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La varicela es una enfermedad viral que afecta principalmente a los niños.

Sus síntomas incluyen una


erupción cutánea con picazón y fiebre. Entre el 85 y el 95 por ciento de las mujeres embarazadas en
los EE.UU. es inmune a la varicela, lo cual significa que no pueden contraerla. No obstante,
aproximadamente 1 de cada 2,000 mujeres contrae la varicela durante el embarazo, lo cual puede
tener consecuencias serias para su bebé, según en qué etapa del embarazo se produzca la infección.
Si la infección se produce durante las primeras 20 semanas del embarazo, existe un riesgo muy
pequeño (menos del 1 por ciento) de que el bebé nazca con síndrome de varicela congénita, un grupo
de defectos de nacimiento graves.

Si la infección se produce cerca del momento del parto, el bebé puede nacer infectado con varicela. Si
se la trata, la mayoría de los bebés padece sólo una enfermedad leve. Sin tratamiento, algunos bebés
mueren.

Existe un sencillo análisis de sangre que puede determinar si usted es inmune a la varicela. Si no está
segura de haber tenido la enfermedad, puede realizarse este análisis de sangre antes del embarazo o
durante los primeros meses. Las mujeres que no son inmunes y aún no están embarazadas pueden
vacunarse. Los expertos recomiendan a las mujeres recién vacunadas esperar al menos un mes para
intentar quedar embarazadas.

Las mujeres embarazadas que no son inmunes deben evitar a las personas con varicela y a aquellas
que hayan tenido contacto con alguna persona enferma. Una persona infectada puede contagiar la
enfermedad antes de desarrollarla.

Si una mujer embarazada ha estado en contacto con una persona infectada, puede recibir una
inyección especial que puede prevenir la varicela o reducir su gravedad. Este tratamiento es seguro
para la madre y para el bebé.

Póngase en contacto con su médico de inmediato si está embarazada y ha estado expuesta a la


varicela.

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