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VERBAL PURO”
PRESENTADO POR:
Generalidades
Es el cuarto de los procesos declarativos regulados en el Código de Procedimiento Civil, presenta
dos aspectos:
1. El proceso verbal puro.
2. El proceso verbal sumario.
Estos dos aspectos sí bien tienen una estructura similar, también tienen una gran diferencia, puesto
que el proceso verbal está destinado a tramitar asuntos en consideración a su naturaleza, sin
importar la cuantía y otros cuando las pretensiones son de menor y mayor cuantía. Por la vía del
proceso verbal, los procesos que se sigan serán de doble instancia, mientras que los que se sigan por
el proceso verbal sumario sólo serán de única instancia, ya que no es posible que exista recurso de
apelación.
Es así como desde ahora se deja sentada la base referente a que sí en un proceso se debe tramitar
por el proceso verbal sumario por la naturaleza del asunto no interesa para nada la cuantía, siempre
se tramitará en única instancia; pero también aquellos donde la cuantía se tome en cuenta y sean
remitidos al proceso verbal puro, lo serán del verbal sumario cuando su cuantía sea mínima.
Estos procesos carecen de recurso de apelación, verbales sumarios, por tramitarse en única
instancia, más son susceptibles del recurso extraordinario de revisión, puesto que no estaba previsto
para los procesos de única instancia tal como lo contemplaba el art. 379 del C. de P.C en el inciso 2,
al señalar que “las sentencias que dicten los jueces municipales en única instancia”, disposición
que la Corte Constitucional declaró inexequible en sentencia C – 269/98, de manera que después de
ese fallo todas las sentencias sin excepción tienen el recurso extraordinario de revisión.
Estos procesos (verbal puro y verbal sumario) son esencialmente escritos, sólo que se tramitan por
la modalidad de audiencias, de ahí que la moderna doctrina habla del proceso por audiencias; la
crítica que recibe el proceso que de verbal sólo tiene el nombre no es adecuada entonces, ya que,
parte de la base de asimilar el proceso verbal a oral lo que no es correcto, puesto que lo que el
legislador tipificó fue un proceso escrito desarrollado dentro de la modalidad de audiencias, de las
que siempre queda el acta de lo esencial que en ella ocurrió, de las pruebas practicadas y el texto de
la sentencia proferida por el juez.
El término para interponer los recursos de apelación y reposición contra las providencias dictadas
en el transcurso de una audiencia es en el acto mismo de la audiencia, porque en ellos el término de
ejecutoria no es de tres días sino el lapso inmediatamente posterior al proferimiento de la
providencia (arts. 348 y 352 del C. de P.C) entonces es deber el asistir a todas las audiencias por
cuanto para las providencias en ellas dictadas opera la notificación por estrados, o sea, que se
presume de derecho que conocieron las determinaciones dictadas en el curso de aquellas, cómo sí lo
hubieran hecho; así se observa el deber de asistir a ellas.
ASUNTOS ADSCRITOS AL TRÁMITE DEL PROCESO VERBAL PURO
El numeral 4º del art. 427 señala que siguen la vía del proceso verbal por la naturaleza o sin
importar la cuantía los conflictos originados en el artículo 5 del Dec. 2610/79 “norma que disponía
la posibilidad de declarar la nulidad de gravámenes constituidos sobre bienes inmuebles con
posterioridad al permiso de una enajenación dado por la Superintendencia Bancaria”, regulación
en el vacío porque esa regulación se había derogado por el artículo 6 del Dec. 78/87.
El numeral 5º del art. 427 señala que las controversias que se susciten sobre los derechos de autor y
las conexas de que trata el art. 242 de la ley 23/82, que no corresponden a las autoridades
administrativas, se tramitarán en proceso verbal. Consecuencia de esto todo proceso de esta índole
que corresponde a los jueces civiles, o civiles especializados en asuntos de comercio, se llevarán
por esta vía y, sí acaso norma sustancial anterior, señala otra diversa, se entiende reformada en lo
que al trámite se refiere, por lo aquí dispuesto.
a. La restitución de los bienes vendidos con pactos de reserva de dominio, sea civil o comercial
y sin que interese la naturaleza del contrato, sin embargo López Blanco reitera la tesis acerca
de que “en cualquier evento de negocio jurídico regido por el Código Civil debe tratarse de
bienes inmuebles vendidos con tal pacto debe acudirse al proceso ordinario en vista de lo
previsto en artículo 1º de la ley 45/30 que dispone: la cláusula de no transferir el dominio de
los bienes raíces, sino en virtud de la paga del precio, no producirá otro efecto que el de la
demanda alternativa enunciada en el artículo 1930 del código civil, o sea que no se permite el
pacto de reserva del dominio en la venta de bienes raíces, porque lo que toca pedir en este
evento a través de proceso ordinario es el pago del precio o la resolución de la compraventa” 1
Los que versan sobre los derechos de los comuneros contemplados en los arts. 2330 a 2333
del C.C, procesos que una vez entre en funcionamiento la jurisdicción agraria serán de privativo
conocimiento de esta, pues se refiere a las controversias originadas por comuneros por el uso de
las tierras de labrantías, para la cría de animales y extracción de maderas mientras dura la
indivisión, disposición ésta que falla al no haber permitido que estos mismos asuntos, si está en
curso un proceso divisorio, se transmiten como incidentes del mismo.
Nota: Este proceso (de la jurisdicción agraria) será conocido también por el proceso verbal
agrario por así indicarlo el art. 63 Nº5 del Dec. 2303/89 estará a lo dispuesto en los arts. 65
a 70 de dicho decreto.
1
LÓPEZ BLANCO, Hernán Fabio, Procedimiento Civil Parte Especial Tomo II, Editorial DUPRE Editores, pág. 220.
b. Prestación de cauciones, en los casos previstos por la ley sustancial o la convención, excepto
cuando deban prestarse en el curso de otro proceso (art. 427 Nº 3). Esta disposición remite a la
vía del juicio verbal todos los casos en los que, por acuerdo de voluntades o por disposición de
la ley, deba prestarse caución.
c. Relevo de la fianza y ejercicio de los demás derechos consagrados en el art. 2394 del C.C
(art. 427 Nº 4). Se trata aquí de la acción que tiene el fiador para que se le releve de tal
obligación o para que el deudor principal le asegure debidamente, en caso de presentarse
cualquiera de estas cinco hipótesis:
a. Cuando el deudor principal disipa o aventura temerariamente sus bienes.
b. Cuando el deudor principal se obligó a obtener el relevo de la fianza dentro de cierto
plazo y se ha vencido este plazo.
c. Cuando se ha vencido el plazo o cumplida la condición suspensiva que hace
inmediatamente exigible la obligación principal en todo o en parte.
d. Sí hubieren transcurrido diez años desde el otorgamiento de la fianza, a menos que la
obligación principal se haya contraído por un tiempo determinado más largo, o sea de
aquellas que no están sujetas a extinguirse en tiempo determinado, como la de los tutores
y curadores, la del usufructuario, la de la renta vitalicia, la de los empleados en la
recaudación o administración de rentas públicas.
e. Sí hay temor fundado de que el deudor principal se fugue, no dejando bienes raíces
suficientes para el pago de la deuda.
Sin embargo estas causales son de rara ocurrencia, por cuanto la fianza clásica ha sido
desplazada en el mundo de los negocios jurídicos por la solidaridad, de ahí que se trate de letra
muerta.
2. El juez debe declarar que se ha cumplido una condición suspensiva cuando existe
incertidumbre acerca del acaecimiento o no de la condición; se pone fin por medio del
proceso verbal a la duda como sucedería, por ejemplo, en el caso de una propiedad
fiduciaria cuando se ha establecido que ésta se entregará al fideicomisario al casarse. Sí este
se casa, pero se cuestiona la validez del vínculo porque el matrimonio se celebró en el
extranjero y una de las partes aduce que sólo el matrimonio celebrado con arreglo a la
legislación colombiana da por cumplida la condición suspensiva, es necesario que el juez
dirima la controversia.
f. Reducción de la pena de la hipoteca o prenda en los casos consagrados en la ley (art. 427 Nº
7). Únicamente puede pedirse cuando se persigue el cumplimiento de la obligación,
básicamente a manera de excepción, por ser extraño que se demande por el obligado su
reducción sí no existe incumplimiento de su parte; el caso previsto cobija la reducción de la
hipoteca o de la prenda en aquellos eventos donde existe pluralidad de bienes gravados y es
notorio el exceso de la garantía frente al saldo de la obligación.
La forma de reducción de la hipoteca o la prenda está contemplado en el art. 2455 del C.C, en
este evento en el que no se afecta para nada el gravamen en lo que al bien respecta pues la
hipoteca sigue vigente, sólo que se reforma el límite de la garantía de manera tal que se hará
una nueva inscripción en virtud de la cual sea público el nuevo límite de la garantía.
Ejemplo: Sí se constituye una hipoteca abierta para garantizar obligaciones hasta mil
millones de pesos, pero realmente las mismas tan sólo llegan a doscientos millones, puede
el acreedor, caso de que el deudor voluntariamente no lo acepte, solicitar mediante este
proceso que el monto de la garantía se rebaje de mil millones a cuatrocientos millones, que
es duplo de la obligación conocida.
g. Reducción o pérdida de los intereses pactados o fijación de los intereses corrientes, sin
perjuicio de que puedan pedirse en el proceso que se persiga el cumplimiento de la
obligación (art. 427 Nº 8). Se refiere a la posibilidad, en aquellos eventos dónde se haya
pactado intereses excesivos que desbordan el marco legal, de pedir al juez que dicte sentencia
reduciendo el monto de los mismos o incluso que se declare su pérdida a más de las sanciones
que señala la ley, para lo cual debe tenerse en cuenta lo previsto en la ley 45/90 arts. 65 a 72
que se ocupan de tan delicado tema y el art. 884 del C. de Cio, igualmente, en aquellos casos en
los cuales no se pactaron intereses pero estos se causan y existe controversia acerca de su
monto, no es necesario iniciar proceso separado cuando en el juicio se pretende hacer efectiva
la obligación se aduce esta petición como sucedería, por ejemplo, en el proceso ejecutivo que
permite que tal solicitud se presente dentro del término del mismo para proponer excepciones
(art. 492 C. de P.C).
El numeral 9 del art. 427 del C. de P.C adscribe al trámite del proceso verbal “la liquidación de
perjuicios que trata el art. 72 del C. de P.C”, regulación que es inaplicable porque dichos
perjuicios no pueden ser impuestos por medio de este proceso, pues será siempre dentro del
proceso dónde se observó la conducta que procede la condena respectiva.
Dispone el numeral 10 que los conflictos que se originen con ocasión de los contratos de
aparcería regulados en la ley 6/75 y su decreto reglamentario 2815/75, “salvo norma en
contrario” que viene a ser precisamente el Dec. 2303/89 que señala en el numeral 4 del art. 63
que se tramita como proceso verbal agrario lo concerniente con contratos de aparcerías y
similares, de modo que este numeral dejará de tener operancia cuando entre en funciones la
jurisdicción agraria.