Alzaba el vuelo en mis letras. Soaba con ellas. Ahora no quedan. Han tomado el camino del olvido.

De vez en cuando tiro de ellas. Fueron ristras enhebradas con mi alma ensangrentada. Plcida paso mi mirada en la pantalla. Ubiqu unas y otras, creando un laberinto por el que tomar el hilo para el retorno. Craso error. Nada de lo que en ese momento se concito tiene presencia actual. Renovamos cada uno de los pasos. Nos pensamos, y con ello creemos que estamos en una secuencia temporal de antes y maana ser. No me es posible articular otra, que la inquietud que muerde mi mente a cada hora. An as, recuerdo que he pasado por un mal trago y que ahora estoy en descanso. Esperando. La espera siempre es larga y montona. Bien hallada sea. En tanto el tiempo pasa. Mi cuerda enredada en nudos de memoria se acorta. Mis letras no fueron otras. Siempre sin complacencia. Ellas salen de dentro y me toman el tiento. Afortunadamente, asoman de vez en cuando abriendo las ventanas del alma. La parca lanzo su aliento sobre mi rostro y ello me congel el alma. Aunque fuera por otros sent en los huesos que espera la cita cierta en que me tendr dispuesta. Tras ese encuentro infortuito: Vea cadveres de maana. Sinsentidos en los intentos de haceres y quehaceres. Cuanto ms rea, ms sufra. No era sonrisa falsa. Era huda. Escapaba de sus garras.

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