Para su edad, bastantes más de 80, tenía la cabeza muy bien, eso le permitía leer y estar al día de los acontecimientos. Recibía visitas a diario de su familia pero, como vivía sola tenía tiempo para pensar y sobre todo para recordar. Aquella tarde estaba mirando por la ventana, cuando se le vino una frase a la cabeza: Me gusta el invierno
Y se dejó llevar por los pensamientos y los recuerdos: Es la estación del año que más une a las familias, cómo hace mal tiempo fuera hay quién organiza alguna actividad para estar reunidos, bien con la familia que cada uno ha formado o con amigos. Antiguamente nos sentábamos alrededor de la mesa camilla, al calor del brasero y jugábamos a las cartas o a la lotería. Ahora, todo ha cambiado, pues lo primero que dicen al entrar es: - Traigo una peli. Beben, fuman, charlan, empiezan con el futbol y terminan con la política. En mis tiempos era distinto, rara era la casa en la que no se reunían abuelos, padres, hijos y nietos…Y si era Navidad, tomábamos una copita de vino moscatel o de anís y mantecados y disfrutaban tanto los niños como los mayores y así el invierno era bonito y muy llevadero. Porque: ¿quién dice que el invierno es triste y feo?, yo no, pues siempre he disfrutado de él, hasta me ha gustado ir con mi pareja debajo del paraguas y si era chica, pisar los charcos. Si había truenos y relámpagos ¡era un espectáculo! Así es que con olor a castañas asadas y en ambiente familiar…digo: ¡Viva el invierno! …y, a disfrutar de él, con sus días buenos y malos. Noviembre de 2011 Adelaida