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LEY DE FUNCIONARIOS PÚBLICOS Y EMPLEADOS DE CONFIANZA

INDICE

TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES

TÍTULO II
DE LA CLASIFICACIÓN Y ACCESO AL CARGO DE
FUNCIONARIO PÚBLICO Y EMPLEADO DE CONFIANZA

CAPÍTULO I
DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CAPÍTULO II
DE LOS EMPLEADOS DE CONFIANZA

CAPÍTULO III
DE LOS ESTUDIOS SUPERIORES, EXPERIENCIA Y CAPACITACIÓN

TÍTULO III
DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS
FUNCIONARIOS PÚBLICOS Y EMPLEADOS DE CONFIANZA

TÍTULO IV
DE LA TERMINACIÓN DEL VÍNCULO DE EMPLEO PÚBLICO
DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS Y EMPLEADOS DE CONFIANZA

DISPOSICIONES FINALES, TRANSITORIAS Y COMPLEMENTARIAS


LEY DE FUNCIONARIOS PÚBLICOS Y EMPLEADOS DE CONFIANZA

TÍTULO I

DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1º.- Objeto


La presente Ley tiene por objeto establecer el régimen jurídico aplicable a los
funcionarios públicos y empleados de confianza de acuerdo con la Constitución
Política y la Ley Marco del Empleo Público.

Artículo 2°.- Ámbito de aplicación


Se encuentra comprendido en la presente Ley el personal del empleo público
clasificado como funcionario público o empleado de confianza, de acuerdo con
la Ley Marco del Empleo Público, que presta servicios en las entidades de la
Administración Pública a las que se refiere el artículo III del Titulo Preliminar de
la Ley Marco del Empleo Público, así como en las empresas del Estado en las
cuales el Estado sea accionista mayoritario.

Artículo 3°.- Definiciones

3.1. Función pública.- Para efectos de esta ley, consiste en toda actividad
temporal o permanente, remunerada u honoraria, realizada por una persona
natural en nombre del Estado o al servicio del Estado o de sus entidades, en
cualquiera de sus niveles jerárquicos.

3.2 Nombramiento.- Es el acto administrativo de incorporación de una


persona natural a la función pública o a la carrera pública.

3.3 Designación.- Es el acto administrativo por el cual la autoridad determina


la contratación de un empleado de confianza. La designación se sujeta
únicamente a la voluntad de la autoridad competente y se formaliza a través de
un contrato temporal.

3.4 Remoción.- Es el acto administrativo de cese de la designación o


nombramiento realizado por la entidad o funcionario competente.
Artículo 4° .- Principios de la función pública
Los funcionarios públicos y los empleados de confianza están al servicio de la
Nación y sirven al interés público. Su actividad, así como el ordenamiento de la
función pública se sujeta a los principios que rigen el empleo público
contemplados en la Ley Marco del Empleo Público y en especial a los
siguientes:

4.1. Transparencia.- Los actos del servicio son, en principio, públicos y


accesibles al conocimiento de todo ciudadano. El funcionario público
debe brindar y facilitar información fidedigna, completa y oportuna de
conformidad con la legislación de la materia.
4.2. Neutralidad como garantía del ejercicio objetivo e imparcial de la
Función Pública.
4.3. Eficacia en el servicio a los intereses generales y eficiencia en la
utilización de los recursos para el logro de los objetivos.
4.4. Coordinación, cooperación e información entre las entidades de la
Administración Pública .

Artículo 5°.- Regímenes especiales.


De conformidad con la Ley Marco del Empleo Público, los trabajadores sujetos
a regímenes especiales se regulan por la presente norma y en el caso de las
particularidades que se sustentan en la prestación de sus servicios por sus
leyes especiales.

TÍTULO II

DE LA CLASIFICACIÓN Y ACCESO AL CARGO DE


FUNCIONARIO PÚBLICO Y EMPLEADO DE CONFIANZA

Capítulo I
De los funcionarios públicos

Artículo 6º.- De la clasificación


Los Funcionarios Públicos se clasifican en:

6.1.- Funcionario público de elección popular, directa y universal o confianza


política originaria.- Es aquel elegido mediante elección popular y universal,
conducida por el organismo del Estado autorizado para tal fin. El ingreso,
permanencia y término de su función están regulados por la Constitución y las
leyes de la materia.

Son funcionarios públicos de elección popular, directa y universal:

a) Presidente de la República.
b) Vice Presidentes de la República.
c) Congresistas de la República.
d) Presidentes y Consejeros Regionales.
e) Alcaldes y Regidores.

6.2.- Funcionario público de nombramiento y remoción regulados.- Es aquél


cuyo nombramiento, instancia que lo nombra, período de vigencia y causales
de remoción, están regulados en norma expresa. En estos casos, el
nombramiento y la remoción se sujetan a las reglas contempladas para cada
caso.

Son funcionarios públicos de nombramiento y remoción regulados:

a) Magistrados del Tribunal Constitucional


b) Defensor del Pueblo
c) Contralor General de la República
d) Presidente del Jurado Nacional de Elecciones
e) Miembros del Consejo Nacional de la Magistratura
f) Titulares, Presidente y miembros del Directorio de los órganos
constitucionales.
g) Titulares de las entidades públicas con personalidad jurídica.
h) Fiscal de la Nación y Fiscales Supremos del Ministerio Público.
i) Presidente de la Corte Suprema y Vocales Supremos.
j) Rectores, Vicerrectores y Decanos de las Facultades de la Universidades
Públicas.
k) Jefe y miembros del Consejo Directivo de los organismos reguladores.
l) Vocales integrantes de los Tribunales Administrativos de las entidades
públicas.
ll) Aquellos establecidos por norma especial.

6.3.- Funcionario público de libre nombramiento y remoción.- Es aquel cuya


incorporación a la función pública se realiza por libre decisión del funcionario
público de confianza política originaria o por funcionario público de
nombramiento y remoción regulados. El libre nombramiento consiste en la
apreciación por el órgano competente de la idoneidad de los candidatos en
relación con los requisitos exigidos para el desempeño del puesto. Podrán
cubrirse a través de esta modalidad los cargos de primer y segundo nivel
jerárquico en las entidades del Poder Ejecutivo y los de primer nivel jerárquico
en los organismos públicos descentralizados y en las empresas del Estado.

Son funcionarios públicos de libre nombramiento y remoción:

a) Ministros de Estado
b) Vice Ministros
c) Secretarios Generales de entidades del Poder Ejecutivo.
d) Presidentes del Directorio y Secretarios o Directores Ejecutivos o de rango
similar de los organismos públicos descentralizados
e) Presidentes y miembros del Directorio y Gerencia General de las empresas
del Estado en las cuales el Estado tiene participación mayoritaria, así como
de las empresas municipales.
f) Gerentes Generales de los Gobiernos Regionales y Locales.
g) Prefectos y Sub Prefectos.
h) Aquellos establecidos por norma especial.

El Reglamento podrá precisar otros cargos de funcionarios públicos.

Artículo 7º.- De los requisitos


Para ser funcionario público se requiere cumplir con los requisitos
contemplados para cada puesto en las leyes específicas, así como los
requisitos para postular exigidos por el artículo 7° de la Ley Marco del Empleo
Público. Sin perjuicio de ello, se requiere:

7.1. Estar en ejercicio de sus derechos ciudadanos.


7.2. Tener la nacionalidad peruana, en los casos que la naturaleza del cargo
lo exija. Los criterios de nacionalidad se determinan de conformidad con
lo dispuesto en la Constitución y leyes específicas.
7.3. No estar inhabilitado para ejercer función pública por resolución
administrativa o resolución judicial definitiva.
7.4. No haber sido condenado con pena privativa de la libertad por delito
doloso.
7.5. Acreditar estudios superiores, experiencia y capacitación salvo que por
otra ley o por la naturaleza del cargo estos no sean exigibles .
Artículo 8º.- Del nombramiento y designación en el cargo y su publicidad
Se adquiere la condición de funcionario público a partir del nombramiento para
desempeñar actividades o funciones en nombre o al servicio del Estado. Sin
embargo, sólo a partir de la toma de posesión podrán ejercerse las atribuciones
que el cargo reconoce de acuerdo a las reglas contempladas en leyes
especiales y las que disponga el reglamento de esta ley teniendo en cuenta el
tipo de cargo que se desempeñe. Se requiere del juramento en los casos en
que la ley lo establezca.

Para el nombramiento se sigue la regla especial de la legislación que regula la


participación del Poder Ejecutivo en el nombramiento de los funcionarios
públicos.

La notificación y publicación del nombramiento son requisitos necesarios para


el ejercicio del cargo. El acto administrativo que nombra en el cargo a los
funcionarios públicos rige a partir del día de su publicación en el Diario Oficial
El Peruano.

Artículo 9º.- Atribuciones del funcionario público


En concordancia con la Ley Marco del Empleo Público, el funcionario público
de acuerdo al puesto que ocupa:

9.1. Desempeña funciones de preeminencia política reconocidas por norma


expresa en la Administración Pública a nivel nacional, regional y local.
9.2. Representa al Estado o a un sector de la población.
9.3. Desarrolla políticas de Estado.
9.4. Dirige entidades de la Administración Pública.
9.5. Tiene acceso a información de carácter reservada, secreta y/o
confidencial.

Capítulo II

De los empleados de confianza

Artículo 10°.- Empleado de confianza


Comprende al personal del empleo público que desempeña cargo técnico o
político y que goza de la confianza directa del funcionario público quien lo
designa. Pueden ser designados en estos cargos aquellos profesionales con
conocimiento especializado en materias propias de la Administración Pública y
de la materia que requiera la entidad. También pueden ser considerados como
empleados de confianza aquellos que realizan actividades y laboran en el
entorno del funcionario público.

Artículo 11°.- De la limitación en la contratación


La contratación de empleados de confianza se sujeta a las siguientes
limitaciones:
11.1. Formalidad.- Debe formalizarse a través de un contrato especial de
naturaleza temporal.
11.2. Limitación porcentual.- De conformidad con la Ley Marco del Empleo
Público, el número de empleados de confianza no puede exceder del 5%
del personal de la entidad, pudiendo establecerse un porcentaje menor
para cada entidad por el Consejo Superior de Empleo Público.
11.3. Carácter técnico o político.- Los cargos que pueden ser designados son
aquellos técnicos o políticos que se ubican en el entorno de los
funcionarios públicos o que sean necesarios para una adecuada gestión
de la entidad.
11.4. Publicidad.- La contratación es pública y deberá ser informada al
Consejo Superior del Empleo Público.

Artículo 12º.- De la Limitación porcentual


El número de empleados de confianza en ningún caso será mayor al cinco por
ciento (5%) del total de servidores públicos existentes en cada entidad,
computado sobre el número total que aparece en el Cuadro para Asignación de
Personal con las plazas autorizadas y presupuestadas al mes de enero de
cada año.

El Consejo Superior del Empleo Público podrá establecer límites inferiores


tomando en consideración el número de trabajadores de la entidad .

Sin perjuicio de la responsabilidad de los Titulares y de los funcionarios y


servidores públicos por la infracción a las disposiciones de esta ley, la
infracción del cumplimiento del porcentaje autorizado, no genera a favor de los
contratados el derecho a permanencia ni algún otro beneficio distinto a la
retribución y a los que correspondan por los servicios prestados. En este caso,
se procederá a la resolución inmediata del contrato.

Artículo 13°.- Desplazamiento de personal


Cuando el puesto de trabajo que vaya a ocupar un empleado de confianza
contratado esté ocupado por un servidor público, la Administración deberá
proceder a una rotación de personal que permita el desplazamiento de éste
último hacia otra área de la dependencia, sin afectar su remuneración ni
categoría y adecuándolo a las necesidades de la Entidad. Una vez que se
produzca la conclusión del contrato del empleado de confianza, el servidor
público retornará a su puesto de origen.

Artículo 14°.- De la contratación


Los empleados de confianza serán contratados a través de un contrato
temporal, que deberá contener la precisión de las condiciones de empleo y la
remuneración que se percibirá la misma que deberá ser la misma que se
otorga en la entidad para dicho puesto y categoría. Este contrato requiere
constar por escrito con la indicación expresa de las razones de la contratación
y del puesto a ocupar.

El tiempo de duración del contrato será el que corresponda a la permanencia


del Titular de la Entidad. No obstante, el contrato podrá resolverse
anticipadamente o renovarse por decisión del Titular.

La designación y contratación de empleados de confianza así como los puestos


que ocupan deberán ser puestos en conocimiento del Consejo Superior del
Empleo Público para efectos de su registro y control en un plazo máximo de 5
días de producida la contratación.

Artículo 15°.- De la contratación y su publicidad


La contratación de un empleado de confianza se formaliza por resolución del
Titular de la entidad que aprueba la contratación y dispone.

El acto administrativo que designa en el cargo a los empleados de confianza


rige a partir de su notificación o su publicación en el Diario Oficial El Peruano.

Artículo 16º.- Atribuciones del empleado de confianza


De conformidad con la Ley Marco del Empleo Público, el empleado de
confianza de acuerdo a su competencia, tiene entre otras atribuciones:

16.1. Desempeñar funciones de carácter técnico o político, en el entorno de


los funcionarios públicos.
16.2. Tiene acceso a información de carácter reservada, secreta y/o
confidencial.
16.3. Emitir opiniones o informes de carácter técnico o político respecto a la
ejecución de políticas y planes generales de la entidad.
16.4. Contribuir a la formación y desarrollo de las políticas de la entidad, a la
adopción de decisiones o a la actividad y gestión realizada por los
funcionarios públicos.

Artículo 17°.- De los requisitos


Para ser designado como empleado de confianza debe asegurarse el
cumplimiento de los requisitos generales para postular contemplados en el
artículo 7° de la Ley Marco del Empleo Público y cumplir con el perfil del puesto
exigido en cada entidad para los puestos en que se decida proceder a la
contratación.

Artículo 18°.- Inexistencia de un grupo ocupacional


Los empleados de confianza en una entidad no conforman un grupo
ocupacional.

Artículo 19°.- Del registro y publicidad de la calificación de empleados de


confianza.
La relación de empleados de confianza y los puestos que éstos ocupan en
cada entidad constituye información pública y deberá ser comunicada al
Consejo Superior de Empleo Público para su registro y control.

Capítulo III
De los estudios superiores, experiencia y capacitación

Artículo 20°.- Del requisito de estudios superiores, experiencia y


capacitación
Para verificar el cumplimiento de la exigencia de estudios superiores,
experiencia y capacitación deberá tomarse en cuenta lo siguiente:

20.1 Estudios superiores.- Comprende el conjunto de conocimientos


universitarios o técnicos que concluyeron satisfactoriamente con el grado
o título alcanzado en universidades o institutos superiores públicos o
privados, nacionales o extranjeros.
20.2 Experiencia.- Comprende el conjunto de conocimientos y habilidades
adquiridos mediante el ejercicio de la profesión y/o el desempeño de
cargos en puestos en los que se desarrolle función similar a la requerida
o a la que desempeña en la entidad.
20.3 Capacitación.- Comprende el conjunto de conocimientos y habilidades
obtenidos en forma complementaria a través de la información,
actualización y perfeccionamiento.

Artículo 21º.- De la acreditación de las calificaciones mínimas


Los requisitos de estudios superiores, experiencia y capacitación se acreditan
de la siguiente forma:

21.1 Estudios superiores.- A través de la presentación del título o grado


otorgado por las universidades o institutos superiores, públicos o
privados, nacionales o extranjeras, reconocidos de conformidad con las
leyes de la materia, con certificación oficial y actual.

21.2 Experiencia.- A través de la presentación de resoluciones de


nombramiento o designación, contratos, constancias, u otros
documentos otorgados por entidades públicas o privadas. También
pueden presentarse otros documentos dirigidos a acreditar competencia
laboral para el puesto.

21.3 Capacitación.- A través de la presentación de diplomas, certificados,


constancias, u otros documentos expedidos por entidades públicas o
privadas o instituciones públicas o privadas.

Artículo 22º.- De la verificación


Los requisitos y documentos referidos anteriormente están sujetos a la
verificación de parte de las entidades y de los órganos de control.

TÍTULO III

DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS


FUNCIONARIOS PÚBLICOS Y EMPLEADOS DE CONFIANZA

Artículo 23°.- De los derechos


Además de los derechos contenidos en las leyes especiales, los funcionarios
públicos de acuerdo a su competencia tienen derecho a:
23.1. La independencia de criterio en la adopción de decisiones.
23.2. Solicitar la colaboración de cualquier dependencia de la Administración
Pública para el cumplimiento de sus funciones.
23.3. Gozar de las preeminencias y atenciones que le confiere la investidura
que corresponda al cargo que ejerce.
23.4. Condiciones de trabajo adecuadas que le permitan desarrollar las
funciones que le corresponden.

En el caso de los empleados de confianza los derechos son los contemplados


en el artículo 15° de la Ley Marco del Empleo Público con las excepciones
contenidas en esta ley, los establecidos en la entidad para el puesto
desempeñado y los que asigne de modo especial el Titular de la entidad para el
mejor desempeño de sus funciones.

Artículo 24.- Del régimen jurídico del funcionario público y del empleado
de confianza
El funcionario público y el empleado de confianza gozan de los siguientes
derechos:

24.1 Remuneración.- Cuya regulación se sujeta a la ley de la materia.


24.2 Descanso vacacional.- Luego de un año completo de servicio se genera
el derecho a treinta días de descanso remunerado, salvo acumulación
convencional. Este derecho no es extensivo a los funcionarios públicos
que no hayan laborado un año, a los de elección popular, directa y
universal, ni a aquellos que gozan de una regulación especial.
El Reglamento establecerá las condiciones para su ejercicio y precisará
los casos excluidos.
24.3 Reclamo administrativo .- Para solicitar información o rectificación de un
acto o decisión de la entidad sobre su régimen jurídico o beneficios.
24.4 Jornada de Trabajo.- Será la que se establezca con carácter general
para las entidades comprendidas en esta Ley, debiendo adaptarse a
cada uno de los puestos. En atención al nivel jerárquico, representación
y características del cargo que ocupan, a los funcionarios públicos y los
empleados de confianza cuando corresponda, no les resulta aplicable la
limitación de la jornada máxima ni se generan horas extraordinarias.
24.5 A la Seguridad Social en salud y pensiones.- De acuerdo a la legislación
sobre la materia.
24.6 A la defensa judicial en procesos judiciales, antejuicio constitucional y en
la investigación policial en los procedimientos penales, por omisiones,
actos o decisiones adoptadas o ejecutadas en el ejercicio regular de sus
funciones, inclusive como consecuencia de encargos, aún cuando al
momento de iniciarse el proceso hubiese terminado la vinculación con la
respectiva Entidad.

24.7 Las demás que se indiquen en leyes especiales y normas


reglamentarias.

No es aplicable a los funcionarios públicos y empleados de confianza el


régimen jurídico de derechos y beneficios que se establecen para los
servidores públicos.

De modo excepcional, son aplicables a los funcionarios públicos y


empleados de confianza los derechos a préstamos administrativos,
licencias o permisos y la capacitación laboral. Estos derechos no son
extensivos a los funcionarios públicos de elección popular, directa y
universal y a aquellos que se rigen por una regulación especial.

El reglamento precisará las condiciones para el ejercicio y goce de los


derechos y precisará las exclusiones de los funcionarios públicos que
por la naturaleza de su cargo no tienen acceso a algunos de estos
beneficios.

Artículo 25º.- De las obligaciones

25.1. Sin perjuicio de las obligaciones señaladas en el artículo 16° de la Ley


Marco del Empleo Público, los funcionarios públicos deben:

a) Formular y ejecutar los planes y programas que corresponden a su


cargo.
b) Rendir cuentas sobre los asuntos que sean de su competencia, en el
ejercicio de sus funciones y contribuir en la rendición de cuentas de la
gestión pública de la entidad en la que presta servicios, proporcionando
la documentación y/o información que le sea solicitada.
c) Guardar secreto de la información reservada y utilizarla en forma debida.
d) Dar cuenta a las autoridades competentes de aquellas órdenes que, a
su juicio, fueran contrarias a la legalidad o constitutivas de delito.
e) Ajustar su conducta al derecho que tiene la sociedad de acceder a
información sobre la actividad de la Administración.
f) Las demás que se señalen en las normas especiales.

25.2. Sin perjuicio de las obligaciones señaladas en el artículo 16 de la Ley


Marco del Empleo Público, los empleados de confianza deben:

a) Rendir cuentas de acuerdo a la ley de la materia.


b) Brindar información en los asuntos que sean de su competencia.
c) Las demás que se señalen en las normas especiales.

Artículo 26º.- Deber de información sobre funcionarios públicos y


empleados de confianza.
Las entidades públicas están obligadas a publicar vía Internet la información
referida a las remuneraciones y beneficios correspondientes a los funcionarios
públicos y empleados de confianza, así como las actividades oficiales que
desarrollarán o desarrollaron los altos funcionarios de la respectiva entidad.

Artículo 27°.- Derechos y deberes contenidos en leyes especiales.


Cuando los derechos y beneficios contemplados en la presente ley, se
encuentren también establecidos en normas especiales, sólo serán de
aplicación aquellos previstos en esta ley.

Artículo 28°.- Retorno al puesto de carrera


Los servidores públicos que accedan temporalmente a la condición de
funcionarios públicos o empleados de confianza retornarán a sus puestos de
origen una vez que concluya la designación, nombramiento o su contrato.

TITULO IV

DE LA TERMINACIÓN DEL VÍNCULO DE EMPLEO PÚBLICO DE LOS


FUNCIONARIOS PÚBLICOS Y EMPLEADOS DE CONFIANZA

Artículo 29º.- De la extinción del vínculo de empleo público


Además de las causales establecidas en la Ley Marco del Empleo Público, en
esta ley y en las leyes especiales, el vínculo jurídico de los funcionarios
públicos y empleados de confianza concluirá por:
29.1 Pérdida de la nacionalidad peruana, en los casos en que constituya un
requisito y de acuerdo con la ley respectiva.
29.2 Pérdida de la confianza o la decisión unilateral de la autoridad que lo
nombró o designó, salvo que la ley establezca alguna exigencia
diferente.
29.3 El vencimiento del plazo del período en el que corresponda el ejercicio
del cargo.
29.4 Por encontrarse comprendido en alguna de las causales de remoción o
cese establecidas por norma de la materia.

La permanencia de los funcionarios públicos y empleados de confianza se


sujeta a un régimen especial basado en la naturaleza del cargo, las funciones
que cumple y el tipo de contratación particular. En consecuencia, no tienen
derecho a la protección contra el despido arbitrario ni a exigir beneficios
derivados de la terminación de la relación de empleo público.

Artículo 30°.- Prórroga en el ejercicio del cargo.


El vencimiento del plazo para el ejercicio del cargo, no determina la extinción
de la relación jurídica en forma automática. Para que se produzca la extinción
del vínculo se requiere de la designación o nombramiento de un nuevo
funcionario y la toma de posesión respectiva. Si ello no ocurre se entenderá
prorrogada la permanencia del funcionario en el cargo que ocupa. Igual regla
se aplica para el empleado de confianza.

Artículo 31°.- Formalización de la conclusión del vínculo


La conclusión del vínculo jurídico se formaliza mediante acto administrativo del
mismo nivel que el de la designación. Surte efecto desde el día de su
notificación o publicación.

Artículo 32° .- Reingreso en caso de renuncia o cese


La renuncia a la condición de funcionario público o empleado de confianza no
inhabilita un nuevo nombramiento o designación como funcionario público o
como empleado de confianza, ni para el ingreso como servidor público.

Luego de la conclusión del vínculo de funcionario público o de empleado de


confianza de un servidor público, éste retornará a su puesto y cargo que tenía
antes del nombramiento o designación.
Artículo 33°.- Efectos de la destitución o de la resolución imputable del
contrato
La pérdida de la condición de funcionario público o empleado de confianza por
destitución o por resolución del contrato por causa imputable al empleado
impide un nuevo nombramiento o designación al servicio del Estado, de
acuerdo a la legislación sobre la materia.

DISPOSICIONES FINALES, TRANSITORIAS Y COMPLEMENTARIAS

Primera.- Clasificación
En un plazo de 60 días contados a partir de la publicación de la presente Ley,
las entidades comprendidas en la Ley Marco del Empleo Público procederán a
calificar al personal que corresponda como funcionarios públicos o a formalizar
la contratación y calificación de empleados de confianza. Esta calificación es
declarativa y para fines de registro; no crea ni concede derechos o beneficios
adicionales.

La contratación de los empleados de confianza se sujetará estrictamente a las


reglas contenidas en la presente ley. En este caso, la formalización de la
contratación de empleados de confianza no trae como consecuencia el
incremento de las obligaciones económicas ni presupuestales, siendo inválido
todo acto en contrario.

Segunda.- Responsabilidad por incumplimiento


El incumplimiento de las reglas contenidas en esta Ley origina responsabilidad
administrativa a los funcionarios públicos y empleados de confianza y a
quienes se encuentran en la obligación de cumplir estas reglas, sin perjuicio de
la responsabilidad derivada de normas especiales.

Tercera.- Reglamentación
En un plazo de 90 días contados desde la fecha de publicación de la presente
ley deberán dictarse las normas reglamentarias.

Cuarta.- Derogación
Deróguese las disposiciones que se opongan a las disposiciones de la
presente ley.

Quinta.- Entrada en vigencia


La presente Ley entrará en vigencia el 1 de enero de 2005.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

LEY DE FUNCIONARIOS PÚBLICOS Y EMPLEADOS DE CONFIANZA

PRESENTACION : La reforma en el empleo público

La presente propuesta legislativa ha sido elaborada a fin de continuar y


consolidar el proceso de reforma del empleo público iniciado con la Ley N°
28175, Ley Marco del Empleo Público (en adelante, Ley Marco), publicada el
19 de febrero de 2004.

La Ley Marco estableció una regulación genérica que comprendía reglas y


principios aplicables al empleo público, sin entrar a un desarrollo preciso y
específico de las instituciones propias de esta materia, lo cual se completaría
posteriormente con la elaboración de cinco nuevas leyes. Precisamente, la
Segunda Disposición Transitoria, Complementaria y Final de la Ley Marco
dispuso la elaboración, en un plazo no mayor de 120 días contados a partir de
la fecha de publicación de la misma, de los proyectos de ley relativos a : (1) Ley
de la Carrera del Servidor Público, (2) Ley de Funcionarios Públicos y
Empleados de Confianza, (3) Ley del Sistema de Remuneraciones del Empleo
Público, (4) Ley de Gestión del Empleo Público y (5) Ley de Incompatibilidades
y Responsabilidades. Estos proyectos debían convertirse en leyes a fin de
modificar el actual estatuto jurídico aplicable a los empleados públicos, de tal
forma que se alcance y consolide una reforma integral en el empleo público.

La reforma del estatuto jurídico del empleo público reviste importancia y


actualidad a fin de ordenar y establecer un nuevo régimen que sustituya el
vigente que se caracteriza por ser asistemático, variado y fragmentado en
cuanto se aplica a diferentes grupos de servidores públicos. En la práctica se
ha producido una división de regímenes jurídicos aplicables en el empleo
público: por un lado, el Decreto Legislativo N° 276, Ley de Bases de
Remuneraciones y de la Carrera Administrativa, y por otro, el régimen laboral
de la actividad privada, cada uno con una lógica y régimen particular.

Además, adquiere importancia en tanto que el empleo público debe expresar


una idea de organización estatal, de privilegio del interés público y del servicio
a la sociedad, así como determinados principios y criterios rectores en la
Administración Pública, tales como la profesionalización, transparencia, ética,
legalidad, entre otros.

La denominación y clasificación de funcionarios públicos y empleados de


confianza aparece precisada en la Ley Marco, en la que se establecen las
características de tales puestos dentro de la estructura del aparato estatal.

1
Según la Ley Marco, los funcionarios públicos son aquellos que desarrollan
funciones de preeminencia política, en representación del Estado o de un
segmento de la población. Es decir, emprenden políticas de Estado y dirigen
organismos públicos. Se identifican así con los altos funcionarios del Estado
dentro de la estructura jerárquica de las entidades públicas.

Por su parte, los empleados de confianza son aquellos que desempeñan


cargos de confianza técnicos o políticos y se encuentran en el entorno del
funcionario público que lo designa o remueve libremente, de acuerdo a un
número máximo autorizado para cada entidad. Esta figura de contratación no
se encuentra contemplada actualmente en la legislación nacional y se ha
establecido en la Ley Marco con el objeto de reglamentar y garantizar una
necesaria transparencia y publicidad de las contrataciones de personal
realizadas por los funcionarios públicos cuando asumen la dirección de las
entidades del Estado, de tal forma que no se recurra a figuras no ortodoxas de
contratación, como son los contratos de locación de servicios.

El interés por esta regulación no reside únicamente en la necesidad de


cumplimiento de una disposición establecida por la Ley Marco, sino también en
establecer mecanismos especiales de acceso y mantenimiento del empleo para
este personal, garantizando que estos procesos se lleven a cabo de forma
transparente y pública, asegurando la exigencia de profesionalidad y de ética.
Es decir, debe reglamentarse las facultades de quienes son los depositarios del
interés general a efectos de fiscalizar el ejercicio de sus funciones de dirección
y regular su remoción, la misma que no se sujeta a las reglas de la carrera
administrativa que corresponde a los servidores públicos.

Estas pautas permitirían distinguir y establecer los requisitos que el


ordenamiento jurídico exige a quienes son sus más altos funcionarios o a
quienes se encargan de decidir las políticas de gobierno, que deben sujetarse a
reglas de ética, de respeto del interés público, de servicio a la ciudadanía y de
sometimiento pleno a la Constitución y la Ley.

La necesidad de establecer mecanismos que apunten a garantizar la


profesionalidad y eficacia en el ejercicio de la función pública, no es exclusiva
de nuestro país, sino que es común a todas las Administraciones en
Latinoamérica. Así, la reglamentación de las facultades de los funcionarios
públicos ha sido planteada por el Centro Latinoamericano de Administración
para el Desarrollo (CLAD), a través de un nuevo modelo administrativo para
lograr la reforma gerencial de los estados latinoamericanos. El CLAD señala
que es necesaria una profesionalización de la alta burocracia, para lo cual debe
constituirse un núcleo estatal estratégico, fundamental para la formulación,
supervisión y regulación de las políticas, formado por una élite burocrática

2
técnicamente preparada y motivada. Esta élite tendrá también que desarrollar
capacidades de negociación y de responsabilidad ante el sistema político1.

Asimismo, la experiencia comparada y diferentes estudios señalan que un


servicio civil eficiente, responsable y profesional constituye un ingrediente clave
de la capacidad estatal y es importante al momento de explicar el desarrollo de
los países. Es evidente el alto costo – no sólo económico – de las
organizaciones y contrataciones de personal en los que se presentan casos de
clientelismo, ineficiencia y corrupción. Por ello, en la región se han dado
esfuerzos recurrentes para corregir esta situación2.

Un componente importante de esta reforma se encuentra contemplado en la


Carta Iberoamericana de la Función Pública, en la cual se establece la
necesidad de “limitar el alcance de la singularidad normativa a aquellos
elementos indispensables para garantizar la profesionalidad de las
Administraciones Públicas, sin incorporar especialidades que incurran en
discriminación o privilegio de los sectores públicos.”

De esta manera se propugna el principio de igualdad y el de no discriminación


en la regulación del empleo público. La ley debe garantizar la plena aplicación
de dichos principios en mérito de la capacidad individual en el conjunto de las
prácticas de gestión del empleo público. Excepcionalmente pueden
configurarse tratos diferenciados en supuestos específicos indispensables para
el funcionamiento de la Administración, siempre que no trasgreda el mandato
de no discriminación contemplado en el artículo 2 de la Constitución. Este
tratamiento persigue cerrar el paso a la arbitrariedad del poder político en el
ingreso y salida del empleo público.

En este sentido, la Ley Marco propone una clasificación con una denominación
genérica de Empleados Públicos que distingue tres categorías: los funcionarios
públicos, los empleados de confianza y los servidores públicos. Los servidores
públicos comprenden a su vez a los Directivos Superiores, Ejecutivos,
Especialista y de Apoyo.

La presente iniciativa legislativa se dirige a regular exclusivamente el estatuto


jurídico de los funcionarios públicos y empleados de confianza y no el de
servidores públicos.

1
Una Nueva Gestión Pública para América Latina. Documento del Centro Latinoamericano de
Administración para el Desarrollo. 1998. Pág. 13. Cabe mencionar que este proceso de reforma persigue
la profesionalización de los actores fundamentales de la burocracia en los Estados latinoamericanos y,
además, redefinir las relaciones entre sociedad y el Estado, construyendo una esfera pública que involucre
a la sociedad y a los ciudadanos en la gestión de las políticas públicas. Ello acarrea como consecuencia un
incremento de la responsabilidad de los funcionarios públicos ante la sociedad y el sistema político.
2
Banco Interamericano de Desarrollo. Dialogo Regional de Política. Red de Gestión y Transparencia de
la Política Pública. Tercera Reunión. “La economía política de la reforma del servicio civil en Brasil:
los años de Cardoso”. Washington, 2002. Pág. 37.

3
I) DE LA FUNCIÓN PÚBLICA, EL FUNCIONARIO PÚBLICO Y LOS
EMPLEADOS DE CONFIANZA

Según la Carta Iberoamericana de la Función Pública, la función pública


“comprende el conjunto de arreglos institucionales mediante los que se
articulan y gestionan el empleo público y las personas que integran éste, en
una realidad nacional determinada”. Estos arreglos abarcan “normas, escritas o
informales, estructuras, pautas culturales, políticas explícitas o implícitas,
procesos, prácticas y actividades diversas cuya finalidad es garantizar un
manejo adecuado de los recursos humanos, en el marco de una administración
pública profesional y eficaz, al servicio del interés general3”.

Al respecto, puede afirmarse que "con carácter general, la función pública es


toda la actividad destinada a realizar los intereses del colectivo. Lo cual es por
antonomasia la ratio de la prestación del servicio público llevada a cabo por la
Administración Pública”. Esta función pública “está tanto delineada como
regulada por el ordenamiento jurídico. Así, en particular ex lege y
reglamentariamente se estatuye las competencias y atribuciones que los
agentes públicos tienen, y así mismo, los fines que se persiguen con su
ejercicio y sus límites, las cuales por principio, como se expresó, atienden a la
realización del interés público (...)."4

Dado que este personal que integra el empleo público “se halla sometido a un
complejo conjunto de relaciones con sus superiores, pares y subordinados, con
los bienes e intereses del Estado bajo su cuidado, con los conciudadanos y
contribuyentes a los que debe servir, etc.5”, se hace necesaria una regulación
particular y específica que regule estas relaciones en cada caso. En razón a
ello la Ley Marco propone una clasificación del empleo público basada en la
forma de designación del personal y las funciones que cumplen los distintos
cargos, distinguiendo así entre funcionarios públicos, empleados de confianza y
servidores públicos.

En líneas generales pueden encontrarse términos similares en la legislación


comparada para referirse a los funcionarios y empleados públicos. Por ejemplo,
en México se define al Funcionario Público como aquél que dispone de un
poder jerárquico respecto de los empleados y funcionarios inferiores, poder que
deriva en capacidad de mando, de decisión y disciplina. Se habla también del
Alto Funcionario, es decir, aquel que desempeña en el ámbito federal un cargo
de elección popular, el que se encuentra en el máximo nivel dentro del Poder
Judicial, o es titular de cualquier dependencia del Poder Ejecutivo, Secretario
de Estado, “así como los servidores públicos a quienes para serles exigida

3
Art. 1º de la Carta Iberoamericana de la Función Pública.
4
Sentencia No. 00943 del 15/05/2001 de la Sala Político Administrativa de Venezuela.
5
CAPUTI, Maria Claudia. La Etica Pública. Ediciones Depalma, Buenos, Aires, 2000. Pág. 14

4
responsabilidad, requieran declaratoria de procedencia del órgano legislativo
(juicio político)6.”

Estas categorías de servidores públicos se distinguen del empleado público, es


decir “Aquel que presta sus servicios para algún órgano del Estado, en virtud
de un nombramiento y que desempeña normalmente actividades de apoyo al
funcionario, sin que su labor implique poder de decisión, disposición de la
fuerza pública o representación estatal”7.

Lo expuesto en los párrafos anteriores concuerda con el concepto general de


funcionario público: “El funcionario público es un servidor del Estado,
designado o electo popularmente por disposición de una norma jurídica, para
ocupar mandos medios y superiores dentro de la estructura de los poderes
públicos, y como consecuencia asume funciones de representatividad,
iniciativa, decisión y mando, su duración en el cargo en ciertos casos es
temporal, y en otros puede ser removido libremente por su superior jerárquico,
y generalmente asume la categoría de trabajador de confianza al servicio del
Estado.(...)8”.

En Colombia “El concepto de función pública se refiere justamente al Estado y


sus servidores y entre ellos los que prestan sus servicios a la rama ejecutiva
del poder público, regidos por un estatuto diferenciado del que se aplica en el
ámbito laboral, como debe de ser, en razón de que el servidor estatal participa
en el ejercicio del poder público. Y por los mismo, a dicho estatuto se le da
respaldo constitucional. 9”

En el caso de Brasil, la legislación utiliza la expresión “agentes públicos”, la


cual constituye una expresión amplia para designar genérica e indistintamente
a los sujetos que sirven al poder público como instrumentos expresivos de su
voluntad o acción, aún cuando tengan una actuación ocasional o
episódicamente. Los “servidores públicos” son una especie dentro del género
“agentes públicos” y cualquiera que desempeñe funciones estatales, en cuanto
las ejercita, es un agente público.10

En Argentina, si bien se afirma que la definición y el concepto de funcionario


público varían ya sea por la tendencia doctrinal, ya sea por su régimen legal
(que depende del grado de evolución del Estado) y especialmente de su forma

6
NOGUERÓN DE LA ROQUETTE, Pedro. Función Pública. Trabajo publicado en la página web:
http://pnogueron.8k.com/funciona1-1.htm .
7
Ibidem.
8
Citado por Victorina Sevilla Diaz. en su monografía Ley Federal de los trabajadores al servicio del
estado de México. Publicada en la página web: www.monografías.com
9
SARRIA, Consuelo. “Profesionalización de la Función Pública en Colombia”. En: La
Profesionalización de la Función Pública en Iberoamérica. Instituto Nacional de Administración Pública,
Madrid, 2002.
10
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antonio. Curso de Direito Administrativo, 12º edición. 2000, Sao
Paulo. Pp.218 y ss.

5
política, se plantea un concepto de funcionario público en los siguientes
términos: “Es funcionario público el que, en virtud de designación especial y
legal (sea con decreto ejecutivo, sea por elección) y de manera continua, bajo
formas y condiciones determinadas en una limitada esfera de competencia,
constituye o concurre a “constituir” y a “expresar o ejecutar” la voluntad del
Estado, cuando esta voluntad se dirige a la realización de un fin público, ya sea
actividad jurídica o social11.”

En el mismo sentido en Paraguay se señala que “es funcionario público todo


aquel individuo que ejerce función pública como consecuencia de un vínculo o
relación funcionarial previa, con cualquiera de los tres poderes clásicos del
Gobierno (Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial), u órganos de creación
constitucional (como el Tribunal de Cuentas, la Corte Electoral o el tribunal de
lo Contencioso Administrativo) o de creación legal (Directorio del Estatuto del
Funcionario), ya sea que éstos dependan jerárquicamente de otros o sean
entidades descentralizadas.12”

La Carta Iberoamericana de la Función Pública ha seguido esta


caracterización, regulando de modo especial la función directiva profesional
que abarca a aquellos cargos de dirección que se encuentran inmediatamente
subordinados al nivel político de los gobiernos, cuya función es dirigir, bajo la
orientación estratégica y el control de aquél, las estructuras y procesos
mediante los cuales se implementan las políticas públicas y se producen y
proveen los servicios públicos. (Artículo 53).

La dirección administrativa se convierte, en ese sentido, en liderazgo de


personas. Los directivos y los líderes en el ámbito público son emprendedores
que movilizan a los restantes empleados. En ausencia de los efectos propios
de los mecanismos de mercado, son ellos los que tienen la misión de aportar
motivación y transferir energía a las unidades administrativas. Son
protagonistas de la preparación y génesis de las políticas públicas, constituyen
el elemento de conexión entre los ciudadanos, las personas que trabajan en la
Administración y los grupos políticos que, desde los gobiernos respectivos,
dirigen la Administración, pero además son los responsables de hacer que se
ejecuten las políticas públicas adoptadas de acuerdo con las prioridades
establecidas13.

Respecto al término “empleados de confianza” que utiliza la Ley Marco, puede


encontrarse una referencia en la Ley del Servicio Civil y de la Carrera
Administrativa de Nicaragua, la cual establece que los funcionarios y
empleados de confianza, son aquellos que desempeñan cargos que existen

11
BIELSA, Rafael. Derecho Administrativo 5º edición. Tomo III Roque Depalma Editor. Pp. 3 y 4,
Buenos Aires, Argentina, 1956.
12
HUGO MARTINS, Daniel. Constitución y Administración, Montevideo, Uruguay, 1993. Pág. 531.
13
Libro Blanco para la mejora de los Servicios Públicos. Ministerio de Administraciones Públicas, 2º
edición.

6
permanentemente en la administración pública, especialmente en cargos de
asesoría técnica y asistencia administrativa directa en los despachos de los
funcionarios principales. Su ingreso se realiza por criterios de confianza del
funcionario que los nombra, y su egreso se origina por incumplimiento de
normas disciplinarias que establece la ley o por decisión o cese del funcionario
que los nombró14.

En consonancia con esta idea, la doctrina española hace referencia al


reclutamiento por criterios políticos, como una forma de reclutamiento usual en
la Administración que utiliza el patronazgo o el criterio de confianza política. Se
basa en el supuesto de que los funcionarios reclutados mediante este
procedimiento están más motivados hacia los programas del partido
gobernante, que los reclutados meritocráticamente que pueden ser hostiles a
determinadas políticas, a políticos o partidos políticos y por tanto
independientes frente a las directrices políticas15.”

El citado concepto guarda una cercana configuración con el sistema de función


pública establecido en los Estados Unidos a inicios de la República, conocido
como sistema de botín (spoil system). Este sistema es más abierto que el
régimen de carrera pública, ya que no reconoce la existencia de una clase
burocrática, es el gobierno de turno quien tiene las atribuciones de elegir
libremente al personal del empleo público.

Fue en Estados Unidos donde el modelo liberal se ensayó primero y donde


tuvo mayor fuerza y arraigo, en normal correspondencia con una concepción de
la democracia íntimamente unida al liberalismo económico más radical de
preeminencia absoluta del sector privado y desconfianza hacia el Estado y
hacia el funcionariado permanente, del que se piensa poder prescindir. Según
afirmaba el presidente Jackson “los trabajos confiados a los agentes del Estado
son tan fáciles que todo hombre inteligente puede adaptarse a ellos sin
demora.”16

Por otra parte, la defensa contra el riesgo de un funcionariado permanente, el


temor a una “propiedad antidemocrática” sobre las funciones públicas, fue
utilizada para despojar de sus puestos a los funcionarios de ideología contraria
y recompensar con ellos a los propios partidarios después de ganar las
elecciones. Los empleos públicos pasan, pues, a ser una conquista de los
vencedores, dando origen al sistema de botín. Sin embargo, la sustitución de
unos funcionarios por otros que la interinidad originaba provocó graves crisis en
los servicios del Estado, lo cual llevó al Senado a cuestionar la validez del
sistema y aprobar la Pendleton Act de 1883, que crea la Civil Service

14
“Hacienda Prepara Terreno”. Artículo publicado en el Semanario Confidencial ubicado en la página
web: http://www.confidencial.com.ni/2000-234/temacentral1.html
15
Los recursos humanos de las administraciones públicas. Texto publicado en la página web de la
Universidad de Vigo (España): webs.uvigo.es/sap/apuntes/T8.pdf
16
PARADA VASQUEZ, Ramón. La degeneración del modelo de Función Pública. Pág. 417.

7
Commission, con lo que se da paso a un incipiente sistema de función pública
de funcionariado17

Actualmente, Estados Unidos ha cambiado su sistema a uno de mérito en el


que todavía persisten algunos rasgos del sistema de botín, específicamente en
la regulación de la función pública superior.

En el caso de la Ley Marco, se establece la facultad de contratación de


empleados de confianza que no puede exceder del 5% del personal de la
entidad y este personal no coincide con altos niveles de jerarquía en la función
pública, sino con cualquiera de los puestos en las diferentes entidades
públicas. Este es un porcentaje máximo que puede ser reducido por el Consejo
Superior del Empleo Público, de acuerdo a cada entidad.

Como se ha expresado, los cargos públicos y de confianza contemplados en la


Ley Marco presentan una naturaleza particular debido a las distintas funciones
que se les ha conferido y a la forma de designación de las personas que los
ocuparán. Sin embargo, el régimen legal no sólo debe regular la forma de
ingreso al empleo público sino garantizar el pleno ejercicio de sus derechos.

II) MARCO NORMATIVO

1.- Marco constitucional

La Constitución Política del Perú de 1993 reconoce la distinción entre


funcionarios y trabajadores públicos, a la par que establece ciertos derechos u
obligaciones aplicables a uno u otro grupo. En primer lugar, conforme lo señala
el artículo 39º de la Carta Magna, todos los funcionarios y trabajadores públicos
están al servicio de la Nación. En este artículo se establece la jerarquía en el
servicio público, comenzando por el Presidente de la República.

Seguidamente, el Art. 40º enfatiza la distinción al excluir de la carrera


administrativa a los funcionarios que desempeñan cargos políticos o de
confianza. Sin embargo, este mismo artículo establece una obligación aplicable
por igual a los altos funcionarios y a los servidores públicos señalados por la
ley, la cual consiste en publicar periódicamente los ingresos que reciban ambos
grupos de empleados en razón de sus cargos.

Con respecto a las declaraciones juradas, el artículo 41º dispone que los
funcionarios y servidores públicos que señala la ley o que administran o
manejan fondos del Estado o de organismos sostenidos por éste deben hacer
declaración jurada de bienes y rentas al tomar posesión de sus cargos, durante
el ejercicio y al cesar en los mismos. La respectiva publicación se realiza en el
diario oficial en la forma y condiciones que señala la ley.

17
Ibidem.

8
Finalmente, el Art. 42º reconoce los derechos de sindicación y huelga para los
servidores públicos, pero excluye expresamente a los funcionarios del Estado
con poder de decisión y los que desempeñan cargos de confianza o de
dirección, así como a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional.

2.- Normativa internacional

En la actualidad existen algunos instrumentos internacionales que versan sobre


el tema de la función pública, así como la regulación de sus derechos y
obligaciones. Respecto a las organizaciones de carácter universal podemos
hacer referencia al “Código de conducta para funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley”, adoptado por la Asamblea General de Naciones Unidas
mediante Resolución 34/169. En ella se establece el compromiso de los
Estados suscriptores de legislar y establecer las responsabilidades de los
funcionarios y servidores públicos encargados de hacer cumplir las leyes de
cada Estado, principalmente aquellos que poseen poder policial.

También la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, la cual


define la función pública en su Art. 2º en dos diferentes sentidos:

- A nivel general, el término comprende a las siguientes personas: i)


toda persona que ocupe un cargo legislativo, ejecutivo, administrativo o
judicial de un Estado Parte, ya sea designado o elegido, permanente o
temporal, remunerado u honorario, sea cual sea la antigüedad de esa
persona en el cargo; ii) toda otra persona que desempeñe una función
pública, incluso para un organismo público o una empresa pública, o que
preste un servicio público, según se defina en el derecho interno del
Estado Parte y se aplique en la esfera pertinente del ordenamiento
jurídico de ese Estado Parte; iii) toda otra persona definida como
"funcionario público" en el derecho interno de un Estado Parte.

- Para efectos de algunas medidas específicas incluidas en el capítulo II


de dicha Convención, se entiende como funcionario público “toda
persona que desempeñe una función pública o preste un servicio público
según se defina en el derecho interno del Estado Parte y se aplique en la
esfera pertinente del ordenamiento jurídico de ese Estado Parte.”

En el ámbito interamericano se ha adoptado la Convención Interamericana


contra la Corrupción, que recomienda el dictado de normas de conducta para el
correcto, honorable y adecuado cumplimiento de la función pública. Esta
Convención asimismo propone un concepto de la función pública que ha sido
recogido en esta propuesta legislativa a fin de construir un concepto de función
pública aplicable a todo el ordenamiento jurídico. Así esta definición comprende
“toda actividad temporal o permanente, remunerada u honoraria, realizada por

9
una persona natural en nombre del Estado o al servicio del Estado o de sus
entidades, en cualquiera de sus niveles jerárquicos”.

En el mismo sentido define al funcionario público como “cualquier funcionario o


empleado del Estado o de sus entidades, incluidos los que han sido
seleccionados, designados o electos para desempeñar actividades o funciones
en nombre del Estado o al servicio del Estado, en todos sus niveles
jerárquicos.”

Por otro lado, se encuentra vigente la Carta Iberoamericana de la Función


Pública, que fue aprobada en la V Conferencia Iberoamericana de Ministros de
Administración Pública y Reforma del Estado, realizada en Bolivia. En ella se
establece un marco general de principios y criterios que los Estados deben
observar para regular eficientemente la función pública, las condiciones de
empleo y los derechos y obligaciones del personal a su servicio.

3.- Marco legal

El antecedente inmediato de la actual Ley Marco del Empleo Público lo


constituyen la Ley de Bases de la Carrera Administrativa (Decreto Legislativo
276) y sus dos reglamentos (Decretos Supremos Nº 018-85-PCM y Nº 005-90-
PCM). En estos cuerpos legales existían ciertas disposiciones específicas
referidas a las categorías de empleados públicos que son materia del presente
proyecto.

El Art. 2º del D.L. 276 excluye de la carrera administrativa a los funcionarios


políticos y a los cargos de confianza, siguiendo el modelo plasmado en la
Constitución de 1979 y retomado en la Constitución vigente.

Por su parte, el D.S 005-90-PCM en su Art. 4º define al funcionario público


como el ciudadano que es elegido o designado por autoridad competente,
conforme al ordenamiento legal, para desempeñar cargos del más alto nivel en
los poderes Públicos y los organismos con autonomía. Más adelante, en su Art.
12º establecía que la confianza para los funcionarios no es un calificativo del
cargo sino que es atribuible a la persona por designar, tomando en
consideración su idoneidad basada en su versación o experiencia para
desempeñar las funciones del respectivo cargo.

Sin embargo, el manejo de ambos conceptos ha sido equivalente en la


legislación específica emitida por las distintas entidades públicas, llegando
incluso a dejarse de lado su relevancia para efectos de distinción entre
empleados, como ocurre en el caso de la Ley 26162, Ley del Sistema Nacional
de Control, o la Ley 27815, Ley del Código de Etica de la Función Pública.

Así, un nuevo texto legal debe permitir alcanzar una terminología y conceptos
uniformes.

10
De otro lado, recientemente fue promulgada la Ley 28212 que desarrolla el
concepto constitucional contenido en el Art. 39º de la Constitución y delimita la
jerarquía en el empleo público de la siguiente manera:

1. El Presidente tiene la más alta jerarquía en el servicio a la Nación y


preside todo acto público u oficial al que asiste. Le siguen en el siguiente
orden:
2. Los Congresistas de la República.
3. Los Ministros de Estado.
4. Los miembros del Tribunal Constitucional.
5. Los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura.
6. Los magistrados supremos.
7. Los miembros de la Junta de Fiscales Supremos.
8. El Defensor del Pueblo.
9. Los miembros del Jurado Nacional de Elecciones.
10. Los Presidentes y Consejeros de los Gobiernos Regionales.
11. Los Alcaldes y Regidores Provinciales.
12.Los Alcaldes y Regidores Distritales.

Estos cargos son precisamente los que corresponden a los altos funcionarios
públicos. El presente proyecto de ley comprende cada uno de estos puestos
dentro de la clasificación de los funcionarios públicos, desarrollando así las
reglas generales contempladas en la Ley Marco.

III) CONTENIDO DEL PROYECTO DE LEY

El proyecto de ley consta de artículos desarrollados en cuatro títulos y cinco


disposiciones finales, transitorias y complementarias

La estructura del proyecto sigue la secuencia de ingreso, derechos y


obligaciones y extinción de la relación de empleo público, con la precisión de
los aspectos privativos que corresponde a estos empleados públicos.

A continuación se hace una presentación del proyecto:

1.- Ámbito de aplicación

La presente propuesta es de aplicación a todo el personal del empleo público


clasificado como funcionario público o empleado de confianza, de acuerdo con
la Ley Marco del Empleo Público, que presta servicios en las entidades de la
Administración Pública a las que se refiere el artículo III del Titulo Preliminar de
la Ley Marco del Empleo Público, así como en las empresas del Estado en las
cuales el Estado sea accionista mayoritario.

11
El ámbito de aplicación, por tanto, es el establecido en la Ley Marco con la
inclusión expresa de las empresas del Estado.

2.- Disposiciones generales

La Ley de Funcionarios Públicos y Empleados de Confianza contiene un


conjunto de definiciones que delimitan de manera más precisa su ámbito de
aplicación.

Así, se acoge uno de los conceptos internacionalmente aceptado de función


pública para efectos de esta Ley.

En cuanto al nombramiento se reserva para los funcionarios públicos que


regula esta ley mientras que la designación se utiliza para los empleados de
confianza, lo que debe ser formalizado a través de un contrato temporal.

Se recogen en la propuesta los principios sobre los que se basa el ejercicio del
cargo de funcionario público y empleado de confianza, los cuales están al
servicio de la Nación y sirven al interés público. Asimismo en concordancia con
la Ley Marco del Empleo Público, se realiza una enumeración de los principios
que rigen su actividad y el ordenamiento de la función pública, ocupándose
especialmente de algunos supuestos no desarrollados en la Ley Marco, tales
como la exigencia de transparencia, que incluye el libre acceso a los actos del
servicio y el deber del funcionario de brindar y facilitar información fidedigna,
completa y oportuna, la neutralidad como garantía del ejercicio objetivo e
imparcial de la Función Pública y la eficacia en el servicio a los intereses
generales y eficiencia en la utilización de los recursos.

El propósito de esta enumeración no es agotar los principios sino indicar


aquellos criterios que deben ser privilegiados en la relación de empleo público
de los funcionarios públicos y empleados de confianza.

3.- Clasificación y acceso al cargo de funcionario público y empleado


de confianza

En esta nueva Ley se recoge la clasificación realizada en la Ley Marco del


Empleo Público en lo referente a los funcionarios públicos y empleados de
confianza, precisando la definición de cada grupo y los cargos que lo
conforman. De este modo, los funcionarios públicos pueden ser de tres tipos:

- En primer lugar se menciona a los funcionarios públicos de elección


popular, directa y universal o confianza política originaria, y se les define
como aquellos elegidos mediante elección popular y universal, conducida
por el organismo del Estado autorizado para tal fin. El ingreso, permanencia
y término de su función están regulados por la Constitución y las leyes de
la materia.

12
- Seguidamente se definen a los funcionarios públicos de nombramiento y
remoción regulados como aquellos cuyo nombramiento, instancia que lo
nombra, período de vigencia y causales de remoción, están regulados en
norma expresa. En estos casos, el nombramiento y la remoción se sujeta a
las reglas contempladas para cada caso.

- En el tercer lugar se encuentran los funcionarios públicos de libre


nombramiento y remoción, definidos como aquellos nombrados por libre
decisión del funcionario público de confianza política originaria o por
funcionario público de nombramiento y remoción regulados. El libre
nombramiento consiste en la apreciación por el órgano competente de la
idoneidad de los candidatos en relación con los requisitos exigidos para el
desempeño del puesto.

Por otro lado, se precisa que los empleados de confianza son aquellos que
desempeñan cargo técnico o político y que goza de la confianza directa del
funcionario público quien lo designa. Pueden acceder a estos cargos, aquellos
profesionales con conocimiento especializado en materias propias de la
Administración Pública y de la materia que requiera la entidad. También
pueden ser considerados como empleados de confianza aquellos que realizan
actividades y laboran en el entorno del funcionario público y son requeridos
para la adecuada gestión de la Entidad.

La contratación de los empleados de confianza se sujeta a una serie de


limitaciones entre las cuales se encuentran: a) la formalidad de un contrato
temporal en el que constarán todas las condiciones contractuales; este contrato
puede concluir por decisión del Titular de la Entidad; b) la limitación porcentual
del 5% del personal de la entidad, c) la fijación de las actividades a desarrollar,
y d) la publicidad de la contratación, que debe ser informada al Consejo
Superior del Empleo Público.

Con este contrato se busca formalizar las contrataciones realizadas por los
funcionarios cuando asumen el puesto y requieren personal de confianza de su
entorno o para la realización de actividades que su gestión pretende privilegiar.

No se crean nuevos derechos ni ventajas especiales para los empleados de


confianza. Se precisa que los empleados de confianza tienen derecho a
percibir la remuneración y las condiciones de empleo que se otorgan al
empleado público que ocupa el puesto para el que se contrata un empleado de
confianza.

4.- De los estudios superiores, experiencia y la capacitación

Para acceder al puesto de funcionarios públicos o empleados de confianza,


deberán acreditar estudios superiores, experiencia y capacitación, conforme lo

13
establezca la legislación específica de cada entidad. Esta exigencia busca
incorporar estos requisitos como una regla general del sistema en el interés de
lograr una profesionalización del Empleo Público especialmente en el
desempeño de los altos cargos de dirección. Esta exigencia, empero, no
elimina la posibilidad de que leyes especiales permitan la incorporación al
empleo público adecuándose a otros requisitos.

Por ello se propone que se acredite el cumplimiento de:

- Estudios superiores.- Comprende el conjunto de conocimientos


universitarios o técnicos que concluyeron satisfactoriamente con el grado o
título alcanzado en universidades o institutos públicos o privados,
nacionales o extranjeros.

- Experiencia.- Comprende el conjunto de conocimientos y habilidades


adquiridos mediante el ejercicio de la profesión y/o el desempeño de cargos
en puestos en los que se desarrolle función similar a la requerida o a la que
desempeña la entidad.

- Capacitación.- Comprende el conjunto de conocimientos y habilidades


obtenidos en forma complementaria a través de la información,
actualización y perfeccionamiento.

5.- De los derechos y obligaciones de los funcionarios públicos y


empleados de confianza

En cuanto a los derechos se establece un listado de derechos que no


necesariamente son de aplicación a todos los funcionarios públicos, como es el
caso de las vacaciones, de los préstamos administrativos o de los derechos
colectivos, que si bien están contemplados en la legislación general y en la Ley
Marco deben ser objeto de precisión, restricción y exclusión de acuerdo a la
naturaleza del cargo.

Por ello, el listado de derechos contemplado en la Ley Marco no es aplicable a


todos los funcionarios públicos, aunque sí a los empleados de confianza. Por
ejemplo en el caso de los Directores de las Entidades, estos perciben dietas y
no una remuneración, sin que se generen en su caso los derechos contenidos
en la Ley Marco. Asimismo, en el caso de algunos altos funcionarios –como por
ejemplo aquellos elegidos por votación – la opción es no reconocer el descanso
vacacional, ni el acceso a préstamos administrativos ni a la capacitación en la
medida que acceden al cargo para brindar un servicio y no propiamente para
obtener una capacitación, un préstamo o un descanso.

En este sentido, cada uno de los derechos debe ser objeto de precisión y en su
caso de restricción para los funcionarios públicos, lo que se expresa en la

14
presente propuesta legislativa, dejando al reglamento una regulación mas
detallada.

Por otro lado, las exigencias a los funcionarios públicos y empleados de


confianza se originan en la naturaleza de sus funciones y en la posición que
ocupan en las estructuras de cada entidad. Así, el régimen de obligaciones
responde a la mayor responsabilidad que se le exige.

La propuesta privilegia las siguientes obligaciones:

a) Formular y ejecutar los planes y programas que corresponden a su cargo.


b) Rendir cuentas sobre los asuntos que sean de su competencia, en el
ejercicio de sus funciones y contribuir en la rendición de cuentas de la
gestión pública de la entidad en la que presta servicios, proporcionando la
documentación y/o información que le sea solicitada. Esto se encuentra
regulado de manera general en los Art. 40º y 41º de la Constitución Política,
y de manera más específica en la Ley 27806, Ley de Transparencia y
Acceso a la Información Pública.
c) De acuerdo a su competencia y al puesto que ocupa puede acceder a
información reservada, por lo que debe guardar secreto de la información
reservada y utilizarla en forma debida.
d) Dar cuenta a las autoridades competentes de aquellas órdenes que, a su
juicio, fueran contrarias a la legalidad o constitutivas de delito.
e) Ajustar su conducta al derecho que tiene la sociedad de acceder a
información sobre la actividad de la Administración.

Esta enumeración no excluye los derechos que les puedan reconocer las leyes
especiales o normas reglamentarias que sean aplicables en la entidad, así
como tampoco los exime del cumplimento de las obligaciones que les
impongan dichas leyes específicas.

La propuesta legislativa no crea ni concede nuevos derechos, solamente


precisa cuáles son lo que debe coincidir con el régimen actual. En el caso de
los empleados de confianza el proyecto precisa que recibirán como
remuneraciones y condiciones de empleo las que corresponden al puesto de
ocupa y esta contratación debe ser pública y someterse a determinadas
limitaciones.

6.- Terminación de la relación de Empleo Público

Además de las causales establecidas en la Ley Marco y en las leyes


especiales, la presente iniciativa legislativa establece que el vínculo jurídico de
los funcionarios públicos y empleados de confianza concluye por:

a) Pérdida de la nacionalidad peruana, en los casos en que constituya un


requisito y de acuerdo con la ley respectiva.

15
b) Pérdida de la confianza o la decisión unilateral de la autoridad que lo
designó, salvo que la ley establezca alguna exigencia diferente.
c) El vencimiento del plazo del período en el que corresponda el ejercicio del
cargo.
d) Por encontrarse comprendido en alguna de las causales de remoción o
cese establecidas por norma especial.

La iniciativa establece una distinción entre los efectos de la renuncia a la


condición de funcionario público o empleado de confianza y los de la
destitución o resolución del contrato por causa imputable al empleado. En el
primer caso, la renuncia al cargo o el cese no inhabilita a la persona para un
nuevo nombramiento o designación como funcionario público o como empleado
de confianza, respectivamente, ni para el ingreso como servidor público. En
caso de destitución o resolución del contrato por causa imputable al empleado
de confianza, la pérdida de la condición de funcionario público o empleado de
confianza impide un nuevo nombramiento o designación en la Administración
Pública dentro del plazo contemplado en las leyes especiales.

Asimismo se establece que en atención al cargo que ocupan, los funcionarios


públicos y empleados de confianza no tienen derecho a la protección contra el
despido arbitrario ni a ninguna indemnización derivada de la extinción del
vinculo jurídico.

7.- Normas transitorias y finales

Se establece que las entidades deben proceder a efectuar una calificación de


funcionarios y empleados de confianza para fines de registro y publicidad. Esta
calificación permitirá registrar a este personal, pero ello no crea nuevos
derechos ni obligaciones.

En el caso de los empleados de confianza deberá procederse a una


formalización de la contratación y clasificación.

Las normas reglamentarias deberán dictarse en un plazo de 60 días a fin de


regular el proceso de calificación y la puesta en práctica de las normas
establecidas en esta nueva ley.

IV) COSTO - BENEFICIO DEL PROYECTO DE LEY

Este proyecto de ley constituye una norma de desarrollo de la reforma del


empleo público y no genera ningún gasto para el Estado.

Permite proceder a una clasificación y registro de los funcionarios públicos y


empleados de confianza a fin de contar con información actualizada.

16
En el caso de los empleados de confianza, se hace transparente y pública la
contratación de personal por cuestiones técnicas y políticas, sin que se recurra
a contratos fuera de la previsión de organización y presupuesto de la entidad.
El proyecto se dirige a reglamentar y sujetar a una procedimiento único y
público las contrataciones de empleados de confianza, con la sujeción a una
limitación cuantitativa y con la previsión de las condiciones contractuales.

Por otro lado, a partir de esta ley se establecerá una regulación específica para
los funcionarios públicos y empleados de confianza que define el estatuto
jurídico general aplicable a este personal, que es sustancialmente diferente al
de los servidores públicos, en tanto que no se encuentran sujetos a la carrera
pública.

Esta regulación especial se sustenta en la necesidad de establecer un régimen


jurídico que privilegie la publicidad y transparencia tanto en el acceso a un
puesto público de responsabilidad como en el ejercicio mismo del cargo, al
mismo tiempo que contemple garantías y los derechos de que gozan.

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