El reportero estaba sorprendido, no por el hecho de ser invitado a entrevistar al doctor Vincent Davoli, el hombre del siglo, el salvador

de la humanidad, aquel quien como dijeran los medios de comunicacin- se irgui ante la tempestad para conquistar lo que pareca un sueo. Tampoco era el hecho de encontrarse en los laboratorios de Enertec Internacional, lugar donde lo imposible suceda y la ciencia se abra paso ante la incertidumbre y la ignorancia. La verdadera sorpresa radicaba en descubrir una sobria oficina, digna de un abogado o un ejecutivo de alguna empresa. Llena de fotografas familiares, un librero con textos de referencia y un escritorio de cedro con una porttil a lado una pequea placa de plstico anunciaba a la persona detrs de este: VINCENT DAVOLI JEFE DE DEPARTAMENTO DE ENERGIA ATIPICA. A pesar de estar en la treintena de aos, Vincent Davoli haba envejecido pronto y de forma poco favorable. El cabello empezaba a escasear en la coronilla y el resto que decoraba su cabeza empezaba a blanquear, aunado a eternas bolsas bajo sus ojos y arrugas en la comisura de la boca que se marcaban cuando sonrea,una inspida barba de. Sin duda una imagen distinta a lo que se esperara del hombre cuyos meritos lo elevaban al status de leyenda viviente. -Antes que nada djeme aclarar una cosa jovencito, lejos de lo que ustedes muestran en sus reportajes de prensa, televisin e internet el proyecto