de lo más importante: la
salvación.

Por eso conviene mucho leer las cartas de San Pablo


a los Corintios, pues en la 1ª, capítulo 15, versículo 19,
nos dice algo sobre el tema que nos ocupa: «Si sólo mirando
a esta vida tenemos la esperanza puesta en Cristo, somos
los más dignos de compasión de todos los hombres». Y esto
es así porque la Palabra de Dios nos lo dice, y lo estamos
viendo al ser discriminados por un sinnúmero de progresistas
con el apodo de fachas y ultras.

También somos los más miserables al no poder


disfrutar de los placeres mundanos y de las riquezas que
algunos han ganado con el sudor de sus cuerpos o las han
heredado, y Jesús les sugiere que las acumulen en el cielo,
donde el orín y la polilla no las corroen (San Mateo c6,
vv19 a 21).

Por eso creemos que el noventa por ciento de nuestras


plegarias tienen que subir al cielo implorando a la
misericordia de Dios la concesión de un juicio benigno y
piadoso. Creo que tenemos que circunscribir la mayoría de
nuestras plegarias en el Padrenuestro: Hágase tu voluntad y
que sea lo que Dios quiera.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 2-Abril-1997

384
154.- LOS MILAGROS

Parece algo así como si los tiempos de los milagros


terminaran. Si descartamos los 122 prodigios reconocidos por
la Iglesia en el santuario de Lourdes y algunos que han sido
comprobados en Fátima, sólo nos quedan los que la ciencia
médica viene confirmando con pacientes terminales que
imploraron con mucha fe la intercesión de siervos de Dios en
proceso de beatificación, y que posteriormente fueron
beatificados, gracias al acto del poder divino que les ha restituido
la salud y se ha evidenciado en Roma.

Pero aquellas legiones de místicos y taumaturgos que


vivían en contacto auditivo con Jesús, domeñaban a las fieras y
resucitaban a los muertos no los tenemos ahora, tal vez esto
suceda por la permisividad que se concede en los conventos, y
también en las cartujas y en las trapas, pues las Constituciones
que dejaron escritas los fundadores ya no se ajustan literalmente
al Evangelio por haber sido reformadas en beneficio del
bienestar corporal. Y si las que se mantienen intactas no se
cumplen, pero que peor.

Arguye este preámbulo en mi mente después de leer una


historia prodigiosa bien documentada. Vivía en Roma un ciego
de nacimiento, con muy clara visión de la fe católica. Devotísimo
de la Virgen. Había en la Ciudad Eterna un sinnúmero de judíos
que negaban la existencia de Dios y la virginidad de María. Y
como el invidente se había consagrado a María desde su
infancia, los judíos lo llamaban el hijo del pecado. Yeste hombre
piadoso con más fe que un grano de mostaza, se presentó en
una asamblea judaica. Allí resolvió con acierto sobrenatural
todas las objeciones que le presentaron los judíos y consiguió
silenciar a los adversarios.
385
Movido por inspiración divina y con suma confianza en
María y Jesús, les dijo: «¿Qué haríais si pasados tres días la
Santísima Virgen obtuviera de su Hijo la curación de mi
ceguera?» -Muy bien -respondieron los judíos-. Desde ahora
empeñaremos nuestra palabra, pues si en nuestra presencia te
dieran la vista, nos haremos cristianos y confesaremos que
Jesucristo es el Hijo de Dios y María su divina Madre.

El ciego les pidió a los judíos que comparecieran todos


el día de la festividad de la Purificación de Nuestra Señora -
tres días después-, en la Iglesia de Santa María Della Rotonda,
donde serían testigos del prodigio sobrenatural.

El ciego se hizo conducir a la presencia del Sumo Pontífice


(Bonifacio IV -608-615), y después de relatarle el compromiso
que con él habían contraído los judíos de convertirse si vieran
su curación, el Papa conoció por inspiración divina que Dios
quería servirse de aquel ciego para terminar los tumultos y
controversias en la ciudad romana.

Llegado el día señalado, en presencia de todos los judíos,


y desde el altar de la Virgen María, el ciego, apoyado en su
bastón, entonó con voz fuerte: «¡Alégrate Virgen María!».
Apenas había terminado el canto de la antífona, cuando, a la
vista de toda la multitud quedó enteramente curado de su
ceguera. El engaño era imposible. Todos estaban convencidos
del milagro y los judíos se convirtieron al cristianismo. Estos
prodigios no los vemos ahora, nos falta la fe del ciego.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 3-Abril-1997

386
155.- PASÓ LA SEMANA SANTA

Nunca he visto tanta gente en las iglesias asistiendo a los


Oficios Religiosos que nos fueron descifrando la Pasión, Muerte
y Resurrección de Cristo. En los templos que visitamos era
necesario llegar con media hora de antelación para encontrar
asiento. Algunos sacerdotes tuvieron que retirar la Santa Cruz
que los fieles se hacinaban para besarla, pues las filas eran
interminables, sugiriéndoles que lo hicieran después de terminar
la ceremonia.

Los creyentes parecían comprender muy bien lo que Jesús


nos manda: «Venid a mí todos los que estáis cansados y
agobiados, que yo os aliviaré». Y esta evidencia más que el
Señor nos profiere, se constataba fácilmente en el semblante
de los fieles. Pues casi todos llegaban a la iglesia cabizbajos
por el peso de las cruces que cada uno lleva en el pensamiento
o sobre sus espaldas.

Y esto también incrementa nuestra fe; teniendo en


cuenta que nadie puede ser buen cristiano sin cargar con
las tribulaciones de cada día y negarse a sí mismo (Mt 16,
24; Mc 8, 34; Lc 9, 23). También nos confortaba ver cómo
las caras apesadumbrosas que fueron entrando en el templo,
se iban hora y media después con la cabeza erguida y el
rostro alborozado y casi jaranero.

Es claro que el agobio y cansancio encontraron asiento


y reposo en la omnipotencia de Jesús. Pero esta práctica
religiosa no podemos hacerla de año en año. Es necesario
ser cada día mejores y más agudos. Nuestra buena madre -
la Iglesia-, nos manda que asistamos a misa todos los
domingos y fiestas de guardar.
387
Ella sabe que Jesucristo puede con todas las penas del
mundo y quiere vernos alegres. También sabe que la jarana en
los bares y discotecas se muere y nos entristece más en el
momento que les decimos adiós a los que guardaron nuestros
ahorros en sus cajas, mientras que la estancia en los templos
nos alivia y consuela sin más desembolso que unas monedas
para resarcir el gastamiento de la Iglesia y socorrer a los pobres
que Jesús tanto ama.

Ya sé, ya sé que nosotros queríamos un Dios en los


cines, en los teatros, en los bares y en las discotecas. Un
Dios que nos diera perpetuamente la alegría que nos infunde
el alcohol, la droga y el juego ganancioso. Pero el Señor no
anda por ahí. Él nos espera en los templos guardado en el
sagrario. Y sólo entra con gracia divina en las almas que
cumplen sus preceptos.

Nuestros cuerpos son malos y tienen que fastidiarse. Lo


importante es el alma. Si ésta se encuentra limpia, nuestro espíritu
retoza. Esto no quiere decir que no comamos. El Jueves Santo
Cristo nos invitó a cenar con Él, a entrar en su casa, a ser sus
amigos. Él mismo nos ha lavado los pies y nos ha dado peces y
panes en abundancia.

Dejémonos consolar por Él. Dejemos que salve


nuestras almas. Apoyémosle con nuestras obras y palabras.
Seamos sus amigos. Merece la pena. Él nos invita y nos
quiere mucho. Y no ha venido a dar su vida por los justos.
La dio por mí, pecador, y por tí, pecante.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 5-Abril-1997

388
156.- GOBIERNOS SIN DIOS

Los gobiernos sin Dios son como las fuentes sin agua.
Primero aparece el moho y después las grietas. El moho
son los hongos que se adhieren al poder y van usurpando
las riquezas que otros ganaron con desvelo, tesón y trabajo.
Las grietas son las aberturas por donde entran las
aberraciones: el divorcio que divide a los hijos, les priva
del amor entrañable que tienen a sus padres y les conculcan
los derechos humanos, encauzándoles no pocas veces a la
desesperación y al libertinaje, y conduciéndoles al anarquismo,
a la droga y, necesariamente, a la delincuencia.

Después viene el hedonismo. Pues siguiendo el


ejemplo de sus progenitores, cambiando de mujer cuando
las pasiones de la carne llegaron al límite de vanas ilusiones,
sienten la necesidad acuciante de una concubina más
atractiva. Y es claro que este ejemplo aberrante les sirve
de lección a los hijos y a las nuevas generaciones.

A continuación viene el SIDA como corrección fraterna


que el buen Dios misericordioso nos impone para que
vayamos a Él en busca de consuelo y salvación, porque «no
sois vosotros los que vinisteis a mí, yo soy el que ha ido a
vosotros» (San Juan c15, v16).

Y como todos los seres humanos formamos parte del


Cuerpo Místico de Cristo, también los que no han cometido
pecado y viven dignamente son contagiados por el SIDA
para convertirse en víctimas propiciatorias. Después, los
parlamentarios sin Dios, nos presentan el drama de una
señora que se encuentra encinta con riesgo de muerte si no
se practica el aborto, y a los electores candorosos y buenos
389
les parece muy bien que se respete la vida de una madre de
familia y se ponga fin a la vida del feto.

Después, con la astucia avisada y sagaz de los hijos


de las tinieblas, nos dicen que los derechos humanos no
pueden consentir que una joven violada tenga que hacerse
cargo de un hijo que ha sido engendrado por la fuerza,
entonces, el violador que debiera de pudrirse en la cárcel,
consigue la libertad en pocos meses y el niño inocente es
víctima del verdadero reo, porque eso de esperar que llegue
el alumbramiento y adoptar al niño es muy latoso.

Después, los hombres malvados, nos dicen que


seamos humanos y demos muerte a los niños que
supuestamente presentan síntomas de anormalidad. Pues
estos no tienen derecho a vivir tampoco. Hay que
modernizarse, ser inteligentes y progresistas.

Después vienen las clínicas abortivas y privadas. Ahí


no cuentan los meses de embarazo; todo se resuelve con
las pesetas, y nadie les persigue porque la mujer es dueño
de su cuerpo, y como nosotras parimos y nosotras
decidimos, los padres de los niños tienen muchas
obligaciones con los hijos, pero no tienen derecho a
salvarles la vida. Y así se cumple la palabra que nos dio un
ex ministro socialista: «Nosotros vamos a gobernar como
si Dios no existiera».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 8-Abril-1997

390
157.- ASIGNATURA DE RELIGIÓN

Trece años se han pasado los socialistas tergiversando


razones evidentes para erradicar la Religión de las escuelas.
Y a pesar del esfuerzo que han hecho algunos diarios
progubernamentales y la televisión estatal para la
descristianización de los españoles, ahora nos encontramos
con que el 87% de los alumnos de centros públicos en toda
España eligen la asignatura de Religión. La encuesta que
nos informa ha sido presentada por el arzobispo de Madrid,
monseñor Rouco Varela.

Y ahora, ante la sentencia del Alto Tribunal, ha vuelto


hoy a los medios de comunicación lo de las Alternativas a
la Religión. Esto hace que sea sólo un 13% los padres y
alumnos que se sienten eufóricos y satisfechos, mientras el
87% deploran razonablemente la no evaluación de esas
materias que supone el dictamen. Está claro que no existe
una imparcialidad que los católicos haríamos un esfuerzo
para aceptarla como razonable, considerando la mentalidad
de los agnósticos y ateos.

Existe, sí, una adversidad manifiesta a las leyes


prodigiosas de Dios. Y esto lleva consigo el caos que no
dejará de extenderse en España y en el mundo, mientras no
se conceda prioridad a las clases de religión, ética y moral.
Pues en esas materias está el origen de la solidaridad, del
trabajo fecundo, del respeto a la libertad, de los derechos
humanos, del amor y de la paz. Y en la negación de las
mismas, está el principio del 90% de todos los males y
desmanes que sufrimos.

391
¿Cómo es posible que haya tanta insolencia y estolidez
en el poder político?. ¿Es que nuestros repúblicos no están
viendo el ejemplo que nos dan los suecos, sabiendo que
desde hace más de dos años todos los niños de Suecia
estudian religión, e incluso los padres ateos desean que sus
hijos conozcan y practiquen la doctrina de Cristo?. Pues
ellos comprenden que no existe un camino más indulgente y
servicial que el que Jesús nos ha demostrado con palabras
y obras.

Nuestros mandatarios políticos, ¿no se dan cuenta de


que la mayoría de los hombres antirreligiosos tienen que
ser domeñados por los agentes policiales que los vigilan
constantemente?. Y, ¿no comprenden que los hombres con
verdadera Fe tienen siempre sobre sí mismos un Dios que
les observa día y noche y les impele a detestar el mal y a
practicar el bien?.

¿No entienden que la Fe es el mayor compendio de la


cultura europea y muy especialmente de la española?. Y al
que carece de la misma le cuesta mucho más centrarse en
los estudios. Especialmente en lo concerniente al derecho, a
la literatura, a la historia, al arte y a la filosofía. ¿¡Cómo es
posible que los hombres más ilustres sean los más
contumaces y casi todo lo hagan mal!?. Después nos dicen
que las democracias son así... Y resulta que la democracia
aberrante son ellos, mientras el pueblo llano y sencillo sufre,
llora, transfuga su voto y cambia muy poco.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 10-Abril-1997

392
158.- ¿VUELVEN LOS MUERTOS?

He leído la biografía de una santa más -Santa María


Mazzarello-. Y vengo observando que todos los venerables
-con distintas funciones y matices- están cortados por el
mismo patrón: la vida de Jesús y el modelo evangélico son
los alfareros que conforman nuestro cuerpo de barro y el
ser inmaterial al querer de Dios.

La madre María Mazzarello comenzó su vida religiosa


construyendo colegios para niños pobres, después fundando
los conventos de María Auxiliadora, en Italia. Y con esa
psi col ogí a penet rant e que brot a del es píri t u, iba
consiguiendo vocaciones y encauzándolas en el recto camino
que el Señor le marcaba.

Así conoció a una joven bellísima con magnífica voz.


Con su canto en los coros hacía enmudecer a los
circunstantes. Dos motivos fundamentales le inquietaban a
la madre Mazzarello: el bien que podría hacer en sus
conventos y la perdición que podría encontrar en los cines
y teatros. Por eso consiguió tener algún contacto con aquella
beldad tan notable, pero Luisa Arecco no podía supeditar
el éxito y la fama que le esperaban a la austera sumisión de
una comunidad religiosa.

Las rogativas por la joven Luisa Arecco no cesaban


en el convento, y así, consiguieron detenerla en el camino
artístico y consagrarse a Dios. Después de muchos años
conviviendo con la madre Mazzarello y sus monjas, siempre
muy solícita, abnegada y piadosa, fue necesario trasladarla
a un convento de Nizza. Allí, en el año 1880, una grave
enfermedad le hacía suspirar, mientras decía: «¡Oh, si
393
pudiera ver una vez más a la madre Mazzarello!». Poco
después, asistida por un sacerdote, entregó su alma bendita
al Señor.

Lo que nos parece más singular, sabiendo que los


santos nunca pueden faltar a la verdad, es que la madre
Mazzarello, el mismo día en que falleció Luisa Arecco -y a
la misma hora-, les dijo a las monjas que ella regentaba en
el convento de Turín, que la hermana Luisa había muerto.
No sabemos la forma en que Dios se lo habrá revelado,
pero al día siguiente llegó el telegrama con la noticia.

Dos días después, Santa María Mazzarello se


encuentra en su celda con la hermana fallecida, y ésta le
dice: «Madre, como ves, soy Luisa Arecco. Estoy salva;
pero en el Purgatorio. Debo estar allí hasta la Pascua. Las
plegarias y sufragios pueden adelantarme la entrada en el
cielo. Por eso el Señor me ha permitido venir a decírtelo.
La Madre le prometió orar mucho y hacer orar. Y en seguida
le preguntó:

- ¿Cuáles son las faltas o defectos que debo de


corregir?. La respuesta no la sabemos. Pero es de suponer
-si tenemos en cuenta lo que sigue- que la humildad de la
santa haya guardado el secreto de su perfección anunciada.
Después la Madre quiso saber si en la Comunidad había
algo que desagradase al Señor. «Sí -le dijo Luisa Arecco-,
los ratos de ocio en el patio y los parloteos». Y desapareció.

La Madre nos sigue diciendo que no le concede a


todo esto otra importancia que no sea la que Dios le quiere
dar. «Lo que sí puedo aseguraros, añadió- es que os digo

394
la verdad». Este prodigio fue estudiado en Roma y consta
en el proceso de beatificación. Hay muertos que vuelven.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 12-Abril-1997

395
159.- MORALEJA

Acompañaban a Jesús unos señores con espíritu


maligno. El Señor -siempre magnánimo con sus adversarios-
les iba mostrando la belleza perfecta de campos y bosques
en la primavera, la ardentía de las olas del mar y la luz
refulgente de los rayos de Febo. Los hombres paganos no
aceptaban el abajamiento que les atizaba tanta hermosura
creada por Dios.

De pronto, un hedor pestilente entraba por sus napias.


Era el efluvio evaporante de un canino podrido. Y al llegar
a él, los hombres contumaces, argumentaron: «¿Esto es la
creación de tu Padre?». Jesús respondió con acierto y
ternura: «Cierto es que del polvo ha sido creado y al polvo
volverá. Pero, ¿no estáis viendo los dientes tan hermosos
que tiene?».

Los viandantes guardaron silencio siguiendo los pasos del


Mesías, y al pasar rasando por un caserón, un mastín alemán
deslumbrando su hermosura ybelleza, y moviendo la cola en señal
de retozo, buscaba las caricias de los transeúntes. Levantó las
manos delanteras para apoyarlas en el busto de Jesús y lamerle su
rostro. Entretanto, los hombres malvados gritaron a un tiempo:
«¡Tiene un diente dañado, Señor!».

Jesús les arguye por última vez: «Dos mil años después de
haber dejado mis preceptos al hombre en la tierra para su salvación,
todo sigue lo mismo. Sólo me queda ratificar mis palabras yreiterar
lo dicho: ‘No echéis las perlas a los puercos, no sea que las pisoteen
con sus patas’ (San Mateo c7, v6)».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 15-Abril-1997

396
160.- PAREJAS DE HECHO

Si las tendencias que el hombre va poniendo en


práctica adquieren el rango de derecho, todos los humanos
terminaremos con una ley mucho más aberrante que la
selvática, porque los desmanes y tropelías que el hombre
ha cometido a través de la historia, son muy superiores al
desorden de las mismas fieras.

En España, después de la transición de una dictadura


a la mal llamada democracia que ahora tenemos, don
F ra n c i s c o F e r ná n d ez O rd ó ñ ez ( d. e . p. ) , n o s i b a
persuadiendo de la acuciante necesidad del divorcio,
teniendo en cuenta que había más de 500 mil matrimonios
rotos que lo demandaban, y al pueblo crédulo a las
disertaciones de tal ilustre personaje, le pareció muy
respetable el proyecto de ley. Pocos meses después ya
sabíamos que la cifra de 500 mil se quedaba en menos de 10
mil.

Pero al ser levantadas las esclusas, se fueron


adicionando afluentes, y en seguida sobrepasamos lo que
el señor ministro anunciaba. Y así, la tendencia de unos
pocos se convirtió en ley. Las consecuencias pueden
prescindir de comentario.

Posteriormente, nos fueron catequizando con los


aviones que fletaban a Londres abarrotados de señoritas
para abortar, contristándonos con otras señoras a las que
les faltaban medios económicos para el desembolso que
costaba un infanticio secreto. Y estos homicidios era
necesario que los pagaran todos los españoles. Y a pesar

397
de ser una inclinación sumamente minoritaria, consiguieron
legitimar la muerte de los más inocentes e indefensos.

Ahora, las parejas de hecho que tenemos en España


también son una realidad. Y como esto es inevitable y
también es una tendencia del materialismo dialéctico, es
necesario habilitarlas con los mismos derechos que los
matrimonios civiles o canónicos. Pues esto de divorciarse
cada poco cuesta dinero y es muy latoso. ¿Y los hijos?
Bueno, eso es un problema que no les incumbe a los
amancebados.

También tenemos el problema de los homosexuales,


esos «hombres» que Dios puede amar con más predilección
que a los heterosexuales, teniendo en cuenta el sacrificio
innato que les impone al no permitirles el ayuntamiento
carnal indecoroso y ser llamados a la virginidad.

Pero también es otra tendencia del ser humano. Ahí la


tenemos. Y como la tenemos ahí, también se considera
necesario concederles el derecho aberrante de parejas
legítimas. Pero estos hermanos nuestros van más lejos.
Quieren que se les permita adoptar a niños. Y lo peor no es
que esos niños sean huérfanos de padre y madre. Pues a
quién llaman papá o mamá cuando vayan siendo mayorcitos.
Pero ¿qué importa el futuro de los niños?. Lo importante es
vivir bien los que podamos vivir ahora.

Visto todo lo que antecede, nos encontramos con un


sinnúmero de problemas: ahí tenemos el latrocinio, las
violaciones y el crimen. Esto también es real y verdadero;
todos lo sabemos. Y cuando estos señores reivindiquen sus
derechos, habrá que reflexionar sobre las razones que nos
398
expongan, y si esos perpetradores aberrantes consiguen
convertir en ley sus propósitos, los desmanes de la
Humanidad, terminarán siendo mucho peores que el
desorden de los tigres, panteras y leones.

Dada la circunstancia que nos rodea, pienso que todo


se andará. Pues hace unos días me decía una cirujana famosa
en Asturias que la palabra «represión» no estaba en su
diccionario, y como no se repriman nuestros instintos
salvajes, una cultura sin moral puede darnos criminales
inteligentes.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 17-Abril-1997

399
400
APÉNDICE

401
402
SUMARIO

1.- SEGUNDA ENTREVISTA EN RADIO SALUD DE BARCELO-


NA, EL 4 DE FEBRERO DE 1.996

2.- ¡QUIEN FUERA HUMILDE!

3.- PARA SOR LUCÍA EN SU 89 ANIVERSARIO

4.- PARA SOR LUCÍA, EN SU NOVENTAANIVERSARIO

5.- PARA MARÍA DE FÁTIMA BLANCO COLAO

6.- PARA MARÍA DE FÁTIMA BLANCO COLAO (en el día de su


Bautismo)

7.- PARA LA HERMANA LUCÍA CON MOTIVO DE LA NAVI-


DAD

8.- LECTURA PIADOSA

9.- PARA EL RVDO. P. RODRIGO MOLINA, L.D.

10.- EL DOLOR

11.- BENDITA GRIPE

12.- PARA NUESTRA DOCTORA, CONCEPCIÓN LÓPEZ


FERNÁNDEZ

13.- AMOR Y RELIGIÓN

403
404
1.- SEGUNDA ENTREVISTA EN RADIO
SALUD DE BARCELONA, EL 4 DE
FEBRERO DE 1.996

1ª.- ANTONIO COLAO: ¿Por qué después de


regresar de Brasil, donde sabemos que estuvo once
años como emigrante, ha decidido escribir cuatro
libros sobre temas de religión, ética y moral?

- He venido a España para divulgar el bien y vivir


más pobre, porque estoy convencido de que la opulencia
y el bienestar social en que vivía son totalmente
incompatibles con la santidad a la que todos somos
llamados por Jesucristo, y todo lo que no está permitido
en los Evangelios nos conduce al pecado y a la desazón,
es decir, que nosotros mismos vamos elaborando el
camino espinoso por donde luego tenemos que pasar.
Tenemos una hija psicóloga y siempre nos dice que más
del 90% de los pacientes que recibe con problemas
psíquicos, sólo necesitan liberarse del pecado. Y esto
mismo ocurre con tantos males como nos acechan a nivel
nacional.

Tengamos en cuenta que la descristianización que


se propugna en España desde que nos gobiernan los
socialistas ateos, es el fruto de la droga, del hedonismo,
del divorcio, de la corrupción y, lo que es peor, del crimen
abominable que los abortistas llaman interrupción del
embarazo.

405
2ª.- Y ,¿qué haría usted para evitar que las
mujeres no abortaran?

- Después de penalizar lo que el Concilio Vaticano


II ha calificado como crimen abominable, construir
residencias de maternidad en lugares recónditos, asistidas
por religiosas, médicos y enfermeras, donde pudieran
ingresar de forma encubierta y gratuita, con unos meses
de antelación si así lo desearan, todas las futuras madres
que rehusan el hijo.

Y todos estos niños a los que un gobierno digno


podría salvarles la vida, podrían ser adoptados por tantos
matrimonios como los desean, haciendo anuncios en la
TV y presentándolos en pantalla. Pienso y creo que vale
más gastar el dinero en salvaguardar la vida de los
inocentes que dispendiarlo para sufragar los gastos que
originan los 45.000 abortos que se practican en España
cada doce meses. Más de 2.000 millones de ptas. Me
gustaría que alguien me respondiera si es mejor pagar
para matar o para salvar vidas humanas e inocentes.
¿Comprende ahora por qué estamos tan mal y cada día
estaremos peor si esto continúa?.

3ª.- En el último libro que acaba de publicar -


PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS-, y que
nosotros pondremos a la venta el próximo día X,
¿qué destacaría más?.

- En primer lugar, la sinceridad y la convicción


absoluta con que lo escribí, y después las pruebas
científicas y teológicas, donde se demuestra que Dios
existe.
406
Nosotros, los católicos, tenemos una fe racional con
bases fundamentales, mientras los ateos, con el mayor
respeto para ellos, no tienen prueba ni fundamento
ninguno para decirnos que Dios no existe. ¿Cómo lo
saben? ¿Quién se lo ha dicho?. Sabemos que la ciencia
está muy avanzada, y el hombre se jacta y presume de
haber llegado a la luna, es decir, que ha conseguido
distanciarse de la tierra un segundo y cuarto a la
velocidad de la luz, mientras el astro más lejano detectado
hasta hoy -Quasar PKS-, se encuentra a 15.000 millones
de años-luz.

Y uno se pregunta: ¿Dónde termina el universo y


quién conduce esas bolas gigantes a velocidades que
alcanzan los 276.000 kilómetros por segundo, como
ocurre con algunas estrellas. ¿Es que no se convertiría
el cosmos en una hecatombe si faltara el Chófer que lo
conduce?. Y, ¿quién es ese chófer, sino Dios?. Por eso el
premio Nobel de Física, Alfredo Kastler, declaraba en
agosto de 1.968: «La idea de que el mundo, el universo
material, se ha creado él mismo, me parece absurda. Yo
n o co nc i b o un m u nd o s i no c on un C re ad or, po r
consiguiente, Dios. Y Newton, hablando del cosmos dijo:
«Hay que reconocer la voluntad y el dominio de un Ser
inteligente y poderoso».

4ª.- En su libro nos pone como ejemplo a un


matrimonio que tiene apadrinados cien niños en el
Tercer mundo. ¿Cree usted que no se pueden hacer
obras mejores con ese dinero?.

407
- Creo que no. Dios nos dice que la más importante
de todas las virtudes cristianas es la caridad, y sabiendo
que con cinco mil pesetas por mes se consigue alimentar
un niño, vestirle, alfabetizarle hasta conseguir el grado
de EGB, catequizarle para que pueda conocer a Dios y
conducirse en la vida como un verdadero cristiano, amén
de enseñarle un oficio, es una obra de caridad que nadie
puede hacer mejor con menos trabajo y menos dinero
para el padrino. Y esto nos lo ponen al alcance todos los
misioneros y seglares que trabajan con mucho sacrificio
y abnegación en el Tercer Mundo. Piense que todos estos
niños están sentenciados a morir de hambre, y los que
consigan sobrevivir, serán delincuentes forzosos y ateos,
no tienen otra solución. Y el Evangelio que a esto se
refiere, condena taxativamente a los que pudiendo
cumplirlo no lo hacen: «Apartaos de Mi, malditos, al
fuego eterno, porque tuve hambre y no me disteis de
comer...». Etc.

Y acerca de lo mismo nadie puede excusarse de no


tener. Recordemos a la viuda que sólo tenía dos monedas
y las entregó, y esa fue la que más dio de todos. Es
necesario tomar conciencia de nuestra responsabilidad
cristiana, pues cinco mil pesetas se pueden ahorrar todos
los meses, dejando de fumar unos pitillos, absteniéndose
de unos cafés en los bares, economizando un poco en las
llamadas telefónicas, teniendo un vestido menos en el
armario, comiendo con un poco más de sobriedad,
dejando de ir al restaurante una vez por mes, y un largo
etcétera de gastos superfluos que, lejos de beneficiarnos,
pueden ser nocivos para la buena salud del cuerpo y
condenatorios para el alma.

408
5ª.- ¿Tiene usted apadrinado algún niño?.

- Sí, claro, los tenemos mi esposa, mi hija, mi yerno


y yo. Y cuando llegan las Navidades y les hacemos un
ob s eq ui o , en s egui d a n os m an dan car t as qu e n os
conmueven, pues como ya les conocemos a través de la
fotografía que nos mandan las misioneras y también una
síntesis biográfica que nos envían de cada uno, las cartas
nos impactan sensiblemente y nos incitan a buscar más
recursos para apadrinar más. Si me permite le leeré el
contenido de dos cartas que nos escriben desde los Andes
de Perú, que dicen así: «Queridos padrinos: Estudio 4º
grado de primaria. La hermana religiosa dice que me
darán un oficio si ustedes siguen pagando las cinco mil
pesetas por mes. Quiero ser mecánico. No me abandonéis,
rezo todos los días por vosotros, rezad por mis papás;
los dos murieron leprosos. Muchos besos.»

Hay otra que también me quedó grabada para


siempre.

«Queridos padrinos: Os envío una fotocopia de la


Virgen de Fátima, y a Ella le pido todos los días por
vosotros. Tengo miedo de que me olvidéis. Con las
misioneras estoy muy bien. Me enseñan a rezar y a
escribir y leer. No tengo más familia que las misioneras.
Ellas me dicen que tengo una madre muy buena que es la
Virgen de Fátima, pero mis papás murieron tuberculosos
de hambre. Muchos besos y abrazos, padrinos».

409
6ª.- Antonio, ¿qué concepto le merece Juan
Pablo II?.

- Desde hace unos 500 años, todos los Papas han


sido un ejemplo para toda la Humanidad, pero, Juan Pablo
II, n a da n d o s i em p r e c o nt r a t o d a s l a s c o rr i e nt e s
universales que propugnan el hedonismo, el divorcio, la
corrupción, el abort o y l a des cri s t iani z aci ón, ha
conseguido aumentar el número de católicos en unos cien
millones, y no solamente por la virtud de la fortaleza,
por la genialidad de su cerebro, por el carisma personal
que le caracterizan como un líder gigante, sino más bien
y, sobre todo, por las siete horas diarias que dedica a la
oración y a la penitencia, y esto lo sé de fuentes muy
fidedignas, y «como todo lo puedo en Aquél que me
conforta», Juan Pablo II todo lo puede con Cristo Jesús.

Pienso que la historia lo registrará como el Papa


máximo y como un santo gigante. Y esto es causa de
que tantos le odien y quieran enterrarle vivo. La dignidad
con que representa a Cristo en la Tierra, le va llevando
día a día por el mismo camino de Jesús: «Si no fuerais
del mundo, el mundo os odiará como me odiaron a Mí, y
no quiera ser más el discípulo que su Maestro». El
Evangelio nunca falla, y aquí aparece también su
evidencia.

7ª.- Antonio, ¿pertenece usted a algún partido


político?. ¿A quién va a votar?.

- No pertenezco a ningún partido político porque


todos se distancian mucho de los preceptos de Jesús. Pero
todos los católicos tenemos el deber de votar al menos
410
malo, y como los comunistas y socialistas están unidos
para conseguir el aborto libre y terminar con la enseñanza
religiosa y con la religión, no tenemos más opciones que
el Partido Popular. Y esto lo ha dicho claramente Juan
Pablo II con palabras que cito de memoria: “Cuando
existen dos partidos abortistas y el católico, no tengo
otra opción, tiene el ineludible deber de votar al más
r es t r i c t i v o” , y co m o es t e e s e l P a rt i d o P op ul ar,
obedeciendo al Papa y a mi propia conciencia, estoy
comprometido a darle el voto al señor Aznar y a sus
colaboradores.

Bien sé que gobernarán desoyendo al Papa y con el


Evangelio cerrado, pero confío en que mejorará la libertad
de enseñanza religiosa, no tratarán de descristianizarnos
porque hay gente en ese partido muy cristiana, tendremos
menos corrupción, y en el supuesto de continuar con el
aborto legislado hasta hoy, dejará de ser un coladero
infame donde los tres supuestos se vulneran todos los
días. Los terroristas tendrán menos posibilidades de
matar, crecerá un poco el empleo, mantendrán las
pensiones, como lo tienen prometido, y espero que no
pongan ladrones en los cargos preponderantes del
Gobierno, lo que viene sucediendo hasta ahora y todos
lo sabemos, así, pues, con poca ilusión y más bien con
tristeza, ya sabe a quien pienso votar.

8ª.- Antonio, como católico, ¿se siente


conservador o progresista?.

- Siempre creí que el verdadero progreso es el


crecimiento espiritual y material, es decir, el bienestar
de todos los seres humanos, el respeto a la vida, la unión
411
indisoluble de los matrimonios juntos con sus hijos, el
trabajo para todos, la punición de los transgresores de
las leyes, la solidaridad con los hambrientos del Tercer
Mundo, el diálogo que debiera de sustituir a las armas y
las guerras, la paz y la justicia que todos anhelamos,
etcétera, etcétera.

Y ahora resulta que el progreso es la riqueza


usurpada por los gobernantes, el aborto libre, el divorcio,
la separación de las familias, la carrera armamentista de
los países más desarrollados, la permisividad de las leyes
para que puedan seguir matando impunemente, los cien
mil niños que mueren carnisecos de hambre todos los
días, la droga, el hedonismo o amor libre que nos lo meten
por los ojos todos los días, y resulta que con este
progresismo que propugnan los repúblicos, el mundo está
perdiendo la ilusión de vivir y en las cárceles ya no caben
más presos.

Y si todo esto es el progreso, yo, gracias a Dios,


todavía no estoy loco y sigo siendo de los llamados
conservadores. Y viviré siempre subordinado y obediente
a mi Salvador, porque, «pasarán el cielo y la tierra, y
Mis Palabras no pasarán». Y como voy a morirme, «¿de
qué me sirve ganar todo el mundo si pierdo mi alma?».
Concretando: Si cien mil actos eran pecado cuando Cristo
resucitó y subió a los cielos, esos mismos cien mil actos
siguen siendo pecado hoy, por más vueltas que les
quieran dar.

Siendo así, cómo quiere usted que me sume a los


progresistas, católicos o ateos, cuando Jesús Dios nos
dice: «Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la
412
puerta que lleva a la perdición, y son muchos los que
por ella entran. ¡Qué estrecha es la puerta que lleva a la
vida, y cuán pocos los que dan con ella». «Muchos serán
llamados y pocos los escogidos».

Persuadido por estas terminantes palabras de Dios,


me suena a música celestial los sermones que predican
los sacerdotes progresistas, mostrándose benévolos con
los fieles para animarles a seguir viviendo la vida
mundana. Pues el gran Doctor de la Iglesia universal y
de la Mística, pensador, poeta, y una de los mayores
gigantes de la santidad, San Juan de la Cruz, nos dice de
forma taxativa y convincente lo que viene al unísono con
los preceptos de Jesús: «Si en algún tiempo, hermano
mío, le persuadiere alguno, sea o no prelado, doctrina
de anchura y más alivio, no la crea ni la abrace aunque
se lo confirmen con milagros, sino penitencia y más
penitencia y desprendimiento de todas las cosas. Y jamás,
si quiere llegar a poseer a Cristo, le busque sin la cruz».

Y termino preguntando a los señores radioyentes:


«¿Quién tiene razón, los llamados progresistas o Dios y
los verdaderos intérpretes del Evangelio como San Juan
de la Cruz?.

* * * * *

413
2.- ¡QUIEN FUERA HUMILDE!

Nunca serás mayor en tu grandeza,


que al confesar tu poco valimiento,
si lo haces compungido y con pureza,
sin darle vanagloria al desaliento.

La vida nos enseña la humildad,


cuando más dolorosa frustración,
y nos llena de magnanimidad;
de una fuerza sublime, y de razón.

Cuando Dios nos concede gallardía,


ese don sólo a Él le pertenece,
y no puede servirnos de ufanía,
porque el más pequeñuelo la merece.

El orgullo nos aisla y divide,


es soberbia que merece condena,
para que tu conciencia no se olvide,
que le haces a Dios una faena.

Practica la humildad y mansedumbre,


y glorioso será tu desenlace,
porque pronto llegarás a la cumbre,
siendo Dios quien contigo se complace.

Vive con desconfianza de ti mismo,


y da por merecido el desconsuelo,
cultiva la alegría y optimismo,
pensando así en la gloria y en el cielo.

414
La experiencia nos dice que el humilde,
le da gracias a Dios por todo trance,
y conoce muy bien que no hay un tilde
que no sirva de gloria y más avance.

Con la humildad se quiebra la dureza,


el ánimo se encuentra en su medida,
se normaliza en Dios nuestra cabeza
y el Espíritu Santo nos da vida.

La grandeza está siempre en la humildad,


el orgullo repugna y no es cristiano,
es el fuego que quema la piedad,
y le convierte al fiel en un pagano.

Pero si es humildad con ufanía,


rebuscada queriendo aparentar,
se le está adicionando hipocresía,
a la altivez que se quiere ocultar.

El humilde se conforma con todo,


y cree tener más que se merece,
le da gracias a Dios por su acomodo
y nada de nadie le apetece.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 9-Septiembre-1996

415
3.- PARA SOR LUCÍA EN SU 89
ANIVERSARIO

Cómo han pasado los años,


cómo se esfuma la vida,
y con tantos desengaños
el alma está conmovida.
Ochenta y nueve veranos,
más de cuarenta entre rejas,
exhortando a sus hermanos,
con postales y tarjetas.
Siempre sencilla y prudente,
siempre fiel a su labor,
siempre amable y sonriente,
siempre ocultando el dolor.
Siempre adorando a Jesús,
siempre pidiendo a María,
siempre a cuestas con la cruz,
y, después, Santa Lucía.
Cuán gigante es su labor,
¡qué inmenso su apostolado!
con un corazón de amor
para que Dios sea loado.
Si el mundo pudiera ver,
las almas que han ido al cielo,
y supiera comprender
de dónde viene el consuelo,
con la llegada amorosa
de María sobre la encina,
y la mirada piadosa
llena de gracia divina;

416
siendo tres los receptores,
con pureza y humildad,
piadosísimos pastores
con excelsa integridad.
Dos volaron pronto al cielo,
la Virgen dejó a Lucía,
para vivir con desvelo
y servir siempre a María.
Lucía era imprescindible
para dar a conocer
lo que sería imposible
si llegase a fenecer.
¿Quién hubiera publicado
las Memorias de Lucía
y el excelso resultado
que ha visto en Cova de Iría?
¿Quién llevaría al mundo entero
los mensajes de María,
si no leyeran primero
las Memorias de Lucía?.
¿Cuántos serán los millones
que se han podido salvar,
contritos sus corazones
después de tanto pecar?.
Compungidos al leer
los escritos de Lucía,
y con ellos conocer
lo que nos pide María.
Los Papas la obedecieron
a la pastora vidente,
y todos reconocieron
aquel mensaje evidente.

417
Se derrumbó el comunismo,
Rusia tiene religión,
se practica el altruismo
y llegó la salvación.
Lucía fue el instrumento,
de un bien inconmensurable,
y la Virgen el portento
de lo divino inefable.
Admiro y quiero a Lucía,
como un ser santo y sagrado,
y le venero a María
como Virgen sin pecado.
Ella es la Madre del cielo,
en quien pongo mi esperanza,
quien me llena de consuelo,
de certeza y de confianza.
Un cumpleaños radiante
le deseo a la Vidente,
para que siga adelante
con lucidez en su mente.

Gijón, 22 de marzo de 1.996

418
4.- PARA SOR LUCÍA, EN SU NOVENTA
ANIVERSARIO

Con amor y contento su tarjeta,


el portero nos la entregó en su día,
tan florida, recatada y perfecta,
que a todos nos inunda de alegría.

Noventa años cumplirá la Vidente,


este mes de marzo, y el día veintidós,
y es gracia del Cielo, como es evidente,
que lleva ochenta consagrada a Dios.

Su cuerpo cansado de tanto quehacer,


su mente estresada de tanto escribir,
siempre arrodillada desde el amanecer,
ya estará saciada de tanto vivir.

¡Cuánta alegría le espera en el cielo!,


con ángeles, santos, Jesús y María,
y todos sus deudos llenos de consuelo,
pudiendo abrazarse a la hermana Lucía.

Después de una vida llena de humildad,


con gracia y pureza rezando rosarios,
mandando misivas a la humanidad,
que piden consuelo por tantos calvarios.

Son muchos millones las almas salvadas,


que al Cielo llegaron, gracias a Lucía,
y más las que faltan de su Madre amadas,
leyendo mensajes de Santa María.

419
Y este es el fermento que baja del cielo,
a los fieles santos que hacen oración,
que inmolan su vida con tanto desvelo
y entregan su alma y su corazón.

Así fue Lucía en su larga historia,


honrando a la Iglesia y a la Humanidad,
sufriendo en su vida y dándonos gloria,
acreciendo el mundo de la cristiandad.

Más pura y más casta que es esta Vidente,


no hay otra en el mundo que gane a Lucía,
porque era pastora, niña e inocente,
cuando con sus primos les habló María.

Y es con la pureza, candor y humildad,


que Dios nos abraza con gracia y amor,
y es con la soberbia, pecado y maldad,
que al hombre condena con fuego y terror.

Estos pensamientos que escribo sinceros,


bien sé que Lucía los comprenderá,
y aunque sean muy vanos y un poco fuleros,
como ella es tan santa me perdonará.

No puedo terminar sin desearle,


que cumpla los noventa y muchos más,
para volver a verla y siempre amarla,
por las cien cartas que guardo en un cabás.

El gozo y alegrías que me han dado,


es una deuda que nunca pagaré,
y le tengo un rosario dedicado,
El que siempre y cada día le rezaré.
420
Con estos pensamientos me despido,
con mucho amor y grande dilección,
y le hago conocer que yo no olvido,
a la Santa que fue mi bendición.

Gijón, 16 de marzo de 1.997

421
5.- PARA MARÍA DE FÁTIMA BLANCO
COLAO

COMO RECUERDO DEL BAUTIZO

María fue bautizada


por don Juan Blanco Oliver,
y en los padres Carmelitas,
hoy ha vuelto a renacer.

Y en esta celebración,
tan solemne y familiar,
siente nuestro corazón
la cohesión de un hogar.

Abuelos, tíos y hermanos,


amigos de bienquerencia,
todos fervientes cristianos,
de Asturias y de Valencia.

Rafael Blanco Oliver,


es padrino de María
y pronto la podrá ver
mocita y con alegría.

Los años pasan volando,


y este recuerdo entrañable,
aunque se va distanciando,
siempre será memorable.

Julia García García,


abuela, madrina y chacha,
vive hoy con más alegría
por su amor a la muchacha.
422
Y aunque a veces algo inquieta,
agobiada en su trabajo,
la quiere y cuida a la nieta,
y persevera a destajo.

Esperamos que su madre,


nunca agradezca bastante,
-lo mismo que su buen padre-
este Don tan importante.

Pues son dos hijos del cielo,


robustos y vigorosos,
que nos llenan de consuelo
como dones primorosos.

Hay que saber comprender,


lo poco que merecemos,
cómo Dios nos viene a ver,
y apenas le agradecemos.

No esperar la adversidad,
para apreciar lo obtenido,
pues ser grato es humildad,
y esto nos cae en olvido.

Nunca se aprecia el valor


de lo mucho que tenemos,
hasta que llega el clamor
cuando lo mejor perdemos.

Hoy es tarde de alegría,


de gozo, dicha y placer,
por ser cristiana María
y todos juntos comer.

423
Es el Club de las Regatas,
nuestro anfitrión verdadero,
con carne, vino y patatas,
nos sirven con mucho esmero.

Y después de este convite,


cada uno a su lugar,
veréis cómo Dios permite
nuestro tributo pagar.

Porque en la vida terrena,


tras el placer, desazón,
un poco de angustia y pena,
que sirven de corrección.

Aquí la dicha no existe,


y menos con lo pomposo,
porque Dios se pone triste
con todo lo que es gravoso.

Él quiere la austeridad,
la pobreza y sacrificio,
vida santa de piedad
y castiga todo vicio.

La alegría permanente,
se encuentra dentro del alma,
desdeñando lo opulento
y adorando a Dios con calma.

Y después de esta faena,


el gozo baja del cielo,
porque al ver un alma buena,
Dios la llena de consuelo.

424
Él nos da el ciento por uno,
siguiendo su itinerario,
y no perdona a ninguno
mientras le ofenden a diario.

Aprendamos de Jesús,
camino de salvación;
agradezcamos la cruz,
y abajo nuestra razón.

8-Diciembre-1995

425
6.- PARA MARÍA DE FÁTIMA BLANCO
COLAO (en el día de su Bautismo)

Es día ocho de diciembre


del año noventa y cinco,
cuando Fátima María
se incorpora al cristianismo.

Entra en la vida de gracia


con su regeneración,
y recibe el sacramento
de la llamada adopción.

Hija adoptiva de Dios,


con su iniciación cristiana,
lo seguirá siempre en pos
a partir de esta mañana.

Y es de nuestra fe cristiana
que Cristo lo ha instituido,
abriendo así la ventana
para el cielo prometido.

Es su principal efecto
lavarla bien de pecado,
erradicarle el defecto
sin que haya nada manchado.

Y así, la gracia infundida,


en su significación,
la incorporan a la vida
con esta santa ablución.
426
Las tres Divinas Personas,
le dan participación,
de sus sagradas coronas
y entran en su corazón.

Ahora ya es templo vivo


de la misma Trinidad,
y con fundado motivo
le exigen la santidad.

Gracia regenerativa,
virtud sobrenatural,
santimonia positiva,
sin pecado capital.

Heredera de la gloria
miembro vivo de Jesús,
fuerte para la victoria,
siempre adherida a la cruz.

Y es el deber de su padre
que viva muerta al pecado
y obligación de su madre
vigilarla con cuidado.

Ha de vivir para Cristo,


porque hoy ha muerto al pecado,
y Él mismo le ha dado el visto
para no ser defraudado.

La elemental exigencia
de este santo sacramento,
es sentir en la conciencia
la gracia de tal portento.
427
Y a los padres pertenece
el deber educativo,
haciendo que siempre rece
sin excusar un motivo.

Enseñar bien a María,


buscar las cosas del cielo,
y a vivir con alegría,
siendo Cristo su consuelo.

Hacerle saber a diario


el bien de la castidad,
la eficacia del rosario
y la vida de piedad.

Presentarle los caminos


de los pobres pecadores,
donde se van los malignos,
y el valor de los honores.

Hacerle ver que el placer,


cuando ilícito y morboso
presenta un atardecer
de suplicio tenebroso.

Esto en la vida presente,


¡qué será en la eternidad!,
cuando Cristo, frente a frente,
nos juzgue nuestra maldad.

Los males del mundo entero,


de toda generación,
son el fruto de un pecado
que fue nuestra perdición.
428
Aprendamos a vivir
en justicia y santidad,
si no queremos morir
condenados sin piedad.

Pues este mundo hedonista,


corrompido y depravado,
el demonio lo conquista
y el infiel es condenado.

8-Diciembre-1995
(LA INMACULADA C ONCEPCIÓN )

- Gijón -

429
7.- PARA LA HERMANA LUCÍA CON
MOTIVO DE LA NAVIDAD

Silenciosa y meditando,
con su paciencia impecable,
siempre escribiendo y rezando,
nos da un ejemplo inefable.

Impregnada de humildad,
casta y símil de María,
con esa misma bondad,
nos inunda de alegría.

Por eso la felicito


al nacer Nuestro Señor,
que siendo un niño chiquito
colmó al mundo de esplendor.

Esto fue el día más grande


de toda generación,
cuando Dios mandó adelante
su Vida y Resurrección.

También infundió la paz,


el amor y la paciencia,
a todo el que sea capaz
de seguirle en obediencia.

Pues su Evangelio es camino,


es vida, y es santidad,
ahuyenta el morbo mohíno
y nos llena de piedad.
430
Y esto lo sabe Lucía,
siempre lo ha vivido a diario,
refugiándose en María,
con penitencia y rosario.

Más de cinco mil millones


poblaban los continentes,
y entre tantos corazones
se fijó en tres inocentes:

Jacinta, Paco y Lucía,


los tres niños candorosos,
jugando en la serranía
los hizo a los tres dichosos.

Cada uno con su cruz,


unido a la redención,
siempre serán gloria y luz,
y un medio de salvación.

Nada creo más evidente


que la historia de María,
y es mi Fe tan consistente
que por ella moriría.

No entiendo que alguien no crea


en estas apariciones,
y que haya un fiel que no vea
más de un millar de razones.

Sólo ignorando la historia


y faltando a la oración,
no se lleva en la memoria
tan frecuente aparición.
431
Por eso le amo a María,
en Ella está mi confianza,
admiro y quiero a Lucía,
y en Dios pongo mi esperanza.

La vida no me interesa,
morir es liberación,
y es la Fe quien me profesa
la eterna consolación.

Pero no quiero morir,


tampoco seguir viviendo,
quiero que Dios me haga ir
o me tenga padeciendo.

Yo quiero lo que Dios quiera,


Él nos da lo conveniente;
quien piensa de otra manera,
banaliza lo evidente.

Todos quieren tener fe.


La fe vive consumiendo,
y para que Dios la dé,
hay que vivir padeciendo.

Se necesita oración,
penitencia y humildad,
misa diaria y comunión,
limosnas y caridad.

Morir antes que pecar,


sentir siempre contrición,
si hemos podido faltar
a nuestra santa misión.
432
Distraído el pensamiento,
pido perdón a Lucía,
por ser el mayor portento
que vio, en la tierra, María.

Que Dios guarde su existencia,


para el bien que sigue haciendo,
llevando al mundo conciencia
de que hay un cielo e infierno.

Navidad 1.995

433
8.- LECTURA PIADOSA

Hermosa es la lectura de provecho.


En el cerebro ejerce su función,
y el corazón se siente satisfecho
si tiene el contenido devoción.

Con Dios hablamos siempre al implorarle.


Y con lectura pía y mesurada,
Él nos habla a nosotros para amarle
y fija en nuestra alma su mirada.

La lectura le hace al hombre afable,


cuando es lección piadosa de un cristiano
y también puede hacerlo indeseable
si el que escribe es mambis o es pagano.

Los años y experiencia me hacen ver


que la lección de libros piadosos,
con frecuencia nos hacen remover
los dones de misterios religiosos.

Leamos lo que escribe Muniaín,


el coronel ilustre y soberano,
que a todos nos conduce a muy buen fin,
con el mejor ejemplo de un cristiano.

Publicada en «EL COMERCIO» 1-Febrero-1977

434
9.- PARA EL RVDO. P. RODRIGO
MOLINA, L.D.
Su carta en mi poder hace unos días,
tan llena de valor y de confianza,
inunda nuestra casa de alegrías,
poniendo sólo en Dios nuestra esperanza.

Nos pone a Job como modelo y Santo,


el que siempre ha confiado en el Señor,
sin miedo y sin temor al desencanto,
porque su fe fue siempre un resplandor.

Él sabía que Dios siempre es muy bueno,


y que prueba las almas que más quiere,
y siendo Job su siervo más ameno,
la gracia dolorosa a él se adhiere.

Y acepta las desgracias con consuelo,


como tesoros que luego encontrará,
sabiendo que el Señor le lleva al cielo,
y sólo con la cruz nos salvará.

También nos habla usted del buen Jesús,


¡cómo aceptó la cruz el Redentor!,
colmando el universo con Su luz,
y valorando el peso del dolor.

Cuando el dolor penetra en nuestra alma,


es dignidad del mal tan merecido,
si lo hemos aceptado con la calma,
después de meditarlo con sentido.

Pero nunca debemos permitir


que el dolor oscurezca el pensamiento,
porque nada hay más triste que sufrir,
si mostramos a Dios el descontento.
435
También tiene poder educativo,
sabiendo enaltecerlo a lo sublime,
y echando todo el mal en el olvido,
devasta la soberbia y nos redime.

No es el dolor que el hombre a sí se impone,


el que más pesadilla nos despierta,
sino el que Dios nos manda y lo dispone,
para abrirle al espíritu la puerta.

El fruto y alimento del amor,


está impregnado en el dolor que viene,
y nadie le conoce al Redentor,
sin la cruz que al creyente le sostiene.

La experiencia y los años me hacen ver,


que el dolor trae un bien tan inefable,
que a los cristianos nos hace comprender,
la falta del dolor inquebrantable.

Sólo en el cuerpo enfermo y doloroso,


encontramos la perla de valor,
la que lleva la concha en lo morboso,
y muere sin gemido y de dolor.

Es un hombre de Dios con Su verdad,


al que ahora le escribo este poema,
envidiando su esfuerzo y santidad,
por esa alma que Dios hizo tan buena.

Con estos pensamientos le saludo.


Le agradezco su carta atentamente,
y por gracia de Dios yo nunca dudo
que es el padre Molina un hombre ingente.

Gijón, 1 de Marzo de 1997

436
10.- EL DOLOR

Cuando el dolor te aceche fuertemente,


sabiduría divina te está entrando,
porque el sufrir es siempre conveniente,
si quieres ir tu alma cultivando.

La mayor dignidad de la desgracia,


es siempre el sufrimiento palpitante,
que crea la humildad, y ésta, la gracia,
quien te hace ser tu mismo, y no pedante.

No es dolor que de nosotros viene,


el que más martiriza el corazón,
es el que Dios nos manda y lo sostiene,
y lo ve el increyente sin razón.

Dos reyes tiene el mundo silenciosos,


Yahvé que es invisible, y el dolor,
los dos son excelentes primorosos,
porque a todos nos citan con amor.

Nada nos llega al alma tan profundo,


como el dolor que viene de lo alto,
y casi lo rechaza todo el mundo,
porque a nadie le gusta el sobresalto.

Pero el alma no se puede extender,


si le falta el dolor que la engrandece,
y todo esto no se puede entender,
si el gozo y el pecado la adormece.

437
El dolor nos despierta sentimientos,
que son insospechados para el hombre,
y que viven palpitando y atentos,
pareando la pena de Aquel Hombre:

el que llevó la cruz hasta el Calvario,


mostrando a sus hermanos el dolor,
dejando su presencia en el sagrario
para ser triturado por amor.

El dolor nos infunde educación,


y tiene un gran poder caballeroso,
nos sirve de acicate y de razón,
y nos prepara un fin siempre dichoso.

Pero Dios lo permite mitigar,


desjuntando el dolor del pensamiento,
buscando en Jesucristo nuestro hogar,
y ofreciéndole a Él el sufrimiento.

Gijón - 1.996

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 7-Mayo-1997

438
11.- BENDITA GRIPE

Enteco, abatido y muy doliente,


la noche viene encima con tristeza,
y si Dios no despeja mi cabeza
el soneto saldrá por la tangente.

Es la gripe maligna y bien patente


que hace días me abruma con pereza
y nada puedo hacer con la presteza
que me infunde la actitud de mi mente.

Pero afirmo que Dios es mi consuelo


y llevo el sacrificio con amor,
pues el pesar también baja del cielo,

y sólo se comprende con fervor,


el bien que proporciona el desconsuelo
si el alma lo recibe con ardor.

Gijón - 1996

439
12.- PARA NUESTRA DOCTORA,
CONCEPCIÓN LÓPEZ FERNÁNDEZ

Con donaire y agudeza natural,


con compasivo amor hacia el paciente,
notable en medicina general,
tu despacho se te llena de gente.

Es Concepción así de bien nacida,


con distinción y talla soberana,
que a todos los pacientes nos da vida,
observando hasta el fin cada membrana.

Tu gracejo nos sirve de consuelo,


nos incentiva a viejos y achacosos,
y esta gracia que te viene del cielo,
cuando creas, te postrarás de hinojos.

Son los dones que Dios te ha concecido,


para aliviar al sabio e indigente,
y no debes dejarlo en el olvido
y ser ante el Señor indiferente.

A Él lo estás sirviendo cada día,


en los caídos que tanto Cristo amó,
y al hacerlo con sabia gallardía,
el mismo Creador te reclamó.

Los años y dolencias te harán ver,


que Dios te acarició con Su mirada,
y en ese refulgente amanecer,
te sentirás dichosa y de Él amada.
440
Si tú sabes lo bueno que es Jesús,
y que ha muerto por darte salvación,
nunca puedes dejarle en el transluz
y tienes que llevarle al corazón.

Nada existe más grande que la fe,


es el don que más llena la esperanza,
y aunque el Dios que la expone no se ve,
nos llena de alegría y de confianza.

Tu grandeza, elegancia y humildad,


tu talento vibrante y chispeado,
te llaman a la gloria y santidad
y a renunciar al mundo y al pecado.

Dios te ha dado aptitud sobresaliente,


para hacer ese bien tan honrable,
el que han hecho los santos tan ingente,
adorando a ese Dios tan inefable.

Visita las iglesias día a día,


confiesa los pecados a un buen padre,
dialoga un rato grande con María,
y ya verás lo buena que es tu Madre.

A Dios le pido siempre por tu bien,


por hallarte en los templos del cristiano,
por la fe de tu consorte también,
para hacer que sea santo y nuestro hermano.

Gijón, 8 de Mayo de 1.996

441
13.- AMOR Y RELIGIÓN
Sediento del amor es el vivir,
y es deseo del hombre siempre amar.
Pues el alma se tiene que nutrir,
amando y siendo amada al despertar.
Para ahuyentar el miedo de morir
y el gozo de poder resucitar.

Efusiones que del cielo han bajado,


imposible resulta enumerar,
y pensando yo ahora aquí sentado,
con impericia intento elucubrar,
y el que no ha sido de talento dotado
igualmente las pueda comprobar:

Si una piedra desciende en la laguna,


nos salpica y forma ondulaciones,
y más amplias si cae de la luna,
con fundadas y probables razones,
y no encuentra el increyente ninguna,
para rogarle a Dios con oraciones.

No medita que ha bajado del cielo,


el «pedrejón» sublime y piadoso,
y sus ondas abarcan todo el suelo
con la amplitud de un Dios maravilloso,
que al creyente le sirve de consuelo,
y le hace consagrarse al religioso.

Pero esto no lo entiende la arrogancia,


porque el demonio es pura altanería,
y el que le abre la puerta se distancia,
del Espíritu Santo y de María,
por falta de oración y de constancia.

442
Por eso la soberbia no conviene,
es un pecado grave y desmedido,
que ensombrece la luz del que la tiene,
echando a sus hermanos al olvido,
y condenando a aquel que la sostiene,
mientras no la confiese arrepentido.

El increyente es siempre un orgulloso,


el que mantiene el «yo» que no le han dado,
y se muestra con todos riguroso
ignorando que es un hombre malvado,
y oprimiendo al hermano piadoso,
hasta verle indefenso y humillado.

Porque mirando a Cristo se comprende,


el deber que tenemos de humildad,
y esto sólo el humilde es quien lo entiende
y sabe practicar la caridad
con la gracia que se palpa y se siente.

Es la gracia que viene de la altura,


con la fuerza de un Dios tan poderoso,
que puede hacer sublime la basura
y convertir al acre en piadoso
dejándole su alma limpia y pura.

Y todo esto se puede conseguir,


mirándole a Jesús en el sagrario,
sabiendo que tenemos que morir,
meditando Su vida en el Calvario,
y ayudando a los pobres a vivir.

Gijón 15 Febrero 1997

*****

443

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