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EL PROBLEMA DE LA CONSERVACIÓN DE RESTOS

ARQUEOLÓGICOS EN LA AMAZONÍA PERUANA: EL CASO DEL


SITIO “EL ZAPOTAL” EN LA RESERVA NACIONAL PACAYA-
SAMIRIA.

Lic. Daniel Morales Chocano


Arql. Eva Ruiz Del Águila
E.A.P. de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

INTRODUCCIÓN

Este artículo se relaciona al registro arqueológico en el momento de la excavación,


involucra el problema de la conservación preventiva, frente a dos situaciones
ocurridas: ¿qué pasó con la cultura material en el mismo momento en que fueron
enterradas? Y ¿qué es lo que sucedió después de que fueron enterradas?, es
decir la intervención de los agentes humanos y agentes naturales en la
conservación.

En el primer caso, el entierro deliberado de muertos, objetos u otros, causan


deterioro a la cultura material, en otros casos los agentes humanos provocan la
preservación consciente o inconscientemente, ejemplos hay muchos: las
manifestaciones en el cuidado a los muertos o ancestros, es un acto consciente
de conservación en el área andina, el caso opuesto es cuando los pueblos
bárbaros saquean y queman un pueblo, también pueden provocar la conservación
de los elementos orgánicos quemados inconscientemente.

En el segundo caso, son los agentes naturales como el clima, los suelos y el agua
los que se encargan de preservar o destruir los restos culturales, dependiendo
estos de las condiciones medio ambientales, ecosistemas o micro ambientes en la
cual se encuentran, por ejemplo en el Perú: los arqueólogos encontramos gran
diversidad de medios ambientes o microclimas vinculados a los sitios
arqueológicos; el estado de conservación de los restos arqueológicos sepultados o
expuestos a la intemperie dependerá del microclima en la cual se encuentren.

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La costa central y sur del Perú, por ejemplo presenta condiciones naturales
excelentes para la conservación de restos orgánicos, debido a su clima árido con
escasa humedad en los desiertos arenosos, donde generalmente se localizan los
cementerios, son ejemplos los sitios de Ancón, Lima, Ica Moquegua. La sierra
generalmente tiene temporadas de lluvias y la preservación de restos, sólo se ha
dado en algún micro ambiente como las cuevas o “machays” donde se
acostumbraba enterrar o colocar a los muertos enfardelados, al igual que en los
nevados donde se da una preservación por congelamiento, ejemplos de ello son la
momia Juanita de Arequipa y otros. La ceja de selva en cambio es altamente
húmeda y semicalurosa, no es buen clima para la conservación, sin embargo el
Perú es el mejor ejemplo de cómo, el hombre de este ecosistema supo preservar
a sus muertos usando una tecnología de mausoleos y sarcófagos colocados o
construidos en inaccesibles farallones rocosos, los cuales son generalmente
hechos de caliza que absorben la humedad y crean un micro ambiente bastante
seco donde los ancestros enfardelados se han mantenido en perfecto estado de
conservación durante más de 5 siglos, los ejemplos en Chachapoyas abundan;
uno de estos es el de la Laguna de las momias o Laguna de los cóndores, donde
cientos de momias con el ajuar funerario completo se han conservado intactas;
lamentablemente fueron extraídas de su micro ambiente que los preservó,
ocasionando un acelerado proceso de deterioro que en algunos casos puede ser
irreversible si no se toman precauciones inmediatas de conservación, las cuales
en muchos casos son sumamente costosas, es por ello que nuestra
recomendación al INC después de haber visitado el sitio antes de su intervención,
fue no trasladarlas y promover un museo in situ bajo la administración de los
pobladores de Leimebamba que ya habían tomado conciencia de su patrimonio
arqueológico.

En la selva baja o ecosistema de las culturas Omaguas, las condiciones climáticas


no permiten la conservación de los restos arqueológicos orgánicos, este es el

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ecosistema en la cual nosotros realizamos nuestras investigaciones
arqueológicas.

I. EL PROBLEMA DE LA CONSERVACIÓN EN LA AMAZONÍA.

En el ecosistema amazónico la temperatura permanente esta por encima de los


32°C, llueve 130 o más días al año, con un índice pluviométrico entre los 2000 a
3000 mm. cúbicos como promedio anual, la humedad normalmente excede el
80%. Además la llanura amazónica en su aspecto físico esta formada por suelos
sedimentarios sujetos a laterización y lixiviación, con alto grado de acidez que
junto a la gran cobertura vegetal forman el medio ambiente totalmente
inadecuado para la conservación de los restos sepultados en los sitios
arqueológicos.

Este ecosistema descrito tiene varios agentes destructivos, entre ellos los más
importantes son: el clima, los suelos y el agua.

El Clima: se presenta con alta temperatura, alta precipitación y alta humedad las
que combinadas causan la desintegración de todos los restos orgánicos, sean
estos piel, huesos, tejidos, madera, fibra, semillas y otros. La madera por ejemplo
sujeta a este medio pierde sus componentes biológicos como la celulosa, para
convertirse en una sustancia suave esponjosa con textura de queso y si la
humedad persiste termina por desintegrarse formando humus la cual es absorbido
por las plantas; los huesos en constante humedad, pierden sus componentes
orgánicos proteínas, como la osaína, sin la cual el hueso se vuelve muy frágil y se
deforma, mientras que sus componentes inorgánicos como el fósforo, calcio,
carbón y fluor clásico son atacados por los suelos ácidos. En el caso de la
cerámica su conservación en suelos amazónicos dependerá del grado de cocción
y el tipo de desgrasante empleado en la elaboración de la pasta; si la cocción es
muy buena, resiste a la humedad, si la cocción es incompleta o con baja
temperatura, no resiste a la permanente humedad, si el desgrasante empleado

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para elaborar la pasta tiene ceniza o corteza de árbol quemada, como es el caso
de la apacharana que se acostumbra mezclarla con la arcilla como hasta ahora
ocurre en los grupos nativos, este componente lo hará impermeable al agua; por
otro lado, los suelos sedimentarios presionan y fracturan en pedazos las vasijas
enterradas, en cambio la salinidad, que es muy frecuente en la costa, es un
problema de menor cuidado en la amazonía.

El Agua.- debido al clima, la cuenca amazónica es un régimen hidrográfico que


discurre sobre una llanura con una red de innumerables ríos tributarios y
subtributarios con una infinidad de “caños” o pequeños drenajes naturales que
desaguan la inmensa cantidad de aguas cuando llueve, anualmente en épocas de
creciente los ríos desbordan sus causes y amenazan con poblaciones enteras,
muchos sitios arqueológicos han sido arrasados por estos cambios de cause de
los ríos, también los ríos provocan grandes inundaciones por encima del suelo, a
esto se agrega la capacidad disolvente del agua sobre los elementos orgánicos
que en este ambiente es permanente, terminando por desintegrarse o erosionar
los artefactos orgánicos e inorgánicos.

Los Suelos.- Los suelos de la llanura amazónica son de origen sedimentario,


formadas por múltiples capas de sedimentos arrastrados por los ríos, son suelos
bastante arcillosos, de color naranja rojizo la cual delata la gran acumulación de
oxido ferroso y aluminio con alto contenido de acidez; este tipo de suelos
sedimentarios forman capas muy compactas y duras sobre los objetos enterrados
que juntamente con la humedad se encargan de fragmentar la cerámica y huesos,
los ácidos con la alta temperatura provoca la proliferación de hongos y bacterias
que son los peores enemigos de la conservación de los restos arqueológicos.

El clima, los suelos y el agua juntos provocan también otros fenómenos físico-
químicos como la laterización y lixiviación; la laterización provocada por la alta
temperatura y la humedad es un fenómeno físico-químico, por medio de la cual
los sedimentos se precipitan a la superficie formando óxidos ferrosos en gruesas

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costras duras llamadas lateritas, estas capas tienen un alto contenido de acidez y
destruye todo los elementos orgánicos y reblandece los huesos; la lixiviación, es
otro proceso físico-químico que consiste en un constante lavado de los suelos por
filtración de aguas, este fenómeno arrastra a las profundidades todo los elementos
orgánicos e inorgánicos, disolviendo los restos arqueológicos enterrados.

II. LAS CONDICIONES MEDIO AMBIENTALES DE LA RESERVA


NACIONAL PACAYA-SAMIRIA.

La Reserva Nacional del Pacaya Samiria (ver Figura 1), es el área donde estos
tres últimos años (2000-2003), venimos investigando y realizando excavaciones
arqueológicas en el sitio denominado “El Zapotal”, el cual es un asentamiento
prehispánico que se encuentra a lo largo de la ribera de un gran lago llamado
Yarina (ver Figura 2)

El Pacaya-Samiria es un área inundable, con tipo de flora y fauna adaptada a las


inundaciones y como reserva nacional protege a especies acuáticas en extinción
como el paiche y las taricayas, especies como los primates y flora como los
bosques de palmeras de aguaje. La Reserva Nacional ocupa el territorio
delimitado por la confluencia de los ríos Marañón, Ucayali y
Huallaga, los cuales forman un territorio muy extenso de forma triangular;
geológicamente pertenece a la llamada “Depresión Ucamarca”,considerada como
la zona más baja de la cuenca amazónica, rezago del inmenso lago que en el
pleistoceno final era la amazonía; estas son las razones por lo que este territorio
en épocas de creciente esta sujeta a grandes inundaciones que duran más de 6
meses al año, el agua cubre el bosque por encima de 1.20m., estas condiciones
no ofrecen facilidades para el asentamiento humano; sin embargo la abundancia
de recursos acuáticos ha llevado a los grupos humanos a asentarse en este lugar,
actualmente existen en esta zona algo más de 230 pueblos que viven
fundamentalmente de la pesca. Estos antecedentes actuales y la potencialidad de

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los recursos naturales nos llevaron a realizar una exploración arqueológica,
descubriendo asentamientos muy grandes como el Zapotal, ubicado en la
jurisdicción del pueblo de San José del Samiria.

Indudablemente las condiciones particulares del medio ambiente del Pacaya-


Samiria no ofrecen las mínimas posibilidades de que los restos arqueológicos de
origen orgánico se conserven, sin embargo otro fue el panorama en el sitio del
Zapotal.

III. AGENTES HUMANOS Y NATURALES DE LA CONSERVACIÓN DE LOS


RESTOS CULTURALES EN EL SITIO DEL ZAPOTAL.

El Zapotal es un asentamiento arqueológico dentro la Reserva Nacional de


Pacaya-Samiria, topográficamente se presenta como una “restinga”, según los
pobladores es la única parte del bosque que no se inunda y por lo menos en
creciente hay algo más de 60 a un metro de suelo por encima del agua. Luego de
una prospección arqueológica con excavaciones en pequeñas cuadriculas a lo
largo del sitio, hemos comprobado que el suelo cultural es profundo alcanzando en
algunos casos 1.60m, lo cual nos hizo deducir que la restinga no es de origen
natural sino más bien de origen cultural o artificial conformada por una gran
acumulación de tierra formando una especie de plataforma no monticular lo cual
les permitió asentarse sobre ella; esta condición particular y otras, como el tipo de
suelo del asentamiento ayudaron a la relativa preservación de los restos
culturales, que a diferencia de otros lugares es un suelo cultural de color oscuro y
de naturaleza orgánica, con restos quemados, carbón y ceniza producto de las
actividades humanas, las cuales se han ido acumulando durante siglos, algunas
muestras de suelo fueron sometidas a la prueba de acidez, diagnosticándose una
falta de acidez en los dos primeros niveles y luego la acidez aumenta
proporcionalmente en relación a la profundidad. Este tipo de suelos arqueológicos
son conocidos como “terra Prieta”, los cuales están siendo considerados como
ecofactos, porque de ellos, el arqueólogo mediante análisis químico puede obtener

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mucha información no sólo sobre el medio ambiente sino también hasta el tipo de
dieta que consumieron los que la ocuparon en este lugar.

Un tercer aspecto que condiciono la preservación relativa de los restos culturales


en el Zapotal, es otro factor de orden cultural, referente a la costumbre de proteger
y preservar a los muertos o ancestros, que en el caso de la amazonía es el
entierro en urnas funerarias de cerámica, las cuales protegieron en parte los
huesos que juntamente con la falta de acidez permitieron el hallazgo de algunas
partes del esqueleto (ver Figura 3); sin embargo, estas condiciones culturales no
hicieron del sitio un lugar excelente para la conservación sino que solo menguaron
su total destrucción, dentro del ecosistema amazónico en la cuala se encuentra.

IV. MEDIDAS DE PREVENCIÓN PARA LA CONSERVACIÓN EN EL


MOMENTO DE LA EXCAVACIÓN EN EL SITIO DEL ZAPOTAL.

Teniendo el conocimiento de las condiciones medio ambientales nada favorables


para la conservación en la zona de estudio, no estábamos preparados para tomar
medidas preventivas de conservación, suponiendo por ejemplo que los restos
humanos (huesos) eran irrecuperables y que la cerámica totalmente fragmentada,
podría mantenerse estable por el tipo de desgrasante de ceniza utilizado en su
elaboración, sin embargo dado las condiciones particulares del Zapotal, tuvieron
que tomarse algunas precauciones inmediatas de conservación antes de extraer
las osamentas humanas y la cerámica.

En el caso de las ánforas funerarias y su contenido de restos humanos, se


hicieron excavaciones en área, procediendo con un cuidadoso trabajo de
excavación por decapado que a la vez que se registraba y dibujaba los contextos
asociados se dejaban expuestos al aire y calor bajo la sombra del bosque, para

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que los restos se liberen de la saturada y pesada humedad y se estabilicen para
poderlos manipular en el momento de extraerlos del suelo.

Comprobamos que los restos humanos para ser introducidos en las vasijas,
debieron ser seccionados o cortados en las coyunturas, se noto que sólo habían
huesos largos entrecruzados y sobre ella o debajo de ellas se colocaba el cráneo,
no se vieron huesos pequeños o delgados como costillas, dedos, vértebras y
otros, es decir eran incompletos y sesionados , por ello se dice que son
enterramientos secundarios en urnas de cerámica; luego de una cuidadosa
limpieza in situ se dejaron secar, en algunos casos hasta dos días para poder
retirarlas en bloque con toda la matriz de barro para ser colocados sobre papel de
aluminio y luego envueltas y colocadas en bolsas de plástico para conservar la
humedad, y evitar el movimiento y fraccionamiento en el momento de llevarla al
campamento (ver Figuras 4 y 5) luego estos paquetes para ser transportados
hasta Lima fueron envueltos con papel periódico y colocados en cajones de
madera; esta operación se hizo solo en tres casos en donde los cráneos
aparentemente estaban completos incluso con la mandíbula inferior, el resto de
huesos largos y otros cráneos fue imposible, pues mucho de ellos se destruyeron
en el mismo momento de extraerlos quedando solo el registro descrito en el
campo.

En lo referente a la cerámica, en el caso de las urnas funerarias, estas mantenían


su apariencia completa (ver Figura 3), por la compactación del suelo arcilloso, sin
embargo estaban totalmente fragmentadas, para evitar su mayor fragmentación se
dejaron secar en el mismo sitio y luego fueron retiradas por pedazos y colocados
en bolsas de plástico. El secado in situ de la cerámica que estaba absorbida de
humedad, también nos permitió recuperar algunos fragmentos decorados con
pintura (Ver Figuras 6 y 7) los cuales al ser retirados inmediatamente, la pintura
quedaba pegada en el suelo arcilloso y compacto, perdiéndose a evidencia
decorativa de la vasija.

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No se ha encontrado ningún artefacto de madera, ni mucho menos de hueso, más
bien se ha podido observar algunos objetos tornasolados de forma circular, los
cuales al extraerlos se noto que solo eran improntas al parecer de conchas de río,
que servían como adornos del cuerpo, ninguna de ellas a podido ser recuperada,
por ser improntas de láminas muy delgadas desintegradas quedando sólo el color
tornasolado.

Dentro del contexto funerario de ánforas se han encontrado también agrupaciones


de pequeñísimos cantos rodados de color negro brillantes, los cuales al parecer
son pulidores de cerámica, así mismo se han encontrado torteros o ruecas de
cerámica, estos instrumentos que sirven para hilar el algodón, muestran un estado
perfecto de conservación (ver Figura 8) así mismo en otros contextos se han
encontrado unos instrumentos de cerámica que etnográficamente los Shipibo-
Conibo lo llaman “Shibinantis” y que ellos lo usan en ritos de pubertad para
desflorar a las jóvenes adolescentes que en el rito de pasaje se convierten en
mujeres adultas aptas para el matrimonio (ver Figura 9)

V. LA CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE RESTOS OSEOS


HUMANOS PROCEDENTES DE LA AMAZONÍA.

A continuación, Eva Ruiz, expone sobre la intervención realizada a dos cráneos


recuperados durante las excavaciones arqueológicas en el sitio de El Zapotal.

El trabajo fue realizado por un grupo de estudiantes y egresados de la Escuela de


Arqueología de la UNMSM., colaboradores del proyecto de Arqueología
Amazónica a cargo del arqueólogo Daniel Morales, quienes fuimos asesorados
por el conservador Boris Márquez (ver Figura 10)

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Dadas las características medio ambientales de la zona, los cráneos se
encontraban en un estado muy delicado, frágiles al manipuleo, a tal punto que se
fracturaban o pulverizaban con el solo hecho de tocarlas.

En estas difíciles condiciones, los cráneos fueron trasladados al gabinete,


cubiertos aún con tierra, envueltos en papel de aluminio (ver Figura 11), colocados
dentro de cajas de tecnopor. Los cráneos se encontraron incompletos y con
algunos fragmentos sueltos.

Los tratamientos seguidos fueron los de conservación y restauración. Con la


conservación se trató de detener el deterioro de las piezas y con la restauración se
trato de darles estabilidad, restituyéndoles las partes faltantes, tratando de no
causar alteraciones o modificaciones durante la intervención.

Todo el proceso de tratamiento pasó por cuatro etapas:


1. Deshumedecimiento
2. Limpieza y consolidación
3. Pegado de los fragmentos sueltos y
4. Restitución o restauración de zonas faltantes.

Etapas que se desarrollaron durante cuatro meses en reuniones de 4 a 5 horas


por semana.

Deshumedecimiento:

Los cráneos completamente saturados de humedad fueron deshumedecidos, este


procedimiento fue lento y consistió en le ventilación moderada bajo sombra. Se
empleo además sílica gel y se hizo uso de un hidrómetro para ir controlando los
porcentajes de humedad. Una vez reducida la humedad se paso a la siguiente
etapa.

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Limpieza y Consolidación: (ver Figura 12)

Debido al estado de conservación en el que se encontraban los dos cráneos fue


necesario preparar camas de yeso cubiertas con papel de aluminio y algodón
sobre la cual fueron colocados los cráneos, siempre por uno de sus lados, ya sea
izquierdo o derecho, y no de frente. Esto nos permitió manejarlos durante la
limpieza sin causarles daño alguno.

Los cráneos se encontraban en parte fragmentados, manteniendo su forma debido


a que se encontraban cubiertos de tierra compacta tanto en la parte exterior como
en la cavidad craneana, siendo necesario realizar la limpieza y la consolidación al
mismo tiempo.

Para la limpieza se empleó una mezcla de agua y alcohol, estando el alcohol en


menor porcentaje con respecto al agua. Para la consolidación se empleó acetato
de polivinilico al 10% y paraloid al 4%.

Los instrumentos de metal sólo fueron usados para retirar la tierra manejándolas
con sumo cuidado para no dañar el hueso, al acercarnos al hueso se procedió
limpiar con hisopos.

En zonas donde el hueso se encontraba demasiado frágil y no era conveniente


retirar la tierra con los hisopos se procedió a consolidar la tierra y el hueso juntos.

Luego de consolidar con el acetato de polivinilo, paraloid y para darle una mayor
resistencia a las piezas se colocó papel japonés al interior sobre las paredes de la
cavidad craneana a manera de refuerzo.

Pegado de los fragmentos rotos (ver Figuras 13 y 14).

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Algunos fragmentos de hueso que se encontraron sueltos o desprendidos desde la
llegada al gabinete y los que se desprendieron durante la limpieza fueron pegados
usando paraloid al 10% quedando consolidadas las partes.

Restauración o restitución de zonas faltantes (ver Figuras 15, 16, 17 y 18)

Esta etapa del proceso fue realizada con la finalidad de completar la estabilización
de las zonas faltantes o vacías.

Primeramente a todos los bordes de la zona se le aplicó una capa más de paraloid
ya que éstas iban a ser cubiertas con cinta adhesiva para proteger el hueso al
momento de desbastar las placas de yeso que iban a ser colocadas en los vacíos.

Los porcentajes de adhesivos de las cintas fueron bajadas pegándolas primero


sobre otra superficie, para luego pegarlas en los bordes de las zonas afectadas,
pero teniendo ya un menor porcentaje de adhesivo, lo que evitaría dañar el hueso
al momento de retirarlas, una vez retiradas las zonas faltantes.

Las placas de restitución fueron preparadas con yeso cerámico y acrilard, ambos
en un porcentaje de 50% cada uno lográndose una pasta flexible y por lo tanto
maleable.

Las placas fueron pegadas con la misma pasta pero más acuosa. Para poder
sostener las piezas mientras eran colocadas en los cráneos, se introdujo en la
cavidad craneana un globo, una vez pegada o sujeta la pieza se retiro el globo y la
cinta adhesiva.

Como el color de las placas de yeso eran azules, tuvo que ser cambiado usando
un pigmento de color tierra que se aproximara al color del hueso, dejando clara

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evidencia de la parte restaurada; el pigmento fue diluido en agua y aplicando
finamente a las placas las cuales lo absorbieron con mucha facilidad.

Un aspecto importante de este proceso de conservación y restauración es que los


cráneos no fueron modificados en su forma, es decir no se trato de reconstruir su
forma original, sino mantener su estado tal y conforme fue encontrado, por esta
razón muestran aplastamiento deformación sufridos por agentes naturales que los
afecto desde el mismo momento en que fueron enterrados. (ver Figuras 19 y 20).

Finalmente sabemos que el proceso de restauración de algunas partes de los


cráneos puede ser criticado, sin embargo asumimos que esta era la única opción
para poder recuperar no solo su estabilidad, garantizando su integridad física sino
también para poder analizar y estudiar y obtener información muy valiosa sobre el
hombre amazónico.

AGRADECIMIENTOS.

El proyecto arqueología amazónica, dirigido por Daniel Morales, quiere agradecer


a Ana Mujica, por haber sido la promotora en la cruzada para la conservación de
las pocas evidencias de restos arqueológicos que se encuentran en un ambiente
tan difícil para la conservación como es la amazonía.
A Boris Marques, por su desinteresada colaboración dirigiendo al equipo de
colaboradores, entre ellas las Bachilleres Eva Ruiz, Yarina Zúñiga, Lisbeth
Escudero, Marco Guillen y la alumna Cintia Cuadrao; colaboraron también
alumnos de la Universidad Federico Villarreal.

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LEYENDA DE FIGURAS QUE ACOMPAÑAN EL TEXTO

1. Mapa Base de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria, ubicado en el


Departamento de Loreto-Perú. Área donde se encuentra el sitio
arqueológico El Zapotal.
2. Laguna Yarina, se ubica a 45 minutos por trocha del pueblo de San José
del Samiria, a lo largo de las riveras de este lago se ubica el sitio
arqueológico El Zapotal.
3. Patrón de enterramiento humano en urnas funerarias de cerámica, muy
común en las culturas de la amazonía entre los siglos XIII al XVI d.C.
4 y 5. Medidas de conservación preventiva realizadas con dos cráneos en el
mismo momento de las excavaciones arqueológicas.
6 y 7. Fragmentos de cerámica pintada en rojo y blanco y en negro y blanco,
recuperados gracias a las medidas de precaución tomadas en el mismo
momento de las excavaciones.
8. Torteros o ruecas de cerámica con diseños incisos, se trata de instrumentos
para el hilado del algodón
9. “Shibinantis” artefactos de cerámica decorados con incisiones, según
referencias etnográficas entro los grupos Shipibo-Conibos, son
instrumentos usados en los ritos de pubertad de las jóvenes adolescentes.
10. Boris Marques y su equipo de alumnos asistentes de la EAP de
Arqueología, en el proceso de consolidación y restauración de dos cráneos
del Zapotal.
11. Estado en la cual se encontraron los cráneos cuando llegaron al gabinete
de arqueología de la Escuela.
12. Proceso de limpieza y consolidación de los cráneos, empleando alcohol
con agua para la limpieza y acetato de polivinilo para la consolidación.
13 y 14. Proceso de restauración, los fragmentos sueltos del cráneo fueron
pegados en su lugar con Paraloid.
15, 16, 17 y 18. Proceso de restauración de las partes faltantes del cráneo con
tabletas preparadas con yeso cerámico.

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19 y 20. Estado final de como quedaron los cráneos después del proceso de
restauración.

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Figura 1

Figura 2

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Figura 3

Figura 4

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Figura 5

Figura 6

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Figura 7

Figura 8

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Figura 9

Figura 10

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Figura 11

Figura 12

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Figura 13

Figura 14

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Figura 15

Figura 16

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Figura 17

Figura 18

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Figura 19

Figura 20

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