CaPITULO I ‘XPERIMENTA” UNA MAESTRA DE SEXTO GRADO “ Tengo la impresién de que el diario que constituye el grueso de este capitulo habla directamente al maestro acosado por la apatia del alumno, por problemas de disciplina, por padres que se quejan, por un programa establecido, por las dificultades diarias que surgen al estar en Contacto continuo con un grupo grande y variado de alumnos. Es un documento profundamente humano; ‘dice las cosas tal cual son’’, como afirma una frase de uso corriente. Espero que tendra para los iuaestros de todos los niveles el mismo significado que para mi, el sentimiento de que hay una base para la esperanza, aun en clases con grupos “‘imposibles"”. Confio en que animara a otros maestros a ser audaces y honestos consigo mismos y con sus alumnos, para arries- garse a dar pasos cuyas consecuencias no pueden garantizarse, pero que se basan en la confianza en los seres humanos. Por casualidad Ilegaron a mis manos los apuntes informales de una maestra que, desesperada y frustrada, decidié hacer un drastico experimento, promoviendo tin tipo de aprendizaje vivencial en su clase de sexto grado. Estoy profundamente agradecido a Barbara J. Shiel, la autora, por su buena yoluntad en autorizar ‘el uso de este material, que es de una especial ayuda prictica porque describe sus propias incertidumbres y confusiones, asi como las de sus alumnos, al lanzarse a aplicar este nuevo enfoque. Evidentemente, se necesita valor para probar algo huevo, y es comprensible que muchos maestros, cualquiera que sea su nivel docente, carezcan de esta valentia. La experiencia de 1a sefiorita Shiel no es ciertamente un modelo que otro maestro deba imitar. En realidad, uno de los elementos mas significativos de este informe es que se arriesgé a dar libertad a sus alumnos sdélo hasta donde podia y se sentia razonablemente cOmoda. Este es, entonces, el relato de una Ftuacion de clase con un enfoque original y Heno de riesgos, que llevd a cabo un ser humano también original, que acepté estos riesgos y que se sintié algunas20 CARL R. ROGERS veces derrotado y otras estimulado y conmovido por las consecuencias de lo que estaba intentando EL **EXPERIMENTO™ Cuando lei por primera vez cl documento que sigue, tenia curiosidad por saber en qué contexto se habia desarrollado el “‘experimento'’, y asi escribi a la sefiorita Shiel haciéndole varias preguntas. Su respuesta me aclard el cuadro de la situacién inicial Ese ultimo aio fue mi decimotercero de ensefianza en la escuela primaria. He ensefiando en todos los grados. La clase que se menciona en el documento (que originariamente intent6 ser un diario personal) fue una de las més dificiles con las que he trabajado, con respecto a la disciplina, falta de interés y problemas parentales, Habja 36 alumnos en el grupo, cuyo cociente intelectual oscilaba de 82 a 135; muchos eran ‘‘socialmente inadaptados"’ o tenian ‘‘bajo rendimiento’’ o *'trastornos emocionales’’ Habia agotado mis recursos en un intento de solucionar la situacién pero el progreso alcanzado era infimo. Eran notorios los problemas de disciplina; tenia que enviar constantemente alumnos a la direccién o fuera de la clase por distintas faltas; su actitud y su conducta originaban constantes dificultades. Algunos fueron suspendidos por periodos breves. Ademés, los padres no colaboraban o estaban a la defensiva; la mayoria venfa ya culpando al maestro y a la escuela por los problemas del nifio. Fue en esta situacin frustrante, y parcialmente como resultado de alguna lectura sobre la enseiianza centrada en el alumno , que la sefiorita Shiel tomd la decisién de experimentar este nuevo enfoque de la ensefianza. 5 de marzo. Comenzamos: Hace una semana decidi iniciar un nuevo programa en mi clase de sexto grado, basado en la ensefianza centrada en el alumno, un enfoque no directivo © no estructurado. Comencé diciendo a la clase que fbamos a intentar un ‘‘experimento"’. Expli- qué que por un dia les dejarfa hacer lo que quisieran; no tenfan por qué hacer algo si no lo deseaban Muchos empezaron por realizar actividades artisticas; algunos dibujaron o pintaron la mayor parte del dia; otros leyeron o hicieron trabajos de matemética y de otras materias. Hubo una atmésfera de excitacién durante todo el dia Muchos estaban tan interesados en lo que hacfan jque no quisieron suspenderlo durante el recreo o al mediodia! Al fin del dia pedi a la clase que evaluara el experimento. Los comentarios fueron muy interesantes. Algunos estaban ‘‘confundidos”’ y afligidos al faltar- les la direccién de la maestra y sin tareas especificas para realizar. La mayoria pens6 que el dia habia sido ‘*fantistico”’, pero algunos manifesta- ron preocupacién por el mucho ruido y por el hecho de que’ unos pocosLIBERTAD Y CREATIVIDAD EN LA EDUCACION 21 “hicieron el vago"’ todo el dia. Casi todos sintieron que habian trabajado tanto como de costumbre, y gozaron por ser capaces de ocuparse en una tarea hasta completarla sin el apremio del tiempo limitado. Les gust hacer cosas sin estar ‘‘obligados’’ a hacerlas y decidir qué harfan Pidieron continuar con el **experimento”’, asf que se decidié hacerlo durante dos dias mas. Entonces evaluariamos nuevamente el plan En la mafiana siguiente puse en ejecucidn la idea de un ‘‘contrato de trabajo” Reparti copias de listas de todas nuestras materias con indicaciones al pie de cada una. Dejé un espacio para sus “‘planes’’ en cada tema y para su verificacién una vez terminados. Cada nifio debfa escribir su contrato del dia, eligiendo los temas de trabajo y planeando especificamente sus tareas. Al acabar cada ejercicio, practica, revision, etc., debia verificar y corregir su propio trabajo, usando el manual del maestro. El trabajo debfa guardarse en una carpeta con el contrato, Me reuni con cada nifio para comentar sus planes. Algunos los terminaron en un perfodo muy breve; discuti con el grupo el posible significado de este sistema para resolver al respecto. Se sugirid que el plan no era suficiente- mente exigente, que debia ser corregido, quizas agregando otros temas diarios. Se les proporcioné material de consulta, sugerencias y elementos de ejercita- cién para emplearlos cuando fuera necesario. Hallé que tenia mas tiempo disponible, asi que trabajé, hablé y-pasé el dia con individuos y grupos. Al final del tercer dia evalué las carpetas de trabajo con cada niiio. Solucioné el problema de las calificaciones haciendo que cada uno me dijera lo que pensaba que merecia. También para entonces el grupo escribié una segunda evaluacién del experi- mento, afiadiendo los comentarios de sus padres. Exceptuando a cuatro, todos estaban entusiasmados con el plan y pensaban que la escuela era muy divertida. Esos cuatro se sentian ain inseguros y querfan tareas especificas. Les expliqué que debian dar tiempo al experimento porque a veces uno tardaba en adaptarse a situaciones nuevas. Estuvieron de acuerdo, El resto de la clase estaba entusiasmado ante la perspectiva de continuar asf el afio. EI obstaculo mas grande que he encontrado es la disciplina. Tengo muchos nifios con problemas en mi clase y hubo una regresién respecto de la disciplina cuando se suspendieron los controles externos del maestro. Parte de la dificul- tad proviene del hecho de que dejo a los nifios sentarse dénde y con quién gusten. Los “‘niios problema’” se unieron, pasaron la mayor parte del dia peleando (verbal y fisicamente), *‘molestandose” uno al otro y en general logrando muy poco, lo que origina a su vez otro problema para mi conciencia. Me siento mal cuando observo que no hacen nada y temo acerca de su progreso, resultados, etc. Debo recordarme constantemente a mi misma que estos alumnos ‘*fracasaban’’ con el viejo programa y que nunca presentaron las tareas completas antes. jSolamente parecian hacer algo! He considerado Ia posibilidad de trasladar algunos de los asientos de las zonas de problema, pero me doy cuenta que destruirfa un aspecto importante del programa si restablezco mi control. Si podemos sobrellevar este periodo, quizd mas adelante desarrollarin mas dominio sobre si mismos. Me resulta interesante comprobar que el nuevo sistema también inquieta