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2008 Buitrago Alimentos Enriquecidos Con Cos
2008 Buitrago Alimentos Enriquecidos Con Cos
PROBIOTICOS
Autora:
Edición:
2008 © ReCiTeIA.
Cali – Valle – Colombia
e-mail: reciteia@live.com
url: http://revistareciteia.es.tl/
CONTENIDO
10.3 Tepache..................................................................................................................................... 36
10.4 Quesos ...................................................................................................................................... 36
11 Estado del arte ...................................................................................................................... 37
12 Conclusiones ........................................................................................................................ 39
13 Bibliografía .......................................................................................................................... 40
13.1 citas bibliográficas .................................................................................................................... 40
13.2 referencias bibliográficas .......................................................................................................... 40
LISTA DE TABLAS
LISTA DE FIGURAS
RESUMEN
El presente trabajo tiene como objetivo principal profundizar en los conceptos de alimentos
fortificados con probióticos, su implicación en la salud humana, beneficios, enfocando la
revisión bibliográfica a los, probióticos. Se parte desde los antecedentes históricos y su
aplicación en la industria alimenticia. Se define el concepto de Probióticos, sus
características, mecanismos de acción, aplicaciones y beneficios. Hacen parte una a nueva
Ciencia denominada ciencia de los Alimentos Saludables la cual necesita de la aportación
de otras disciplinas implicadas en la nutrición humana, tales como la Bioquímica, la
Tecnología de Alimentos y la Genética moderna. Basadas en las técnicas propias de la
Genómica funcional, la contribución de la Genómica nutricional, puede resultar clave para
lograr una mejor interpretación de las incidencias, tanto positivas como negativas, de los
alimentos sobre la salud humana. En la práctica, se piensa que los nuevos conocimientos
genéticos pueden aclarar los factores genéticos relacionados con las etiologías de
enfermedades vinculadas a las dietas alimenticias. Así mismo, se podría pensar en la
posibilidad de establecer recomendaciones dietéticas personales y llegar a una posible
elección personalizada de los alimentos
1 INTRODUCCIÓN
Actualmente es posible encontrarse con una amplia variedad de productos lácteos que
hacen alusión a su contenido de probióticos y de los beneficios para la salud que puede
llegar a tener el consumo frecuente de este tipo de alimento, esto ha generado una gran
expectativa por parte del consumidor que busca una alternativa alimentaria funcional
haciendo énfasis en la era de los alimentos funcionales, saludables y los nutracéuticos.
Los probióticos se definen como microorganismos vivientes que son capaces de resistir a
las secreciones gástricas e intestinales, lo cual les brinda la posibilidad de instalarse y
colonizar las células epiteliales del intestino humano. Mientras que los prebióticos son
carbohidratos no digeribles que estimulan factores de crecimiento y la actividad de un gran
número de bacterias en el colon. La acción simbiótica y sinergista de la unión de un
probiótico con un prebiótico alude al termino de alimento simbiótico, que es la forma de
proteger a un mas a las bacterias benéficas para que alcancen en cantidad suficiente a
cumplir sus funciones nutracéuticas en el organismo humano, estos hacen parte de los
llamados alimentos saludables
Se considera como saludable a todo producto alimenticio cuya ingestión conlleva algún tipo
específico de efecto positivo sobre la salud, además del nutritivo, aunque dicho apelativo
podría corresponder, sin duda, a cualquier alimento cuyo consumo no implica un riesgo de
ocasionar algún tipo de patología.
No obstante, hace ya bastante tiempo que esta calificación se reserva para aquellos
productos que dentro de su composición química existen sustancias capaces de
proporcionar al organismo humano algún efecto beneficioso relacionado con su bienestar y
estado saludable.
2 ANTECEDENTES HISTORICOS
Los productos a base de leche transformados por el lacto bacilo son fácilmente digeribles y
permanece comestibles durante mayor periodo de tiempo, mejora el apetito y son de gran
utilidad para el tratamiento de la disentería, úlcera, diarrea y los innumerables desordenes
de características similares.
En 1908, Elie Metchnikoff, un Premio Nóbel que trabajaba en el Instituto Pasteur, observó
que Bulgaria tenía un número increíble de personas que vivían más de 100 años.
Este país balcánico no era uno de los países avanzados de Europa y simplemente había
surgido de ser una región mal administrada del Imperio Turco, intuyendo que la medicina
moderna no era motivo de la longevidad avanzada, encontró que los búlgaros se
alimentaban de grandes cantidades de verduras cultivadas en forma casera y mucho yogur.
Las verduras no parecían ser un factor probable de longevidad, así que se inclinó por el
yogur. Luis Pasteur había descubierto el mecanismo que producía la fermentación láctica y
estableció que una manera de impedir la fermentación láctica se logra mediante el
calentamiento de la leche lo suficiente para matar las bacterias que producían el fermento.
Recientemente el término Probiótico se utilizó por primera vez por Lilley y Stillwell,
(1965) y ha sido usado por varios otros investigadores en varios contextos hasta llegar al
concepto actual según Fuller, (1989). Ver Tabla 1.
válidas en el contexto de la dieta global y estar asociadas a los alimentos que se consumen
normalmente:
Con el fin de evaluar las propiedades de los probióticos, se utilizaran las directrices
siguientes:
Los microorganismos probióticos utilizados en los alimentos deberían ser capaces no sólo
de sobrevivir al paso por el aparato digestivo, sino también de proliferar en el intestino.
Esto significa que deberían ser resistentes a los jugos gástricos y poder crecer en presencia
de bilis, en las condiciones existentes en los intestinos, o ser consumidos en un alimento
que, actuando como vehículo, les permita sobrevivir al paso por el estómago y a la
exposición a la bilis. Son bacterias grampositivas y se clasifican fundamentalmente en dos
géneros, Lactobacillus y Bifidobacterium (Holzapel et al., 1998; Klein et al., 1998)
Ensayos aleatorios de doble anonimato controlados con placebo (DBPC) Fase 2 De preferencia un
de ensayos en seres humanos u otro diseño pertinente con tamaño de muestra y segundo estudio DBPC
resultado primario válidos para determinar si la cepa/producto es eficaz independiente para
confirmar los resultados
Etiquetado
• Contenido – denominación de género, especie, cepa
• Numero mínimo de bacterias viables al final de su período de conservación
• Condiciones adecuadas de almacenamiento
• Datos de contacto con la empresa para información al consumidor
Los probióticos deben poder ejercer sus efectos beneficiosos en el huésped mediante su
crecimiento y/o actividad en el cuerpo humano (Collins et al., 1998; Morelli, 2000). Sin
embargo, lo que importa es la especificidad de la acción, y no la fuente del
microorganismo. De hecho, es muy difícil confirmar la fuente de un microorganismo.
Cuando nacen, los niños no tienen ninguna de estas bacterias en el intestino, y no se ha
aclarado totalmente el origen de la microflora intestinal. Es la capacidad de seguir siendo
viable en el lugar de destino y de ser eficaz lo que debería verificarse para cada cepa
potencialmente probiótica.
Es necesario perfeccionar los ensayos in vitro para predecir la capacidad de los probióticos
de funcionar en los seres humanos. Los ensayos actualmente disponibles no son apropiados
para predecir la funcionalidad de los microorganismos probióticos en el intestino.
Género Lactobacillus
Lb. acidophilus
Lb. casei
Lb. crispatus
Lb. gasseri
Lb. johnsonii
Lb. paracasei
Lb. plantarum
Lb. reuteri
Lb. rhamnosus
Género Bifidobacterium
B. adolescentis
B. animalis subsp. animalis
B. animalis subsp. lactis
B. bifidum
B. breve
B. infantis
B. longum
Otras especies
Requisitos que debe cumplir una bacteria para ser considerada como probiótico:
a) In vitro:
Resistencia al ácido.
Resistencia a las sales biliares.
Adherencia a las células epiteliales
intestinales en el cultivo.
Unión al moco gastrointestinal.
b) In vivo:
Competición con microbios patógenos.
Actividad bactericida frente a patógenos.
c) Modificar el balance bacteriano del colon hacia una composición más favorable
Dado el gran interés que se ha despertado a nivel mundial por el consumo de productos
lácteos funcionales con adición de microorganismos probióticos (Bifidobacterium y
Lactobacillus) es de gran interés que, además de estudiar los aspectos relacionados con la
salud del consumidor, también se tengan en cuenta la seguridad del alimento y unas buenas
propiedades sensoriales. Otro aspecto, en el que apenas recientemente se empieza a
profundizar es el del crecimiento y metabolismo de cepas prebióticas en leche. La habilidad
para metabolizar las proteínas de la leche y la lactosa varían considerablemente entre los
microorganismos probióticos y deben ser estudiadas con más detalle (Østlie y cols., 2003).
También sería muy benéfico que las cepas tuvieran una alta actividad de ß-galactosidasa y
estabilidad bajo condiciones adversas como pH bajo, exposición a oxígeno y bajas
temperaturas y en este aspecto, las bifidobacterias muestran una variabilidad muy grande
(Hughes and Hoover, 1995).
Los ensayos in vitro son críticos para evaluar la inocuidad de los microbios probióticos,
además, los ensayos in vitro son de utilidad para adquirir conocimiento sobre las cepas y el
mecanismo del efecto probiótico. Sin embargo, los ensayos actualmente disponibles no son
completamente adecuados para predecir la funcionalidad de los microorganismos
probióticos en el cuerpo humano. También se señaló que los datos in vitro disponibles para
cepas particulares no son suficientes para describirlas como probiótico.
Los probióticos para uso humano requieren la confirmación de su eficacia con ensayos en
seres humanos. Se recomiendan ensayos dirigidos a resultados específicos in vitro que se
correlacionan con resultados in vivo. Por ejemplo, se mostró correlación entre la resistencia
in vitro a las sales biliares con la supervivencia al paso por el estómago in vivo (Conway et
al., 1987).
En la Tabla 3 se muestra una lista de los principales ensayos in vitro actualmente utilizados
para el estudio de las cepas probióticas. Todos estos ensayos requieren, sin embargo,
validación mediante acción in vivo.
4.5 REQUERIMIENTOS PARA PROBAR QUE UNA CEPA PROBIÓTICA ES INOCUA Y ESTÁ
LIBRE DE CONTAMINACIÓN EN SU FORMA DE ENTREGA
a) Infecciones sistémicas
b) Actividades metabólicas perjudiciales
c) Excesiva estimulación inmune en individuos susceptibles
d) Transferencia de genes
En algunos casos, los modelos animales existen para dar validez a los efectos y a la
determinación del mecanismo de acción del probiótico observados in vitro.
Fase 1 (inocuidad),
Fase 2 (eficacia),
Fase 3 (efectividad),
Fase 4 (supervisión).
Los estudios de Fase 2, generalmente realizados con un diseño de tipo aleatorio de doble
anonimato controlado con placebo (DBPC), miden la eficacia comparada con un placebo.
Además, los estudios de la Fase 2 miden los efectos adversos.
Una recomendación general para el ensayo de alimentos probióticos es que el placebo debe
estar constituido por el alimento portador desprovisto del probiótico ensayado. El tamaño
de la muestra necesita ser calculado para los valores límites específicos. Diferencias
estadísticamente significativas deben aplicarse a los resultados biológicamente relevantes.
Se recomienda que los ensayos en seres humanos sean repetidos por más de un Centro para
la confirmación de los resultados.
La utilización de probióticos lleva aparejados diversos efectos en la salud. Hay datos que
demuestran en diversos grados la verificación de tales efectos, y hay informes que indican
que ciertas cepas probióticas no tienen efectos clínicos en situaciones específicas
(Andersson et al. 2001).
6 TIPOS DE PROBIÓTICOS
Están en la alimentación de todos los días, pero no siempre lo sabemos. En forma natural,
los probióticos se encuentran en lácteos fermentados, como yogures, leche y quesos;
vegetales fermentados -aceitunas, chucrut, soya, cereales-, productos cárnicos y pescados
fermentados, y bebidas alcohólicas artesanales.
Las bacterias viables de los productos lácteos descritos son las bífido-bacterias, los
lactobacilos acidófilos y bulgaricus, y los estreptococos lactis y cremoris El problema es
que es difícil usarlos en condiciones terapéuticas y en entornos médicos, porque se necesita
guardarlos en frío y tienen una vida media, en buenas condiciones, limitada.
Sin embargo, la principal limitante para su uso es que la cantidad de microorganismos que
contienen es tan baja que habría que tomar varios litros de yogur cada día para obtener
algún efecto médico, y eso no es viable, ya que a un paciente con gastroenteritis aguda no
se le puede indicar que tome 2 litros de yogur al día. Entonces, estos productos pueden ser
parte de una alimentación sana, pero no tienen eficacia terapéutica.
Por otra parte, las bacterias del yogur no son resistentes a los ácidos gástricos y a la bilis, y
ciertamente no resisten los antibióticos. Si se ingiere el antibiótico junto con el yogur los
También se están usando los probióticos en los alimentos para lactantes, para manipular la
flora gastrointestinal de éstos, porque se ha demostrado que la flora gastrointestinal de los
lactantes alimentados con fórmula es diferente de la de los que reciben leche materna. Por
lo tanto, aquí el objetivo es desarrollar o emular el desarrollo de la flora normal de los
lactantes con leche materna. Por ejemplo la leche Nan 2
La industria puede hacer esto, como lo demuestra un estudio realizado en tres grupos de
recién nacidos que recibieron leche materna, fórmula láctea completa y fórmula láctea
completa adicionada de bífido-bacterias, respectivamente. Los resultados indicaron que, al
mes de edad, 60% de los lactantes con leche materna ya estaban colonizados, sobre todo
por bífido-bacterias; con la fórmula normal sólo 20% estaban colonizados, pero con la
leche fermentada también se había conseguido 60%
Este grupo no es muy distinto de los alimentos comercializados que contienen probióticos.
La única diferencia está en que el probiótico no está contenido en el alimento, sino que está
encapsulado, separado. La persona toma una cápsula en vez de comerse un yogur, pero es
lo mismo; da la impresión de que es un medicamento, pero no lo es.
A estos productos se les aplican diferentes leyes para evitar problemas como el engaño en
las etiquetas; el contenido de la cápsula suele ser totalmente distinto de lo que aparece en la
etiqueta, en cuanto a contenido microbiológico. Sin embargo, tampoco hay que esperar una
eficacia terapéutica, contra los efectos benéficos que proclaman los fabricantes. Esto
también rige en el caso de los productos genéricos, que no están estudiados, evaluados ni
sometidos a controles de calidad.
Deben tener efectos terapéuticos inmediatos. Deben tener efectos múltiples: inhibición de la
adhesión de los patógenos, efectos de inmunomodulación, competencia con las toxinas por
los receptores de éstas y, por supuesto, competencia por los nutrientes.
8 MECANISMO DE ACCIÓN
En este grafico pueden apreciar las bacterias (protectoras) de color blanco y las bacterias
de color negro las (patogénicas), es decir que generan enfermedad, infección y/o
inflamación. Cuando hay suficientes bacterias protectoras, estas generan una capa
protegiendo a la delicada mucosa intestinal de las bacterias que pueden adherirse y dañarla.
Los probióticos ejercen acciones diversas sobre la salud mediante distintos mecanismos de
acción. Actúan acidificando la luz intestinal, segregando sustancias que inhiben el
crecimiento de microrganismos patógenos, consumiendo nutrientes específicos o uniéndose
competitivamente a los receptores intestinales de forma que mantienen la flora intestinal y
evitan la acción de gérmenes patógenos.
Los probióticos aumentan la actividad de las hidrolasas de las sales biliares que se unen al
colesterol y ayudan a su eliminación, por lo que tienen un efecto hipocolesterolémico.
Mediante la producción de triglicéridos de cadena corta inhiben la síntesis de colesterol, lo
redistribuyen desde el plasma al hígado y, por deconjugación de las sales biliares, el
colesterol no se reabsorbe y es utilizado para la síntesis de novo de ácidos biliares.
Algunos efectos probióticos atribuidos a las bacterias lácticas están muy documentados, y
se conoce su mecanismo de acción (como por ejemplo: la disminución de la intolerancia a
lactosa) mientras que otros, como las propiedades antitumorales o el efecto
hipocolesterolémico, requieren mayores estudios in vitro y en modelos experimentales para
poder confirmar el modo de acción.
Por ejemplo, la mezcla de bacterias utilizadas para la elaboración del Queso Fresco
Probiótico fueron capaces de interactuar con los sitios de inducción más importantes del
intestino delgado (placas de Peyer) e intestino grueso (nódulos linfoides mesentéricos) y
mantener la relación de Linfocitos T CD4+/CD8+, sin producir efectos secundarios o
colaterales tales como el incremento de la respuesta inflamatoria mediada por la actividad
citotóxica de LT CD8+ (6, 12, 13). De esta manera se logra aumentar la resistencia
inespecífica del huésped y facilitar la exclusión de patógenos del intestino.
En el hombre, dos tercios del colesterol plasmático total están esterificados y el resto
circula en la membrana de los glóbulos rojos. Un 60-70% es vehiculizado por las
lipoproteínas de baja densidad (LDL), el 20-30% por las de alta densidad (HDL) y el 5-
10% restante por las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL). Aún cuando el colesterol
es imprescindible para la vida, su exceso es un factor de riesgo en el desarrollo de la
ateroesclerosis y otras enfermedades coronarias. Datos estadísticos recientes revelan que
una disminución de colesterol en sangre reduce la incidencia de muerte por afecciones
coronarias en poblaciones con dietas ricas en grasa. En la Argentina, un 46% de las
A pesar de los avances en el tema, no se conoce aún el modo de acción de los probióticos
lipo-reductores ni el mecanismo por el cual reducen colesterol in vivo. Según estudios
realizados in vitro (en medios de cultivo) se cree que el fenómeno podría deberse a
Uno de los agentes etiológicos más comunes asociado a gastritis aguda, crónica y ulcera
péptica es la presencia de Helicobacter pylori. Cuando esta bacteria Gram negativa alcanza
la cavidad gástrica, atraviesa la capa de mucus y se sitúa en íntimo contacto con las células
epiteliales de la mucosa, desencadenando una reacción inflamatoria (gastritis aguda) que se
traduce clínicamente en una sintomatología difícil de diagnosticar. Tras esta infección
aguda, la bacteria, anclada en la superficie de la mucosa gástrica, da lugar a una gastritis
crónica, caracterizada por la presencia de un infiltrado de linfocitos y células plasmáticas.
Esta infección crónica puede evolucionar hacia patologías más graves como úlcera péptica,
cáncer gástrico o linfoma.
La gastroenteritis aguda provocada por rotavirus es la causa más común de diarrea grave en
bebés y niños menores de 5 años, que se manifiesta con diarrea, vómitos y fiebre. El virus
se transmite por alimentos o agua contaminados con materia fecal. Algunas bacterias
probióticas han demostrado ser benéficas en el tratamiento de este tipo de diarrea aguda,
tales como L. reuteri y L. rhamnosus que colonizan el tracto intestinal y disminuyen
significativamente el tiempo de duración de la diarrea aguda asociada con rotavirus.
Las alergias son la respuesta del sistema inmunológico a un alimento, inhalante (sustancias
en el aire) o sustancia química en particular. Los alérgenos alimenticios, como las proteínas
de leche de vaca o el gluten, pueden provocar una respuesta pro-inflamatoria en el intestino
por alteración de la función de la barrera intestinal. Es posible que las bacterias probióticas
puedan prevenir esta disfunción intestinal, pero existe además una relación directa entre la
función del tejido linfoide asociado al intestino y la respuesta alérgica. Uno de los
mecanismos primarios involucrados en este proceso podría ser la supresión celular activa
responsable de los eventos proinflamatorios en el intestino. Este mecanismo se llevaría a
cabo por la secreción de citoquinas supresoras como el transforming growth factor b (TGF-
b) y la interleuquina 10 (IL-10). Los probióticos actúan reduciendo la inflamación
intestinal, corrigen el desbalance de los linfocitos y estimulan a las citoquinas de los
linfocitos Th1 (IL-12 e INF-gamma). Algunos de los lactobacilos y bifidobacterias usados
L. casei, puede provocar una CRL 431, cepa probiótica presente en la LECHE BIO
regulación negativa en un proceso alérgico modulando el balance linfocitos Th1/ Th2, que
es fundamental en la regulación de la síntesis de IgE mediante la liberación de citoquinas.
La alimentación del recién nacido con leche materna constituye una protección eficiente
contra diferentes tipos de infecciones. La protección está mediada por la presencia de
anticuerpos y células inmunocompetentes, así como por factores bioactivos (oligosacáridos,
enzimas, hormonas, factores de crecimiento y citoquinas) que participan en la maduración
de diferentes estirpes celulares inmunocompetentes. De los anticuerpos presentes en el
fluido materno, la IgA representa la mayor proporción. Esta inmunoglobulina secretora
inhibe la translocación de bacterias causantes de infecciones intestinales evitando la
bacteriemia y la enterocolitis necrotizante. Esta última patología afecta principalmente al
recién nacido prematuro y se caracteriza por una necrosis en la mucosa o las capas más
profundas del colon y del intestino delgado proximal provocada por una superpoblación de
bacterias Gram negativas (E. coli, Klebsiella sp. y Enterobacter sp.) en el duodeno.
Estudios realizados en modelos experimentales animales indican que el suplemento por vía
oral de B. infantis o Saccharomyces bouladii reducen los riesgos de desarrollar la
enfermedad. Dos posibles mecanismos estarían involucrados en el efecto protector:
los yogures: se llama así a la leche fermentada con las bacterias lácticas -Streptococcus
thermophilus y Lactobacillus bulgaricus o acidofilus
otras leches fermentadas: productos similares en aspecto al yogur, sólo que fermentados
con otro tipo de bacterias como Bifidobacterias, Lactobacillus casei imunitass, etc.
bebidas que contienen, además de zumo, leche fermentada y cultivos de bacterias.
9 ALIMENTOS PROBIOTICOS
9.1 YOGURT
Gracias a la elaboración del yogur y otros productos lácteos fermentados, las bacterias
ácido-lácticas seguirán representando un filón de explotación como cultivos probióticos.
Éstas se complementan con las bacterias presentes en nuestra flora intestinal y contribuyen
al buen funcionamiento del aparato digestivo. Ante la creciente demanda de los
consumidores, cada día más preocupados por la salud, el mercado internacional de estos
productos no cesa de incrementarse.
La acción de estas bacterias desencadena un proceso microbiano por el cual la lactosa (el
azúcar de la leche) se transforma en ácido láctico. A medida que el ácido se acumula, la
estructura de las proteínas de la leche va modificándose (van cuajando), y lo mismo ocurre
con la textura del producto. Existen otras variables, como la temperatura y la composición
de la leche, que influyen en las cualidades particulares de los distintos productos
resultantes.
Una de las propiedades más destacables del yogur es su capacidad de para regenerar la flora
intestinal, la cual se ve muy afectada por una mala alimentación y sobre todo, por
infecciones y abuso de medicamentos como los antibióticos.
El yogur hace la leche más digestiva y así, encontraremos personas que no pudiendo tolerar
la leche de vaca, pueden comerse un yogur tranquilamente, sin que les afecte.
El yogur es una buena fuente de calcio, magnesio y fósforo que son los minerales más
importantes para nuestros huesos, lo curioso es que estos minerales están en mayor cantidad
en el yogur que en la leche. Es como si los microorganismos que fermentan la leche para
convertirla en yogur además de hacerla más digestiva nos aumentan la cantidad de algunos
minerales, el yogur disminuye la proporción de colesterol que contiene la leche antes de la
fermentación. Por cada 100 gr. de yogur obtenemos 180 mg de calcio, 17 de magnesio, 240
mg de potasio y 7140 mg de fósforo.
9.1.2.2 Filtración:
9.1.2.4 Pasteurización:
Muchas fábricas aplican temperaturas mayores a 100 ºC. Esta práctica no es aconsejable
debido a que no consigue incrementar el efecto, pero puede provocar la desnaturalización
de la caseína, lo que se traduce en una reducción de la estabilidad del gel ácido.
Las proteínas desnaturalizadas del suero, por el contrario, limitan la sinéresis del coágulo y
reducen por tanto la exudación de suero. Es un punto crítico de control, pues es el punto
donde se eliminan todos los microorganismos patógenos siendo indispensable para asegurar
la calidad sanitaria e inocuidad del producto.
9.1.2.6 Inoculación:
9.1.2.7 Incubación:
La mayoría de los procedimientos de elaboración son, por esta razón, de tipo discontinuo en
cuanto al proceso de fermentación. Según el producto a elaborar y el tipo de instalación se
van a poder realizar la incubación y la fermentación de las siguientes maneras.
9.1.2.8 Homogeneización:
El enfriamiento se ha de realizar con la mayor brusquedad posible para evitar que el yogur
siga acidificándose en más de 0,3 pH. Se ha de alcanzar, como mucho en 1,5-2,0 horas, una
temperatura de 15°C. Este requisito es fácil de cumplir cuando se elabora yogur batido o
yogur para beber, por poderse realizar, en estos casos, la refrigeración empleando
cambiadores de placas. (En el firme se hace luego de envasado).
El yogur batido y el yogur para beber se pueden enfriar rápidamente, una vez incubados, en
cambiadores de placas, realizándose esta refrigeración de una forma energética mente más
rentable.
9.1.2.11 Envasado:
Se controla el cerrado hermético del envase para mantener la inocuidad del producto. Se
debe controlar que el envase y la atmósfera durante el envasado sean estériles. En el
producto firme se envasa antes de la fermentación o luego de una pre-fermentación y en la
misma envasadora se realizan los agregados de fruta según corresponda, en el batido se
envasa luego de elaborado el producto.
Estos procedimientos son aplicables en principio a todos los productos lácteos fermentados
cuyo periodo de conservación se quiera incrementar.
9.2 KEFIR
Dentro de las leches fermentadas artesanales reviste particular interés el kefir, debido a
ciertos aspectos que la diferencian de otros productos. Una de las características
diferenciales es la naturaleza del fermento denominado gránulo de kefir, que puede
considerarse un sistema inmovilizado naturalmente donde, en una matriz de proteína y
polisacárido, se encuentran incluidas, en asociación simbiótica, las bacterias y levaduras
responsables de la fermentación. El gránulo tiene una estructura globular, irregular, de
tamaño variable (0,5 a 3,5 cm), semejante a la coliflor.
Nada se sabe sobre el mecanismo por el cual se forma el gránulo. Los intentos para obtener
gránulo a partir de cultivos puros han resultado infructuosos. La presencia del gránulo
como fermento es de suma importancia. Si bien la microflora del gránulo pasa a la leche
fermentada, los sucesivos repiques alteran la relación de la microflora. Esto significa que el
gránulo es necesario para mantener el balance correcto entre la microflora presente.
La ingesta de kefir está asociada a la longevidad de los pueblos caucásicos. El kefir tiene
propiedades probióticas otorgadas por las bacterias y levaduras presentes en el gránulo. Se
le atribuye un efecto favorable preventivo de diversas afecciones intestinales, pero aún no
existe suficiente basamento científico. Posee actividad antimicrobiana contra una variedad
de gérmenes Gram (+) y Gram (-) y también contra algunos hongos.
El suero y la leche fermentados con gránulos de kefir muestran una alta actividad
inhibitoria contra Escherichia coli, Salmolnella y Shiguela, superior a la de otros productos
fermentados de amplio consumo como el yogur. La comparación del efecto inhibitorio
contra Gram (-) de sobrenadantes de distintos gránulos indica una correlación entre el poder
inhibitorio y la presencia de ácido propiónico.
Desde el punto de vista higiénico sanitario, los productos fermentados con kefir
demostraron ser altamente agresivos dado que el cocultivo de gránulo de kefir con E. coli
en leche impide el desarrollo del microorganismo contaminante.
Se ha comprobado además que la ingesta oral de kefir produce remisión de cáncer de colon
en ratones, efecto asociado a la presencia del polisacárido sintetizado por las bacterias
presentes en el gránulo. Asimismo se ha comprobado in vitro que la combinación de
bacterias y levaduras tiene un efecto antimutagénico mayor que cultivos de cepas aisladas
de bacterias lácticas.
9.3 YAKULT:
Es de los pioneros en bebidas fermentadas con probióticos desde 1935 en Japón; en el resto
del mundo hace poco más de 20 años. Contiene la cepa Lb. Casei shirota, aislada por
Shirota, el cual aisló y registro esta cepa con su apellido. Esta cepa se aisló del tracto
digestivo de un infante sano, y se encontró que cubre todas las características para ser
considerada como probiótico, en especial su posibilidad de resistir el paso a través de los
jugos gástricos y biliares. Actualmente, existen desarrollos en Japón para formular
cosméticos y medicamentos a partir de microorganismos probióticos.
“all natural probiotic suplement”: Lanzado en 1996 contiene una cepa especial de Lb.
Acidophilus llamada Lb. jonhsonii la cual tiene propiedades inmunoestimulantes
específicas. En sabor natural y de naranja. LC1 diet es un yogurt probiótico dietético de
frutas. De gran éxito en Alemania y Francia.
Toda su línea tradicional de yoghurt batido y líquido, así como Planet Protector, YoBaby y
el yoghurt congelado Nirvana contienen 6 cultivos probióticos: St. thermophilus, Lb.
bulgaricus, Lb. acidophilus, Bifidus, Lb. casei y Lb. reuteri que es su “cepa estrella” y es
exclusiva de esta empresa. Lb. reuteri produce reuterina que inhibe el crecimiento de
bacterias dañinas como Salmonella, E. Coli, Staphylococcus y la levadura Candida.
Otros ejemplos: SANCOR BIO de Sancor Argentina, en versión normal y light contiene
Lb. acidophilus y Lb. casei; Möller Pro-Cult con Lb. casei; Danone Bio tiene Bifidus
essensis que regula el tránsito de la digestión; Culturelle de ConAgra contiene Lb.
rhamnosus, patentado como LGG el cual vive mucho tiempo en el tracto digestivo y reduce
el riesgo de diarrea asociada a antibióticos; Vifit de Campina Melkuny que refuerza el
sistema inmunológico; Bio K Plus tiene Lb. casei y una cepa especial de Lb. acidophilus
llamada CL 1285 la cual vive más que las normales.
La vida de anaquel no se ve afectada tampoco, ya que con las sustancias generadas por los
cultivos probióticos, además de sus metabolitos primarios y secundarios, mantienen al
yogurt dentro de los parámetros microbiológicos que marca la norma oficial para este
producto. Además, el yogurt es un producto que actualmente es consumido en gran
cantidad, por lo que la adición de cultivos probióticos puede ser considerado como un plus
dentro de la mercadotecnia moderna informando al consumidor sobre los beneficios en su
salud.
10 OTROS PRODUCTOS:
10.1 TÉ DE KOMBUCHA
10.3 TEPACHE
10.4 QUESOS
Se han empleado diferentes tipos de quesos como vehículos para probióticos y algunos de
estos estudios se mencionan a continuación. Dentro de los quesos frescos, Blanchette y
cols. (1996) prepararon queso Cottage cuyo aderezo cremoso fermentaron con
Bifidobacterium infantis antes de adicionarlo a la cuajada. Los probióticos sobreviven en el
queso por períodos hasta de 15 días aunque las cuentas para este tiempo son relativamente
bajas (1 x 103 ufc/ g). A los 28 días ya no se pueden detectar bifidobacterias vivas. La
inmovilización también puede ser de ayuda en el caso de los quesos, tal y como lo
demostraron Jaramillo-Flores y cols. (2002) para el caso de un queso fresco untable bajo en
grasa. En este caso se inmovilizaron células de Bifidobacterium bifidum en alginato de
calcio. El probiótico inmovilizado se agregó a la leche previo a la elaboración del queso y
se observó que en el producto final mantenían su viabilidad intacta (1 x 106 ufc/g) después
de una semana en refrigeración.
En el caso del queso Cheddar, se han probado diferentes alternativas. Dinakar y Mistry
(1994) adicionaron Bifidobacterium bifidum tanto libre como inmovilizado en K-
carragenina (en este caso las esferas liofilizadas se agregaron a la cuajada después de la
cheddarización) y observaron una excelente viabilidad en ambos casos, aún después de 24
semanas de maduración a 7°C, observándose cuentas de 1.4 a 2.6 x 107 ufc/g. En otro
estudio, Gardiner y cols. (1999) elaboraron queso Cheddar adicionado con el probiótico
Enterococcus faecium y obtuvieron cuentas finales de hasta 4 x 108 ufc/g después de 15
meses de maduración a 8°C, confirmando que el queso Cheddar es un excelente vehículo
para microorganismos probióticos. También se han obtenido buenos resultados en los casos
de quesos de leche de cabra. Gomes y Malcasa (1998) obtuvieron cuentas de 3 x 107 y de 7
x 106 respectivamente para Bifidobacterium animalis ssp. Lactis y Lactobacillus
acidophilus después de un período de maduración de 70 días a 6°C y 92% de humedad
relativa para el producto típico portugués conocido como queijo do cabra.
De esta manera, es posible que los probióticos crezcan más rápido y en mayor número
evitando la desventaja que normalmente tienen con los cultivos lácticos iniciadores y que
puede provocar a la larga una inhibición por los metabolitos de estos últimos (Roy, 2005).
La fama y buenos comentarios sobre los derivados lácteos llegaron a otras regiones del
mundo, donde también comenzaron a producirse. Así, el "dahi", originario de la India, era y
es considerado alimento de dioses debido a la sensación de bienestar y adecuado
funcionamiento intestinal que genera, mientras que múltiples médicos de la Grecia antigua
emplearon al yogurt en el tratamiento de problemas estomacales, males del hígado y
tuberculosis (enfermedad de las vías respiratorias que se manifiesta con tos persistente,
expectoraciones con sangre, pérdida de peso y fiebre), considerándolo un "alimento
milagroso". Por su parte, Genghis Khan, el célebre emperador mongol del siglo XIII,
alimentaba a su invencible ejército con "kumis", tipo de bebida láctea con ligero contenido
alcohólico.
Cabe señalar que aunque el yogurt es el alimento de su tipo más popular en el mundo,
existen otros fermentos de leche cuyas características, textura y sabor dependen del proceso
de elaboración, ingredientes y hasta el tipo de microorganismos involucrados. Entre las
bebidas de este tipo más afamadas encontramos el "mazum" en Armenia, "masslo" en Irán,
"giooddon" en Cerdeña (Italia), "filmjolk" en Suecia y "kéfir", del sur de Rusia, que
comienza a ser más popular, pues es muy agradable al paladar y auxilia en el tratamiento de
anemia (baja de hemoglobina o proteína que ayuda a transportar oxígeno en la sangre
debido a mala absorción intestinal de nutrientes como hierro, ácido fólico y vitamina B12)
así como en numerosos trastornos intestinales.
Ya en la era moderna, a principios del siglo XX, el científico ruso Elie Metchnikoff intuyó
los efectos positivos de los fermentos lácteos luego de suponer que la longevidad que
alcanzaban ciertas poblaciones del este de Europa se debía a su elevado consumo de leche
búlgara. A través de sus investigaciones demostró que este alimento era creado por
bacterias capaces de convertir el azúcar de la leche (lactosa) en ácido láctico, y que a su vez
esta sustancia hacía imposible el desarrollo en el intestino de microorganismos dañinos
derivados de la descomposición de los alimentos. Tal descubrimiento le valió el Premio
Nóbel en 1908 y sentó las bases de la industria de alimentos novedosos.
Tabla 5. Probióticos
Detalle Referencia
Bacterias específicas de la fermentación del yogur) que mejoran el Metchnikoff (1907
balance microbiano intestinal.
Sustancias excretadas por un protozoo para estimular el crecimiento de Lilly y Stillwell (1965)
otro.
Sustancias que tienen efecto beneficioso en animales por su contribución Parker (1974)
al balance de la flora intestinal.
Alimentos suplementados con microbios vivos que benefician al huésped Fuller (1989)
animal a través de la mejora del balance microbiano intestinal.
Cultivos únicos o mixtos de microbios vivos que, aplicados a humanos, Huis in´t Veld and Havenaar
afectan beneficiosamente al huésped a través de la mejoría de la flora (1991)
microbiana indígena intestinal.
Ingredientes alimentarios microbianos vivos que son beneficiosos para la Salminen (1998)
salud (eficacia y seguridad científicamente documentada).
Preparaciones celulares microbianas vivas o componentes celulares que Salminen (1999)
tienen un efecto beneficioso en la salud humana
Microbios vivos o inactivados que tienen efectos documentados en la Isolauri (2002)
reducción del riesgo de enfermar o como tratamiento coadyuvante.
Otro paso importante se dio en 1930, cuando el doctor japonés Minoru Shirota descubrió
nuevas cepas o grupos de bacterias benéficas para el ser humano que no sólo generaban
ácido láctico, sino que al consumirlas en cantidades importantes lograban alojarse en el
intestino por tiempo determinado y colaborar directamente con la flora intestinal
(microorganismos que se encuentran en todo el sistema digestivo y que ayudan a asimilar
alimentos y prevenir infecciones). El mismo especialista inició la comercialización de
bebidas con estos microorganismos en 1935, pero la Segunda Guerra Mundial frenó el
arranque de su naciente industria y tuvo que esperar hasta el decenio 1950-60 para reiniciar
su evolución.
El auge de los fermentos lácteos se ha elevado gradualmente desde los años 60 hasta
alcanzar amplia demanda a partir de la última década del siglo XX gracias a innovaciones
tecnológicas que mejoraron los procesos de fabricación, pero también debido a la creciente
población de individuos preocupados por llevar una dieta saludable y a la competencia
entre distintas marcas y laboratorios, los cuales se dedican a perfeccionar el cultivo de
diferentes familias de Lactobacillus, como acidophilus, johnsonii, casei, fermentum,
crispatus, reuteri, rhamnosus o plantarum.
12 CONCLUSIONES
más resistentes está guiando los desarrollos de los fabricantes en Europa y Estados
Unidos.
13 BIBLIOGRAFÍA
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