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. El nio no es propiedad de la familia. sta no puede hacer con l lo que quiera.

El nio es un ser humano: pertenece a la sociedad y representa su futuro.

Qu destino tienen los dueos de nada en pases donde el derecho de propiedad se est convirtiendo en el nico derecho sagrado?

Durante los 3 primeros aos de vida, el nio adquiere seguridad en s mismo, siempre y cuando reciba las atenciones necesarias. Si grito, vienen a consolarme. Me dan de comer Si no recibe estas atenciones, se siente indigno.

Tiene que haber TOLERANCIA CERO con la violencia hacia nios y adolescentes. No se pueden justificar los bofetones y los insultos, porque son una humillacin

Mucho antes de que los nios ricos dejen de ser nios y descubran las drogas caras que aturden la soledad y enmascaran el miedo, ya los nios pobres estn aspirando pegamento o pasta base.

De cada dos nios pobres, uno trabaja, deslomndose a cambio de la comida o poco ms: vende chucheras en las calles, es la mano de obra gratuita de los talleres y las cantinas familiares, es la mano de obra ms barata de las industrias de exportacin, que fabrican zapatillas o camisas para las grandes tiendas del mundo.

Mientras los nios ricos juegan a la guerra con balas de rayos lser, ya las balas de plomo acribillan a los nios de la calle.

Muchos de ellos son hijos de familias campesinas, que han sido brutalmente arrancadas de la tierra y se han desintegrado en la ciudad.

cmo nios jugaban a ser delincuentes, imitaban el uso de armas, se imaginaban robando casas e inocentemente reproducan lo que observaban a diario en su entorno

He criado un nio bueno para que viva su vida feliz, respetando a los dems; en la casa de al lado , otro padre cria a su hijo en la violencia: le ensea a a pelear para defenderse. Ese nio y el mo se encuentran en el colegio, y ese pequeo tirano empieza a poner en prctica lo aprendido

Los nios pobres son los que ms ferozmente sufren la contradiccin entre una cultura que manda consumir y una realidad que lo prohbe.

El hambre los obliga a robar o a prostituirse; pero tambin los obliga la sociedad de consumo, que los insulta ofreciendo lo que niega.

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