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LAS SIETE COARTADAS DE EDGAR MORIN:

LA DESESPERANZA POSTMODERNA

*Guillermo Figueroa Luna


Taller de Investigación en Ciencias Sociales, Chiclayo, Perú
guillermofigueroaluna@yahoo.es

1.0. EL PROBLEMA

Debido a su pretensión de representar a todos los pueblos del mundo y a su


ideología formalmente democrática, las Naciones Unidas y la UNESCO han impulsado
dos tipos de planteamientos educacionales frente a los cambios económicos y políticos
de las últimas décadas a nivel mundial:

a) Planes, programas o compromisos concretos, como la Declaración de México


(1979), la Declaración de Jomtien (1990), la Cumbre de Miami (1994), la Cumbre de
Santiago (1998) y el Foro Mundial de la Educación de Dakar (2000).

b) Planteamientos de Teoría o Doctrinas sobre la educación, como el Informe Delors


(1996) y la propuesta del intelectual francés Edgar Morin Los Siete saberes
necesarios para la educación del futuro, del año 1999, que fue escrito por su autor a
pedido de la UNESCO.

De estos últimos, el Informe Delors ha tenido y tiene gran influencia, al ser


adoptado prácticamente como la doctrina educativa oficial de muchos países, entre
ellos el Perú. El segundo, el libro de Morin, viene también aumentando su influencia,
por lo que es necesario comprender su significado en la realidad actual, saber si es
adecuado para las necesidades económico-sociales y educativas de los pueblos del
mundo y, especialmente, del pueblo peruano.

2.0. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿El libro de Edgar Morin Los Siete saberes brinda orientaciones científicas para
organizar la educación del futuro en todos los países del mundo?

3.0. IDEAS PRINCIPALES DE MORIN SOBRE LA REALIDAD

3.1. Rizos para analizar la realidad

Para el análisis de la realidad, Morin pretende crear un instrumento o categoría


nueva, al que llama “bucle”, término que no define, acercándose solamente a
relacionarlo con algún tipo de red. Los principales “bucles” que menciona son los
siguientes.

G.Figueroa: Las 7 Coartadas de Edgar Morin 1


* Bucle individuo-sociedad
* Bucle individuo-especie
* Bucle inteligencia-afecto
* Bucle acción-contexto
* Bucle fines-medios
* Bucle riesgo-precaución
* Bucle egocentrismo-autojustificación-autodecepción
* Bucle cerebro-espíritu-cultura
* Bucle razón-afecto-impulso
* Bucle individuo-sociedad-especie
* Bucle individuo-sociedad-noósfera

Bucle significa rizo, lo que no aclara nada y es un retroceso claro frente a la


nítida categoría de relaciones sociales, que siempre son entre pares de opuestos.
Opuestos que no se excluyen, sino que se complementan entre sí, siendo uno de ellos
condición de la existencia del otro. Por ejemplo, las relaciones:

Naturaleza-cultura,
Educando-educador,
Vendedor-comprador,
Producción-consumo,
Consumo productivo-consumo improductivo,
Autosubsistencia-mercado,
Terrateniente-campesino,
Capitalista-asalariado,
Centro-periferia,
Metrópoli-colonia,
Fines-medios,
Individuo-sociedad,
Etc.

De los “bucles” propuestos por Morin, sólo los de “individuo-sociedad” y “fines-


medios” cumplen esta clara oposición y complementariedades simultáneas, esta
necesidad objetiva y repitencia que caracteriza a las relaciones sociales. Sus demás
bucles pueden ser interesantes, pero subjetivos, originales pero arbitrarios, atractivos
pero casuales. Por otro lado, al crear una nueva categoría, la de “bucles”,
presentándola como axioma que no necesita demostración, descarta soberbiamente
todo el desarrollo anterior de las ciencias sociales y pedagógicas, pues éstas no toman
en cuenta a los “bucles” y estarían por tanto obsoletas.

De hecho, Morin ya no menciona siquiera los conceptos y teorías de las ciencias


sociales y pedagógicas, como si estuviera fundando un nuevo paradigma que descarta
por completo los avances anteriores. Puede ser su opción y su derecho, pero para ser
aceptado debe fundamentar minuciosamente su planteamiento desde sus fundamentos,
desde sus “células” hasta sus “bucles”. Lo que no hace.

Por otro lado, si es necesaria una categoría similar a los “bucles”, ya las ciencias
sociales crearon hace tiempo la concepción del desarrollo en espiral, que sustituye
con éxito a las viejas concepciones del movimiento circular y del progreso lineal.

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Gráfico 1. - CONCEPCIONES DEL DESARROLLO

Concepc Movimiento Progreso


Desarrollo en espiral
ión circular lineal

GRÁFICO

“Todo cambia, todo se


“No hay nada nuevo “Fe en el transforma”
Expresio bajo el sol” progreso”
nes “La historia se “Desarrollo “Cada revuelta se da a un
habitual repite” ininterrumpido” nivel más alto”
es “Es imposible “Fin de la
avanzar” historia” “El hombre llega para partir
de nuevo”

Si es que queremos, pues, tomar a los “bucles” o “rizos” --por su parecido


formal-- como representación de las espirales, sería una repetición nada novedosa. Y
si Morin quiere plantear una teoría del desarrollo distinta, nueva, debe fundamentarla
desde el ABC, y no solamente soltar un nuevo término y aplicarlo por doquier sin
haberlo construido y sustentado.

Como muestra de su arbitrariedad, veamos dos casos. El “bucle” individuo-


especie está mal planteado porque lo opuesto a especie es el género o, en otra
dirección, la sub especie; y lo opuesto a individuo (ya sea humano o animal) es el
grupo o la colectividad; esta última puede expresarse en muchas oposiciones como:
individuo-sociedad, caballo-manada, lobo-jauría, pez-cardumen, etc.

Dado el hecho de que en la oposición “individuo-especie” el segundo término


pertenece al mundo natural, Morin parece concebir la existencia de individuos
puramente naturales, los que en la realidad no existen, porque los seres humanos
somos sociales desde antes de nacer. Y los opuestos a unos individuos --siempre
sociales-- son los grupos, sociales por definición. De modo que las oposiciones
adecuadas son individuo-familia, individuo-ayllu, individuo-nación, individuo-clase,
individuo-alumnado, individuo-gremio, etc. Y no individuo-especie.

Asimismo, el “bucle” cerebro-espíritu-cultura mezcla arbitrariamente los


elementos de tres oposiciones distintas como son cerebro-mente, materia-espíritu y
naturaleza-cultura. Y lo hace sin fundamentarlo, simplemente enunciando reflexiones
atractivas o inquietantes pero no rigurosas.

En suma, Morin rechaza las ciencias sociales y educativas, postulando que


confiemos en su subjetividad, que puede ser muy talentosa, pero al no estar
demostrada no pasa de ser --en el mejor de los casos-- un conjunto de intuiciones y
buenos deseos.

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3.2. IDEAS CON VIDA PROPIA

En su afán de mostrar originalidad y desprecio por la ciencia, Morin llega al


extremo de asignar a las ideas vida propia, autónoma de la mente humana:

“Las ideas han tomado forma, consistencia, realidad a partir de los símbolos y de
los pensamientos de nuestras inteligencias.
“La formidable sublevación de estos seres espirituales impulsó y arrastró al homo
sapiens...
“las creencias y las ideas no sólo son productos de la mente, también son seres
mentales que tienen vida y poder. De esta manera, ellas pueden poseernos”
(Morin).

Cayendo en el más arcaico y burdo espiritualismo, Morin presenta a las ideas


como “seres” con voluntad y vida y poder, seres que pueden “poseernos” en la tradición
de las posesiones demoníacas, del peor de los oscurantismos religiosos que ya hasta
la Iglesia católica viene abandonando.

Ciertamente, no siempre producimos y aplicamos las ideas con autonomía, pero


ello está determinado por causas sociales y no por ninguna vida propia que tengan las
ideas. En la realidad, pueden presentarse dos casos (sin excluir sus mezclas):

1) O bien creamos y practicamos ideas con autonomía. Y entonces ni hablar


cabe de que ellas nos posean o nos arrastren.

2) O bien las adoptamos y practicamos sin autonomía, bajo el adoctrinamiento o


manipulación de fanatismos religiosos, partidos o gobiernos demagógicos, “científicos”
procesos conductistas, campañas publicitarias capitalistas, etc. Y en este caso,
quienes manejan las ideas son las élites religiosas, los dirigentes políticos o los
educadores y publicistas del capitalismo. Tampoco entonces cabe hablar de vida
propia de las ideas.

¿Tanto rechaza Morin el conocimiento que pretende que lo sigamos en ideas


totalmente contrarias a cualquier conocimiento científico o práctico?

4.0. PRINCIPALES IDEAS EDUCATIVAS DE MORIN

4.1. Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión

En su libro Introducción al Pensamiento Complejo, Morin afirma:

“Hay una nueva ignorancia ligada al desarrollo mismo de la ciencia, hay una
nueva ceguera ligada al uso degradado de la razón, las amenazas más graves
que enfrenta la humanidad están ligadas al progreso ciego e incontrolado del
conocimiento. Es necesario tomar conciencia de la naturaleza y de las
consecuencias de los paradigmas que mutilan el conocimiento y desfiguran la
realidad” 1.

1
Edgar Morin, Introducción al Pensamiento Complejo.

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Esto es un grave error, porque es precisamente el conocimiento el que permite
superar los errores e ilusiones, mientras Morin --absurdamente-- atribuye los errores e
ilusiones al conocimiento y no a sus limitaciones.

Una cosa es que el conocimiento sea siempre parcial, limitado, condicional,


superable2, etc. Y otra cosa muy distinta es que sea erróneo o ilusorio, en cuyo caso
simplemente no es conocimiento. Los errores e ilusiones son, por supuesto, no sólo
frecuentes, sino incluso predominantes en algunos aspectos de la vida social, pero ellos
forman parte de las ideologías, no del conocimiento.

Para que no quepan dudas de su negación de la capacidad cognoscitiva


humana, Morin le atribuye al conocimiento “tendencias tanto al error como a la ilusión”.
Y no sólo tendencias, sino también hechos consumados:

“cuántas fuentes, causas de error y de ilusión múltiples y renovadas sin cesar en


todos los conocimientos!” (Morin).

Esto es confundir lo blanco con lo negro, porque es la falta de conocimiento, los


dogmas e intereses, los que generan los errores y las ilusiones. No el conocimiento.

4.2. Los principios de un conocimiento pertinente

“Existe un problema capital, aún desconocido, cual es el de la necesidad de


promover un conocimiento capaz de abordar los problemas globales y
fundamentales para inscribir allí los conocimientos parciales y locales”. (Morin).

Esta idea es correcta, pues refiere a que, siendo la realidad una totalidad
interconectada, el conocimiento que busque comprenderla debe tender también hacia la
totalidad, hacia el pensamiento integral, es decir holista, superando el reduccionismo, o
sea superando --pero también utilizando-- la separación de las disciplinas científicas
por áreas.

El error de Morin es cuando afirma que este problema capital es “aún


desconocido”, pues ya Aristóteles avanzó hacia un pensamiento con totalidad. Luego,
el filósofo alemán Guillermo Hegel --quien tenía “uno de los cerebros más universales
de su tiempo”-- planteó explícitamente la citada necesidad de un pensamiento total.

Posteriormente, su discípulo Carlos Marx no sólo defendió lo mismo, sino que


también lo aplicó: Su obra El Capital, a pesar de centrarse en la economía, se basa en
la filosofía, en las ciencias naturales, en la matemática, la tecnología de su época, la
política, el derecho, etc. Es un portentoso avance hacia el pensamiento total. Más aún,
su obra editada póstumamente conocida como Grundrisse o Fundamentos de la Crítica
de la Economía Política, a pesar de ser sólo apuntes para uso propio del autor, contiene
esbozos de una comprensión total del mundo. “Allí está todo”, expresa con admiración
el versado historiador francés Pierre Vilar 3.

2
Ver, por ejemplo, Mario Bunge 1990; Federico Engels: Antiduhring; César Guardia Mayorga: El Problema del
Conocimiento; etc
3
Ver Pierre Vilar: Introducción a un Vocabulario de Análisis Histórico. Ed. Grijalbo, Barcelona.

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Incluso en obras de divulgación como La Enciclopedia de la Ilustración o novelas
como La Comedia Humana de Balzac se puede encontrar esa aspiración a la totalidad.
El novelista peruano Mario Vargas Llosa ha expresado su interés por escribir la “novela
total”. Y en ciencias sociales, Marc Bloch la denominó “Historia Total”.

¿Por qué Morin olvida todo esto y afirma que éste es un problema aún
desconocido? Porque --como postmoderno que es-- niega el conocimiento y no cree
que la humanidad pueda aprender de los aciertos y errores anteriores.

4.3. Enseñar la condición humana

El ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico.


Aprehender eso que significa ser humano, su identidad compleja y su identidad
común. (Morin).

Sobre la esencia humana (“eso que significa ser humano”, en el lenguaje de


Morin), ha corrido mucha charlatanería alimentada por el oscurantismo religioso que
planteaba y sigue planteando que esa esencia proviene del dios que elija cada etnia o
cultura, llamándola “alma” o cualquiera de sus variantes.

Los primeros intentos de superar tal ideología llevaron al reduccionismo


expresado en expresiones tales como “animal político”, “homo economicus”, etc., es
decir, aislar alguno de los aspectos de la vida y definir por él a los hombres.

Ha sido el desarrollo de las ciencias sociales el que permite superar ambos


errores, al considerar que “la esencia humana es el conjunto de relaciones sociales o
las relaciones sociales tomadas en su conjunto” (Carlos Marx: Tesis sobre Feuerbach).

De aquí se deriva; Primero, que la esencia humana no es eterna ni inmutable,


sino cambiante. Segundo; que la esencia humana es internamente contradictoria, pues
el conjunto de relaciones sociales incluye la desigualdad, la opresión, la explotación, el
uso sistemático de la mentira, etc.

Y este tipo de relaciones no flota en el limbo sino es portada inevitablemente por


las clases sociales beneficiadas por tales relaciones injustas. Mientras que la lucha por
la igualdad, la libertad y el conocimiento son portadas por las clases emergentes, “que
no pueden liberarse a sí mismas sin liberar al mismo tiempo a toda la humanidad”.

Aprehender la esencia humana requiere por tanto comprender dichas


contradicciones, ubicarse en la parte liberadora de las mismas y superar la
contradicción en la práctica al superar toda desigualdad, opresión y explotación.

A diferencia de este difícil camino, al olvidar toda la experiencia milenaria de la


humanidad, las tesis de Morin sobre “eso que significa ser humano” son un drástico
retroceso al idealismo clerical, esta vez expresado en lenguaje postmoderno.

4.4. Enseñar la identidad terrenal

El destino planetario del género humano. Los humanos vivimos un destino


común. (Morin).

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Con esta frase, Morin reitera lo mismo que en el párrafo suyo anteriormente
citado: que todos los seres humanos somos iguales, pues tenemos el mismo destino.

Esto puede ser un bonito deseo, pero no es la realidad. Y lo más sorprendente


es afirmar esto cuando precisamente todos los organismos internacionales han
concluido que la desigualdad ha aumentado tremendamente, a tal punto que la quinta
parte de la humanidad detenta las 4 quintas partes de toda la riqueza mundial.

E incluso si sucedieran desastres ecológicos que afecten la vida en la tierra,


siempre saldrán mejor parados --o se defenderán mejor, o retardarán la tragedia-- las
clases poderosas, como ya lo hacen hoy. ¿Acaso no exportan la “basura radiactiva”
hacia las naciones pobres? ¿Acaso no destruyen los bosques y acaparan la tierra
agrícola para producir el bio combustible que necesitan? Etc.

Si no olvidamos que la identidad es el sentimiento de pertenencia a un grupo


social, ¿cómo creerle a Morin que podemos tener la misma identidad que los grupos
dotados de enorme poder económico y político del que nosotros carecemos?
¿Pertenecemos acaso a los mismos grupos sociales que los potentados de Wall Street?
¿Tenemos las naciones pobres el mismo nivel de vida que los jerarcas del Grupo de los
8 o los dueños de los bancos internacionales? ¿Vivimos los trabajadores en los
mismos barrios o educamos a nuestros hijos en las mismas escuelas que los dueños
del capital? ¿De dónde, entonces, va a provenir una identidad común?

Predicar ahora una identidad común es, en el mejor de los casos, confundir los
deseos con la realidad. Y significa en la práctica desarmar a los de abajo, que más
bien deben aprehender, aprender y enseñar la conciencia de las diferencias
sociales, sus causas y los caminos para superarlas.

4.5. Afrontar las incertidumbres

“El abandono de los conceptos deterministas de la historia humana que creían


poder predecir nuestro futuro, el examen de los grandes acontecimientos y
accidentes de nuestro siglo que fueron todos inesperados” (Morin).

¿Es cierto que fueron todos inesperados tales acontecimientos? No, no es


cierto. Veamos algunos hechos que demuestran la falsedad de lo sostenido por Morin:

1) Gracias a su comprensión del cambio técnico continuo como base del


capitalismo, Marx y Engels prácticamente se anticiparon en más de un siglo --en el
Manifiesto Comunista de 1848-- a lo que hoy se llama “nuevo paradigma industrial” y
“globalización”:

“La burguesía no puede existir, si no es revolucionando permanentemente los


instrumentos y los medios de la producción, que es como decir, todo el sistema
de la producción, y con él todo el régimen social. Todo lo contrario que las clases
sociales que la precedieron, pues estas tenían como causa de su existencia y
pervivencia, la inmutabilidad e invariabilidad de sus métodos de producción.

“La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las precedentes,


por un cambio continuo en los sistemas de producción, por los continuos

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cambios en la estructura social, por un cambio y una transformación permanente.
Se derrumban las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, junto con
todo su séquito de ideas y creencias antiguas y venerables, y las nuevas
envejecen ya antes de echar raíces. Se esfuma todo lo que se creía permanente
y perenne.

“La necesidad de encontrar permanentemente nuevos mercados, espolea a la


burguesía de una punta o la otra del planeta. En todas partes se instala,
construye, establece relaciones.

“La burguesía, al explotar el mercado mundial, da un sello cosmopolita a la


producción y al consumo de todos los países. Entre los lamentos de los
reaccionarios, destruye los cimientos nacionales de la industria. Las viejas
industrias nacionales caen por tierra, arrolladas cada día por otras nuevas, cuya
instalación es un problema vital para todas las naciones civilizadas. Por
industrias que ya no transforman como antes, las materias primas del país, sino
las traídas de lejanas tierras, y cuyos productos encuentran salida, no sólo
dentro de sus fronteras, sino en todas las partes del mundo.

“Brotan necesidades nuevas, que la producción del país no puede satisfacer


suficientemente, tal como lo hacía en otros tiempos, sino que se reclama para su
satisfacción, productos de tierras remotas y otros climas. Ya no reina aquel
mercado local y nacional autosuficiente, en donde no entraba nada de fuera.
Actualmente, la red del comercio es universal y están en ella todas las naciones,
unidas por vínculos de interdependencia”.

Este hecho bien demostrado de que Marx y Engels previeron lo que hoy los
intelectuales burgueses llaman globalización ha sido reconocido incluso por revistas
que no tienen nada de izquierdistas como National Geographic.

2) Simón Bolívar previó el rol actual del imperialismo norteamericano cuando


dijo:

“Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar de miserias


el continente, en nombre de la libertad”.

3) El descubrimiento futuro de varios elementos químicos fue prevista en base a


la tabla periódica de Mendeleiev, mucho antes de que fuesen encontrados.

4) El futuro descubrimiento de los “agujeros negros” y de la fuerza


antigravitatoria fue prevista por Einstein a principios del siglo XX y sólo a fines de dicho
siglo se ha demostrado que existen efectivamente los agujeros negros --uno de los
cuales está en el centro de nuestra galaxia la Vía Láctea--; y gracias al Telescopio
Hubble se ha descubierto la “Quintaesencia” o fuerza antigravedad actuante en todo el
universo.

5) El año 1923, Mariátegui dijo: Diga el proletariado si vale la pena reconstruir el


capitalismo para que dentro de 20 años --antes tal vez-- una nueva guerra provoque
sufrimientos sin fin.

Y este nuevo conflicto, la Segunda Guerra Mundial, se produjo en 1939, 16 años


después de lo previsto por el gran Amauta peruano.

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Todas estas y otras innumerables previsiones humanas cumplidas en la historia
demuestran que tanto las ciencias naturales como las sociales pueden predecir con
acierto. Por supuesto que al lado de los aciertos, hay también muchos errores, pero
éstos no nacen del conocimiento sino del desconocimiento, de la existencia de factores
que no se conocían o no se tomaron en cuenta.

Por tanto, el intento de Morin de absolutizar los errores como tendencia del
conocimiento, negando hasta la evidencia histórica de previsiones cumplidas, sólo
revela su antipatía postmoderna por el conocimiento científico, su pesimista falta de fe
en la capacidad humana de conocer.

Asimismo, su negación de la relación entre causa y efecto (determinismo) sólo


puede conducir al abandono de todo esfuerzo cognoscitivo, porque ¿para qué conocer
si no podemos prever el resultado de nuestras acciones y esfuerzos? Peor aún, lleva al
abandono de todo esfuerzo de transformación, pues ¿para qué trazar planes y
esforzarnos por cumplirlos si nada puede ser determinado en el futuro?

Esta negación de que las causas producen efectos que el ser humano puede
prever es, pues, totalmente oscurantista y retrógrada. Conduce necesariamente al
abandono de todo esfuerzo cognoscitivo y de toda lucha por construir un futuro mejor,
planteamiento propio de intelectuales sofisticados que han perdido la confianza --si
alguna vez la tuvieron-- en las capacidades del ser humano.

4.6. Enseñar la comprensión

“El planeta necesita comprensiones mutuas en todos los sentidos. La


comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños, es en
adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de
incomprensión”.

“El desarrollo de la comprensión necesita una reforma de las mentalidades”


(Morin).

Esto es una buena intención, pero el error de Morin es generalizar, como si la


humanidad fuese homogénea, como si la historia no hubiese demostrado --y la
actualidad no demostrase cada día-- que las clases dominantes sólo necesitan
comprender lo necesario para obtener beneficios, rentas, ganancias y poder político;
mientras lo que necesitamos los trabajadores es comprenderlo todo y a todos para
poder liberar a toda la humanidad y suprimir toda jerarquía y todo poder político.

Por otro lado, estas frases de Morin conducen al peligro de que, predicando la
comprensión, lo que produzcan sea la tolerancia con la injusticia, con la mentira, con el
abuso, pues en el vocabulario cotidiano comprensión se identifica con tolerancia.

4.7. La ética del género humano

“La educación debe conducir a una «antropo-ética»

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“La educación debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra
Tierra-Patria, sino también permitir que esta conciencia se traduzca en la
voluntad de realizar la ciudadanía terrenal” (Morin).

Es loable este deseo de forjar una ética común para toda la humanidad, a
condición de no olvidar que las contradicciones en lo espiritual provienen de
contradicciones en lo material; que por consiguiente para resolver las segundas hay
que resolver también las primeras.

5.0. ASPECTOS POSITIVOS O RESCATABLES

5.1. Su llamado a desarrollar una “racionalidad, abierta por naturaleza ... fruto
del debate argumentado de las ideas”, que sea a la vez teórica, crítica y autocrítica.

5.2. Su ataque contra los mitos (que llama por su nombre) y las ideologías que
deforman la realidad (aunque las llama “ideas”). Comprende que “Las sociedades
domestican a los individuos por los mitos y las ideas” (mitos, religiones, dogmas, etc.),
frente a lo cual hay que remitirse a la realidad, a los hechos.

5.3. Su comprensión de que no sólo la cultura occidental puede tener


racionalidad, y que porta también muchas irracionalidades:

“... la racionalidad no es una cualidad de la cual dispondría en monopolio la


civilización occidental. Durante mucho tiempo, el Occidente europeo se creyó
dueño de la racionalidad, sólo veía errores, ilusiones y retrasos en las otras
culturas y juzgaba cualquier cultura en la medida de sus resultados tecnológicos.
Ahora bien, debemos saber que en toda sociedad, comprendida la arcaica, hay
racionalidad tanto en la confección de herramientas, estrategia para la caza,
conocimiento de las plantas, de los animales, del terreno como la hay en el mito,
la magia, la religión (Morin).

“En nuestras sociedades occidentales también hay presencia de mitos, de


magia, de religión, incluyendo el mito de una razón providencial e incluyendo
también una religión del progreso” (Morin).

6.0. ERRORES Y PELIGROS

6.1. Agnosticismo y Solipsismo

“Ningún dispositivo cerebral permite distinguir la alucinación de la percepción, el


sueño de la vigilia, lo imaginario de lo real, lo subjetivo de lo objetivo” (Morin).

Esta afirmación de Morin contradice toda la experiencia humana, pues la práctica


nos demuestra que --salvo casos excepcionales de desórdenes mentales o nerviosos--
sí distinguimos tales fenómenos, pues en caso contrario sufriríamos accidentes graves
y no podríamos conducirnos en la vida diaria.

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Con tal planteamiento, Morin contradice también todo el desarrollo de la
gnoseología, cayendo en flagrante agnosticismo y llegando hasta el idealismo más
extremado o solipsismo tipo Berkeley:

“La incertidumbre del conocimiento: Nuestros sistemas de ideas protegen los


errores e ilusiones” (Morin).

Con esta y otras afirmaciones similares, Morin confunde ideas con ideología.
Atribuye una función anticonocimiento a todas las ideas, excluyendo la posibilidad de
que existan ideas correctas. Esto es erróneo, porque son las ideologías retrógradas y
anticientíficas las que protegen los errores e ilusiones. Y, por el contrario, las ideas
científicas --por más incompletas o provisionales que puedan ser-- son las que nos
acercan a la realidad y combaten errores e ilusiones.

Además, Morin atribuye la incertidumbre al conocimiento, cuando es


precisamente la falta de conocimiento la que nos sume en la incertidumbre; y es el
conocimiento el que nos da algunas certidumbres.

Por supuesto que las certidumbres provenientes del conocimiento son siempre
parciales, condicionales, mudables, pero sí contienen certezas, desde el momento que
nos permiten actuar y no fracasar en la práctica. Pero esta permanente provisionalidad
y condicionalidad del conocimiento es muy distinta a sostener que es el conocimiento el
que produce incertidumbre, planteamiento totalmente anticientífico, agnóstico, solipsista
y pesimista.

6.2. Anacrónico Racionalismo

Morin señala con acierto que la racionalidad es una barrera o baranda (“pretil”, en
su lenguaje) contra el error y la ilusión. Pero se equivoca al negar que el cerebro
humano pueda distinguir entre ilusión y realidad, Morin atribuye esta facultad
exclusivamente a la razón, cuando dice: “es la racionalidad la que corrige”.

Esto es erróneo, porque también el cerebro de los animales --a los cuales
ciertamente no puede atribuírseles racionalidad-- puede corregir sus errores y no volver
a hacer lo que les produjo daño. El papel de la humana racionalidad es más alto que
simplemente corregir errores. Es producir métodos y teorías que nos permitan
comprender la realidad y sirvan para transformarla. Y no sólo para “dialogar con ella”
como propone Morin. Por eso, se puede decir de él lo que se dijo con certeza de
Feuerbach: “no comprende la importancia de la actuación revolucionaria, práctico-
crítica” 4.

6.3. Ambigüedad Elusiva de la Realidad

Hay varios instrumentos comunicacionales que Morin utiliza en favor de sus


ideas:

a) El nivel del análisis súper abstracto, sin casos ni ejemplos extraídos de la


realidad;

4
Carlos Marx 1944, Tesis Sobre Feuerbach.

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b) El lenguaje lleno de neologismos y de términos con acepciones propias, en
lugar de las acepciones de las ciencias sociales y educativas;
c) Sus pretensiones de creador de axiomas que debemos creer sin
demostración;
d) Su recurso al principio de autoridad --de su autoridad y el de la UNESCO
sumados--, recurso efectivo en un medio poco propenso al pensamiento
crítico;

Todo esto hace posible que tales ideas --tan ambiguas en lo que tienen de
correcto y tan retrógradas en lo restante-- puedan ser aceptadas y utilizadas en
diversos medios.

Entre las clases dominantes, por ser una coartada cómoda y flexible para
cualquier política educativa, cultural, ideológica o cualquier otra. Entre las élites
intelectuales, porque proporciona una credencial de “actualidad y elevado nivel”. Entre
diversas capas amorfas habitualmente seguidoras del poder, porque igualmente su
repetición les asegura simpatías de las clases dominantes y élites intelectuales.

Pero todo esto no asegura ninguna transformación educativa. Y menos en el


sentido correcto. Pues su misma ambigüedad --en cuya práctica cabe desde los
exorcismos a las más “libres” divagaciones posmodernas-- condena a las ideas de
Morin a la esterilidad.

Desde ya, estas ideas propaladas desde la alta tribuna de la UNESCO servirán
de coartada para muchos grupos de buenas intenciones y otros de fines no tan santos
para dedicarse a aspectos secundarios o superfluos, eludiendo los grandes problemas
de una humanidad a la que aún no ha llegado la ciencia ni sus beneficios, sino en la
forma de explotación o marginalidad.

7.0. DETERMINACIONES SOCIALES E INSTITUCIONALES:


LOS FRACASOS DE LA UNESCO

Con motivo de los cambios de las últimas décadas en la economía mundial, los
intelectuales orgánicos de las empresas capitalistas han producido ideologías, teorías y
métodos que contribuyen con la acumulación económica y la legitimación política de su
dominio. A esta categoría corresponden, por ejemplo los planteamientos ultra
individualistas de la “autoestima” y el manejo de personal con la “inteligencia
emocional”, etc.

Pero estos planteamientos son socialmente demasiado parcializados para ser


adoptados por los organismos internacionales --como la ONU--, cuya ideología formal
es la democracia. Y por ello, los enfoques ligados a estos organismos, como el Informe
Delors, ponen mayor énfasis en los aspectos equitativos y democráticos, generando así
acuerdos como aquel ya iluso de “educación para todos el año 2000”. En esta
perspectiva internacional y formalmente democrática, los hitos principales han sido los
siguientes:

1979: Declaración de México: Los países de América Latina adoptaron 3 metas


para el año 2000: universalizar la Educación Primaria, eliminar el
analfabetismo y elevar la calidad de la educación.

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1990.- Declaración de Jomtien (Tailandia): 155 gobiernos y 125 organismos de
la sociedad civil reiteraron esas 3 metas y les agregaron otras 3,
poniéndole como nombre y plazo “Educación para Todos el Año 2000”.
1994.- Cumbre de Miami: Convocada por el presidente norteamericano Clinton,
acordó para toda América Latina el “Plan de Acceso Universal a la
Educación el Año 2010”. Era ya la confesión de haber incumplido los
compromisos anteriores, por lo que se extendía el plazo por 10 años más.
1998.- Cumbre de Santiago: Los mismos países ratificaron las mismas metas y
aún las ampliaron hasta el nivel universitario, llamándolas “Iniciativa de la
Educación”, siempre para el año 2010.
2000.- Foro Mundial de la Educación de Dakar (Senegal): Todos los países
del mundo evaluaron el incumplimiento del Compromiso de Jomtien de 10
años atrás, pero ratificaron las metas trasladando el plazo al año 2015.

Ahora bien. Al margen de bellas palabras y “novedosos” bucles, los tercos


hechos de la realidad muestran que todas estas metas tangibles no sólo no se han
cumplido sino que tampoco se cumplirán en la próxima década.

Es por eso que ahora las élites dominantes han cambiado de táctica y ya no
ofrecen metas concretas, tangibles y medibles, como las de todos esos foros
mundiales, sino algo más abstracto, ambiguo y elusivo, como los 7 posmodernos
saberes de Morin. Ese es su rol, ser una coartada para no afectar ni el poder
económico-político, ni la hegemonía ideológica de los monopolios.

8.0. CONCLUSIONES

8.1. Las tesis de Morin no sólo no tienen sustento científico, sino que apuntan
directamente contra las ciencias sociales y educativas, intentando presentarlas
como las fuentes de errores e ilusiones.

8.2. Las tesis de Morin atentan también contra el conocimiento empírico.

8.3. En suma, el pensamiento de Morin se emparenta con las filosofías solipsistas,


escépticas, agnósticas y posmodernas, que niegan la posibilidad de conocer y la
capacidad humana de prever.

8.4. Estas tesis de ninguna manera pueden servir para una educación científica,
integral, democrática y liberadora.

* Guillermo Figueroa Luna (Ancash, 1948)


Investigador social. Ha publicado en revistas especializadas del Perú, Venezuela, Brasil y España. Ha
sido premiado por la PUCP. Actualmente dirige el Taller de Investigación en Ciencias Sociales Ciencia y
Pueblo de Chiclayo.

9.0. BIBLIOGRAFÍA PRINCIPAL

MARIÁTEGUI, José Carlos


1983 Historia de la Crisis Mundial. Ed. Amauta, Lima.

G.Figueroa: Las 7 Coartadas de Edgar Morin 1


MARX, Carlos
1972 [1857] Fundamentos de la Crítica de la Economía Política. 2 tomos. Ed. Siglo XXI,
México.
2005 [1844] Tesis sobre Feuerbach. www.marxists.org
2005 [1867] El capital. www.marxists.org
Morin, Edgar
1998 Introducción al Pensamiento Complejo. Editorial Gedisa, Barcelona.
2001 Los Siete Saberes Necesarios Para la Educación del Futuro. UNESCO
UNESCO
2000 Foro Mundial de la Educación de Dakar, Senegal. www.unesco.org
VILAR, Pierre
1989 Introducción a un Vocabulario de Análisis Histórico. Ed. Grijalbo, Barcelona.

G.Figueroa: Las 7 Coartadas de Edgar Morin 1

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