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1 de octubre de 1958 P.M.

LEVANTANDOLO Y SACANDOLO
DE LA HISTORIA
1º de octubre de 1958 P.M.
Tabernáculo Branham
Jeffersonville, Indiana E.U.A.

1 Gracias, Hermano Neville. Buenas noches, amigos. Verdaderamente es un...Considero un gran


privilegio el estar aquí en el tabernáculo, en esta noche, para empezar otra vez una serie de cinco
noches de reuniones. Ha pasado algún tiempo desde que tuve un avivamiento aquí en el tabernáculo.
Nunca lo anunciamos en los periódicos, o algo así, porque sabíamos que no tendríamos suficiente
lugar para sentar a la gente, porque es pequeño, y nuestra área para sentar es muy reducida. Pero
haremos todo lo que podamos hacer para acomodarla. Ibamos a conseguir el gimnasio de la escuela
preparatoria aquí, y lo hubiéramos podido anunciar, pero es temporada de escuela ahora, y es algo
difícil conseguirlo.

2 Y saldré muy pronto, creo yo, para mis misiones y demás, a ultramar. Y quise reunirnos para tener
un pequeño compañerismo con todos los hermanos antes de regresar otra vez.

3 Uds. saben, nos reunimos, vez tras vez, y en una de esas veces, nos vamos a reunir por última
vez. Así que, queremos-queremos mantenernos tan cerca del Señor como podamos y de Su Palabra,
y mientras vemos Su Palabra revelándose por Sí misma, día tras día, día tras día. Yo pensé que sería
bueno si tuviéramos una-una reunioncita aquí, y luego oraríamos por el enfermo.

4 Y se me fue dicho, hace tiempo, por una visión que el Señor me dio, hace algunos años, creo yo, o
tal vez un poquito más. Lo tengo escrito en una libreta en la casa, de un cambio de ministerio. Y
muchos de Uds. sentados aquí...No diría muchos. Pero recuerdan cuando construimos este
tabernáculo, Uds. recuerdan la visión que vino la mañana que pusimos la piedra angular allí, cuando
El dijo: “Este no es tu tabernáculo”. Me puso debajo de los cielos y dijo, me dijo las diferentes cosas
que sucederían. Si Uds. se fijan, vendrán a suceder exactamente como fue dicho. ¿Ven? Y siempre ha
sido de esa manera. Así que, por lo tanto, yo descanso seguro que lo que El dice, es Dios, y tiene que
ser la verdad.

5 Y luego hace algún tiempo, yo estaba en una visión y vi una-una gran carpa. Oh, eso fue un
acontecimiento descomunal, grande. Y al terminar de hablar, muchas almas fueron al altar, y estaban
como llorando con sus manos alzadas, quieta y suavemente. Un hombre con voz apacible y
agradable, salió a la plataforma y dijo: “Ahora ellos formarán la línea de oración mientras el Hermano
Branham se está preparando”. Y yo estaba parado de tal manera, por supuesto, que la línea de
oración estaría a mi izquierda. Y yo noté un conglomerado de gente que parecía que abarcaba una
manzana de ciudad, o más, que estaban parados en línea. Había un pequeño edificio, un edificio de
madera, dentro de esta carpa. Y había una mujer parada allí, un hombre tomando nombres, y la
gente estaba entrando con muletas y camillas, y saliendo al otro lado caminando. Bien, me pregunté
qué era todo lo que había estado sucediendo allí adentro. Y luego el Angel del Señor, Cuya fotografía
Uds. ven aquí, se alejó de mí y fue y se paró sobre el pequeño edificio, y se quedó allí, luego bajó. Y
una Voz habló y dijo: “Yo te encontraré en ese lugar”. Bien, ahora yo he estado esperando ese
momento.

6 He estado, por algún tiempo, hasta ahora, descansando debido a la sobrecarga de trabajo. He
regresado.

7 Y el fin de la semana pasada, tuvimos aquí un poco, algo de doctrina de la iglesia por tres noches.
Eso fue, el sábado pasado por la noche, domingo por la mañana, y domingo por la noche, antes de
esta reunión. Algo como para sacudir a la iglesia y ponerla en condición, para que pudiéramos
continuar adelante con estas reuniones que están en progreso ahora. Y luego, inmediatamente
después de esto, el domingo por la noche será mi noche de despedida para el tabernáculo por algún
tiempo, hasta donde yo sé. Y ahora...
2 LEVANTANDOLO Y SACANDOLO...

8 Y yo estoy esperando y confiando en Dios, que en algún momento durante esta semana, pueda
yo usar este cuartito de aquí para cuarto de oración. Y meter al enfermo y al afligido allí, y ver si El
me encuentra, y empezar en el tabernáculo otra vez, el nuevo ministerio. En verdad me gustaría
verlo ser operado. Amigos míos, yo no sé lo que es. Yo no tengo ninguna idea de lo que será, confío
que será algo más para ayudar a Sus pobres enfermos, hijos sufridos de este día, pero El Quien ahora
escucha, le prometí que yo sería fiel y leal, y trataría de ser más leal que lo que yo era con los otros
dones que El me ha dado. Y si llegara a suceder, será tan real como han sido los otros. Ahora esos
otros dones están todavía tan firmes como fueron. ¿Ven? Pero yo estoy esperando anticipadamente
por algo nuevo que suceda ahora, y yo espero que suceda aquí. Ahora, yo pensé, que tal vez en esta
noche hablaríamos y veríamos cómo me siento.

9 Y otra cosa que quise hacer, quise tratar de averiguar, cuando entremos por primera vez, si yo
pudiera entrar con mi esposa allí, y permitirle estar conmigo cuando descienda por primera vez, para
ver si será de esa manera. Si no, entonces, al pasar las mujeres, traeremos dos a la vez, dos mujeres
a la vez, pasando. Así que, no estoy diciendo que funcionará de una u otra manera; simplemente
para que Uds. supieran, porque ya ha sido dicho que estemos buscando por algo nuevo que suceda,
y sí estamos. Pero yo no estoy diciendo que El me dijo que sucedería. En donde yo vi la visión fue en
una carpa. Pero, por supuesto, pudiera suceder en cualquier lugar, en cualquier momento, así que,
estamos buscando anticipadamente por ello.

10 Ahora bien, vamos a tratar de dejarlos salir temprano. El servicio de alabanzas, una media hora, y
el servicio de predicación, y el servicio del altar, y demás, como una hora, lo cual hará una hora y
media, para que la gente que está de pie no esté amontonada; y regrese mañana por la noche.

11 Ahora bien, antes que abramos esta bendita Palabra antigua. Y les aseguraremos, que nunca
diremos nada fuera de lo que está en Ella, porque Ella es el fundamento. Y antes que lo hagamos,
inclinemos nuestros rostros, un momento, para orar.

12 Querido Dios, mientras estamos parados en Tu Presencia, y estando conscientes de nuestros


cuerpos frágiles, que simplemente somos el polvo de la tierra. Tú nos has traído como seres
vivientes, para honrarte y glorificarte. Y comprendemos que nuestras vidas y nuestra destinación
descansan en Tus manos benditas. Y nos hemos encomendado nosotros mismos, por fe, en Tus
manos, esperando que nuestra Eterna destinación nos será dada, para vivir Contigo para siempre en
un mundo mejor, en donde nunca tendremos que orar por el enfermo y el necesitado. No habrá
nunca una lágrima rodando por la mejilla. Nunca habrá una-una persona arrugada y débil. Sino que
seremos jóvenes allá, para siempre, y la gloria de Dios será sobre nosotros. Y no necesitaremos
sanidad, porque seremos Eternamente sanos. Cuando esta criatura que somos ahora será cambiada
y hecha a un cuerpo como Su propio cuerpo glorioso, entonces Le veremos a El como El es. Hasta
que esa hora gloriosa de irnos, llegue a cada uno de nosotros, deseamos poner cada esfuerzo lo
mejor que sabemos, para glorificar Tu gran Nombre, con una fe tal como la que Tú nos has dado.

13 Es la víspera de esta pequeña reunión aquí en este lugarcito memorial, en conmemoración de


nuestro primer avivamiento que tuvimos aquí. Y las grandes, poderosas obras que Tú nos mostraste
por Tu gran mano poderosa. Desde aquí ha salido un avivamiento a cada nación. Y alrededor del
mundo, en esta noche, fuegos de avivamiento están ardiendo en las colinas, y hombres y mujeres
están siendo sanados de sus enfermedades, y están llegando a familiarizarse con el viviente y
verdadero Dios. Oh Señor Dios, vierte Tu Espíritu sobre nosotros en esta noche, Señor, en gran
medida.

14 Y si así Te place, Señor, si está en Tu programa Divino, pedimos, oh Dios, que en este edificio Tú
empieces a operar este nuevo don, para que éstos quienes se han quedado atrás, en los campos, y
han sido los guerreros de oración, puedan ver, por la primera vez, la gran Diestra de Jehová
moviéndose en esta nueva manera (concédelo, Señor), y ser participantes de los frutos. Solamente
pedimos humildemente que sea concedido aquí, sabiendo que pudiera ser en alguna otra parte,
porque sentimos que está en Tu gran providencia el hacerlo así.

15 Ahora bien, bendícenos Señor, mientras abrimos las páginas del Libro, Tu bendita y Santa Palabra.
Haz que nuestros espíritus estén abiertos para recibirla, Señor. Y cuando el servicio se termine en
esta noche, y nos vayamos a nuestros hogares, podamos decir como aquellos que venían de Emaús:
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“¿Qué no ardían nuestros corazones, en esta noche, mientras El nos hablaba en el camino?” Porque
Te lo pedimos en Su Nombre y para Su gloria. Amén.

16 En esta noche he escogido como Escritura para leer, solamente unos pocos versos, si Uds. abren
la Biblia en el Libro de Reyes, 1º de Reyes, y el capítulo decimoctavo de 1º de Reyes. Y quiero
empezar leyendo del versículo decimoséptimo. Y quisiera tomar entonces como texto: Levantándolo
y Sacándolo De La Historia. Ahora bien, Uds. que están anotándolo lo voy a decir otra vez:
Levantándolo y Sacándolo De La Historia. Ahora el versículo decimoséptimo del capítulo decimoctavo
de 1º de Reyes.

Y como Acab vio a Elías, díjole Acab: ¿Eres tú el que alborotas a Israel?

Y él respondió: Yo no he alborotado a Israel, sino tú y la casa de tu padre dejando los


mandamientos de Jehová, y siguiendo a los Baales.

Envía pues ahora y júntame a Israel en el monte Carmelo, y a los cuatrocientos cincuenta
profetas de Baal, y a los cuatrocientos profetas de los bosques, que comen de la mesa de
Jezabel.

Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel y juntó a los profetas en el monte
Carmelo.

Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos
pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió
palabra.

17 Estamos en esta noche en el borde, y viendo cumplirse, y desarrollarse, dos grandes escenas. Y
esas dos grandes escenas son estas: Una de ellas es la historia llegando a su fin, y la otra es el
tiempo llegando a su fin. Y muchos grandes hombres por todas las edades, han anhelado ver esta
hora que ahora nosotros estamos abordando. Y mientras vivimos en este glorioso escenario del sol
mortal y el alba de la Luz Eternal, siento que estamos viviendo en una de las edades más grandiosas
que al hombre se le ha permitido vivir, porque es el fin del tiempo y el tiempo mezclándose con la
Eternidad. La historia únicamente nos dice lo que hemos leído, lo que ha sucedido. Y lo que está en el
futuro, está en la mano de Dios. Y nos damos cuenta hoy que, no hay mucha historia que está siendo
escrita, porque yo creo que nunca va a ser usada.

18 Estos dos grandes eventos están llegando a su fin. Por ejemplo, el...Cómo estamos llegando a lo
último de la crisis nacional. Y la seguridad está llegando a su fin. Viajando alrededor del mundo,
parece que no solamente es nuestra nación, pero no hay nación que sepa qué hacer. Parece como
que hay una confusión dondequiera. Yo voy a Africa, ellos están temerosos de un levantamiento entre
el pueblo, y el comunismo está desparramándose por el país. Yo voy a Suiza, la misma cosa. Y todas
las otras naciones que he visitado, parece que hay una paz inestable dondequiera.

19 Ahora bien, sabemos que nuestro Señor predijo que iba a venir este tiempo, que habría
“disturbios entre las naciones, tiempos perplejos, peligro entre las naciones”.

20 Y hemos tratado todo lo humanamente posible para que dure un poquito más de tiempo. Pero yo
creo que estamos en lo último. Yo no creo que haya algo más que podamos hacer al respecto.
Estamos en el fin de ello. Tratamos por un tiempo de tener reyes, y no funcionaron. Ellos trataron la
democracia, eso no funciona. Y nosotros hemos tratado...Ellos han tratado las dictaduras, y eso no
funciona. Y parece ser, que cada una se acerca cada vez un poquito más al fin. Ahora estamos en el
gran momento cuando todo pudiera suceder. Pudiera llegar a su fin, en un lapso de tiempo de cinco
minutos, en que cada nación pudiera ser reducida a polvo.

21 Y si estamos en ese tiempo, ¿en dónde debería de estar la Iglesia? ¡Una gran crisis!

22 Luego, entonces, tenemos una crisis en la vida del hogar. Parece ser que esa vida del hogar está
por llegar a su fin. Solía ser que en un hogar, el padre, la cabeza del hogar, se sentaba de mañana, y
hablaba con su familia, y todos ellos sacaban la vieja Biblia de la familia y leían solamente un
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poquito, y-y todos se reunían alrededor de la mesa y oraban. Uds. ya no ven eso más. Y cuando el día
terminaba, y mamá tenía los platos lavados, todos ellos se reunían y leían un poco más de la Biblia, y
oraban antes de acostarse.

23 La delincuencia juvenil era ciertamente una-una cosa difícil de encontrar en aquellos días. Los
muchachos todos salían a los campos a trabajar. Y las muchachas ayudaban a mamá con el lavado,
en el arroyo. Pero hoy, solamente presionamos un botoncito y todos los platos están listos. Y la mamá
se sube al automóvil y va a la fiesta de naipes, o andando de aquí para allá en las calles. Y-y el-el
trabajo se hizo con un tractor y no tenemos nada sino un montón de gente perezosa, ociosa.

24 Y la vida del hogar está tan descuidada, que la Biblia ha sido olvidada, a tal grado que tienen que
buscar por una hora para encontrar una, en muchos hogares de América. Van a la iglesia el domingo
por la mañana, para su religión, como por unos veinte minutos. Y si el pastor toma como unos veinte
minutos, la mesa directiva lo sanciona. ¿Qué es esto? La vida del hogar está llegando a su fin.

25 Solía ser que el padre y la madre se amaban y honraban y se cuidaban uno al otro. Y cuando ella
llegaba a ser anciana y canosa, y arrugada, y su pobre cara vieja toda seca, y sus anteojos
colgándole en su nariz, papá la amaba tanto como la amó cuando ella era joven y hermosa.

26 Pero, hoy, yo no quiero ser crítico, pero cuando ella se pone un poco anciana, él la cambia por un
modelo nuevo. Parece ser de esa manera, como cambiar automóviles o algo. Parece ser como que
ese real amor familiar ya no existe. Algo ha sucedido; la vida del hogar está llegando a su fin. No
tenemos el antiguo hogar Americano como antes lo teníamos, muchos años atrás.

27 Hay otra cosa que quisiera decir, que hay otra cosa que está llegando a su fin, y es que la
amistad está llegando a su fin. No parece ser que tenemos los amigos que solíamos tener. Y los
amigos que tenemos no son amigos fieles como solían ser. Solía ser, me recuerdo, que cuando
alguien se enfermaba en la vecindad, todos venían y los ayudaban en todos sus quehaceres, y
ayudaban en todo lo que podía hacerse. Se quedaban levantados con ellos toda la noche, noche tras
noche. Como con frecuencia lo he dicho, es verdad, ni siquiera sabemos que el vecino está muerto,
hasta que lo leemos en el periódico. ¡Amistad!

28 Papá tiene una llave de la casa, y mamá tiene una llave. Y ambos salen y no regresan hasta
media noche. Y los hijos, no saben en donde están. Y los pequeñitos están con la niñera. Y esa es de
la manera que se vive la vida.

29 ¿Saben Uds. que la Biblia predice todas estas cosas? Así que, ¿qué es entonces? Es que estamos
parados en una posición en la que estamos viendo estas cosas llegando a su fin.

30 Tomemos la vida de iglesia. Allí es en donde todo principia. La vida de la iglesia está para llegar a
su fin. La gente solamente toma la iglesia hoy, casi como un ídolo, como un poste de tótem. Van y se
sientan en la iglesia por cinco minutos, y dicen: “Ya cumplí con mi religión”. Pagan su pequeña
contribución de entrada, sea lo que sea, para pagar al pastor. Ellos no recogen lo suficiente; ellos
hacen una pequeña cena, para pagar al pastor. Y si él no está satisfecho, él se va a otra parte en
donde le den un mejor salario. Tal parece como si el pastor ya no está más llamado Divinamente. Tal
parece como que es el principio de llegar a ser un recibo de comida para el pastor. Eso de que, en
donde la gente le ofrece más dinero, allí es a donde él va. No debería de ser de esa manera.

31 Debería de ser que un hombre fue llamado de Dios para una comunidad. Y si él tiene que estar
allí como Elías lo hizo, en la cumbre de la montaña, en el arroyo de Cherit, y esperar que los cuervos
lo alimenten, él debe de permanecer hasta que su misión Divina sea cumplida. No importa si él
recibe un centavo o no, el llamado de Dios deberá de ser primero.

32 Pero, al parecer, se cambió al llamamiento del dinero, o al de una mayor posición o algo en ese
orden, o de llegar a ser una persona más popular y una iglesia más grande o algo como eso.

33 Y luego la iglesia, allí, ellos la han descuidado. Ellos han empezado a llegar a su fin. Obsérvenlo
desarrollarse.
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34 Ahora bien, yo todavía no tengo cincuenta años de edad. Y puedo recordar cuando iba a la iglesia
Bautista y las iglesias Metodistas, y mirarlas en un avivamiento antiguo, cuando ellos clamaban y
alababan al Señor, y andaban por los pasillos de arriba abajo persuadiendo a los pecadores que
fueran al altar. Uds. ya nunca ven eso en ninguna parte. Ellos solían tener reuniones de oración a la
antigua durante el tiempo del avivamiento; y cuando había un pecador en el vecindario, o un
muchacho o una muchacha, esas mamás y papás oraban tanto, hasta que la convicción por la
oración llegaba a esos niños, y ellos iban al altar, y de allí a Cristo.

35 Pero Uds. no ven eso ya más. Parece como que está llegando a su fin. No parece que debería de
ser de esa manera.

36 Y luego solía ser lo que hacían la mayoría de las iglesias, años atrás, cuando había un
avivamiento en una iglesia, el resto de las otras iglesias cooperaban. Y venían y ayudaban, y
enviaban sus miembros allá, y cerraban sus iglesias, y tenían un avivamiento. Ud. no lo ve ya más.

37 Ahora bien, ¿qué ha sucedido? ¿Y qué va a hacer Ud. al respecto? Solamente es el cumplimiento
de la Palabra viviente de Dios. Y eso apunta a dos postes: Uno de ellos, el tiempo llegando a su fin; y
el otro, la Venida del Señor Jesús. Pues el Espíritu Santo definitivamente habló y dijo: “En los últimos
días en las iglesias serían arrebatados, hinchados, amadores de deleites más que de Dios; desleales,
calumniadores, destemplados, y aborrecedores de lo bueno”. Así que si la Biblia ha predicho que
habrían tales cosas, ¿cómo podemos esperar que suceda algo diferente? “Teniendo una forma de
piedad, y habiendo negado la Eficacia de ella”.

38 Hoy cruzo esta nación, nuestras naciones, y encuentro un puñadito de creyentes que creen; me
refiero a verdaderos creyentes que creen que Jesucristo realmente vive. ¿Ven?, los otros tienen a la
iglesia como un ídolo. Hemos pasado por eso, los últimos días, de nuestra enseñanza. Hablamos de la
iglesia Católica, sus ídolos, y cómo se inclinaban al pasar por la iglesia. Y los Protestantes son iguales,
con que vayan allí de vez en cuando. Y tal vez alguno de ellos solamente van una vez al año, y eso es
en la Pascua.

39 Escuché a un ministro aquí en la ciudad, no hace mucho tiempo, que hizo esta declaración. El
dijo: “Le dije a mi congregación en el servicio de Pascua, ‘Feliz Navidad’”. Dijo él: “Pues no los vería
más hasta la Navidad o la Pascua siguiente. ‘¡Feliz Navidad!’”

40 Y mientras parados aquí mirando estas cosas desarrollarse, y cada uno de nosotros mortales, y
sabiendo que algo tiene que suceder. No puede seguir de esta manera.

41 Ninguna persona tiene el tiempo de parar por cinco minutos. Ellos van empujando y corriendo y
apurándose y amontonándose, por la calle. Cuando los niños venían por la carretera esta tarde, yo
venía...O, era medio día. Yo venía de New Albany. Y venía allí una señora manejando, entre esos
niños, como a...en una zona de veinte millas [32.180 Km.-Traductor], como a sesenta o setenta millas
por hora [96.540 Km. y 112.630 Km.-Traductor], respectivamente tan veloz como ella podía. ¿Y a
dónde iba? En unos minutos, dije: “¿Qué piensa Ud. de eso?”, a la persona que venía conmigo. Y aquí
vienen otros dos automóviles más, jugando carreras, como autos de carreras, allí entre esos niños. La
calle en donde nosotros vivimos, en la mañana, es como una pista de carreras; tienen que apurarse a
llegar a casa, para lavar los platos, o escuchar a Arthur Godfrey, o algo. ¿A dónde va Ud.? ¿Cuál es el
problema? Lo que tiene toda la cosa mal, son hombres y mujeres que han llegado a ser amadores de
este mundo. La cosa grande debería de ser, sería de llegar a casa para leer la Biblia y tomar tiempo
para orar.

42 Pienso de la madre de Juan Wesley, Susana. Ella fue la madre de diecisiete hijos. Y ella tenía
tiempo para disponer, yo pienso, eran dos o tres horas diariamente en oración. Y crió y atendió a
diecisiete hijos, de los cuales salió uno de los predicadores más grandes del mundo, y uno de los más
grandes escritores de alabanzas de ese día, Carlos y Juan. Porque ella se dio tiempo para servir a
Dios, y no para perder el tiempo en las cosas del mundo.

43 Y cuando hemos visto el fundamento de nuestra nación, el fundamento de nuestro hogar, el


fundamento de nuestra iglesia, hundiéndose, entonces hermanos, ¿qué podemos hacer? Entonces,
quiero decir esto. ¡Oh, si yo tuviera una voz que hiciera eco en este mundo! Nosotros tenemos un
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fundamento sólido que ha quedado, y ése es la santa Palabra bendita de Dios, la Biblia. Pues cielos y
tierra pasarán, pero la Palabra de Dios nunca pasará. “Y sobre esta Roca”, Dios dijo, “Edificaré Mi
Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella”.

44 Así que, qué bendito privilegio es para todos nosotros, alargar la mano y tomar la Biblia de Dios, y
voltear las páginas, y saber que estamos leyendo directamente la Verdad. Y ver que estos tiempos
sucedieron en días pasados, pues habla de un Dios histórico. Y la única manera que tenemos, para
enfrentarnos con estas situaciones o para-para alinearnos, es llamar y sacar de la historia a ese Dios
histórico. Pues por todas las edades, en la destrucción antediluviana, antes de la Venida de Cristo, y
en diferentes eventos, El nunca falla, cuando Lo llaman. El siempre está bien.

45 Estoy pensando de una ocasión ahorita, de cuando una nación estaba en cautividad. Era Israel. Y
ellos estaban en Egipto y era difícil y riguroso, servir a los Egipcios. Parecía como que todos se habían
enfriado. ¿Sabían Uds. que Israel estuvo en Egipto el doble del tiempo que los Estados Unidos tiene
como una nación? Nosotros no tenemos más de ciento cincuenta o setenta años de edad, algo así. Y
ellos estuvieron cuatrocientos veinte años en esclavitud, o allá en Egipto. Pero vino un tiempo,
cuando parecía que todas las esperanzas se habían perdido.

46 Pero había un hombre y una mujer que parecían tener fe en un Dios histórico que le habló a
Abraham en el tiempo de crisis, y ellos creyeron que podían llamarlo y que El contestaría. Y ellos
fueron Jam-...Amrán y Jocabed, la esposa de Jam-...Amrán, la madre y el padre de Moisés. Y aquí,
hace tiempo, yo estaba predicando y di una pequeña ilustración de cómo Amrán venía a casa en la
noche, y decía: “Jocabed, estoy tan cansado”. Y con los azotes vivos en su espalda, del látigo de-de
un capataz.

47 Y ella se sentaba pacientemente, tal vez, y lavaba los-los lugares, y lloraba y decía: “Oh, Amrán,
¿no hay algo que pueda hacerse?”

48 Yo lo hubiera escuchado decir: “Oh, querida, si tú hubieras estado conmigo hoy, y verlos golpear a
los muchachos jóvenes, tratando de jalar esas cargas. Pero no tenían corazón. Ellos los trataban
como si fueran animales. Y esos son nuestros hombres jóvenes de Israel. ¿No hay algo que pueda
hacerse?”

49 Eso es lo que me pregunto en estos momentos. Al ver a nuestros muchachos adolescentes, los
hombres y mujeres del mañana, nuestros adolescentes de hoy. El pelo largo hasta sus nucas, y sus
pantalones bajados hasta sus caderas, con una pistola metida en su lado, un cigarrillo en el lado de
sus bocas. ¿Qué será? Eso es todavía esclavitud del Diablo. ¿No hay algo que pueda hacerse?

50 Y Amrán, tal vez uno de los únicos de la nación, que subía unos pequeños escalones, a pesar de
lo cansado que él estaba. Allí, cada noche, él oraba al Dios de Abraham Aquel que él había aprendido
que vino a Abraham, y vino a Job, y vino a Isaac, y vino a Jacob en las horas de angustias. Y,
seguramente, si El era Dios en el día de ellos, El sería Dios en ese día.

51 Y si El fue Dios en los días de Moisés, El es Dios hoy. El solamente necesita ser sacado de la
historia, y ser llamado en la escena de acción.

52 Y puedo ver a Amrán, noche tras noche, no importa cuán cansado; eso probó su fe en ese Dios.

53 Pero, hoy, la gente, si ellos no reciben todo lo que piden, la primera vez que oran, parece que
ellos piensan que El está muerto. Lo que nosotros necesitamos son hombres y mujeres, hoy, de
espíritu valeroso, hombres y mujeres que están determinados a esperarse, hasta que ellos vean un
Dios que realmente vive, entrar en acción, que no tomarán un no, como respuesta. Ellos están
determinados a quedarse con ello. Si están enfermos, y el doctor ha dicho que no pueden sanar, pero
Algo dentro de ellos les dice que van a sanar. ¡Aférrese, no importa lo que suceda! ¿Se ha unido Ud. a
las iglesias del mundo de la denominación, después de haber perdido toda su fuerza en caminar de
lugar a lugar y todavía no puede encontrar descanso? Todavía hay un Dios que contesta la oración y
salva del pecado.
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54 Y como podemos ver, Amrán, en esas noches fatigadas, la espalda sangrándole, subiendo los
escalones otra vez, orando hasta las dos o tres de la mañana, y parecía que él le estaba hablando al
viento. Allí dentro de su corazón Judío estaba ardiendo una fe que ningún viento de duda podía nunca
apagar.

55 Ese es el tipo de hombres y mujeres que necesitamos que se levanten en la escena hoy. Si El no
contesta en esta noche, El contestará mañana en la noche. Si El no contesta en este año, El
contestará el próximo año. Pues, El es Dios; no un dios, sino El Dios.

56 Y lo vemos, noche tras noche, como Amrán subía los escalones. Y Jocabed subía a donde estaba
él y decía: “Amrán, querido, has estado aquí arriba orando toda la noche. ¿Por qué no les dices a
algunos de los muchachos en donde tú trabajas, y los dejas orar por un tiempo?”

57 “Bueno, cariño, pero ¿qué si ellos no lo hacen? Alguien tiene que hacerlo. Alguien tiene que orar y
hacer contacto”.

58 Esa es de la manera que cada Cristiano debería de sentirse; no esperando que alguien más, sino
tomar la delantera nosotros mismos, y hacer contacto. Si nosotros creemos que la Biblia es una
historia, es también un Libro profético que dice que ese mismo Dios se levantará en los últimos días.
Y es el tiempo que El tiene que venir en la escena.

59 Eso es lo que Amrán sabía. Que Moisés había profetizado...O, no Moisés. Perdónenme. A Abraham
se le había dado una promesa por este Dios de historia, Quien no había contestado una oración en
cuatrocientos años, hasta donde nosotros tenemos conocimiento. Pero El hizo una promesa que El los
sacaría.

60 E, igualmente, hemos tenido un Dios silente por mucho tiempo, pero la hora ha venido cuando El
se va a levantar en la escena.

61 Una noche cuando Amrán había orado, tal vez, por muchos años. Y su cabello ahora se estaba
tornando canoso, y no había liberación, sino que estaba poniéndose peor. Una noche él llegó al
meollo del asunto. Así es como tenemos que hacerlo; llegar al meollo del asunto. El dijo: “Dios, Tú
prometiste esto. Y hemos esperado con anticipación por ello. Y vemos todas las señales aquí, y el
tiempo está a la mano. Es tiempo para que Tú hagas algo al respecto”.

62 Mientras él estaba metido en una oración de concentración profunda, orando con todo su
corazón, él miró, parado en la esquina. El talló sus ojos y miró otra vez. Allí estaba parado un Angel
con una espada desenvainada. El dijo: “La liberación está en camino. Y tú vas a traer un hijo al
mundo, y él va a ser el que los libere”. ¿Ven?

63 Dios siempre contesta la oración. ¿La contesta? [La congregación dice: “Amén”.-Ed.] ¡Si
esperamos!

64 Moisés, cuando él guió a los hijos de Israel, fielmente, en el desierto, y llegó él al Mar Rojo. Y las
montañas en un lado, y los desiertos en el otro, y el ejército de Faraón de este lado, y el Mar Rojo
adelante de ellos. Y quedaron atrapados en un pequeño estrecho. Parece como que aun la naturaleza
clamaba. ¿Qué va a suceder? Están acabados. El ejército de Faraón, por los diez miles, para
destruirlos.

65 ¿Pero qué hizo el pueblo? Empezar a murmurar y a quejarse. “Oh, hubiera sido mejor si nos
hubiéramos quedado allá en nuestro hogar en donde estábamos”.

66 Pero había uno entre ese pueblo, quien tenía la flama de la fe de Dios ardiendo en su corazón,
quien creía que el Dios histórico podía levantarse en la escena de cualquier clase de dificultad.
Moisés se paró con sus manos levantadas hacia Dios, y oró hasta que el Dios de historia se levantó
en la escena para ser un Dios del día presente. Y El abrió el camino, e Israel cruzó el mar en tierra
seca.
8 LEVANTANDOLO Y SACANDOLO...

67 Oh, no había pasado mucho después de eso, cuando Josué guió al mismo grupo, o sus hijos, por el
Jordán. Y fue en el mes de Abril cuando todas las corrientes estaban crecidas, y el Jordán estaba
crecido cinco veces su tamaño. Cualquier buen líder militar los hubiera llevado a un lugar diferente a
ése. Y fue en ese mismo momento, cuando no había una posibilidad de cruzarlo. Pero Josué recordó
que había un Dios de historia, cuarenta años antes, que abrió el Mar Rojo, y él clamó a ese Dios. Y
ese Dios descendió en gran poder, y vino a ser un Dios en una crisis presente, y abrió el Jordán y los
cruzó.

68 Fueron muchos años después, cuando nuestro texto de lectura, en esta noche, nuestro tema de
lectura, cuando Elías había visto el curso de esa nación, y estaba arriba de la montaña, y por cientos
de años allí, no había habido oración contestada en Israel. Aun así, Elías supo que había un Dios de
historia que podía venir a la escena. Y él retó al mundo incrédulo que se parase en la Presencia de
este Dios y ver cuál contestaría con fuego. Y el Dios que protegió a los jóvenes Hebreos del horno
ardiente hizo descender fuego y consumió el sacrificio.

69 Fue también no mucho tiempo después de eso, que un hombre llamado Lázaro había muerto. Y
hubo un Dios que todavía vivía, que pudo llevarse a Enoc al Hogar sin aun ver muerte, y levantar a
Elías en una carroza de fuego. Y El fue llamado a la escena, en la hora oscura de la muerte, y El actuó
de la manera que El actuaría todo el tiempo. Sin embargo, El era un Dios de historia, pero fue sacado
de la historia para una crisis presente.

70 Fue en la puerta de Jericó en donde un hombre ciego sentado en el camino, clamaba. Todas las
esperanzas se habían perdido. Los doctores no podían hacer nada por él. Había gastado su dinero. No
había quedado nada para él, sino sentarse allí y soñar por unos pocos de días hasta que la muerte le
diera un dulce descanso. Y un día, viniendo por el camino, un Dios de historia vino a la escena, en
una crisis presente. Dios abrió los ojos del ciego.

71 Fue en la casa de Jairo, cuando los doctores habían fallado, y entregado a la pequeña niña a-a la
muerte. Y la muerte había venido y tomado su víctima, y había tomado a la única hija del hogar, la
pequeña niña de doce años, y la puso en un sofá. Cuando un predicadorcito de corazón quebrantado
tuvo que dejar su denominación y a todos sus amigos, recordó él que había un Dios de historia que
podía levantar a los muertos. Y él Lo fue a buscar.

72 “Buscad, y encontraréis; tocad y se os abrirá; pedid y se os dará”. El todavía es el mismo Dios.

73 Cuando este Dios morando en un cuerpo llamado Jesús, el Hijo de Dios, cuando El fue llamado a la
escena, sacado de la historia, el Dios que podía levantar al muerto en el Antiguo Testamento, traer
vida a un bebé muerto a través de un profeta. Ese Dios no puede morir. El es Dios por la Eternidad.

74 Esa bebé puesta allí en la cama, tendida. Y el pequeño Jairo sabiendo que la Sunamita recibió su
bebé, él dijo: “Ese Dios de historia, si El pudiera ser llamado en acción, El es el mismo Dios de hoy”. Y
buscando, él había oído de un Hombre-Hombre que reclamaba tener el poder, y Ese era Jesús de
Nazaret, a Quien todos ellos odiaban. Pero él Lo llamó a la escena, pues El era el representante más
cercano que él podía encontrar de Dios en ese día, un Dios del Dios viviente. Y cuando El fue llamado
en la escena, y el Dios histórico fue llamado, El actuó de la misma manera que hizo cuando El le
habló a Eliseo de ese bebé muerto.

75 Permítanme decir más hoy, mi hermano, hermana, en este día presente cuando las crisis, y
cuando el cáncer está comiéndose al mundo, y enfermedades de toda clase; el mismo Dios histórico
que limpió al leproso, sanó al enfermo, y levantó al muerto, es el mismo Dios de hoy. El está
esperando ansiosamente para que Su pueblo Lo llame a la escena de acción.

76 Aquel que podía perdonar a una prostituta por cometer adulterio siete veces al día; Aquel que
podía limpiar a los pecadores más viles y hacerlos blancos como un lirio; ese mismo Dios de historia
vive hoy, para limpiar cada corazón ennegrecido por el pecado y la incredulidad.

77 Hubo un hombre un día que tenía un muchacho con epilepsia, y lo llevó a la iglesia, y los
discípulos danzaron y gritaron alrededor de él, por un rato, y no pudieron sanarlo. Pero allí todavía
estaba un Dios de historia que vivía. El estaba determinado a encontrarlo. Viéndolo a El venir de la
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montaña, él corrió hacia El, y dijo: “Señor, ten misericordia de mí. Un diablo ha tomado a mi hijo, y lo
hace desfallecer y cae en el fuego”.

78 Jesús dijo: “Yo puedo, si tú crees”. Si tú crees, ¿qué? Si tú crees que el Dios de historia vive hoy. Y
El fue llamado a la escena, y la epilepsia dejó al niño.

79 Ese mismo Dios vive hoy; cuando las iglesias han fallado, cuando la política ha fallado, cuando
todo lo demás ha fallado, y el hombre ha fallado, y todo ha fallado. Dios no puede fallar. El es el Dios
de esta Biblia antigua de pastas negras. Sus promesas son tan verdaderas como siempre fueron. Y es
tiempo de que Su pueblo Lo llame y Lo levante de la historia. Porque está escrito: “Jesucristo es el
mismo ayer, hoy, y por los siglos”. El es un Dios histórico, y El es un Dios del tiempo presente.

80 “Y en los últimos días”, El dijo: “Yo derramaré de Mi Espíritu sobre toda carne, y señales y
prodigios seguirán a los que creen; pues en Mi Nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas
lenguas; y quitarán serpientes, y si bebieran cosas mortíferas, no los dañarán; y sobre los enfermos
pondrán sus manos y sanarán”.

81 Ese fue un Dios histórico que dio la promesa, y nosotros somos hoy el pueblo de Su pasto. Somos
las ovejas de Su redil, y El está esperando en nosotros que nos paremos y Lo llamemos en acción.
Llamarlo a la escena. Obsérvelo entrar en acción. Obsérvelo hacer lo supremo. Obsérvelo hacer cosas
que el hombre se maravillará, y se rascará su cabeza, y no lo entenderá. El es un Dios histórico, y un
Dios del día presente. El está esperando ser sacado de la historia.

82 No lo miremos a El como tal; ¿qué bien nos hace un Dios histórico si El es únicamente un Dios
histórico? ¿Qué bien le hubiera hecho un Dios histórico a Amrán y a Jocabed? ¿Qué bien le hubiera
hecho un Dios histórico a Moisés? ¿Qué bien le hubiera hecho un Dios histórico a Lázaro? ¿Qué bien
le hubiera hecho un Dios histórico al ciego Bartimeo en la puerta? ¿Y qué bien le haría un Dios
histórico a Ud., en esta noche, si no es El el mismo hoy?

83 El es el mismo hoy. El perdona todos nuestros pecados, y sana nuestras enfermedades. El Dios
histórico, sacado de la historia, El alumbrará en este día luminoso. ¿Qué? Cuando el tiempo está por
finalizar, cuando la política está por finalizar, cuando la vida está por finalizar, cuando todo está
llegando a su fin, Jesús viene a la Luz. Cuando todo ha llegado a su condenación, El todavía alumbra,
“el Lirio de los Valles, la Estrella Resplandeciente de la Mañana”.

84 El es el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Solamente clame a un Dios histórico, y obsérvelo llegar
a ser un Dios presente, sacado de la historia, para alumbrar al igual que El lo hizo entonces. El
actuará igual. El obrará igual. El perdonará igual. El sanará igual. Su compasión es igual. Su voluntad
es igual. Y Su Poder es igual. El es el mismo. El está esperando por nuestro...

85 Ud. no puede llamarlo con sus labios. El no viene por servicio de labios. El viene por fe. Cuando su
fe; no su oración extensa, su amenguamiento.

86 Pero El viene a través de esa pequeña y débil fe allá muy adentro de su alma, que puede
agarrarse y decir: “Esa cosita que ha sido tan pequeña, ella me trajo al tabernáculo en esta noche,
ella puede encender mi alma de nuevo, puede enviarme lejos de aquí, encendido y cantando, como
los pájaros en el aire”. ¿Por qué? El es un Dios histórico y un Dios del día presente. El está esperando
para ser llamado. Llame al Señor. El lo escuchará. Háblele a El en salmos. Orele a El y crea en El. El
contestará.

87 Y estas palabras las digo para cerrar. Esa es la razón de esta reunión en esta noche. Esta es la
razón que esta reunión ha empezado. Yo creo que el Dios que me dijo hace veintisiete años, cuando
pusimos esta piedra de fundamento hace tiempo, que yo predicaría el Evangelio alrededor del
mundo. El lo trajo a suceder. Cuando ellos se rieron y dijeron: “¿A dónde vas Billy, con tu educación
de séptimo grado?”

Yo dije: “Yo voy en el Nombre del Señor Jesús”.


10 LEVANTANDOLO Y SACANDOLO...

88 Cuando prediqué mi sermón antes de irme, hace once años, en este púlpito, y la Señora Gertie
sentada aquí, cantando, Sólo Creer. Y el gran gigante se paró a lo lejos, como cuando prediqué sobre
David y Goliat. Había ciencia y el gran mundo conocido, para condenar sanidad Divina y ponerla en
vergüenza. Y cada uno diciéndome: “Muchacho, te vas a estrellar allá. Te van a echar a la cárcel. Te
harán esto, eso o lo otro.” Pero el Dios de historia vino a la escena allá, y me dijo que lo hiciera. Y lo
hice por Su gracia y Su misericordia. Ese mismo Dios que era historia, hace diez años, se ha
levantado en la escena otra vez. Tan seguro como El trajo eso a suceder, El traerá esto a suceder. El
es el Dios de historia, y El es el Dios del día presente. El nunca se adormece o duerme. El no puede
morir, porque El no tiene ni principio ni fin.

89 En su caso, en esta noche, amigo pecador, ese pequeño sentir haciéndole tic-tac en su corazón,
que le dice a Ud. que El es el mismo, que le dice a Ud. que El puede liberarlo de toda carga y todo
crimen, y de cada pecado que Ud. haya cometido en contra de El.

90 ¿En qué puede Ud. poner sus esperanzas? Ni siquiera en su propio hogar, ni en su esposa, ni en
su familia, madre o padre.

Mi esperanza entera está


En Cristo y su santidad;
Cuando doquiera hay ansiedad,
Es toda mi seguridad.
Cristo es la Roca Eternal,
Todo lo que es terrenal
Es movedizo, un arenal.

91 Iglesia, amigo, sea lo que sea, todos ellos están llegando a su fin. Pero El vive para siempre. Y
porque El vive, nosotros vivimos con El.

92 ¿Qué daría Ud. en cambio? ¿Qué pudiera Ud. dar? ¿Qué si Dios lo llamó a Ud. en esta noche para
responder en el Juicio? ¿Qué haría Ud. al respecto? ¿Ud. pone sus esperanzas en la nación? Se está
partiendo como las otras. ¿Ud. pone sus esperanzas en ciertas elecciones que vienen? Esos hombres,
yo no tengo nada en contra de ellos, pero ellos son mortales y se van a morir. Ud. no puede poner
sus esperanzas en nada absolutamente, que va a sostenerse, sino en el Dios de historia Quien
prometió que se levantaría. Y algún día bendito...

93 Ellos pudieran llevarlo y echarle la tierra encima de Ud., el enterrador, pero el Desenterrador
vendrá uno de estos días. El enterrador lo pondrá adentro de la tierra, pero el Desenterrador lo
sacará con toda seguridad. “Aquellos que están muertos en Cristo, Dios los traerá con El cuando El
venga”. Porque El es un Dios de historia ahora, para muchos, pero El será un Dios del día presente
cuando Ud. lo acepte a El como su Salvador y lo encuentre real para su corazón. Habrá Algo en Ud.
que le diga. Ud. pudiera no estar emocionado. Ud. pudiera no llorar. Ud. pudiera no hablar en
lenguas. Ud. pudiera no correr. Ud. pudiera no gritar. Pero algo sucederá, que Ud. sabrá, que Ud.
sabrá, que algo ha sucedido. Su vida hablará a la par con eso, mientras que Ud. lo viva. Y cuando la
última hora venga y Ud. deje este mundo, Ud. no temerá ningún mal. “Porque Tú estás conmigo. Tu
vara y Tu cayado, me confortarán”. Cuando el doctor lo ha desahuciado, y se va, y las venas se van
enfriando.

94 Como el Señor Vauder la otra noche, nuestro notable expresidente municipal de aquí de la ciudad,
fue a escuchar al Señor Nixon hablar, y murió allí en la escena. Un hombre bueno, saludable, hasta
donde yo sé.

95 Salí de aquí, regresé, mi esposa me dijo: “Billy, ¿sabías que fulano de tal murió?”

96 El otro día, mi hijita estaba sentada al lado de una niñita, aquí en la escuela, el jueves, y para el
domingo, la enterraron. Le dio pulmonía. Se le complicó su corazón o algo, y (eso) la mató. Murió.

97 Y una amiga mía, la Señora Williams, la esposa de Buck Williams, yo lo conozco a él por algunos
años. Zella Brakeman, ella está aquí en el edificio en algún lugar, es su hermana, que vivió aquí en
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seguida, por años, cuando vivíamos al atravesar la calle. Se murió; ella había estado un poquito
nerviosa, pero ella había muerto cuando yo regresé.

98 ¿Ven lo que es? Un día, es Ud. quien la va a encontrar. Y todo el dinero que Ud. pudiera acumular,
todos sus amigos que Ud. pudiera acumular...Eso está bien. Pero todo eso, deje que sea secundario.
Crea a un Dios de historia, que es un Dios del día presente, el mismo, vea lo que El hará por Ud.

99 A Ud. que está enfermo y necesitado, el doctor lo ha desahuciado y no puede hacer nada más por
Ud. Recuerde, el Dios de historia es el mismo Dios hoy.

Oremos por un momento en este instante, mientras inclinamos nuestros rostros.

100 Si hay de esos aquí en esta noche...Yo no sé. Si hay de esos aquí, en esta noche, quienes saben
que para la salvación de su alma, que si ese Dios Quien prometió que volvería en un momento, en un
abrir y cerrar de ojos, cuando Ud. menos lo piensa. Si Ud. está sin El, Ud. solamente se está
imaginando que Ud. Lo tiene, recuerde: “Hay caminos que al hombre parecen ser bien, pero el fin de
ellos son muerte”. Si Ud. no está seguro que-que Ud. es salvo, en esta noche, y que si El viniera, Ud.
se iría con El, y pensando en esto, diga-diga: “Dios ten misericordia de mí”. Gracias. Dios le bendiga.
Muchas manos fueron alzadas. ¿Habría otro antes que terminemos? Vendría Ud....y oraríamos por Ud.
Dios le bendiga, jovencita. No se avergüence en estos momentos. Seguramente que no.

101 ¿Qué provecho tiene el predicar un Dios de historia, si El no hace lo mismo hoy? Y hermano,
hermana, yo digo esto. Yo leí de un Dios de historia en una ocasión. Yo leí de El en libros. Yo leí de El
en la Biblia. Pero un día yo Lo encontré. Lo encontré. El vino a mí. El me dijo que no bebiera, no
fumara y-y no me contaminara, y que El tenía algo para mí que hiciera cuando yo creciera. Yo era
solamente un muchachito. El-El probó eso. El lo hizo. Su fotografía está aquí ahora colgada, de
cuando la ciencia la tomó. ¿Ven? El mundo lo sabe. El lo ha probado entre Uds. El conoce cada
pensamiento de su corazón. El mismo Se ha probado. El es el mismo Dios hoy. El no es un Dios de
historia.

102 No sea solamente...permita al mundo que lo cubra con el tizne y la suciedad del mundo. Crea en
El ahora...[Porción no grabada en la cinta-Editor.] ¿Levantaría su mano? Algunos que no lo han hecho,
levantarían su mano, y dirían: “Dios, yo no estoy seguro al respecto, pero quiero estar seguro.
Permíteme”...

103Dios le bendiga, jovencito. ¿Alguien más? Y Dios le bendiga, allá atrás, hermana. Dios le bendiga,
hermano. ¿Alguien más? Dios le bendiga, allá, hermano. Correcto.

104Ud. dice: “Hermano Bill, ¿significaría algo para mí, el alzar mi mano?” Ud. alce su mano, una vez,
y dese cuenta. Siempre, hermano, hermana, cuando Ud. hace todo bien, Ud. se siente bien al
respecto.

105 Sea honesto. Ahora bien, no le mienta a Dios. Ud. no le está mintiendo a Dios. El sabe. Ud. se está
mintiendo a Ud. mismo. Ud. sabe, una mentira es una cosa horrible, de tal manera que ellos pueden
llevarlo a las cortes federales y cortes criminales, y-y ponerle un detector de mentira en su brazo y
Ud. puede tratar lo mejor que puede, para decir esa cosa, hacerla sonar como la verdad, pero sus
nervios probarán que Ud. está diciendo una mentira. ¿Por qué? Ud. no fue hecho para mentir. Y si un
detector de mentira lo sabe, ¿cuánto más Dios?

106Ud. dice: “Pero, hermano, yo soy un Bautista. Yo soy un Presbiteriano. Yo soy un Metodista”. Eso
está bien.

107 Le estoy preguntando a Ud. una cosa. ¿Ha encontrado Ud. alguna vez a este Dios de historia? ¿Se
paró El en la zarza ardiendo delante de Ud., y Ud. lo sabe? ¿Y El le habló a su alma, y Ud. sabe que
sus pecados se han ido? Si eso no es así, no se arriesgue solamente uniéndose a una iglesia, o ir allá
y sentirse un poquito bien al respecto. Ud. tiene que conocerlo a El. No escuchar de El, no tener Sus
bendiciones, es Vida. Pues, conocerlo a El, es Vida; conocerlo a El, personalmente conocerlo a El; El,
pronombre personal, conocerlo a El. No conocer Su Libro, no ser un buen estudiante, no ser un buen
miembro, o un buen hombre o una buena mujer. Eso no funciona; la ley hizo eso. ¡Pero, conocerlo a
12 LEVANTANDOLO Y SACANDOLO...

El! ¿Lo ha conocido Ud.? ¿Ese Dios, que le habló a Moisés en la zarza ardiente, se ha parado delante
de Ud.? ¿Lo ha oído a El hablarle a Ud., hasta que Ud. supo que era El? Si no lo ha hecho, levante su
mano, diga: “Dios, háblame ahora. ¿Eres Tú susurrando en mi corazón? Yo-yo quiero conocerte”.

108Dios le bendiga, jovencita. Dios le bendiga, allá atrás. Eso es bueno. Muy bien. Alguien que no lo
ha hecho. Muy bien. Dios le bendiga, hermana. Dios le bendiga, jovencita, aquí. Eso es bueno. Dios le
bendiga, jovencita, aquí.

109 Quietamente ahora, con sus rostros inclinados, susurrándolo suavemente.

Un día glorioso, Cristo vendrá;


Un día glorioso, las batallas cesarán,
Alcanzaremos la victoria, levantados seremos,
Un día glorioso para mí y para ti.

110 [El Hermano Branham empieza a susurrar “Un Día Glorioso”.-Editor.] Ahora bien, Uds. que
levantaron sus manos, si desean tanto mis oraciones por Uds., y creen que Dios me escuchará,
vengan aquí al altar, permítanme pararme aquí y orar con Uds., un poco. El altar está abierto. Dios le
bendiga, hermano. Eso es bueno. Dios les bendiga, varones. Dios le bendiga, hermana. Párense y
vengan. Si Uds. creen que Dios los ayudará y escuchará mi oración, para que yo les ayude a que
vengan a El, para que Lo conozcan, vengan ahora. ¿No vendrán?

Un día glorioso, Cristo...

111¿Cómo sabemos que no será en la mañana? “Las batallas...” Esa batalla que Uds. están peleando
en estos momentos, ¿no permitirán Uds. que sea ganada en estos momentos? Permitan que sea
ganada ahorita, para que Uds. puedan gritar la victoria.

Un día glorioso, por ti, y por mí.


Un día glorioso, Cristo...

112 Solamente párese, muy bien, y ábrase camino hacia acá.

...las batallas cesarán,


Alcanzaremos la victoria, levantados seremos,
Un día glorioso...

113 ¿No vendrá ahorita, mientras esperamos? Lo ayudaremos aquí, en oración. La oración de fe hace
mucho por nosotros. ¿No vendrá Ud.? Estoy persuadiendo a Ud. que venga, acepte al Dios del día
presente. No solamente a-a un dios, que Ud. va a la iglesia y dice: “Bueno, me uní a la iglesia”. Ese
dios no funciona. Un dios Metodista, un dios Bautista, un dios Presbiteriano, un dios Pentecostal, esos
no funcionan. Tome al Dios de esta Biblia. Un dios Pentecostal se irá al mundo; un dios Metodista, o
un dios Bautista, o cualquier otro dios denominacional. Pero el Dios de esta Biblia, lo hará como Jesús.
De seguro El lo hará. Su Espíritu morará en Ud., y toda su vida será cambiada; ese temperamento,
esa malicia, ese espíritu de rencor, esa cosa que gangrenará su alma en una pérdida Eterna.

114Yo solamente estoy echando una red en estos momentos. Depende de Uds. Entre en ella, ¿no lo
harán? Abranse camino, aquí hasta el altar. Muchos de Uds. levantaron sus manos allá atrás. La
gente que está sentada los dejará pasar. Dios le bendiga, jovencito.

115 Ahora bien, mientras ella solamente toca la música, aquí están parados algunos alrededor del
altar. Siete almas que han pasado adelante para pararse alrededor del altar. ¿Sabía Ud. que siete es
un número perfecto de Dios, perfección? El Espíritu Santo acaba de descender en una persona
parándose aquí, en estos momentos. Eso es a lo que yo le llamo el Espíritu Santo, hermano.

116 El está aquí ahora, para cada uno de Uds. Solamente sean humildes en sus corazones. ¿Qué si
esta fuera la última vez que Ud. se iba a parar alrededor del altar, esta sería la última oración que Ud.
iba a decir, en estos momentos? Jesús va a venir. Pudiera tocar en su puerta antes de la mañana, Ud.
1 de octubre de 1958 P.M. 13
sabe. Ud. tiene que irse, algún día, si es que El es un Dios de todo. El es un Dios de historia, y El es
un Dios de hoy.

117 El le habló a Ud. Ud. se ha levantado aquí delante de El, para encontrarlo. Ud. ha venido aquí
adelante para encontrarlo. El lo encontrará a Ud. El está aquí parado ahorita. Solamente confiese en
su corazón todo mal que Ud. ha hecho. Diga: “Dios, ten misericordia de mí, un pecador. Yo he hecho
mal y yo-yo ahora confieso con todo mi corazón, que estoy mal. Quiero que Tú seas misericordioso
conmigo y perdones mis pecados. Yo-yo te serviré el resto de mis días. Y permite que este pequeño
fuego que está ardiendo en mi corazón, la pequeña fe, que me hizo venir aquí a este altar, en esta
noche, permítele que se encienda en lo profundo de mi alma. Permítele que se encienda aquí ahorita.
Y algo ardiendo, me diga: ‘Sí, Tú vives, Jesús’. Y yo Te amo. Y yo voy a verte en la escena en las
siguientes horas, haciendo cosas, grandes cosas. Yo estoy tan contento de que pasé adelante cuando
Tú hablaste a mi corazón. Yo voy a verte hacer que cánceres dejan a la gente, que sanas al enfermo y
al necesitado. Escucharlos regresar, testificando lo que Dios hizo por ellos; el Dios de historia, Quien
se ha levantado de la historia, y es el mismo hoy, viniendo a la escena. Porque, El viene esta vez para
quedarse; Su segunda Venida”.

Oremos. Uds. oren conmigo, cada uno de Uds.

118 Querido Dios, te traigo delante de Ti en estos momentos, estos siete. La primera noche produjo
siete estrellas errantes. Tú has dicho en Tu preciosa Palabra: “Ninguno puede venir a Mí, a menos que
Mi Padre lo traiga”. Y aquel que a Mí viene, no lo desecharé sino que le daré Vida Eterna, y lo
levantaré en el día postrero”. Señor, esa es Tu promesa. Y por una emoción, una acción de
convicción, estas siete preciosas almas errantes vinieron adelante en esta noche, porque ellas creen
que el Dios que les habló a los profetas, el Dios que le habló al hombre ciego, El vive todavía hoy. Y
ellas vinieron adelante para conocerlo a El.

119 Ese mismo Dios que hizo la promesa, y encontró al leproso en su propio nivel, quien encontró a la
mujer con el flujo de sangre en la ribera del río, quien encontró a la muerte en la tumba de Lázaro y
lo cambió, es el mismo Dios en esta noche, Quien está aquí para encontrar a esta muerte espiritual y
cambiarla. Y decir: “Quita tus manos de estos quienes han venido a confesarme en el galanteo de Mi
Espíritu. Yo les daré Vida Eterna, y ningún hombre puede quitármelos. Yo los levantaré en el día
postrero”.

120 Te damos gracias por ellos, Padre. Y oramos que ellos permanezcan fieles en Tus manos, hasta
que la muerte los haga libres. Cuando ellos entren en el gozo del Señor en ese gran día, cuando la
Cena de las Bodas haya sido preparada en los cielos, cuando el Rey salga y diga: “¿Recuerdan Uds.
aquel día primero de Octubre de 1958, en aquel pequeño tabernáculo de concreto? Uds. fueron
adelante y Me tomaron como su Salvador. Yo les hablé. Uds. eran unos pecadores entonces, pero
ahora Yo los salvé. Y ahora Uds. son Míos, y Uds. tienen Vida Eterna. Ahora entren en el gozo que Yo
le he preparado para Uds., desde antes de la fundación del mundo”. Concédelo, Señor. Ellos son
Tuyos ahora. Los encomendamos a Ti, en el Nombre de Jesucristo. Amén.

Ahora con sus rostros inclinados, la audiencia.

121 Voy a preguntarles a cada uno de Uds. aquí en el altar. ¿Sienten en sus corazones ahora, en lo
más profundo de sus almas, que la pequeña flama de fe que les dijo que vinieran aquí al altar, para
hacer ese acto que Uds. ahora han hecho, después de levantar sus manos y venir adelante, sienten
Uds. que esa flamita ha empezado a arder para llegar a una real fe viviente en sus corazones? ¿Y
Uds. creen ahora que Jesús ha perdonado sus pecados, y Uds. van a ser de El desde ahora en
adelante? Si Uds. creen, ¿levantarán su mano derecha a El? Los que están alrededor del altar,
levanten su mano derecha, si sienten que Jesús ha perdonado todos sus pecados. Los que están
alrededor...Hay dos, tres manos que no están levantadas. Continuemos orando, todos.

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