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Entropia y complejidad en La Biblioteca de Babel Manuel Martinez Morales Mi soledad se alegra con esa elegante esperanza. SLB. por salas hexagonales que se repiten indefinidamente. En cada uno de cuatro de los muros de cada sala se encuentran colocados cinco anaqueles; cada anaquel encierra treinta y dos libros de formato uniforme; cada libro es de cuatrocientas diez paginas; cada pagina, de cuarenta renglones; cada renglén de unas ochenta letras de color negro. Borges sostiene como axioma que el numero de simbolos del alfabeto de Babel es veinticinco: las veintidos (?) letras del alfabeto, la como, el punto y el espacio en blanco. También propone la conjetura de que no hay en la vasta biblioteca, dos libros idénticos. Del axioma, la conjetura y un amplio conocimiento empirico sobre los libros de Babel, un genial bibliotecario dedujo alguna vez que “la Bi- blioteca es total y que sus anaqueles registran todas las posibles combi- naciones de los veintitantos simbolos ortograficos (numero, aunque vastisimo, no infinito), 6 sea todo lo que es dable expresar: en todos los idiomas”?. Sin admitir que todo lo que es dable expresar —en todos los idiomas— sea finito, puede calcularse,a partir de las premisas anteriores, el numero total ‘de textos (libros) que contiene la Biblioteca. Ese ntimero es precisamente K=((2580)49)410 que corresponde a todas las posibles combinaciones que pueden formarse con veinticinco simbolos bajo las condiciones estab!ecidas (80 letras por renglén, 40 renglones por paginas, 410 paginas por libro). Expresado aproximadamente en potencias de 10, este niimero es del orden de 10*10°, Este ntimero K es tan espantosamente grande como un 1 seguido de 2 millones de ceros. Harian falta 2 voliimenes de la Biblioteca para regis- Lz Biblioteca de Babel, segtin la ficcién de J. L. Borges! esta formada 1 J. L. Borges; la Biblioteca de Babel, en Ficciones. EMECE Ed. 11a. impresién, 1969. 2 Id.,p. 89. 249 trar esta cifra. Este ntimero es verdaderamente inimaginable y no existe, con respecto a nuestra experiencia, punto de comparacién posible. Consi- derando que cada sala contiene 640 volumenes, el nimero total de salas en la Biblioteca es de un orden de magnitud semejante al de K. De ahi la enorme angustia y desesperacién de los habitantes-lectores de Babel. K es un numero gigantesco, pero finito. Sin embargo, Ja lectura de los textos de Babel es, en principio, un proceso interminable, infinito. Para empezar, considere que los mismos libros pueden leerse en diferentes orden, Cada lectura corresponderé asf a un texto diferente. Por ejemplo: el n-ésimo libro lefdo en primer lugar no es el mismo que cuando se lee en décimo lugar (recuérdese Pierre Menard, Autor del Quijote3). De hecho, lo3 K libros de Babel pueden leerse en K“=K! diferentes ordenes sin repetir ninguno. (K! = K x (K-1) x (K-2)x ... x1). Este nimero, aunque finito, es tan monstruoso que ni siquiera existe un nombre para expresarlo. En estas lecturas posibles ningun libro es lefdo dos veces. Solamente se permuta el orden en que los libros se leen. Ahora, nada impide una segunda vuelta: volver a leer todos los libros después de haber agotado las primeras K‘) permutaciones. Esta segunda lectura constituye realmente un texto nuevo. El proceso podria resumirse asi: se leen todos los libros en K®) diferentes drdenes; luego se realiza otra lectura formada también por K) permutaciones para dar un total de K‘2) = K) x K textos distintos; se repite el procedimiento ad infinitum. Decir que los textos as{ formados son. textos nuevos, se refiere no sélo al aspecto sem4ntico sino también al sintdctico. Esto nos conduce entonces al problema de la generacién y reconocimiento de lenguajes. (Con el objeto de simplificar la exposicién, consideramos, de aqui en adelante, solamente una primera lectura, irre- petible, de los libros en la biblioteca). Se sabe de la teorfa de graméticas formales que un lenguaje infinito puede generarse por un conjunto finito de reglas. Un lenguaje formal se define como aquel conjunto (finito o infinito) de secuencias (cadenas) que pueden formarse a partir de los simbolos de un alfabeto dado, al aplicar una serie de producciones, es decir de reglas generativas. El lenguaje de Babel puede generarse a partir del alfabeto ya mencionado {a,b, ¢, ....”.”,”:", ©} representa el espacio en blanco, de un simbolo inicial X y las siguientes reglas de produccién: 3 J. L, Borges; Pierre Menard, Autor de El Quijote, en Ficciones. 250 x aX x a x bx x b p ee x z x Xx x 1 x—___-®X x ® Cualquier texto en la Biblioteca puede generarse mediante la aplicacién recursiva de estas simples reglas. Asf por ejemplo el texto “oh tiempo tus pirdmides” podria generarse por la siguiente sucesin de producciones: Producviones Texto x oX oX x hX ohX x oX ohX x eX oh tiempo tus pirémideX. x 8 oh tiempo tus pirémides La gramitica de Babel es una gramitica recursiva libre del contexto lo que significa que en principio puede ser “entendida” por una maquina de Turing. Una maquina de Turing es un modelo de autémata capaz de “entender” una gran variedad de algoritmos, entre los cuales se encuentran los algoritmos correspondientes a graméticas como las mencionadas* Y una maquina de Turing puede ser perfectamente simulada por una micro- computadora personal de las que hoy abundan en el mercado. Esto nos conduce a una primera conclusi6n de cardcter sumamente practico: la Biblioteca entera puede ser sustitutda por la microcomputadora personal de la marea de su preferencia. Es decir, en principio, una computadora puede ser programada para generar todos los libros de la Biblioteca. Los lectores de Babel no necesitan viajar mas por aquel laberinto de hexégonos; 4 J. BE. Hoperoft, J. D. Uliman; Formal Languages and Their Relation to Automata. Addison-Wesley, 1969. 251

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