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espués de unos meses, por fin llega el momento de


ponernos manos a la obra y de poner en práctica todo lo
que en este tiempo hemos aprendido en los talleres.

El primer sitio son las oficinas que el ayuntamiento tiene en


Peña Primera Los primeros en llegar fueron los albañiles que son
los que tienen que ir por delante del resto tirando tabiques en
algunos sitios para levantar otros a posteriori y crear nuevos
espacios. Se hace un pasillo más amplio y algunas reformas más,
se colocan también algunas ventanas que son obra del taller de
carpintería metálica y los de carpintería de madera colocan la
tarima en el suelo y las puertas de los despachos junto con la
puerta de la entrada principal.

Cuando el resto de los talleres han pasado por allí nos toca
el turno a los pintores para dar el último toque y el definitivo
dejándolo todo listo para que se pueda empezar a disfrutar del
trabajo que todos hemos hecho en conjunto.
Porque el resultado de la obra es consecuencia de un trabajo en
equipo donde todos hemos participado y donde se palpa el
espíritu de lo que es una “ñapa” en toda regla.

Un ir y venir de gente, unos


tirando muros con la maza donde
el ruido se hace insoportable y
otros con los ladrillos y cemento
en mano haciendo tabiques;
también los de madera van de un
lado a otro con las jambas, la
tarima y las puertas colocándolas
donde los albañiles les van dejando
el espacio y la vez los pintores con
las brochas, los cubos y pintura en mano rematando los
despachos que van dejando los compañeros listos para pintar.
Llega la hora del bocadillo y mientras unos bajamos a la
cafetería, el resto hacen una tertulia mientras se comen el
bocata y se charla sobre distintos temas en una perfecta
armonía entre talleres. Al final la obra poco a poco se va
terminando, cada vez nos vamos quedando más solos los pintores
que somos los últimos en abandonar el lugar. Se nota la ausencia
de los compañeros que ya se han ido y se les echa de menos, pero
por otro lado se avanza mucho más

Por último después de unos cuantos


meses de curro se le da el toque final con
un estuco veneciano donde se pondrá el
mostrador de entrada y se da por rematada
la obra. Aunque eso no quiere decir que no
tengamos que volver a dar algunos retoques
de última hora que siempre quedan pero en
definitiva la obra se da por acabada.

Ha sido una labor magistral realizada


por unas personas que no nos olvidemos que no somos
profesionales, pero modestia aparte ya quisieran muchos que se
llaman profesionales hacer las cosas igual de bien.

© Rosa Taller de Pintura

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