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Federacin de Hermanas Dominicas del Per

16 de mayo de 2012 Estimado Padre Gastn: En la Orden Dominica nos adherimos a los valores de la bsqueda para la verdad, y a la prctica del disputatio para ayudarnos en esta bsqueda. Sabemos que a travs de los siglos, muchos entendimientos aceptados en el pasado das han cambiado por la profundizacin que viene del dilogo. Estamos conscientes, tambin, de la enseanza sobre la primaca de la consciencia sobre que nuestro hermano, Santo Toms de Aquino, escribi hace siglos. Segn un artculo en The National Catholic Reporter (peridico catlico en los EE.UU.), en 1979 el cardenal Ratzinger dijo en una homila: Decir que la opinin de alguien no corresponde a la doctrina de la iglesia catlica no significa violar sus derechos humanos. Todos/todas deben tener el derecho de expresar libremente su propia perspectiva, lo que la iglesia catlica reconoci decisivamente en Vaticano II y todava lo hace hoy. Es muy preocupante que en la iglesia de 2012 personas comprometidas a la Palabra de justicia, a la presencia con la gente marginada, a la bsqueda para la verdad, al dilogo, y a la misin de Jess estn castigadas y silenciadas. Padre Gastn, queremos ofrecerle nuestro apoyo, solidaridad, y oracin durante este tiempo tan difcil. Su ministerio es una inspiracin. Cuente con nuestra presencia con usted. Unidas y unidos en la misin de Jess,
Susan M. Leslie, OP

Presidenta de la Federacin de Hermanas Dominicas del Per

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