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DIP.

JESÚS AVALOS PLATA

PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA

DEL H. CONGRESO DEL ESTADO DE MICHOACAN.

PRESENTE

Compañeras y compañeros Diputados.

Señores representantes de los medios de comunicación.

Raúl Morón Orozco, Diputado, en representación de mis compañeras y


compañeros diputados de la fracción parlamentaria del Partido de la
Revolución Democrática de la Septuagésima Primera Legislatura del H.
Congreso del Estado de Michoacán, con fundamento en lo dispuesto por los
artículos 36 fracción II de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano
de Michoacán de Ocampo, 10 fracción I y 118 de la Ley Orgánica y de
Procedimientos del Congreso del Estado, me permito presentar
PROPOSICION DE ACUERDO PARLAMENTARIO, para exhortar al Titular del
Poder Ejecutivo Federal, así como a los Titulares de las Secretarías del
Gobierno Federal responsables de la Política de Seguridad Pública y
Procuración de Justicia, tomar en cuenta las opiniones y propuestas de los
ciudadanos participantes en la marcha por la paz del pasado 8 de mayo del
año 2011, de conformidad con las siguientes:

CONSIDERACIONES:

I. El pasado domingo 8 de mayo, en todo el país se vivieron masivas marchas


por la paz en diversas partes de la república mexicana y en la capital del país
bajo la convocatoria del poeta Javier Sicilia y diversas organizaciones sociales
y de protección de los derechos humanos, en compañía de miles de mexicanos
que han unido sus esfuerzos en aras de una protesta unánime: “Parar la
violencia injustificada proveniente del gobierno y del crimen organizado, que en
esta fallida guerra contra el narcotráfico ha cobrado la vida de muchos
inocentes”.

No es una asunto nuevo que la sociedad en ejercicio de su legítimo derecho


constitucional de la libertad de expresión, manifestación, protesta y asociación
temporal, haga público su repudio y preocupación por el incremento de
víctimas y delitos que han permeado en toda la estructura social, más allá de
las razones de género, edad, condicional social, ideología política, origen étnico
y credo religioso; la sociedad toda se unió y se movilizó por la falta de
resultados de un gobierno federal que ha ocupado la mayor parte de su tiempo
en justificar la necesidad de mantener al ejercito en las calles y a la policía
federal en constantes enfrentamientos con los delincuentes, que en atender
con mayor efectividad los recurrentes secuestros, extorciones, levantones,
homicidios y lesiones de los que han sido víctima muchos miembros de
nuestras familias.

De 1998 a la fecha, se han efectuado en el país 5 marchas masivas por la paz


en protesta de una política de seguridad pública y procuración de justicia, que
no ha dado mayores resultados en los últimos 13 años, que cerca de 50 mil
muertes violentas ligadas al narcotráfico y diversas actividades delictivas, cuyo
efecto ha sido el de generar entre la sociedad temor, incertidumbre,
inestabilidad e intranquilidad social, que son a su vez factores
predeterminantes de la pobreza, la marginación, la falta de inversión privada
con la consecuente falta de empleo y un bajo nivel de desarrollo social,
precisando por cierto que las últimas 3 marchas por la paz, se efectuaron
precisamente durante la actual administración de Felipe Calderón Hinojosa.

II. La filosofía de los representantes populares identificados con la llamada


ideología de izquierda, ha sustentado como una de nuestras tesis centrales la
limitación del Estado y particularmente de la potestad autoritaria en el ejercicio
desmedido del poder político, - diferenciado éste de otros poderes -, por el
monopolio y uso de la fuerza pública, bajo el argumento de que ésta sólo debe
ser utilizada para salvaguardar el interés público y mantener el orden, no para
atentar contra la seguridad de los ciudadanos y propiciar el desorden.

Por eso en la izquierda hemos dejado asentado que, “como expresión


ideológica y política exigimos el ejercicio del poder público reconstruyendo
democráticamente las instituciones para que sean verdaderos instrumentos del
poder popular” y propugnamos por “la protección irrestricta de los derechos
humanos frente a los abusos del Estado o frente a su omisión ante los ataques
recurrentes del crimen organizado”, por lo que, bajo esas consideraciones nos
pronunciamos abiertamente en apoyo de las marchas ciudadanas, sus
propuestas y movilizaciones populares, que claman “por una política de
seguridad pública, administración y procuración de justicia que respete
irrestrictamente los derechos humanos, que se avoque a la prevención amplia
e integral del delito, a la reinserción social efectiva de quien delinque y que
garantice un orden social, pacífico, armónico, solidario y humanista”.
III. Bajo estas consideraciones, es imperativo someter el uso de la fuerza
pública y la política de seguridad implementada por el actual gobierno federal a
los argumentos de la teoría del Estado Social y Democrático de Derecho, que
implica la automodulación del ejercicio de sus atribuciones, sin restarle
capacidad operativa para el cumplimiento de su labor, pero bajo un criterio de
distribución de responsabilidades sociales, donde se tome en cuenta para la
toma de decisiones la opinión pública, propuesta popular y participación
ciudadana, particularmente cuando éstas provienen de ejercicios democráticos
como la consulta pública, el plebiscito, el referéndum, la iniciativa popular y la
solicitud de revocación de mandato, a fin de evitar que el poder público y las
acciones del gobierno particularmente en materia de seguridad se ejerzan bajo
una visión unidireccional, autoritaria e impositiva, y que, en cambio, se logre
que el ejercicio del poder del Estado, sea legítimo, democrático, participativo,
incluyente, armónico y eficiente.

Fortalecer al Estado no necesariamente implica generarle superestructuras


policiales y militares con facultades omnímodas, implica sobre todo, fórmulas
más audaces e inteligentes como la participación ciudadana incluyente en
aspectos como la evaluación, la fiscalización social y la opinión en asuntos
prioritarios de la política de seguridad pública, a fin de garantizar los resultados
que la sociedad reclama.

No podemos detener la iniciativa popular, la participación de una sociedad


harta de la descomposición social y de la ineficiencia gubernamental, aunque
tengamos que seguir resistiendo la oposición a la protesta como ocurrió en
varios estados de la república el pasado domingo, aunque tengamos que
seguir escuchando soluciones absurdas provenientes de los funcionarios
públicos federales como la formulada recientemente por Alonso Lujambio,
Secretario de Educación Pública al proponer que los “jóvenes ninis” se
dediquen a ser policías, o aunque tengamos un Titular del Poder Ejecutivo
Federal como Felipe Calderón que hace oídos sordos al clamor popular del
cese al fuego, a la guerra contra el crimen organizado y a su fallida estrategia
de seguridad y que autojustifica sus acciones y decisiones en materia de
seguridad pública, a pesar de haber sido el propio Calderón quien en tiempos
de Ernesto Zedillo, reclamaba como ciudadano lo mismo que hoy como
gobernante pretende negarle a la sociedad mexicana, en su propósito de
continuar haciendo lo que millones le pedimos que reconsidere en aras de
implementar mejores alternativas de solución a este problema nacional.
Tal vez entonces tengamos que esperar a que surjan superpolicías que puedan
venir a resolver lo que los políticos y gobernantes no han podido lograr en la
problemática nacional de la seguridad, superpolicías y superinvestigadores
como los que ahora Televisa nos presenta todas las noches en su nueva serie
de héroes urbanos llamada “El equipo”.

IV.- Por todas las razones antes citadas, me permito presentar el siguiente
punto de acuerdo para exhortar al Gobierno Federal y especialmente al Titular
del Poder Ejecutivo y los responsables de la política de seguridad pública en el
país, a que tomen en consideración las protestas, opiniones y propuestas de
los miles de mexicanos que participaron en todo el país en las marchas por la
paz el pasado domingo 8 de mayo, bajo la convocatoria del poeta Javier Sicilia
y diversas organizaciones sociales y de protección de los derechos humanos,
para la firma de un pacto nacional por la paz, que obligue a la modificación de
la actual política de seguridad pública, administración y procuración de justicia,
bajo una orientación democrática que tome en cuenta la participación social y
bajo una acción de implica el cese a los enfrentamientos armados entre
militares y policías con la delincuencia organizada en sitios públicos, el retiro de
las calles del ejército y la Armada de México y la garantía de mayor eficiencia y
mejores resultados en la atención de las denuncias penales y populares, por la
comisión de delitos contra la vida, la libertad, los bienes y los derechos de
todos los mexicanos.

Asimismo exhortamos al Titular del Poder Ejecutivo Federal para que tome en
consideración la solicitud ciudadana de remover de su cargo al Titular de la
Secretaría de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, por la falta de
resultados ofrecidos a la sociedad en esa institución a su cargo.

Finalmente se presenta este punto de acuerdo, para exhortar al Titular del


Ejecutivo Federal a que resuelva en lo inmediato y en lo posible el grave
problema de la seguridad pública en el país, pero no bajo la política y la acción
de la confrontación armada al crimen organizado, sino a través una política
social reinvindicatoria que ofrezca a los mexicanos mejores oportunidades de
educación, salud, empleo, ingresos, vivienda, seguridad social, servicios
básicos y desarrollo humano, como una forma de erradicar las causas que
orillan principalmente a los jóvenes en este país a formar parte de las filas de la
delincuencia común y organizada.
Por lo expuesto y con fundamento en los artículos 36 fracción II de la
Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo,
10 fracción I y 118 de la Ley Orgánica y de Procedimientos del Congreso del
Estado de Michoacán de Ocampo, me permito someter en representación de
mis compañeras y compañeros diputados del Grupo Parlamentario del Partido
de la Revolución Democrática, la aprobación al Pleno del siguiente:

ACUERDO PARLAMENTARIO

Primero. Se exhorta al Titular del Poder Ejecutivo Federal, para que tome en
consideración las propuestas de los miles de mexicanos que participaron en
todo el país en las marchas por la paz, el pasado domingo 8 de mayo del 2011.

Segundo. Se exhorta al Titular del Poder Ejecutivo y a los otros ordenes de


gobierno para que en el ámbito de sus respectivas competencias diseñen una
nueva política de seguridad pública que tome en cuenta la opinión y propuestas
de los ciudadanos.

Tercero. Se exhorta al Titular del Poder Ejecutivo Federal para que atienda la
demanda ciudadana de ordenar el retiro del ejército y la Armada de México de
las calles, implementando mejores estrategias que garanticen mayor eficiencia
y resultados en la atención de las denuncias penales y populares por la
comisión de delitos contra la vida, la libertad, los bienes y los derechos de
todos los mexicanos.

Cuarto. Se exhorta al Titular del Poder Ejecutivo Federal, a que atienda la


solicitud de miles de mexicanos que demandamos la urgente e inmediata,
remoción del actual Titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal,
Genaro García Luna, por la falta de resultados ofrecidos a la sociedad en esa
institución a su cargo.

Quinto. Se exhorta al Titular del Poder Ejecutivo Federal a que atienda en lo


inmediato el fortalecimiento de una política social reinvindicatoria que ofrezca a
los mexicanos mejores oportunidades de educación, salud, empleo, ingresos,
vivienda, seguridad social, servicios básicos y desarrollo humano, como una
forma de erradicar las causas que orillan principalmente a los jóvenes en este
país a formar parte de las filas de la delincuencia común y organizada.

Morelia, Michoacán, a 12 de mayo del 2011. Sede del Poder Legislativo.

DIP. RAUL MORÓN OROZCO

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