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Ya escucho el relincho de las yeguas sagradas. La diosa se dispone a aparecer. Daos prisa, pues, [5] daos prisa, oh zubias Pelasgiades'. Nunca Atenea se lavé los poderosos brazos antes de haber quitado cl polvo de los flancos de sus caballos, ni siquiera cuando volvié de combatir a los perversos Gigantes, con toda la armadura manchada de sangre y de barro; as{, en [10] primer lugar, desunciendo del carro los cuellos de sus caballos, les limpié en las fuentes de Océano las gotas de sudor, y les quit6 de las bocas que muerden el freno toda la espuma coagulada. Id, pues, oh Aqueas, y no levéis perfumes ni alabastros —igo ya el ruido [15] de los cubos de las ruedas contra los ejes—, ni perfumes ni alabastros para el bafio de Palas —Atenea no gusta de los ungiientos mezelados—, y no llevéis tampoco espejo: su rosteo es siempre bello. Ni siquiera cuando, en el Ida?, juzgaba al Frigio’ la querella divina, se miré la gran diosa en el espejo de latén ni en [20] la didfana corriente del Simunte*; tampoco lo hizo Hera. Pero Cipris, usando con frecuencia el reluciente espejo de bronce, dos veces se rehizo el mismo bucle de sus cabellos. Y Palas, después de corer dos veces sesenta diaulos*” —tales, junto al Eurotas, las estrellas Lacedemonias’—, se frot6 expertamente, aplicando a [25] su piel " Argivas. Pelasgo es el fundador mitico de Argos. Por extensién, «Pelasgo» equivale a «Argivo» c, incluso, a «Griego» en general Monte cercano a Teoya. * Paris * Rio de la Tréade, * Carrera de ida y vuelta en el estadio, equivalente & unos 380 rn, “Los Dioscuros, Céstor y Pélux, protectores de los atletas. Su padre terresire fue Tindéreo, rey de Lacedemonia. El rfo Eurotas riega la llanura de Esparta. * Elalivo. ' Descendientes de Arestor, padre de Argos. Los AresiGridas vienen a ser, pues, los Asgives. * Aunque originario de Etolia, la patria adoptiva de Diomedes fue Argos. * Sacerdote de Atenea. Selo es citadoen este lugar. dorépes, Eumepdpios everpiparo Aik Baotou 25 xp{uara, ric tStag Exyove queahtac: & nepen, 18 8 Epevdos avéSpape, xptirov olay #1 6680v afB5ac KdKKoc EXEL Xpotav. 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Por ello, no traiggis ahora més que aceite viril, con el que Céistor, y también Heracles, se untan. Y [30] llevadie un peine de oro puro, para que pueda componerse el pelo, después de ungir sus rizos perfumados. Sal, Atenea. Ante ti est una tropa grata a tu coraz6a, las doncellas hijas de los poderosos Arest6ridas*. Mira, Atenea, cémo el escudo de Diomedes” es paseado [35] en procesién: este rito lo ensefié a los antiguos Argivos Eumedes'”, tu sacerdote favorito, el mismo que, al saber que el pueblo habia decretado su muerte, se dio a la fuga, llevandose consigo tu sacra imagen, y se [40] instalé en el monte Creo'’, sf, en el monte Creo, y a ti, diosa, te consagré en unas rocas escarpadas que se llaman Paldtides ahora, Sal, Atenca, destructora de ciudades, la del casco de oro, td que te regocijas con el fragor de escudos y [45] caballos. No llenéis hoy vuestros cdmtaros en el rio; no beberéis hoy, Argos, su agua, sino la de las fuentes; hoy, siervas, Mevaréis vuestros cdniaros a Fisadea 0 a Amimone, la hija de Dénao”, pues hoy precisamenie, [50] salpicadas sus ondas dé oro y flores, vendré el inaco!* desde los montes de ricos pastos, trayendo bellas "= Fuentes de Argos. Amimone es hija de Dano, rey mftico de Argos y fundador de su ciudadcla. Segtn el escoliasta, Fisadea serfa otra Danaide. "Rio de Argos. Ciudades de Beocia 'S Hipocrene o Fuente del Caballo, llamada as! porque broté en el lugar del monte Helicén, en Beocia, donde Pegaso, por orden de Posidén, galped con uno de sus easeos pura que la montafia, ensoberbecida por el triunfo de las Musas sobre las Prides, dejara ue hincharse y recobrase sus dimensiones ordinaies. '® Desde CALIMACO a PAUL VALERY, «Midi le juste», asf, con mayiscula, no ha perdido ni un &pice de sus presto trai. " Tiresias era hijo de Everes y dea mencionada ninfa Carlo, *® Caticlo. ° Aut6noe, hija de Cadmo y madre de Acteén. * Padre de ActeGn. *" Fundador mitico de Tebas, en Beocia. Hermano de Europa, esposo de Harmonia y padre de AutGnoe, la madre de Acteda, Labdaco, nieto de Cacmo, fue, a su vez, abuelo de Edipo; a este dltimo y asus descendientes se refiere el poeta con el \éemino «Lubdéeidas». * «Conductor de Pueblos», otro nombre de Hades o Phutén. % Parece referirse a Atenea. El v. 136 no est completo. De Inaco, diot-fo de la Arpolide La Argélide. stiaiaaetatal ee ee és Aposiva ofsere céev Aavec, xaai ylip 64) xovod te Kai dvOeowy Sata petgac AKETpopBatwy “‘Ivaxos £E dpéwv 50 rdGdivat 1 Aoerpav diye KaAdv. dAAK TeAaoye gpaGeo yi obx {Aw Thy Baoterav Ins, &e ev Kn. youvay viv TladAdBa tev noALoDXV, tdbpyog éoompeitm todto nawvatdtiov. Oarvaie eb pév 10 usp 8 éyes ce 55 ‘uT08' Epéw. w00g 8 obk Ende, GAN érépeov. raides, Adavata vowgay play Ev noKa OfBaus TOUAG T1 xati népt BF giao ta érapav, uarépa Tepeatao, Kal ofnoKa ywpic Eyevco: aN Kail dpyatiov edt’ Eni Geoméav 60 Hels ‘AMaprov éhadvor freneag, Bowwredy Epyer Suepyoueva, Hf mi Kopcovetag, fva of redvuapévov dAaog Kal Boyol noraydn ketve’ éxi KoupaAt mOMAgKIg & Bafpav viv éG éneBdoute Sigpw, 65 088’ Sapor vopgiv ob88 xopostaatar Beinn reAdBeaKov, Sx oby dyeteo Xap: GAN Ec xa vay Saixpva x6AN Euevev, xainep ‘ABavatar Kara Sutov Eocav éxaipay. 8F noxa yap nénAw Avaopeva nepsvas 70 ‘tm érl xpdvon ‘Ehuxcovidi wad peotoan Aaweo: peomuBprvic 8 ely’ Spoc dovyia. dupérepa Adovro, uecapfprval 8 Foav dpa, ROAAA 8 douxia tfvo Kacelxey Spos. 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Nifias, habia una vez en Tebas una ninfa, la madre de Tiresias, a la que am6 Atenea mucho, més que a ninguna de sus compafieras, y no se separaba de ella jamas, [60] Cuando guiaba sus caballos hacia 1a antigua Tespias 0 hacia Haliarto, a través de los campos de los Beocios, o hacia Coronea™, donde tiene un recinto perfumado [65] y unos altares junto al ria Curalio, muchas veces la diosa la hizo montar sobre su carro; ni las conversaciones de las ninfas ni sus coms de danza le resultaban agradables, si no los dirigia Cariclo. Pero ain Je aguardaban a ésta muchas ldgrimas, por mas que fuese [70] compaiia gratfsima para Atenea, Un dfa, se desataron ambus los broches de sus peplos junto a la fuente Helicénide del caballo’, la de las bellas aguas, y s¢ bafiaban, La quietud propia del mediodfa se extendia por la montafia, Ambas se bafiaban, y era la hora del mediodfa, y una quietud perfecta reinaba en aquella moniafia"®, Sélo Tiresias, cuya barbilla empezaba a [75] oscurecer, se paseaba enionces con sus perros por aquel sagrado lugar. Sediento hasta lo indecible, llegé a las ondas de la fuente, jdesdichado! Y, sin querer, vio lo que no era licito ver. Aunque llena de edlera, alcanz6 a decirle Atenea: « {Qué genio malo te condyjo [80] por tan funesta ruta, ch Everida'”? Vas a salir de aqui con las érbitas vaefas.» Habl6, y la noche se apoderé de las ojos del nifto. Se quedé quieto, mudo; el dolor trab6 sus rodillas y 1a impotencia apagé su voz. Y la ninfa'* grité: «Qué le has hecho a mi hijo, [85] sefiora? {Es asf como demostriis vuestra amistad las diosas? Me has quitado los ojos de mi hijo. {Nifio mfo, desventurado! Has visto el pecho y los costados de Atenea, pero ya nunca més verds el sol. ;Desgraciada de mi! ;Oh monte, ch Helicén que nunca més volveré [90] a Suparé yor vi nai8dc dgetheo. réxvov GAaote eTdec‘Aavatug ondeu nad Aaysve, GAN obk &€hiov nédhty Spe. déut Serdév, & bpog, &'EAucdy obxén yor xapiré, 90 fi neva’ ave’ Oktywy éxpé ao: B6pKeas dAéooas al npSkag o8 noAAd dea nabs Exe! t dav duporépener gidov xepi nada hapotoa + udmmp uév yoepay oltov énBovi5uv dye Bapd wAaioion, 0248 EAénoev éxaipay 95 kai viv Adavaia npc r68" Ehekev Exo "Bia yovan peri ndvee BaAed nédwv So0a 81 dpycy lag: éy6s 8' 08 rot zéxvov gn’ dAady. ob yap ABavaian yAvKepdy néheL Suuara natSwv aprdferv: Kpévioi 8’ be Ayovn vopo: 100 3¢ ke tI dOaviieenv, Sua ph BEdC adrds ZAncan, dOpriont, wio0@ robrov iBeTv weydAu. 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Mucho has ganado a cambio de poco: por haber perdido algunos cervatos y corzos, obtienes los ojos de un nifio.r Y la madre, rodeanda a su hijo con ambos brazos, entonaba el lamento lastimero de tos ruisefiores entre ldgrimas tristes, pero la diosa se apiadé [95] de su compafiera. Y Atenea le dijo estas palabras: «Mujer divina, retira todo lo que dijiste, inspirada por la célera. Yo no he dejado ciego a tu hijo. No resulta agradable para Atenea arrebatar los ojos a los nifios, (100] Pero asf rezan las leyes de Crono: aquel que vea a alguno de los inmortales cuando ese dios no lo desea, pagaré un alto precio por lo que ha visto. Mujer divina, el hecho ya no puede ser revocado, pues los hilos de [105] las Moiras asf habfan tramado su destino desde el instante en que lo diste a luz. Ahora, oh Everida, recibe el pago merecido. Cudntas victimas_ quemaré, andando el tiempo, la Cadmeide"? en el ara sacrificial, cudntas Aristeo™, suplicando ver ciego a su hijo tinico, el adolescente [110] Acteén! Y, sin embargo, éste ser compatiero de correrias de Artemis la grande; y ni esas correrias compartidas, ni las flechas que juntos arojarin en las montafias, podsin salvarlo cuando, involuntariamente, vea el placentero bafio de la diosa; sus propios perros [115] se lo cenardn, a él, que fuera su amo; y la madre recorreré todos los bosques, recogiendo los huesos del hijo, y dirt que eres la més feliz y afortunada de ias mujeres al recibir de las montafias un hijo ciego. Compafiera, no te lamentes; otros muchos dones le tengo reservados por amor a ti, pues Jo convertiré en un adivino celebrado por las sgeneraciones venideras, muy superior a todos los demas. Conocerd las aves, cudl es de buen augurio, cuales vuelan en vano y de cudles [125] son los presagios desfavorables. ‘Muchos oriculos revelaré a los Beocios, muchos a Cadmo™, y, mds tarde, a los poderosos Labdécidas™. También le daré un gran basta que conduzca sus pies adonde necesite ir, y le daré una vida muy dilatada, y seré el Gnico que, cuando [130] muera, paseard su ciencia entre los muertos, honrado por el gran Hagesilao”.» Esto dicho, asintié, Calimaco Himnos xpnoei, Karl ueydAors Sotepa AaBSaKibanc. Suoadh Kal weya Beiurpov, 8 of néBus é¢ Sov Geet, Buo6s xa Bidtw téppa roAUYpSVIOV. Kal dvoc, ebre Odvm, menvopévos év veda. qortase!, eyéden tipogAyeoiAat. 130 Gc papéva katévevoe: rd TlaAAde, énel pebven Zedg 18 ye Ovyargpwv Scaxev A@averien, reeepester métveee pEpeaden, Aeotpoyéon, péérnp 8 obs Ecnxce Bedty, GAME Atdg Kopuge. nopvpa Aids obx émvetier 135 ‘peddex ai Bvydmnp. 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