fascinante, pero también lo es su evolución y como nos vamos a acostumbrando a integrar otras cosas a nuestro arsenal que antes resultaban inconcebibles. Los teléfonos móviles o celulares son en ejemplo de ello: hace tan solamente veinte años la telefonía portátil era una cosa que veíamos en el cine. Ya existía por cierto, pero estaba reservada a muy pocos usuarios. Ahora ya no sabemos qué nuevo teléfono con qué nueva cosa comprar. Algunas personas están un poco en contra de este excesivo consumo, particularmente en el aspecto de la telefonía y la electrónica de consumo, pues pensamos que en gran medida esto se traduce definitivamente en el consumo de más recursos naturales de forma innecesaria, pero evidentemente el avance tecnológico también tiene sus beneficios. La introducción de aparatos de telefonía celular desde el punto de vista del aventurero agrega nuevas opciones y seguridad, porque ya no se está tan aislado como antes en caso de emergencia. Un aspecto interesante también ha sido la introducción de tecnología capaz de captar imágenes de manera digital; actualmente las cámaras incorporadas en los teléfonos celulares son algo rudimentarias, pero con el tiempo mejorarán y le permitirán a cualquier turista o viajero sacar sus clásicas fotos de vacaciones en cualquier circunstancia. Esto indudablemente va a llevar poco a poco al uso práctico y económicamente factible del vídeo teléfono, cuya tecnología existe desde hace tiempo pero resulta por ahora onerosa. Sin embargo, los desarrollos en materia del uso de ancho de banda en Internet, y componentes más baratos van a producir a la larga un uso paulatinamente más grande de los medios de vídeo asociados a la telefonía. Entonces nos vamos a encontrar con que no solamente vamos a poder llamar a casa mientras viajamos, sino que también vamos a poder hacer partícipes de nuestras experiencias a nuestros interlocutores. A nuestros familiares intranquilos por el riesgo que emprendemos en los viajes exóticos les podremos mostrar qué es lo que estamos haciendo. O cuando nos arrojamos en parapente, ellos podrán ver lo que nosotros vemos y escuchar una descripción acabada en vivo y en directo. Esto va a cambiar la naturaleza de muchas cosas que van desde los servicios de alerta, búsqueda y rescate, hasta los medios de comunicación y la forma en la que presentan actualmente las noticias. Resulta tentador pensar en cómo se podrá llamar desde sitios como la cima del Monte Everest, Igloolik o Puerto Hambre.