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21 Alergias

P. García Peñarrubia

INTRODUCCIÓN
La palabra alergia proviene de un término griego que significa reactividad alterada. Un individuo
es atópico, y por lo tanto propenso a padecer enfermedades alérgicas, cuando presenta una
predisposición genética a desarrollar respuestas de hipersensibilidad frente a alergenos que son inocuos
para individuos que carecen de esa predisposición genética.
El mecanismo central de las reacciones alérgicas consiste en la producción amplificada de IgE específica
y no específica del alergeno (1000 a 10000 veces superior a los niveles de IgE en personas normales), y
la degranulación de los basófilos y mastocitos a través de receptores de membrana para dicha IgE.
Cada vez es mayor la evidencia sobre la participación de varios tipos celulares (basófilos, eosinófilos,
linfocitos T, células endoteliales, plaquetas y neutrófilos) en el proceso inflamatorio que da lugar a la
producción de IgE y por lo tanto a la reacción de tipo alérgico.

Las reacciones de tipo I corresponden a las clásicas reacciones de hipersensibilidad inmediata


que se producen dentro del periodo de 15 minutos desde la interacción de un antígeno a anticuerpos IgE
preformados y unidos en la superficie del mastocito o basófilo. La sintomatología se debe a la liberación
de mediadores de dichas células, entre los que destaca la histamina y leucotrienos. Ejemplos de
enfermedades tipo I son: el shock anafiláctico, rinitis alérgica, asma alérgico.

Alergenos

Podemos definir un alergeno como aquella sustancia capaz de provocar reacciones de hi-
persensibilidad por medio de la inducción y unión a anticuerpos de clase IgE. La respuesta del linfocito T
a un alergeno es similar a la respuesta frente a un antígeno convencional, es decir, el linfocito T
reconoce un péptido del alergeno procesado y presentado por una célula presentadora de antígeno en la
molécula de MHC de clase II. Muchos alergenos (Tabla 21.1) han sido clonados y secuenciados, e
incluso se han identificado muchos péptidos inmuno-dominantes que se presentan en moléculas de
clase II del tipo DR y DP.
TABLA 21.1
Tipos de alergenos mas frecuentes
Tipos Mas frecuentes
Ambientales Pólenes, hongos y otros)
Alimentarios Presente en leche, huevos y otros
Venenos de insectos Picadura de avispa
Fármacos y haptenos Penicilinas
Otros Metales, látex y otros

La magnitud de la respuesta a un Figura 21.1


alergeno viene determinada por varios factores
entre los que destacan: la vía de exposición, la
dosis, componente genético por parte del
huésped y la propia antigenicidad del alergeno
que depende, entre otros, de su tamaño,
configuración espacial y sus grupos químicos
(Figura 21.1).
En la (Figura 21.2 se observa un acaro que
participa induciendo muchos de los fenómenos
alérgicos observados. En la (Figura 21.3 se
observa un esquema de la aparición de ciertos
pelenes en el sur de España.
Figura 21.2 Biología de la atopía
El desarrollo de una reacción alérgica tiene lugar
en varias etapas similares a las de una reacción inmune
normal. En primer lugar se produce la entrada del
alergeno, generalmente a través de las mucosas, y
formación de IgE frente al mismo y después el alergeno
reacciona con IgE unida a mastocitos y se produce la
degranulación de éstos(Figura 21.4).En la primera etapa
se produce la de sensibilización al alergeno, de modo
análogo a cualquier antígeno extraño el alergeno se
internaliza, se procesa en péptidos y se presenta en MHC
de clase II por una célula presentadora de antígeno a
linfocitos T del tipo TH2 capaces de reconocer de modo
específico el complejo formado por el péptido y la
molécula de MHC II (Figura 21.5). A continuación se
produce la activación de linfocitos B reactivos al alergeno,
mediante el proceso de cooperación T-B en el
que participan de modo directo pares de moléculas de membrana como MHC II-CD4, CD40-CD40L y las
interleucinas IL-4 e IL-13 con sus receptores.
Figura 21.3

Como resultado de esas interacciones


moleculares se pone en marcha la
transcripción de los genes de las
inmunoglobulinas, la diferenciación del linfocito
B y el cambio de clase para la síntesis de IgE,
lo que da lugar a células plasmáticas
secretoras de IgE. Una vez sensibilizado, el
linfocito B produce IgE que se fija en la
superficie de células cebadas y basófilos a
través del receptor de alta afinidad, FceRI. La
exposición posterior al alergeno produce la
unión del mismo a la IgE específica soluble o
fijada en la membrana de células que
expresan FceRI, lo que da lugar al
entrecruzamiento de estos receptores y por lo
tanto a la transducción de señales
intracelulares que conducen a la
degranulación de basófilos y células cebadas,
así como a la síntesis de diversas citocinas y mediadores de reacciones inflamatorias, que son las
responsables de la sintomatología de las reacciones alérgicas (Tabla21.2).

TABLA 21.2
Mediadores de células cebadas y basófilos

Mediadores Más frecuentes


Aminas biogénicas Histamina y serotonina
Proteoglicanos Condroitin sulfato y heparina
Proteasas Quinasas y triptasas
Derivados del AA Prostaglandinas y leucotrienos
Citocinas IL-4, TNF, IL-3 y IL-5
Otros SRA A: sustancia de reacción lenta de la anafilaxiA
ECF-A: Factores quimiotácticos eosinofilicos de la
anafilaxia
PAF: Factor activador plaquetario
Figura 21.4

Figura 21.5

Síntesis de IgE
Los niveles de IgE circulantes en sangre son inferiores a 100 ng/ml incluso en individuos
atópicos. No obstante, estos últimos poseen niveles de IgE circulantes significativamente superiores a
los de individuos no atópicos. Esto sugiere que la síntesis de IgE esta sometida a un proceso de
regulación muy estricto. En ratones este proceso esta regulado genéticamente, ya que existen cepas de
animales muy productoras de IgE y cepas no productoras. La producción de IgE es un proceso
dependiente de linfocitos T del tipo TH2 a través de la acción estimuladora de la IL-4, IL-13 y en menor
escala de la IL-5 e IL-6; mientras que está regulada negativamente por la acción del IFNg, TGFb, IL-8 e
IL-12.
RECEPTORES IgE

Se han descrito dos tipos de receptores celulares de IgE, el de alta afinidad para IgE monómera
(FceRI) que se encuentra preferentemente en células cebadas y basófilos, aunque recientemente se ha
descrito que también lo expresan las células de Langerhans, monocitos de personas atópicas y
eosinófilos en enfermedades parasitarias, y el de baja afinidad (FceII o CD23) que se encuentra en la
mayoría de células hematopoyéticas e incluso en algunas células epiteliales.

Mediadores de células cebadas y basófilos


Los gránulos de células cebadas y basófilos contienen una serie de sustancias mediadoras que
son liberadas al espacio extracelular cuando la célula es estimulada (Figura 21.1).

Estímulos que provocan la secreción de mediadores de células cebadas y basófilos


El estímulo fisiológico que induce la degranulación de células cebadas y basófilos está mediado
por la unión del complejo antígeno-IgE al receptor FceRI. Ello produce agregación del receptor, que
transduce una señal de activación intracelular. La IgE unida al FcgRI también puede ser ligada por
anticuerpos anti-IgE, o por mitógenos, como ConA, a través de glicoproteínas que poseen grupos
manosa o glucosa en el dominio a terminal.

Los basófilos y células cebadas también poseen receptor para IgG, aunque es de menor
importancia y afinidad que el de IgE. Así, en roedores se ha descrito la liberación de histamina tras la
estimulación a través de este receptor. La unión de C3a y C5a a sus receptores que se encuentran en la
superficie de estas células también da lugar a la liberación de histamina, mientras que el C4a, que posee
menos potencia anafiláctica, parece unirse al receptor de C3a.

También actúan como inductores de secreción de histamina algunos factores producidos por
linfocitos y macrófagos. Así el interferón aumenta la liberación de histamina mediada por IgE.

Mecanismo bioquímico de la liberación de mediadores de células cebadas y basófilos


Las células cebadas y basófilos liberan mediadores bioquímicos cuando se estimulan por unión
de complejos antígeno-IgE al FceRI. La cinética de esta liberación es rápida, de modo que al cabo de 30
min. la liberación es total. El proceso de secreción depende de las concentraciones y afinidades del
antígeno y de IgE en la superficie de la célula.

La agregación de receptores puede inducir una actividad intrínseca como la formación de


canales de iones, la activación de enzimas o la activación de otros procesos bioquímicos celulares por
interacción con componentes citoplásmicos. La interacción de IgE con antígenos multivalentes produce a
su vez la interacción del receptor con el citoesqueleto, la agregación de receptores y finalmente la
concentración de estos en un polo de la célula. Parece probable que los microtúbulos y microfilamentos
participen en el proceso secretorio. Después de la agregación de receptores tienen lugar cambios
morfológicos de la célula. Las microvellosidades se transforman en plegamientos, la célula se hace
adherente, los gránulos se hinchan y su matriz cristalina se vuelve amorfa, muchos se conectan entre sí
y se abren al exterior en un punto de la membrana. La secreción granular es un proceso que requiere
energía, y se acompaña de cambios del potencial de membrana

El aumento del Ca2+ intracelular parece jugar un papel importante en el proceso de secreción de
células cebadas y basófilos. Inmediatamente después de la estimulación del receptor con IgE se produce
un aumento del Ca2+ intracelular debido a la liberación de los depósitos intracelulares de Ca2+ por la
acción del inositol trifosfato, y por otro lado, a un aumento del flujo de entrada de Ca2+ extracelular. El
resultado final de la activación de las células cebadas y los basófilos es la exocitosis del contenido
granular.

Por otra parte, la estimulación de células cebadas y basófilos da lugar a la liberación de


productos del metabolismo del ácido araquidónico que se genera a partir de fosfolípidos de membrana
por la estimulación de la fosfolipasa C y fosfolipasa A 2. Si estos productos se generan por la vía de la
lipooxigenasa se producen leukotrienos como: LTC4, LTD4, LTE4 y LTB4, mientras que si se generan por
la via de la ciclooxigenasa se producen prostaglandinas del tipo: PGD2, tromboxano A2 y prostaciclina.
Enfermedades atópicas
El hecho de que una persona desarrolle una enfermedad alérgica mientras que otras personas
no lo hacen viene determinado al menos por dos tipos de factores: genéticos y ambientales. Las
enfermedades atópicas más frecuentes en nuestro medio, se recogen en la Tabla 21.3. La identificación
precisa de genes asociados a la atopia tendra consecuencias prácticas importantes. Permitirá la
detección precoz “de niños de riesgo” así como la instauración de medidas preventivas, concretas. Por
otra parte, el conocimiento de los mecanismos que regulan la expresión de los genes asociados a la
atopia permitirá el descubrimiento de agentes terapéuticos específicos que prevengan la expresión de
las diferentes citocinas.

TABLA 21.3
Tipos de enfermedades atópicas mas frecuentes

Tipos Características
Anafilaxia Reacción sistémica aguda
Rinitis alérgica Estornudos y congestión nasal
Dermatitis atópica Erupción cutánea eccematosa.
Asma Inflamación crónica de bronquios
Urticaria y angioedema Enfermedad cutánea

BIBLIOGRAFÍA
1. Helm, R.M. and Burks, A.W. (2000): Mechanisms of food allergy. Curr.Opin.Immunol.
12:647-653.
2. Kinet, J.P. (1999): Atopic allergy and other hypersensitivities. Curr.Opin.Immunol.
11:603-605.
3. Casolaro, V., Georas, S. N., Song, Z. and Ono, S. J. (1996). Biology and genetics of
4. atopy diseases. Curr. Op. Immunol. 8:796-803.

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