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¡Eso de pensar en casarse es una tremenda estupidez!

Esas fueron las palabras que les a ellos, pero esas palabras recuerdo que fueron las ultimas…

El sonido del mundo del exterior estaba en todo su auge, y dentro de mi habitación, en la cama
yo.

Demore en abrir los ojos y noté que estaba en mi habitación, estiré mi mano hacia el celular
mientras me limpiaba las legañas y vi en la pantalla que eran ya las nueve y diez de la
mañana… << ¡ya es tarde! >> (Dije al saber que debía de ir al instituto).

Me levante apresurado y fui al baño, al verme en el espejo noté que en mi cachete izquierdo
tenía una gran mancha roja, supuse que debió ser la huella de la almohada; me vestí y me fui a
la cocina a tomar el desayuno y una nota sobre la mesa decía: “Hoy salí temprano pero al
volver quisiera hablar contigo”. Esas eran las letras y la brevedad de mi madre cada vez que
dejaba algún escrito pero no le di mucha importancia así que me dedique a apurarme para
llegar a tiempo siquiera a la segunda clase que empezaba después del receso.

Subí al auto bus y me senté al lado de la ventana, en una de las filas que están en la misma
parte de las puertas del bus. En el viaje iba viendo a la mayoría de las personas en los
paraderos y en las veredas de la pequeña ciudad, cada quien viviendo su mundo y tratando de
cumplir el propósito del día a día. Entre esa gente que observaba vi de igual manera a las
parejas que se situaban por los lugares, algunas abrazados y sonriendo, otros que vi tomados
de las manos, y otros… otros besándose. En el corto viaje al ver a esas parejas de enamorados
expresar sus sentimientos en público con lo que denominan “beso”, me puse a pensar…
Recordé muchas canciones y poemas que hablan justamente de ese tema “el beso”; de besar
y de ser besado por alguien más, de los labios de alguien y de las emociones que causa el
mínimo rose entre estos. No lo entendía, si bien es cierto los labios son parte de piel blanda
propios de nuestra fisionomía natural, por que el hecho de exaltar a ese par de carnosidades
en nuestros rostros… para mí era algo vanamente explicable, entonces porqué el hecho de
que los labios de alguien choquen en otros del sexo opuesto sea algo tan hermoso y
placentero, ¿Acaso también sería hermoso rosar el codo con el hombre de alguien más? Ya
que esos también son dos superficies de piel… pero lo que no entendía era la razón de que
ese acto de labios llamado “beso” fuese tan importante, bello, romántico muchas veces… Al
recordar la conciencia después de ese lapso de pensar, me bajé del bus a caminar hacia el
instituto.

<< ¿Qué le ah pasado a Ed.? ¡Lo veo muy alegre hoy!>> fueron las palabras de Eduardo, un
compañero de salón, él me dijo que vió a Ed. Muy feliz o alegre sin embargo lo que me dijo fue
atemorizante y creíble ya que una vez el me dijo: “Yo amo las fotografías, y amo mas tomar las
expresiones de los demás, como son sus rostros cuando están felices, cuando están molestos,
cuando sienten pena o cuando algo no anda bien; de esa misma manera puedo darme cuenta
fácilmente cuando alguien es sincero consigo mismo y deja notarse tal cual se siente y cuando
alguien trata de fingir su estado de ánimo”.

_ ¡Responde! ¿Sabe porque hoy Ed. Está tan feliz? – me preguntó-

_ Hm… no, no lo sé…


_ Cómo que no lo vas a saber! Hoy está muy distinto.

_ No lo sé, no lo veo desde el viernes – a decir verdad, Ed. Me conto lo de su voda en día de
ayer, pero no quería declarar nada-

_ Bueno, de todos modos creo que iré a preguntárselo yo mismo.

Seguramente este muy feliz hoy por lo de su boda…

El horario de clases diaria había terminado. Estaba camino al paradero cuando de pronto
siento que alguien pone su mano sobre mi hombro.

_ ¿ya te sientes mejor?

_ Oh… Ed. – respondí un poso extrañado de que el me sonriera luego de haber dicho que su
idea de casarse era una estupidez-

_ ¿ya te sientes mejor? – me volvió a preguntar –

_ Hm… a que te refieres…

_ No te hagas, pero bueno, dejémoslo ahí, pero últimamente has estado actuando muy
extraño, ya empiezas a ponerme de los nervios.

_ No te entiendo – respondí pero sentía que entendía parte de lo que decía, aún asi… -

_ Estoy hablando de la tontería que nos dijiste a mí y a mi enamorada… y luego de eso te


desmayas…

_ Desmayarme? – Eso tenía un poco de sentido, luego de decir que su idea de casarse era una
estupidez no recuerdo nada mas, y solo desperté el día de hoy en mi cuarto… esto iba mal…

Fin del cap. 4

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