Es un error clásico de principiantes. Piensan que hay que
entrenar como sea y aprovechar hasta el último día para mejorar la forma. Entrenar fuerte en los últimos 3 días te llevará a acumular fatiga muscular y a reducir tu nivel de glucógeno, que es la energía que tu cuerpo necesita para movilizar a tus músculos en la carrera. Hay que ir reduciendo progresivamente el ritmo de tu entrenamiento los últimos 4 o 5 días en el caso de las carreras cortas o las últimas dos semanas si lo que preparas es una carrera de larga distancia. Estrenar algo nuevo en la carrera.
Ni zapatillas, ni camiseta, ni forma de desayunar, ni
bebida energética, ni calcetines... no se puede estrenar nada el día de la competición. Prueba las cosas en tus entrenamientos. Por ejemplo, usar zapatillas nuevas es casi garantía de tener problemas de ampollas. Abrigarte demasiado.
En los meses de frío hay muchos corredores que se
ponen demasiada ropa para competir. Tiritar mientras esperas la salida no es mala señal. Ten en cuenta que la temperatura de tu cuerpo subirá en cuanto comiences a correr. Una regla a seguir podría ser: si estás demasiado caliente en la línea de salida, estás "sobre-vestido". Salvo que haga un frío polar, basta con camiseta y pantalón corto, guantes y gorro. Un truco es ponerte una camiseta vieja encima y tirarla cuando lleves 1 o 2 Kms. Salvo en caso de lluvia fuerte, deja el chubasquero en casa. Lo único que vas a conseguir es una mayor sudoración y perder movilidad con lo que decrece tu rendimiento. Llegar con el tiempo justo a la salida.
Este consejo es válido para casi cualquier situación en la
vida. Llegar cuando quedan 10 minutos para salir provoca que pierdas una valiosa energía en buscar a toda prisa un sitio para aparcar, recoger el dorsal y por la preocupación de estar haciendo de todo menos el calentamiento que tenías previsto. Mi consejo es que llegues al menos una hora antes y así tengas tiempo para tomar un café que mejorará tu rendimiento por dos de las propiedades de la cafeína:
4) te estimula, te excita, lo que aumenta tus pulsaciones y
que te hace ir más rápido desde el principio.
2) Te hace quemar la grasa en lugar de 'tirar' tanto del
glucógeno, de modo que al final de la carrera te encontrarás con más reservas. Pero cuidado con pasarse, la cafeína deshidrata y es diurética. No calentar.
Hay gente que dice que no va ir muy rápido, pasa de
calentar y así ahorran toda su energía para la carrera. Se equivocan. Un buen calentamiento llena tus músculos de sangre rica en oxígeno y aumenta tu flexibilidad. Las pulsaciones y la respiración; así te resulta más fácil arrancar con un ritmo fuerte. Si no haces el calentamiento, producirás más ácido láctico y te llegará antes la sensación de fatiga. Un ejemplo de calentamiento podría consistir en un cuarto de hora trotando suave, cinco sprints de 100 metros al ritmo que piensas correr y luego una sesión completa de estiramientos. Correr la carrera de otro.
Se da la salida y se te olvida cualquier planteamiento. Todo te
lleva a seguir al que va delante. No vayas en el ritmo de otro; escucha a tu cuerpo y márcate tu propio ritmo. Márcate un plan antes de salir y síguelo fielmente.
Por favor hacer caso, a estos consejos, os irán muy bien
A la hora de entrenar y afrontar las competiciones.