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Maria Casado

BIOETICA Y RELACIONES nes entre sus integrantes y los diversos


HOSPITALARIAS objetivos parciales que, en ocasiones,
no se percibe cual sea la real finalidad
Una concepción de la Bioética que se de la organización misma.
pretenda global comprenderá, como
tema central, el análisis de las diversas Esta multiplicidad de las relaciones en
implicaciones éticas, legales y sociales el medio hospitalario, unida a la com-
de las tecnologías que tienen incidencia plejidad de la tecnología sanitaria inci-
en el cuerpo humano y en el medio. Lo den en el aumento de los riesgos de las
que incluye, evidentemente, la refle- diversas actividades que en él se reali-
xión sobre las consecuencias del zan. Como no podía ser menos, esto
empleo de la biotecnología en sanidad repercute en el proceso de prescrip-
y el análisis de las relaciones sanitarias, ción, dispensación y administración de
particularizadamente y en su conjunto. los medicamentos, que también está
sujeto a la interposición de diversas
Las actividades farmacéuticas se sitúan instancias entre el farmacéutico y el
de plano entre estas relaciones y es pre- paciente.
ciso señalar que en el seno de una orga-
nización hospitalaria éstas adquieren
una mayor complejidad de la que ya LA LATROGENIA DE LOS ERRORES
poseen de por sí en cualquier oficina de FARMACEUTICOS
farmacia abierta al publico, en donde
las relaciones se desarrollan directa- La valoración de los errores en este
mente entre el farmacéutico, y el perso- campo constituye un aspecto específico
nal a su cargo, y los usuarios. dentro del ámbito más general de las
posibles iatrogenias relacionadas con el
La organización hospitalaria se rige de uso de los medicamentos, como por
manera compleja pues engloba los más ejemplo las distintas reacciones adver-
diversos servicios, sanitarios y no sani- sas. Así como este último supuesto sus-
tarios, que comprenden un gran núme- cita principalmente problemas de
ro de personas que ejercen multitud de carácter científico en torno al análisis
funciones, siempre entrelazadas y que de las causas de estas reacciones, alér-
frecuentemente pierden de vista el gicas, inmunológicas o idiosincrásicas,
objetivo final de su trabajo. Se trata de y a las posibilidades de prevenirlas o
un engranaje que funciona interponien- minimizarlas, desde un punto de vista
do tantas y tan complicadas mediacio- bioético el problema de mayor interés
M. Casado

en este campo es el del análisis de los El tratamiento del error implica el aná-
errores. Se trata de una conducta huma- lisis de un tipo de conductas que no se
na de la que se derivan unas conse- deben a actitudes delictivas sino que
cuencias y una responsabilidad, y éste entran en juego factores de imprevisión
es el campo característico para la refle- y de tipo aleatorio que generan en el
xión de la ética y del derecho. sujeto causante la sensación de "no
tener la culpa". Especialmente signifi-
Además de considerar que el error de cativo resulta ser el ámbito sanitario,
medicación es una de las causas de donde las decisiones se toman a menu-
iatrogenia en el ámbito farmacéutico, el do en incertidumbre. Por otra parte, los
problema puede ser también analizado seres humanos mostramos la generali-
vinculando los errores de medicación zada tendencia a no reconocer nuestros
con los errores médicos, considerándo- errores achacándolos a un "hado trági-
los como una variante de los errores co" mas que a una conducta poco cui-
medico-sanitarios. Este planteamiento dadosa y, en cualquier caso, mejorable.
relaciona el error con el concepto de
responsabilidad no sólo desde el punto Esta actitud de no reconocer la respon-
de vista ético sino desde el punto de sabilidad personal escudándose en que
vista jurídico, que será tratado en otro no ha sido intencionado ("ha sido sin
capítulo. querer", tan grato a los niños como dis-
culpa) y en que siempre existe un mar-
gen de error (que se asume), es muy
EL ERROR Y LOS DIVERSOS negativa para poder establecer métodos
AMBITOS DE RESPONSABILIDAD
que corrijan esos errores y en general
cualquier deficiencia. Pero hay que
contar con su existencia.
La obligación profesional de diligencia
conlleva la asunción de las consecuen-
Desde un planteamiento de eficacia en
cias de la conducta profesional que
la gestión es importante corregir y pre-
resulte lesiva para el paciente. Desde venir los errores, como cualquier otro
este planteamiento tanto el código civil, funcionamiento defectuoso. Desde un
como el código penal y las regulaciones punto de vista bioético constituye un
administrativas e incluso las distintas tema central la reflexión sobre las
normativas deontológicas, establecen implicaciones morales de nuestra con-
que el error en el ejercicio profesional ducta, pero quizá es menos habitual
genera responsabilidad y que no es que la pregunta recaiga sobre aquello
necesario para ello la mala fe. que realizamos inadvertidamente que
sobre comportamientos intencionales.
El derecho establece que ni la ignoran-
cia ni el error excusan de la aplicación
de las normas; las modernas tendencias LA PROTOCOLIZACI~NCOMO
establecen el criterio de responsabili- SISTEMA DE CONTROL DE RIESGOS
dad objetiva por las consecuencias de
ciertos actos, independientemente del Por otra parte, la sociedad adopta una
concepto de culpabilidad. actitud frente a los riesgos derivados de
Los errores de medicación: reflexiones desde la Bioética

la tecnología: asumirlos, distribuyéndo- tencia de fallos, o de meras disfuncio-


los en el conjunto del sistema social. En nes, la tendencia más inmediata es el
el caso de los riesgos derivados de la escudarse en haber cumplido el proto-
prescripción, dispensación y adminis- colo (que en ocasiones encorseta la
tración de los medicamentos en un capacidad de innovación a la vez que
medio hospitalario, la necesidad de asegura los estándares de calidad ya
asumir la responsabilidad del riesgo reconocidos).
generado recae sobre el estamento sani-
tario y específicamente sobre los farma- En este sentido, es preciso reconocer
céuticos que son los capacitados profe- qué normas y estándares se sitúan
sionalmente para ello y que tienen esta extramuros del ordenamiento jurídico.
tarea como ámbito central de sus com- Esto es a menudo patente cuando un
petencias, y sobre quienes organizan la juez debe dictar sentencia en casos para
distribución de medicamentos. los que el informe de los expertos y el
valor de las normativas técnicas de fun-
Hay que señalar que los distintos suje- cionamiento profesional resultan cen-
tos, individuales y colectivos, implica- trales para la resolución de los asuntos,
dos tienden a construir un sistema de y en los cuáles el juez puede acabar
reglas de conducta pautado según las decidiendo exclusivamente sobre la
propias normas técnicas, este es el caso base de los dictámenes periciales y que
de los protocolos y de la lex artis. Estas hacen referencia expresa a los sistemas
reglamentaciones, a criterio estrictamen- de seguridad exigibles y efectivos "en el
te profesional, establecen las pautas para estado actual de la técnica".
el trabajo pero en ningún caso eximen
de la obligación moral de valorar perso- Este tema preocupa a los juristas pero
nalmente la conducta que realizamos. también debería ser objeto de análisis
filosófico y de debate ciudadano pues
Los ciudadanos y también las Admi- supone un cambio muy importante res-
nistraciones públicas, resultan incapa- pecto a quién toma las decisiones. El
ces de conocer y comprender las nue- criterio de legitimación democrática
vas posibilidades y la complejidad de está cediendo al criterio de la experticia
las reglamentaciones técnicas que rigen y sería conveniente analizar el alcance
la vida interior de la ciencia y la técni- de esta cesión antes de aceptarla sim-
ca, y con ello el mundo sanitario. La plemente, como política de hechos con-
capacidad de conocimiento y de eva- sumados.
luación, del ciudadano medianamente
instruido y de la propia Adrninistra-
ción, es infinitamente inferior a la com- EL RIESGO Y LA RESPONSABILI-
plejidad que requiere el conocimiento DAD EN LOS ERRORES HUMANOS
técnico que debería ser valorado. Por
ello la evaluación de los riesgos se está En una sociedad como la nuestra, que
desplazando desde el propio Derecho a ha sido definida como "sociedad del
los técnicos y especialistas en cada una riesgo", la dificultad mayor estriba en
de las materias tratadas. Y ante la exis- establecer la frontera del riesgo permiti-
M. Casado

do. Hay que señalar que el riesgo se nes que de otra manera quedarían al
entiende en este sentido como imputa- descubierto. Pero, por otra parte, en las
ble al comportamiento humano, distin- discusiones sobre riesgos se evidencia
to por ello de la noción de peligro que que la sociedad ya no está rendida sin
tiene causas naturales (un huracán, por condiciones al progreso. Los aspectos
ejemplo). Si al referirnos al riesgo nos negativos que conlleva han roto el con-
referimos a algo generado por la con- senso social sobre el mismo concepto
ducta humana, y este es el caso de los de progreso y han puesto en cuestión el
errores, su tratamiento es algo que com- dogma de la neutralidad de la ciencia.
pete a la moral y al derecho, y que, ade- La complejidad de las relaciones y de
más, tiende a convertirse en objeto de las actividades que se desarrollan en el
una decisión política. mundo hospitalario obligan a estable-
cer regulaciones: su funcionamiento
En el terreno de lo jurídico esta es la debe ser optimizado y sus disfunciones
principal novedad: se supera la función deben ser corregidas.
correctora y reparadora clásica de la
responsabilidad civil por daños, para El problema estriba en establecer regu-
considerar que se trata de un problema laciones que se remiten a criterios téc-
que requiere la intervención del poder nicos sobre los procedimientos para el
para prevenir, reducir y si es posible desarrollo de las distintas actividades
eliminar los riesgos. Así, como se dijo profesionales. Aunque, desde el punto
al principio, la responsabilidad jurídica de vista jurídico, estas reglamentacio-
que en su origen estaba articulada con nes no tienen carácter vinculante si que
la exigencia de culpa, pasa adquirir un hay que señalar que desempeñan la
carácter objetivo: quien crea la situa- importante función de determinar el
ción de riesgo ha de responder de los grado de responsabilidad por daños, en
daños que se puedan derivar de ella. los casos en que el deber de diligencia
Los primeros antecedentes de esta ten- dependa de la observancia de pautas de
dencia no son tan nuevos como pudie- comportamiento por ellas establecidas.
ra creerse: ya la legislación francesa
sobre accidentes laborales, de 1898, Precisamente los protocolos, la lex artis
establecía expresamente para estos y las normas de calidad son los méto-
supuestos la responsabilidad objetiva dos considerados adecuados e idóneos
considerando que, antes que la respon- por cada sector profesional y establecen
sabilidad por culpa o por negligencia, el estándar de diligencia. Estas regla-
lo que era pertinente sería determinar mentaciones son técnicas, no normas
en que patrimonio recaería la responsa- jurídicas, pueden ser cuestionadas y
bilidad; es decir, estipular quién debía suelen hallarse en continua evolución,
soportar el riesgo subyacente a la acti- como es propio del "estado de la cien-
vidad. cia", de cuya autoridad científica ema-
nan y que constituye su aval. Esta evo-
Evidentemente lo que subyace en esta lución puede ser causada por la detec-
cuestión es la necesidad de reducir la ción de errores, o a causa de disfuncio-
indeterminación de múltiples situacio- nes o de progresos científico- técnicos.
Los errores de medicación: reflexiones desde la Bioética

EL APRENDIZAJE DESDE EL ERROR: En el terreno de las relaciones hospita-


EVITAR Y ASUMIR larias, específicamente en la dispensa-
ción, distribución y administración de
No sólo desde un prisma jurídico sino los medicamentos, esto implica la nece-
también desde el punto de vista moral, sidad de que exista un responsable últi-
se reclama el ejercicio de la responsabi- mo cuyas competencias sean claras.
lidad personal sobre nuestras actuacio- Pero, al mismo tiempo parece preciso
nes. A la libertad de actuación corres- establecer controles en número sufi-
ponde la responsabilidad por las conse- ciente para que la labor de muchos inci-
cuencias, buscadas o no de nuestros da positivamente en los resultados del
actos y también de aquellos que depen- trabajo: en su mayor calidad.
den de nosotros. Por ello, las nuevas
tecnologías y las nuevas relaciones Por otra parte, el supervisar y valorar la
sanitarias en que ellas se insertan pre- calidad del trabajo realizado puede
sentan nuevas exigencias en la ética generar susceptibilidades y malestar;
profesional. incluso hay que reconocer que ni la
autocrítica es frecuente.
Puede constatarse fácilmente que las
demandas de ética son constantes en la La necesidad de innovar y actualizar
sociedad actualmente: desde la Bioética requiere de un talante nuevo que per-
a las éticas de las profesiones, lo ético mita continuamente aprender, también
"vende bien". La cuestión estriba en de nuestros errores. Y eso requiere
determinar si esa demanda responde a luchar con las viejas maneras de enten-
un auténtico deseo de "eticidad" o es der la autoridad, esa autoridad cuya
una moda, una especie de maquillaje de esencia derivaba de no estar jamás
actitudes por otra parte alejadas de los equivocada. Esta idea de infalibilidad,
ideales de justicia y de responsabilidad. que subyace de manera no explícita en
la manera de actuar, es uno de los más
Aprender de los errores resulta una exi- claros orígenes de la resistencia a reco-
gencia profesional: el conocimiento en nocer las equivocaciones. Y no recono-
los distintos campos de la medicina, y cer los errores acarrea múltiples conse-
en la sanidad en general, se produce en cuencias negativas derivadas de que si
gran medida de manera acumulativa y a no se reconocen, mal se pueden enmen-
partir de la experiencia empírica. dar.
Frecuentemente las soluciones apare-
cen oscuras y requieren del método Precisamente, si hay un punto de vista
ensayo/error, ya que el conocimiento bioético que incida de manera directa y
científico es coyuntural y no deviene clara en el terreno de los errores de
inmutable sino que está sujeto a verifi- medicación ese consiste en poner de
cación y a la revisión. Por eso mismo manifiesto la necesidad de asumir la
someter nuestro trabajo a revisión per- responsabilidad de nuestros actos y de
mite mejorarlo, evaluando las posibili- extremar la autoexigencia a la hora de
dades y analizando los errores, sean cumplir con las obligaciones profesio-
estos involuntarios o culpables. nales.
M. Casado

"EXCURSUS"SOBRE LA Por su parte el Comité de Bioética de la


DEONTOLOGIA FARMACEUTICA Sociedad Española de Farmacia
Hospitalaria (http://sefh.es/) está elabo-
En el tema que nos ocupa sería de inte- rando su código de ética farmacéutica y
rés analizar el tratamiento otorgado por ha presentado unos principios guía
las normas deontológicas de la profe- para la actuación profesional en las
sión farmacéutica a los problemas de la relaciones con el paciente, con los
prescripción, dispensación y adminis- demás profesionales sanitarios y con la
tración de medicamentos. Pero aunque, sociedad en general. También se hallan
ya en 1990, en Luxemburgo, el Comité publicados códigos de ética farmacéuti-
Ejecutivo y la Asamblea General de la ca de la Real Sociedad Farmacéutica
Agrupación Farmacéutica Europea Inglesa, revisado en 1992, el de la
aprobaron un Libro Blanco en el que se Asociación Farmacéutica Americana,
contemplaban las cuestiones referentes de 1994, y otras diversas propuestas de
a la responsabilidad y la deontología pautas deontológicas de conducta.
farmacéuticas, y se recomendaba a las
asociaciones de los distintos paises la Pero aun no existe en la comunidad far-
promulgación de códigos deontológi- macéutica general una clara conciencia
cos, de ámbito nacional o local, no es de la existencia ni de la necesidad de
hasta el momento presente cuando se dichas normas deontológicas y las que
están promulgando códigos deontológi- hay son escasamente difundidas. Cierto
cos en los distintos colegios farmacéuti- es que las normas deontológicas colabo-
cos de nuestro país. En Estados Unidos, ran a la creación de un entramado nor-
sin embargo, ya existían desde 1848 y mativo que resulta orientador para las
la Federación Farmacéutica Internacio- conductas en circunstancias que son
nal aprobó su primer código deontoló- crecientemente complejas, como se ha
gico en 1958, habiéndolo revisado en visto; pero pueden ser suplidas, mien-
posteriores ocasiones, la última de ellas tras no hayan sido establecidas, por las
en Vancouver en 1997. restantes normas y criterios de diverso
rango desde los imperativos de la pro-
En ellos se trata de establecer las obli- pia conciencia a la protección de los
gaciones profesionales que forman Derechos Humanos, y por la orienta-
parte de la ética profesional farmacéuti- ción general que nos proporciona la
ca, y que no requieren ser prescritas por finalidad de la profesión farmacéutica y
las normas jurídicas. Dentro de los la misión de la farmacia hospitalaria,
temas tratados figuran, como no podía que no es otra que añadir calidad al
ser menos, las cuestiones suscitadas conjunto del proceso asistencia1 al
por la inserción de los farmacéuticos en paciente hospitalizado.
los hospitales: las relaciones con los
órganos directivos, compañeros y cola-
boradores y las actividades propias del BIBLIOGRAFIA
farmacéutico de hospital como prepara-
ción y dispensación de medicamentos, 1. Autores varios. ¿Hacia una sociedad del
docencia, participación en ensayos clí- riesgo?. Revista de Occidente, Madrid,
nicos y la publicación de los resultados. noviembre 1993.
Los errores de medicación: reflexiones desde la Bioética

2. Casado M. El compromiso ético del cien- 7. Lacasa C, et al. Detección de errores de


tífico, Rev. de Antropología Aplicada, nQ1, medicación en hospitales. Rev. Calidad
1997,Barcelona. Asistencial, 1998,13: 92-100.
3. Casado M. Materiales de Bioética y 8.Leape, LL.Error in Medicine. JAMA, dec.
Derecho, Cedecs, Barcelona. 1996. 21, 1994,vol 272,nY23.
4. Casado M. Bioética derecho y sociedad, 9.Martín Berna1 JM. Responsabilidad médi-
Trotta, Madrid. 1998. ca y derechos de los pacientes, La Ley,
5. Casado M, Esteve Pardo J. Técnica, riesgo Madrid. 1998.
y derecho, Ariel, Barcelona. 1999. 10.Martínez Pereda JM. La responsabilidad
6. Giddens, A, Luhmann, N, Beck U. Las médica y del sanitario, Colex, Madrid. 1990.
consecuencias perversas de la modernidad, 11.Romeo Casabona C. Derecho Biomédico
Anthropos, Barcelona. 1996. y Bioética, Comares, Granada. 1998.

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