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Y MURI SIN QUE LO DESEARAN MS

Cuando comenz a reinar era de treinta y dos aos, y rein en Jerusaln ocho aos; y muri sin que lo desearan ms 1 Cro. 21.20
Uno de los momentos en que ms se puede apreciar el cario de los seres humanos es durante los funerales. Si bien todos sabemos que muchas de dichas expresiones suelen ser puramente diplomticas, tambin sabemos que el impacto y la trascendencia de nuestra vida se ver reflejado en los sentimientos de las personas cuando se enteren de que ya no estaremos ms con ellas en este mundo. La vida del rey Joram es un claro ejemplo para nuestras vidas a este respecto. Hijo de un rey temeroso de Dios como lo fue Josafat, Joram recibi tambin la oscura influencia de su esposa Atala. En medio de estas dos tendencias, este rey abandon el camino de Dios, cometi un fratricidio al asesinar a sus propios hermanos como rivales al trono, y permiti la proliferacin de la idolatra en Israel. Como consecuencia de esto Dios le abandon, y permiti que fuera invadido por tribus enemigas, que sus esposas e hijos fueran secuestrados por ellos, y adems que su cuerpo fuera invadido por una enfermedad penosa e incurable. En medio de esta catica situacin y luego de tan solo ocho aos de reinado, muri el rey Joram, y muri sin que lo desearan ms. Cules sern los sentimientos de las personas que asistan a nuestro funeral? Ser un dolor sincero, y un llanto profuso que exprese el impacto de nuestras vidas en ellos? O slo ser una actitud autmata que refleje que no nos deseaban ms? Aunque debemos ser conscientes que no debemos ser buenos con los dems tan solo por dejar un impacto en sus vidas, si es una realidad que si somos buenos y de bendicin para otros, las personas van a desear nuestra presencia y nuestra ayuda espiritual. Nuestra vida debe ser una manantial de bendicin para otros, de modo que el deseo de nuestra presencia sea tambin el deseo de la ayuda de Dios por medio de nosotros. Debe ser nuestra oracin que al partir de este mundo no seamos una carga para otros, sino que seamos canales de bendicin, y siervos de Cristo que impactemos la vida de lo dems. No queramos morir sin que nos deseen ms; anhelemos morir en medio de un pueblo que glorifique a Dios por la obra que l hizo por medio de nuestras vidas.
Obed Gngora P.

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