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CADA NOCHE Cesare Pavese Cada noche, al volver de la vida, ante esta mesa, enciendo un cigarrillo y me fumo solitario

mi alma. La siento estremecerse entre mis dedos Y consumirse ardiendo. Surge ante mis ojos agobiada en el humo espectral y todo lo envuelve, poco a poco, en una fiebre cansada. Los ruidos y los colores de la vida No la tocan ms: sola en s misma y toda mortificada de triste saciedad por colores y ruidos.

En la habitacin cae una luz violenta pero llena de penumbras. Fuera, el silencio eterno de la noche.

Si bien, en la fra soledad, mi alma cansada tiene tanta fuerza todava que recoge en s y arde en un sarcasmo febril. Se contrae entre mis manos; despus, deshecha, se funde y disuelve en una plida niebla, que no es ms s misma pero se retuerce tanto.

As, cada noche, sin salvacin, en un silencio altsimo, reduzco a cenizas, solitario, mi alma.

(14 de mayo, 1928)

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