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CRNICAS DE UNA MUERTE VIRTUAL

El tenedor

Martes 9:18 9:33am Era otra cosa la que tena en mente, si tan slo pudiera recordarla De nio construa torres, pero no de esas que consisten en apilar cubos de distintos tamaos y cuando has terminado, basta ponerte de pie para confirmar que la torre, en su mximo esplendor, apenas llega a la altura de tu muslo. A veces hubiera preferido ser de esos constructores, pero yo buscaba algo distinto: atravesar una nube. Ahora, los amaneceres los paso dormido, pero en ese entonces los miraba minuciosamente, pues es el momento en que las nubes contrastan con el cielo hinchadas de luz y slo crecen, no se mueven. As que llegado el da, y escaso de materiales corr a la cocina, tom un tenedor y trat de ponerlo en pie, sostenerlo en sus tres patas, no poda entender que a m, con slo dos, no me representara mayor dificultad, mientras que al tenedor slo se me ocurri una cosa: l no quera ponerse de pie. Para convencerlo comenc a pensar en su anatoma, su cuello era proporcionalmente muy largo y apenas se distingua de su cabeza por el grosor de la punta, y sus manos? aqu reaccion, yo buscaba pararlo de manos, firmes ala hora de pinchar o sostener algn alimento, pero torpes e inestables a la hora de sostener su cuerpo. Con el da las nubes se aligeraban, all en las alturas parecan inalcanzables, no impenetrables, pero volver a los cubos me pareca absurdo, hay que estirarse no apilarse, haba sido mi regla de arquitectura infantil, profesin que abandon el da que cruzando la carretera, una nube pas.

Daniel Alvarez Gorozpe


http://danielalgorozpe.wordpress.com

2011

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