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TRAUMATISMOS GENITOURINARIOS.
1. TRAUMATISMOS RENALES.
(De ahí que sea relativamente fácil lesionar el pedículo por cizallamiento, en traumatismos que
lo aplastan contra las vértebras).
Ciertas patologías del paciente pueden propiciar ciertos tipos de lesiones asociadas a
traumatismo renal.
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Por ejemplo, si el paciente sufre hidronefrosis será más fácil que se produzca un estallido de la
pelvis renal. Los riñones en herradura serán más susceptibles de romperse por el istmo que los
une. El riñón ectópico está por supuesto más expuesto (rotura de la pelvis renal), ya que se ha
alejado de las estructuras anatómicas que normalmente lo protegen.
1.6. Diagnóstico.
1) Clínica y exploración física
2) Antecedentes de traumatismo y sospecha clínica
3) RX simple: el hematoma perirrenal supone un efecto masa con aumento de densidad en las
imágenes radiológicas: - borramiento psoas y riñón;
- desplazamiento asas intestino;
- elevación hemidiafragma;
El paciente suele presentar una escoliosis con el fin de adoptar una postura lo más antiálgica
posible. También podemos ver en las radiografías imágenes de cuerpos extraños y/o fracturas
óseas asociadas al traumatismo.
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5) A veces, usaremos ECO, sobre todo para valorar la desestructuración morfológica renal.
6) La Arteriografía, hoy en día, no se usa electivamente para el diagnóstico (aunque puede ser
muy útil para localizar sangrados activos y para tratar aquellos que no logran la hemostasia).
Cuando la arteria renal se fractura o se rompe, el vaso tiende a enrollarse para hacer
hemostasia. Actualmente usamos la arteriografía para embolizar vasos que irrigan segmentos
pequeños, para intentar conservar el riñón (si conseguimos embolizar vasos segmentarios, no
tendremos que recurrir a una nefrectomía total).
1.7. Tratamiento.
- Las lesiones de Grado I (son el 90% de las lesiones) no requieren tratamiento, sólo
observación de la evolución. Lo normal es que se resuelven espontáneamente.
- Las lesiones de Grado II y III (10% del total) suelen requerir tratamiento quirúrgico. La cirugía
puede ser inmediata (para controlar el shock hipovolémico) y ésta suele conllevar una
nefrectomía total con ligadura de los vasos sangrantes; o bien puede ser una cirugía diferida (7-
8 días), si se logra mantener estable y se controla la volemia del paciente.
Esta tregua en el tratamiento, estos pocos días, nos permiten estudiar bien el caso y dilucidar si
se puede evitar la nefrectomía total, conservando algo de riñón. De todos modos, tampoco
podemos demorarlo mucho porque al cabo de estos días el hematoma se puede fibrosar y
calcificarse, lo que requerirá cirugía para extirpar el riñón.
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2. TRAUMATISMOS URETERALES.
2.1. Etiología.
Aunque se han descrito heridas penetrantes por arma blanca o arma de fuego (igual que
comentábamos en el caso de los traumatismos renales), éstas son las menos de las veces.
También se puede lesionar el uréter durante la cirugía endoscópica urológica (se producen
perforaciones ureterales, fístulas uretero-vaginales: la orina suele salir por el muñón del fondo
de saco vaginal).
2.2. Clínica.
- En las lesiones producidas durante el acto quirúrgico, veremos salida de orina a través de la
solución de continuidad en el uréter. Tendremos que sondar el uréter.
- Habrá dolor en flanco ipsilateral; ojo, si se produce una peritonitis en un paciente en decúbito
supino, dolería todo el abdomen y ambos flancos.
- Encontramos al paciente con vómitos e ileo paralítico, por la irritación peritoneal.
- Tendrá síndrome febril
- Veremos una fístula urinaria, saliendo la orina del uréter al exterior o bien por la herida al
peritoneo o bien al fondo de saco vaginal (fístula uretero-vaginal).
- El paciente presentará anuria; no hay micción porque la vía de conducción de la orina desde
el riñón a la vejiga está dañada. (En el caso en que se afecten los dos uréteres).
2.3. Tratamiento.
Si la lesión ureteral ocurre durante el acto quirúrgico, haremos sutura y derivación (mediante
nefrostomía o mediante catéter ureteral). Siempre que el uréter se rompa haremos derivación:
cuando suturemos el uréter, lo haremos “en pico de flauta”, para evitar las estenosis.
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Sea como fuere, la cirugía debe ser precoz, antes de 7-8 días (tal y como dijimos en los
traumatismos renales), y siempre debe asociarse una derivación urinaria.
3. TRAUMATISMOS VESICALES
3.2. Clasificación.
- Rotura intraperitoneal (roturas del polo superior de la
vejiga, se abre al peritoneo)
- Rotura extraperitoneal (roturas inferiores o laterales,
vierten fuera del peritoneo).
- Rotura vesical y uretra (asociado a grandes
traumatismos con aplastamiento pélvico)
- Rotura espontánea (rara; patología renal previa).
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Imágenes:
Arriba a la izq., rotura vesical iatrogénica durante
procedimiento endoscópico.
Arriba a la dcha., rotura extraperitoneal (el contraste
no se queda en peritoneo, desciende aún más).
Abajo, rotura intraperitoneal (vemos contraste entre
las asas intestinales, bordeando el peritoneo).
3.3. Tratamiento.
- Sutura de la lesión vesical.
- Colocamos drenaje vesical (sonda vesical o punción suprapúbica).
- Dejamos drenaje perivesical para evacuar las secreciones: orina, hematoma, etc.
Habitualmente, cuando se rompe le pubis puede originar un gran sangrado (que puede requerir
cirugía para hemostasia), debido a la rotura del plexo de Santorini (prevesical y retropúbico) y
por la acumulación del hematoma en fondos de saco.
4. TRAUMATISMOS DE URETRA.
4.2. Etiología
- Accidentes de tráfico: 80% asociados a fractura ósea pelviana 10% traumatismo de uretra
- Caida a horcajadas (compresión de la uretra sobre el pubis)
- Iatrogénica, por instrumentación: sondajes, material rígido de endoscopia…
- Por manipulación (por masturbación muy fuerte)
4.3. Traumatismo de uretra posterior (membranosa y prostática)
La etiología de estas lesiones suele ser por esquirlas óseas (mecanismo directo) en roturas
púbicas.
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También pueden producirse por mecanismos indirectos, por cizallamiento (por efecto guillotina),
por desgarro de la aponeurosis o por arrancamiento. Se suele romper por la zona de la uretra
membranosa, debido a que los ligamentos (lig puboprostático, ligs transversales) traccionan
hacia arriba y los músculos del plano esfinteriano perineal (diagragma urogenital) tiran hacia
detrás, creando un decalage que cizalla (hace efecto guillotina) y desgarra desde atrás.
(Aquí vemos la rotura). Si vemos la imagen, podremos deducir la clínica, que será muy lógica:
- shock traumático
- retención urinaria
- uretrorragia (es distinta a la hematuria; se
trata de la presencia de sangre en el meato
urinario externo)
- hematoma pelviano/pélvico (porque la lesión
está por encima del plano inferior pélvico).
Las complicaciones de estas lesiones son terribles, al menos desde el punto de vista
psicológico, ya que puede aparecer impotencia y pérdida de la eyaculación, lo que dificulta la
vida sexual del paciente.
Además, el 10% de los casos presentarán estenosis uretral, complicación que puede
someterse a cirugía al cabo de unos 4-6 meses después del traumatismo.
- Si hay rotura de la mucosa o de las fascias, tendremos que hacer drenaje del hematoma y
derivación (drenaje vesical: cateterismo vesical o cistostomía).
- Si la rotura de la uretra es total, entonces, como dijimos anteriormente, haremos anastomosis,
drenaje y derivación.
cuerpo cavernoso
cuerpo esponjoso
5.2.
Traumatismo de testículos/escroto
Son frecuentes en el ámbito deportivo (balonazos, patadas, caídas), así como en el mundo de
la tauromaquia (heridas por asta de toro). Normalmente no suelen ser muy graves y el testículo
suele quedar indemne, sólo presentan un hematoma llamativo y clínica muy dolorosa.
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Esto es todo lo que se do en clase, revisado por el tratado de Urología del Dr. Smith.
JAC & EML (Patitas y Castizo).
La gardenia es una flor irresistible, pequeña y blanca, una flor que inunda todos los rincones de
aroma. Dulce y salvaje, así es la gardenia. Sonríe al olerla, estallando de fragancia fuera de sí.
Olerla es mi placer, mi gardenia. Perfumarme, embriagarme, hacerme volar es su afán, mi
gardenia.
Y así me quedé a vivir en ese jardín. Así voy creando mi hogar en torno a ella, mi gardenia,
hogar sin muros, sin techo, para que no le falte la luz de amanecer, la lluvia de abril, el rocío de
la noche, todo aquello que es ella, que tanto la embellece, mi salvaje y bella, mi desnuda, mi
dulce gardenia.
(Para todos aquellos que no saben que la poesía no tiene por qué estar escrita en verso, o
simplemente para aquellos que no saben leer poesía, les indico el proceso sin querer parecer
pedante o sarcástico, nota: releer el fragmento y sustituir ‘gardenia’ por… por ejemplo, ‘la niña
de mis ojos’ o ‘el niño de mis ojos’, según la preferencia de cada cual).