El ultimo maldito

ROBERTO BOLAO

 Nacido en Santiago de Chile el 28 de Abril de 1953, fue un escritor cuya obra se considera de vital importancia dentro de la literatura hispana contempornea.

Supe entonces, con humildad, con perplejidad, en un arranque de mexicanidad absoluta, que estbamos gobernados por el azar y que en esa tormenta todos nos ahogaramos, y supe que slo los ms astutos, no yo ciertamente, iban a mantenerse a flote un poco ms de tiempo. Roberto Bolao Los detectives salvajes (1998)

Hacia 1974 el infrarrealismo aparecer en Mxico con un grupo de poetas mexicanos y chilenos, destacando en el mismo los escritores Mario Santiago Papasquiaro y Roberto Bolao. Su etapa inicial, la ms importante, dur hasta 1977, aunque ha sido mantenido posteriormente por diversos autores

Haban hecho el amor de todas las maneras posibles, o eso crean, y teorizaban sobre nuevas maneras pero slo hallaban la muerte. Roberto Bolao 2666 (2004)

l no guardaba rencor a nadie, la guerra era la guerra, deca, y cuando la guerra terminaba, lo mejor era perdonarse los unos a los otros y empezar de nuevo. Roberto Bolao 2666 (2004)

Todos tenemos algn antepasado imbcil. Todos, en algn momento de nuestras vidas, encontramos el rastro, las huellas vacilantes del ms pelmazo de nuestros antepasados, y al mirar ese rostro huidizo nos damos cuenta, con estupor, con incredulidad, con horror, de que estamos contemplando nuestra propia cara que nos hace guios y muecas amistosas desde el fondo de un pozo.

La soledad s que es capaz de generar deseos que no se corresponden con el sentido comn o con la realidad.

De la ltima entrevista concedida por Bolao rescato la respuesta a esta pregunta. - Qu es la patria para usted? - Lamento darte una respuesta ms bien cursi. Mi nica patria son mis dos hijos, Lautaro y Alexandra. Y tal vez, pero en segundo plano, algunos instantes, algunas calles, algunos rostros o escenas o libros que estn dentro de m y que algn da olvidar, que es lo mejor que uno puede hacer con la patria. Una respuesta cursi? Yo dira que lo verdaderamente kitsch es la pregunta misma. Es muy saludable que los intelectuales latinoamericanos hayan logrado librarse de esa neurosis que los obsesion durante un par de siglos.

La muerte, como bien nos indica Nicanor Parra, es una puta caliente y con ese tipo de seoras ms vale hacerse el cartucho