CPDS

CONVERGENCIA PARA LA DEMOCRACIA SOCIAL DE GUINEA ECUATORIAL

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rgano: Comisin Ejecutiva Nacional Referencia: La Iglesia catlica en GE- CEN / 046-12/11

NOTA INFORMATIVA La Iglesia Catlica en Guinea Ecuatorial, qu triste!

En la maana del pasado domingo da 4 de diciembre, el reverendo Padre Adolfo Roque Mba Obama, prroco de Bicurga, distrito de Evinayong, mientras oficiaba una misa de difuntos en memoria de Silvestre Odjama, fallecido en un acccidente de trfico, orden que se sacara de la iglesia a un fiel, Narciso Nguema Asumu, porque este haba entrado con retraso de un cuarto de hora a la misa. Sorprendido, totalmente incrdulo a lo que le estaba sucediendo, estupefacto y anonadado, Narciso, de 79 aos de edad, que se autodefine como Decano de la Iglesia catlica en su regin, explica que naci catlico el 15/05/1932, fue bautizado en la Iglesia catlica, capilla de Engong Nzomo, en 1938; hizo su Primera Comunin en 1946; recibi su Confirmacin y contrajo matrimonio cannico el 25/07/1960. En toda su vida de cristiano catlico, nunca haba sufrido tal afrenta. Narciso, miembro de la directiva de CPDS en Evinayong, se declara sencilamente escandalizado. Porque relaciona directamente la actitud del sacerdote con su condicin de opositor al rgimen. Son los procedimientos habituales del rgimen que impera en Guinea Ecuatorial. No crea que su Iglesia pudiera caer tan bajo. En efecto, el reverendo Adolfo Roque, uno de los ms visibles y activos agentes de la dictadura en la Iglesia Catlica de Guinea Ecuatorial, personifica la infiltracin y deja patente el control del rgimen del presidente Obiang sobre la Iglesia guineana. No se niega la presencia de algunos sacerdotes ntegros todava en nuestro pas, que son lejos de ser la mayora. Sin embargo, el comportamiento del Padre Adolfo Roque es percibido, a da de hoy y a los ojos de los guineanos, como lo ms ordinario en la Iglesia de Guinea Ecuatorial, e ilustra la complicidad del clero con la dictadura y la opresin que imperan en este pas. Nuestra Iglesia no se coloca precisamente del lado del ms pobre y desamparado. Y no parece que haya nadie en la jerarqua eclesistica capaz de corregir esta corrupcin. Lo extrao es que sus representantes tengan el descaro de seguir preguntndose por qu la poblacin abandona la Iglesia Catlica en nuestro pas. Deberan preguntrselo a Narciso Nguema Asumu. Leamos a continuacin una antigua carta del mencionado sacerdote a sus colaboradores y fieles.