Está en la página 1de 3

El autentico debacle

He vuelto a ver los amaneceres enredados que dejan el ftido olor a sombra y a conjeturas sobre este asfalto que se derrumba hasta mis huellas. Me detengo tambin a olvidar esos agrios fonemas que derramaste de la boca, los que me dejaron el pecho emplumado de infiernos y relmpagos, para descubrir de nuevo que huiste de mis demonios, los que te juro an no cesan de sangrar etcteras. Deberas de escoger entre tu paraso artificial o mi destino que apesta a poemas y a explosiones de crash. Escog. Mientras tanto aguardo con este disfraz de metamorfosis cotidiana que salpicaste de naufragios.

Musiquilla para mis compaeros de ruta


(y para Darwin Rodrguez, por supuesto)

Anduvimos por el grito despellejando holocaustos y palabras, extasindonos de caocidades. Nos recostamos bajo la sombra de la poesa, ebrios de soledad, sin saber que acabaramos con las vertebras aguijoneadas por imgenes. Se nos cubri de asfalto la boca y nos descompusimos en grafemas que se derrumbaron como sonrisa en el cerebro, como lejanas clavadas en el humo. Anduvimos conjugando espasmos y demonios, en la tinta buscndonos el rostro; pero no encontramos ms que suciedad y un pedazo infinito de soberbia esbozando gestas. Entonces nos llegar la hora en qu dejaremos de fingir esto que no somos para deambular descalzos sobre la eterna incgnita, acariciando el filo de los recuerdos con los dedos apestando a escarabajos y desastres, con el esqueleto mordisqueado por aullidos. Abecedario arriba llegaremos a otra orilla, para navegar si es posible relmpago arriba o tomando por atajo el trueno, sin cartografa de regreso, como una rbita magntica hacia el centro de la garganta, donde nos obligaran a reventar en sinfonas, sin definiciones, sin saber si fuimos pieza, sin saber quien hace el movimiento.

Otro poema intil


A Jackelin Nicol Calona, por tantas cosas.

Todava me aferro a tu falsa cercana, a tu silueta de azares enredados salpicando huellas sobre mi quebradiza repeticin de sueos y jardines. Todava te veo inalcanzable, con esa mirada terca indigestando de ceniza mi tristeza y a tus pies, descascarando pesadillas de cemento con la sombra.

Santiago Fnez

También podría gustarte