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Luz est sembrada para el justo, y alegra para los rectos de corazn.

Salmos 97:11

23 octubre

Muchas veces la rectitud cuesta muy cara a los que la siguen en todo momento; pero a la larga, acaba por ser remuneradora y produce inmensos beneficios. Una vida santa es como la semilla: queda en apariencia enterrada y destruida y nunca podr ser recuperada. Nos equivocamos si esperamos una cosecha inmediata; el error es muy natural, porque parece imposible enterrar la luz. Sin embargo, la luz est sembrada segn reza el versculo. Est oculta; nadie la puede ver; pero est sembrada y no dudamos de que un da se manifestar. Tenemos la completa seguridad de que el Seor ha preparado una cosecha para los sembradores de luz, y que cada uno la recoger por si msmo. Entonces se alegrarn. Por cada grano de luz se recogern gavillas. Sus corazones sern rectos delante del Seor, aunque los hombres no les dieran crdito y les censuraran. Eran justos, aunque los que les rodeaban los juzgaran severos. Deban esperar, como esperan los labradores el precioso fruto de su siembra. La luz estaba preparada a su favor por el Seor de la mies. nimo, hermanos! No tengamos prisa. Poseamos con paciencia nuestras almas, porque pronto stas se hallarn en posesin de la luz y de la alegra.

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