Seamos fieles en las cosas peque�as, porque ah� estar� nuestra fortaleza. Miremos el ejemplo de la l�mpara que arde con el aporte de peque�as gotitas de aceite, y sin embargo da mucha luz. Las gotitas de aceite de nuestras l�mparas son las cosas peque�as que realizamos diariamente: la fidelidad, la puntualidad, las palabras bondadosas, las sonrisas, nuestra actitud amorosa hacia los dem�s. No hay nada que sea peque�o a los ojos de Dios, y El mismo se tom� la molestia de hacerlas para ense�arnos c�mo actuar. Por eso se transformaron en infinitas.