primarias sofocar los dolores morales más profundos, las mayores angustias o
desilusiones? Cuando todo a nuestro alrededor está en ruínas, nuestros
deseos más primarios, ¿nuestros instintos más básicos nos impulsionan de
nuevo a reaccionar, o mejor dicho a resistir a la destrucción total, a resistir al
dolor, al fracaso? Esta puede ser una interpretación del libro de Eça.
Pero, a mi juicio, este desenlace de la novela, expresión de la ironía que
caracteriza todo el estilo de Eça, significa también algo de más profundo, y es
que en lo más hondo de nosotros mismos hay una especie de conatus, una
fuerza originaria que nos impulsiona para la vida, para lo que ella tiene de
positivo...de señal más. En el mar de las tormentas interiores, sobresale casi
siempre este instinto congénito, esta alegría de vivir, que se confunde con la
huída (los dos personajes corren velozmente por la calle para coger un
coche...), con una reacción instintiva de salirse de sí mismo y de su situación
desconfortable.
1
Kierkegaard, S. – Adquirir a sua alma na Paciência, tradução do dinamarquês, notas e
posfácio de Nuno Ferro e M. Jorge de Carvalho, Lisboa, Assírio e Alvum, 2007, p. 19
El enigma de la felicidad humana
1
Evoco aquí uno de los poemas franceses de Rilke: “Calme des animaux dont l’inquiétude ne
jamais insiste (comme elle fait chez nous) à les rendre tristes par habitude”. Y el deseo expreso
en un de los poemas de A. Caeiro: “Quem me dera que a minha vida fosse um carro de bois”
(Quien me diera que mi vida fuera un carro de bueyes).
2
Kierkegaard, ob. cit. Nota 40.
El enigma de la felicidad humana
1
Scheller, M. – Le Formalisme en éthique et l'éthique materiel des valeurs, Paris, Gallimard,
1955, p. 113.
El enigma de la felicidad humana
“Por tanto, que llegaste a ser, que existes, que hoy recibes lo que es
necesario para vivir, que llegaste a ser, que eres un ser humano, que puedes
ver, entender, que puedes ver, que puedes oír, que puedes oler, que puedes
gustar, que puedes sentir, que el sol brilla para ti y por tu causa, que cuando
cesa de hacerlo comienza la luna y se encienden las estrellas, que llega el
invierno, que toda la naturaleza se despliega, en orden a complacerte a ti, que
llega la primavera, que los pájaros vuelven en bandadas, en orden a darte
alegría, que las hojas brotan, que el bosque se adorna y se levanta como una
novia, en orden a darte alegría, que llega el otoño, que los pájaros emigran, no
para hacerse escasos y valiosos, oh, no, sino para que no te aburras de ellos,
que el bosque esconde sus adornos para la próxima temporada, para darte
alegría la próxima vez – !y todo esto se supondría que no es nada sobre lo cual
alegrarse! Oh, sí me atreviese a reprender... pero por respeto al lirio y al
pajarillo no me atrevo, y por esto, en cambio, en lugar de decir que esto no es
algo sobre lo cual alegrarse, digo en cambio que sí esto no es algo sobre lo
cual alegrarse, entonces no existe nada de que alegrarse!” 1.
El mero hecho de existir, de estar vivo, de sentir la brisa del aire, de ver
los árboles en flor en la Primavera o desnudos en invierno, son gozos
apreciables , pero exigen una sensibilidad despierta, una atención afectiva, una
disposición-para... Pero esta disposición (mood, Stimmung) no es un estado de
1
SV XI 41-42
El enigma de la felicidad humana
1
Ser y Tiempo, § 29).
El enigma de la felicidad humana
1
Scheller, ob. cit., p.117
El enigma de la felicidad humana
1
Cfr Spaemann, R. – Felicidad y Benevolencia, Madrid, Rialp, 1991, p. 109.
El enigma de la felicidad humana
1
Cfr. Iris Murdoch, The Sovereignty of Good, London and New York, Routledge, 1971, cap. I.
2
Cfr ibidem, p. 37-38.
3
Cfr. Solomon, “Existentialism, Emotions and the Cultural Limits of Rationality”,
Philosophy East and West, vol. 42, n. 4.
El enigma de la felicidad humana
1
Cfr ibidem.
El enigma de la felicidad humana
1
Cf Brentano – emociones no son juicios; Husserl, Erfahrung und Urteil, § 76; Solomon, “The
Logic of Emotion”, Nous, vol 11, n. 1).
2
Tomás de Aquino, S ThI-II
3
Fichte, G. – Anweisung zum seligen Leben, trad. Francesa Initiation à la vie bienheureuse,
Paris, Aubier Montaigne, 1944.
4
Cfr Kierkegaard, ob. cit., nota 14.
El enigma de la felicidad humana
1
Cfr Fichte... Conf. IX, p. 237
El enigma de la felicidad humana
Bibliografia