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IMMANUEL KANT (1724-1804) RESPUESTA A LA PREGUNTA: QUE ES LA ILUSTRACION? La Tlustracion es ta Salida del hombre de su autoculpa- ble minoria de edad'. La minorla de edad significa la in- capacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guia de otto. Uno mismo es culpable de esta minoria de ‘edad cuando la causa de ella ri reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decision y valor para servirse por si mismo de & sina guia de atto. Sapere aude! iTen valor de servirte de tu propio entendimiento!, he aqui al lema de la Tlustracion. La pereza y Ia cobardia son tas causas de que una gran parte de los hombres permanezea, gustosamente, en mi- notia de edad a lo largo de ta vida, a pesar de que hac ya tiempo la nauraleza los liberé de direccién ajena (na- T El érmino Unmuindigkeit se presta a varias waduesiones en case- avo, peo todas ells hacen eeferencia a una ciertawinmadurez» de gun predica tal término. Lo hemos tradueido por «minoria de edad, con Servando as, segtin nuestra opinion, toda la carga semantiea qWe er l1é:mino en aleman. Sin embargo, en vitos contexts hemos preterido las palabras wdependencla» o wtiocenancipacin. Por el conirarig,e ‘érmino Mandigkeit, que itaducimos por «inayoria de edad por seguir ‘con la mesifora kantiana, podria tradcirse ex todos los casos por «ens. eipacién, 10 QUE BS ILUSTRACION? turaliter majorennes?¥, y pot es0 es tan facil para otros el erigirse en sus tutores. Es tan cdmodo ser menor de edad? Si tengo un libro que piensa por mi, un director es Piritual que reemplaza mi conciencia moral, un médico que me preseribe la dieta, etc., entonces no necesito es- forzarme. Si puedo pagar, no tengo necesidad de pensar; otros asumitan por mi tan fastidiosa tarea. Aquelios tu fores que tan bondadosamente han tomado sobre sla ta- tea cle supervision se encargan ya de que el paso hacia la mayoria de edad, ademas de ser dificil, sea considerado peligroso por la gran mayoria de los hombres (y entre ellos todo el bello sexo). Después de haber entantecido a sus animales domésticos, y procurar cuidadosamente que es- tas pacificas criaturas no puedan atreverse a dar un paso sin las andaderas en que han sido encetrados, les mues tran el peligro que ies amenaza si intentan caminar solos. Lo cierto es que este peligro no es tan grande, pues ellos aprettderian a caminar solos despues de unas cuantas cai- das; sin embargo, un ejemplo de tal naturaleza les asus- {a y, por lo general, les hace desistir de todo posterior imento, Por tanto, es dificil para todo individuo lograr salir de ‘esa minoria de edad, casi convertida ya en naturaleza su- ya. Incluso le ha tomado aficién y se siente realmente in- capaz.de valerse de su propio entendimiento, porque nunca se le ha dejado hacer dicho ensayo. Principios y formu. las, instrumentos mecdnicos de uso racional —o mds bien abiso~ de sus dotes naturales, son los grilletes de una permanente minoria de edad. Quien se desprendiera de ellos apenas daria un salto inseguro para salvar la més pe- quena zanja, porque no est habituado a tales movimien: tos libres, Por es0, pocos son los que, por estuerzo del propie espiritu, han conseguido salir de esa minoria de edad y proseguir, sin embargo, con paso seguro Pero, en cambio, es posible que el publico se ilustre a "Del latin, mayor de edad por naturaleza (Hisicamemte), si inmeteeuatence eontinka siendo menor de sad QUE ES ILUSTRACION? 11 si mismo, algo que es casi inevitable si se le deja en liber tad. Ciertamente, siempre se encontraran algunos hom- bres que piensen por si mismos, incluso entre los estable- Cidos tutores de la gran masa, los cuales, después de ha- berse autoliberado del yuz0 de la minorta de edad, difun- diran a su alrededor el espicitu de una estimacién racio- nal del propio valor y de la vocacién de todo hombre a pensar por si mismo. Pero aqui se ha de sefalar algo es- pecial: aquel plblico que anteriormente habia sido some- {ido a este yugo por ellos obliga, mas tarde, a los propios tutores a someterse al mista yugo; y esto es algo que su- cede cuando el pablico es incitado a ello por algunos de sus tutores incapaces de cualquier Lustracién, Por es0 es tan perjudicial inculcar prejuicios, pues al final terminan vengandose de sus mismos predecesores y autores. De ahi que el publico pueda alcanzar xdio fentamente la Ilustra- cién. Quizé mediante una revolucién sea posible derro- ‘car el despotismo personal junto a la opresién ambiciosa y dominante, pero nunca se consigue la verdadera refor~ ma del modo de pensar, sino que tanto los nuevos como los vieios prejuicios servirda de riendas para la mayor parte de la masa carente de pensamiento. Pero para esta Hustracién Gnicamente se requiere liber- tad, y, por cierto, la menos perjuidicial entre todas las que llevan’ ese nombre, a saber, la libertad de hacer siempre y en todo lugar uso guvbtica" de {a propia razén, Mas es Cucho exclamar por doquier: ;No razonéis! El oficial di- ce: ;No razones, adiéstrate! El funcionario de hacienda: No razones, paga! El sacerdote: jNo razones, ten fe! (SO- To un tinico sefor en el mundo dice: razonad todo to que querdis y sobre lo que querdis, pero obedeced.) Por todas partes encontramos limitaciones de la libertad. Pero cqué limitacién impide la Hustracion? y, por el contrario, jcudl a fomenta? Mi respuesta es la siguiente: el uso publico alguien ejerce er ati, el ws privado de a razon es el Un cargo public; por ejemplo, et que Teva io o un ofieia del ejévcto. 12 QUE ES ILUSTRACION? dle fa razén debe ser siempre libre; slo este uso puede traer Iustracién entre fos hombres. En cambio, el uso privado de la misma debe ser a menudo estrechamente limitado, sin que ello obstaculice, especialmente, el progreso de Ia Iustracién, Entiendo por uso publico de la propia razén aquel que alguien hace de ella en cuanto dacto (Gelehr ter) ante ef gran piblico del mundo de los lectores. La mo uso privado de la misma a la utilizacién que le es pet mitido hacer en. un determinado puesto civil o funcidn pi blica. Ahora bien, en algunos asuntos que transcurren en favor del interés puiblico se necesita un cierto mecanismo, Iéase unanimidad artificial, en virtud del cual algunos miembros det Estado tienen que compertarse pasivamen- te, para que el gobierno los guie hacia fines puiblicos 0, al menos, que impida la destruccién de estos fines. En tal €a80, no esta permitido razonar, sino que se tiene que obe- deeer. En tanto que esta parte de la maquina es conside- rada como miembro de la totalidad de un Estado 0, in- cluso, de ta sociedad cosmopolita y, al mismo tiempo, en calidad de docto que, mediante escritos, se dirige a un pii blico usando verdaderamente su entendimiento, puede ra- zonar, por supuesto, sin que por ello se vean afectados los asuntos en los que es utilizado, en parte, como miem: bro pasivo. Asi, por ejemplo, seria muy perturbador si un oficial que reeibe una orden de sus superiores quisfere aargumentar en voz ata durante el servicio acerca de la per- tinencia o utilidad de tal orden; él tiene que obedecer. Sin embargo, no se le puede prohibit con justicia hacer ob- servaciones, en cuanto docto, acerca de los defectos de! servicio militar y exponerlos ante el juicio de su puiblico. El ciudadano no se puede negar a pagar los impuestas que le son asignados; incluso una minima critica a tal carga, en el momento en que debe pagarla, puede ser castigada como escéndalo (pues podria dar ocasién a desacatos ge neralizados). Por el contrario, él mismo no actuard en von tra del deber de un ciudadano si, como docto, manifiesta piiblicamente su pensamiento contra la inconveniencia 0 injusticia de tales impuestos. Del mismo modo, un sacer- dete estd obligado a ensefar a sus catectimenos v a su co- GQUE ES ILUSTRACION? 13 ‘munidad segiin el simbolo de la iglesia a la que sirve, pues- to que ha sido admitido en ella bajo esa condicién. Pero, como docto, tiene plena libertad ¢, incluso, el deber de comunicar al piblico sus bienintencionados pensamien- tos, cuidadosamente examinados, acerca de los defectos, de ese simbolo, asi como hacer propuestas para el mejo- ramiento de las instituctones de la religion y de la iglesia. Tampoco aqui hay nada que pudiera ser un cargo de con- ciencia, pues lo que ensefa en virtud de su puesto como encargado de los asuntos de la iglesia lo presenta como algo que no puede ensefiar segtin sui propio juicio, sino ‘que-él esté en su puesto para exponer segtin preseripxio~ nes y en nombre de otro. Dir: nuestra iglesia ensefia esto © aquello, éstas son las razones fundamentales de las que se vale. En (al caso, extraerd toda la utilidad practica p ra su comunidad de principios que él mismo no aceptat con plena conviecién; a cuya exposicién, del mismo mo- do, puede comprometerse, pues no es imposible que en ellos se encuentre escondida alguna verdad que, al menos, en todas los casos no se halle nada contradictorio con la religiGn intima. Si él creyera encontrar esto ultimo en la verdad, no podria en conciencia ejercer su cargo; tendria que renunciar. Asi pues, el uso que un predicador hi de su razén ante su comunidad es meramente privado, puesto que esta comunidad, por amplia que sea, siempre e5 una reunién familiar. Y con respecto a la misma él, co- mo sacerdote, no es libre, ni tampoco le esta permitido serlo, puesto que ejecuta tin encargo ajeno. En cambio, como docto que habla mediante escritos al piblico pro- piamente dicho, es decir, al mundo; el sacerdote, en el uso Piiblico de su razén, gozaria de una libertad ilimitada pa- ra servirse de ella y para habiar en nombre propio. En efec: to, pretender qué los tutores del pueblo (en asuntos espi: rituales) sean otra vez menores de edad constituye un des- propésito que desemboca en la eternizacién de las insen. sateces Pero, gnodeberia estar autorizada una sociedad de sa cerdotes, por ejemplo, un sinodo de la iglesia o una ho: norable classis (como a aman los holandeses) a compro-

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