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Descontrol hidráulico en la cuenca del Segura.

Principios de Siglo XX
Sólo existían regadíos tradicionales que ocupaban menos de 100.000 Has.

• Existían 6 embalses (Valdeinfierno 1806, Puentes 1884, Quipar 1916, Talave 1918, La
Cierva 1929) que no sumaban más de 120 Hm3 de capacidad máxima y cuya principal
función, más que la regulación de caudales para el regadío era la laminación de
avenidas.

• El agua de la cabecera del Segura pertenecía por derechos históricos a las tres vegas
del Segura desde tiempos de Alfonso X el Sabio. Los huertanos controlaban que no
surgiesen nuevos regadíos que les quitaran un agua sobre la que tenían derechos
legales.

• El sistema de azarbes y acequias garantizaba la reutilización del agua de los retornos


utilizando el propio cauce del río como colector de drenajes. Se garantizaba así el
derecho a riego de todos los usuarios y un caudal ecológico para el río.

Años 20-30
Un gran embalse para aumentar y enriquecer el regadío

• En el año 1.926 se proyecta en la cabecera del Segura el embalse de la Fuensanta con


una capacidad mucho mayor que cualquiera de los embalses precedentes (223 Hm3).
Se pretende mejorar el abastecimiento a los regadíos existentes y crear nuevas zonas
regables. El embalse queda finalizado en 1.932

• Las nuevas expectativas hacen aumentar los nuevos regadíos de forma generalizada.
Se empieza a hablar de “riegos abusivos”, en conflicto con los tradicionales. Se trata
de nuevos riegos que no tienen concesión administrativa. La demanda de agua para
riego crece por encima de las nuevas posibilidades de abastecimiento.

Años 40-50
Se perfilan más grandes embalses

• Se diseñan los proyectos de dos nuevos grandes embalses en la cabecera del Segura:
Camarillas en el río Mundo y con una capacidad de 35 Hm3; y El Cenajo, en el Segura,
con 472 Hm3.

• En esta décadas se produce igualmente un importante crecimiento de la superficie


regada para tener preferencia de cara a los derechos de riego de los futuros nuevos
embalses. Este proceso es, obviamente, incontrolado.

Década 50-60
La primera gran amnistía a los infractores

• En el año 1.953 se promulga un decreto por el cual se establecen como REGADÍOS


TRADICIONALES aquellos existentes hasta en año 1.933

• Ese mismo decreto LEGALIZA todos los demás regadíos creados desde entonces
amparándose en las grandes posibilidades de los nuevos embalses que se estaban
construyendo (Talave y Cenajo) y que entrarían en funcionamiento en 1.960.
1960-1980
Más descontrol

• Las espectativas del decreto de 1.953 se mostraron totalmente infundadas, los nuevos
embalses nunca cubrieron el déficit de los regadíos legalizados.

• Los avances en tecnologías de extracción permiten generalizar la preforación de


pozos. La administración invierte en estudios sobre aguas subterráneas. Se produce un
rapidísimo y desmesurado aumento de las extracciones de los acuíferos,
especialmente en el Campo de Cartagena y Valle del Guadalentín.

• La superficie regada vuelve a crecer considerablemente al margen de todo control y


previsión. En pocos años se agotan las reservas de los principales acuíferos.

• La insostenible situación hace que se empiece a hablar de la necesidad recuperar el


viejo proyecto de un trasvase desde el Tajo (1.933) como solución definitiva a los
problemas de agua. La puesta en marcha de los trabajos en los años 60 hace que
aumenten aún más los regadíos, aunque se sepa que la extracción de aguas
subterráneas no es viable ni sustentable por mucho tiempo. Se trata de ser declarado
como "regadío infradotado" y tener preferencia en las nuevas concesiones del Tajo.

Años 80
La llegada del Trasvase del Tajo y nueva amnistía

• La Ley del Trasvase legaliza 51.000 nuevas hectáreas de regadío, muchas de las
cuales eran los "riegos infradotados" que habían surgido ilegalmente en las últimas
décadas.

• El proyecto solo trae una media de 250 Hm3/año, pese a estar diseñado para 1.000
(600 en una primera fase)

• En 1.986 se aprueban los "Planes Coordinados", que aumentan los nuevos regadíos
legalizados a 77.000 hectáreas.

• La red de canales del Post-Trasvase, que arranca del río Segura a la altura de Ojós
permiten dejar prácticamente seco el cauce del Segura y desviar toda su agua a las
nuevas zonas regables. El río Segura y sus regadíos tradicionales nunca se han
recuperado de este expolio.

(más información de como funciona el Trasvase)

Años 90
Nada detiene a los nuevos regadíos

• A principios de la década la situación es absolutamente insostenible. La Asamblea


Regional de Murcia cifra el déficit estructural del Segura en 1.300 Hm3/año y apela a la
"solidaridad nacional" mediante nuevos trasvases (del Tajo Medio, del Duero o del
Ebro) para acabar con el "secular e injusto desequilibrio hídrico" que sufre la cuenca.

• Se produce un acelerado deterioro y abandono de los regadíos tracidionales a todos


los niveles, en muchos casos las huertas más fértiles se convierten en zonas
suburbiales.
• En las vega media y baja del Segura, las aguas disponibles para riego son las
procedentes de los vertidos de la industria y las poblaciones. La clasica contaminación
del Segura, originada en vertidos urbanos y de conserveras que era básicamente
orgánica, deja paso a la contaminación industrial de metales pesados.

• Desde mediados de los 80 todas las depuradoras que se construyen fracasan como
tales, pero da igual, están diseñadas para abastecer regadíos "deficitarios" o de nueva
creación siempre al margen de los tradicionales. Esto además origina nuevas formas
de clientelismo y una nueva "ética" del agua que exacerba los intereses municipales y
de ciertas comunidades de regantes frente a los sitemas de retorno y reutilización
clásicos en toda la cuenca.

• A mediados de la década el boom de cultivos como el tomate y la lechuga, junto a la


necesidad de blanquear grandes cantidades de dinero negro ante la llegada del Euro,
disparan la roturaciones salvajes en cualquier lugar donde se pueda extraer agua del
subsuelo. El proceso es especialmente grave en las sierras litorales, los espacios
naturales del interior y la comarca del Noroeste. El carácter especulativo de estas
nuevas plantaciones está apoyado, además, por una sospechosa política regional de
reparto de las ayudas europeas a la agricultura. Deja un saldo que Ecologistas en
Acción estima en 10.000 nuevas Has anuales. Ninguna denuncia logra paralizar la
nueva implantación de regadíos, bien porque se dejan prescribir, bien porque se
imponen sanciones ridículas o no se supervisa su cumplimiento.

• En 1.997 el Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura legaliza otras nuevas 11.000
Has de regadío con cargo a los nuevos trasvases previsibles en el PHN.

• Tras la presentación por parte de Ecologistas en Acción en varias ciudades españolas


del informe sobre regadíos ilegales, los responsables políticos de la región y la cuenca
afirman que se perseguirá sin descanso cualquier regadío ilegal. Tres días más tarde,
tras reunirse con los regantes, se decide que en Murcia no existe regadío ilegal y que
éste, en todo caso, ha disminuido "un poco".

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