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Introducción Necesaria

"Si queremos tomarnos el poder, tenemos que tomarnos


primero las masas".
Editorial “René Pinto", al cumplir un año en la difusión del
pensamiento revolucionario, saluda a todos los explotados
de nuestra Patria, a la vez que exhorta a los luchadores,
hombres y mujeres comprometidos con la causa del
proletariado, para que redoblemos los esfuerzos y
caminemos con paso firme por el logro de nuestros
objetivos finales: la toma del poder por el proletariado.
Nuestra editorial aprovecha en esta ocasión para señalar lo
siguiente:
1.- Nuestra Patria atraviesa una situación profundamente
conflictiva. Las masas populares tratan de explicarse cuáles
son las causas que determinan la situación contradictoria
de nuestro país (grandes recursos naturales, millones de
dólares que ingresan al país y nadie sabe a donde van a
parar, etc.), esta situación no ha logrado ser esclarecida
hasta el momento.
Nuestra clase obrera por otro lado, no logra estructurarse
como tal, por lo que se hace indispensable trabajar
denodadamente para superar su actual situación (falta de
organización política y revolucionaria, debilidad orgánica,
burocratismo, liberalismo, espontaneísmo economicista,
etc.); condición ésta indispensable para que la clase obrera
asuma su real papel de vanguardia del pueblo, aglutine en
torno suyo a vastos sectores del pueblo oprimido pero
fundamentalmente logre la unidad de clase obrero-
campesina; y al decir esto, nos referimos a la necesidad de
fortificar una línea orgánico política proletaria, que permita
a la clase obrera abanderarse de las reivindicaciones
campesinas como tarea fundamental de este momento.
Esta tarea no podrá ser cumplida en tanto las
organizaciones de izquierda, sus militantes, no logren una
clara comprensión del marxismo-leninismo como guía para
la acción y que termine con sus actuales prácticas
rudimentarias (ver "Balance Crítico" de enero de 1971).
Nuestra tarea en estos momentos es prepararnos para
poder actuar en cualquier coyuntura o situación que se
presente, nos permita sellar lazos indisolubles con las
masas y afrontar las tareas de organización, dirección y
educación política de las masas.
2.- Todos los partidos y organizaciones revolucionarias de
una manera u otra han señalado el atraso político
organizativo de las masas pero casi nada hemos hecho por
desterrar esta práctica. Nosotros pensamos que:
a) Es indispensable desarrollar un extenso programa de
educación y agitación política, esclarecimiento y difusión
ideológica del marxismo-leninismo, principalmente en la
clase obrera.
b) Evaluar y discutir las prácticas anteriores, como método
para superar el rudimentarismo político. Precisar
(esclarecer) nuestras formas organizativas y poner
(constituir en) a los militantes revolucionarios a la altura de
nuestras tareas, que en el momento histórico exigen un
serio compromiso revolucionario.
c) La falta de unidad de la teoría con la práctica, ha
transformado (determinado) a nuestra izquierda doméstica
e inconsecuente con la lucha ideológica, que se plantea en
términos abstractos y moralistas.
Nosotros planteamos fortificar la prensa revolucionaria,
para entrar en una discusión seria y documentada sobre los
problemas urgentes de nuestra revolución; nuestra
propaganda debe constituirse en arma eficaz, aglutinadora
y agitadora, pero fundamentalmente organizadora
colectiva.
d) Nuestra prensa revolucionaria, entendida y difundida
desde el punto de vista del marxismo militante, se
convertirá en el agente desmitificador y esclarecedor de la
real situación de nuestro pueblo; señalará las diferentes
formas de opresión de la clase dominante, el papel del
Estado y el carácter de clase de los destacamentos
armados.(fuerzas armadas y policía). Pero a la vez señalará,
en un combate sin cuartel el carácter de las desviaciones
tanto derechistas (ministerialismo, revisionismo, etc.) como
ultra izquierdistas (terrorismo, verbalismo, etc.), por parte
de cualquier organización, grupo o sector que pretenda
desorientar a las masas en sus objetivos de lucha.
Concluimos al señalar a nuestra militancia, la necesidad de
colaborar estrechamente con nuestra prensa, difundiendo,
discutiendo, esclareciendo los problemas, sobre la base de
la síntesis de sus prácticas, que deben constituirse en el
pilar de la producción teórica del MIR. Esto lo vamos a
lograr siempre que recojamos el elemento empírico de la
práctica social, y lo sinteticemos con la ayuda del método
científico (el materialismo dialéctico), que se establece a
través del estudio crítico, de los fenómenos que se operan
en el interior de la naturaleza y la sociedad, esto es:
estudio, trabajo, discusión, programación; o lo que el
leninismo define como "todos en la acción, todos en la
discusión, todos en la crítica para la acción".
3.- El MIR en repetidas ocasiones ha señalado, "sólo la
organización revolucionaria, proletaria, visionaria,
esclarecedora, develadora y desmitificadora de la realidad,
es la única, por su carácter de clase revolucionaria, capaz
de crear una moral y teoría revolucionaria; que señale a las
masas el camino a seguir, se adelante a los
acontecimientos, y con su ejemplo señale cuál es la
práctica revolucionaria, cuáles son los logros alcanzados en
cada lucha, cuál es la diferencia de los triunfos económicos
en relación con los triunfos políticos; en fin, señale siempre
la ruta política para la toma del poder por los trabajadores".
Por eso, como organización revolucionaria, no podemos
permitir la actitud de ciertos individuos, librepensadores,
que se plantean por sí y ante sí la dirección de "procesos";
ellos, se han puesto una toga de "marxistas" y se han
conducido por la senda del subterfugio, la "conspiración
putchista", la verdad buscada en sus "ideas", estudiando un
marxismo, divorciado de la realidad concreta de la lucha de
clases. Ellos, "intelecturales" (sic), lo único que han hecho
es tergiversar el marxismo con su lenguaje estereotipado y
rimbombante, con sus ideas "brillantes"; ellos quieren
castrar la esencia del pensamiento revolucionario
(marxismo-leninismo), y se plantean como objetivo
conciente o inconciente, luchar por el individualismo
burgués, crear la confusión, el fatalismo, etc. pues para
ellos sólo existen sus personas, "brillantes por sus ideas".
Para estos señores nuestro saludo (sic).
Las masas populares aprenden rápidamente de la práctica
militante y revolucionaria, descubren la verdad de su poder,
confían en las organizaciones y siempre mandan al tarro de
la basura a los individuos no concientes y comprometidos;
para las masas, cuando aprenden sus propias experiencias,
la verdad es siempre concreta, es revolucionaria. Los
liquidadores subjetivos siempre se estrellarán con el poder
creativo de las masas. Nosotros, miristas, repetimos lo que
Lenin señalaba: "ellos pueden tergiversar, desorientar,
engañar y hasta alcanzar un cierto ´reconocimiento´ del
pueblo, siempre y cuando no existan bolcheviques que
estén dispuestos a librar una batalla en el campo de la
teoría y la práctica".
Los trasnochados nunca podrán entender lo que es el
intelectual activo del proletariado; para nosotros, el
verdadero intelectual es el militante revolucionario, es decir
el hombre que poseyendo una gran firmeza en la
comprensión de los problemas teorico-políticos, sea capaz
de crear no solamente en el terreno de las artes y las letras,
sino también en el terreno de la educación, organización y
educación de las masas. Al decir de Lenin "la organización
revolucionaria, debe centralizar a todos los hombres cuya
profesión sea la actividad revolucionaria; en tal sentido,
debe desaparecer toda distinción entre obreros e
intelectuales, por no decir ya entre las diferentes
profesiones".
4.- Nuestra editorial se especializa en la difusión del
pensamiento revolucionario latinoamericano. Por esta razón
insistimos especialmente a nuestros camaradas, sobre la
necesidad de establecer un estudio serio y metódico no
sólo sobre cada una de nuestras publicaciones, sino y de
manera especial sobre todos aquellos materiales que se
publican en nuestro país.
Consideramos que el estudio establecido en esta dirección
será de enorme importancia para comprender el contexto
general de la lucha de clases en Latinoamérica, nos
permitirá señalar a las masas populares la causa común de
los pueblos, el carácter de su lucha antimperialista. Este
estudio tomado no mecánicamente nos ayudará a resolver
algunos problemas inherentes al carácter de nuestra lucha.
Sólo este estudio determinará que la crítica no se haga en
términos abstractos, y que más bien se busque los
conocimientos sobre la práctica concreta como ya hemos
señalado antes; para nosotros, la crítica revolucionaria se
da en el seno del partido y en la acción conciente de las
masas esclarecidas por su vanguardia, en la acción del
proletariado al desatar su lucha de clase. La crítica se
revierte entonces en acción objetiva de la clase que se
prepara para la toma del poder. La critica, por tanto, no
puede ser tomada desde el ángulo estrecho de los
librepensadores, o del pequeñoburgués ciego y dogmático,
que parte siempre del punto de vista de "sus" ideas para
convertirse en agente real del liquidacionismo
contrarevolucionario.
Sintetizamos con la siguiente enseñanza de Lenin,
"aprender, aprender, aprender, para actuar y comprender".
El no entender esta premisa nos conducirá al "marxismo
académico", que no entiende a la crítica en su interrelación
teoría-práctica; y se establece sobre las tesis fatalistas,
anarquistas, y que frente a su incapacidad para entender la
realidad, niega la existencia de organizaciones de izquierda,
y plantean destruir a todos los "viejos" partidos, para dar
paso al "partido proletario" -qué carácter tiene ese partido
señores-; (preguntamos al lector, ¿son las buenas o malas
acciones las que deciden la historia, son las ideas las que
gobiernan el mundo, se decide el proceso revolucionario por
la buena voluntad de algunos señores?) pero, nosotros
pensamos que es el propio proceso, la propia dialéctica de
la lucha de clases lo que determinará en un momento tal, la
aparición del partido de vanguardia. Para ser vanguardia,
no basta gritar ¡somos vanguardia!; la dirección del
proceso, el reconocimiento de las masas populares como
vanguardia de su lucha, debemos ganarlo con el trabajo
cotidiano.
Hoy surge un tipo de marxistas sui-géneris, que lejos de
esclarecer a las masas populares, las confunden y hacen
coro a las tesis del imperialismo cuando difunden ciertas
tesis -y he ahí que no han entendido el marxismo- sobre un
tal "socialimperialismo", y argumentan que nos
encontramos en una nueva etapa de guerra por el reparto
del mundo, ¿no es esto ridículo? (ver discurso de Fidel
Castro en la conferencia de Países No Alineados en Argelia
1973).
Nuestro papel de revolucionarios consecuentes con la lucha
del proletariado nos lleva a diferenciar el carácter implícito
de la sociedad capitalista, la actitud del imperialismo y sus
contradicciones; con lo que es y significa en esencia el
bloque de la sociedad socialista, a cada una le damos un
trato especial para no confundir a las masas y
desorientarlas. Así por ejemplo, cuando combatimos al
revisionismo no difundimos tesis antisocialistas,
anticomunistas, contrarevolucionarias, sino que señalamos
la desviación burguesa, que tergiversa al marxismo-
leninismo, y conduce a las masas por el camino de la
conciliación de clases, etc.
Cuando hablamos del carácter de la lucha interimperialista,
diferenciamos bien los niveles y en primer lugar tenemos
presente siempre, el nivel de la lucha de clases,
diferenciando el carácter de las políticas de un Estado
socialista, con las de los Estados imperialistas. He ahí
compañeros por qué la necesidad de ser responsables en el
estudio del marxismo-leninismo, con los criterios y la
práctica política; no olvidemos que nuestra tarea es
organizar y educar al pueblo, y para ello es necesario evitar
cualquier sandez o necedad que se nos ocurra, como
producto de nuestros criterios individuales, moralistas y
subjetivos. La lucha política es compleja y por lo tanto
debemos afrontarla con seriedad revolucionaria.
5.- Nosotros tenemos presente que, "en lugar del antiguo
aislamiento de regiones y naciones que se bastaban a sí
mismas, se establece un intercambio universal, una
interdependencia de las naciones. Y esto se refiere tanto a
la producción material como a la producción intelectual... ya
que esta producción intelectual se convierte en patrimonio
común de todos". Este hecho nos lleva a establecer que en
América Latina todo fenómeno político, económico, o social,
interactúa en la realidad de todos los países en general.
Partiendo de estas premisas hacemos las siguientes
consideraciones:
a) Las clases dominantes cipayas, carecen de sentido
nacional y su dependencia a los dictados de la metrópoli es
total; por lo tanto, son antipatrióticas.
b) Los pueblos latinoamericanos se encuentran sometidos a
(en) la misma voracidad imperialista.
c) Los ejércitos de ocupación interna, fuerzas armadas y
policía, son fieles guardianes del orden establecido, y
lacayos de los intereses bastardos del imperialismo, por su
carácter de destacamentos de represión y control al
servicio de la clase dominante, no les es permitido estar
efectivamente al lado del pueblo.
d) La dependencia, de nuestros países (ver documentos del
MIR, "Breves consideraciones sobre la dependencia", Ed.
Rene Pinto 1972), está dada en todos los niveles, pero
además todas las políticas de sometimiento a que nos
hallamos arrojados como producto de la lucha burguesa e
imperialista.
Nuestra táctica y estrategia hacia la toma del poder, no
pueden verse reducidas a la conquista del poder en un
Estado o país latinoamericano aislado, nuestra guerra es
continental; la liberación de nuestros pueblos no se hará en
cada país por separado, nuestra liberación tendrá que ser
alcanzada en una reacción en cadena. Para ello tenemos
que trabajar buscando que los explotados y oprimidos de
América Latina, a través de su organización y toma de
conciencia (determinen primero), que nuestras masas
trabajadoras pasen, de potencialmente revolucionarias, a
realmente revolucionarias. Entonces, se demostrará que ni
la más avanzada tecnología militar puede derrotar a un
pueblo cuando está dirigido por una vanguardia político-
militar; y será (pues) esta guerra latinoamericana, de los
obreros, indios, mestizos, guajiros, montuvios; será esta
guerra de los "incultos", de los que quinientos años han
pasado postergados y vilipendiados, la que hará caer
aparatosamente las fortificaciones imperialistas.
La conciencia política de las masas y su papel histórico, en
el desenvolvimiento de la lucha de los pueblos, establecerá
coyunturas internacionales y revolucionarias, que harán
factible el surgimiento de los frentes de liberación
nacionales, a nivel continental.
Hoy los imperialistas han puesto al orden del día las
dictaduras gorilas, hoy persiguen inquisitorialmente al
pensamiento, hoy Chile y ayer Santo Domingo (Rep.
Dominicana); hoy los gobiernos sanguinarios creen poder
detener el avance tumultuoso de las masas; hoy los
sepultureros del imperialismo conspiran en cada casa,
rancho, fábrica y aun en los mismos cuarteles. Fidel Castro
advirtió "se pretenderá impedir por todos los medios la gran
revolución latinoamericana y el miedo pavoroso a esta gran
revolución llevará al imperialismo a ir contra las mismas
leyes naturales que son las que determinan la ruta de los
pueblos. Porque el momento de los pueblos dependientes y
colonizados es un fenómeno nuevo y que marca la crisis
final del imperialismo".
Queremos poner nuestra contingencia en este proceso.
Pensamos que mientras más se difundan y conozcan las
experiencias vividas por otros pueblos hermanos en su
lucha por la toma del poder y la construcción del
socialismo, que cuando se estudie y critique efectivamente,
nuestra práctica se enriquecerá.
Hasta hoy, la mayoría de las publicaciones de izquierda, no
rebasan un limitado círculo de difusión; nuestra editorial
exhorta a todos los camaradas del MIR a romper el cerco y
a "asaltar a las masas”. Si queremos tomarnos el poder
-decía Lenin- debemos tomarnos primero las masas;
nuestra prensa debe estar en todos los lugares, pero
fundamentalmente en el proletariado.
Agradecemos a nuestros hermanos de causa, a los miristas,
que con su trabajo abnegado y consecuente están creando
nuevas condiciones para la difusión del pensamiento
político y revolucionario. Pero, hay que redoblarlo, hay que
subvertir el orden (la anarquía del sistema), organizando a
las masas, creando el poder popular; asaltando cada día
una trinchera del enemigo, inclusive utilizando todo lo que
de "legal" nos posibilite el sistema para alcanzar el poder
revolucionariamente con las masas. Esta es la hora
militante, ¡lancémonos!
Hoy los pueblos dicen ¡ahora! hoy queremos decir,
comenzamos, hoy queremos levantar las banderas de
combate de Daquilema, hoy aprendemos el grito de guerra
del 15 de noviembre de 1922, hoy queremos rendir
homenaje con nuestra práctica militante a todos los
hombres y mujeres caídos en la lucha por la libertad. La
toma de conciencia es un imperativo de guerra, asumir un
papel en nuestra lucha significa, estar en la causa militante
de los explotados.

Lucha a muerte por una Patria nueva.


Movimiento de Izquierda Revolucionaria.
Por la Editorial
Patricio Torres Encalada
Nov. /73

Publicado por primera vez en Causa Proletaria Nº2, pág. 1-5, noviembre 1973

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