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Jeera ea rE _ Salud, asistencia sanitaria y economia | | . ggpusoi Después de la descripcién de algunos dé los eonceptos clave de economfa es.el mo- ‘mento de plantear su posible relacién con la salud. De entrada no parece fécil la co- nexién entre el término salud y economfa, La salad es un estado de las personas y no puede adquirirse en el mercado ni tampoco ser proporcionada por el sector puiblieo. Lo que si puede adquirirse son los servicios para su mantenimiento y mejora, es decir, la asistencia senitaria, Intentando conectar los vocablos salud y econama habitualmente se piensa en: 1. La salud es el bien mds preciado. Con el fin de mantenerse en buen estado de salud cualquier cosa és valida. 2. La atencidn sanitaria esta en crisis. Si los costes contintian creciendo con las tasas actuales, el bien salud se tornard inalcanzable para muchos ciudadanos. Aunque las dos frases pueden parecer contradictorias, existe cierto acuerdo entre ambas, puesto que presentan a la salud como un bien sin precio (Ia salud no tiene pre- i cig), tanto desde €] punto de vista ético, inestimable, como desde el punta de vista €co- 5 némico, muy caro, i Para muchas personas lo que debe hacerse ¢s continuar destinando recursos a la sa- nidad. Sin embargo, en muchos paises industrializados Ia totalidad del producto inte- rior bruto (PIB), con las taias actuales de crecimiento del gasto sanitario, estarfa dedi- i cado a sanidad antes de finalizar el siglo 20c (Zweifel, 1997). Es evidente que se trata i de una opcidn, pero solamente puede considerarse si se estd dispuesto renunciar a i é todo Jo dennis, y esto, también es evidente, no serfa aceptable ya que la sociedad pre- cisa de otros bienes y servicios ademas de Ia asistencia sanitaria, Et problema que se plantea es decidir la escala que cada sociedad considere apropiada y, para ayudar ade- -cidir esta escala (no debe olvidarse que depende de las necesidades de asistencia sani- taria de ja poblaciGn, pero también del resto de necesidades}, se entiende que el andli- sis ecanémico puede ser dil, (cacao ‘Para muchas personas e! andlists econdmice no tiene cabida cuando él tema que se trata es 1a asistencia sanitaria, En general, esta postura se sustenta en unas supuestos que ‘no son reales. Segin el profesor Williams (1980), estas hipétesis son las siguientes: El andlisis econémico trata tinicamente del dinero. « Se ocupa tinicamente de los costes. ‘Trata solamente de aquellos beneficios que contribuycn a resultados econénti- cos mejores. Esté obsesionado con la eficiencia e ignora otras consideraciones importantes. Fstf fuera de la ética permitir que la economia influya sobre nuestro compor- tamiento en un terreno humanitario como los cuidados sanitarios. ype ve ‘Aunque en el tiem@o transcurride desde que el profesor Williams enumerd estos puntos de rechazo (més de 20 aiios) se ha producido un incremento notable de Ia in~ formacion con respecto aesias cuestiones, todavia cs Gtil imsistiren ellas especialmente si el sector al que se destina este trabajo no esta familiarizado con la economia y el ‘andlisis econdmico. Respecto a la primera cuestién, en el primer capitulo se ha analizado que la confu- sin entre dinero y econom{a es err6nea, El principal objetivo de la ciencia econémica sel anélisis y el estudio de la distribucién de los recursas escasos entre las diferentes alternativas, Probablemente, no deba insistirse més en este punto. La segunda cuestidn, relativa a los costes, también ha quedado superada en la ‘ex- posicién realizada; para el economista el coste lo es en términos de renuncia a otras posibilidades, En el apartado dedicado a a eficiencia ya qued6 claro que se emplea una tGenica, ef andlisis coste-beneficio, que es una respuesta rotunda aesta afirmacién, y que se ticnen en cuenta ambos: los costes y los beneficios. Con respectoala fercera cuestién, la mejor respuesta es la que oftece el propio pro- fesor Williams (1930): «Cuando se afirma que los economistas solamente entienden, y prestan atencién, all tipo de beneficios que son capaces de innducir mayores tasas de produccién lo que se quiere indicar es que en el caso de jos servicios sanitarios deberfan concentrarse tas atenciones sobre la poblacién activa, con olvido de los ancianos, las disminuidos, ¢ incluso posiblemente de las amas de-casi y otras gentes cuyo trabajo no esti in- cluido en las estadisticas de la renta nacional y, porlo tanto, no contribuye sparente- mente al crecimiento econémico. ‘Debo confesarme dispuesto a disculpar acualquiera que, hastweste momento, haya ‘ereido.que la economia trata precisamente de esto porque, desgraciadamente, es cierto ‘que es0 es lo que una gran cantidad de economistas han estado haciendo. Pero-cs algo parecido a Ia afirmacion de que la ciencia de ta medicina consiste, simplemente, en. >prescribir medicamentos y en operar, porque tal cosa es To que han estado haciendo. gran cantidad de médicos. El andlisis econémico se ocupa de todo aquello que la gente valora, La gente va- Jora Ja alimentacién, la vivienda, la educacién, la salud, la seguitidad, el tiempo libre, la vida en familia, ¢ incluso la oportunidad de trabajar y servir a otros. Quisiera decir que los analistas del coste-beneficio se ocupan eon mayor profun- didad de los problemas planteados por la medici¢n de los beneficios denominadas ne ——_emanreaae) aoe remnant EC in econémicos que cualquier otra persona, de modo que no ¢s en absoluto cierto que la economia se ocupe solamente de los beneficios Hamadas econdmicos.» En relaci6n con la cuarta cwestin también se entiende que la mejor respuesta la proporeiona el propio profesor Williams: «Para tratar con esa objecién debo explicar cuidadosamente, y en primer lugar, lo que los economistas entienden por eficiencia, Los economistas distinguen dos grados de eficiencia: a) La eficiencia a bajo re miento se ocupa de asegurar que en la prestacién de cualquier tipo de bien a servicio se minimiza el valor de los recursos itilizadas; en lenguaje coloquial esto significa la eliminacién del despilfarto, y 6) La eficiencia a alto rendimiento se ocupa de asegurar qué el conjunto de bienes y servicios es tal que los recursos de la comunidad no po- drfan reasignarse para producir un conjunto mds valorado que aquel del que se dis- pone, La diferencia entre las dos nociones puede ilustrarse imagindndose que los mé- dicos son muy eficientes en cl sentido del bajo rendimiento, y que también lo son los dentistas, aunque ef sistema como un todo podria ser ineficiente a alto rendimiento por- que dispusiéramos de demasisdos médicos yy de pocos dentistas, o viceversa. Inversa- mente, tanto los médicos como los dentistas podrfan ser muy ineficientes a bajo ren- dimiento, aunque dispusiéramos de ellos en las adecuadas proporciones. En ambos casos, en el sistema se da cierta ineficiencia, aunque sus implicaciones en términos de politicas que conviene seguir son distintass. La existencia de ineficiencias implica un‘ despilfarra, y éste, a su vez, tiene como consecuencia que se renuncie a un ineremento en el suministro de determinados bienes y servicios a la sociedad. El hecho que los cconomistas esién mny interesados en estos temas no parece ni inscnsato mii poco per -tinente. Alguien debe interesarse por estos temas, puesto que son bisicos para mejo- rar Ia sociedad en su conjunto. La quinta cuestidn sugiere que el andlisis econdmico es poce ético. En esta afirma- cidn prevalece 1a asociacién de la economia y el dinero. La idea subyacente es la de que no se puede valorar en términos dé coste en dinero elementos como la eleccida en- {re tratamientos altemativos, ya que estfn involucrados unos resultados en vidas, me- joras o sufrimientos que no pueden evaluarse en dinero. Siguiendo nucvamente a Wi- iams; «Petmitanme preguntar si ustedes piensen que es ético para un médica (0 para cualquier otro) decir que en el tratamiento de un paciente considera poco ético tener n cuenta los sacrificios que tenemos que hacer. ;Consideraria este individuo étiea larecomendacién de un tratamiento que mejorase ligeramente la salud de un paciente, pero lo empobreciera totalmente, cuando por contra existiera tn tratamiento menos ‘efectivo.que mantaviera al paciente en buenas condiciones? Considerarfa este indi- viduo ética Ia recomendacién de un tratamiento que impusicra cargas dificiles sobre -el cényuge ¥ 108 hijos de un paciente, cuando por otro lado existiera un tratamiento menos efectivo y que pudiera reforzar los lazos familiares? , Considerarta el wsédico sticala recomendacién de un tratamiento que impidiers que otros cien pacientes ob- tuvieran tratamiento a su vez, cuando existiera oiro menos efectivo que hiciera Tle- ar la atencién a esa otra gente? Segtiramente, seria sdecuado esperar que cualquier ‘méidico que recomendase tratamicntos que implicaran tales sacrificios los defendicra en términos morales. Y i uno cree que debiera defenderlos esté creyenda que los costes son relevantes ¥ que el andlisis cconémico también lo es, De modo que, lejos de considerar la Contabilizacién de Tos costes como fuera de Ia ética, creo que esti fuera de ella la no UNIVERSIDAD Dz ANTIOQU: RIREIATEE A Garey nrimei

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