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  • Una Falsa Frontera Entre La Reforma y La Revolucion

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    Dr. Hugo R. Viera Vargas
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    Una falsa frontera £1 tema deta tucha armada entre la reforma y la revolucion La lucha armada ellos, Los primeros en recurrir en Latinoamérica esa forma de lucha, han sido los «reformistas», asi calificados por los marxistas. Después de la Revolucion ana el tema es centro de nes, pero generalmente radicales Nueva Sociedad 89 mayo arrastran a los comunistas a junio Ia lucha armada. Derrotada In idea de crear «dos, tres 1987 Vietnam» en el continente, el -0 caso de triunfo de un to armado ‘Manuel Caballero irmssettiono eta Reroconcubne tema dela sacha sadn 20 transform en el centro dela polémica tric yl acciGn précticaenel jor de la «izquierday latinoamericana. Para sus partidaros, era la linea divisoria ente reformistas y revolucionaries, Para otros, que no se alrevian a enfrenlarabiertamente esa opinién Gugaban contra ellos Ia dea de que la via armada era una eforma superior de lucha» y el viejo machismo latinaamerica- so), la hucha armada era una opci6n entce oles. Po lo general, desde entonces, cuando se abla de lucha armadas, se sobreentiende aguerra de guerrillas» clvidando que ella es apenas una dels for- ‘mas de esa lucha. Por eso conviene, antes de entrar a cualquier estudio del problema, saber qué se comprende por tal. Para no _quedamos en Ins generalidades, nos roferi- romes solamente al siglo x latinoamerics- no, ala lucha porla transformacién de la sociedad en un sentido progresista, en segundo lugar, elde En América Latina la lucha armada como i”tsurrec respuesta politica no es ninguna novedad. _enfrentada al ejército Sin hablar de la Guerza de Independencia, ent general, nohubo pricticamentesinown pafs(Chile) proclive a disolverlo ue nol empl sieemscnments pr ic sus contiendasinternas. Enellas podemos i Definiciones y antecedentes feritexclusivamente aellos;y en particularlo que ha significado para ellos la lucha armada. Encuantoa la primera, sin pretender agotar la enumetacién, nes vamos a refe~ ‘Guatemala, en octubre de 1944, y de Venezuela, en octubre de 1945; Ia revuel- ta constitucionalista del coronel Caamafio en Santo Domingo, en 1965 y, antes, las aconadas de Cardpano y Puerto Cabello en Venezuela, en 1962. Respecto a la segunda, igualmente, no pretendemos agotar la enurneracién: a) Iarevuelta de José Figueres on Costa Rica, en 1948; ) la guerra de guerrillas de Fidel Castro y el «Che» Guevara entre 1956 y 1959; c) a rebelign sandiniata en gua, asi como Ja guerza de El Salvador; d) la insurreecién del MNR en, Bolivia en 1952; e) los diversos movin afios 60-70. Queremos adverti tam dos atmos: se trata de movimientos i ‘Como vemos, en las luchas armadas de este siglo, a partir de 1930, han estado implicados marxistas y no marxisas. Pero a partir dela fundacién de la Inter rracions} Comunista, se tiende, por ignorancia © por interés comunismio ¢ insurreccién armada. Por eso conviene dejar clara la relacién ene tre ambas cosas. Cuando en 1919 se funda la II Internacional Comunista, sus la siguiente formulacin: #La Internacional Comunista pleta del Estado», ‘Hemos subrayado la referencia ala lucha ai ada por su cardeter opcion: s piensan empleax para vencerla Se podria det i fe del viejo Parti Ouvrier Francais de princi quien decta: «Estamos dispuestes a tomar el poder, incluso por la Pero hay algo ms, enesta defiicién de a IlLInternacional. Aunque no se haga ninguna especificacién, no hay que olvidar que los leninistas eran ante todo ‘marxistas. ¥ por lo tanto, asf como para ellos Ia revolucién debia ir del centro hacia Ia periferia, o sea, desde los patees industriales avanzados hacia los pa ses que en ese entonces todavia no se lamaban subdesarrollads, de igual ma- neta, Ja lucha por alear to del pais donde el estallido se produjece. Esto tenia una razén muy sencilla, aparte de cualquier consideracin tebrica: nal no tenia otra intencién que la de «extender a un cierto ntimero de paises ‘én rusam, para decitlo com las do no podia ser otro que el que habia levado a! poder al parte cuyas huchas Ponfan como ejemplo al mundo proletro: el bolchevigue. Y exe habia llegado al poder por medi de la guerra de guetlas o alguna forma de ingurteti6acarapésina, sino por un alzanento wrbano. Yas, cuando le Inter ‘nacional intentafomars ala brava el poder en cualquiera de los patees donde ‘ee vont en oa ea el ree que han maidurado las condiciones para hacetl, rea solo en Europa (la eaccién de marzo», en Aleman’ bilgara de 1923), sino también en China, con la «Cor antes de la sangrienta voltereta anticomunista de Ci Pero descle el inicio, la Revolucién china va. cambiar todos los esquemas dela uch revolucionatia, y esto antes de la «Gran Marcha» que dard a la elucha armada» un sentido muy preciso que conserva hasta nuestros dia, y diferente diel leniniano. En 1928, ante el VI Congreso de la Internacional Comunista, Nitolat Bujarn planta la relacén entre el mando colonial y el mundo capita, lista industrial, motejando alos paises que forma el primero como slos dstritos rurales» del como Primero y, luego, i6n de su eje ‘ito de campesinos asediando las ciudas Después de Ia «Gran Marcha», comienza a tomar cuerpo teérico su ejemplo, Pero con todo, no solamente ol chino era un proceso revolucionsroIejane y Aislado, sino que ora diictmente perceptible en su specifi fo en verse a simisme, muy ortodoxa, muy ecominternisnamenter, como ion cextensin de la Revolucién russ: todavia no se hablaba de «zonaslibersdass, sino de «zonas sovitticasy; el eército de Mao Tse-tung no era de liberacion optilas, sino aFjécito Rojon. Pero hay algo més: si de ejemplo de lucha orm, a se trasba, la Internacional tenia uno que ofrecer a sus paridarion, mucho ns cercano (nos estamos refiriendo, por supuesta,a Améica Latina) mes comm, _rensible por diversas razones, y mas féciimente clasifcable dentro de ls teres de ftemacional lent guna de para Steuben mada» se trataba, af estaba entonces el jemplo de los republicans espafoles, tos wrojos, como los llamaba la propaganda enemiga Cuando en octubre de 1949 se proclame la Republica Popular China; cuando los nombres de Mao Tse-tung, Chow Teh, Chow Eni y,en menor grado, Lia ‘Shao Chi, Teng Hsiao-ping y Lin Piao comviencen ahacerse populares fuera de Jos ambientes com: s, el concepto de slucha armada» comenzaré a tener tuna traducci6n casi tiniea: guerra de guersillas, Pero en América Latina no serd ningtin comunista, sino un revolucionario nacional-democrético en sus ¢o- iienzos ligeramente tefiido de ‘en el roman paladino de una pra xistas gramscianos: Fidel Castro Ruz. Bolivia on 1952; ¢) los diversos mi afios 60-70, Queremes advert ssecuencia cronol6gica 6s par ios: se trata de x ates en Argentina y Uruguay en los quesi no hemos seguido una rigurosa ycentuar al carécter un poco diferente de estos jentos urbanos. estatutos contendrén la siguiente formul tiene como objetivo luchar por todos los peta del Estado», Hemos subrayado la referencia ala lucha armada por su cavécter opcfonal dominaci6n burguess, sino apenas uno de elles. Se podrfa decir que en sentido, les comunistas Is formulacién més. Jales Guesde, el jofe del vigjo Parti Ouvrier Francais de pring quien decia: «Estamos dispuestos a tomar el poder incluso por la Pera hay algo més, en esta det ninguna especificacién, no marxistas. ¥ por lo dal centro lustriales avanzados hac taban subdesa insurtecién camnpésia, sino pot un alzaiento-urbano. Yas cuando la Inter nacional ntentatomarse a fa brava el poder en cualquiera de jos pases donde «tee que han madurado ls condiciones para hacerlo, reurriré a ese medio: no f6n de marzo», en Aleman'a ds 1921; Ja insurrecciéss Diilgara de 1923), sino también en China, con Ia «Cemuia de Cantén» en 1927 ‘antes de la sangrienta volterota anticomunista de Chiang Kai Shek, la Revolucién china vaa cambiar todos os enquemnas de a sia, yeoto antes de la

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