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Veinte de enero de 2006. Nos situamos en la puerta del colegio Santa Teresa de
Jesús, en Barcelona. Durante todos esos días había circulado el rumor por el barrio.
Incluso varios mensajes emitidos por Internet alertaban del riesgo. Al parecer se
estaban produciendo secuestros Express de niños a las puertas de los centros
escolares. Y efectivamente, no se trataba de un mito porque ese mismo día una
indefensa niña de doce años apunto estuvo de ser secuestrada por una mujer. Pero,
tras el forcejeo, logró escaparse. Los padres de la pequeña denunciaron los hechos
ante la policía y se abrió la pertinente investigación con objeto de aclarar lo hechos.
Las inmediaciones de los colegio s y los niños son el eje por el que circulan
numerosas leyendas urbanas. Se remontan a muchas décadas atrás. Ya era habitual
en la España de los años setenta y ochenta escuchar a las madres de los niños
advertencias para que no cogieran ningún regalo de desconocidos en las puertas de
los colegios. Al parecer, según se creía, esos desconocidos regalaban droga a los
pequeños para que se aficionaran a las sustancias estupefacientes y así conseguir
clientes en el futuro. También se decía que esos desconocidos entregaban caramelos
pero que eran caramelos con droga. Nunca se documentaron casos de ese estilo pero
no por ello dejaron de aparecer, cada poco tiempo, este tipo e leyendas.
Fueron especialmente intensos en el año 2001. En esta ocasión una nota de
alerta de un folio elaborada presuntamente por la unidad de pediatría del Hospital
Universitario Niño Jesús de Madrid se volvía a hacer eco de la leyenda dándole un
cariz de veracidad. En dicha nota se decía:
En esta misma nota se añadía la coletilla muy típica de las leyendas urbanas y
que suele ser el acicate que requieren para conseguir difusión: “Por favor, advierta de
esto a sus vecinos, amigos y familiares y sobre todo a sus propios niños”. Y
efectivamente la gente hacia caso pero la realidad es que jamás ocurrió nada
parecido. Ni las calcomanías1 existen si el LSD. se regalaba de esta forma a los niños.
Todo era una Leyenda Urbana.
29 octubre de 2007
El periódico.
L’Hospitalet de Llobregat.