Passeron y

Bordieu
 Biografía
Pierre Bourdieu, nacido en 1930 en Bearn, Francia. Ejerció
a los 24 años como profesor de filosofía en el Liceo de
Moulins hasta los 27 para ejercer como ayudante de
profesor en la Facultad de Letras de Argel hasta 1960.
En esta fecha empezó a investigar en el Centre de
Sociologie Européenne, centro que será fundamental
para su obra. En 1962 fue nombrado Vicedecano de
Ordenación Académica de la Facultad de Letras de Lille.
En 1967, fundó “Le Centre de Sociologie de l’Éducation
et de la Culture”.
Jean-Claude Passeron nació en 1930 en Niza. Es un
sociólogo francés que ha centrado sus investigaciones
en la sociología de la cultura y la educación. Es director
de la École de Hautes Études en Sciences Sociales y
del departamento de Sociología de la Universidad de
Nantes. Sus trabajos versan sobre los sistemas de
enseñanza, la difusión de la cultura y la recepción de la
obra de arte. Es coautor de El oficio de sociólogo, junto
a Pierre Bourdieu. Sus obras más destacadas son:
Herederos, La reproducción, Homo academicus, o
Lenguaje y poder simbólico.
 1) Administración de la
“
lengua:
La lengua es de los espacios en los que se produce la lucha de
clases”. Es el bien que se administra en las escuelas. Mientras en
las clases altas se usa un código elaborado, en las clases bajas se
usan códigos más restringidos; lo que da origen a la desigualdad
en la escuela, ya que allí se usa un código elaborado; dificultando
así la integración de los niños “restringidos”. Hay que decir que la
escuela no es el lugar donde se crea ese desajuste lingüístico
sino uno de los mecanismos para perpetuarlo. A este proceso los
autores aquí tratados lo llaman "mal entendido lingüístico", que
es un modo de violencia simbólica.
 2) Importancia de las
afinidades culturales de los
hijos de la burguesía
Los estudiantes más favorecidos, los
herederos, parten de dentro de las
instituciones con unas ventajas dadas por su
origen social y que consisten en “hábitos,
entrenamiento y actitudes que les sirven
directamente en sus tareas académicas” y
además “heredan también saberes y un
saber-hacer, gustos y un “buen gusto” cuya
rentabilidad académica, aun siendo indirecta,
no resulta menos evidente”.
Esta rentabilidad de saber-hacer de los herederos se
muestran en el hecho de que coinciden con las exigencias
del sistema y se vuelven determinantes para tener éxito en
él, de tal modo que las políticas enfocadas a la igualdad de
oportunidades educativas y al acceso universal a la
educación siempre serán un fracaso y un mero gesto de
maquillar el problema, pero no sólo eso, además se daría
la macabra y paradójica situación de que la universalidad
del acceso a la educación se reduciría a la intención de
“poner todas las apariencias de la legitimidad al servicio de
la legitimación de los privilegios”.
 Conclusión
El análisis de Passeron y Bourdieu nos llevaría al pesimismo más radical
y a la inacción más deprimente, los educadores motivados por su
conciencia social o por su claro posicionamiento en la lucha de clases
no podrían por mucho que quisiesen cambiar el status quo ya que
“[…]el sistema escolar está organizado de tal modo que no puede
prácticamente democratizar y todo lo que puede hacer, lo mejor que
puede hacer, es no reforzar la desigualdad, no redoblar, mediante su
eficacia específicamente, esencialmente simbólica, las diferencias ya
existentes entre los niños que le son confiados” Bourdieu.