Está en la página 1de 2

"EL DESHOLLINADOR" 

El Principito viaja a Inglaterra y aterriza en Londres. Allí conoce a Harry que es deshollinador. El
Principito le hace ver que no hay que avergonzarse de lo que uno es.

Un nuevo día comienza; para mí es solo una fría mañana más de mi vida aquí en Londres.
Siempre he vivido en esta ciudad en ocasiones me gustaría tener la oportunidad de salir de aquí,
conocer nuevos sitios, no tener que llevar a diario una pesada chaqueta sobre mí para evitar
congelarme, Incluso me gustaría ir a sitios no tan lejanos como Escocia, pero no puedo, estoy
prácticamente atrapado.

Vivo en una zona de clase media, no vivo en una casa colonial, o una típica casa londinense, mi
hogar es sencillo. Mi padre trabajaba en una gran fábrica, y yo por cosas que no dependen de
mi, ocupe su lugar como Deshollinador.

Este trabajo es realmente odioso, no vale la pena comprar buenos trajes, buena ropa o intentar
lucir bien porque el polvo se encarga de arruinar cualquier prenda. El lugar es sucio, demacrado
y deprimente, el trabajo apesta, pero aunque quiera dejarlo no puedo. Se supone que es una
tradición en la familia, para mí es una tontería, me avergüenza ir por las calles y decir en que
trabajo. Mi abuelo ocupo este puesto, mi padre lo hizo también, no me avergüenzo de ellos
porque fueron muy buenas personas, pero no me siento bien al pensar que mi familia es una
descendencia de sucios deshollinadores, un trabajo poco noble.

Quisiera detener esto, que mis hijos no tengan que sufrir como yo, pero ¿Quién le presta
atención a un simple deshollinador? Probablemente no tenga hijos…

Un día iba caminando por la calle como a las 10 de la mañana, fui al trabajo y me dijeron que
no debía trabajar por hoy, ya que utilizarían todas las chimeneas y no tenia que limpiar nada
más, lo cual para mí significa, más mugre y suciedad.

Cuando estaba a una calle de mi casa, me encontré con un personaje algo peculiar, un niño rubio
vestido de forma muy elegante que de hecho no se utilizaba en esta zona de la ciudad…

-Hola- me dijo

-Hola- le respondí- me llamo Harry, ¿y tú?- le pregunté

-Eso no importa realmente solo quiero hablar contigo, si quieres me puedes decir “Amigo” o
“Principito”- me respondió

Yo realmente no sabía que pensar, un niñito elegante no se para en medio de las calles diciendo
que quiere ser tu amigo sin un motivo aparente. Al comienzo pensé que estaba perdido, lo
habían drogado y por eso decía cosas bizarras que carecían de sentido alguno, pero no, de hecho
en ocasiones era más cuerdo que yo… Tal vez era que toda esta locura de un misterioso niño me
tenía más que confundido…

Surgió de la nada el tema sobre mi trabajo, probablemente de lo que menos me gusta hablar…
Le expresé mi profundo desagrado por este empleo, cuanto lo detestaba, todo lo que daría por
cambiarlo y las cosas que no me permiten hacerlo…

-Pero... ¿Por qué lo odias tanto? Es solo un empleo, estarías odiando a tu familia también- me
dijo algo molesto
-No es así!- Le contesté- No odio a mi familia, solo ese estúpido trabajo, tu eres muy elegante,
pareces de una clase muy alta, ¿Cómo no consideras este trabajo como algo poco noble?

-Porque no soy de clase alta, y de hecho no es un trabajo poco noble…

-¿Ah no?

-Para nada, yo en mi planeta tengo 2 volcanes los cuales deshollino también, es mi deber y no
me molesta para nada hacerlo. Así no lo parezca me benefician.

-¿En verdad? Nunca lo había visto de ese modo…

-Pues así es, no debes sentirte mal por las cosas que crees no puedes controlar, debes disfrutar al
máximo lo que haces y esforzarte por hacerlo mejor cada día.

-Creo que tienes razón, pero honestamente quisiera hacer algo más con mi vida, me gustaría ser
músico, amo la música pero mi trabajo no me lo permite

-¿Has intentado repartir el trabajo? Digo, puedes trabajar medio tiempo en la fábrica y el resto
de día dedicarte a la música.

-Sabes creo que tienes razón-miraba perdido hacia la calle, un escarabajo negro capto mi
atención- Gracias!- volteé a contestarle, pero ya no estaba allí…había desaparecido.

Sus palabras quedaron resonando en mi mente, creo que este raro niño tiene razón, pero ahora
todo depende de mí…

En este instante, 5 años después de este encuentro, poco a poco mi carrera musical ha crecido,
soy muy feliz, conocí una linda chica, Rose y me casaré con ella en 2 meses, continuo con mi
trabajo como deshollinador, ahora lo disfruto un poco más y no me siento tan sucio como antes,
mi vida tomo un rumbo diferente, todo gracias a mi “Amigo Principito”

También podría gustarte