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MANIFIESTO PLAN DE OCUPACION Y ORGANIZACION PARA UN PARQUE CULTURAL DE LOS PUEBLOS Pt “La cultura es un derecho humano fundamental” Casi todo lo importante se consigue tuchando. Al menos as{ es en Valparafso. Ha sido la porfia ciudadana yy de los trabajadores culturales, lo que ha permitido que la ex Cércel de Valparaiso sea hoy el més amplio espacio piblico con que cuenta la ciudad, Si no hubiera sido por esa persistencia de construir un lugar para el arte, la memoria, el juego y la creacién libre, la visién mercantilista se hubicran impuesto como tantas veces ha ocurrido, El Parque Cultural no es solo de sus miles de usuatios, sino de la ciudad, la regi6n y cl pals. ¥ los que aqut Jaboramos estamos resguardando este espacio y sus priicticas para que —hoy y mafians- otros artistas, otros -vecinos, ottos jévencs y nifios, pucdan jugar, hacer circo, danza, teatto, cultivos orgénicos, conocer cl ‘mapudungua, la historia y el presente de Valparatso, saber de ceciclaje, escultura, misica, cerimica, tejido, grabado, documentalismo, ‘Y lo puedan hacer sin necesidad que haya dinero de por medio. ‘Los propulsores del Parque Cultural empujamos una transformacién de la educaciéa en Chile, La de ahora, que se basa en perpetuar la ignorancia para consolidar Ia injusticia, no nos sieve: Esti probado, La educacién debe ser por todos construida. Debe basarse en el respeto, centrarse en el presente, fundarse en la verdad, ppotenciar la libertad, apuntar a la felicidad y ala recreacidn de la belleza. Los trabajadores culturales de Valparaiso, las organizaciones sociales que hemos dado vida a este producto nico que es el Parque Cultural, velamos por que haya un espacio donde crezca una nocién de cultura concebida como un derecho humano fundamental y no como un objeto de consumo cultural, como una. ‘mercancia, Ein ese sentido, estimamos que no podemos permitir la separacién y disctiminacién de las ‘manifestaciones populares, alternativas o que no constituyen industria. Al contrario, deben ser estimuladas y potenciadas en su desarrollo ya que ocupan en el proceso de produccién cultural un rol medular, aportando a la integraci6n de los pueblos y contribuyendo al desarrollo y a la difusién cultural de un pais. Estas manifestaciones son la expresin de un derecho, el derecho a la identidad y no pueden ser patrimonio de actores privilegiados o selectos. La exclusién cultural es tanto o més grave que la exclusién econémica: genera frastracién, resentimiento y Pt violencia, abriendo a el camino a la ignorancia, Peor atin: actiia en contra de la convivencia democritica. Es necesatio darle una inmensa vuelta a le forma de concebir la cultura. El Estado chileno debe reconocer ‘que histéricamente ha realizado una prictica hamogencizadora, discriminadora que ha impuesto eu visién de cultura y sociedad como superiores, aplastando a las otras por sex supuestamente inferiores. Esto ha ‘ocurrido cuando a los nifios aymaras y mapuche se les prohibié hablar su lengua en las escuelas. © como cuando en el proceso de incorporaciéa de Chile al sistema capitalista mundial se absi6 el paso a los deportes modernos 5,2 la par, se menoscabé e incluso reprimié los juegos tradicionales chilenos los que fueron vistos desde entonces como atrasados y carentes de valor Desde ef nicleo de poder se promueve uns polftica de saqueo y destrucciGn del tetritorio. Desde aquella petspectiva, no se requiere de una cindadanfa que se cuestione este proceso, s6lo masa bruta y acrftica. Pero este sistema, este estado de cosas, no es sostenible ni adecuado. No lo queremos para Chile. No puede haber una verdadera democracia silos ciudadanos son ignorantes y ficilmente manipulables. Eso es lo que comprendié Francisco Bilbao cuando 2 mediados del Siglo XIX dio vide a la Sociedad de la Igualdad, que al crecee fue disuelte y perseguida tal como ahora el Estado de Chile reprime a los centros culturales ‘autogestionados y a las comunidades mapuches hoy militerizadas. ERB O RIOR B HICH BOE SEDO ODE IO IES HODE CHT TOC aOO Laex Cércel, que fue un lugar del encierro y el dolor, es hoy un hogar de la fraternidad. Hl fuego esti vivo: ‘ninguna tormenta lo ha podido opacat. El Parque Cultural es la pata de los infatigables, de los que luchamos sin dejar de reir y gozar. Es probable que, por momentos, muchos no hayan comprendido esta lucha del tejido cultural porteio, que eso ¢s la construccién del Parque Cultural cx Circe, Es légico: en un mundo donde todo se compra y se vende, results extrafio que haya un lugar donde se juntan quienes no comercializan sus suefios. ‘Hoy, sin embargo, nuestro bregar es comprendido y respaldado por la comunidad. Vital ha sido en esto ha sido la amplia unidad alcanzada entre organizaciones de diverso cufio. ¥ el apoyo de agrupaciones como el Colegio de Arquitectos, Comité de Defensa de Valparaiso, Ciudadanos por Valparafso, expresos politicos, medios de comunicacién como Radio Placeres, agrupaciones de vecinos, centros culmanales populares como ‘La Mandrigora, comunidades de escuelas y liceos ~Como la Escuela Angentins., y todas las agrupaciones

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