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LA FAMILIA Y SALUD MENTAL

La comunicación es uno de los aspectos que marcan y demuestran el grado de salud


mental de una familia. Las relaciones entre los miembros de una familia, roles
asignados y asumidos van a pautar también niveles de salud mental tanto de cada uno
de sus miembros como de la familia como grupo o sistema.

Lo intergeneracional es un aspecto muy importante en lo que es la salud mental de


una familia. Esto se relaciona con:

 las ideas,
 memorias,
 pensamientos,
 anécdotas,
 valores que se trasmiten de generación en generación y marcan a una familia.

La capacidad de un grupo familiar de trascender los “instituidos” que se han


conformado a lo largo de su historia tanto de la familia en sí misma como de
generaciones anteriores y de conformarse como grupo familiar propiamente dicho, con
canales de comunicación saludables, conformarán un grupo familiar “sujeto” y por
lo tanto, sano; trascendiendo así al grupo familiar que llamo “objeto”.

Relaciono objeto con grupo familiar pasivo que no ha sabido o podido trascender su
propia historia, sus roles asumidos y naturalizados en base a creencias, hechos
históricos y otras configuraciones que la han marcado y por lo tanto, no ha podido
configurarse como grupo familiar sujeto y activo, en relación a la realidad que le ha
tocado vivir.

En suma, la familia va a poder ser causante de la enfermedad mental de alguno de sus


miembros y éste será el emergente de la enfermedad familiar. Será el emergente
que de alguna forma “se hace cargo” de la enfermedad de la familia.

Ejemplos de esta situación es cualquier enfermedad de tipo psicológico que pueda


tener un miembro familiar o síntomas que alguno de ellos manifiesta. En estos casos,
la familia debería tomar al síntoma o enfermedad de uno de sus miembros como parte
de la enfermedad o de aspectos no sanos de la familia como grupo y no solamente del
miembro familiar enfermo.

Sebastián Méndez Errico Escríbeme


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