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UNIVERSIDAD ANDINA SIMÓN BOLÍVAR – Sede Ecuador

Maestría en Estudios de la Cultura


Historia Memoria e Identidad
Guillermo Bustos

Mónica Delgado
27 de Marzo de 2008
Ensayo
La construcción de la voz femenina en el testimonio
de Rigoberta Menchú
Este ensayo es un esfuerzo por articular diferentes ideas y postulados
teóricos que permitan responder a la pregunta: ¿cómo se construye la voz
femenina en el testimonio oral y cuáles pueden llegar a ser las implicaciones
colectivas resultado de éste testimonio? Para esto tomaré como objeto de
análisis el texto de Elizabeth Burgos sobre el testimonio de Rigoberta
Menchú. El campo de éste trabajo se orienta hacia la construcción de la voz
del sujeto en el testimonio oral y el ejercicio de la memoria implícito en la
formación de los procesos sociales.
En un primer momento de éste ensayo situaré la categoría de género
desde la obra de Teresita De Barberi, haciendo una descripción de los
componentes de la categoría género, relacionándola con los principales
postulados sobre el tema de la memoria desde autores como: Halbwachs,
Jelin y Ricoeur. Finalmente expondré a modo de conclusiones la presencia
del género en el testimonio de Rigoberta Menchú exponiendo brevemente la
crítica que otros autores han realizado sobre su testimonio.
Reconociendo que la subjetividad está presente en el autor de cualquier
obra debo reconocer la mía y mi interés por trabajar el tema del género y la
mujer como una suerte de espejos de auto-reconocimiento y reflexión sobre
mis propias experiencias.

1. El género y la memoria
La categoría de género implica sujetos, lugares y contextos históricos,
diferentes formas de ver y entender las relaciones sociales en las
comunidades. Teresita De Barberi, expone ampliamente la evolución de lo

1
que hoy entendemos como la categoría de género partiendo de las ideas de
los movimientos feministas que surgieron en los años 60`s, como un esfuerzo
por comprender y explicar la condición de subordinación de las mujeres. Uno
de los aspectos básicos para el desarrollo de estos movimientos fue el énfasis
por ampliar la noción clásica entre naturaleza - cultura y el determinismo
biológico, con el fin de comprender que los comportamientos sociales van
más allá de las diferencias biológicas y que a la vez son una construcción
social que contiene más elementos:

El desarrollo de los estudios académicos sobre las mujeres llegó a la


conclusión de generar conocimientos sobre las condiciones de la vida de
las mujeres, la sociedad, y la cultura, hacerlas visibles en la historia, en
la nación y en la vida cotidiana.1

La autora menciona que han sido dos posturas diferentes las que han
dirigido la investigación sobre mujeres. La primera sitúa a la mujer como
objeto de estudio, categoría sobre la cual es posible generar, acumular,
revisar información sobre trabajo, creación y cultura producida por mujeres.
Dentro de ésta línea de comprensión se consideran los aspectos de la
subordinación como producto de determinadas formas de organización y
funcionamiento de las sociedades, así como los niveles, ámbitos y tiempos de
las relaciones: mujer – varón, mujer-mujer, varón- varón. El segundo señala
que la sociedad es la generadora de la subordinación de las mujeres.
A partir de estos postulados es posible definir la categoría de género,
como hace referencia la autora: Género es “El conjunto de disposiciones por
el que una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la
actividad humana y en el que se satisfacen esas necesidades humanas
transformadas”. (De Barberi, 1992:114)
Entender la categoría de género desde ésta perspectiva permite
distinguir formas diversas en períodos históricos diferentes y como utopía

1
Teresita, De Barberi, Sobre la categoría género, Una introducción teórico-metodológica, en: Fin de
Siglo: Género y Cambio Civilizatorio, Ediciones de las mujeres No. 17, ISIS Internacional, Santiago de
Chile, 1992. pp.113.

2
pensar la liberación de las mujeres desde otras maneras distintas de
organización social. Es conveniente entender que la palabra género no puede
sustituir a la palabra mujeres, lo cual ha sido un error recurrente en la
literatura cuando en realidad son estudios de historias de mujeres, porque
la categoría género implica el reconocimiento tanto de hombres y mujeres.
En relación a la condición de las mujeres, existen tres perspectivas y
orientaciones teóricas: La primera son las relaciones sociales de sexo
(privilegian la división social del trabajo como núcleo motor de la
desigualdad), tienen implícitas la inserción femenina en el trabajo y la
participación sindical. Otra perspectiva considera los sistemas de género
como sistemas de poder, resultado de un conflicto social. La tercera
perspectiva hace referencia a que los fenómenos sociales se definen por la
relación que guardan entre sí.
La perspectiva de género como conflicto permite analizar: los sistemas
de parentesco, normas y formas de matrimonio, la filiación y la herencia, es
decir las tramas de relaciones que orientan las lealtades y solidaridades más
elementales entre las personas de sexos y generaciones distintas, incluyendo
el tabú del incesto y las normas legales que reglamentan el relacionamiento
intra e interfamiliar así como los conflictos y sus resoluciones en dichos
ámbitos.
Creo que éste marco es posible abordar el tema de la memoria.
Halbwachs, sostiene que todos los recuerdos se inscriben dentro de marcos
sociales como: la familia, religión, condición social, o a su vez con etapas de
vida y eventos que marcaron un referente histórico, en éste caso también las
relaciones de género. Sobre éstos marcos se construyen las memorias las que
son una interpretación del pasado, son memorias individuales, colectivas e
historiográficas. Aquí surge la pregunta que plantea el autor, ¿Cómo
explicar la memoria?, considerando que éstas se desprenden de individuos y
como su memoria es derivada de su cuerpo es necesario que haya algo fuera
de su cuerpo, y en el individuo a la vez.
Según Ricoeur, la memoria se caracteriza por ser un recuerdo fiable,
es decir verdadero que se remite a las huellas que han quedado grabadas en

3
el pasado. Sin embargo la veracidad de la misma está sujeta a otros
elementos, como Jelin menciona: “Abordar la memoria involucra referirse a
recuerdos y olvidos, narrativas y actos, silencios y gestos, hay también un
juego de saberes, pero también de emociones. Y hay también huecos y
fracturas” (Jelin, 2002:17).

2. El Testimonio de Rigoberta Menchú


Una forma de abordar la memoria es a través del testimonio, el que se
caracteriza por ser inspirador, generar confianza y remitirse a lo que pasó
bajo la premisa de que el testimoniante puede decir yo estuve allí, y que por
tanto necesita ser creído. En éste sentido una de las claves es descifrar como
el género está presente en los testimonios sobre la base de los recuerdos
memorables. Cabe mencionar que el objetivo principal del testimonio de
Rigoberta Menchú es denunciar las injusticias cometidas hacia su pueblo, lo
cual en gran medida se encuentra atravesado por sus experiencias de vida y
los eventos históricos que se convierten en marcos sociales.
Rigoberta Menchú, en su testimonio asume una voz colectiva, que desde
su perspectiva representa todo lo aprendido y vivido por su gente: Mi
situación personal engloba toda la realidad de un pueblo. Ella sitúa lugares,
describe paisajes, cuenta la vida de sus padres y familia, las condiciones de
trabajo y la pobreza de su pueblo. A lo largo de su relato es posible
distinguir elementos transversales como la religión, la vida en comunidad,
las tradiciones del pueblo, entre otros que constituyen partes importantes y
que son abordados en ciertos momentos de manera muy emotiva. En éste
punto es clave reconocer al sujeto testimoniante, ¿Quién es ella?, ¿es ella
sola o es un colectivo?, ¿qué cosas recuerda y que olvida?,.
En éste punto resulta interesante abordar lo que la crítica a su
testimonio ha resaltado, y es como Rigoberta, omite hechos relacionados con
su formación religiosa, así como las situación de alcoholismo de su padre,
aquí claramente se puede leer que cosas ella desea recordar y cuáles no. El
tema de la religión es importante dentro de su testimonio, la expresión y
cosmovisión de la fe como lo que ella llama ir acomodando la doctrina a las

4
creencias religiosas de su comunidad: “Aceptar la religión católica no era no
aceptar una condición o abandonar nuestra cultura, sino que era como otro
medio (…) esa es nuestra concepción indígena”2 . De la misma forma el
nacimiento es un hecho importante para toda la comunidad, como un signo
de integración, valoración y responsabilidades mutuas, aunque existen
rasgos dentro de éstas prácticas culturales que en apariencia podrían
denotar una clara distinción de género:

Cuando es un niño el que nace, se tiene una celebración especial, no


es porque sea hombre, sino por lo duro que es su trabajo, por toda la
responsabilidad que el hombre tiene que tener como hombre, (…).
Ahora para nosotros no es tanto que el machismo no exista, pero no
es un elemento dificultoso en la comunidad ya que de hecho vamos a
tomar en cuenta las costumbres.3

Resulta determinante el hecho de que Rigoberta, superpone la


importancia de las costumbres de su pueblo por encima de cualquier
situación externa que implique un riesgo, como una suerte de defensa. De
ahí que la fortaleza de las tradiciones orales de su comunidad son una base
sólida en todo su relato, por ejemplo en ciertos eventos memorables como la
ceremonia de los 10 años que se realiza a los niños de la comunidad, los
consejos de la madre como compañera de vida para los hijos, junto con las
ceremonias de matrimonio, entre otras tradiciones. De ahí que ella misma
menciona el hecho de que sus abuelos le han recomendado guardar los
secretos de los antepasados.
La propia experiencia de Rigoberta como trabajadora es otro elemento
clave en su relato, su visión del valor del dinero, el trato a los trabajadores y
la imposibilidad de superar la pobreza son temas recurrentes en su
testimonio, así como la necesidad de superar el analfabetismo como único
camino hacia un cambio de vida y como el principio de su lucha política.

2
Elizabeth Burgos, (y Rigoberta Menchú), Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia,
Siglo XXI, 1985, 1 edición. Pp. 106
3
Ibíd. P. 25

5
Yo tenía muchas, ideas pero sabía que no podría llegar a decir todas
mis ideas, yo deseaba un día poder leer o escribir o hablar el
castellano (…) tal vez cuando uno lee sea diferente, (…) aprender a
leer y escribir, como antecedentes para alejarse de la comunidad
significa no tener el apoyo del padre.4

3. El género en el testimonio
Como había mencionado anteriormente, abordar la categoría de género
involucra tanto a hombres como a mujeres y no puede reemplazar
solamente a la palabra mujer, sino que el género se debe entender en el
marco de las relaciones sociales. Dentro del testimonio de Rigoberta
Menchú, son evidentes las costumbres de su comunidad reflejadas a través
de la marcada división del trabajo, la valoración del varón como fuerza
laboral y su acceso a la vida política, por lo que la mujer en muchos
momentos es simple espectadora de los acontecimientos, sin embargo es
importante rescatar la tradición oral presente en los relatos de la madre de
Rigoberta, quien era un testimonio vivo de lucha y participación política.

Mi mamá decía que con su vida, con su testimonio vivo, trataba de


decirles a las mujeres que tenían que participar como mujeres para
cuando llegara la represión y cuando nos tocaría sufrir, no sólo
sufrían los hombres. Las mujeres también tenían que participar como
mujeres y las palabras de una madre decían que una evolución y un
cambio sin la participación de las mujeres no sería un cambio y no
habría victoria. 5

Rigoberta Menchú, asume una posición clara en relación a su lucha


por la defensa de su pueblo y su renuncia al matrimonio. En éste punto se
evidencia la importancia que dentro del género han asumido las mujeres a lo
largo de la historia en su relación con la sociedad y su visibilización en la
esfera pública, incluso a costa de su propia vida.

4
Ibíd. pp.115
5
Ibíd., pp. 221

6
Estaba clara de que yo estaba luchando por un pueblo y estaba
luchando por los muchos niños que no tienen que comer, pero al
mismo tiempo, pensaba que sería triste un revolucionario que no
dejara una semilla, (…), yo soy humana y soy una mujer y no puedo
decir que yo rechazo al matrimonio, pero mi tarea principal, pienso
que es primero mi pueblo y después mi alegría personal.6

En éste testimonio el tema del patriarcado no puede ser interpretado


de manera superficial ya que se debe considerar la cosmovisión indígena del
mismo, para explicar esto cito a Teresita De Barberi:

Hubo un período de la historia que fue patriarcal, pero ni siempre ni


en todas las sociedades el patriarcado se expresó y se ejerció de la
misma manera, otra cosa es el machismo, forma de organización
social y de ejercicio del poder de dominación masculina, pero donde
las mujeres existen como sujetos de algunos derechos y en la que
tienen algunos espacios de autonomía, pero también mucha
indefensión. Un buen objeto de estudio en América Latina, puesto
que sabemos que no siempre se ejerce de la misma manera. (De
Barberi, 1992:127)

Rigoberta lo explica considerando que al hombre se lo estima como


algo distinto y se lo trata de manera privilegiada y prioritaria, “el trabajo de
la casa se hace en primer lugar para los hombres, en segundo lugar porque
es un estímulo especial que tenían también nuestros antepasados hacia el
hombre, (…), lo que decía ella – la madre – era que ni el hombre, es
culpable, ni la mujer es culpable del machismo, sino que el machismo es
parte de toda la sociedad”. (Burgos, 1985:239,241).
Durante el relato es posible leer la relación de la memoria y el género,
ya que los recuerdos evocados involucran a múltiples actores en distintas
condiciones de relación social. Sin embargo éste relato al igual que la

6
Ibíd., pp. 249

7
mayoría de testimonios orales, ha tenido fuertes críticas en cuanto a la
veracidad y exactitud de los hechos y el tratamiento del lenguaje,
calificándolo de escencialista y multiculturalista, sobre lo cual creo se debe
distinguir el “lugar” desde el cual se habla y no sólo el contenido de los
hechos narrados.
Marc Zinmerman7, en su trabajo sobre el testimonio de Ignacio
Bizarro Ujpan y la resistencia indígena en Guatemala, toca aspectos de las
fuerzas populares emergentes, las relaciones de los indígenas con el ejército,
la importancia de la religión católica, que no es abordada con profundidad
en el testimonio de Rigoberta, es decir ella escogió que contar. Por otro lado
los elementos presentes en el texto de Ignacio nos ayudan a entender mejor
a un pueblo diferente en una situación diferente como la situación familiar y
comunitaria, el orgullo del trabajo y la cultura, a la vez la pobreza, la
dependencia de la bebida en tiempos de depresión, etc. Los lugares de
enunciación son diferentes: Rigoberta en un momento determinado habla
como trabajadora e Ignacio como caporal, según el autor, Rigoberta puede
representar la conciencia potencial de los indígenas guatemaltecos, pero
Ignacio puede representar la conciencia ideal.
Finalmente quisiera concluir señalando que el género esta presente
en el testimonio como un recurso configurativo que permite leer de manera
más amplia las relaciones sociales y otorgarles mayor validación al accionar
tanto de hombres como de mujeres. Esta construcción de la memoria es
crucial para la comprensión de los procesos sociales y políticos interraciales,
inter-género y más concretamente las relaciones varón –mujer, varón- varón
y mujer-mujer entre personas de razas, étnias y culturas distintas, pero
tampoco se puede descalificar lo que no sea estrictamente verídico o
descalificarlo porque venga de una mujer.

7
Marc, Zimmerman, El otro de Rigoberta: Los testimonios de Ignacio Bizarro Ujpan y la Resistencia
Indígena en Guatemala, en: La Voz del Otro: Testimonio, Subalternidad y Verdad Narrativa, Guatemala,
Universidad Landivar, 2002.

8
BIBLIOGRAFÍA
™ DE BARBIERI, Teresita, Sobre la categoría género, Una introducción
teórico-metodológica, en Fin de Siglo: Género y Cambio Civilizatorio,
Ediciones de las mujeres No. 17, ISIS Internacional, Santiago de Chile,
1992.

™ BEVERLY John y Hugo Achúgar, La voz del otro, Guatemala, Universidad Rafael
Landivar, 2002

™ BURGOS, Elizabeth (y Rigoberta Menchú), Me llamo Rigoberto Menchú y así me


nació la conciencia, Siglo XXI, 1985, 1 edición.

™ JELIN, Elizabeth, Los trabajos de la memoria, Madrid, Siglo Veintiuno,


2002.

™ RICOEUR, Paul “Definición de la memoria desde un punto de vista


filosófico” en Varios, ¿Por qué recordar?, Barcelona, Granica, 2002.

™ ZIMMERMAN, Marc, El otro de Rigoberta: Los testimonios de Ignacio


Bizarro Ujpan y la Resistencia Indígena en Guatemala, en: La Voz del Otro:
Testimonio, Subalternidad y Verdad Narrativa, Guatemala, Universidad
Landivar, 2002.

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