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VALS HERMELINDA

Escucha amada ma, la voz de mis cantares, que brotan de mi lira, cual desolado son. Arrebola tu ausencia, temiendo mil azares, enferma tengo el alma, y herido el corazn. Ya para mi las aves, no cantan sus amores, ni vierte su perfume la aurora matinal. Y el tmido arroyuelo, que bulle entre las flores, tu rostro peregrino refleja en su cristal. Que triste amada ma lo das amanecen! Que lentas son las horas, que estoy lejos de ti! Para calmar la duda que tormentosa crece, acurdate Hermelinda, acurdate de mi. Ser tu fiel amante que solitario llore, al recordar las horas, de dicha y de placer. Baada con mis lagrimas, tu frente encantadora tus ojos dos luceros, fijados hacia mi. (bis)

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